Está en la página 1de 5

La estética desencantada de T. W.

Adorno:
Crisis de la apariencia
Paula Fernández 2

Resumen Abstract
Este trabajo propone una aproximación al pensamiento This work tries to make an approach to T. W
estético del filósofo y musicólogo T.W. Adorno. Para Adorno´s aesthetic thoughts. In order to do this,
esto, primero se contextualiza su labor en el marco de la his work is contextualised within the frame of
Teoría Crítica desarrollada por La Escuela de Frankfurt, Critical Theory which is proposed by The School
luego se estudian los cambios que se producen en el of Frankfurt; inmediately after the artistic
arte a partir de la instauración de la “Industria cultural”, changes which occurred whith the “Cultural
y finalmente se analiza el estado de profunda incertidum- Industry” are studied. Finally, the uncertainty
bre que caracteriza al arte moderno mediante lo este that characterizes modern art is studied accord-
autor denomina “crisis de la apariencia estética”. ing to this author has called “aesthetic appear-
ance crisis”.
Palabras clave: T. W. Adorno- Teoría Estética- Arte
moderno- Crisis de la apariencia estética. Key words: T.W. Adorno - Aesthetic theory -
42 Modern art - Aesthetic appearance crisis
Fernández: 42-46

Adorno,
T
por Grau Santos.
La escuela de Frankfurt: Teoría Crítica.
Theodor Wiesengrund Adorno (1903 - 1969) fue uno de
los integrantes de “La Escuela de Frankfurt”; un grupo
de intelectuales de izquierda provenientes de distintas
disciplinas y con intereses muy diversos, pero unidos
ideológicamente por dos cuestiones relevantes: la reno-
vación del marxismo, actualizando sus conceptos
desde una perspectiva que supera el tradicional enfo-
que economicista mediante disciplinas como la psicolo-

1 Maestría en Artes Escénicas (UFBA). Docente/investigadora de


la carrera “Teatro” de la Facultad de Arte UNCPBA, Cátedras:
Dirección Teatral y Práctica Integrada II. paunandez@hotmail.com.

Facultad de Arte UNICEN


gía y el psicoanálisis; y el cuestionamiento al convertirse en un elemento liberador, se transformó en
Iluminismo, a la confianza ciega en la razón, y a la exis- un instrumento de dominio que “desembocó en un
tencia de leyes objetivas y generales que rigen sobre el nuevo género de barbarie”. El conocimiento y la ciencia
hombre y la historia. son entendidos como poder, un poder sin límites
Lo que hoy se conoce como “La Escuela de mediante el cual el hombre intenta mitigar la angustia
Frankfurt” surge en 1923 con la creación del Instituto de que siente ante lo desconocido utilizando la razón para
Investigación Social de la Universidad de Frankfut; pero someter a la realidad. Como señala Feinmann (2008), el
recién a partir de 1931- con Max Horkheimer como mundo de la razón iluminista es un mundo sin miedo, un
director- comienzan a destacarse los que serían sus mundo desprovisto de magia, de dioses y de mitos; un
autores fundamentales: Theodor Adorno, Erich Fromm, mundo desencantado en el que el hombre ya no teme y
Leo Lowenthal, Walter Benjamin, el mismo Max se convierte en amo.
Horkheimer y Herbert Marcuse. La heterogeneidad de El fin último de la racionalidad no es conocer a la natu-
los escritos de estos autores tiene como rasgo común el raleza y a los hombres, sino conocerlos para someterlos
ejercicio de lo que Horkeimer denominó “teoría crítica”: mejor. Una prueba clara de esto lo constituye el mismo
una teoría que reflexiona sobre los procesos que con- funcionamiento de la sociedad industrial, que mediante
solidan la sociedad burguesa- capitalista y sobre el sig- la razón instrumental provoca la cosificación del hom-
nificado e incidencia real de la teoría ante esta consoli- bre, obligándolo a competir con la máquina que él
dación. Herederos de Marx y de Hegel (también de mismo produce y a mantenerse sumiso ante los grupos
Freud) los frankfurtianos procuran devolverle a la filoso- - amos- que controlan los medios de producción. La
fía y a la Ciencia Social su carácter de análisis crítico no cosificación del hombre tiene su correlato en la historia
sólo en relación a la teoría sino también, a la praxis y a concebida también como “cosa”; como un aconteci-
la conjunción histórica de ambas. miento objetivo, sujeto a leyes propias que son verifica-

