San Pablo nos dice que recorre la historia de la salvación desde Adán hasta la ley y desde esta

hasta Cristo, nos dice que Adán no es la consecuencia del pecado de la humanidad, sino
Jesucristo y que la gracia mediante él ha sido derramada abundantemente sobre la
humanidad, donde abundo el pecado sobreabundo la gracia, habla que un hombre fue inferior
al otro, hablamos de Adán y Cristo. Hay que separar los contextos entre Adán y Cristo, que
hablamos del pecado, donde decimos que Adán origino el pecado, y donde Cristo vino a
salvarnos del pecado, la humanidad habla de la salvación y justifica a Cristo ya que el vino a
salvarnos del pecado por culpa de Adán. Pero existe en realidad el ¿pecado original?, nos
hablan del mal, como sabemos, para qué pequemos, hemos debido hacer algo malo, y ahí es
donde también entra el tema del mal, donde nosotros hacemos el bien que queremos pero
obramos el mal que no queremos. Nos dice que el mal existe, porque así como existe el bien,
también existe el mal, para poder cometer un error y darnos cuenta que es lo malo que
estamos haciendo. En conclusión San Pablo nos dice que el mal existe sencillamente, solo
existe un principio bueno que es el de Dios que nos guía hacia el bien, o en otras palabras el
misterio de la luz, y el otro que es el misterio de la noche, donde nos dice que el mal no viene
de la fuente del ser mismo, no es originario, el mal viene de una libertad creada, de una
libertad que abusa, pero vemos que el mal es ilógico, el origen del mal es algo misterioso como
lo dice la biblia. El hombre tiene la cura del mal, que es Dios con su infinita bondad.