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Autores

EL RIACHO MBIGUÁ EN EL PABLO HERRERA

CONTEXTO DEL MODELADO FLUVIAL JORGE ADÁMOLI

DE LA REGIÓN CHAQUEÑA SEBASTIÁN TORRELLA

Temas de Nat. y Cons. 4 : 27-39. Di Giacomo, A. G y S. F. Krapovickas, eds.(2005) RUBÉN GINZBURG


28 HISTORIA NATURAL Y PAISAJE DE LA RESERVA EL BAGUAL

Foto: Pablo Götz


PABLO HERRERA
Laboratorio de Ecología Regional, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA. Ciudad Universitaria, Pab. II, 4º Piso
(1428), Ciudad de Buenos Aires, Argentina. E-mail: pablo_herrera@yahoo.com

Licenciado en Ciencias Biológicas graduado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos
Aires, trabaja en la actualidad en la Fundación Vida Silvestre Argentina, desde donde es uno de los responsables de la
implementación en la Argentina del Proyecto de Evaluación Ecorregional del Gran Chaco Americano impulsado por la organi-
zación The Nature Conservancy. Es miembro del equipo de investigación del Laboratorio de Ecología Regional de la FCEyN-
UBA y coautor de diversas publicaciones sobre estudios regionales focalizados en el Chaco argentino. Ha desarrollado activida-
des como consultor y participado de evaluaciones de impacto ambiental ante instituciones del sector público y privado. Es
miembro ad honorem de la comisión directiva de la Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza y desde allí ha
venido participando en proyectos de conservación financiados por entidades extranjeras desde el año 2001.

JORGE ADÁMOLI
Laboratorio de Ecología Regional, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA. Ciudad Universitaria, Pab. II, 4º Piso
(1428), Ciudad de Buenos Aires, Argentina. E-mail: jorge@bg.fcen.uba.ar

Es profesor de Ecología Regional en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires e
Investigador Independiente del CONICET. Es Ingeniero Agrónomo graduado en la Facultad de Agronomía (UBA) y obtuvo un
Diplôme d’Études Approffondies (D.E.A.) en Ecologie en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Montpellier (Francia).
Ha dirigido tesis de licenciatura, maestría y doctorado en las Facultades de Agronomía y de Ciencias Exactas y Naturales de la
UBA. Se ha desempeñado como consultor ante distintas instituciones públicas y privadas, tanto nacionales como internaciona-
les. Ha trabajado en distintas eco-regiones de la Argentina, así como en Brasil, Paraguay, Bolivia y Ecuador. Actualmente, desde
el laboratorio de Ecología Regional de la FCEyN, dirige un equipo de colaboradores con los que realiza diversos estudios sobre
el conjunto de la región chaqueña.

SEBASTIÁN TORRELLA
Laboratorio de Ecología Regional, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA. Ciudad Universitaria, Pab. II, 4º Piso
(1428), Ciudad de Buenos Aires, Argentina

Licenciado en Ciencias Biológicas graduado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos
Aires, trabaja en la actualidad en el Laboratorio de Ecología Regional de dicha casa de estudios. Ha publicado artículos relacio-
nados con el Chaco argentino en diversas revistas y libros. Ha desarrollado distintos trabajos de consultoría y evaluaciones de
impacto ambiental ante instituciones del sector público y privado.

RUBÉN GINZBURG
Laboratorio de Ecología Regional, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA. Ciudad Universitaria, Pab. II, 4º Piso
(1428), Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Licenciado en Ciencias Biológicas graduado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos
Aires, trabaja en la actualidad en el Laboratorio de Ecología Regional de dicha casa de estudios y es docente auxiliar en el área
de Ecología, del Departamento de Ecología, Genética y Evolución. Coautor de publicaciones en temas referidos a los humedales
del Chaco argentino y la expansión de la frontera agrícola en la Región Chaqueña. Ha realizado trabajos de consultoría relacio-
nados con proyectos de ordenamiento territorial y sistemas ecológicos terrestres del Chaco americano.

REVISOR DEL CAPÍTULO: Prof. Dr. Jorge Morello


Grupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, UBA, Argentina.

2005 TEMAS DE NATURALEZA Y CONSERVACIÓN - MONOGRAFÍA DE AVES ARGENTINAS Nº 4


EL RIACHO MBIGUÁ Y EL MODELADO FLUVIAL 29

EL RIACHO MBIGUÁ EN EL Autores

PABLO HERRERA
CONTEXTO DEL MODELADO FLUVIAL JORGE ADÁMOLI

DE LA REGIÓN CHAQUEÑA SEBASTIÁN TORRELLA


Temas de Nat. y Cons. 4 : 37-46. Di Giacomo, A. y S. Krapovickas (eds.), 2005 RUBÉN GINZBURG

RESUMEN
La Estancia y Reserva El Bagual (REB, Lámina 1) están localizadas dentro de la cuenca del Riacho Salado, un brazo del amplio abanico aluvial
del Río Bermejo. Sus principales vías de escurrimiento -el Riacho Mbiguá y la Cancha Bolivia- alternan con posiciones topográficamente altas,
ocupadas por comunidades forestales (los bosques ribereños y un conjunto de isletas) que tienen en común un marcado alineamiento, en la
misma dirección general del sistema fluvial. El conjunto forma un típico paisaje de Parque, representativo de los ambientes del Chaco Húmedo
donde coexisten geoformas originadas por ríos alóctonos con las de los ríos autóctonos. Para una mejor comprensión de estos procesos fluvio-
morfogenéticos, se analiza por separado cada uno de estos tipos fluviales. Finalmente, se discute sobre la relación del Riacho Mbiguá con los
bosques de albardón y el papel de la REB, representativa de las principales unidades de paisaje del Chaco Húmedo.

SUMMARY
THE RIACHO MBIGUÁ STREAM OF THE «EL BAGUAL» RESERVE IN THE CONTEXT OF THE RIVER SYSTEMS OF THE CHACO
REGION. The El Bagual ranch and reserve (EBR – figure 1) are to be found in the catchment area of the «Riacho Salado» fluvial system, a
branch of the wide alluvial fan of the river Bermejo. The main drainage systems of the area - the «Riacho Mbiguá» and the «Cancha Bolivia»
- alternate with higher land covered in forests (riparian forest and other forest patches) which are markedly linear and follow in the same
general direction as the fluvial system. Altogether they form a typical park-like landscape representative of the Humid Chaco where landforms
originated from autochthonous and alochthonous rivers coexist. In order to fully understand their associated morphogenetic processes, each of
these river types are treated separately. Finally, there is a discussion about the relationship between the «Riacho Mbiguá» stream and the forests
on its banks, and on the role played by the EBR as a sample of the main landscape units of the Humid Chaco.