43

“Coca-Cola” de Andy Warhol Fernández: 42-46

En 1933, con el ascenso de Hitler al poder, el Instituto se bles científicamente y sobre las cuales el hombre no
cierra y varios de sus miembros deben exiliarse. tiene incidencia real. La confianza en un desarrollo obje-
Horkeimer, Adorno y Marcuse emigran en distintos tivo de la historia perpetúa a los hombres en su sumisión
momentos a Estados Unidos, donde continúan trabajan- y pasividad. De esta forma, mientras que para el ilumi-
do. Benjamin, por su parte, continúa investigando en nismo la razón es sinónimo de progreso, para los frank-
Paris y cuando finalmente decide iniciar el exilio pasan- furtianos también lo es, pero de un progreso cuestiona-
do de Francia a España, la frontera española es cerra- ble ya que en él se esconde el germen de la racionali-
da el mismo día de su llegada; hecho que, sumado a los dad burguesa y totalitaria.
infortunios sufridos durante la guerra, lo lleva a suicidar- Para Adorno y Horkheimer, después de Auschwitz es
se. Adorno y Horkeimer regresan a Alemania en 1950 y imposible sostener que la historia de la humanidad tiene
restablecen el Instituto de Investigación Social, del cual un sentido inmanente que se desarrolla dialécticamente.
Adorno sería su director en 1959. En 1969 Adorno La historia no tiene sentido, y el movimiento dialéctico -
muere, dejando inconclusa la reescritura de Teoría que mediante tesis (afirmación) antítesis (negación) y
Estética (TE). Tras la muerte de Horkeimer en 1973, el síntesis (conciliación de los contrarios en una unidad
instituto es cerrado. superior que los contiene) tiende a lo Absoluto- puede
En Diléctica del iluminismo, obra escrita durante el exi- resultar útil en el análisis de ciertos acontecimientos,
lio, Adorno y Horkeimer advierten que la razón, lejos de pero no determina la lógica interna del desarrollo histó-

El Peldaño 9 / 2010
La estética desencantada de T. W. Adorno: Crisis de la apariencia
rico: Auschwitz no es síntesis ni superación de nada; En oposición al arte afirmativo que mediante formas y
más bien es “el fracaso de la cultura”. Adorno, en su contenidos estandarizados potencia el gusto por el
Dialéctica negativa, postula una dialéctica sin síntesis, entretenimiento y la digestión rápida de los “mensajes”
es decir, un movimiento dialéctico que se mantiene de sus obras, Adorno defiende al arte negativo en su
siempre en la negación sin conciliar, sin “superar con- radical inutilidad. Ante la pregunta: ¿de qué sirve o para
servando”. De esta forma, lo que Adorno cuestiona no es qué sirve el arte?, las obras permanecen mudas. Más
la continuidad temporal y semántica que pueden tener que situarse en el plano de las respuestas, al arte le
determinados hechos, sino el carácter dialéctico, univer- interesa hacerse preguntas. Como explica Elena
sal y necesario del desarrollo de la historia. El horror de Oliveras: Lo decisivo de las obras de arte está en que,
Auschwitz, lejos de ser un momento más en una cade- a partir de su estructura formal, ellas dicen algo respec-
na de hechos, es claramente una ruptura; un quiebre en to del contenido. Así, son la respuesta a sus propias pre-
la historia de la humanidad. guntas y por eso se convierten en nuevas preguntas.
Ante el optimismo de la razón iluminista, los frankfurtia- Por plantear preguntas de modo constante el arte es,
nos postulan críticamente el desencanto: en una esencialmente, enigma. (2007:306)
Alemania cultural, económica y tecnológicamente rica, Ante el carácter enigmático del arte es necesario evitar
se llevó a cabo la sistematización de la muerte median- la interpretación, es decir, el análisis de las obras desde
te la planificación racional, metódica y científica de los fuera, y abandonarse a la experiencia estética asumien-
campos de exterminio. La razón fracasó estrepitosa- do las tensiones internas de la obra. Esto demanda un
mente y permitió que emerja lo irracional, lo imprevisible sujeto fuerte que pueda mimetizarse con la obra en
y lo apocalíptico. Auschwitz es la confirmación de que el lugar de proyectar en ella sus sentimientos, ideas, inten-
mundo remite a sí mismo; que el hombre está solo, libra- ciones, etc. Para Adorno, la idea de genio se relaciona
do a sus propios e inusitados niveles de crueldad: “Dios con artistas o creadores que desde su subjetividad pue-
ha muerto” o, como sugiere Beckett, “Todavía no existe”. den dar cuenta de algo objetivo, algo que -más allá de
la impronta individual- pertenece a un “nosotros” históri-
co y social. De este modo el genio se transforma en el
Industria cultural / representante de un sujeto social.
Carácter negativo del arte.
Con el término “industria cultural” Adorno y Horkeimer
Crisis de la apariencia
hacen referencia a las contradicciones que los moder-
nos medios de producción plantean en el campo del arte De acuerdo con Adorno “El arte tiene su concepto en la
y la cultura. Si bien con la aparición del cine, la fotogra- constelación de momentos que va cambiando histórica-
fía, la radio y la televisión, el arte se democratiza, alcan- mente”, razón por la cual se niega a ser definido. De
zando niveles de popularidad nunca vistos, por otro lado nada sirve buscar invariantes o normas generales que
44
pierde su función ritual o de culto y se transforma en una puedan dar cuenta de su funcionamiento porque “El arte
mera cosa o mercancía. El arte “desartifizado” -es solo es interpretable al hilo de su ley de movimiento”.
decir- domesticado e integrado a la sociedad como bien Desde su perspectiva la obra de arte se organiza como
de consumo se convierte en una herramienta política una constelación: (…) como un todo constituido por una
Fernández: 42-46

