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Disposiciones testamentarias

Interpretación

Contenido del testamento

Modalidades: condición, plazo, cargo

Institución de herederos y legatarios

Sustitución de herederos y legatarios

Referencias

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Interpretación

El art. 2470 postula:

Interpretación. Las disposiciones testamentarias deben interpretarse adecuándolas a la voluntad real del causante según el contexto total del
acto. Las palabras empleadas deben ser entendidas en el sentido corriente, excepto que surja claro que el testador quiso darles un sentido

técnico. Se aplican, en cuanto sean compatibles, las demás reglas de interpretación de los contratos1

[1] Art. 2470 - Ley N° 26.944 (2014).  Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Mediante esta norma, se persigue desentrañar la voluntad del causante, es decir, averiguar el verdadero sentido de las disposiciones testamentarias. La voluntad
que debe tenerse en cuenta es la que tenía al momento de la confección del testamento. Por ello, la regla es atenerse al sentido común y corriente de los vocablos,
salvo que del contexto del testamento se infiera que el testador les dio un sentido técnico. Subsidiariamente, se aplican las reglas de interpretación de los
contratos en la medida en que sean compatibles. Por ejemplo, el concepto de buena fe tiene un sentido distinto en un contrato que en un testamento, por lo que no
resulta aplicable en la interpretación de los testamentos. La interpretación es realizada por el juez del proceso sucesorio.

Se discute en la doctrina y jurisprudencia si para interpretar los testamentos, se puede recurrir a fuentes que no provengan del testamento mismo, lo que se llama
“prueba extrínseca”. El Código Civil y Comercial no regula este tema, por ello, autores como Pérez Lasala (2014) consideran que no surge su prohibición,
especialmente, del artículo en análisis. Aclara dicho autor que el principio general es que el testamento es un documento autónomo que debe interpretarse en sí
mismo, puesto que, generalmente, las disposiciones testamentarias contienen la voluntad del testador. En consecuencia, en caso de duda sobre la verdadera
voluntad del causante, si esta no puede resolverse con el testamento mismo, se puede recurrir a la prueba extrínseca, pero deben tenerse presentes dos
limitaciones:

Voluntad del testador



La voluntad del testador debe tener en el testamento un mínimo suficiente de expresión que origine duda sobre su verdadero sentido.

Interpretación por prueba extrínseca



La interpretación por prueba extrínseca no debe resultar inconciliable con la disposición testamentaria.

La duda puede surgir, entre otros supuestos, a partir de expresiones empleadas de forma dudosa, expresiones incompatibles con otras declaraciones del mismo
testador o que sean incompletas o que en el uso lingüístico del causante tienen un uso distinto del que se le da en el uso común.
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Contenido del testamento

El testamento generalmente es un acto de disposición de los bienes del causante para después de su muerte. Sin embargo, también puede contener disposiciones
extrapatrimoniales. Por lo tanto, puede contener disposiciones patrimoniales y no patrimoniales; estas últimas pueden consistir en instrucciones sobre el destino
del cadáver, el reconocimiento de hijos extramatrimoniales, la designación de tutores, entre otros. En cuanto a la disposición de los bienes pueden ser:

A favor de los herederos: es decir, el llamamiento a alguien a la totalidad o a una parte alícuota del patrimonio, o; tanto universal como de cuota.

A favor de los legatarios, consistente en la atribución de un bien.

Ley aplicable:

Conforme al art. 2466, el contenido del testamento, su validez o invalidez, se juzga según la ley en vigor al momento de la muerte del testador[2]. De la lectura de la
norma se puede observar que se omite referencia alguna a la determinación territorial, pues solo se refiere a la determinación temporal. Barcala (2014) considera
que pese a tal omisión, no hay razón para apartarse del principio receptado en el Código Velezano, en virtud del cual la validez del testamento se rige por la ley
vigente en el domicilio del causante al momento de su muerte. 

[2] Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título XI, Cap. 1. Código Civil y Comercial de la Nación.

En las normas de derecho internacional privado, el art. 2644 regula que la sucesión mortis causa se rige por la ley del domicilio del causante al tiempo de su

fallecimiento, salvo que se trate de inmuebles situados en el país respecto a los que se aplica la ley argentina .[3]

Para seguir con el desarrollo de los temas tratados, te invito a leer el siguiente material:

Vélez Sársfield y algunos aspectos de las sucesiones.pdf


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[3] Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título XI, Cap. 1. Código Civil y Comercio de la Nación.