ZUSAMMENFASSUNG
DER BACH MBIGUÁ IM NATURSCHUTZGEBIET EL BAGUAL IM KONTEXT DER VERÄNDERUNG DURCH GEWÄSSER IN DER
CHACO-REGION. Das Landgut und das Naturschutzgebiet El Bagual (REB, Bild 1) befinden sich innerhalb des Beckens vom Salado-Bach,
einem Nebenarm des weitreichenden alluvialen Fächers des Bermejo-Flusses. Die Hauptabflüsse - die Bäche Mbiguá und Cancha Bolivia -
wechseln sich mit topographisch hochgelegenen Stellen ab, die von Forstgruppen besetzt sind (die sog. Uferwälder und eine Reihe von kleineren
Inseln), die eine ausgeprägte Ausrichtung in der gleichen Allgemeinrichtung des Flusssystems gemeinsam haben. Die Gesamtheit bildet eine
typische Parklandschaft, die für die Umwelt des Feuchten Chaco repräsentativ ist, wo gleichzeitig geoformen, die von allochtonen Flüssen
hervorgerufen wurden, und andere von autoktonen Flüssen existieren. Für ein besseres Verständnis dieser fluss-morphogenetischen Verfahren,
werden diese beiden Flusssorten getrennt voneinander analysiert. Schließlich wird die Beziehung zwischen dem Mbiguá-Bach und den Wäldern
auf dem Damm und die Rolle des REB diskutiert, das für die wichtigsten landschaftlichen Einheiten des Feuchten Chaco repräsentativ ist.

TEMAS DE NATURALEZA Y CONSERVACIÓN - MONOGRAFÍA DE AVES ARGENTINAS Nº 4 2005


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LOS RÍOS DE LA REGIÓN do, son muy estables. Por tener bajos caudales y muy
CHAQUEÑA baja carga sedimentaria prácticamente no presentan
procesos de colmatación y sus cauces no migran la-
El Gran Chaco Americano se originó durante el le- teralmente.
vantamiento andino, cuando los movimientos
epirogénicos provocaron desplazamientos verticales de
ascenso (en particular del macizo central brasileño) y ORGANIZACIÓN DEL
de descenso, que dieron origen a la formación del ESCURRIMIENTO SUPERFICIAL
Pantanal y del Chaco. La fosa tectónica chaqueña, EN EL CHACO HÚMEDO
que se extiende por más de 1.200 km en sentido Nor-
te-Sur y 700-800 km en sentido W-E, se rellenó gra- En el Chaco Húmedo coexisten las geoformas ori-
dualmente por la acción de los grandes ríos que bajan ginadas por los ríos alóctonos, con las de los ríos
de los Andes y de las Sierras Subandinas y Pampeanas autóctonos, tal como puede apreciarse en la Lámina
con alta carga sedimentaria, producto del desgaste de 1 (imagen inferior), que corresponde a una imagen
las montañas. Al dejar el relieve montano y entrar en del Satélite NOAA de mayo de 1998 durante el pico
la planicie chaqueña, los ríos sufren un brusco cam- de las inundaciones provocadas por el evento de El
bio de pendiente, lo que provoca una marcada dismi- Niño. Las áreas inundadas aparecen claramente, con
nución en la velocidad de las aguas; la pérdida de ener- tonalidades azules o celestes, mientras que las áreas
gía cinética genera diversas formas de deposición de más elevadas presentan tonalidades amarillas o ver-
los sedimentos en la llanura. des. Pueden observarse dos zonas con diferente pa-
El potencial fluviomorfológico de los ríos determi- trón de escurrimiento:
na las características esenciales del paisaje, con pre-
dominio de geoformas alargadas en el sentido del Esteros, Cañadas y Selvas de Ribera
escurrimiento (WNW-ESE). Las pendientes regio-
nales son muy bajas en esta dirección (40 cm/km en En la Lámina 2 (imagen superior, sector norte) se
el Oeste y 12-20 cm/km en el Este), lo que influye en observa un marcado alineamiento de dirección WNW-
los procesos de migración lateral de los ríos. Las pen- ESE formado por los ríos y albardones del abanico
dientes transversales son más importantes, pudien- aluvial del río Bermejo, de origen alóctono, que alter-
do ser de 1 a 5 % (1.000 a 5.000 cm/km). Desniveles nan con ambientes inundables de origen autóctono
de pocos centímetros implican diferencias como los esteros, cañadas o bañados y riachos (ver
ecológicamente relevantes en las condiciones definiciones en Cuadro 1).
hídricas, lo que genera una marcada diversidad am- La porción terminal de los abanicos aluviales de los
biental, directamente vinculada con la diversidad ríos Pilcomayo y Bermejo, fue denominada «Subregión
biológica de la región. de Esteros, Cañadas y Selvas de Ribera» por Morello
Los principales ríos que bajan de la cordillera y vuel- y Adámoli (1968 y 1974). Los brazos del abanico
can sus aguas en el Chaco son el Pilcomayo, el Ber- aluvial generan una alineación de las formas del relie-
mejo, el Juramento-Salado y el Salí-Dulce. Estos cur- ve, por el cual las áreas más deprimidas quedan con-
sos alóctonos (formados fuera de la región), ingresan tenidas lateralmente por los albardones de los distin-
al Chaco con caudales importantes durante todo el tos ríos. Por esto, los cuerpos de agua formados por las
año y con alto contenido de sedimentos. Sus caracte- lluvias locales no se pueden trasladar en dirección al
rísticas son completamente diferentes de las que tie- sur ni al norte, dado que el relieve alto de los
nen los ríos autóctonos (formados dentro de la región), albardones las contiene lateralmente. Esto favorece
que presentan muy bajos niveles de carga sedimentaria el escurrimiento de las aguas, en parte canalizadas en
y caudales medios reducidos, pero enormes oscilacio- los lechos de los ríos o en forma laminar (escurrimiento
nes de caudal y contenido de sales. mantiforme) en las cañadas y esteros, hasta alcanzar
Los ríos alóctonos atraviesan toda la planicie al río Paraguay por numerosos puntos, dando lugar a
chaqueña donde experimentan una marcada inesta- un modelo de escurrimiento distributivo o difluente.
bilidad de cauces. Los sucesivos cambios de curso,
resultado de procesos de colmatación o de tapona- Bajos Submeridionales
miento, dan lugar a la formación de amplios abani-
cos aluviales. Por el contrario, los ríos autóctonos La Lámina 1 (imagen inferior) corresponde a los
que se manifiestan claramente en el Chaco Húme- Bajos Submeridionales, una gran depresión inundable

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marca un claro contraste con lo que ocurre en la