tendiente a mantener el status quo. serie de complejos parciales que tienen el mismo peso
y están ordenados de manera concéntrica, en el mismo
Tanto el arte estandarizado que secundan los nuevos
nivel” (TE: 482).
medios técnicos, como el arte imitador de lo real (realis-
mo socialista) y lʼart pour lʼart -en su esteticismo vacío En Teoría Estética, Adorno analiza las tensiones exis-
de contenido- tienen para Adorno un valor afirmativo en tentes entre los diferentes elementos o momentos que
tanto participan activamente en la confirmación y en la componen la obra de arte, al tiempo que reflexiona
propagación de la ideología dominante, inhibiendo el sobre el estado de profunda incertidumbre que caracte-
pensamiento crítico del hombre. De acuerdo con este riza al arte moderno. La crisis de la apariencia puede
autor, lo que caracteriza al arte verdadero o relevante es entenderse como la respuesta del arte ante las innova-
su carácter negativo: su oposición crítica al sistema, no ciones que trae la modernidad y como consecuencia de
desde el panfleto o el didactismo, sino desde su auto- su propia ley de movimiento. Las nuevas condiciones
nomía. El arte critica al sistema social en su totalidad, no sociales y los nuevos medios de producción y reproduc-
por voluntad del artista, sino porque deja en evidencia tibilidad técnica cambian sustancialmente la forma en
aquello que se diferencia de él. Frente a lo existente, es que se produce y se recepciona el arte. Categorías del
decir, frente a lo “ya dado” el arte es siempre “lo otro”; su paradigma estético tradicional como la autenticidad, la
crítica es inmanente. singularidad y la irrepetibilidad son drásticamente deja-
das de lado, por ejemplo, en las obras del arte pop y los
En este sentido, el arte al mismo tiempo que afirma su
dadaístas. El desconcierto, la sorpresa, la ironía, el
autonomía se configura como un hecho social. La obra
humor y el sarcasmo son algunos de los recursos con
de arte solo consigue garantizar su autonomía a costa
los cuales los movimientos de vanguardia critican al arte
de negar lo social; y es mediante esa misma negación
anterior y -especialmente- a la noción de arte formada
que establece su vínculo. Así, el carácter social del arte
en la sociedad burguesa, es decir, a la “institución arte”
está dado por su movimiento inmanente contra la socie-
que determina qué es artístico y qué no lo es.
dad y no por una toma de posición manifiesta.

