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Jorge Adámoli
Rubén Ginzburg
Sebastián Torrella
Junio de 2011
Índice General
3. Ordenamiento Territorial…68
4. Conclusiones…95
2
1. Presentación y resumen ejecutivo
El presente trabajo se propone analizar y describir la evolución de la producción
agropecuaria en el gran chaco argentino en los últimos 35 años y algunas de sus
implicancias para el medio ambiente. Este período abarca distintos procesos de
expansión agropecuaria, motorizados por distintos actores sociales y distintos cultivos.
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En el apartado 2.a se estudia la magnitud y la disposición en el territorio de las
áreas cultivadas en cuatro momentos: 1977, 1992, 2002 y 2010 (Figura 1). Entre 1977 y
2010 las áreas cultivadas se triplicaron, pasando de 4 a más de 11 millones de ha, es
decir el 22% de la superficie de la región. Esto implicó que 7.630.000 hectáreas de
ambientes nativos se han convertido en agroecosistemas cultivados. En el último
período, 2002-2010, la tasa de cambio fue la más alta, llegando a 528.000 hectáreas/año.
A nivel provincial, se observa que el 85% de la expansión se concentra en 4 provincias:
Santiago del Estero, Chaco, Córdoba y Salta.
4.5 ALGODÓN
GIRASOL
4.0 SOJA
MAIZ
3.5 TRIGO
SORGO
Millones de hectáreas
3.0 TOTAL
2.5
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
4
Se advierten notables diferencias entre las provincias, por ejemplo en Salta el
poroto fue el cultivo dominante durante las primeras fases, mientras que en Chaco ese
lugar lo ocupó el algodón. En ambas provincias, al igual que en la región en su conjunto
menos en Formosa, la soja pasó a ser el cultivo dominante a finales de la década del
noventa. Sin embargo, es importante notar que el avance de la soja no ha sido en
desmedro de la superficie ocupada por otros cultivos, sino que lo que ha ocurrido
predominantemente es una incorporación de nuevas áreas al escenario agrícola.
Más recientemente las pasturas han ido ocupado un papel cada vez más
importante, destacándose en zonas con limitaciones climáticas para cultivos de granos,
como la mayor parte de la subregión semiárida. Este aspecto se analiza en particular
para el caso de la Provincia de Salta, debido a la falta de información fehaciente para
otras provincias de la región, pero se destaca la importancia del fuerte crecimiento de
las pasturas, como el más probable impulsor de la futura expansión de las áreas
cultivadas.
En el apartado 2.c se desarrolla el impacto del cambio de uso del suelo para la
conservación. En primer lugar se presentan algunos elementos conceptuales de la
problemática de la pérdida y fragmentación de ambientes naturales, que son
considerados a nivel internacional como las principales amenazas para la conservación
de la biodiversidad. Asimismo se discute sobre algunas herramientas de gestión
desarrollas desde la biología de conservación tendientes a mitigar sus impactos. Entre
estas herramientas se destacan los corredores de conservación y las áreas de protección
ambiental.
5
pérdida de la mitad de la superficie de bosques, que pasan a ocupar menos del 20% de la
superficie de la zona estudiada.
Tratándose de una ley de presupuestos mínimos, marca una pauta nacional con
base en la cual las provincias deben categorizar sus bosques nativos en función de su
“valor de conservación”, según tres categorías: rojo, amarillo y verde. En los bosques
asignados a la categoría rojo no se pueden realizar desmontes ni aprovechamiento
forestal, en amarillo se permite el aprovechamiento sustentable pero no el desmonte y
en el verde se permiten ambas prácticas.
Luego se analiza como está siendo aplicada la ley en las tres provincias que
presentaron mayor deforestación en el período estudiado: Santiago del Estero, Chaco y
Salta.
Se observa que en general, se han categorizado como rojos a los bosques que ya
estaban protegidos por pertenecer a áreas protegidas, y a aquellos que no asientan sobre
6
suelos potencialmente agrícolas; es decir que la categorización en rojo no ha tenido un
impacto positivo y efectivo en la protección de los bosques más amenazados por la
expansión, que son los potencialmente cultivables.
