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ASPECTOS GENERALES SOBRE LA AMAZONÍA DE COLOMBIA General aspects

on the Colombian Amazonian region

Chapter · October 2018

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2 authors:

Jesus ORLANDO Rangel Jhon Infante-Betancour

National University of Colombia Proforest
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 Rangel-Ch. & Infante-Betancour
ASPECTOS GENERALES SOBRE LA AMAZONÍA DE
COLOMBIA
General aspects on the Colombian Amazonian region

J. Orlando Rangel-Ch.1 & Jhon Infante-Betancour2

1
Instituto de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Colombia, Apartado 7495. Bogotá, D.C., Colombia.
jorangelc@gmail.com
2
Posgrado en Biología, Instituto de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá D. C., Colom-
bia. YOLUKA ONG. Fundación de Investigación en Biodiversidad y Conservación. jhon.infante@yoluka.org.co

RESUMEN Leticia (Apto. Vásquez Cobo) situada en el

Se reseñan características generales sobre la
geología, los suelos, el clima, la vegetación
y la historia paleoecológica de ambientes de
la llanura de inundación en la Amazonía co-
lombiana, que cubre 403.348 km2 y se loca-
liza entre 4º05’ latitud N y 4º10’ latitud Sur y
entre 76º26’ y 66º50’ de longitud Oeste. En
las extensas planicies, se entremezclan los
afloramientos y restos del escudo Guayanés,
representado por cerros y serranías como
Naquén, La Lindosa, Taraira y Chiribiquete,
en donde se presentan las elevaciones ma-
yores (1000 m). En la zona sur del trapecio
amazónico las unidades estratigráficas cu-
bren el Terciario conformado por la Forma-
ción Pebas o Solimões del Mioceno tardío y
por la Formación Jericó del Plioceno tardío-
Pleistoceno. El Cuaternario está constituido
por la Formación Içá del Pleistoceno y uni-
dades de la planicie aluvial como la terraza
de Leticia. En los suelos del plano inundable,
predominan los Entisoles y esporádicamen-
te se presentan Histosoles. En las terrazas
bajas se encuentran Ultisoles, Inceptisoles
y Entisoles y en la llanura aluvial Inceptiso-
les. En las serranías, cerros y mesetas resi-
duales de las formaciones guayanesas, hay
Entisoles (Udorthents). El monto anual de
lluvia varía entre 2404 mm en San José del
Guaviare hasta 4277 mm en el piedemonte
de Mocoa (Putumayo) y el régimen de dis-
tribución inicial que domina es unimodal-
biestacional. Hay una diferencia tajante en el
comportamiento que muestra la estación de
hemisferio Sur, con una época de deficien-
cia de lluvia entre mayo y septiembre. Los
tipos de clima según Thornthwaite son del
tipo ARA’ súper húmedo sin deficiencia de
agua y megatermal y B3RA’ húmedo con
poca deficiencia de agua, megatermal como
en San José del Guaviare. La franja más hú-
meda se localiza entre 01º07’N y 01º58’N
con montos anuales promedio entre 2972 y
4277 mm. Los variados tipos de vegetación
responden a las series ecológicas acuáticas y
pantanosas, a las de la llanura de inundación
permanente o temporal y a las de los ambien-
tes de tierra firme donde se incluyen a las co-
munidades que se establecen en las terrazas
(bajas, medias y altas) y a la vegetación de
las serranías o formaciones de roca dura del
escudo Guayanés. Las variaciones del clima,
especialmente la precipitación y los caudales
de los ríos han producido cambios en los ti-
pos de vegetación, que incluyen sustitución
de vegetación acuática y de pantano por ve-
getación por ambientes inundables y de estos
por vegetación de tierra firme. En los últimos
12000 años se han detectado varios periodos
húmedos, que significan extensión de series
hídricas con mayor cubrimiento de la vegeta-
ción acuática, de pantano, llanura de inunda-
ción y periodos secos que se asocian con ma-
yor extensión de los bosques de tierra firme.
Palabras clave. Amazonía de Colom-
bia, geología, tipos de vegetación, clima,
paleoecología.

1
Aspectos generales sobre la Amazonía
ABSTRACT
General characteristics of the geology, soils,
climate, vegetation and the paleoecological
history of the floodplain environments in the
Colombian Amazon region are presented.
The natural region cover 403,348 km2 and
it is located between 4º05 ‘N latitude and
4º10’ South latitude and between 76º26 ‘and
66º50’ of West longitude. In addition to the
extensive plains, the outcrops and remains
of the Guyanese shield are interspersed.
They are represented by mountains such
as Naquén, La Lindosa, Taraira and
Chiribiquete, where the highest elevations
(1000 m) are reached. The stratigraphic units
at the Amazonian trapezium are the Tertiary
formed by the Pebas or Solimões Formation
of the late Miocene and by the Jericho
Formation of the late Pliocene-Pleistocene.
The Quaternary is constituted by the Içá
Formation of the Pleistocene and other units
of the Quaternary alluvial plain (terrace of
Leticia). In the soils of the floodplain the
Entisols predominate and Histosols are
sporadically present. On the lower terraces
are Ultisols; Inceptisols and Entisols. On
the alluvial plain are Inceptisols. In the
mountainous areas, hills and plateaus of the
Guianian formations there are Troporthents.
The annual amount of rainfall varies between
2404 mm in San José del Guaviare to 4277
mm in the foot-hill of Mocoa (Putumayo).
The distribution regime that dominates is
unimodal-biestacional. There is a difference
in behavior shown by the station of Leticia
(Apt. Vásquez Cobo) located in the Southern
Hemisphere, with a rainy season between
May and September. The types of climate
according to Thornthwaite approach are
ARA’ type super humid without deficiency
of water and megatermal that predominates
in the stations and B3RA’ humid with little
water deficiency and megatermal as in San
José del Guaviare. The wettest fringed is
located between 01º07’N and 01º58’N with
annual amounts between 2972 ​​and 4277
mm. The varied types of vegetation respond
2
to the aquatic and swamps ecological
series towards the permanent or temporary
flood lands and those of the mainland
environments. The last include the plant
communities established in the terraces,
low and medium, and the vegetation of the
mountainous areas or hard rock formations
of the Guianan shield. Climate variations,
especially precipitation and river flows,
have produced changes in vegetation types,
which include the substitution of aquatic and
marsh vegetation for vegetation by floodable
environments, and of these for the vegetation
of the mainland (“mainland”). In the last
12,000 years, several wet periods have been
differentiated which means the extension
of the hydric series (aquatic vegetation,
marsh, floodplain) and dry periods that are
associated with greater extension of the
forests of the mainland.
Keywords: Colombian Amazon, geology,
vegetation types, climate, paleoecology.
INTRODUCCIÓN
La Amazonía es el área de bosque húmedo
tropical con mayor extensión en el mundo
(Sioli, 1984). En sentido amplio, se extiende
sobre una matriz geológica muy diversa que
incluye a los escudos Guayanés y Brasileño,
porciones del piedemonte de los Andes y a
una vasta área de inundación y de terrazas,
cuyo origen geológico se remonta al Terciario
(Hoorn & Wesselingh, 2010).
En Colombia, la región cubre 468 253.5
km2; se localiza entre 4º05’ latitud N y
4º10’ latitud Sur y entre 76º26’ y 66º50’
de longitud Oeste. En la vasta planicie, se
entremezclan los afloramientos y restos del
escudo Guayanés, representado por cerros y
serranías como Naquén, La Lindosa, Taraira
y Chiribiquete, en donde se presentan las
elevaciones mayores (1000 m). En este
capítulo se presenta una síntesis sobre
las condiciones del terreno y del medio