Facultad de Arte UNICEN


El arte se encuentra en una situación paradójica: Si bien de la apariencia estética en la estructura de las obras de
mediante su autonomía legitima su labor en la produc- arte. Lo particular, que es el elemento vital de las obras,
ción de la “apariencia estética”; es decir de objetos des- se volatiliza; su concreción se evapora bajo la mirada
tinados a la contemplación estética, sin otro fin o utilidad; micrológica. El proceso, que en cada obra de arte se
por otro lado pierde gran parte de la transcendencia o convierte en algo objetual, se resiste a ser fijado en el
importancia que tenia en la sociedad tradicional. eso de ahí y se deshace en el lugar de donde vino. La
Convertido en mera apariencia estética, el arte produce pretensión de objetivación de las obras de arte fracasa
su propia neutralización, reduciendo su valor cultural y en ellas mismas (TE:140)
afirmando su valor exhibitivo. Con la industria cultural se Adorno entiende que la apariencia se convierte en algo
produce no solo la masificación de las obras sino la falso cuando niega su naturaleza mediada y, desde esta
masificación del arte como lenguaje. La misma noción perspectiva, critica la idea de apariencia estética vigen-
de arte y su derecho a la existencia son puestos en te durante el siglo XIX, por considerar que está íntima-
cuestión. mente ligada a la obra entendida como una totalidad
De acuerdo con Adorno, el arte puede criticar su carác- acabada y armónica. Esta noción positivista de la apa-
ter de apariencia pero no puede anularlo completamen- riencia responde a una concepción del arte que entien-
te porque es inherente a él. La realidad del mundo empí- de que la vida de la obra es igual a la vida de sus
rico mediada por el arte se convierte en apariencia, en momentos, los cuales están reconciliados entre sí e inte-
“otro mundo” con leyes y esencia propia. La apariencia grados a la estructura formal. De este modo, la aparien-
es la antítesis de la existencia: es lo que legitima al arte cia oculta las tensiones que se establecen entre el todo
como “segunda existencia” ya que “Todo lo que las y las partes bajo la ilusión de una totalidad coherente,
obras contienen de forma y materiales, de espíritu y objetivamente lograda. Las obras son dotadas así de un
tema, ha emigrado de la realidad a las obras de arte y carácter “fantasmagórico” que las presenta como apari-
se ha despojado en ellas de su realidad” (TE:143) ciones, como objetos inmediatos (no mediados), des-
provistos de cualquier rastro de sus procesos.

45

Fernández: 42-46
“Double Mona Lisa”
de Andy Warhol (1963)

Adorno sostiene que toda obra de arte se produce como Lo que sucede, en cambio, durante la modernidad es
mediación de lo general y lo particular, de la totalidad y que “La apariencia del arte de estar reconciliado con la
el fragmento. En ellas la forma y lo formado (contenido) empiria mediante su configuración se viene abajo”: las
están mezclados profundamente pero sin llegar a unifi- obras incorporan objetos extra-artísticos y evidencian lo
carse. La forma es “la síntesis sin violencia de lo disper- heterogéneo, convirtiendo a la fragmentación en efecto
so”; lo que lo conserva como lo que es, en su divergen- estético, tal como lo muestran -por ejemplo- el ready-
cia y en sus contradicciones. La metáfora adorniana que made y los collages. La idea de elaboración, tradicional-
compara a la obra con un hormiguero clarifica esta idea: mente asociada al arte, es reemplazada por la de mon-
A quien mira las obras de arte desde muy cerca, las taje: las obras se construyen mediante la yuxtaposición
obras más objetivadas se le transforman en un hormi- de elementos, mostrando la disparidad de las partes: la
guero; los textos, en sus palabras. Si se cree tener en negación de la síntesis se transforma en su principal
las manos inmediatamente los detalles de las obras de principio de composición.
arte, se deshacen en lo indeterminado e indiferenciado: La obra como totalidad armónica y proveedora de sen-
hasta tal punto están mediadas. Ésa es la manifestación tido queda desarticulada; el arte moderno transforma la