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Modalidades: condición, plazo, cargo

El causante puede testar de manera pura y simple, de modo tal que sus disposiciones tienen efecto inmediato y pleno, o bien puede incorporar previsiones que
modifiquen los efectos normales de la atribución de bienes. Es decir, el testamento –acto jurídico– puede contener una condición, un plazo o un cargo impuestos a
la institución de herederos o al legado.

En cuanto a las modalidades en la sucesión testamentaria, resultan aplicables las reglas previstas para los actos jurídicos [4].

Las modalidades pueden ser:

Expresas.

Tácitas: surgen implícitamente de la disposición testamentaria.

Las modalidades no se presumen; por lo tanto, la prueba incumbe a quien invoca su existencia y deberá producirse mediante el testamento.

[4] Art.2463. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título XI, Caop1. Código Civil y Comercial de la Nación. 

Condición:

La institución de herederos o legatarios es condicional cuando la plena eficacia o resolución de la disposición testamentaria están subordinadas al acaecimiento
de un hecho futuro e incierto. Un acontecimiento es incierto cuando puede o no suceder.

La condición puede ser:

Suspensiva

Es cuando la adquisición del derecho se encuentra subordinada a la realización del acontecimiento futuro e incierto. Por ejemplo: lego mi auto a Susana, si obtiene el título de
doctora en ciencias químicas.

Resolutoria

Es cuando queda subordinada la resolución de un derecho adquirido a la realización de un acontecimiento futuro e incierto.

Condición suspensiva:
Mientras la condición esté pendiente, la persona que es llamada a la sucesión no tiene vocación actual. Sin embargo, el testador puede otorgarle el derecho de
transmisión aún pendiente la condición, pues no afecta al orden público que las expectativas condicionales se transmitan.

Otro efecto es que caduca la institución de herederos o legatarios si el instituido muere antes de que se cumpla la condición.

Por otra parte, los sujetos llamados a la sucesión bajo condición suspensiva podrán solicitar medidas conservatorias, salvo que se los hubiese prohibido
expresamente el testador.

Una vez cumplida la condición suspensiva, la disposición testamentaria queda como si hubiese sido pura y simple, pero no tiene efectos retroactivos, salvo que se
disponga lo contrario. El legado se adquiere desde ese momento; es decir, desde el cumplimiento.

La condición es incumplida si el acontecimiento no se puede producir; en este caso, la institución queda sin efecto, como si no se hubiera realizado. Si el heredero
condicional tenía –por cualquier circunstancia– la posesión de la cosa, no debe restituir los frutos percibidos.

Condición resolutoria:

El Código Civil y Comercial no regula expresamente esta condición. Por su parte, la doctrina no es uniforme respecto a si es o no admisible esta condición en la
institución de herederos. Pérez Lasala (2014) la admite y sostiene que al producirse la condición resolutoria, no se borra el carácter de heredero, sino que se le
impone a éste un gravamen de restitución de la herencia a favor de otros herederos. Es decir, cumplida la condición resolutoria, el heredero pierde el contenido
patrimonial de la herencia, pero se mantienen determinados efectos, como los actos de administración realizados por el heredero, los frutos que hubiese percibido

quedan para él [5]. Si la condición no se cumple, el derecho del heredero se perfecciona con carácter definitivo.

En cuanto a los legados, la doctrina es uniforme en aceptar esta condición en los legados. Cuando la condición está pendiente, el legatario puede pedir la entrega
del legado a los herederos. Una vez entregado el objeto del legado, se comportará como titular pleno hasta que la condición se cumpla. Una vez cumplida la
condición, se extingue la calidad de legatario; por lo tanto, deberá restituir los bienes recibidos o los que tenga por subrogación de ellos. No deberá entregar los
frutos percibidos. Deben respetarse los actos de administración que hubiese realizado. Si la condición no se cumple, el derecho del legatario se perfecciona con
carácter definitivo.

 [5] Arts. 346 y 348. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 7, § 1ª. Código Civil y Comercial de la Nación.