Cuadro 1. Subregión de los Esteros, Cañadas y Selvas de Ribera,
Ambientes Anegables del Chaco Húmedo porque los Bajos Submeridionales actúan como un
único, gran colector, en un modelo de escurrimiento
Los bañados o cañadas corresponden a extensos secto- concentrador o confluente.
res del paisaje del oriente chaqueño, con límites muy difu-
En síntesis, en el Chaco Húmedo se observan dos
sos, a veces sólo perceptibles por la mayor frecuencia de
hidrófitas. No tienen sedimentos propios, aún cuando el modelos de escurrimiento contrastantes: uno distri-
porcentaje de materia orgánica en los horizontes superiores butivo o difluente en el norte y otro concentrador o
del suelo es algo más elevado que en las partes más altas confluente en el sur.
del gradiente topográfico. Están alimentados por lluvias en Para percibir la importancia de estos modelos en los
forma directa, y más raramente por desbordes fluviales. El volúmenes de agua respectivos, se calcularon los cau-
agua permanece estancada sobre el suelo en forma de lá- dales que pueden generarse en un área de 200 x 200
mina de hasta 30-40 cm de espesor durante períodos habi- km (40.000 km2), durante un trimestre con lluvias de
tualmente menores de 6 meses, si bien con baja recurrencia
500 mm, valor normal para la región. Los resultados
y duración irregular (Neiff 1986). En la provincia de Formosa
se utiliza el localismo «Cancha» para hacer referencia a un obtenidos son:
área cubierta por una enorme cañada o un encadenamiento
de ellas (Morello y Adámoli 1974). Entrada de agua: 40.000 km2 (40.000 x 106 m2) x 500
Los esteros son áreas anegables posicionalmente más mm (0,5 m) = 20.000 x 106 m3
bajas que los bañados en el gradiente topográfico de las
cuencas del Chaco Húmedo. Con ello, el agua permanece Escurrimiento (25 % del total ingresado): 5.000 x
cubriendo el suelo por más tiempo (9 a 11 meses/ año) 106 m3 para todo el trimestre
generando condiciones muy diferentes a las del funciona-
miento de los bañados. La vegetación es herbácea y domi-
nada por una o dos especies, con bajo número de poblacio- Escurrimiento por día /hora: 5.000 / 90 = 55,55 x
nes subordinadas. Las adaptaciones de la vegetación de los 106 m3/día / 24 = 2,34 x 106 m3/hora
esteros le confiere la condición de permanentes en el paisa-
je, lo que determina una clara diferencia con la vegetación Caudal (m3/ s): 2,34 x 106 / 3.600= 643 m3/s
de los bañados: no hay posibilidades para el desarrollo de
árboles en los esteros típicos (Neiff 1986). En los Bajos Submeridionales (modelo concentrador
o confluente), la mayor parte de este volumen se ca-
. naliza en el Río Salado, generando un caudal del or-
en forma de cuña que se origina en el sur de la provin-
cia de Chaco, el centro-este de Santiago del Estero, y den de 643 m3/ s, que es compatible con los valores
se extiende por el centro-norte de Santa Fe (INTA reales (el caudal durante la gran creciente de abril/
1982). El escurrimiento superficial del agua acumula- 2003 fue de 3.000 m3/s).
da es desorganizado, por la presencia de cubetas de Por el contrario, en el área ubicada entre Resisten-
deflación y vías de desagüe interconectadas. Esta cia y Formosa (modelo distributivo o difluente), ese
subregión sólo tiene dos vías organizadas de avena- volumen se reparte en alrededor de 30 cursos de agua
miento, el arroyo Golondrina al este y el río Salado al (esteros, cañadas, riachos y arroyos), lo que da cauda-
Sur. El escurrimiento es muy perezoso y el drenaje les del orden de 20 m3/s que son valores comparables
pobre, por lo que en período de lluvias, gran parte de con los caudales observados.
la subregión se inunda y permanece anegada hasta el
invierno.
En esta subregión no se manifiesta el modelado flu- CARACTERÍSTICAS DE LOS RÍOS
vial del sistema alóctono, porque el Río Salado acce-
ALÓCTONOS Y AUTÓCTONOS
de a la misma por la localidad de Tostado en el norte
de Santa Fe, con un caudal ínfimo. Todas las vías de
Ríos Alóctonos
escurrimiento están originadas por lluvias caídas en
la misma zona. Debido a la presencia de la dorsal orien- Los ríos que atraviesan la región chaqueña son el
tal de Santa Fe, las aguas confluyen formando un gi- Parapetí (Bolivia), Pilcomayo (Bolivia, Paraguay y
gantesco embudo que las dirige hacia el sur, vertién- Argentina), Bermejo (Bolivia y Argentina), Juramen-
dolas en el Río Salado, que gradualmente aumenta de to-Salado (Argentina) y Salí-Dulce (Argentina). Sus
volumen, hasta desembocar en el Río Paraná con un altas cuencas del orden de 20.000 a 50.000 km2 están
importante caudal, de claro origen autóctono. Esto fuera de la región, por lo que se los denomina

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alóctonos. Drenan territorios montañosos y con pen- un exportador neto de agua y sedimentos y, por la otra,
dientes muy fuertes, con clima árido, por lo que la le reduce su potencial morfogenético. Por el contra-
cobertura vegetal de los suelos es muy baja. Muchos rio, los ríos Pilcomayo y Juramento-Salado pierden casi
suelos presentan materiales de origen lacustre, con totalmente sus caudales y sedimentos en la planicie
sedimentos no consolidados, muy deleznables, de fuer- chaqueña, lo que les permite formar inmensos abani-
te friabilidad. Las precipitaciones, si bien son escasas, cos aluviales. En ambos sus porciones terminales son
son fuertemente estacionales y en general de carácter realimentadas por agua de precipitaciones en el Cha-
torrencial. Esta conjunción de factores, potenciados co Húmedo. El gran abanico aluvial del Juramento se
por el sobrepastoreo caprino y ovino, favorece los pro- caracteriza por presentar una extensa red de
cesos de erosión y transporte de sedimentos en gran- paleocauces colmatados (localmente llamados ríos
des magnitudes. muertos o caños) en las provincias de Salta, Chaco y
Estos ríos tienen un régimen marcadamente Santiago del Estero, mientras que el Pilcomayo pre-
estacional, relacionado con las lluvias estivales de la senta el grueso de sus paleocauces colmatados en el
alta cuenca. El río Bermejo tiene un caudal medio área de las colonias menonitas del Paraguay.
anual de 420 m3/s, pero en períodos de altas precipi-
taciones puede presentar caudales diarios de 3.000 ó Colmatación de cauces por arenas fluviales
6.000 m3/s, con un máximo de 12.000 m3/s. Tales re-
gistros diarios pueden prolongarse durante períodos El lecho de un río puede dejar de ser funcional por
de alrededor de una semana, para luego caer sensible- colmatación del cauce con arenas transportadas por
mente (Adámoli et al. 1974). Es importante destacar él mismo, fenómeno que está ocurriendo actualmen-
que esos valores son comparables con los caudales te en el río Pilcomayo, que en los últimos 20 años re-
normales del río Paraná frente a la ciudad de Corrien- trocedió alrededor de 300 km por lo antedicho. En
tes. Como resultado, en los momentos en los que se consecuencia, el agua se vierte hacia una depresión
producen grandes aluviones, junto con el agua se preexistente: el bañado La Estrella, donde presenta
movilizan altas cantidades de sólidos, del orden de 8 un escurrimiento de tipo mantiforme.
g/litro, que llegan hasta 24-30 g/litro durante las gran- Conviene detenerse para explicar el origen de estos
des crecientes, valores comparables con los del Ganges materiales aluvionales del Chaco y la dinámica de su
y el Brahmaputra, los ríos con mayor carga transporte. Entre los cordones Subandinos y los An-
sedimentaria del mundo. des, se acumularon materiales lacustres antes del le-
Estos procesos de sedimentación se acentúan en los vantamiento de la cordillera. Estos depósitos
períodos de estiaje (aguas bajas), cuando los caudales estratificados son altamente friables y una parte de ellos
se reducen a unas pocas decenas de m3/s. Sumado a se elevó junto con la cordillera, sin metamorfizarse.
esto, cabe mencionar que los ríos tienen que atrave- Durante los períodos glaciares, mucho de ese mate-
sar una inmensa llanura de 800 km (en línea recta). rial fue fuertemente friccionado y quedó depositado
Los ríos en cuestión presentan un coeficiente de si- en las morenas. Al derretirse los hielos, ese material
nuosidad (asociado a los meandros) próximo a 2,5 lo entró en forma aluvional al Chaco y gran parte del
que implica una distancia efectiva de casi 2.000 km mismo fue obturando uno tras otro los sucesivos cau-
hasta la desembocadura. La combinación de grandes ces por los que circulaba el agua de los grandes ríos,
torrentes de agua, barro y palos en grandes llanuras obligándolos a migrar lateralmente. De esta forma se
de muy baja energía de relieve, favorece a los proce- generaron inmensos abanicos aluviales del Chaco
sos de abandono de cauces y transfluencia de las aguas. Semiárido y Subhúmedo. El río donde la migración se
Esto puede originarse por colmatación del lecho por expresó con mayor intensidad y cubrió mayor superfi-
arenas fluviales, en cuyo caso el cauce deja de ser fun- cie con paleocauces colmatados con arenas fluviales
cional, o por formación de tapones o diques de tron- es el Juramento-Salado, pero el Bermejo y el Pilcomayo
cos y sedimentos, donde el cauce se mantiene como también sufrieron episodios similares.
tal, pero sin agua. En las imágenes satelitales pueden observarse los
El caudal medio anual del río Bermejo representa depósitos arenosos que provocaron las distintas
sólo 2% del caudal del Río de la Plata (22.000 m3/s), colmataciones. Esto se distingue claramente porque
pero contribuye con un 80% de sus sedimentos. Por son el soporte edáfico de pastizales dominados por el
ser el más caudaloso de la región, es el único que con- espartillo o aibe (Elionurus muticus). Dichos pastizales
sigue mantener activo su cauce principal, lo que tiene fueron utilizados por los habitantes que poblaron el
dos implicancias clave: por una parte le permite ser área como vías de penetración (Cuadro 2). La alta