físico (geología, suelos), así como sobre el
componente vegetal (vegetación, flora) y
los cambios en la vegetación y en el clima
(historia paleoecológica) de ambientes de
la llanura de inundación durante los últimos
150 años (local y regional).
Geología
Sobre la geología y la geomorfología se
cuenta con variadas contribuciones de carác-
ter local y regional (Galvis et al., 1979; Bote-
ro, 1980), hasta las globales de Kroonenberg
& Roever (2010) y otras recientes incluidas
en Hoorn & Wesselinh (2010).
Durante el Terciario, se presentaron los cam-
bios más fuertes en la Amazonía Occidental,
que originaron la configuración actual de
la cuenca. Estos cambios fueron producto
de un aumento en la actividad tectónica de
la placa de Nazca que dió como resultado
la formación la cordillera Occidental en el
Eoceno medio y el posterior levantamiento
de la cordillera Oriental en el Mioceno tar-
dío, con lo cual se creó una barrera definitiva
que separó las cuencas del Magdalena y del
Amazonas (Herrera, 1999). El evento provo-
có una intensa sedimentación hacia las cuen-
cas del Caquetá y Amazonas, especialmente
en el Oligoceno y en el Pleistoceno cuando
se presentaron los mayores pulsos tectónicos
de la cordillera Oriental (Hoorn et al., 1995).
El levantamiento de la cordillera Oriental
bloqueó el sistema fluvial y generó un cam-
bio en la línea de costa con una extensa área
de pantanos y áreas mal drenadas, las cuales
cubrieron toda la Amazonía. En estos lugares
se depositó la formación Pebas. La extensa
área de pantanos fue regida parcialmente por
un dominio salobre (influencia del ambiente
marino), por lo cual resultaron sedimentos
de sal y yeso en la parte Sur de la cuenca.
Después de un largo periodo de colmatación,
la inmensa cuenca constituida hasta enton-
ces, logró drenar hacia el Oriente, es decir en
la misma dirección que fluyen actualmente
Rangel-Ch. & Infante-Betancour
los principales ríos de la región y se generó
su conformación actual (Herrera, 1999).
Las contribuciones detalladas de Jaramillo
et al. (2011, 2013) se toman como
referencia básica para delinear la síntesis
sobre la estratigrafía y geología del área
del trapecio amazónico de Colombia. Las
unidades estratigráficas que se reconocen
en el territorio (Figura 1), desde la más
antigua hasta la más joven, son el Terciario
conformado por la Formación Pebas o
Solimões (Tp) del Mioceno tardío y por la
Formación Jericó (Qj) del Plioceno tardío-
Pleistoceno. El Cuaternario está constituido
por la Formación Içá del Pleistoceno (Qi)
y otras unidades de la planicie aluvial
cuaternaria como la terraza de Leticia. La
formación Solimões (Tp) en la zona, aflora
en la margen Noreste del río Amazonas entre
Santa Sofía y Puerto Nariño; afloramientos
menores se observan en el trayecto terrestre
Leticia-Tarapacá a partir del km 23 y en los
caminos y quebradas que drenan las colinas
formadas por esta unidad. La columna
estratigráfica de aproximadamente 100 m
corresponde al máximo relieve entre las
orillas del río Amazonas y las cimas de las
colinas más altas, que se encuentran en las
cabeceras del río Amacayacu. Es bastante
probable que las Formaciones Jericó e Içá,
ambas con morfología colinada estén al
interior de una amplia faja excavada sobre
las colinas de la Formación Pebas/Solimões
por el curso actual del río Amazonas. Parte
de los paisajes de colinas pueden asimilarse
a remanentes de penillanuras labradas sobre
los sedimentos terciarios, mientras que los
restantes son complejos de las colinas de
diferentes morfometrías, disección y edades.
La generación de colinas de los terrenos
terciarios de la Formación Solimões (Figura
1) en el trapecio amazónico colombiano, ha
sido reconocido como un rasgo dominante
(Galvis et al., 1979; Díaz, 1980), pero no
necesariamente significa que las colinas
sean de la misma edad y tengan igual origen
3
Aspectos generales sobre la Amazonía
que las planicies. Hay dos remanentes bien
definidos, la penillanura del Pureté (Pp) sobre
el Solimões, la más antigua –por encima de la
cota 150 m– con un notable frente de erosión
en el borde externo. El otro remanente de
penillanura es denominado Cabimas (Pc)
debido a que se halla en las cabeceras de este
afluente del río Amacayacu. Está limitada
por dos frentes de erosión y forma un escalón
con colinas por debajo de la penillanura del
Pureté, alrededor de la cota de 130 m. La
diferencia en edad y en la génesis de estos
sistemas colinados tiene serias implicaciones
para el establecimiento y la persistencia de
la biodiversidad a través del tiempo, ya que
el asentamiento de la biota no puede ser más
antiguo que el paisaje subyacente.
La Formación Jericó se localiza en la Ama-
zonía Occidental en una franja de dirección
Suroeste-Noreste (40-50° grados), con una
extensión longitudinal de aproximadamen-
te 60 km y un ancho que puede variar en el
Sur hasta 12 km y en el norte hasta 24 km.
Esta faja de sedimentos no consolidados, se
sitúa entre las formaciones Solimões e Içá.
La Formación comprende un conjunto de se-
dimentos con niveles de bauxita en posición
horizontal y discordante sobre la Formación
Pebas/ Solimões (Jaramillo et al., 2013). La
unidad estratigráfica aflora entre los kilóme-
tros 20.3 y 23 de la carretera Leticia-Tarapa-
cá y sobre el río Calderón, su edad está entre
el Plioceno tardío y el Pleistoceno temprano.
La formación Içá (ISA) está cubierta por los
sedimentos más recientes de la terraza de Le-
ticia, situación que no se presenta en territo-
rio brasileño. Aflora en cercanías de la base
naval de Leticia sobre el brazo Occidental
del río Amazonas y es de origen sedimenta-
rio continental fluvial, con dinámicas muy
similares a las que se presentan actualmente
por influencia del río Amazonas. En Colom-
bia se manifiestan tres pulsos sedimentarios,
un pulso basal e intermedio de muy alta ener-
gía y un pulso superior con la mayor ener-
4
gía registrada en la secuencia. El evento que
marca la formación Içá es de alta energía,
lo cual sugiere una pronunciada alteración
paisajística de los territorios de la Amazo-
nía Occidental, debido a la migración del río
Amazonas cuyo cauce comenzó a tomar su
configuración actual (Jaramillo et al., 2013).
Los cambios en la precipitación y en el cau-
dal de los ríos de la Amazonía Occidental se
han reflejado de manera directa en las for-
maciones superficiales, por lo cual una esta-
bilidad climática que se ha deseado expresar
para el territorio al menos desde el Terciario
superior (Mioceno) necesariamente debe ser
revaluada. Es conveniente considerar en la
complejidad territorial actual, los efectos de
los cambios de clima que se han reconoci-
do en otros ambientes estrechamente ligados
a la historia natural de la región amazónica
(Van der Hammen et al., 1991).
La oscilación de 12 metros en el nivel de
aguas del río Amazonas, ocasiona una ex-
pansión horizontal de la lámina de agua con
su carga en suspensión cercana a 10 kilóme-
tros, fenómeno que se refleja en una subdi-
visión de la llanura inundable en dos partes
distintas, las geoformas internas de los cana-
les (islas y barras laterales) y la llanura adya-
cente, donde son notorios los extensos com-
plejos de cordones arenosos lineales y sus
depresiones pantanosas o lagunas asociadas.
Los paisajes fluviales son remanentes del pa-
sado y permiten descifrar la evolución de las
cuencas y sus climas asociados. En la actual
llanura inundable del río Amazonas se reco-
nocen los subsistemas de canales principales
y el subsistema de las áreas de “scroll bars”
caracterizada por crestas y depresiones.
La edad de la Formación Içá es Plio-Pleis-
tocénica, pero las condiciones de deposición
de los sistemas modernos se dieron entre el
Pleistoceno tardío y el Holoceno y son muy
diferentes. Su formación probablemente se
dio bajo condiciones climáticas relativamen-
 Rangel-Ch. & Infante-Betancour