Plazo:

Es cuando la disposición se encuentra subordinada, en cuanto al comienzo o cese de sus efectos, a un acontecimiento futuro y objetivamente cierto, es decir, que
ocurrirá.

El plazo tiene por función retrasar los efectos o la resolución de un negocio que ha nacido en el momento de la declaración.

Pérez Lasala (2014) sostiene que no es posible sujetar la institución de heredero a un plazo suspensivo ni resolutorio. Entiende que de contener un plazo la
disposición testamentaria, debe tenerse por no puesto.

En cuanto a los legados, se estima que no existe inconveniente en que impongan términos.

Cargo:

El cargo es una obligación accesoria y excepcional impuesta al adquirente de un derecho. Debe ser cumplido tal como ha querido el testador. Es:
Excepcional

Pues se trata de una obligación agregada por el testador.

Accesorio

No se concibe con independencia de la liberalidad.

Puede consistir en un dar, hacer o no hacer.

El cargo puede gravar a los herederos instituidos o a los legatarios. Por ejemplo: lego mi casa a Pedro, con el cargo de que construya una gruta para la Virgen de
Lourdes.

Condiciones y cargos imposibles, prohibidos por la ley o contrarios a la moral:

Dispone el art. 2468 que “las condiciones y cargos constituidos por hechos imposibles, prohibidos por la ley, o contrarios a la moral, son nulos pero no afectan la

validez de las disposiciones sujetas a ellos”[6]. La solución de esta norma es un avance respecto a lo establecido en el Código de Vélez, que preveía la nulidad de la
disposición testamentaria, lo que acarreaba como consecuencia que el destinatario era privado del beneficio. El Código vigente establece que las condiciones o
cargos serán nulos, pero no se afecta la validez de las disposiciones sujetas a ellos. Este artículo constituye un apartamiento a la norma general sobre actos

jurídicos[7].

[6] Art. 2468 - Ley N° 26.944. Op. cit. promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título XI, Cap. 1. Código Civil y Comercial de la Nación.

[7] Véase el art. 344. - Ley N° 26.944. Op. cit. promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 7, § 1ª. Código Civil y Comercial de la Nación.

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Institución de herederos y legatarios

La institución de herederos, en principio, implica la asignación de la universalidad de la herencia o de una parte indivisa de ella. Las cuotas surgen cuando hay
varios herederos en virtud del concurso o cuando el testador asigna partes alícuotas. La institución de legatarios, en principio, procede cuando la disposición se
refiere a bienes concretos. Esto es en principio, pues puede suceder que el testador quisiera instituir heredero en bienes particulares o legatarios de partes
alícuotas.

Cabe señalar que la institución de herederos no es esencial en nuestro sistema; en consecuencia, el testador puede disponer de todos sus bienes por medio de
legados. Se trata de un acto personalísimo que, por lo tanto, depende exclusivamente de la voluntad del causante. No es un acto formal, por lo que es suficiente
con que se den las circunstancias objetivas y subjetivas que permitan calificar la disposición del testador como institución de heredero. Por ejemplo:,

“Dejo todos mis bienes en calidad de herederos a José y Juana”, “dejo todos mis bienes a Sofía y Marcela”, “lego mi auto a Pedro y el remanente
de mis bienes a Carlos”.

Requisitos:

La institución de herederos y legatarios está condicionada a la observancia de los siguientes requisitos[8]:

Empleo de la forma testamentaria: la institución de herederos y legatarios puede ser hecha sólo por testamento; por lo tanto, el testador no
puede expresar su voluntad refiriéndose a elementos extrínsecos al testamento;

Designación por el testador: pues éste debe nombrar por sí mismo al heredero o legatario, atento al carácter personalísimo del testamento; si
estipula que otra persona lo nombrará por encargo suyo, la institución no vale (esto guarda concordancia con el art. 2465, primer párrafo[9]);
determinación inequívoca del instituido: el heredero o legatario debe ser designado de manera tal que no quede duda alguna sobre la persona
instituida. No es necesario que el instituido sea determinado con nombre y apellido, sino que lo que se requiere es que se suministren los
elementos necesarios para individualizarlo de manera precisa.

El Código Civil establecía que si la institución dejaba duda entre dos o más individuos, ninguno de ellos sería tenido por heredero; esto no ha sido regulado por el
Código vigente.

