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TEMA 4: FISIOLOGÍA MUSCULAR

INTRUDUCCIÓN

Aproximadamente el 40% - 50% de nuestro peso corporal es músculo,


entonces podríamos hacer una reflexión: ¿por qué la evolución de la
naturaleza nos ha proveído de tal cantidad de masa muscular?, la respuesta
podría ser entonces explicada por la dinámica, disciplina que nos habla del
movimiento, pero no solamente a nivel macroscópico, lo cual es puramente
físico sino también a nivel microscópico, molecular sustentado esto por la
fisiología y bioquímica.
El ATP constituye la molécula energética (energía química) que será
utilizada para producir movimiento (energía mecánica). Pero para producir
dicho movimiento en escala macroscópica es porque también se ha dado
movimiento a escala molecular microscópica. Este movimiento especializado
a nivel molecular microscópico es denominado CONTRACCIÓN DE FIBRAS
MUSCULARES.
Pero, dependiendo del tipo de actividad física, ejercicio o deporte específico
que se realice, no todas las fibras musculares responden en la misma forma,
intensidad y sincronicidad, y con el mismo gasto energético; y, en
consecuencia, no todas las fibras musculares liberan o generan la misma
cantidad de productos provenientes de los procesos catabólicos que se
llevan a cabo en su interior como por ejemplo lactato, CO2, H2O, iones
hidrógenos, etc. Entonces ello nos habla que existen fibras musculares con
características especiales y con marcadas diferencias en su constitución,
fibras musculares que se han especializado para predominar en
determinadas tareas y por lo tanto especializadas en el catabolismo de
determinados sustratos energéticos como grasas o carbohidratos.
Si para el movimiento requerimos energía (ATP) que puede ser medido
finalmente en calorías, entonces queda claro que el movimiento generado a
través de programas de ejercicios físicos producirá un gasto energético
importante, disminuyendo los contenidos de sustratos energéticos como
carbohidratos y grasas que potencialmente permitirá una mejor composición
corporal, reducción de peso eficientemente, adaptaciones también para el
mejoramiento del rendimiento deportivo y, porque no decirlo, salud.
Conociendo entonces las características de cada tipo de fibra muscular y
como se interrelacionan con la carga de entrenamiento, sabremos entonces
seleccionar adecuadamente la metodología de entrenamiento correcta para
un fin específico.

