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Cómo hipnotizar a alguien


Es fácil hipnotizar a una persona que quiere que ser hipnotizada porque al final y al cabo
esta técnica consiste simplemente la autohipnosis. Contrariamente a la creencia popular, la
hipnosis no consiste en el control mental o en los poderes místicos. Tú, como hipnotizador,
eres en gran medida un guía para ayudar a que la persona se relaje y caiga en un estado
de trance o sueño despierto. El método de relajación progresiva que se presentará en este
artículo es uno de los más sencillos de aprender y puede utilizarse en los participantes
dispuestos aun sin tener experiencia alguna.[1]
Parte1
Preparar a alguien para la hipnosis
1.

1
Busca a alguien que quiera ser hipnotizado. Es muy difícil hipnotizar a alguien que no
quiera o no crea que funcionará, sobre todo si eres un hipnotizador principiante. Busca a
una persona que quiera que la hipnoticen y que esté dispuesta a ser paciente y a relajarse
para lograr los mejores resultados.[2]
 No hipnotices a alguien que tenga antecedentes de trastornos mentales o
psicóticos, ya que esto puede dar lugar a consecuencias accidentales o
peligrosas.[3]
2.

2
Elige una habitación tranquila y cómoda. El participante debe sentirse seguro y libre de
distracciones. La habitación debe estar limpia e iluminada únicamente con luces tenues.
Pídele a la persona que se siente en una silla cómoda y elimina cualquier distracción
potencial, como la televisión o la presencia de otras personas.
 Apaga todos los teléfonos celulares y la música, o cualquier dispositivo que
pueda generar ruidos.
 Cierra las ventanas en caso de que haya ruido en el exterior.
 Pídeles a las otras personas con quienes vivas que no los molesten hasta
que se termine la sesión.
3.

3
Dile a la persona lo que deberá esperar de la hipnosis. La mayoría de las personas
tienen ideas muy imprecisas acerca de la hipnosis a causa de las películas y la televisión.
En realidad, se trata principalmente de una técnica de relajación que ayuda a las personas
a tener una mayor claridad acerca de los problemas en su subconsciente. En realidad
entramos en estados de hipnosis todo el tiempo, como por ejemplo en los sueños, cuando
nos quedamos absortos en la música o en las películas, o cuando nos “desconectamos”.
En la hipnosis real:
 Nunca estás dormido o inconsciente.
 No estás bajo un hechizo o el control de alguien.
 No harás nada que no quieras.
4.

4
Pregúntale a la persona qué planea obtener con la hipnosis. Se ha demostrado que la
hipnosis disminuye los pensamientos de ansiedad e incluso mejora el sistema
inmunológico.[6] Esta es una excelente herramienta para aumentar la concentración, sobre
todo antes de una prueba o evento importante, y puede servir para lograr una relajación
profunda en momentos estresantes. Conocer tus objetivos con la hipnosis te ayudará a
entrar fácilmente en un estado de trance.
5.

5
Pregúntale a la persona si se ha sometido a hipnosis anteriormente y cuál fue su
experiencia. Si lo ha hecho, pregúntale lo que le dijeron que haga y cómo reaccionó. Esto
te dará una idea de qué tan receptiva será a tus propias sugerencias y tal vez qué cosas
debes evitar.
 Por lo general, las personas que han sido hipnotizadas anteriormente tienen
una mayor facilidad para quedar nuevamente hipnotizadas.
Parte2
Inducir un estado de trance
1.

1
Habla con un tono de voz bajo, lento y suave. Tómate tu tiempo cuando hables,
manteniendo la voz calmada y serena. Prolonga las oraciones un poco más de lo habitual.
Imagina que tratas de calmar a una persona asustada o preocupada, permitiendo que tu
voz sirva como ejemplo. Mantén el mismo tono de voz a lo largo de toda la interacción.
Algunas buenas palabras con las que puedes empezar son las siguientes:
 “Deja que mis palabras te invadan y acepta las sugerencias tal como las
desees”.
 “Todo aquí es seguro, calmado y pacífico. Permite que tu cuerpo se acomode
en el sofá o la silla a medida que relajas tu mente profundamente”.
 “Tus ojos pueden sentirse pesados y quieres cerrarlos. Deja que tu cuerpo se
calme de manera natural a medida que tus músculos se relajan. Escucha a tu
cuerpo y mi voz a medida que empieces a sentirte calmado”.
 “Tienes un control completo de este tiempo. Solo admitirás aquellas
sugerencias que sean para tu beneficio y que estés dispuesto a aceptar”.
2.

