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Párrafos de desarrollo
Las explosiones volcánicas son un evidente peligro para las zonas residenciales cercanas a
este ya sean sectores urbanos o rurales, por el riesgo de avalanchas de ceniza, lava o gases;
corrimientos de tierra, que provocan la mezcla de estos elementos con agua de lluvia, ríos,
lagos o nieve; los sismos, que se encuentran por lo general cuando ocurren estas
eventualidades. Es tan fuerte la presión con la que salen estos materiales como piedras o
grandes rocas, que pueden salir disparados por el aire, alcanzando algunas partículas hasta los
20 km/hora, las cuales pueden producir daños en prácticamente cualquier tipo de obras
estructural en estos territorios habitados, en los que se incluyen hogares. El daño en las
construcciones civiles puede ir de leves hasta la destrucción total de cualquiera de ellas,
determinada por factores como son la violencia de la erupción, la distancia de los inmuebles
al foco de ésta, entre otras circunstancias aleatorias. En cuanto a las cenizas salidas por la
erupción, estas pueden propagarse cientos de kilómetros alrededor, dañando techos, drenajes
y estructuras, dependiendo de las condiciones atmosféricas para la dirección de su
distribución y su permanencia.
Conclusión
En fin, uno de estos fenómenos naturales puede traer muchos resultados como las antes
mencionados, que afectan directamente a los humanos entre otros seres vivos. Se debe tomar
las medidas necesarias, para disminuir los efectos que trae una erupción volcánica en la
sociedad, porque estos sucesos no se pueden evitar, ni predecir cuándo ocurrirán. También es
muy importante acatar la palabra de las autoridades de cada sector, debido a que ellos tienen
la obligación de tener un plan de contingencia elaborado en caso de que suceda un desastre
natural de este tipo. Los ciudadanos además deben tratar de conservar la calma, puesto que
estos sucesos siempre traen consigo la alteración de la sociedad que se produce por su
instinto de supervivencia y por la protección de sus seres más queridos. Demostrando
finalmente que Ecuador es una sociedad muy poco preparada para enfrentar estos
acontecimientos.