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ESTRUCTURA DE LA FIBRA MUSCULAR:
Cada órgano o sistema en nuestro cuerpo tiene una unidad funcional
fundamental. Esa unidad básica fundamental es la CÉLULA. En el caso
específico del Sistema Muscular, la célula como unidad básica recibe el
nombre de CELULA MUSCULAR O FIBRA MUSCULAR.
La fibra muscular está conformada por una membrana celular llamada
Sarcolema, un citoplasma llamado Sarcoplasma en el cual se encuentran
distribuidos las organelas citoplasmáticas propias de toda célula, dentro de
la cuales debemos destacar a las mitocondrias, al retículo sarcoplasmático
que contiene al calcio almacenado y listo para los momentos de contracción
muscular.
Una característica principal de las fibras musculares es que contiene dos
cadenas de proteínas que son las responsables de la contracción muscular.
Estas cadenas proteicas son ACTINA y MIOSINA.
En la cabeza de la cadena de Miosina existe un lugar específico que permite
la unión del ATP para proveer la energía química que será transformada en
energía mecánica, pues al ser degradada por su enzima ATPasa, generará
que la ACTINA se deslice sobre la MIOSINA y así se genere el acortamiento
de la fibra muscular con lo que la contracción tiene lugar. Sin embargo, el
proceso no es tan simple como parece pues otras estructuras, moléculas y
señales se ponen en juego para que se dé finalmente la contracción
muscular.
Aquí un resumen de todo el proceso: En situaciones de reposo la miosina
tiene bloqueado su lugar de unión a la actina por una estructura proteica
llamada Tropomiosina, que “cubre” a la actina en forma helicoidal. Al estar
dispuesto de esta manera no podrá haber unión de la miosina con la actina
en la forma fisiológicamente correcta, por lo tanto, no se podrá dar la
contracción aparte que se requiere de una “orden” y esa orden es dada por
un estímulo nervioso que viaja desde nuestra corteza cerebral hacia el
músculo por lo que hablamos de un evento NEUROMOTOR.
Dado que el movimiento generado en el ejercicio físico es consciente,
entonces se requiere que, desde nuestra corteza cerebral motora, se envíe
una orden, una señal por el tracto nervioso especializado para funciones
motoras, y esta orden llegue hasta la unión del axón neuronal con la fibra
muscular. Esta unión del axón terminal de la neurona con la fibra muscular
se da a nivel de una estructura especializada ubicada en la superficie de la
fibra muscular. A esta estructura especializada se le denomina PLACA
NEUROMUSCULAR.
En realidad, el estímulo u orden nerviosa para la contracción muscular es
una señal eléctrica que se genera por un interesante juego y viajes de iones
a través del axón del nervio motor. Cuando este potencial eléctrico llega a
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las inmediaciones de la placa neuromuscular, de la parte final del axón
nervioso se liberan sustancias químicas especializadas que iniciarán una
serie de cambios en la fibra muscular para producir contracción. Estas
sustancias bioquímicas que se liberan son conocidas como
NEUROTRANSMISORES, es decir, si le queremos dar una explicación más
sencilla, los neurotransmisores son sustancias que transmitirán una orden
nerviosa central a las unidades anatómicas periféricas o específicas. Para el
caso de la contracción muscular, el neurotransmisor en juego es la
ACETILCOLINA.
Cuando la acetilcolina se ha liberado a nivel de la placa neuromuscular se
unirá a un receptor específico en el sarcolema generando con ello una serie
de eventos moleculares que conllevarán a la contracción muscular.
Entonces, cuando la acetilcolina se ha unido a su receptor en el sarcolema,
se genera ya en la misma membrana de la fibra muscular, salida y entrada
de iones (entrada de sodio y salida de potasio) que genera un potencial
eléctrico que es diseminado a todas las fibras musculares que son inervadas
por el nervio motor que trajo la señal desde la corteza motora cerebral. Este
potencial eléctrico al diseminarse por toda la fibra muscular genera también
salida de iones CALCIO desde el retículo sarcoplasmático hacia el
citoplasma. El calcio se une a la troponina que se encuentra unida a la
tropomiosina en un sitio específico de su superficie. Al formarse el complejo
Troponina – Calcio, la misma troponina sufre un cambio conformacional en
su estructura íntima haciendo con ello que la Tropomiosina se deslice sobre
la actina con lo que queda libre el sitio de unión de la miosina sobre la actina.
Estando libre el sitio de unión de la miosina sobre la actina, entonces la
cabeza de la miosina se une a dicho lugar específico. Una vez unido, en la
misma cabeza de la miosina existe una enzima ATPasa que generará
rompimiento del enlace ATP para liberar energía junto con ADP + P.
Una vez realizada la contracción muscular, las fibras musculares contraídas
deben de regresar a su estado de reposo o de precontracción o estado de
relajación. Para ello, el calcio debe separarse de la troponina y así se
recupera el estado conformacional de la troponina y tropomiosina hasta un
nuevo ciclo de contracción. Finalmente, el calcio que se desligó de la
troponina y que ha quedado en el sarcoplasma es conducido nuevamente a
su sitio de almacenaje en el retículo sarcoplasmático para lo cual también se
requiere de energía y esa energía es dada por el ATP.
TIPOS DE FIBRA MUSCULAR Y SU RELACION CON EL MOVIMIENTO:
El movimiento es el fin supremo de nuestra masa muscular. Esta masa
muscular conformada por miles de fibras musculares; sin embargo, no se
activa, ni trabajan de la misma manera. Estas formas de activación y trabajos
diferentes responden a características peculiares de cada una de ellas pues
no solo tienen una estructura histoquímica diferente sino, también, a nivel
fisiológico y bioquímico son diferentes y por ello su rol en determinadas
actividades es también diferente.