te secas con respecto a las actuales, como Suelos

por ejemplo durante el Pleniglacial medio
(Iriondo & Latrubesse, 1994; Latrubesse &
Ramonell, 1994) En las condiciones de cli-
ma seco (montos probables de precipitación
entre 850 a 1000 mm) en la Amazonía cen-
tral, predominó la vegetación de pastizales y
formaciones abiertas (sabanas) y un sistema
de circulación muy similar a los actuales,
con sistemas atmosféricos regionales muy
débiles. Latrubesse (2000) mencionó que la
aridez alcanzó su punto culminante durante
el Pleniglacial tardío, alrededor de 24000
años A.P.
En la parte media del río Caquetá (Urrego,
1997), en el plano inundable predominan
los Entisoles con los grupos Fluvaquents y
Tropofluvents y esporádicamente se presentan
Histosoles con el grupo Tropofibrists. En las
terrazas bajas se encuentran Ultisoles con el
grupo Paleudults e Inceptisoles con los grupos
Histictropaquepts, Tropaquepts, Humaquepts
y Tropepts. Duivenvoorden & Lips (1993)
mencionaron a los grupos Tropofluvents
(Entisoles) y Dystrudepts (Inceptisoles) en
los planos inundables en sitios de drenaje

Figura 1. La geología del trapecio amazónico colombiano.

Formación Solimões P; Formación Jericó JE; Formación Içá I; Niveles de terrazas T.
Planicie de inundación actual diferenciándose: T0 (nivel base actual del río Amazonas), T1
(Niveles de terrazas intermedias) y T2 (terraza de Leticia - Tabatinga). Nótese en punteado
el frente de erosión entre niveles de terrazas e Içá; en línea discontinuo el frente de erosión
de zonas de penillanura del Solimões (Fuente: Tomada de: Jaramillo et al., 2013).
5
Aspectos generales sobre la Amazonía
moderado y suelos moderadamente ricos en
nutrientes. Sobre terrazas bajas del Caquetá,
se encuentran Inceptisoles con los grupos
Fluventix Eutropepts, Aquic Dystrudepts,
Typic Dystrudepts y Aeric Tropaquepts. En
la llanura aluvial se encuentran Inceptisoles
con los grupos Fluvaquentic Eutropepts y
Aquic Dystrudepts (IGAC, 1993). En las
serranías, cerros, y mesetas residuales de
las formaciones guayanesas hay Entisoles
del tipo Udothents. En las planicies
disectadas residuales y estructurales los
tipos de suelo son Haplorthox (Oxisoles),
Quarzipsamments (Entisoles) y Dystrudepts
(Inceptisoles).
Clima
Entre las contribuciones básicas sobre las
condiciones de clima (especialmente la
precipitación) en la región de la Amazonía de
Colombia, figuran la de Domínguez (1985),
la de Rangel & Aguilar (1995) y Rudas
(2009) quién caracterizó el clima regional
y elaboró mapas temáticos detallados. La
síntesis sobre la marcha de los meteoros
precipitación, temperatura y la estimación
del balance hídrico y del tipo de clima
según Thornthwaite, muestra las siguientes
características:
Precipitación. En la Figura 2, aparece
la marcha anual de la precipitación para
varias estaciones climáticas de la zona. Se
incluyen desde Leticia (Aeropuerto Vásquez
Cobo) localizada en el hemisferio Sur, hasta
estaciones cercanas a San José del Guaviare
a 02º35’N. El monto anual varía entre 2404
mm en San José del Guaviare hasta 4277
mm en el piedemonte de Mocoa (Putumayo).
El régimen de distribución de las lluvias que
domina es unimodal-biestacional. Hay una
diferencia tajante en el comportamiento
que muestra la estación de Leticia (Apto.
6
Vásquez Cobo) situada en el hemisferio
Sur, con una época de deficiencia de lluvia
entre mayo y septiembre, mientras que en
el resto de estaciones en este periodo, se
presentan lluvias pronunciadas en algunos
casos con julio como un mes muy húmedo.
También se presentan regímenes bimodales-
tetraestacionales como en Puerto Rico en
Bocas del Ariari, con periodos de disminución
de lluvias que incluyen a septiembre y a la
época crítica que va desde diciembre hasta
marzo. Según Rangel (2008), en la medida
en que se avanza hacia el nororiente de la
Amazonía, los valores disminuyen y se
incrementa el número de meses secos.
Temperatura (Figura 3). A lo largo del
año, los valores de temperatura máxima son
mayores en las estaciones Bocas del Ariari y
San José del Guaviare y menores en Puerto
Leguízamo, Puerto Rico y Araracuara.
Se nota una isotermia en los valores de la
temperatura media a lo largo del año con
valores alrededor de los 25º. Los valores de
temperatura media más bajos se presentan en
Bocas del Ariari. En las otras estaciones la
media fluctúa alrededor de los 20º.
Balance hídrico. En la Figura 4 se muestra la
evolución anual del balance hídrico en varias
estaciones de la Amazonía colombiana. En
San José del Guaviare, en los tres primeros
meses del año hay déficit de agua, mientras
que en Araracuara la escasez se presenta
en enero y febrero; en los meses restantes
siempre hay exceso de agua. Los tipos de
clima según Thornthwaite (1948) son del
tipo ARA’ super-húmedo sin deficiencia
de agua y megatermal que predomina en
las estaciones y B3RA’ húmedo con poca
deficiencia de agua y megatermal en San
José del Guaviare. Rudas (2009) igualmente
encontró estos tipos y mencionó también al
B4RA’.
 Rangel-Ch. & Infante-Betancour