2
Pídele a la persona que se concentre al respirar de manera profunda y regular. Trata
de que inhale y exhale de manera profunda y organizada. Ayúdale a desarrollar una
respiración regular al coordinarla con la tuya. Debes ser específico: “Respira
profundamente ahora, llenando tu pecho y pulmones”, mientras tú también haces lo mismo,
para luego exhalar y decir “Permite que el aire salga lentamente de tu pecho, vaciando
completamente tus pulmones”.
 La respiración enfocada permite que el oxígeno ingrese en el cerebro y le da
a la persona algo en que pensar en lugar de en la hipnosis, el estrés o su entorno.
3.

3
Pídele que concentre su mirada en un punto fijo. Puede ser tu frente, en caso de que
estén frente a frente, o un objeto iluminado de manera tenue. Dile que escoja un objeto y
que fije sus ojos en él. Es aquí de donde surge el estereotipo del reloj colgante, ya que este
objeto pequeño no es en realidad algo terrible para alguien que lo mira. Si la persona se
siente lo suficientemente relajada como para cerrar los ojos, deja que lo haga.
 Observa sus ojos de vez en cuando. Si parecen moverse rápidamente,
bríndale algo que le sirva como guía. Puedes decirle algo como “Quiero que mires
ese cartel en la pared” o “Trata de concentrarte en el espacio justo entre mis
cejas”. Dile: “Deja que tus ojos y tus párpados se relajen y se hagan pesados”.
 Si quieres que se concentre en ti, necesitas permanecer relativamente quieto.
4.
4
Haz que la persona relaje su cuerpo parte por parte. Una vez que esté relativamente
calmada, respire con regularidad y esté en sintonía con tu voz, pídele que relaje sus pies y
dedos. Haz que se concentre en soltar estos músculos para luego pasar a los de la
pantorrilla. Pídele que relaje la parte inferior de las piernas, luego la parte superior y así
sucesivamente hasta llegar a los músculos del rostro. A partir de ese punto, puedes volver
a enfocarte en su espalda, hombros, brazos y dedos.
 Tómate tu tiempo y mantén el tono de tu voz lento y en calma. Si la persona
parece nerviosa o tensa, detente y vuelve a realizar el proceso a la inversa.
 Dile lo siguiente: “Relaja los pies y los tobillos. Siente cómo los músculos se
hacen ligeros y se aflojan en tus pies, como si no necesitaran hacer esfuerzo para
mantenerse”.
5.

5
Alienta a la persona a que se sienta más relajada. Dirige la atención con sugerencias.
Hazle saber que comienza a sentirse calmada y relajada. Si bien hay muchas cosas que
puedes decirle, el objetivo es alentarla a que se ensimisme aún más, concentrándose en la
relajación con cada inhalación y exhalación.
 “Puedes sentir cómo tus párpados se hacen pesados. Deja que caigan”.
 “Déjate caer cada vez más hacia un trance tranquilo y pacífico”.
 “Ahora puedes sentir cómo te relajas. Puedes sentir una sensación pesada y
relajada que cae sobre ti y, a medida que sigo hablando, esa sensación pesada y
relajada se hace cada vez más fuerte hasta que te hace caer en un estado de
relajación profundo y pacífico.[7]
6.