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des crecientes, los ríos (además de agua y sedimentos)


Cuadro 2: El Impenetrable transportan gran número de troncos y ramas que pro-
vienen en algunos casos de desbarrancamientos en la
La subregión conocida como «El Impenetrable» corres-
faja de Yungas que atraviesan o, ya dentro de la llanu-
ponde a un sector preciso del bosque chaqueño; un arco
entre Colonia Juan José Castelli (Chaco) y Rivadavia (Sal-
ra chaqueña, de la destrucción de los bosques instala-
ta), de aproximadamente 300 km de largo por 50-100 km dos sobre los propios albardones de los ríos. En to-
de ancho, al sur del interfluvio Teuco-Bermejito. En la Lá- rrentes con gran cantidad de palos, es común que los
mina 2 (imagen inferior) aparece la localidad de Fuerte mismos se claven y entierren en el fondo producien-
Esperanza en el centro de este sector. Contrariamente a lo do una obstrucción donde rápidamente se acumulan
que mucha gente cree, «El Impenetrable» no es un bos- otros materiales, lo que genera una trampa de sedi-
que particularmente cerrado. Las comunidades dominan- mentos. Esto da origen a un remanso, aguas arriba,
tes, la densidad de vegetación y la presencia de especies
que provoca la brusca deposición del material sólido
espinosas son prácticamente las mismas que en cualquier
otra porción vecina del Chaco Seco. Lo que le da el carác-
que forma el tapón. Es importante destacar que aguas
ter de «impenetrable» es la ausencia de paleocursos abajo del taponamiento el lecho se mantiene funcio-
colmatados con arenas fluviales. Los del río Juramento, o nal.
sea las vías «penetrables», terminan fuera de esta zona. Por lo general el aumento de la presión del agua
En la Lámina 2 (imagen inferior, porción sur), que abar- termina por reventar esos diques, pero si se consolida
ca partes de los departamentos de Copo (Santiago del la obturación, y además se forma un punto lateral de
Estero) y Güemes y Almirante Brown (Chaco), pueden ob- fuga, el agua puede derivarse por éste. Ese punto late-
servarse paleocursos colmatados del río Juramento. Por
ral de fuga puede derivar en un bañado (área de
estar ocupados por pastizales o sabanas que asientan so-
bre las arenas fluviales, estos paleocursos fueron vías fá-
escurrimiento mantiforme), o un antiguo cauce que
cilmente penetrables por el hombre, ya que con poco es- se haya mantenido funcional y se vea de esta forma
fuerzo se podía circular a caballo o con carretas. El ingre- reactivado.
so de los primeros colonizadores que provenían de Salta En el caso del río Bermejo, este proceso ocurrió hace
o de los que llegaban del este de Chaco con sus rodeos alrededor de 150 años, cuando una cañada capturó al
de vacunos y caprinos, se dio a través de esas vías de cauce principal que hasta mediados del siglo XIX ocu-
penetración a fines del siglo XIX y en las primeras décadas paba el cauce que hoy se llama río Bermejito. La loca-
del siglo XX. Era mucho más fácil utilizar esas vías que
lidad de Rivadavia (Salta) era uno de los puertos de la
abrir picadas en el quebrachal. Además, esos paleocauces
tienen una característica adicional que facilitaba la pene-
línea de navegación que iba desde la desembocadura,
tración de los pobladores: a muy poca profundidad (5-7 en el río Paraguay, hasta Embarcación (Salta). El agua
m), en la discontinuidad textural entre el material arenoso que trae actualmente el río Bermejo circula a unos
que colmató los lechos y el fondo arcilloso del cauce, se 35-40 km hacia el norte, donde finalmente consiguió
acumula agua de lluvia, que podía ser utilizada por los co- labrar un cauce dentro de la cañada Teuco.
lonos y puesteros.
El mismo proceso de penetración fue descripto por los Formación de albardones
menonitas durante su entrada desde Puerto Pinasco, Puer-
to Sastre o Fuerte Olimpo hacia el interior del Chaco para-
guayo, donde hoy se encuentran las colonias nucleadas
Los albardones son geoformas positivas construidas
alrededor de Filadelfia (Paraguay). por los ríos durante los períodos de crecientes, al de-
positar lateralmente sus sedimentos. Los ríos alóctonos,
caracterizados por presentar altos niveles de sedimen-
reflectancia de estas comunidades herbáceas las hace tos, presentan condiciones ideales para formarlos.
aparecer en las imágenes satelitales con un color blan- A partir del momento en que un río estabiliza su
cuzco, que contrasta con la vegetación de los cauce en un lecho mineral, y durante los sucesivos
paleoalbardones, generalmente formada por episodios de crecida, se desarrolla el proceso de for-
quebrachales o quebrachales-palosantales y a veces mación de los albardones. En períodos de aguas bajas
algarrobales, que se observan con marcado color ver- las mismas corren por el cauce, pero durante las cre-
de oscuro. cientes el agua desborda, y al aumentar la sección por
la que circula, se produce una disminución de su ve-
Taponamiento locidad y, por consiguiente, de su energía cinética. Esto
provoca que en los bordes del cauce se vaya deposi-
Otro mecanismo que conduce al abandono del cau- tando el material que el agua arrastra, seleccionado
ce, es la formación de un «tapón» o dique. En las gran- por su tamaño. Lo primero que se deposita es el mate-