Variación latitudinal de los parámetros vegetación caracterizados con base en las

climáticos
En la Tabla 1, se muestran los valores anuales
de la precipitación, la temperatura máxima,
la humedad relativa y la evapotranspiración
potencial según franjas latitudinales. La
franja más húmeda se localiza entre 01º07’N
y 01º58’N con montos anuales promedio
entre 2972 y 4277 mm (Rangel, 2008).
Vegetación
Rangel et al. (1993) y Rangel (2008)
presentaron una síntesis de los tipos de
especies dominantes y en aspectos de la
estructura y la arquitectura de las diferentes
fitocenosis en las planicies (Amazonas
sentido estricto) y en las formaciones
guayanesas con base en varias contribuciones
(Urrego, 1991; Duivenvoorden & Lips,
1993; Duivenvoorden & Cleef, 1994). En su
propuesta se incluyeron las series ecológicas
típicamente acuáticas y pantanosas; las
de la llanura de inundación permanente o
temporal y los ambientes de tierra firme
donde se incluyeron a las comunidades
que se establecen en las terrazas (bajas,
medias y altas) y a la vegetación de las

Figura 2. Marcha anual de la precipitación en varias localidades de la Amazonía

colombiana.
7
Aspectos generales sobre la Amazonía

Figura 3. Marcha mensual de la temperatura máxima, media y mínima en localidades de la

Amazonía colombiana.
Tabla 1. Valores medios anuales de la precipitación, la temperatura máxima, la humedad
relativa y la evapotranspiración en localidades de la Amazonía colombiana.
P. (mm) T. max. HR ETP Alt.
Departamento Estación Lat. Long.
Anual ºC (%) (mm) (m)
Amazonas Vásquez Cobo 3216 33.6 86 1500 84 04°09’S 69º57’
Pto.
Putumayo 2975 33.2 86 1428 147 00°12’N 74º49’
Leguízamo
Caquetá Araracuara 3011 33.8 87 1476 150 00°37’N 72º24’
Putumayo Mocoa 4277 29.6 86 1104 540 01°07’N 76º38
Caquetá Valparaiso 3448 33.7 86 1440 270 01°15’N 75º36’
Caquetá Maguare 2972 33 84 1368 270 01°37’N 75º08’
Caquetá Macagual 3714 34.3 86 1596 280 01°37’N 75º36’
Caquetá Pto. Rico 3762 33.2 83 1452 285 01°58’N 75º09’
Guaviare El Trueno 2917 33.6 85 1404 150 02°24’N 72º43’
San José del
Guaviare 2404 34 84 1464 165 02°35’N 72º38’
Guaviare
Bocas del
Guaviare 2508 33.8 85 1464 260 02°35’N 72º47
Ariari
Guainía Puerto Inírida 2981 34.4 86 133 100 03º50’N 67º55’

8

serranías o formaciones de roca dura del
Escudo Guayanés. En la vegetación acuática
y de pantano, figuran las comunidades
dominadas por Eichhornia crassipes,
Pistia stratiotes y Neptunia prostrata,
los herbazales de Utricularia neottioides,
de Oxycaryum cubense y Pontederia
rotundifolia y de Leptochloa scabra y
Torulinium macrocephalum (Prieto et
al., 1995) y el pastizal de Hymenachne
amplexicaulis. En las playas de los ríos
amazónicos, se establece el bosque bajo de
Byrsonima japurensis e Inga punctata y el
bosque de Cecropia membranacea y Annona
hypoglauca (Duivenvoorden & Lips, 1993).
Sobre los diques, barras y basines, se
establecen diversos tipos de vegetación, entre
Figura 4. Evolución anual del balance hídrico en estaciones climáticas de la Amazonía
colombiana (Fuente: Rangel & Aguilar, 1995; Rangel, 2008).
Rangel-Ch. & Infante-Betancour
los cuales alcanzan mayor área geográfica
de distribución el bosque de Inga nobilis
y Aniba megaphylla, el palmar de Iriartea
deltoidea y Asytrocaryum jauari. También
aparecen el bosque de Licania hypoleuca,
Minquartia guianensis y Eschweilera andina
(Van Andel, 1992) y los bosque de Memora
bracteata y Miconia punctata (=Memoro
bracteatae-Miconietum punctatae, Urrego,
1997).
La llanura de inundación permanente,
arraiga una gran variedad de bosques,
entre los cuales son importantes por su
área de distribución, el bosque de Laetia
corymbulosa, Pseudobombax munguba
y Pouteria procera, el de Macrolobium
9
Aspectos generales sobre la Amazonía
angustifolium, Mabea nitida y Gustavia
poeppigiana, el bosque con especies de
Eperua (E. purpurea y E. leucantha), el
de Lorostemon bombaciflorus y Oxandra
polyantha y el de Pachira brevipes y
Elaeoluma sp. (Duivenvoorden & Lips,
1993; Etter et al., 2001). Aparecen también
los matorrales dominados por Montrichardia
arborescens y Elaeoluma glabrescens.
En localidades de la llanura de inundación
temporal se han caracterizado varios tipos
de palmares y palmares mixtos como el de
Brownea grandiceps e Iriartea deltoidea,
el de Didymocistus chrysadenius y Euterpe
precatoria (Duivenvoorden & Lips, 1993),
el de Iriartea deltoidea, Astrocaryum
murumuri y Zanthoxylum aff. kellermanii,
el de Eschweilera coriacea, Diplotropis
martiussi y Pouteria caimito y el bosque de
Iryanthera lancifolia, Senefeldera inclinata
y Heterostemon conjugatus (Cárdenas &
Giraldo-C., 1997).
En el Parque Nacional Natural Amacayacu
en los ambientes lacustres, en pantanos
y en zonas mal drenadas, se establece el
cananguchal de Mauritia flexuosa (Rudas
& Prieto, 2005). Estos palmares igualmente
fueron caracterizados en su composición
florística y en aspectos de la estructura en
los ambientes denominados salados (donde
afloran sedimentos de la formación Solimoes,
(Terciario del Amazonas) por Narváez &
Olmos (1990) quienes mencionaron como
especies dominantes a Mauritia flexuosa,
Euterpe precatoria, Bonafousia tetraschya,
Clusia amazonica, Pera arborea, Hirtella
pilosisisma, Hirtella triandra, Virola
callophylla y Virola carinata.
En las planicies inundables del Parque
Amacayacu se establecen los bosques
dominados por Eschweilera gigantea,
Pouteria torta y Virola elongata y en las vegas
de ríos pequeños y quebradas los bosques
con Eschweilera coriacea, Diplotropis
10
martiusii y Pouteria caimito. En la
vegetación de tierra firme figuran los bosques
dominados por Clathrotopis macrocarpa,
por Micrandra spruceana y Lecythis sp., los
de Dialium guianense, Phenakospermum
guyannense y Leopoldinia sp. y el bosque
de Virola duckei, Swartzia brachyrachis
y Eschweilera coriacea. En ambientes de
tierra firme (ambientes no inundables) en
superficies disectadas, arraigan los bosques
dominados por Eschweilera coriacea,
Matisia lasiocalyx y Pseudolmedia laevigata
y sobre superficies muy disectadas crecen los
bosques con Eschweilera coriacea, Matisia
lasiocalyx y Micrandra spruceana (Rudas &
Prieto, 2005).
Urrego (1997) caracterizó los bosques
inundables del curso medio del río Caquetá.
La mayoría son palmares mixtos, en los
cuales Mauritia flexuosa es una especie
dominante. La gran formación a nivel de clase
fitosociológica, es la de los palmares mixtos
de Ocotea neblina y Mauritia flexuosa que
incluye dos formaciones a nivel de orden,
la formación de Oxandro polyanthae y
Virola surinamensis (Urrego, 1977), con los
palmares mixtos de Ilex laureola y Mauritia
flexuosa sobre terrazas bajas de la llanura
aluvial en suelos del tipo Histosol. También
figura el palmar mixto de Chamaedoria
pinnatifrons y Clatrotophis macrocarpa en
zonas inundables en suelos de tipo Entisol;
los bosques bajos de Memora bracteata y
Miconia punctata en el plano inundable en
suelos de tipo Entisol y los palmares mixtos
de Marliera umbraticola y Mauritia flexuosa
en el plano inundable sobre Histosoles.
La otra formación, a nivel de orden, está
dominada por Clusia spathulaefolia y
Pachira brevipes (A. Robins) W.S. Alverson,
que incluye a los palmares dominados por
Mauritiella aculeata que se establecen en
terrazas bajas y al palmar mixto de Tabebuia
insignis y Mauritia flexuosa en terrazas
bajas, ambos en suelos de tipo Inceptisol.

