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CONFIRMACIÓN

CAPÍTULO I (DEL MODO DE CELEBRAR LA CONFIRMACIÓN)

C. 880. §1. El sacramento de la confirmación se administra por la unción con el Santo


Crisma en la frente, que se hace con la imposición de la mano y con las palabras
prescritas en los libros litúrgicos aprobados.
§2. El Crisma que se debe emplear en la confirmación ha de ser consagrado por el
Obispo, aunque sea un presbítero quien administre el sacramento.

C.881. Conviene que el sacramento de la confirmación se celebre en una iglesia y


dentro de la misa; sin embargo, por causa justa y razonable, puede celebrarse fuera de la
misa y en cualquier lugar digno (obispado castrense).

CAPÍTULO II (DEL MINISTRO DE LA CONFIRMACIÓN)

C.882. El ministro ordinario de la confirmación es el Obispo; también administra


válidamente este sacramento el presbítero dotado de facultad por el derecho universal o
por la autoridad competente.

C. 884. §1. El Obispo diocesano debe administrar por sí mismo la confirmación, o


cuidar de que la administre otro obispo: pero si la necesidad lo requiere, puede conceder
la facultad a uno o varios presbíteros determinados, para que administren este
sacramento.
§2. Por causa grave, el Obispo, y asimismo el presbítero dotado de facultad de
confirmar por el derecho o concesión de la autoridad competente, pueden, en casos
particulares asociarse otros presbíteros, que administren también el sacramento.

C. 885. §1. El Obispo diocesano tiene la obligación de procurar que se administre el


sacramento de la confirmación a sus súbditos que lo pidan debida y razonablemente.
§2. El presbítero que goza de esta facultad, debe utilizarla para con aquellos en cuyo
favor se le ha concedido la facultad.

CAPÍTULO III (DE LOS QUE VAN A SER CONFIRMADOS)

C. 889. §1. Sólo es capaz de recibir la confirmación todo bautizado aún no


confirmado.
§2. Fuera de peligro de muerte, para que alguien reciba lícitamente la confirmación se
requiere que, si goza de uso de razón, esté convenientemente instruido, bien dispuesto y
pueda renovar las promesas del bautismo.

C. 890. Los fieles están obligados a recibir este sacramento en el tiempo oportuno; los
padres y los pastores de almas sobre todo los párrocos, procuren que los fieles sean bien
preparados para recibirlo y lo reciban en el tiempo oportuno.
C. 891. El sacramento de la confirmación se ha de administrar a los fieles en torno a la
edad de la discreción, a no ser que la Conferencia Episcopal determine otra edad, o
exista peligro de muerte o, a juicio del ministro, una causa grave aconseje otra cosa (Un
niño desde los 7 años deja de ser un infante y tiene uso de razón…el sacramento es
válido, pero ilícito. Antes de los 7 años es inválido porque no hay uso de razón. La
legislación complementaria habla de los 14-16 años aprox. En caso de peligro de
muerte no importa la edad).

CAPÍTULO IV (DE LOS PADRINOS)


C. 892. En la medida de lo posible, tenga el confirmando un padrino, a quien
corresponde procurar que se comporte como verdadero testigo de Cristo y cumpla
fielmente las obligaciones inherente al sacramento.
C. 893. §1. Para que alguien pueda ser padrino, es necesario que cumpla las
condiciones expresadas en el C. 874.
874 § 1.    Para que alguien sea admitido como padrino, es necesario que:
1 haya sido elegido por quien va a bautizarse o por sus padres o por quienes
ocupan su lugar o, faltando éstos, por el párroco o ministro; y que tenga capacidad para
esta misión e intención de desempeñarla;
2 haya cumplido dieciséis años, a no ser que el Obispo diocesano establezca otra
edad, o que, por justa causa, el párroco o el ministro consideren admisible una
excepción;
3 sea católico, esté confirmado, haya recibido ya el santísimo sacramento de la
Eucaristía y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que
va a asumir;
4 no esté afectado por una pena canónica, legítimamente impuesta o declarada;
5 no sea el padre o la madre de quien se ha de bautizar o confirmar.
§ 2.    El bautizado que pertenece a una comunidad eclesial no católica sólo
puede ser admitido junto con un padrino católico, y exclusivamente en calidad de
testigo del bautismo.
§ 2. Del c. 893….. es conveniente que se escoja como padrino a quien asumió esa
misión en el bautismo.

Nota la anotación correspondiente en los registros (libros de confirmación) .

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