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rial más grueso, que es el que más energía requiere Austro-Brasileño, que reflejan un gradiente
para ser transportado. Como resultado se forman di- correlacionado con un aumento de la distancia al cau-
ques marginales, cuya conformación no es necesaria- ce del río (Figura 2). Asocia a su vez esta variable a
mente simétrica. Al repetirse el fenómeno, el albardón una mayor probabilidad de períodos de déficit hídrico
adquiere mayor desarrollo, hasta un punto en el que durante los períodos secos y a una menor distancia al
se genera un ambiente que sólo es inundable por cor- nivel freático colgante que se formaría durante los
tos períodos, durante las grandes crecientes. Por que- períodos húmedos, que limitaría el desarrollo de las
dar al resguardo de las inundaciones, los pobladores raíces por anegamiento y anoxia.
suelen instalar allí sus viviendas. Además de un medio físico favorable, estos bosques
El albardón tiene dos características fundamentales. reciben un continuo reclutamiento de material biótico.
Por un lado, al ser formado por un material Gran parte de las especies de estos bosques ribereños
texturalmente grueso (fundamentalmente arenas), se es de linaje amazónico. Una parte de los propágulos
favorece la infiltración del agua de lluvias y la oxigena- proviene de las Yungas y otra parte de la eco-región
ción del suelo. Además, la forma que tiene es convexa,
por lo que facilita el escurrimiento superficial. Ambos
Fig. 1.
atributos impiden que el agua se estanque, evitando la Esquema del patrón espacial de inundaciones en el Chaco Húmedo.
saturación hídrica de los suelos, una situación común Puede observarse que los albardones quedan exentos del anegamiento. Los
bosques de albardones se benefician doblemente: pueden disponer del agua del
en el Chaco Húmedo. La presencia de un relieve posi- río en la época seca, y se mantienen fuera del alcance de las inundaciones en la
tivo de alta energía como es el albardón compensa esa época lluviosa.
limitante, lo que permite la instalación de especies le-
ñosas que no pueden prosperar en las áreas inundables
(Figura 1). A su vez, las especies que se instalan en el
albardón se favorecen en la época seca por un aporte
extra de agua subsuperficial, que se origina por la cer-
canía al río. Esto explica la instalación de bosques
ribereños, (también llamados selvas marginales, bosques
ciliares, bosques en galería o bosques de albardón), so-
bre las márgenes de los ríos.
Placci (1995), a su vez, subdivide a los bosques
ribereños en Bosque de Inundación, Bosque de Albardón
Alto, Bosque de Albardón Bajo y Bosque Transicional

Fig. 2.
Foto aérea con detalle de los
ambientes de una porción de la
Estancia Guaycolec, Formosa.
BI: Bosque de Inundación,
Bab: Bosque de Albardón bajo,
Baa: Bosque de Albardón,
BTAB: Bosque Transicional Austro-Brasileño.
Gentileza Dr. Guillermo Placci.

2005 TEMAS DE NATURALEZA Y CONSERVACIÓN - MONOGRAFÍA DE AVES ARGENTINAS Nº 4


EL RIACHO MBIGUÁ Y EL MODELADO FLUVIAL 35

Paranaense. Es importante destacar que este proceso Dinámica sucesional en bosques de albardones
de transporte de propágulos es continuo, pero cuan-
do los mismos llegan a ambientes con prolongada sa- Un río alóctono puede mantener activo su cauce
turación hídrica no prosperan, mientras que al llegar durante siglos, pero el abandono del mismo o migra-
a los albardones consiguen instalarse y sobrevivir. ción puede ocurrir en poco tiempo: algunos días, si es
provocado por la formación de un tapón (en cuyo caso
Fragmentación de albardones se mantiene intacto el cauce), o pocos años, si es pro-
vocado por la colmatación del cauce por arenas flu-
La fragmentación de albardones puede producirse por viales. En la escala de tiempo evolutiva de una comu-
la dinámica natural de los ríos de llanura: desplazamien- nidad arbórea, cualquiera de las dos situaciones resul-
tos del río dentro de su planicie de inundación (Figura ta prácticamente instantánea. Estos procesos dispa-
3). En su ángulo vivo o activo, el río avanza progresiva- ran importantes procesos sucesionales en las comuni-
mente hasta que comienza a erosionar el albardón. La dades boscosas:
repetición del proceso en otros sectores, terminará por
cortar el albardón en distintos fragmentos. - Donde se produjo el taponamiento que desvió las
Otra forma de fragmentación parte del hecho de aguas se encontrará un cauce seco, pero se man-
que todo relieve positivo, desde el mismo momento tendrá la estructura de una poderosa selva en gale-
en que se forma, está sujeto a condiciones de ría caracterizada por tener una relativa continui-
intemperismo (erosión geológica) por más que esté dad, alta diversidad y dominio de especies de linaje
protegido por la vegetación. La salida natural de una amazónico;
microcuenca, o los sitios de paso de animales silves- - Por otro lado, suponiendo que la migración haya
tres, (más notables con los vacunos) progresivamente provocado la reactivación de un antiguo cauce, éste
irán formando pequeños surcos y cárcavas que cana- presentaría la novedad de estar ocupado por el agua
lizarán el escurrimiento del agua. Este proceso, a lo del río desviado, pero mantendría sobre los
largo del tiempo, terminará por fragmentar el albardón. paleoalbardones el mismo bosque xeromorfo, de
Un grado avanzado de fragmentación origina isletas menor altura y diversidad que las selvas en galería
de bosques cuya distribución espacial presenta una y con mayor proporción de especies chaqueñas.
alineación que indica claramente la existencia de una
acción fluvial antigua, hoy totalmente desarticulada. Ambos bosques estarían en desequilibrio con las
Las isletas conservan parches más o menos empobre- nuevas condiciones hidrológicas (Adámoli et al. 1990).
cidos del bosque ribereño en el centro, rodeados por En el caso del río que quedó seco por el taponamien-
cinturones de bosques chaqueños y un halo externo to, la selva en galería habría perdido el aporte adicio-
de arbustales. nal de agua que le daba sustento, por lo que comenza-

Fig. 3.
Esquema de la fragmentación
progresiva de los albardones
por migración de los ríos.
a) El río comienza a definir su planicie
de inundación. b) Los sucesivos
movimientos del río expanden la
planicie de inundación a expensas de
los albardones. c) Nuevos
desplazamientos del río generan
amplios meandros que fragmentan el
albardón. d) El río con menor caudal
reexcava sus sedimentos. Queda el
albardón fragmentado y restos de los
meandros.