En el piedemonte del departamento del
Caquetá en áreas de lomeríos se establecen
cuangariales dominados por Virola theidora
junto con Pouteria guianensis y Brosimum
guianensis. En áreas muy disectadas se
establecen palmares mixtos de Iriartea
corneto, Eschweilera cabrerani y Pouteria
guianensis. En zonas cercanas a la transición
con las planicies (llanuras) se establecen los
palmares mixtos de Clathrotropis nitida,
Ocotea esmeraldana, Mauritia flexuosa,
Miconia chrysophylla y Oenocarpus
bataua. En la llanura de inundación sobre
áreas frecuentemente inundadas, arraigan
los palmares mixtos de Oenocarpus
bataua, Inga quaternata, Virola theidora y
Protium giganteum. En la misma llanura de
inundación pero en áreas que han quedado
aisladas de la inundación directa por el río,
en sitios planos y pantanosos, domina el
palmar de Mauritia flexuosa a la cual se le
asocia Oenocarpus bataua. En los valles
de ríos pequeños y quebradas otra especie
asociada es Phenakospermum guyannense
(IGAC, 1993).
En las formaciones guayanesas, especialmente
en la serranía de Chiribiquete, Rangel et al.
(1995) y Rangel (2008) mencionaron en una
línea de sucesión a los tipos de vegetación
que arraigan desde la roca desnuda sin un
suelo verdadero, hasta los bosques bien
desarrollados sobre áreas con un suelo más
evolucionado que presenta contenido de
materia orgánica que facilita una mayor
riqueza y diversidad florística. El proceso
de sucesión se inicia con el rosetal de Navia
garcia-barrigaee y Lagenocarpus pendulus,
sobre suelos muy delgados, en algunos casos
sobre roca desnuda, junto con los rosetales de
Vellozia tubiflora y Clusia chiribiquitensis.
Aparecen después, los matorrales dominados
por Bonnetia martiana acompañados por
Gongylolepis martiana, Clusia columnaris y
Clusia sesilis.
Rangel-Ch. & Infante-Betancour
Sobre sustratos mejor conformados en los
cuales hay suelos delgados, se establecen
bosques con elementos raquíticos dominados
por Bonnetia martiana, a la cual se le
asocian Tepuianthus savannensis y Licania
savannarum. También figura el palmar
(matorral) de Euterpe catinga y Myrsine
elongata, en sitios pantanosos. Cuando hay
mejor desarrollo del suelo, se establecen
los bosques de Swartzia sp. y Micrandra
spruceana, con elementos que alcanzan hasta
15 m de altura y los bosques de Perissocarpa
umbellifera y especies de Swartzia y de
Protium con individuos de hasta 18 m de
altura.
En la serranía de La Macarena en el sector
de las veredas Monserrate bajo y Curia
bajo (350 – 550 m), margen izquierda del
río Güéjar, municipio San Juan de Arama,
departamento del Meta. Romero et al. (2011)
caracterizaron la gran formación de los
bosques de por Amaioua guianensis y Virola
elongata, que agrupan a las comunidades
dominadas por Matayba guianensis y Virola
elongata; al palmar mixto de Cespedesia
spathulata y Euterpre precatoria y a los
bosques dominados por Trichilia martiana
y Cecropia sararensis. Hay otra formación,
la de los bosques de Batocarpus orinocensis
y Senefeldera verticillata, que incluye
a los bosques dominados por Virola
carinata y Chimarrhis turbinata y a los
bosques dominados por Pourouma minor
y Zanthoxylum flavum. Los sitios sobre los
cuales crecen estos bosques tienen suelos
muy ácidos, con valores de bases de cambio,
de nitrógeno y fósforo, muy bajos (Romero
et al., 2011), situación que solamente permite
el arraigo del bosque nativo. Anotaciones
complementarias sobre la vegetación en
cada subregión se presenta en el capítulo 5
de este volumen.
11
Aspectos generales sobre la Amazonía
CAMBIOS EN LA VEGETACIÓN Y EN
EL CLIMA DURANTE EL HOLOCENO
Las fluctuaciones de la precipitación y el cau-
dal de los ríos y sus efectos sobre la dinámica
sucesional de la vegetación en la Amazonía,
tienen una buena correspondencia con las in-
terpretaciones sobre los niveles de los lagos
y lagunas en diferentes partes de la región
andina o cordillerana (Van der Hammen,
2008). En Colombia, los ciclos de inunda-
ción producto de las lluvias y del drenaje de
las vertientes se reflejan en las planicies, tan-
to en las del Caribe (García & Rangel, 2012)
como en las del oriente extra-andino (Orino-
quía, Amazonía). Los estudios paleocológi-
cos de Urrego (1991, 1997), Van der Ham-
men et al. (1992), Rangel et al. (2008) y Pi-
raquive (2015), con fundamento en análisis
palinológicos en sedimentos recientes de la
Amazonía de Colombia, sirven como fuente
básica para el siguiente resumen.
Rangel et al. (2008) en diferentes análisis
palinológicos de perforaciones realizadas
en el valle inferior del río Caquetá, reco-
nocieron fluctuaciones locales y regionales
del clima, especialmente del caudal y de
la precipitación que afectaron los niveles
de los lagos y el área del territorio bajo la
inundación durante el Holoceno. En el sitio
Caquetá V, documentaron la existencia de un
palmar de Mauritia entre 2600 y 1650 años
A.P., acompañado por un gramalotal her-
bazal dominado por especies de Paspalum
(Poaceae) que sustituyó a los bosques pio-
neros de Cecropia de la época anterior entre
3500 y 2600 años A.P. Esta época se asoció
con una menor influencia de las inundacio-
nes, es decir menos húmeda, que siguió a una
fase de pantano con desarrollo vigoroso del
gramalotal(Paspàlum y otras Poaceae).
Piraquive (2015) reconstruyó la sucesión
vegetal (4500 años A.P.) en un sitio panta-
noso, en el cual actualmente se establece un
palmar de Mauritia flexuosa (moriche). En
12
la fase inicial había una lagunita y en los
alrededores predominaba un palmar mixto
de Atttalea, que luego fue sustituido por un
palmar mixto de Geonoma y bosques de
Byrsonima e Inga. Al final se estableció el
palmar de Mauritia en condiciones de inun-
dación permanente con nivel de agua que
permitía el arraigo de algas (Botryoccocus,
Zygnema).
Las contribuciones de Urrego (1991,
1997) describen de manera detallada los
procesos de sucesión sobre ambientes de
la llanura de inundación del río Caquetá
durante los últimos 12000 años. Junto con
los inventarios detallados de la vegetación
actual, permiten una reconstrucción muy
fina de los cambios en la vegetación y en el
clima, particularmente en las condiciones de
humedad en el sustrato y la influencia del
caudal de inundación del río Caquetá. En
el Holoceno es posible trazar un detallado
cuadro de sucesión en los tipos principales
de vegetación según el ambiente en el cual se
establecían. Igualmente, se puede hacer una
aproximación inicial sobre la condición de
humedad, particularmente la precipitación
y los cambios en el nivel de inundación.
En el proceso se utilizan como indicadores
del tipo de vegetación y de los ambientes a
los siguientes taxones: Mauritia, pantano;
Cecropia y Myrtaceae, bosque pionero
sobre ambientes de playa, Melastomataceae,
Iriartea, Symphonia, Vismia, como asociados
a los bosques de la llanura de inundación y
especies de Moraceae, Urticaceae, Fabaceae,
asociados a los bosques de tierra firme. Entre
los indicadores de aguas estancadas, quietas,
figuran algas como Botryoccocus, Diatomeas
y Spyrogira. Una descripción con base en
los diagramas palinológicos de diferentes
perforaciones y en las discusiones originales,
permite recrear el siguiente escenario:
Perforación Quinché I cubre aproximada-
mente desde 4050 años A.P. hasta el presente.
El diagrama facilita reconstruir la sucesión