En cuanto a la situación del heredero instituido, no existen diferencias sustanciales entre los herederos instituidos y los herederos intestados. Tienen los mismos
derechos aunque la situación no es idéntica.

Fundamento:

Mediante la institución de herederos y legatarios, se permite al testador manifestar su voluntad respecto a la disposición de sus bienes.

Casos especiales:
Como ya expresamos, el principio general es que la institución de herederos y legatarios no debe dejar duda sobre la persona instituida.

El art. 2485 regula los casos especiales donde hay indeterminación de los instituidos, estos son:

La institución a los parientes se entiende hecha a los de grado más próximo, según el orden de la sucesión intestada y al tener en cuenta el
derecho de representación. Si a la fecha del testamento hay un solo pariente en el grado más próximo, se entienden llamados al mismo
tiempo los del grado siguiente.

La institución a favor de simples asociaciones se entiende hecha a favor de las autoridades superiores respectivas del lugar del último
domicilio del testador con cargo de aplicar los bienes a los fines indicados por el causante.[Pérez Lasala (2014) sostiene que se trata de un
legado con cargo].

La institución a los pobres se entiende hecha al Estado municipal del lugar del último domicilio del testador o la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, en su caso, con cargo de aplicar los bienes a fines de asistencia social. [Se trata de un legado, pues la calidad de heredero implica
tomar la posición jurídica del causante, responder por las deudas, lo que no armoniza con la condición de los destinatarios, que son los
pobres. No es un legado a favor del Estado, sino que los destinatarios de los bienes deberán ser siempre las personas que lo necesitan].

La institución a favor del alma del testador o de otras personas se entiende hecha a la autoridad superior de la religión a la cual pertenece el
testador, con cargo de aplicar los bienes a sufragios y fines de asistencia social. [Es un legado con cargo] [10].

Situación del heredero universal instituido. Casos

El art. 2486 establece cómo se realiza la distribución en los casos de los herederos universales instituidos.

Si son “instituidos sin asignación de partes, suceden al causante por partes iguales y tienen vocación a todos los bienes de la herencia a los
que el testador no haya dado un destino diferente”[11].

Si uno o varios herederos son instituidos:

“…con asignación de partes y otro u otros sin ella, a éstos corresponde el remanente de bienes después de
haber sido satisfechas las porciones atribuidas por el testador. Si éstas absorben toda la herencia, se reducen
proporcionalmente, de manera que cada heredero sin parte designada reciba tanto como el heredero
instituido en la fracción menor”[12]

La diferencia entre el heredero universal y el de cuota está dada por la vocación al todo que es inherente al primero, pues el heredero de cuota carece de derecho a
acrecer, salvo que la ley o el testamento lo establezca.

Casos:

Como ya expresamos, la institución de herederos no tiene formas sacramentales; basta con que las personas sean designadas con el objeto de suceder la
universalidad de los bienes, acordándoles el derecho de acrecer.

El art. 2487 regula los supuestos de institución indirecta de los herederos universales, a saber:

“La atribución de la universalidad de los bienes de la herencia, aunque se limite a la nuda propiedad”[13]. La disposición testamentaria por la cual el testador otorga
a una o muchas personas la universalidad de los bienes que deja a su muerte importa instituir herederos a las personas designadas, aun cuando según los
términos del testamento, la disposición se encuentre restringida a la nuda propiedad y que separadamente el usufructo se haya dado a otra persona.
1. “El legado de lo que reste después de cumplidos los demás legados”[14]: si después de haber hecho a una o muchas personas legados particulares, el
testador lega lo restante de sus bienes a otra persona, esta última disposición importa la institución de heredero de esa persona, cualquiera que sea la
importancia de los objetos legados respecto a la totalidad de la herencia.

2. “Los legados que absorben la totalidad de los bienes, si el testador confiere a los legatarios el derecho de acrecer”[15].

El heredero instituido en uno o más bienes determinados es legatario.

A los fines de interpretar las disposiciones testamentarias, se establecen las siguientes pautas:

Interpretación literal

Deben considerarse las palabras utilizadas por el testador.