TEMAS DE NATURALEZA Y CONSERVACIÓN - MONOGRAFÍA DE AVES ARGENTINAS Nº 4 2005


36 HISTORIA NATURAL Y PAISAJE DE LA RESERVA EL BAGUAL

Fig. 4.
Dinámica de bosques ribereños.
a)Condición de máxima estabilidad.
b)Condición de máxima inestabilidad (escala de
tiempo, días).
c) Patrón sucesional (escala de tiempo, siglos).
d) Dirección y sentido de los procesos globales en
el modelo general.

ría un proceso sucesional hacia una forma de bosque dispersante), favorecen la escorrentía superficial. La
seco, más de acuerdo con las características del clima densa vegetación provoca la intercepción del agua de
regional (Figura 4). En el caso del paleocurso lluvia, lo que disminuye sensiblemente el poder erosivo
reactivado, el bosque seco de los paleoalbardones evo- de las lluvias y con ello las posibilidades de recolec-
lucionaría gradualmente hacia una selva en galería, ción de sedimentos, por lo que comúnmente son cur-
acorde con la nueva condición hídrica dada por la sos de aguas limpias (si no hay perturbaciones
presencia del río que le genera un aporte adicional de antrópicas).
agua (Adámoli et al. 1980). En general, el flujo del agua de los ríos autóctonos
es discontinúo, condicionado por la ocurrencia de llu-
Ríos Autóctonos vias de cierta magnitud. En estos casos, las aguas pue-
den escurrir con un movimiento mantiforme sobre un
En el Chaco Semiárido, las escasas precipitaciones fondo vegetado, dando lugar a los ambientes local-
(500-700 mm frente a valores de evapotranspiración mente llamados «cañadas» o «bañados», o canalizarse
de 1.400 mm) rara vez permiten generar excedentes en un lecho fluvial de escaso desarrollo. Estos ambien-
hídricos que puedan escurrir superficialmente. El agua tes coexisten con lagunas y esteros de aguas perma-
que cae, en general, no alcanza volúmenes suficientes nentes, siendo estos últimos caracterizados por una
como para excavar un lecho y formar cursos, por lo serie de comunidades arraigadas o flotantes, dispues-
que se insume generando condiciones arreicas. En al- tas periféricamente en un gradiente de inundación
gunos sitios el agua llega a escurrir superficialmente, creciente, que suele culminar con un centro de aguas
pero finalmente es depositada en depresiones locales libres (Ver Cuadro 1).
dando lugar a ambientes endorreicos. De hecho, en el Durante episodios de grandes lluvias, el agua se pone
Chaco Semiárido no llegan a configurarse cuencas en movimiento interconectando estos ambientes. La
locales, por las características del clima y de los sue- propia energía del agua, muchas veces potenciada por
los: llueve poco y la textura predominante es arenosa la proximidad de un colector, suele favorecer la exca-
o limosa. vación de un cauce por el que fluyen las aguas. Sin
Los ríos autóctonos, predominantes en el Chaco embargo, aunque estos cursos autóctonos se inunden
Húmedo, son la contracara de los alóctonos (Tabla y desborden con frecuencia, el escaso contenido de
1), ya que sus aguas provienen de las lluvias caídas en sedimentos hace que normalmente no puedan desa-
la misma región. Las lluvias de 1.000 a 1.300 mm con rrollar los poderosos diques marginales (albardones)
concentración estival generan excedentes hídricos que típicos de los ríos alóctonos.
fluyen siguiendo la dirección regional de la pendiente Una característica diferencial de los ríos autóctonos
(WNW-ESE). Los suelos de textura muy fina, muchos en relación con los alóctonos, es la marcada estabili-
de ellos con alto contenido de sodio (de alto poder dad espacial que presentan, ya que por tratarse de

2005 TEMAS DE NATURALEZA Y CONSERVACIÓN - MONOGRAFÍA DE AVES ARGENTINAS Nº 4


EL RIACHO MBIGUÁ Y EL MODELADO FLUVIAL 37

Tabla. 1
CARACTERÍSTICAS RÍOS ALÓCTONOS RÍOS AUTÓCTONOS Carcaterísticas
esenciales de los
Cuenca de captación 20.000 a 50.000 km2 100-500 km2 ríos alóctonos y
Caudal medio Alto 200-400 m3/ s Bajo 5-25 m3/ s autóctonos
Carga sedimentaria Muy alta Muy baja
Estabilidad de cauce Inestables Muy estables
Extensión (línea recta) 500 – 800 km 10 – 50 km
Geoformas Construyen abanicos aluviales No construyen abanicos aluviales
Forman fuertes albardones Albardones pequeños o inexistentes

Bosque ribereños Diversas comunidades, las Pocas comunidades, en la barranca


principales sobre albardones interna del lecho y en los bordes

Riqueza florística Muy alta en bosques densos Baja a muy baja


sobre albardones de cursos
activos. Alta en paleolabardones

cuencas de pequeñas dimensiones y con contenidos mí- lismo con los cambios que presentan el Río Teuco pri-
nimos de sedimentos, no existen condiciones para la mero y el Bermejo después, lo que parece indicar que
migración de los cauces porque no se registran procesos ambos ríos sufren efectos similares provocados por las
de colmatación ni formación de tapones, ambos fenó- fallas geológicas presentes en el área. Estos cambios
menos típicos de los ríos alóctonos. Esto, desde el punto de dirección favorecen la formación de ramificacio-
de vista de la dinámica morfogenética, es esencial. nes o desprendimientos laterales que forman los bra-
Estos pequeños cursos, una vez que excavaron un zos secundarios del abanico aluvial del Bermejo.
cauce definido, permiten la instalación de delgados Estas ramificaciones o desprendimientos laterales
bosques en galería o bosques riparios de inundación, permanecieron funcionales durante un tiempo sufi-
que ocupan las márgenes por debajo del nivel de la ciente como para labrar un cauce y formar albardones,
llanura circundante. Esta posición se explica porque pero finalmente quedaron abandonados. Ejemplos de
durante los períodos de aguas bajas el área de influen- estas ramificaciones en las proximidades del área con-
cia del cauce genera una zona de drenaje que mejora siderada son los riachos Zapirán, Cangüí Grande y
las condiciones de oxigenación, lo que favorece la ins- Cangüí Chico, en la provincia de Chaco, y el Riacho
talación de leñosas. Pero estos bosques tienen poco Lindo, en Formosa. En las cercanías de Colonia
desarrollo lateral (limitado al área drenada) y muy baja Villafañe se desprende por la margen derecha del
riqueza, porque sólo pocas especies pueden tolerar esas riacho Salado una ramificación de rumbo W-E que da
condiciones críticas de asfixia radicular temporaria, origen al Riacho Lindo. Este riacho pasa por el ángu-
ya que cada lluvia de regular intensidad los deja par- lo NE de la Estancia El Bagual, muy cerca de la ruta
cialmente inundados durante períodos de 2-3 meses. provincial 1, tras lo que toma rumbo NW-SE hasta
desembocar en el río Paraguay con el nombre de
Riacho Ramírez.
LA REB EN EL CONTEXTO FLUVIAL El Riacho Lindo, por su parte, tiene otro desprendi-
DEL CHACO HÚMEDO miento lateral por la margen derecha que da origen al
Riacho Mbiguá, que pasa dentro de la REB. Por el ca-
Con base en lo observado en el campo y en las imá- rácter episódico que tienen estos procesos
genes satelitales, es posible hacer un análisis que per- geomorfológicos, las ramificaciones no tienen una con-
mite llegar a las siguientes conclusiones: tinuidad espacial importante. Por eso, los bosques que
caracterizan a sus albardones se presentan como isletas.
1) Los albardones de la REB no fueron formados Sin embargo, es importante destacar que estas isletas
por el Riacho Mbiguá en general -y las de la REB en particular- presentan un
marcado alineamiento, propio del modelado fluvial.
El abanico aluvial del Río Bermejo está compuesto Con respecto a los cauces de estas ramificaciones,
por varios brazos principales, entre ellos el Río de Oro lo común a todos es que estén totalmente desconec-
en la provincia de Chaco y el Río Dobagán y el Riacho tados de la red fluvial y parcialmente cubiertos por
Salado en Formosa. Este último presenta bruscos cam- sedimentos. En las partes más profundas suelen for-
bios de dirección, que mantienen un marcado parale- marse esteros o pequeñas lagunas, y en época de llu-