vegetal a partir de una laguna (aguas quietas,
estancadas) con diatomeas seguida por una
fase de dominio de los bosques pioneros de
Cecropia sobre ambientes de playa en ausen-
cia de pantano y finalmente una fase de pan-
tano que se consolida al final con aumento de
Mauritia y presencia de Botryoccocus.
Quinché II cubre los últimos 1870 años AP
y documenta eventos que se presentaron
en una zona pantanosa, con presencia
de indicadores de agua permanente. Es
constante el establecimiento de un palmar
con Mauritia que incrementa su área de
distribución hacia el final.
Mariñame I cubre los últimos 11200 años
A.P. En la parte inicial de la perforación,
el sitio era una lagunita que más tarde al
perder contacto directo con el río, permitió
el establecimiento del bosque inundable y
del palmar de pantano con Mauritia (Urrego,
1997).
Mariñame II cubre la historia desde 10800
años A.P. hasta hoy. Según el diagrama
palinológico inicialmente había un ambiente
de playa con un bosque pionero de Cecropia;
no se encontraron indicadores de aguas
quietas permanentes. Después viene una fase
con aguas quietas permanentes y se inicia
la representación del palmar de Mauritia,
así como la disminución fuerte del bosque
pionero. A continuación, entre 7400 y 6150
años, nuevamente aparece el bosque pionero
en ambientes de playa con Cecropia y
Myrtaceae y desaparecen los indicadores de
agua permanente y el palmar de Mauritia de
áreas pantanosas. Entre 6150 y el presente
hay un dominio absoluto del palmar de
pantano con Mauritia, desaparecen los
indicadores de ambientes de playa y hacia
el final aparecen los indicadores de aguas
quietas.
En los cambios en la vegetación y en las con-
diciones del clima en el valle medio del río
Rangel-Ch. & Infante-Betancour
Caquetá (Urrego, 1991, 1997; Van der Ham-
men et al., 1992), se resaltan los siguientes
eventos:
Hay una fase inicial que se asocia con am-
bientes con espejo de agua tipo laguna o
laguneta con presencia de Botryoccocus y
otras algas. Esta fase es evidente en las per-
foraciones Mariñame I, entre 12000 y 11000
años y en Quinche I entre 4200 y 4000 A.P.
A continuación, en la mayoría de las recons-
trucciones (con base en las perforaciones) hay
una fase bien definida dominada por Cecropia
y otros elementos pioneros como Myrtaceae,
que en algunos casos como Mariñame I puede
ser de hasta 3000 años de duración o de solo
decenios como en Quinché II.
Después aparece en la sucesión, el bosque
inundable (Várzea según Urrego, 1997)
y finalmente llega el dominio del bosque
pantanoso de Mauritia.
El registro más antiguo del palmar de Mau-
ritia (morichal) se presenta en Mariñame II
hace cerca de 6000 años y el más reciente
es el de Quinché I de 600 años aproximada-
mente. Van der Hammen et al. (1992), Van
der Hammen (2001; 2008) para el valle me-
dio del río Caquetá, mencionaron que hace
12600 años hubo sedimentación de arenas
y arcillas con intercalaciones de turba. En-
tre 12600 y 11000 se presentaron procesos
erosivos y de cortes (incisión del valle del
Caquetá).
En los inicios del Holoceno hubo retraba-
jamiento de los sedimentos y se llenó rápi-
damente buena parte del valle con arena y
arcilla transportada por los ríos de origen
andino. Entre 10000 y 500 años AP hubo un
relleno continuo del valle del Caquetá con
sedimentos finos e intercalaciones de turba.
Se presentaron inundaciones estacionales y
las tasas de sedimentación fueron bastante
bajas. Entre 500 años A. P. y la época actual,
13
Aspectos generales sobre la Amazonía
aumentaron el nivel de agua en el río y las
tasas de sedimentación.
En síntesis, las variaciones climáticas
detectadas en el valle del Río Caquetá se
pueden generalizar para toda la planicie
amazónica de Colombia (Van der Hammen
et al., 1992; Urrego, 1997) así:
12000 años A.P. hasta 11000 años A.P.,
periodo húmedo
11000 años A.P. hasta 9500 años A.P.,
periodo seco
9500 años A.P. hasta 8500 años A.P., periodo
ligeramente húmedo
8500 años A.P. hasta 7500 años A.P., periodo
seco
7500 años A.P. hasta 7000 años A.P., periodo
ligeramente húmedo
7000 años A.P. hasta 6000 años A.P., periodo
seco
6000 años A.P. hasta 5500 años A.P., periodo
ligeramente húmedo
5500 años A.P. hasta 4000 años A.P., periodo
seco (Van der Hammen et al., 1992)
4000 años A.P. hasta 3000 años A.P. periodo
ligeramente húmedo (húmedo
Van der Hammen et al., 1992)
3000 años A.P. hasta 1800 años A.P., periodo
seco (Van der Hammen et al., 1992)
1800 años A.P. hasta 500 años A.P., periodo
húmedo (Van der Hammen et al., 1992)
500 años A.P. hasta el presente, periodo seco
(Van der Hammen et al., 1992)
Al aumentar los caudales de los ríos, se in-
crementa la inundación en las planicies y en
los valles y en los sedimentos predomina la
fracción mineral; mientras que en los perio-
dos con montos reducidos de lluvia, en los
sedimentos predomina el componente orgá-
nico, en ocasiones con formación de turba.
Como se infiere de las consideraciones an-
teriores, una característica asociada con los
cambios en el tipo de vegetación según la
condición climática prevaleciente, es la tasa
14
de sedimentación en estos ambientes lacus-
trinos. La mayoría de las investigaciones
paleoecológicas que incluyen tratamientos
sedimentológicos en tierras bajas de Colom-
bia en periodos recientes muestran una rela-
ción directa entre los aumentos de las tasas
de sedimentación y la intervención humana
(García et al., 2013; García, 2016), evento
que igualmente se ha reseñado para áreas de
la Amazonía de Colombia (Van der Hammen
et al., 1992).
La delimitación de la región amazónica en
Colombia
Varias han sido las propuestas para delimi-
tar la Amazonía colombiana en términos
geográficos, una tarea compleja teniendo en
cuenta las relaciones de continuidad territo-
rial y los gradientes, tanto de variables físi-
cas (clima, suelos, geología) como bióticas,
especialmente la fisionomía y la composi-
ción florística de la vegetación, que se pre-
sentan particularmente en los límites con las
regiones andina y orinocense.
Domínguez (1985) denominó a la región
amazónica como “las selvas del oriente
colombiano”, no se limitó a la cuenca del río
Amazonas al incluir áreas de la cuenca del
Orinoco y puso como el límite norte de la
región el río Vichada en el departamento del
Vichada.
Hernández-C. et al. (1992) en la delimita-
ción de la Amazonía colombiana propusie-
ron un límite Norte situado en la divisoria
entre las cuencas de los ríos Orinoco y Ama-
zonas. En punto de inicio está en la cordi-
llera de los Picachos (ramal suroriental de la
cordillera Oriental en el límite entre los de-
partamentos del Meta y Caquetá), continúa
hacia el oriente por los interfluvios entre el
caño Losada y el río Mecaya (alto río Apa-
poris) y entre los ríos Guayabero, Unilla, Iní-
rida, Vaupés, Isana y Guainía en la frontera
colombo-venezolana. Desde allí, la frontera