7
la ley; en Formosa se optó por aplicar el concepto de presupuesto mínimos y limitar las
posibilidades de cambios de uso del suelo en la categoría III.
• Los altos precios de la soja y del algodón, en especial para Chaco y en menor
medida para Santiago del Estero, sugieren que más que una competencia entre
ambos cultivos, haya una presión de ambos para la apertura de nuevas áreas.
8
2. Expansión de las fronteras
agropecuarias
9
2.a Cambio de uso del suelo en el Chaco
Argentino
Introducción......11
Aspectos conceptuales…..11
Metodología……13
Tendencias……25
Riesgos Ambientales…….27
Bibliografía……29
10
2. a Cambio de uso del suelo en el Chaco Argentino
Introducción
En los últimos años se dio en la Argentina un significativo aumento en la
producción agrícola y en particular en la superficie dedicada a cultivos anuales. En este
proceso cumple un papel fundamental el cultivo de la soja, constituyendo en la
actualidad cerca del 50% de la producción total del sector (MAGyP).
Aspectos conceptuales
Al hablar de frontera en ecología, en geografía o en política, se presta más
atención a las discontinuidades que a la homogeneidad de las áreas internas. Es así que
los estudios se concentran en el deslinde entre sistemas diferentes, siendo la frontera
considerada como una barrera o límite. En un caso más extremo, entre países o sistemas
diferentes, o incluso entre provincias o departamentos de un mismo país, la
organización política puede aumentar la discontinuidad de una interfase, hasta hacerla
impermeable.
11
por la ocupación del espacio entre dos sistemas igualmente adaptados a las condiciones
regionales como el trigo y el pastizal en la Pampa, o la uva y el desierto en Mendoza.
Obviamente, la adaptación de los cultivos está mediatizada por una serie de subsidios
energéticos.
Los problemas en los bordes o las características del límite son secundarios, lo
que interesa es el hecho dinámico y su magnitud. Por eso hay tres requisitos básicos que
deben estar presentes para definir a un fenómeno como de expansión de Frontera
Agrícola:
El primer gran proceso de expansión que se produjo en nuestro país fue el que
dio lugar a la ocupación productiva de la región pampeana. Varias economías regionales
expandieron sus fronteras agrícolas apoyadas en el riego, sustituyendo diversos
ecosistemas de desierto por cultivos, como en Mendoza y San Juan, el Valle del Río
Negro o los Valles Calchaquíes.
12
Metodología
Para describir y analizar la configuración espacial del proceso de expansión
agrícola en la región chaqueña, se evalúan cuatro cortes temporales, 1975-1992-2002 y
2010, mediante la interpretación de imágenes satelitales y el uso de sistemas de
información geográfica (GIS), bajo una aproximación ecorregional.
- Para el corte temporal 1977, se trabajó con 33 imágenes Landsat 2 (sensor MSS y
píxel de 57 m) de los años 1972-1977.
- Para el corte temporal 1992 se utilizaron 4 mosaicos “Mr Sid” compuestos a partir
de imágenes Landsat 5 (sensor TM y píxel de 28,5 m) que abarcan los años 1986-
1992.
- El corte temporal 2002 fue cubierto con 4 mosaicos “Mr Sid” compuestos a partir de
imágenes Landsat 7 (sensor ETM+ y píxel de 28,5 m) de los años 1999-2002.
- Para el corte temporal 2010, se utilizaron 32 imágenes Landsat 5 de los años 2007-
2010 (figura 3).
13
Figura 2. Trabajo de identificación y mapeo digital de las áreas agrícolas, sobre
imágenes satelitales. Izquierda: imagen satelital de un área con parcelas agrícolas (en
tonos lilas y verdes claros) y bosques nativos (en verde oscuro). Derecha: digitalización
(en celeste) de las áreas agrícolas.
Para los cálculos de la tasa anual de expansión, se utilizaron las fechas reales de
captura de cada una de las imágenes. Sin embargo, para una rápida identificación,
lectura de los datos y comparación, todos los resultados se muestran agrupando los
cortes estudiados como series temporales, 1977-1992-2002 y 2010.