TEMAS DE NATURALEZA Y CONSERVACIÓN - MONOGRAFÍA DE AVES ARGENTINAS Nº 4 2005


38 HISTORIA NATURAL Y PAISAJE DE LA RESERVA EL BAGUAL

vias las aguas escurren interconectando a los esteros toriamente ensanchado, en un proceso semejante al
con cañadas y riachos. Este escurrimiento se facilita, ilustrado en la figura 3. Como fue explicado, estos
en parte por la presencia de los restos de los cauces y desplazamientos favorecen el fraccionamiento de los
en parte por la contención lateral de los albardones, albardones y la formación de isletas.
lo que refuerza la direccionalidad. Es decir que las llu- En el interfluvio entre el Riacho Mbiguá y el Riacho
vias locales forman cursos autóctonos que fluyen uti- Lindo hay un área de escurrimiento mantiforme, lla-
lizando restos de una estructura de ríos alóctonos. mada Cancha Bolivia. El término Cancha es utilizado
Esto es exactamente lo que pasa en la REB: las aguas en Formosa para designar a las grandes cañadas (ver
del Riacho Mbiguá no provienen del Río Bermejo, sino Cuadro 1). El nombre de Cancha Bolivia se originó
de una pequeña cuenca que se origina prácticamente durante la guerra del Chaco (1932-1935) entre Para-
en el mismo punto en el que se formó la última rami- guay y Bolivia, ya que la zona era utilizaba como un
ficación y que aprovechó los restos del antiguo cauce. inmenso potrero para el pastaje de grandes arreos de
Por ser una cuenca tan pequeña, el Mbiguá no puede ganado vacuno destinado a abastecer a los ejércitos
acumular suficiente agua como para generar impor- en guerra. Por comentarios de antiguos pobladores, la
tantes crecidas. Por ejemplo, durante el evento de El Cancha Bolivia era utilizada como corredor de arreos
Niño de 1998, las aguas del Mbiguá apenas si supera- destinados a Bolivia (A. Di Giacomo, in litt.).
ron en 15 cm al nivel de la pasarela de la REB (A. Di Al sur del Mbiguá, en el espacio entre éste y la por-
Giacomo, com. pers., Foto 1). ción terminal del río Bermejo, hay una depresión
Por formarse en un ambiente con densa cobertura mucho más grande denominada Cancha del Bellaco,
vegetal y relieve plano, la carga sedimentaria del cuyas aguas provienen no sólo de las lluvias locales
Mbiguá es ínfima, por lo que no podría haber formado sino también de un área de desbordes del Bermejo lo-
albardones importantes como los que lo flanquean. Si calizada al este de la localidad de El Colorado. Esos
bien no tienen suficientes sedimentos como para for- desbordes forman el Riacho Alazán y en parte son
mar albardones, las aguas del Mbiguá pueden erosio- canalizados por un pequeño curso llamado Cañada
nar sus márgenes. De hecho, el cauce original fue no- Pozo de la Suerte hacia la Cancha del Bellaco. Las

Foto 1. Pasarela sobre el riacho Mbiguá, en de la REB. El Mbiguá es un curso autóctono de escurrimiento mantiforme (no tiene cauce
mineral). Detrás, el bosque de albardón formado por una ramificación terminal del abanico aluvial del río Bermejo. Foto: Andrés Bosso

2005 TEMAS DE NATURALEZA Y CONSERVACIÓN - MONOGRAFÍA DE AVES ARGENTINAS Nº 4


EL RIACHO MBIGUÁ Y EL MODELADO FLUVIAL 39

aguas del Riacho Mbiguá finalmente confluyen con BIBLIOGRAFÍA CITADA


las de la Cancha Bolivia y con las de la Cancha del
Bellaco, formando un cauce definido, a través del cual ADÁMOLI, J., NEUNANN, R., RATIER DE COLINA,
desembocan en el río Paraguay un poco al sur de la A. Y J. MORELLO. 1972. El Chaco aluvional salteño.
isla Payaguá. Revista de Investigación Agropecuaria, INTA, Ser. 3 IX:
165-237.
2) La REB conserva ambientes altamente ADÁMOLI, J., SENNHAUSER, E., ACERO, J. Y A.
RESCIA. 1990. Vegetation dynamics in the dry Chaco
representativos del Chaco Húmedo
region of Argentina. Journal of Biogeography 17: 491 500.
INTA. 1982. Regionalización ecológica de la República
Los extraordinarios resultados obtenidos por la aso- Argentina. Publicación Nº 173, 109 pp.
ciación de esfuerzos entre los propietarios de la Es- MORELLO, J. H. Y J. ADÁMOLI. 1968. Las grandes uni-
tancia El Bagual y los directivos y el equipo de Aves dades de vegetación y ambiente del Chaco argentino.
Argentinas/ AOP tienen un claro reconocimiento a Primera parte: Objetivos y metodología. Serie
escala nacional e internacional que exime de mayores fitogeográfica Nº 10, INTA, Buenos Aires, 125 pp.
comentarios. El modelo de reserva privada puede ser MORELLO, J. H. Y J. ADÁMOLI. 1973. Subregiones
una herramienta importante para impulsar la creación ecológicas de la provincia del Chaco. Ecología 1: 29-33.
de nuevas unidades de conservación en ambientes tan MORELLO, J. H. Y J. ADÁMOLI. 1974. Las grandes uni-
dades de vegetación y ambiente del Chaco argentino.
relevantes como las selvas del río de Oro en Chaco y
Segunda parte: Vegetación y ambientes de la provincia
del Riacho Salado en Formosa. del Chaco. Serie fitogeográfica Nº 13, INTA, Buenos
Sin duda esta obra permitirá a los lectores compren- Aires, 131 pp.
der cabalmente la relevancia de esta área protegida NEIFF, J. J. 1986. Sinopsis Ecológica y Estado Actual del
en términos de su valor para la conservación de la Chaco Oriental. Ambiente Subtropical 1: 5-35.
biodiversidad. Sólo nos cabe destacar la importancia OEA, 1977. Cuenca del Plata: Estudio para su planifica-
que tiene la REB, en relación con su alta ción y desarrollo: República Argentina, II- Cuenca in-
representatividad de las unidades de paisaje más ex- ferior del río Bermejo, Programa para su desarrollo.
tendidas del Chaco Húmedo, como son las áreas de Washington: OEA. Volúmenes 1 y 2., 38 pp.
PLACCI, L. G. 1995. Estructura y funcionamiento
pajonales, cañadas, canchas e isletas forestales. En este
fenológico en relación a un gradiente hídrico en bos-
sentido, la REB adquiere particular relevancia en el ques del este de Formosa. Tesis Doctoral, Universidad
corredor de áreas protegidas de nivel nacional (Par- Nacional de La Plata, Buenos Aires.
que Nacional Chaco, Parque Nacional Río Pilcomayo
y Reserva Natural Estricta Colonia Benítez), provin-
cial (Parque Provincial Pampa del Indio y Reserva
Guaycolec) e internacional (Reserva de Biosfera La-
guna Oca del río Paraguay).