colombo-brasilera marca el resto del límite
oriental de la Amazonía colombiana. Desde
el extremo suroriental del trapecio amazóni-
co hacia el Occidente, el límite lo constituye
el alto río Amazonas en un tramo de 116 Km,
en la frontera con el Perú. Al sur, el río Putu-
mayo sirve como límite natural de Colombia
con Perú y Ecuador. Hacia el suroccidente,
el límite se continúa en la frontera colombo-
ecuatoriana por el río San Miguel (arriba de
la desembocadura del San Miguel en el Putu-
mayo) hacia la quebrada del río Pun y el río
Chingual (tributario del río Aguarico, afluen-
te del Napo). Por el Occidente y Norocci-
dente, la cuenca amazónica está delimitada
por la cresta de la cordillera central, desde la
frontera colombo-ecuatoriana hasta el nudo
del Almaguer y desde allí hasta el punto don-
de se origina la cordillera de Los Pichachos.
Rudas (2009) con base en criterios fisionó-
micos, climáticos y edafológicos propuso
como límite Norte de la región amazónica,
al río Vichada a lo largo de las coberturas de
bosques medios bajos y altos que coincide
con un continuo en el paisaje de planicies
con sedimentos del terciario de la formación
Mariñame, en altillanuras planas a ligera-
mente onduladas hasta planos no inundables.
Se extiende al sur del río Guaviare en su
parte media, hasta el interfluvio de los ríos
Vichada y Guaviare en su parte baja hasta la
desembocadura del río Orinoco.
En esta contribución se van a seguir los
lineamientos propuestos por Rudas (2009) y
Domínguez (1985) en cuanto al límite Norte
de la región, englobando a la Serranía de
La Macarena, incluida en la Orinoquía por
Minorta & Rangel (2014). Para el límite
Occidental se toma la cota de 1000 m que
corresponde al límite altitudinal superior
de la región de vida tropical (Cuatrecasas,
1958; Rangel, 1991) de la vertiente Oriental
de la cordillera Oriental donde se encuentran
dominando los elementos que en su mayoría
son de origen amazónico (Gentry, 1982).
Rangel-Ch. & Infante-Betancour
Los demás límites están de acuerdo con la
descripción de Hernández-C. et al. (1992)
y corresponden a los límites político-
administrativos con Venezuela, Brasil, Perú
y Ecuador (Figura 5).
Cuando ya estaba muy avanzada y se
habían analizado los resultados de nuestra
investigación -a finales de 2014, se conoció
la propuesta de Jaramillo & Rangel (2014)
quienes delimitaron claramente las regiones
de la Amazonía y de la Orinoquía con base en
unidades de bloques. El origen de la Macarena
se asocia con el arrastre de un bloque de la
cordillera Oriental con plano de ruptura
relacionado con las fallas Algeciras- La
Uribe. El límite de las cuencas hidrográficas
Orinoquía-Amazonía propuesto, permite
segregar el conjunto de bloques asociados a
la Amazonía de Suroeste a Noreste con los
bloques Amazonas, Putumayo, Caquetá y
Vaupés o bloque de serranías. El límite entre
las dos regiones naturales lo marca el inicio
del bloque Inírida que junto con los bloques
Guaviare, Vichada, Tomo y Arauca definen,
con base en las cuencas hidrográficas,
las regiones Amazonica y Orinocense de
Colombia (Jaramillo & Rangel, 2014).
Estos aportes geológicos junto con las consi-
deraciones sobre el clima, la geomorfología y
los rasgos ecológicos en general, constituyen
los criterios para la consideración de subre-
giones que finalmente se adoptó (figura 5).
- Piedemonte
Corresponde a los territorios de la cordille-
ra y zonas de origen tectónico, con suelos
Entisoles tipo Udorthents e Inceptisoles-
Dystrudepts. Se extiende sobre laderas es-
carpadas, pendientes onduladas y superficies
disectadas, en la cordillera oriental entre 500
y 1000 m , límite de la selva tropical inferior
de la propuesta de Cuatrecasas (1958). El cli-
ma corresponde al tipo superhúmedo según
Thornwaite (Rudas-Lleras 2009).
15
Aspectos generales sobre la Amazonía
Figura 5. Subregiones en la gran región amazónica de Colombia.
- Afloramientos Guayaneses
Representada por geoformas precámbricas y
paleozoicas que incluyen serranías, cerros,
y mesetas residuales con Entisoles de tipo
Orthents y las planicies disectadas residuales
y estructurales con suelos Oxisoles Haplor-
thox, Entisoles -Quarzipsamments e Incepti-
soles- Dystrudepts. Toda la región está bajo
la influencia de aguas negras y mixtas.
- Amazonía sentido estricto o planicies
amazónicas
Representada principalmente por planicies
disectadas sedimentarias del terciario, con
Entisoles, Inceptisoles, Dystrudepts y Oxi-
soles con suelos de tipo Haplorthox, con
influencia de aguas blancas, negras, mixtas
y claras. Se presentan además llanuras alu-
viales y terrazas del cuaternario de origen
16
sedimentario, con suelos Tropaquents, Flu-
vaquents, Haplorthox, Dystrudepts, y por-
ciones con influencia de aguas blancas y cla-
ras. Esta región incluye además la transición
entre las subregiones Amazónica y la Guaya-
nésa, en planicies sedimentarias del terciario
con suelos de tipo Haplorthox (Oxisoles) y
Dystrudepts (Inceptisoles), y las llanuras
aluviales y terrazas recientes del cuaternario
con suelos Entisoles de tipo Aquents, Fluva-
quents, Haplorthox (Oxisoles) y Dystrudepts
(Inceptisoles).
- Serranía de La Macarena
Se ha discutido bastante sobre la posición
geográfica, fitogeográfica y ecológica de la
Serranía de la Macarena dentro del esquema
de las regiones naturales de Colombia (Cár-
denas-López et al., 1997; Giraldo-Cañas,
2001; Carvajal-Rojas, 2007), ya que por su