Existe una limitación en cuanto a la amplitud temporal de cada uno de los cortes
analizados; no obstante, el volumen de información generada, las tendencias detectadas
y la localización espacial de los procesos, hacen de los resultados una importante
herramienta para la toma de decisiones y la planificación en esta escala de trabajo.
14
En la enorme mayoría de los casos la diferenciación entre la vegetación nativa y
cultivos es inequívoca, pero en algunos potreros de ganadería extensiva sobre campos
naturales, pueden generarse confusiones, porque ciertos tipos de manejo pueden
presentar un patrón similar al de las parcelas cultivadas. En estos casos la identificación
de las parcelas se hizo ampliando sensiblemente la escala de la imagen, para mejorar la
definición. Este tipo de errores no son intrínsecos de la metodología, ya que inclusive
una clasificación automática sin una exhaustiva verificación a campo también puede
presentarlos, incluso en mayor medida.
El Gran Chaco Americano constituye una de las masas boscosas más extensas de
América del Sur. El 60% de su superficie se ubica en territorio argentino, y presenta en
su extensión una gran variabilidad climática, acompañada por distintas formaciones
vegetales, entre las que se destacan los bosques dominados por especies del genero
Schinopsis, los “quebrachos colorados” (Morello y Adámoli, 1974; Prado, 1993). Es la
15
tercera región con mayor biodiversidad del país, después de la Selva Paranaense y las
Yungas. La eliminación y la fragmentación de hábitat naturales es considerada la
principal causa de extinción de especies a nivel mundial (Foley et al. 2005), por lo que
la preservación del bosque chaqueño representa uno de los objetivos principales para la
conservación en Argentina.
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ha. En 2010 llega a cubrir más del 22 % del área de estudio, con 11.476.000 ha
agrícolas (tabla 1 y figura 6).
Superficie agrícola
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12 2010
Millones de hectáreas
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2002
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6 1992
1977
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2
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1970 1980 1990 2000 2010 2020
Entre 1977 y 2010 las áreas agrícolas se triplicaron (crecimiento del 298 %), lo
que implicó la transformación de 7.630.000 hectáreas de ambientes nativos. La tasa de
expansión agrícola siempre aumentó entre períodos, llegando a alcanzar para la última
serie, 528.000 ha/año de expansión (figura 7). Los datos muestran que la mayor
transformación y tasa de cambio se dio en el período 2002-2010.
0 0
1977 1992 2002 2010 77-92 92-02 02-10
17
balance hídrico, como el chaco semiárido, distribuido entre el oeste de las Provincias de
Chaco y Formosa, el centro de Santiago del Estero y el este de Salta.
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Figura 8. Núcleos agrícolas históricos en la región Chaqueña según las distintas zonas
climáticas; áreas cultivadas al 2010.
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a.3) A lo largo de la frontera entre Tucumán y Santiago del Estero.
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0 5 10 20 30 40 50 0 5 10 20 30 40 50
Kilometers Kilometers
/ /
2010 0 5 10 20 30 40 50
Kilometers
2002 0 5 10 20 30 40 50
Kilometers
b.1) Santiago del Estero - La Banda, es la más extensa. El riego depende del agua
almacenada en el Embalse Río Hondo que luego es distribuida por el sistema de canales
del río Dulce. Existen núcleos menores irrigados por el río Salado.
b.2) Joaquín V. González - Gaona, dependiente del riego del río Juramento, que tiene
sus aguas represadas en Cabra Corral y reguladas por el Embalse El Tunal.