Interpretación contextual

Cuando de las cláusulas demuestren que otra ha sido la voluntad del testador, debe realizarse una interpretación contextual conforme al
grado de cultura y la construcción gramáticas propias del testador.

Interpretación legal

La ley regula dos supuestos que pueden generar dudas al momento de establecer la naturaleza del llamamiento testamentario; estos
son: legado de remanente e institución de herederos con asignación de partes.

Situación del heredero de cuota instituido

El art. 2488 regula los herederos de cuota, así expresa que:

Los herederos instituidos en una fracción de la herencia no tienen vocación a todos los bienes de ésta, excepto que deba entenderse que el
testador ha querido conferirles ese llamado para el supuesto de que no puedan cumplirse, por cualquier causa, las demás disposiciones
testamentarias. Si la adición de las fracciones consignadas en el testamento excede la unidad, se reducen proporcionalmente hasta ese límite.
Si la suma de las fracciones no cubre todo el patrimonio, el remanente de los bienes corresponde a los herederos legítimos y, a falta de ellos, a
los herederos instituidos en proporción a sus cuotas [16].

El Código Civil y Comercial elimina la figura de “legatario de cuota” y lo denomina “heredero de cuota”. Conforme a esta norma, estos herederos carecen de
derecho a acrecer, salvo:

Cuando deba interpretarse que el testador le asignó vocación expansiva en el caso que las demás disposiciones no pudiesen cumplirse.
Cuando las sumas de las partes asignadas a los herederos de cuota no cubre toda la herencia y no existan herederos legítimos. Si hubiese
herederos instituidos, lo recibirán en proporción a sus cuotas.

[8] Véase el art. 2484. - Ley N° 26.944. Op. cit. promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título XI, Cap. 4. Código Civil y Comercial de la Nación.

[9] Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título XI, Cap. 1. Código Civil y Comercial de la Nación.

[10] Art. 2485- Ley N° 26.994. Op. cit. 


[11] Art. 2486- Ley N° 26.994. Op. cit. 
[12] Art. 2486 - Ley N° 26.944. Op.cit. promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título XI, Cap. 4. Código Civil y Comercial de la Nación. 
[13] Art. 2487 - Ley N° 26.944. Op. cit. promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título XI, Cap. 4, art. 2487, inc. a). Código Civil y Comercial de la Nación.
[14]  Art. 2487 - Ley N° 26.944. Op. cit.Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título XI, Cap. 4, art. 2487, inc. b). Código Civil y Comercial de la

Nación. 
[15]  Art. 2487 - Ley N° 26.944. Op. cit.Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título XI, Cap. 4, art. 2487, inc. c). Código Civil y Comercial de la

Nación. 
[16] Art. 2488 - Ley N° 26.944. Op. cit. promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título XI, Cap. 4. Código Civil y Comercial de la Nación.

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Sustitución de herederos y legatarios

El art. 2491 del Código Civil y Comercial establece:

Sustitución. La facultad de instituir herederos o legatarios no importa el derecho de imponer un sucesor a los instituidos. La disposición que viola
esta prohibición no afecta la validez de la institución, y tiene eficacia si puede valer en alguno de los dos casos del párrafo siguiente. El testador
puede subrogar al instituido para el supuesto de que éste no quiera o no pueda aceptar la herencia o el legado. La sustitución establecida para
uno de esos casos vale para el otro.

Formas autorizadas: Sustitución vulgar

Hay sustitución de herederos cuando el testador instituye otro heredero para el caso de que el designado en primer término:

No quiera recibir la herencia: el instituido repudia la herencia o renuncia al legado.

No pueda recibir la herencia: esto sucede cuando el primer instituido muere antes que el causante; cuando ha sido declarada su muerte
presunta; en el caso de conmoriencia con el causante, indignidad, entre otras.

Es decir, la sustitución de herederos procede cuando dos o más personas son llamadas por el testador como herederos o legatarios de manera sucesiva. En la
sucesión testamentaria, el testador establece el orden, y aunque llame a varias personas, puede determinar un orden para todas o para algunas. Así puede suceder
que a un heredero le nombre un sustituto; por ejemplo: instituye heredero a Juan y nombra como sustituto a Pedro. También puede nombrar varios sustitutos para
un heredero, de manera conjunta o sucesiva, o nombrar un sustituto para varios herederos o varios sustitutos para varios herederos o varios herederos sustitutos
entre sí.

