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 Jurisprudencia

Decisión de Juzgado Superior del


Trabajo de Monagas, de 13 de
Octubre de 2006
Fecha de Resolución: 13 de Octubre de 2006

Emisor: Juzgado Superior del Trabajo

Número de Expediente: NP11-R-2006-000161

Ponente: Petra Sulay Granados

Procedimiento: Apelación

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ÍNDICE

 ANTECEDENTES

CONTENIDO
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

JUZGADO SUPERIOR PRIMERO DEL NUEVO REGIMEN PROCESAL Y TRANSITORIO


DEL TRABAJODE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO MONAGAS

ASUNTO: NP11-R-2006-000161|

SENTENCIA DEFINITIVA

PARTE DEMANDANTE (RECURRENTE): Ciudadano J.B.D., venezolano, mayor de edad


y titular de la Cedula de Identidad Nro. 4.891.542, constituyendo como apoderados
judiciales a los abogados J.B.M.Q., I.I. y M.M.R., venezolanos, mayores de edad e
inscritos en el IPSA bajo los Nros. 4.112, 36.412 y 50.663, respectivamente.

PARTE DEMANDADA (RECURRIDA): Sociedad Mercantil AMAHER, C.A., inscrita por


ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y del Trabajo
de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas, en fecha 28 de enero de 1992, bajo el
Nro. 17, quien constituyó como apoderadas judiciales a las abogadas M.C.D.R. y
MARIALEJANDRA CHOPITE ACUÑE, venezolanas, mayores de edad e inscritas en el
IPSA bajo los Nros. 22.964 y 83.717, respectivamente.

PARTE CO-DEMANDADA: Sociedad Mercantil SISTEMA ELECTRICO MONAGAS Y D.A.


(SEMDA), inscrita por ante el Registro Mercantil de la Circunscripción Judicial del Estado
Monagas, en fecha 24 de Septiembre de 1998, bajo el Nro. 65, Tomo A-8, siendo su última
modificación por ante el mismo Registro Mercantil en fecha 16 de Abril de 2003, bajo el
Nro. 32, Tomo A-1, constituyendo como apoderado judicial al abogado A.D.O.M.,
venezolano, mayor de edad e inscrito en el IPSA bajo el Nro. 49.376.

MOTIVO: Recurso de Apelación de sentencia dictada en Primera Instancia.

ANTECEDENTES
En fecha 18 de Septiembre de 2006, se recibió el presente expediente, proveniente del
Juzgado Primero de Primera Instancia de Juicio del Nuevo Régimen Procesal y Transitorio
del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas, por recurso de apelación
propuesto por la parte demandante, contra la sentencia publicada el día 04 de Agosto de
2006, por el referido Tribunal, en el juicio que por Accidente Laboral tiene incoado el
ciudadano J.B.D. contra las Sociedades Mercantiles Amaher, C.A. y Sistema Eléctrico de
Monagas y D.A., C.A. (SEMDA).

En fecha 25 de Septiembre de 2006 se fijó la oportunidad legal para la celebración de la


Audiencia Oral y Pública, la cual tuvo lugar el día 09 de Octubre de 2006, a la cual
comparecieron ambas partes

FUNDAMENTOS DE LA APELACION

En la audiencia de Alzada, Adujo el apoderado judicial de la parte actora-recurrente, que la


sentenciadora del a quo, debió considerar los señalado por ambas empresas demandadas
en sus escritos de contestación de demanda, en los cuales ambas admitieron los hechos
alegados por el actor en el libelo y en razón de ello la carga de desvirtuar la pretensión del
actor se encuentra en manos de la parte demandada, que en el fallo recurrido se erró en la
valoración de la prueba de inspección preconstituida, promovida por la parte demandada,
la cual a pesar de haber sido desechada por tratarse de una prueba preconstituida, si
embargo le fue otorgado valor probatorio a través de unas testimoniales en las cuales se
ratifica el contenido de dicha inspección, estableciendo el a quo que no se comprobó el
ilícito de la parte demandada.