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FIBRA MUSCULAR TIPO I:
 Son las denominadas fibras musculares de contracción lenta, pues la
motoneurona que las activa transmite la “orden” desde la corteza
cerebral a una velocidad más lenta si las comparamos con las fibras
musculares tipo II (fibras de contracción rápida).
 Denominadas también fibras musculares rojas debido a que en los
estudios al microscopio se tiñen adoptando dicha coloración. Además,
se explica esto también por el alto contenido de mioglobina que
contienen en su sarcoplasma.
 Tienen una elevada vascularización en estrecha relación con sus
procesos metabólicos predominantemente aeróbicos en los que se
generan metabolitos de desecho que tienen que ser eliminados, tales
como CO2.
 Se les denomina fibras musculares oxidativas, pues sus procesos
catabólicos predominantes se da utilizando el oxígeno mitocondrial como
aceptor final de electrones que son transportados por NADH y FADH
provenientes del ciclo de Krebs. La fosforilación oxidativa llevada a cabo
en la cadena de oxidorreducción mitocondrial es la vía final aeróbica en
la que se generará ATP en forma mucho más eficiente que por la vía
anaeróbica.
 De lo anterior se infiere que las fibras musculares tipo I para sostener los
procesos anteriormente mencionados, tienen una alta densidad
mitocondrial y por ello están ESPECIALIZADAS en los procesos de
catabolismo aeróbico (oxidativo). Entonces sus sustratos energéticos
son los carbohidratos y grasas. Recordemos que todo el complejo
enzimático de las grasas se encuentra a nivel mitocondrial; por lo tanto,
si el estímulo del entrenamiento genera adaptaciones en las fibras
musculares tipo I incrementando su densidad mitocondrial, entonces
nuestro cuerpo será cada vez más eficiente en perder calorías
provenientes de las grasas y con ello se podrá mejorar la composición
corporal, disminuyendo el porcentaje de grasa corporal tan anhelado por
muchas personas. Un indicador valioso del nivel de nuestro sistema
aeróbico es el VO2max. Son útiles en actividades de larga duración y de
baja a moderada intensidad, por lo que son resistentes a la fatiga.
Cumplen un importante rol en los deportes como maratón, media
maratón, triatlón, ciclismo de ruta; es decir, generalmente para la
mayoría de deportes cíclicos, pero también son el soporte de los
deportes acíclicos como el fútbol, baloncesto, voleibol, tenis, etc.
 Producto de sus procesos catabólicos, tenemos: ATP, CO2, HO2, y
LACTATO. Sin embargo, el lactato producido es rápidamente
catabolizado a nivel mitocondrial gracias a la alta densidad mitocondrial
con la que cuentan por lo que no habría un acúmulo importante de lactato
en sangre. Por el CO2 formado en la vía oxidativa a nivel mitocondrial se
confirma la importancia de contar con una elevada vascularización pues
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el CO2 formado debe de ser eliminado por el proceso de respiración a
nivel pulmonar.
FIBRA MUSCULAR TIPO II:
 Denominadas también fibras musculares de contracción rápida. Son
fibras útiles en situaciones de explosividad importantes, en situaciones
de alta intensidad y de corta duración.
 Al ser fibras de rápida contracción, explosivas propias para actividades
de corta duración, se puede inferir que no son tan resistentes a la fatiga
como lo son las fibras musculares tipo I. Esto va de la mano con el
sustrato energético que usan predominantemente como la Fosfocreatina
y Glucógeno. Como lo habíamos mencionado, los contenidos de
Fosfocreatina permitirían sostener una actividad de alta intensidad hasta
un máximo de 20 a 30 segundos (sistema energético de baja capacidad
energética) pero provee de alta cantidad de energía por segundo
(sistema energético de alta potencia energética: Sistema Anaeróbico
Alactácico), por lo tanto su ventaja es proveer ATP rápidamente sin
formar lactato pero se agota también rápidamente, con lo que se requiere
hacer uso de otra fuente energética (Glucógeno) si se desea sostener
una actividad de alta intensidad por más tiempo.
 De lo anterior tenemos, que, si seguimos en una actividad intensa, el
glucógeno sarcoplasmático proveerá del ATP requerido para la
contracción muscular a una velocidad de producción media (sistema
energético de mediana potencia energética: Sistema Anaeróbico
Lactácico). La desventaja de este sistema es que su uso sostenido
genera fuertes acúmulos de lactato, incrementando sus concentraciones
en sangre superlativamente si se continúa sosteniendo la actividad
intensa. ¿Entonces la pregunta sería el porqué de la acumulación de
lactato si las fibras musculares tipo I también producen lactato, pero no
incrementan sus concentraciones en sangre? La respuesta es la
densidad mitocondrial de las fibras musculares tipo II.
 Los estudios a nivel microscópico han determinado que la densidad
mitocondrial de las fibras musculares tipo II es baja a comparación del
tipo I. Este hecho hace que sus procesos catabólicos sean
predominantemente anaeróbicos en las situaciones en las que se
requieren y que son en situaciones de alta intensidad. Al tener baja
densidad mitocondrial no son eficientes en el catabolismo de las grasas
como lo son las fibras tipo I, entonces de ello se infiere que su sustrato
energético predominante es el glucosa - glucógeno muscular, el cual
será catabolizado a nivel sarcoplasmático generando lactato y sólo 2ATP
y 3 ATP por cada glucosa y glucógeno catabolizados respectivamente a
nivel sarcoplasmático, a comparación de los 38 ATP y 39 ATP generados
por el catabolismo de glucosa y glucógeno, respectivamente, a nivel
mitocondrial (sistema oxidativo propio y predominante de las fibras
musculares tipo I).

