Está en la página 1de 1

4 de marzo 1305

Guesecs, Inglaterra

Sus excelencias, mi amado señor

Mi nombre es Alejandra Beltran hija de Dexter Beltran y esposa del duque Mario V, soy de
la nobleza, gracias a esto puedo dirigirme a su santidad por medio de esta carta. Siempre he
cumplido mi deber como esposa e hija del señor, pero después de tanto tiempo esta labor se
encuentra difícil. Ya no es lo mismo como desde un principio.

Cuando decidí entregar toda mi vida a mi esposo, me refiero al día de nuestra boda, los dos
juramos sernos fiel uno al otro no obstante esa promesa quedo en el olvido, mi esposo me
esta siendo infiel con una plebeya y esto nunca llego a mi conocimiento por parte de mi
amado. Después de una semana conseguí el valor para confrontarlo y exigir una explicación
sobre aquello que vieron mis ojos. Esa no fue una de las mejores ideas que han pasado por
mi mente, debido a que la vida casi se me ve arrebatada.

Destruida por la previa golpiza de mi esposo a mi persona y la inconformidad de que el


hombre con el que comparto mi vida la este compartiendo con una ordinaria mujer, decidí
buscar ayuda con un presbítero para que me ayudara a separarme con el monstro con el que
me case, sin embargo, fui completamente ignorada por el hecho de no ser hombre.

Dicha acción produjo una idea que me lleva atormentado por días e incluso meses, una idea
que por mas loca que suene es cierta. Nosotras las mujeres estamos siendo utilizadas por los
hombres, solo somos un objeto para ellos, solo servimos para ser bonitas y hacer hijos.

Santísimo padre ayúdame a aclarar mi mente y resolver estas perplejidades que perturba mi
día a día.

Muchas gracias por dedicar un momento de su tiempo para leer esta carta.

También podría gustarte