19
c.2) En el noroeste de Santa Fe las áreas cultivadas se localizan especialmente al norte
de Tostado; y su continuidad en el sudeste de Santiago del Estero, en torno a Bandera.
c.3) En Formosa ocupan reducidas superficies en torno a San Martín 2 e Ibarreta (donde
existe un importante porcentaje de chacras abandonadas), continuando en la Provincia
del Chaco en Castelli y Tres Isletas.
c.4) En la Provincia de Córdoba, desde la localidad de Jesús María hacia el sudoeste de
la Laguna de Mar Chiquita
1977
/ 1992
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0 4 8 16 24 32 40 0 4 8 16 24 32 40
Kilometers Kilometers
/ /
2010 0 4 8 16 24 32 40
Kilometers 2002 0 4 8 16 24 32 40
Kilometers
Figura 10. Expansión en el área núcleo del Subhúmedo Central, en torno a las
localidades de Charata (Chaco) y Roversi (Santiago del Estero). Para una más fácil
comparación de los cortes temporales, las imágenes siguen la dirección de las agujas del
reloj.
d.1) La mayor área se localiza sobre la dorsal oriental de Santa Fe, angosta faja de
tierras altas que tiene a Reconquista y La Toscas como ciudades principales (figura 11).
Hacia el norte penetra en la provincia del Chaco en los alrededores de Basail, en un área
originalmente azucarera, como fueron originalmente la mayor parte de las áreas
agrícolas del Chaco húmedo (Maeder 1996).
d.2) En el centro-este de la provincia del Chaco hay varios núcleos agrícolas en torno a
Resistencia, Colonia Benítez, Margarita Belén y Las Palmas, que ocupan tierras altas
20
situadas sobre los albardones de los ríos Tragadero, Iné y la porción terminal del gran
albardón del Río de Oro.
d.3) En el nordeste de Formosa, hay otro sector agrícola en Laguna Blanca y Riacho
He-he, sobre albardones del Riacho Porteño, un paleocauce del Río Pilcomayo.
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1977 1992 2002 2010 Área total % transfor. Expansión (ha) Incremento %
Zona climática
Superficie (ha) (ha) al 2010 1977-2010
Húmedo 991.588 931.052 1.026.425 1.387.517 10.486.764 13,2 395.929 39,9
Subhúmedo Central 2.373.144 2.643.029 3.897.616 5.759.603 14.310.447 40,2 3.386.459 142,7
Semiárido 277.233 704.377 1.194.918 2.835.264 22.439.912 12,6 2.558.031 922,7
Subhúmedo Occidental 204.574 851.540 1.133.695 1.493.974 3.499.252 42,7 1.289.400 630,3
7
Millones de ha
6
Húmedo
5
Subhúmedo
4 Central
Semiárido
3
2 Subhúmedo
Occidental
1
0
1977 1992 2002 2010
Para visualizar más claramente los núcleos en los que se concentran las áreas
transformadas y su expansión, se dividió el área de estudio en hexágonos regulares de
10.000 hectáreas. Las áreas transformadas fueron expresadas como porcentaje que
ocupan en cada hexágono: cuanto mayor el porcentaje ocupado, más oscuro el
hexágono. En la figura 13 se muestran de esta manera las áreas transformadas para los
cuatro cortes temporales.
22
ganaderos, que se han desplazado de la región pampeana y de otras zonas chaqueñas, y
que tienen menores exigencias edafológicas y climáticas.
% transformado N N
5 - 25 %
25 - 50 %
W E W E
50 - 75 %
75 - 100 %
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Figura 14. Las flechas indican las tendencias de la expansión agrícola en la región
Chaqueña según las distintas zonas climáticas; áreas cultivadas en 1977 (naranja) y su
expansión al 2010 (azul).
Análisis Provincial
Las tasas de expansión evidencian el gran salto producido durante el período 2002-
2010, alcanzando 85.300 ha/año en la Provincias del Chaco, 98.500 ha/año en Salta, y
201.100 ha/año en Santiago del Estero. La Provincia de Córdoba, presenta tasas más
estables en el tiempo, siendo la del último período de 33.600 ha/año.
24
1977 1992 2002 2010
Provincia
Superficie (ha)
Santiago del Estero 443.735 995.861 1.805.552 3.414.753
Chaco 965.385 937.478 1.380.458 2.062.774
Córdoba 898.354 1.270.127 1.466.989 1.736.079
Salta 133.116 557.980 912.349 1.700.901
Santa Fe 1.088.373 774.024 976.911 1.474.424
Formosa 223.034 240.447 248.092 463.282
Tucuman 63.929 260.933 307.499 369.740
Catamarca 4.119 44.916 96.105 169.579
Jujuy 26.493 48.233 58.698 84.825
TOTAL 3.846.539 5.129.997 7.252.655 11.476.357
Tabla 3. Superficies transformadas por provincia para los años 1977, 1992, 2002 y
2010.