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 Un punto importante en las fibras musculares tipo II es que tienen una
subclasificación en Fibras Musculares Tipo IIa y Fibras Musculares Tipo
Ilx (IIb). Esta clasificación se hace en función de sus respuestas
fisiológicas al estrés físico específicamente como una especie de
transición de los procesos predominantemente oxidativos del tipo I hasta
las menos oxidativas como la tipo IIb. En este sentido las fibras
musculares tipo IIa son un modelo de fibra muscular intermedia entre
procesos oxidativos y no oxidativos; es decir, tienen una densidad
mitocondrial menor que las fibras musculares tipo I pero mayor que la
tipo IIb, por lo que son útiles en situaciones de mayor demanda aeróbica
mientras la intensidad del ejercicios va en incremento. Su densidad
mitocondrial intermedia le permite evitar el acúmulo de lactato que se va
generando controlándolo en todo momento ya que el lactato ingresa a la
mitocondria para ser oxidado. Sin embargo, a medida que va
incrementando la intensidad del ejercicio la demanda energética de ATP,
es cada vez mayor por lo que la fibra muscular no pude esperar o
depender de la eficiencia del sistema aeróbico, necesita de la eficacia
del sistema anaeróbico; es decir, requiere en situaciones de mayor
demanda energética de un sistema de mayor potencia como el no
oxidativo. Entonces, ante tal situación de intensidad se requiere una fibra
más especializada como la tipo IIb (IIx) que para su accionar no depende
de producción de ATP por la vía oxidativa, depende predominantemente
de la vía no oxidativa (anaeróbica), siendo su sustrato energético el
glucógeno, y como su densidad mitocondrial es muy baja habrá un
acúmulo neto de lactato (se acumula más lactato de lo que puede ser
oxidado a nivel mitocondrial dada la baja densidad de estas organelas),
hay aumento de iones H+, aumento de las concentraciones de lactato
sanguíneo y potencial acercamiento de la fatiga. Veremos más adelante
como las fibras musculares son reclutadas progresivamente.
 Las fibras musculares tipo II son muy importantes en la generación de
fuerza muscular, son más propensas a ser hipertrofiadas y son
relevantes en actividades deportivas como 100m planos, 200m planos,
50m para natación, artes marciales, deportes acíclicos, entre otros.
 Se les denomina también fibras blancas.
 Tienen baja vascularización pues recordemos que su sistema energético
predominante es el no oxidativo; es decir, al no contar con muchas
unidades mitocondriales no habrá acúmulo importante entonces de CO2
como en el caso de la fibra tipo I en la que si se cuenta con alta
vascularización que permite una rápida eliminación de dicho metabolito
tóxico.
UNIDAD NEUROMOTORA Y RECLUTAMIENTO DE FIBRAS
MUSCULARES:
Nuestras actividades en el día a día son una suma de eventos o acciones
conscientes y otros inconscientes. Particularmente, para lo que venimos
desarrollando, el ejercicio físico es, per se, una actividad consciente, al
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menos durante gran parte de su duración. En consecuencia, el movimiento
muscular para el ejercicio físico es consciente requiriendo por ello de una
orden que se origina en el cerebro, específicamente a nivel de la corteza
cerebral (corteza motora).
Desde la corteza motora viaja la orden a través de las neuronas motoras
(conocidos también como MOTONEURONAS) hacia el músculo o músculos
a “mover”; es decir, esta orden generará la contracción muscular que ya
hemos descrito líneas arriba. Sin embargo, esta orden no es ejecutada por
todos los grupos musculares, es más, no es ejecutado por todas las fibras
musculares que conforman incluso un mismo músculo. ¿Cómo puede ser