Asimismo señaló la parte recurrente a este Tribunal, que la sentencia recurrida incurrió en
el vicio de falso supuesto en virtud de que le da certeza a las actas y a los dichos del actor,
que jamás existieron, que debe condenarse el lucro cesante, el daño moral así como la
condenatoria en costas de la parte demandada.

Por otro parte adujó la representación judicial de la demandada principal, que sostiene su
conformidad en cuanto al fallo proferido por el a quo a pesar de las cantidades
condenadas. Consignó documento contentivo de copias certificadas emanada de Tribunal
de Primera Instancia en lo Penal, alegando que constituyen indicios sobre la culpabilidad
de la parte demandada.

En cuanto a la intervención de la empresa co-demandada, esta señaló a través de su


representación judicial, que en ningún momento del proceso su representada reconoce su
responsabilidad según los hechos narrados por la parte actora y no habiéndose
demostrado la culpa de la parte demandada, no se materializó el hecho ilícito y por
consiguiente mal puede condenársele a su representada por lucro cesante.

Este Tribunal de Alzada observa:

Vistos los argumentos esgrimidos por la parte recurrente, esta Alzada pasa a transcribir
pasajes de lo expresado en la sentencia recurrida, la cual es del siguiente tenor:

Tomando en consideración los parámetros descritos, es decir, que el accidente produjo las secuelas
en la persona del trabajador, es de origen laboral, que al momento de efectuarse el mismo, el
accionante era un hombre que contaba con una edad que permite todavía un tiempo útil para el
trabajo, que la perdida de su miembro inferior así como también las secuelas producidas por las
quemaduras sufridas en su cuerpo le genero (sic) traumas psicológicos, cuyo dolor es un hecho
indiscutible en este caso; y visto el capital social con que cuenta la co-demandada, así como la no
constancia del hecho ilícito por parte de las empresas accionadas, estima esta Juzgadora
procedente acordar, conforme al artículo 1.196  del  Código Civil, la cantidad de OCHENTA
MILLONES DE BOLÍVARES (BS. 80.000.000,00), como una suma equitativa y justa para el pago
del daño moral demandado por la parte actora. Así se decide

(OMISIS)

“El reclamo de la parte actora del lucro cesante, de conformidad con el artículo
1.273 del Código Civil, conlleva una reparación material adicional a las indemnizaciones de
orden material previstas en la legislación del trabajo, que como presupuesto requiere que
se acredite el hecho ilícito, lo cual no fue demostrado en el caso que nos ocupa, tal como
ya se señalo. El Lucro Cesante es definido de un modo general como “una actuación
culposa que causa daños, no tolerada ni consentida por el ordenamiento jurídico positivo.
Esa actuación puede ser positiva o negativa, según que el agente (causante del daño)
desarrolle un hacer o un no hacer (Eloy Maduro Luyando, Curso de Obligaciones, Derecho
Civil III). Ahora bien, tanto la doctrina patria como la jurisprudencia, han señalado como
elementos constitutivos del hecho ilícito: 1) El incumplimiento de una conducta
preexistente; 2) El carácter culposo del Incumplimiento; 3) que el incumplimiento sea ilícito,
o sea, viole el ordenamiento jurídico positivo; 4) que se produzca un daño y, 5) La relación
de causalidad entre el incumplimiento culposo ilícito, actuando como causa y el daño
figurando efecto. Los parámetros aquí indicados no pueden pretenderse ser cubiertos por
la sola alegación de hechos en el libelo, por cuanto es criterio de nuestra Sala de Casación
Social que la carga probatoria corresponde a la parte accionante, en tal sentido debe
señalar esta juzgadora, que la misma a los fines de demostrar el hecho ilícito promueve lo
relativo a las declaraciones de los ciudadanos D.R. y A.G., los cuales rindieron sus
declaraciones en el juicio que por lesiones Personales culposas gravísimas intento el
accionante en circuito penal de esta Circunscripción judicial, a tal efecto debe señalar esta
juzgadora que en primer lugar de las exposiciones que hicieren las partes en la audiencia
de juicio, pudo observar este juzgado que en el procedimiento penal había declarado
sobreseimiento de la acción, y que la parte actora estaba en la actualidad intentando
reaperturar el mismo, en segundo lugar, visto que no existe una sentencia firme en la cual
se determine la culpa de alguno de los imputados, y consecuentemente la responsabilidad
de la empresa Co-demandada, y tercero, en cuanto a la declaración como tal, solo sirve
para probar que fue lo declarado en aquel juicio y no la concurrencia real de los hechos
sobre los cuales versan las declaraciones, pues en dicho caso la expedición de copias
certificadas no mutaría su naturaleza de prueba testimonial; por lo que considera ésta
Juzgadora que la parte demandada no demostró fehacientemente la ocurrencia del hecho
ilícito patronal que hace procedente las indemnización por lucro cesante demandada. Así
se establece”.