3.500.000 250.000,0
Santiago del
Estero
Tasa de cambio
3.000.000
200.000,0
(hectáreas/año)
Un dato más que llamativo es lo acontecido en Santa Fe; en esta provincia se dio
entre los años 1977 y 1992 una importante reducción de la superficie agrícola (más de
300.000 ha). Ese abandono de lotes agrícolas se produjo en áreas inundables del Oeste
de los Bajos Submeridionales santafesinos. Para 1977, gracias a un ciclo seco de varios
años, productores de la zona decidieron avanzar sobre estas áreas. Años posteriores, con
precipitaciones normales, o incluso entrando a un ciclo más húmedo, estas zonas como
es normal se inundaron, pasando varios meses al año con agua, por lo que los
productores tuvieron que abandonar las áreas en las que se habían expandido. En años
recientes, y dado a un sistema de canalizaciones que está llevando a cabo la provincia,
varios productores del área están volviendo a avanzar hacia estas zonas más bajas e
inundables.
Tendencias
En consonancia con el aumento en la producción esperado para los próximos
años en la Argentina, se proyecta que las superficies cultivadas en toda la región
chaqueña aumentarán considerablemente.
La tasa de expansión agrícola ocurrida entre los años 2002 y 2010 fue muy alta
(528.000 ha/año). La mayor parte de este período fue previa a la sanción de la Ley
26.331 de ordenamiento territorial de bosques nativos (diciembre 2007), factor a
considerar como una limitación a las futuras tasas de expansión.
25
Además, para estimar una futura expansión, hay que considerar que: a) una parte
importante de las tierras potencialmente agrícolas, con las variedades actuales, ya está
ocupada; y b) se prevé una fuerte expansión de los cultivos forrajeros.
Con base en lo anterior, para poder hacer una estimación general de las
superficies cultivadas en la región al año 2020, se calcularon tres escenarios:
Así, se estima que para el año 2020 la superficie cultivada en toda la región
chaqueña será entre 17 y 26 % mayor a la superficie actual, oscilando entre los 13,5
millones a 14,5 millones de hectáreas, según el escenario de expansión planteado (tabla
4).
Escenarios al año 2020
1977 1992 2002 2010 Bajo Medio Alto
Superficie transformada (ha) 3.846.539 5.129.997 7.252.655 11.476.357 13.476.357 13.976.357 14.476.357
Expansión (ha) - 1.283.458 2.122.657 4.223.702 2.000.000 2.500.000 3.000.000
Tabla 4. Superficies estimadas de expansión agrícola para la región chaqueña, bajo tres
escenarios al 2020.
Si bien no hay datos disponibles sobre la proporción ocupada por las pasturas
para toda la región, consideramos importante hacer proyecciones basadas en la
experiencia propia, opiniones de informantes calificados, y considerando las fuertes
tendencias de desplazamiento de la ganadería desde la región pampeana, hacia el norte
del país. Para hacer estas estimaciones tuvimos en cuenta:
a) Para los cortes temporales 1977, 1992, 2002 y 2010, donde se cuenta con datos
existentes de mapeo del total de las áreas cultivadas (agrícolas y forrajeras), se
estimó directamente el porcentaje que representaban las pasturas del total del
área cultivada de la región;
b) Para los tres escenarios de expansión al 2020, se estimó el porcentaje que
representarán las pasturas en la nueva expansión proyectada (el dato del % de
pasturas respecto del total del área cultivada, surge de su cálculo). A su vez, se
consideraron porcentajes distintos para cada proyección: escenario Bajo, las
pasturas representarán 65 % de la nueva expansión proyectada; Medio: 70 %; y
Alto 75 %.