posible esto? La respuesta es dada por la INERVACION NEUROMOTORA
Y POR EL PATRON DE RECLUTAMIENTO DE FIBRAS MUSCULARES.
La inervación neuromotora se refiere a que específicamente una
determinada neurona motora inerva a un determinado grupo de fibras
musculares. Por lo tanto, cuando se da la orden de “contracción muscular”
no todas las motoneuronas conducen la señal, entonces solo el grupo de
fibras musculares de la motoneurona que conduce la orden serán las que
muestren contracción mientras que el resto de fibras musculares del mismo
músculo permanecen relajadas. Lo anterior se ve reforzado por el Patrón de
Reclutamiento de Fibras Musculares que hace referencia al reclutamiento de
las fibras en base a la intensidad de la actividad o ejercicio físico a realizar.
En otras palabras, el reclutamiento de fibras musculares sigue un orden, una
secuencia y son activadas, primero las fibras musculares tipo I, pasando por
las fibras tipo IIa y terminando con las fibras tipo IIb (IIx). Esto aparte de tener
un sentido de eficiencia (economía del movimiento), tiene un sentido de
autoprotección para nuestro sistema músculo – osteo – articular, ya que la
activación total de nuestras fibras musculares podría potencialmente generar
destrucción de tejidos (desgarros) y/o fracturas, esguinces, etc. En forma
análoga se tiene lo siguiente: si deseamos levantar un ladrillo de 1kg de peso
que está en el suelo tenemos varias opciones (tres opciones a elegir):
levantar el ladrillo nosotros mismos, usar un tractor pequeño o utilizar una
grúa de altas construcciones. Dado que el peso del ladrillo es “insignificante”,
para movilizarlo es más que suficiente con un pequeño esfuerzo de nuestra
parte, gastamos poca energía y el riesgo es mínimo. Pero si usamos el
tractor pequeño el “costo de inversión será mayor” no es eficiente y el riesgo
de lesiones por uso de “maquinaria” es mayor.
Finalmente, si tratamos de movilizar el ladrillo utilizando una grúa de
construcción, aparte de tener “un alto costo de inversión” es ineficiente y
conlleva un alto riesgo de lesiones ante tremenda monstruosidad de
maquinaria. Lo mismo sucede con nuestras fibras musculares, que
responden en base al “sometimiento” propios de la intensidad y volumen de
la carga de entrenamiento (ver Figura N° 2) y que pueden ser “manipulados”
adecuadamente con la metodología apropiada y así lograr el objetivo del
caso.

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CONCLUSIONES.

 El musculo esquelético tiene un control consciente a diferencia del musculo cardiaco


y liso; asimismo, tiene una estructura que está conformada por los fascículos, fibras
y miofibrillas cubiertas por unas fascias que se denomina epimisio, perimisio y
endomisio, respectivamente, siendo la unidad estructural funcional la fibra muscular.

 El sarcómero es la estructura muscular donde se encuentra el material contráctil que


conducen a la acción muscular básica.

 Existen dos tipos de fibras musculares: las tipo I (Slow Twitch, lentas, rojas, aeróbicas
u oxidativas), tipo II (Fast Twitch, rápidas, glucolíticas o blancas), las de tipo además
se dividen en tipo IIa, IIb y IIc. Cada fibra tienen sus características particulares que
se activarán dependiendo de la intensidad del estímulo dado, deben ser tomadas en
cuenta a la hora de planificar los entrenamientos.

 La principal función muscular se centra en la producción del movimiento, para ello


debe existir una aplicación de fuerza. Los músculos cumplen funciones coordinadas
agonistas, antagonistas y sinergistas.

 Los músculos esqueléticos también tiene la función de la generación de tensión, que


se clasifican en concéntrica, excéntrica e isométrica.

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