El Código Civil derogado trataba en varios artículos la posibilidad de establecer ese orden subsidiario, institución que también podía hacerse respecto de los
legatarios conforme a lo que disponía el art. 3731. La única sustitución que permitía era la vulgar.

El Código Civil y Comercial contempla la posibilidad de instituir herederos o legatarios y aclara que esto no significa imponerle un sucesor al instituido en primer
término. Por otra parte, aclara que de producirse esta última posibilidad, no se afectará la validez de la institución si se dan las siguientes condiciones:

Que subrogue al instituido frente al supuesto de que éste no quiera o no pueda aceptar la herencia o legado.

Que la sustitución establecida para uno de esos casos valga para el otro.

En cuanto a sus efectos, cuando el sustituto queda convertido en heredero, desplaza a los intestados y excluye, en principio, el derecho de acrecer.

El heredero instituido en primer término mantendrá todos sus derechos, y al momento de su muerte, su sucesión se regirá por el orden legítimo o por su propio
testamento, con total independencia de lo dispuesto en el testamento que lo instituyó a él. Por su parte, el heredero o legatario sustituto queda sujeto a las mismas
cargas y condiciones que el testador le había impuesto al sustituido, salvo que el causante haya querido limitarlas respecto del que ha sido llamado en primer
término.

Lo dispuesto en materia de sustitución hereditaria resulta de aplicación a los legados.

Sustitución fideicomisaria:

El Código vigente mantiene la prohibición de la sustitución fideicomisaria. Consiste en la transmisión de los bienes al sucesor junto con la carga de conservar los
bienes recibidos durante toda su vida, sin enajenarlos ni gravarlos, los que a su muerte deberán ser entregados a otra persona que por mandato del disponente la
sustituirá.

Destaca Borda (1994), que tal sustitución constituye una forma de crear manos muertas, propiedades inalienables extraídas de la circulación económica,
beneficiosas quizá para una persona o familia, pero contrarias al interés social. Además, importa crear un orden sucesorio voluntario que se superpone al legal y lo
desvirtúa, con todos los inconvenientes del caso, entre los cuales el más notorio es que desaloja un régimen igualitario y democrático en la distribución de la
herencia por otro fundado en la desigualdad y el privilegio.

Sustitución de residuo:

Afirma el art. 2492 que:

No es válida la disposición del testador por la que llame a un tercero a recibir lo que reste de su herencia al morir el heredero o legatario instituido.
La nulidad de esta disposición no perjudica los derechos de los instituidos.

La sustitución de residuo implica una sustitución fideicomisaria por la cual el testador llama a un tercero a recibir lo que resta de la herencia al morir el heredero
instituido. Por ejemplo, el testador instituye heredero a Luis y dispone que si a la muerte de éste último todavía conservara alguno de los bienes, ellos pasarán a
Andrea.

En el Código de Vélez se regulaba que la disposición que contenía dicha sustitución era inválida. Por su parte, el Código Civil y Comercial recepta este criterio, con el
agregado de que la nulidad no habrá de perjudicar los derechos de las personas instituidas. En otras palabras, lo único inválido es la institución ulterior, por tanto,
mantiene el heredero instituido en primer término todos sus derechos y, a su muerte, se transmiten los bienes a sus sucesores legítimos o testamentarios.

Admitir esta sustitución implicaría en la práctica derogar el orden sucesorio legítimo por el dispuesto por el causante; es decir, el testador dispondrá estaría
disponiendo de bienes que ya no son suyos, desde que su propiedad ha pasado al primer instituido (Borda, 1994).

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Referencias

Barcala, P. (2014). Título XI: Sucesiones testamentarias – Capítulo 1: Disposiciones generales. En J. C. Rivera y G. Medina
(Dirs.), Código Civil y Comercial de la Nación Comentado. Buenos Aires: Thomson Reuters – La Ley.

 Borda, G. (1994), Tratado de Derecho Civil – Sucesiones, tomos I y II. Buenos Aires: Abeledo Perrot.

 Ley N° 26.944 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Pérez Lasala, J. L. (2014). Tratado de Sucesiones, tomos 1 y 2. Santa Fe: Rubinzal Culzoni.

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