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Por otra parte, Colombia contribuye al

0,46 % de las emisiones globales. Aunque

esta cifra es baja, se calcula que si no se

toman medidas las emisiones podrían

aumentar cerca de 50 % en 2030. Por esa

razón, el país se comprometió a reducir 20 %

de sus emisiones con base en un escenario

proyectado a 2030 e, inclusive, a disminuir el

30 % si cuenta con cooperación internacional.

Esta es una oportunidad para que el país

modernice y transforme su economía, proteja

sus bosques, reduzca la deforestación y

cuente con una industria eficiente, baja

en carbono y resiliente al clima. Además,

para que desarrolle fuentes alternativas de

energía limpia que aseguren la confiabilidad

del sistema. La tarea es inspiradora y

realizable: informes como el de la Nueva

Economía del Clima* demuestran que es

posible crecer económicamente y aumentar

la competitividad al tiempo que el país

reduce sus emisiones y fortalece su capacidad

adaptativa.

Sin embargo, para lograrlo, necesitamos

que los sectores productivos y financieros se

comprometan a garantizar un crecimiento y


una inversión carbono-eficiente y resiliente

con el clima. Que la comunidad científica

y la academia generen conocimientos que

nos permitan entender mejor los fenómenos

climáticos, sus efectos y cómo reducir

nuestras emisiones. Así mismo, que nos

ayuden a formar a las nuevas generaciones

para lograr un cambio de conciencia. Los

gobiernos locales y departamentales, y las

autoridades ambientales deben integrar

criterios climáticos dentro de la regulación

de usos del suelo y guiar sus territorios

hacia un desarrollo compatible con el clima

y bajo en carbono a través de los diferentes

instrumentos de planeación con los que

cuentan.

Es necesario que los municipios y

departamentos se comprometan con la

acción climática, pues juegan un papel de

suma importancia en la construcción de un

futuro posible para Colombia. Durante el

primer trimestre de 2016, el Ministerio de

Ambiente y Desarrollo Sostenible realizó

un recorrido por 16 departamentos y 19

ciudades para socializar en las regiones los

efectos del cambio climático y del Fenómeno


"El Niño". El objetivo era informar a los

alcaldes y gobernadores entrantes sobre

los compromisos que Colombia adquirió

en la Conferencia sobre Cambio Climático

en París (COP21) y su implementación

regional. Igualmente, sobre la importancia

de considerar el cambio climático como un

eje transversal en los planes de desarrollo

municipales o departamentales.

La socialización es la bandera para la

promoción del cuidado de los recursos desde

la administración pública. El conocimiento

sobre los efectos del cambio climático en sus

territorios debe impulsar la implementación

de acciones de mitigación y de adaptación,

que comprometan a los sectores productivos

a desarrollar sus actividades de forma

eficiente, responsable e inclusiva.

Construir un país mejor no solo es una

labor de los gobiernos. Es algo que todos los

colombianos juntos, de forma articulada e

inclusiva, debemos hacer. Colombia tomó

la decisión de apostarle a un desarrollo

sostenible, el único posible para asegurar

una paz duradera y el bienestar para su

población. Es posible. Ya superamos las


divisiones políticas que evitaron u

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