Para el año 2020 se estima que entre el 18,2 y 22,5 % de la superficie cultivada
en la región estará ocupada con pasturas, representando entre 2,5 y 3,4 millones de
26
hectáreas. Estos números reflejan la importancia creciente que tiene esta actividad en la
región.
Escenarios al año 2020
1977 1992 2002 2010 Bajo Medio Alto
Superficie transformada (ha) 3.846.539 5.129.997 7.252.655 11.476.357 13.476.357 13.976.357 14.476.357
% de pasturas 0,3 1,0 5,0 10,0 18,2 20,7 23,5
Superficie de pasturas (ha) 11.540 51.300 362.633 1.147.636 2.447.636 2.897.636 3.397.636
Superficie agrícola (ha) 3.834.999 5.078.697 6.890.022 10.328.721 11.028.721 11.078.721 11.078.721
Asimismo esta primera estimación sugiere que las áreas estrictamente agrícolas
virtualmente han alcanzado un techo máximo, por lo que la previsión de crecimiento es
mínima a nula.
Riesgos ambientales
- Emisiones de CO2
% de cobertura transformada
Contenido de C
Fisonomía Subhúmedo Subhúmedo
(Tn/ha) Húmedo Semiárido
Central Occidental
Bosques altos 85 1 5 5 5
Bosques altos raleados 51 15 15 15 15
Bosques bajos 34 15 25 30 30
Bosques bajos muy degradados 25,5 10 15 35 35
Sabanas muy arbustificadas 25,5 35 30 10 10
Sabanas y pastizales drenados 12,75 20 10 4 5
Sabanas y pajonales inundables 15 4 0 0 0
Peladares 4,25 0 0 1 0
Tabla 6. Estimación del contenido de carbono de las distintas fisonomías presentes en el
área de estudio, y su participación en las áreas que han sido transformadas e
incorporadas a la agricultura, según las zonas climáticas. Fuente: Estimaciones propias.
27
Zona climática Tn de C emitido
Húmedo 11.175.090
Subhúmedo Central 112.261.111
Semiárido 87.299.206
Subhúmedo Occidental 44.113.586
Total 254.848.993
Tabla 7. Toneladas de carbono emitido en la región chaqueña, según zonas climáticas, a
causa de la expansión agrícola entre los años 1977 y 2010.
Hay que tener en cuenta que: a) la expansión agrícola, como vimos, fue mucho
más intensa en los últimos años, por lo que al considerar en el análisis tan sólo el último
período (2002-2010), el valor aquí estimado es bastante mayor al reportado a las
Naciones Unidas en el 2002; y b) el valor estimado comprende la transformación de
fisonomías boscosas y no boscosas (sabanas, pajonales, pastizales), en tanto el valor
reportado es producto exclusivo de los desmontes.
28
Resulta evidente que este conjunto de áreas protegidas no es suficiente para
garantizar la conservación de los ambientes nativos frente a la expansión agropecuaria.
Deberá evaluarse muy seriamente este problema, incorporando nuevas superficies a la
conservación, atendiendo a la diversidad de ecosistemas, su distribución y grado de
amenaza, e integrándolas en una red de áreas protegidas que contemple además zonas
de corredores de conservación (con diferentes grados de intervención y transformación
antrópica) que permitan conectarlas.
Bosques de la transición
Chaco-Yungas
N
W E
S
1977
1992
2002
2010
Bosque de tres
quebrachos
3
2
2
3
2
2
4
2
2
M
k
n
q
o
g
v
g
t
u
Bibliografía
Barsky, O. y J. Gelman, 2001. Historia del agro argentino. 460 pág. Ed. Grijalbo-
Mondadori. ISBN 987-9397-21-5.
29
Corcuera.
Foley, J.A., DeFries, R., Asner, G.P., Barford, C., Bonan, G., et al. 2005. Global
consequences of land use. Science 309, 570–574.
Maeder, E., 1996. Historia del Chaco. Ed. Plus Ultra. Bs. As. 304 p.
Prado, D. 1993. What is the Gran Chaco vegetation in South America? I. A review.