6
Emplea la respiración y el lenguaje corporal de la persona como guía para determinar
su estado mental. Repite las sugerencias unas cuantas veces, tantas veces como
repetirías los versos y coros de una canción, hasta que la persona parezca completamente
relajada. Observa las señales de tensión en sus ojos (¿se mueven rápidamente?), sus
dedos de las manos y los pies (¿los mueve?) y su respiración (¿es superficial e irregular?)
y sigue trabajando en las técnicas de relajación hasta que parezca calmada y relajada.
 “Cada palabra que pronuncio te sumerge cada vez más rápido y profundo en
un estado de relajación calmado y pacífico”.
 “Cálmate y desconéctate; cálmate y desconéctate; cálmate y desconéctate
por completo”.
 “Mientras más profundo vayas, más profundo podrás ir. Y mientras más
profundo vayas, más profundo podrás ir y más divertida será la experiencia”.
7.

7
Haz que la persona baje por la “escalera de la hipnosis”. Muchos hipnoterapeutas y
autohipnotizadores comparten esta técnica con la finalidad de lograr un estado de trance
profundo. Pídele a la persona que se imagine en la parte superior de una escalera larga
dentro de una habitación cálida y tranquila. A medida que baja por ella, siente que se
sumerge cada vez más en la relajación. Cada peldaño la lleva a una profundidad aún
mayor en su mente. A medida que avanza, dile que hay diez peldaños y guíala por cada
uno de ellos.
 “Baja el primer peldaño y siente que te sumerges aún más en la relajación.
Cada peldaño es un paso más profundo en tu subconsciente. Baja un segundo
peldaño y siente que te calmas aún más. Cuando llegues al tercero, tu cuerpo se
sentirá como si flotara alegremente… etc.”.
 También puede ser útil visualizar una puerta en la parte inferior que te lleve a
un estado de relajación absoluta.
Parte3
Utilizar la hipnosis para ayudar a alguien
1.

1
Ten en cuenta que decir a alguien qué hacer cuando está bajo hipnosis generalmente
no funciona y es una violación a la confianza. Asimismo, la mayoría de las personas
recordarán lo que hicieron cuando se encontraban bajo este estado, así que incluso
cuando logres hacer que finjan que son un pollo, no estarán felices. No obstante, la
hipnosis tiene muchos beneficios terapéuticos además de ser un espectáculo cursi. Ayuda
a una persona a relajarse y a dejar salir sus problemas o preocupaciones en lugar de
jugarle una broma.
 Incluso las sugerencias bien intencionadas pueden tener malos resultados si
no sabes lo que haces. Esta es la razón por la que los hipnoterapeutas
certificados generalmente ayudan al paciente a determinar las medidas correctas
a tomar en lugar de tratar de dárselas como una sugerencia.
2.

2
Utiliza la hipnosis básica para disminuir los niveles de ansiedad. La hipnosis puede
reducir la ansiedad, sin importar cuáles sean tus sugerencias, así que no creas que
necesitas “arreglar” a nadie. El solo hecho de poner a alguien en trance es una forma
fantástica de disminuir los niveles de estrés y la ansiedad. El acto de la relajación profunda,
sin tratar de “resolver” nada, es tan raro en la vida cotidiana que por sí solo es capaz de
poner los problemas y preocupaciones en perspectiva.[8]
3.

3
Pídele a la persona que imagine soluciones a problemas potenciales. En lugar de
decirle a alguien cómo solucionar un problema, haz que imagine a sí mismo superándolo.
¿Cómo se ve y se siente el éxito para esa persona? ¿Cómo llegó hasta ese punto?
 ¿Cuál es su futuro predilecto? ¿Qué ha cambiado para llegar hasta allí?
4.