En los párrafos transcritos se establecen, fundamentos de hecho y de derecho


concluyendo el a quo que no se demostró el hecho ilícito y en consecuencia no acordó el
lucro cesante, por otra parte a.l.p.q. ya en reiteradas sentencias ha señalado la Sala de
Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia.

En lo que respecta a lo denunciado por la parte recurrente, en cuanto a que la parte


demandada admitió los hechos alegados por el actor en el libelo y que en razón de ello la
carga de desvirtuar la pretensión del actor se encuentra en manos de la parte demandada,
este Tribunal observa que de acuerdo a la contestación, se admite la ocurrencia del
accidente de trabajo, más no los hechos alegados por la parte actora, relativos a la
conducta de las empresas demandadas, consideradas como imprudentes, o negligentes,
hechos éstos que fueron rechazados, de manera que, dentro de los límites de la
controversia, están las circunstancias relativas al accidente de trabajo, alegado por la parte
actora, que constituye un hecho ilícito. Ahora bien, de conformidad con el artículo 135 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, es la parte actora, a quien le corresponde probar
que la ocurrencia del accidente de trabajo fue producto del hecho ilícito y no a la parte
demandada, tal como lo estableció la Juzgadora de Primera Instancia.

En relación a la denuncia de que en el fallo recurrido se erró en la valoración de la prueba


de inspección, promovida por la parte demandada, aduce el recurrente que a pesar de
haber sido desechada, por tratarse de una prueba preconstituida, le fue otorgado valor
probatorio a través de unas testimoniales, en las cuales se ratifica el contenido de dicha
inspección, este Tribunal observa, que ciertamente se desecha dicha inspección y de las
testimoniales, el a quo, las valora de acuerdo a la sana crítica, todo ello de conformidad
con el artículo 10 ejusdem.

Ahora bien, en la audiencia de juicio los testigos E.B.R. y R.T., al responder a las
preguntas y repreguntas formuladas, fueron contestes al declarar sobre los hechos,
manifestaron que para el momento de los hechos estaban de guardia, que se trasladaron
al sitio del accidente, que se hizo la experticia correspondiente, que constataron, que no
utilizaron los dispositivos mínimos de seguridad, que éstos se obviaron, que no se
utilizaron los guantes. Adminiculadas las declaraciones de estos testigos, así como las
pruebas que cursan en el expediente, no se demostró lo alegado por el actor en relación a
que el accidente de trabajo sea producto de hecho ilícito, razón por la cual no procede el
lucro cesante.

Entonces, según las previsiones del artículo 560 de la Ley Orgánica del Trabajo, y siempre
que no concurra alguna de las circunstancias eximentes previstas en el artículo 563
eiusdem, el patrono responderá ante la mera ocurrencia del accidente de trabajo o del
padecimiento de la enfermedad profesional, sin que fuere relevante las condiciones en que
se haya producido el mismo. Para que prospere una reclamación del trabajador en estos
casos bastará que se demuestre el acaecimiento del accidente del trabajo, como en el
presente caso, y la demostración del grado de incapacidad sobrevenida será relevante a
los fines de determinar el monto de la indemnización. Así las cosas, fue admitido por la
parte demandada y se establece, que el demandante ciertamente sufrió un accidente de
trabajo, por lo tanto, la parte demandada está obligada a indemnizar al demandante.