AGRADECIMIENTOS
CITACIÓN SUGERIDA DEL CAPÍTULO
A Alejandro G. Di Giacomo y Andrés Bosso de Aves Herrera, P., J. Adámoli, S. Torrela y R. Ginzburg. 2005. El Riacho
Mbiguá en el contexto del modelado fluvial de la región chaqueña.
Argentinas/AOP. Al Dr. Jorge Morello por la revisión Pp. 27-39 en Di Giacomo, A. G. y S. F. Krapovickas eds. (2005).
de este texto y por sus enriquecedores comentarios. Historia natural y paisaje de la Reserva El Bagual, Formosa,
Al Instituto Geográfico Militar por la autorización para Argentina. Inventario de la fauna de vertebrados y de la flora
la reproducción de fragmentos de carta-imágenes. A vascular de un área del Chaco Húmedo. Temas de Naturaleza y
Conservación 4:1-592. Aves Argentinas / Asociación Ornitológica
los Dr. Héctor L. Rosenman y Luis G. Placci por la del Plata, Buenos Aires.
cesión de material aerofotográfico.

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40 MAPA DE LA ESTANCIA Y LA RESERVA EL BAGUAL

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LÁMINA 1 - IMÁGENES SATELITALES 41

Fragmento de la carta imagen 1:250.000 «General José de San Martín» (Publicada con autorización del IGM).
La Estancia El Bagual se encuentra en el centro, al oeste de San Francisco de Laishi, sobre la Ruta Provincial 1. Las unidades de paisaje vinculadas con
el abanico aluvial del Río Bermejo, tienen un alineamiento NE-SW. El Río Bermejo aparece con tono celeste en el ángulo SW. Los bosques aparecen con
tonos verde oscuros: las formas alargadas y continuas, son bosques de albardones.

Imagen del Satélite NOAA, mayo de


1998, durante el pico de inundaciones
por el evento de El Niño.
Las áreas inundadas aparecen en azul y celes-
te. En el norte, las unidades de paisaje de la
subregión de Esteros, Cañadas y Selvas de Ri-
bera tienen un alineamiento NE-SW (modelo
distributivo). En el sur, los Bajos
Submeridionales presentan una orientación N-
S (modelo concentrador).

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42 LÁMINA 2 - IMÁGENES SATELITALES

Fragmento de la carta imagen 1:250.000 «General José de San Martín» (Publicada con autorización del IGM).
El Río Bermejo, con tono celeste, cruza en diagonal de NW a SE, con notables cambios de dirección, (W-E y N-S) que reflejan fallamiento del sustrato.
Las formas continuas verde oscuras son bosques de albardones. El Río de Oro, que es un antiguo cauce del Bermejo, «nace» junto a la localidad de
Presidencia Roca.

Fragmento de la carta imagen 1:250.000 «Monte Quemado» (Publicada con autorización del IGM).
En el cruce de caminos está Fuerte Esperanza, en pleno «Impenetrable». Los bosques, en tonos verdes, no son más espinosos ni más densos que
otros bosques del Chaco Seco. La zona recibió el nombre porque no es alcanzada por las «vías de penetración» formadas por los paleocauces
colmatados, que aparecen con tonos amarillentos en el sur de la imagen. Los puntos claros son puestos ganaderos.

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LÁMINA 3 - UNIDADES AMBIENTALES 43

UNIDADES AMBIENTALES
RESERVA EL BAGUAL

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44 LÁMINA 4 - VEGETACIÓN

Bosque ribereño Foto: Alejandro G. Di Giacomo

Lapacho rosado (Tabebuia heptaphylla) Foto: A. G. Di Giacomo Interior del bosque ribereño Foto: Alejandro G. Di Giacomo

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LÁMINA 5 - VEGETACIÓN 45

Urundayzal Foto: Alejandro G. Di Giacomo

Urunday (Astronium balansae) Foto: Alejandro G. Di Giacomo Sotobosque del urundayzal Foto: Alejandro G. Di Giacomo

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46 LÁMINA 6 - VEGETACIÓN

Monte fuerte o quebrachal Foto: Alejandro G. Di Giacomo

Cardo gancho (Bromelia serra) Foto: Alejandro G. Di Giacomo Suelo del monte fuerte o quebrachal Foto: Alejandro G. Di Giacomo

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LÁMINA 7 - VEGETACIÓN 47

Blanquizal Foto: Alejandro G. Di Giacomo

Blanquizal Foto: Alejandro G. Di Giacomo Suelo del blanquizal Foto: Alejandro G. Di Giacomo

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48 LÁMINA 8 - VEGETACIÓN

Chilcal con urunday Foto: Alejandro G. Di Giacomo

Chilcal con urunday Foto: Alejandro G. Di Giacomo

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LÁMINA 9 - VEGETACIÓN 49

Campo alto de paja colorada Foto: Alejandro G. Di Giacomo

Paja colorada (Andropogon lateralis) Foto: Alejandro G. Di Giacomo Rebrote post-incendio en campo alto de paja colorada Foto: A.D.G

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50 LÁMINA 10 - VEGETACIÓN

Chajapé (Imperata brasiliensis) en estado vegetativo en campo alto de espartillo y chajapé Foto: Alejandro G. Di Giacomo

Rebrote post-incendio de chajapé (Imperata brasiliensis) Foto: A.D.G Rebrote post-incendio en campo alto de espartillo y chajapé Foto: A.D.G

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LÁMINA 11 - VEGETACIÓN 51

Bañado con paja boba (Paspalum intermedium) Foto: Alejandro G. Di Giacomo

Bañado con paja amarilla (Sorghastrum setosum) Foto: Alejandro G. Di Giacomo

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52 LÁMINA 12 - VEGETACIÓN

Bañado en invierno Foto: Alejandro G. Di Giacomo

Bañado en verano Foto: Alejandro G. Di Giacomo

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LÁMINA 13 - VEGETACIÓN 53

Sabana de ñandubay Foto: Alejandro Di Giacomo

Sabana ecotonal Foto: Alejandro Di Giacomo

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54 LÁMINA 14 - VEGETACIÓN

Huajó (Thalia geniculata) en el interior del estero Foto: Alejandro G. Di Giacomo

Amapola del agua (Hydrocleys nymphoides) en flor Foto: A.D.G Orilla de represa con camalote (Pontederia cordata) en flor Foto: A.D.G

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LÁMINA 15 - VEGETACIÓN 55

Frutos de Paullinia pinnata Foto: Alejandro G. Di Giacomo Flores de dama de monte (Arrabidaea corallina) Foto: A. G. Di Giacomo

Flor de Cienfuegosia drummondii Foto: Alejandro G. Di Giacomo Camalotes (Eichhornia crassipes) en flor Foto: A.G. Di Giacomo

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56 LÁMINA 16 - VEGETACIÓN

Quebracho colorado chaqueño (Schinopsis balansae) Foto: A.D.G Quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco Foto: A.D.G

Ceibo chaqueño (Erythrina dominguezii) en flor Foto: A.Di Giacomo Lapacho amarillo o Paratodo (Tabebuia aurea) Foto: A.D.Giacomo

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