4
Ten en cuenta que la hipnosis puede servir para una variedad de aflicciones
mentales. Si bien debes buscar el consejo de un profesional en la salud mental
capacitado, la hipnoterapia se ha empleado para combatir adicciones, aliviar el dolor,
acabar con las fobias, tratar los problemas de autoestima, etc.[9] Si bien nunca debes tratar
de “arreglar” a nadie, la hipnosis puede ser una herramienta excelente para ayudar a
alguien a sanar por sí mismo.
 Ayuda a esa persona a imaginar el mundo más allá de sus problemas. Por
ejemplo, puede imaginarse teniendo un día sin fumar o visualizar un momento en
que sienta orgullo con la finalidad de aumentar su autoestima.
 Sanar a través de la hipnosis siempre es más fácil si la persona quiere
solucionar el problema antes de entrar en el trance.
5.
5
Ten en cuenta que la hipnosis solo es una parte pequeña de cualquier solución para
la salud mental. Los beneficios principales son la relajación y el tiempo para reflexionar de
manera segura acerca de un problema. Consiste en la relajación profunda y la atención
plena en un problema al mismo tiempo. No obstante, la hipnosis no es una cura milagrosa
o una solución rápida, sino simplemente una forma de ayudar a las personas a sumergirse
a una mayor profundidad en sus propias mentes. Este tipo de autoreflexión es fundamental
para una buena salud mental, pero siempre será necesario que un profesional certificado y
capacitado se encargue de tratar los problemas graves o crónicos.[10]
Parte4
Finalizar la sesión
1.

1
Haz que la persona abandone lentamente su estado de trance. No debes sacarla de
golpe de su relajación. Dile que se vuelve cada vez más consciente de su entorno y que
volverá a tener una consciencia plena, a estar alerta y despierta para cuando cuentes hasta
cinco. Si crees que la persona se encuentra en un trance profundo, pídele que vuelva a
subir la “escalera” junto contigo, logrando una mayor consciencia con cada peldaño.[11]
 Comienza diciendo “Voy a contar del uno al cinco y para cuando termine te
sentirás completamente despierto, alerta y renovado”.
2.

2
Discute la hipnosis con la persona para saber lo que puedes mejorar en el
futuro. Pregúntale qué le hizo sentir bien, qué la amenazó al punto de querer salir del
trance y qué sintió. Esto te ayudará a hipnotizar a las personas de manera más efectiva en
el futuro y les permitirá saber lo que disfrutaron del proceso.
 No presiones a nadie para que hable de inmediato. Simplemente inicia una
conversación y espera hasta después para hablar en caso de que la persona
parezca relajada quiera un poco de tiempo para permanecer tranquila.
3.