posición geográfica se encuentra en los lí-
mites entre las regiones Andina, Orinoquía
y Amazonía. Se incluye a la Serranía de la
Macarena como una subregión de la región
amazónica colombiana debido a que el tipo
de vegetación dominante en las partes bajas
que rodean a la Serranía son bosques húme-
dos tropicales que por sus características flo-
rísticas y estructurales se asemejan bastante
a los de la región amazónica colombiana
(Philipson et al., 1951; Rangel et al., 2011).
SÍNTESIS
La Amazonía colombiana cubre 403.348
km2 y se localiza entre 4º05’ latitud N y 4º10’
latitud Sur y entre 76º26’ y 66º50’ de longitud
Oeste. Además de las extensas planicies en
el paisaje, se entremezclan los afloramientos
y restos del escudo Guayanés representados
por cerros y serranías como Naquén,
La Lindosa, Taraira y Chiribiquete (con
elevaciones mayores a 1000 m). En el trapecio
amazónico las unidades estratigráficas son
el Terciario conformado por la Formación
Pebas o Solimões del Mioceno tardío y por
la Formación Jericó del Plioceno tardío-
Pleistoceno. El Cuaternario está constituido
por la Formación Içá del Pleistoceno y otras
unidades de la planicie aluvial cuaternaria
como la terraza de Leticia. En los suelos del
plano inundable, predominan los Entisoles
y esporádicamente se presentan Histosoles.
En las terrazas bajas se encuentran Ultisoles,
Inceptisoles y Entisoles. En las terrazas bajas
se encuentran Inceptisoles y en la llanura
aluvial Inceptisoles. En las serranías, cerros
y mesetas residuales de las formaciones
guayanesas, hay Entisoles. El monto anual de
lluvia varía entre 2404 mm en San José del
Guaviare hasta 4277 mm en el piedemonte
de Mocoa (Putumayo). El régimen de
distribución que domina es unimodal-
biestacional. Hay una diferencia tajante en el
comportamiento que muestra la estación de
Leticia (Apto. Vásquez Cobo) situada en el
hemisferio Sur, con una época de deficiencia
Rangel-Ch. & Infante-Betancour
de lluvia entre mayo y septiembre. Los tipos
de clima según Thornthwaite son del tipo
ARA’ súper húmedo sin deficiencia de agua
y megatermal que predomina en todas las
estaciones incluidas en el estudio y B3RA’
húmedo con poca deficiencia de agua
megatermal en San José del Guaviare. La
franja más húmeda se localiza entre 01º07’N
y 01º58’N con montos anuales promedio
entre 2972 y 4277 mm. Los variados tipos de
vegetación responden a las series ecológicas
acuáticas y pantanosas, a las de la llanura de
inundación permanente o temporal y a las
de los ambientes de tierra firme donde se
incluyen a las comunidades que se establecen
en las terrazas (bajas, medias y altas) y a la
vegetación de las serranías o formaciones
de roca dura del escudo Guayanés. Una
característica especial en la vegetación
es la conformación de palmares mixtos,
entre los cuales figuran los de Mauritia
flexuosa (moriche), los de Mauritiella
flexuosa, de Oenocarpus bataua, de Iriartea
deltoidea, de Euterpe precatoria al igual
que palmares de Chamaedoria pinnatifrons.
En las áreas cercanas al piedemonte
se establecen cuangariales dominados
por especies de Virola (V. theidora, V.
elongata, V. carinata). En las formaciones
Guayanesas particularmente en la Serranía
de Chiribiquete las comunidades incluyen
al rosetal de Navia garcia-barrigaee y
Lagenocarpus pendulus sobre suelos muy
delgados y a los matorrales dominados
por Bonnetia martiana. Cuando mejoran
las condiciones del suelo, se establecen
los bosques de Swartzia sp. y Micrandra
spruceana. En la serranía de La Macarena
se establecen los bosques dominados por
especies de Virola junto con especies con
afinidades geográficas de las planicies como
Euterpre precatoria, Pourouma minor y
Zanthoxylum flavum.
Las variaciones del clima, especialmente la
precipitación y los caudales de los ríos han
producido cambios en los tipos de vegeta-
17
Aspectos generales sobre la Amazonía
ción, que incluyen la sustitución de la vege-
tación acuática y la de pantano por vegeta-
ción de los ambientes inundables y de estos
por vegetación de tierra firme. En los últimos
12000 años han sido diferenciados varios pe-
riodos húmedos (12000-11000; 9500-8500;
7500-7000; 6000-5500; 4000-3000; 1800-
500) que significaron mayor extensión de
las series hídricas (vegetación acuática, de
pantano, llanura de inundación) y periodos
secos que se asocian con mayor extensión de
los bosques de tierra firme (11000-9500 años
A.P.; 8500-7500; 7000-6000;5500-4000;
3000-1800; 500 años A.P. hasta el presente).
Cuando aumenta el caudal de los ríos se in-
crementa la inundación en las planicies y en
los valles y en los sedimentos predomina la
fracción mineral. En los periodos con mon-
tos reducidos de lluvia, en los sedimentos
predomina el componente orgánico, en oca-
siones con formación de turba.
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