Contribution to the study of flora and vegetation of the Chaco. V Candollea 48:
145-172
30
2.b Análisis de los principales cultivos
Soja…....37
Algodón……40
Poroto……..42
Pasturas……43
Rotaciones…….45
31
2.b. Análisis de los principales cultivos
En este capítulo se analiza la evolución de los principales cultivos de la región
chaqueña en el período 1969-2010. La fuente de datos son las estimaciones agrícolas del
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, cedidos por el Dr. Gustavo
López, que son lo más cercano a una base de datos oficial consolidada a nivel nacional.
Para el análisis se consideran las provincias de Santiago del Estero, Chaco, Formosa,
Salta y Tucumán. Si bien las últimas dos tienen una superficie considerable fuera del
área de interés de este trabajo, en esos sectores no hay producción significativa de los
cultivos aquí considerados. Se consideraron los cultivos de algodón, girasol, soja, maíz,
trigo y sorgo; sumándole poroto y pasturas para el caso de Salta, por ser los cultivos que
tienen incidencia en los distintos procesos de expansión agrícola que se dieron en la
región chaqueña a lo largo de su historia.
4.5 ALGODÓN
GIRASOL
4.0 SOJA
MAIZ
3.5 TRIGO
SORGO
Millones de hectáreas
3.0 TOTAL
2.5
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
32
En 1998 se produce una notable caída en la superficie sembrada con algodón,
por la combinación entre una fuerte caída del precio internacional con condiciones
climáticas desfavorables a partir del fenómeno de El Niño de ese año. La superficie del
algodón cae inclusive por debajo de la del trigo y el girasol. A diferencia de otros ciclos
de retracción, la irrupción de la soja como principal cultivo, por un lado amortigua lo
que hubiese sido una importante caída del área cultivada y por otro impulsa fuertemente
a las fronteras agrícolas.
Chaco
ALGODÓN
1.6 GIRASOL
SOJA
1.4 MAIZ
SORGO
1.2 TRIGO
Millones de hectáreas
TOTAL
1.0
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
33
excedentes hídricos provocados por el proceso de “El Niño” provocan una brusca caída
en la superficie algodonera, que sólo logra 80.000 ha.
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
El panorama general presenta algunas semejanzas con el del Chaco. Entre 1969
y 1984 la superficie total (de los 6 cultivos) ha sido ligeramente superior a 200 hasta
300.000 ha con fuerte presencia de maíz y sorgo (entre 100 y 150.000 ha). El algodón
34
tuvo entre 25 y 50.000 ha en el período 1969/94 tras lo cual aumentó sensiblemente,
superando las 250.000 ha en 1997/98. En este período (1994-1998), el algodón fue el
principal impulsor de la expansión de la frontera agrícola, la que en pocos años pasa de
200.000 a poco más de 600.000 ha en 1998. Por su parte la soja entre 1986 y 1998 se
mantiene en torno de 100.000 ha, creciendo lentamente. En 1998/99 por primera vez la
soja supera la superficie sembrada con algodón, mientras que el algodón -igual que en el
Chaco- sufre una brusca caída por los excedentes hídricos vinculados con “El Niño” y
por la fuerte caída en el precio internacional.
Salta
1.0 ALGODÓN
GIRASOL
SOJA
MAIZ
SORGO
0.8
TRIGO
POROTO
Millones de hectáreas
TOTAL
0.6
0.4
0.2
0.0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
35
partir de 1987/88, oscilando entre 100 y 200.000 ha. En 1998 el poroto y la soja
alcanzan 200.000 ha, pero esta superficie se mantiene hasta la actualidad en el caso del
poroto, mientras que la soja avanza hasta alcanzar 600.000 ha. El trigo acompaña al
crecimiento de la soja, aunque en menor escala, superando las 160.000 ha. Maíz y sorgo
juntos oscilan en torno a 40.000 ha.
Es importante destacar que partir de 2005 las pasturas desplazan al poroto como
segundo cultivo, llegando en 2009/10 a cerca de 500.000 ha y se convierten junto con la
soja en el principal motor de la expansión de la frontera agropecuaria, que en 2009/10
supera 1.500.000 ha (ver figura 13).