3
Prepárate para responder a las preguntas típicas en el futuro. Es bueno tener una idea
general de cómo responder a preguntas como estas con anticipación, porque la confianza
es muy importante para determinar la manera en que una persona responderá a tu
inducción. Las preguntas comunes que podrían hacerte en cualquier momento del proceso
son las siguientes:[12]
 ¿Qué vas a hacer? Te pediré que visualices algunas escenas agradables
mientras te hablo sobre cómo utilizar tus propias capacidades mentales de una
manera más eficaz. Siempre puedes negarte a hacer algo que no quieras y
abandonar la experiencia por tu cuenta en caso de que surja una emergencia.
 ¿Cómo se siente estar bajo hipnosis? La mayoría de nosotros experimenta
cambios en nuestra consciencia varias veces al día sin notarlo. Cada vez que
dejas volar tu imaginación y te dejas llevar por una canción o por un verso de
poesía, o cada vez que te involucras tanto en una película o programa de
televisión hasta el punto de sentirte parte de la acción en lugar de parte de la
audiencia, experimentas una suerte de trance. La hipnosis solo es una forma de
ayudarte a enfocar y definir estos cambios en la consciencia con la finalidad de
emplear tus capacidades mentales de una manera más eficaz.
 ¿Es seguro? La hipnosis no es un estado alterado de la consciencia (como
el sueño, por ejemplo), sino una experiencia alterada de la consciencia. Nunca
harás algo que no quieras ni estarás obligado a tener pensamientos en contra de
tu voluntad.
 Si todo es solo tu imaginación, ¿entonces de qué sirve? No te confundas
con el significado en español y en muchos otros idiomas que normalmente se le
da la palabra “imaginario” como un antónimo de la palabra “real”; tampoco te
confundas con el término “imagen”. La imaginación es un grupo muy real de
habilidades mentales, cuyo potencial recién comenzamos a explorar y que se
extiende mucho más allá de nuestra capacidad para formar imágenes mentales.
 ¿Puedes obligarme a hacer cualquier cosa que no quiera? Bajo hipnosis,
aún posees tu propia personalidad y aún eres tú, así que no dirás o harás nada
que no harías en la misma situación sin estar bajo el efecto de la hipnosis y
puedes rechazar fácilmente cualquier sugerencia que no quieras aceptar (es por
eso que se llaman “sugerencias”).
 ¿Qué puedo hacer para responder de una mejor manera? La hipnosis es
muy similar a quedarte absorto viendo el atardecer o las brasas de una fogata,
que dejarte llevar por el flujo de una canción o una poesía, o que sentirte como si
fueras parte de una acción en lugar de parte de la audiencia al ver una película.
Todo depende de tu capacidad y disposición para seguir las instrucciones y
sugerencias que se te brinda.
 ¿Qué pasa si lo disfruto tanto que no quiero regresar? Las sugerencias
de la hipnosis son básicamente un ejercicio para la mente y la imaginación, al
igual que el guion de una película. Sin embargo, aún puedes volver a la vida
cotidiana al término de la sesión, del mismo modo en que llegas al final de una
película. No obstante, quizás el hipnotizador necesite tratar de sacarte del trance
un par de veces. Es agradable estar completamente relajado, pero no puedes
hacer mucho cuando estás bajo hipnosis.
 ¿Qué pasa si no funciona? ¿Alguna vez te quedaste tan absorto en tu juego
cuando eras niño que no escuchaste la voz de tu mamá llamándote para cenar?,
¿o eres una de las tantas personas que pueden despertar a una determinada hora
cada mañana con solo decidirlo así la noche anterior? Todos tenemos la
capacidad para utilizar nuestras mentes de formas de las que no somos
normalmente conscientes y algunos de nosotros la hemos desarrollado más que
el resto. Si permites que tus pensamientos respondan libre y naturalmente a las
palabras e imágenes como tu guía, podrás ir a donde sea que tu mente te lleve.
Consejos
 Recuerda que la relajación es la clave. Si puedes ayudar a una persona para que se
relaje, podrás ayudarla a entrar en estado de hipnosis.
 No te dejes engañar por el sensacionalismo de la hipnosis en los medios de
comunicación, los cuales suelen hacer que las personas crean que la hipnosis le permite a
cualquiera controlar a los demás para que actúen como tontos con el solo tronar de los
dedos.
 Antes de empezar, hazle sentir a la persona que está en su lugar feliz o relajante,
como un spa, una playa o un parque. También puedes conseguir un reproductor de música
y usar los sonidos de las olas del océano, del viento o cualquier otro que sea relajante.
 Asegúrate de que no tenga mucha energía. Ella no tendrá que estar agotada, pero
deberá tener menos energía.
 Mantente tranquilo y relajado.

Advertencias
 No trates de utilizar la hipnosis para tratar alguna condición física o mental
(incluyendo el dolor) a menos que seas un profesional certificado que tenga la cualificación
adecuada para tratar estos problemas. Nunca debe emplearse la hipnosis como
único sustituto para la consejería o psicoterapia, o para rescatar una relación en
problemas.
 No intentes hacer que una persona regrese a su juventud mediante la hipnosis. Si
quieres hacerlo, dile a la persona que “actúe como si tuviera diez años”. Algunos han
reprimido recuerdos que no querrás sacar a relucir (abuso, bullying, etc.) y lo hacen como
una forma de defensa natural.
 Si bien muchas personas lo han intentado, la amnesia poshipnótica es notoriamente
poco fiable como medio que los hipnotizadores usan para protegerse de las consecuencias
de su propia mala praxis. Si tratas de utilizar la hipnosis para lograr que las personas
hagan lo que normalmente no estarían querrían, generalmente abandonarán dicho estado
hipnótico.
 No emplees la hipnosis con demasiada frecuencia sobre una persona, ya que podría
afectar su salud.

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