En cuanto al daño moral reclamado, en la sentencia recurrida, se acordó la cantidad de


Ochenta millones de bolívares, considerando el a quo, los parámetros que ya se han
establecido en diferentes decisiones de la Sala de Casación Social. Es así que en este
caso, el demandante perdió la pierna derecha, órgano locomotor importante para
desempeñar cualquier actividad, que signifique el desplazamiento sin limitación alguna,
ello indudablemente lo afecta en lo moral y afecta además a su núcleo familiar,
presumiendo que tiene un núcleo familiar, a pesar de que no pudo determinarse el número
de personas que dependen del demandante. En cuanto al grado de culpabilidad de las
demandadas, no se demostró que el accidente de trabajo, haya sido producto de hecho
ilícito alguno, constando en actas que el trabajador y la empresa, en fecha 09 de julio de
2003, firmaron transacción, en donde consta que la empresa cubrió los gastos médicos y
medicinas requeridas en aquel entonces por el trabajador. Por otra parte, no se determina
el grado de instrucción o de educación formal del trabajador, no cabe dudas que se trata
de un trabajador con experiencia en el área de electricidad, ello se determinó de la
declaración de parte, teniendo en los actuales momentos 56 años aproximadamente, edad
ésta que es la de un adulto mayor, teniendo unas condiciones económicas modestas, de
acuerdo a lo expresado por el propio demandante.

En cuanto a la capacidad económica de las codemandadas, se demostró que la


demandada principal fue disuelta por sus socios, sin embargo la empresa codemandada,
quien admitió su solidaridad con la empresa AMAHER C.A., es una empresa en donde
están involucrados los intereses patrimoniales del Estado y cuyo capital es considerable
como para responder como solidaria e indemnizar al demandante, por el monto acordado
por el Tribunal a quo. Cantidad esta que si bien es cierto no repara el daño sufrido, como
lo es la pérdida del miembro inferior derecho, si lo compensa para llevar una v.d., ya que
existe la posibilidad de colocarse una prótesis, que facilite su desplazamiento y la
realización de otras labores, dado que todavía tiene una vida útil, por ello la suma de los
Ochenta millones de bolívares (Bs. 80.000.000,oo), es una suma justa y equitativa.

Por las razones anteriormente expuestas, esta Alzada considera, que no deben prosperar
el recurso interpuesto por la parte demandante, confirmándose la sentencia recurrida. Así
se decide.

DECISION

Por tales razones este Tribunal Primero Superior del Nuevo Régimen Procesal y
Transitorio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas, en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, declara:

1. ) Sin Lugar el recurso de apelación ejercido por la parte demandante,

2. ) Se confirma la decisión de fecha 04 de Agosto de 2006, proferida por el Juzgado


Primero de Primera Instancia de Juicio del Nuevo Régimen Procesal y Transitorio del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas, la cual declara
Parcialmente con lugar la demanda intentada por el ciudadano en el en juicio que por
indemnización por accidente de trabajo, tiene incoado el ciudadano J.B.D. contra las
Sociedades Mercantiles AMAHER, C.A. y SISTEMA ELECTRICO MONAGAS Y D.A.
(SEMDA), C.A.

Se acuerda notificar a la Procuradora General de la República, mediante oficio,


remitiéndosele copia certificada de la decisión recurrida, así como de la presente decisión.

No hay condenatoria en costas dada la naturaleza de la decisión.

Se advierte a las partes que podrán interponer los recursos que consideren pertinentes,
dentro de los cinco (05) días hábiles siguientes a la fecha en que conste en autos la
notificación de la Procuradora General de la República.

Publíquese, regístrese y déjese copia.

Dado, firmado y sellado en la sala de este despacho a los trece (13) días del mes de
Octubre de 2006. Años 196° de la Independencia y 147° de la Federación.

La Jueza Superior

Abg. P.S.G.

El Secretario(a)

En esta misma fecha se publicó la anterior decisión. Conste El Secretario(a).

ASUNTO: NP11-R-2006-000161

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