2 Menke, Chistoph: La soberanía estética. La Experiencia estética según Adorno y Derrida, visor, Madrid 1997.

El Peldaño 9 / 2010
La estética desencantada de T. W. Adorno: Crisis de la apariencia
carencia de sentido en tema y lo traslada a la estructura Lo que la crisis de la apariencia estética pone de mani-
de sus obras. Para Adorno el arte auténtico, cuyo ejem- fiesto es que el sujeto ya no vibra con la obra, la afinidad
plo paradigmático es la obra de Beckett, es aquel que tiende progresivamente a desaparecer: Los valores
asume la crisis del sentido y logra elaborar el sinsentido expresivos de las obras de arte ya no son los valores de
a partir de su propio material estético: La obra que niega lo vivo. Quebradas y transformadas, las obras se con-
coherentemente el sentido esta obligada por esa cohe- vierten en la expresión de la cosa. (TE:152) La posibili-
rencia a la misma densidad y unidad que en otros tiem- dad del arte, de la experiencia estética en sí, será a par-
pos el sentido tenía que hacer presente. Las obras de tir de la modernidad radical y dolorosamente cuestiona-
arte se convierten aún involuntariamente, en nexos de da.
sentido si niegan el sentido. (TE: 207) Por esta misma
razón el arte es apariencia; porque no puede evitar dotar
de sentido a lo ilusorio. La lógica negativa de la aparien- Consideraciones finales
cia estética hace que la totalidad remita constantemente A partir del recorrido realizado hasta aquí, queda claro que
a la particularidad de los fragmentos; con lo cual si bien Adorno fue un pensador absolutamente comprometido
el intento de fijar un sentido estable es inherente a la con la realidad de su tiempo. Las reflexiones que
obra, está siempre condenado al fracaso. realiza en Teoría Estética están orientadas a
Desde la perspectiva adorniana, la obra debe ser enten- comprender los cambios sustanciales que se
dida como la vacilación constante del todo y las partes; producen en el arte a partir de las modernas
como un movimiento continuo que exige ser comprendi- condiciones de vida que caracterizan a la
do, sabiendo de antemano que esto no es posible; al sociedad burguesa- capitalista. Y es desde
menos no del modo “automático” con que comprende- este lugar que la “crisis de la apariencia” pude
mos en la vida cotidiana. La comprensión estética puede entenderse como la crítica que el arte realiza
concebirse como el despliegue de un proceso de opera- ante una lógica social que legitima la suprema-
ciones que permanece siempre abierto, sin conducir a cía del todo por sobre las partes. Ante este
modo de proceder la obra realiza la operación
ningún resultado aislable. Como sostiene Menke2: En la
inversa: desarticula la totalidad -reconociendo
comprensión estética no comprendemos otra cosa, sino
y evidenciando las partes- y de esta forma
de otro modo. Y es precisamente esa descalificación de
pone en evidencia su carácter artificial.
la comprensión automática, esa extrañeza que suscitan
cosas bien conocidas, lo que actúa en la negatividad El arte realiza esta auto-revisión porque lo que
estética. está en juego es nada menos que su capaci-
dad de expresar, su capacidad de oponerse
De acuerdo con Adorno, en el arte moderno esa posibi-
críticamente al sistema social. Por su carácter
lidad de “comprender de otro modo” que propone la
negativo el arte se constituye al mismo tiempo
experiencia estética está seriamente amenazada. La cri-
46
como hecho autónomo y hecho social; y es median-
sis de la apariencia estética se relaciona directamente
te ese doble carácter que las obras llegan a convertirse en
con la pérdida de lo que Benjamin denomina aura y de
autoconciencias críticas de las condiciones históricas. El
lo que Adorno llama expresión. Por Expresión este autor
arte moderno ha ido perdiendo su carácter crítico; su con-
entiende justamente lo contrario de lo que indica el sen-
Fernández: 42-46

dición de enigma se ve continuamente invalidado por


tido común: expresión es lo que ha sido objetivado en
objetos “estético” que fluctúan entre los extremos de la
las obras de arte y no responde a ninguna intención sub-
mímesis realista y los arrebatos vacios de contenido del
jetiva; es lo opuesto a comunicar algo. La expresión
esteticismo.
alude a la sedimentación de algo humano, algo prehis-
tórico, común a todos, “que todavía no se ha realizado y Si bien el presente y el futuro del arte son inciertos, lo que
que no sobrevive más que en las obras”. Para Adorno: persiste en las obras que aún pueden considerarse arte
Las obras de arte tienen expresión no donde comunican es esa posibilidad de “comprender de otro modo”. La efi-
al sujeto, sino donde vibran con la prehistoria de la sub- cacia de las obras de arte radica para Adorno en “(…) esa
jetividad (…) Esa afinidad (de la obra con el sujeto) advertencia que hacen en virtud de su misma existencia”.
sobrevive porque en el sujeto sobrevive esa prehistoria. En el arte negativo subyace la posibilidad /oportunidad de
(TE:155). modificar y tomar conciencia, aunque sea de manera indi-
vidual.

Adorno, Theodor W. (2004) Teoría Estética, Madrid, Akal.


Beckett, Samuel. (2006) Fin de partida, Buenos Aires, Tusquets.
Biblio
grafía Feinmann, José Pablo. (2008) La filosofía y el barro de la historia, Buenos Aires, Planeta.
Menke, Chistoph. (1997) La soberanía estética. La Experiencia estética según Adorno y Derrida,
Madrid, Visor.
Oliveras, Elena. (2007) Estética: la cuestión del arte, Buenos Aires, Emecé.

Facultad de Arte UNICEN

También podría gustarte