Tucumán
ALGODÓN
GIRASOL
0.5
SOJA
MAIZ
SORGO
0.4 TRIGO
Millones de hectáreas
TOTAL
0.3
0.2
0.1
0.0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
36
Formosa
ALGODÓN
GIRASOL
200,000 SOJA
MAIZ
SORGO
TRIGO
150,000 TOTAL
Hectáreas
100,000
50,000
0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
Soja
En pocos años pasó de ser un cultivo sin relevancia a ocupar firmemente las
mayores superficies en casi todas las provincias. Chaco y Santiago del Estero suman
actualmente más de 1.500.000 ha. Salta y Tucumán cultivan casi 900.000 ha. Solamente
en Formosa sigue siendo un cultivo poco significativo, con menos de 10.000 ha.
37
En 1969/70 el cultivo de soja era una rareza. Recién alcanza niveles de
producción de 100 a 200.000 tn en 1987/88, por el temprano aporte de Tucumán a la
introducción de la especie. A partir de la campaña siguiente, Salta ocupa el primer
lugar, seguida por Tucumán y Santiago del Estero, lo que lleva la producción total a
crecer gradualmente, hasta alcanzar 1.000.000 tn en el año 2000. A partir de allí la
producción total crece exponencialmente hasta alcanzar 7.000.000 tn en 2009/10, pero
con fuertes altibajos, reflejo de las caídas de rendimientos de Chaco y Santiago del
Estero por causa de temporadas secas. Salta en forma gradual y sostenida se consolida
como fuerte productora con 2.000.000 tn, mientras que Tucumán con menor
producción, mantiene también una mayor regularidad.
SALTA
5
TUCUMAN
4 TOTAL
0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
Figura 7. Superficies sembradas con soja en las Provincias de Chaco, Formosa, Santiago
del Estero, Salta y Tucumán.
38
1983/84 comienza un fuerte ascenso, que se mantiene entre 45 y 50.000 ha durante 4
campañas. Desde 1987/88 hasta 2001/02 varía entre 80 y 130.000 ha. Entre 1992/93 y
1999/2000 ocupa entre 150 y 250.000 ha. En la campaña 2000/01 alcanza 300.000 ha y
hasta el presente crece en forma sostenida hasta alcanzar 580.000 ha en 2009/10.
Tucumán. Es la provincia que parte con mayor superficie en 1969/70, con unas
7.500 ha, que se incrementan gradualmente hasta 36.000 ha en 1976/77. A partir de
1977/78 y hasta 1996/97 hay un salto con oscilaciones entre 75 y 90.000 ha. En las
cuatro campañas siguientes se mantiene el crecimiento, alcanzando 180.000 ha en
2000/01. Desde 2001/02 hasta el presente las superficies cubren entre 230 y 290.000 ha.
Rendimientos
39
Algodón
Debido a la importancia del algodón en los comienzos de la agricultura
chaqueña, se preparó una síntesis de su historia, basada en datos de los siguientes
autores:
• Maeder, Ernesto J. A. “Historia del Chaco”. 1996. Ed. Plus Ultra. 295 pags.
• Miranda, Guido, “Tres ciclos chaqueños”. 2005. UNNE, Librería de la Paz. 340
pags.
• Barsky, O. y Gelman, J. 2001. “Historia del agro argentino”. Ed. Grijalbo. 460
pags.
TUCUMAN
0.8 TOTAL
0.6
0.4
0.2
0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
Figura 8. Producción de algodón (tn) en las Provincias de Chaco, Formosa, Santiago del
Estero, Salta y Tucumán.
40
superficie cultivada, que alcanza un récord de 310.000 ha en 1938/39 en gran parte
impulsada por una fuerte plaga en el principal exportador mundial, Estados Unidos.
En los años 50 supera las 400.000 ha, alcanzando en 1957/58 el pico máximo
con 732.000 ha sembradas. Entre 1969/70 y 1993/94 ocupa superficies que oscilan en
torno a 300.000 ha. Vinculado con la sustancial alza de precios ocurrida a mediados de
los años 90, el algodón tiene una fuerte expansión hasta 1997/98, cuando alcanza 500-
600 e inclusive supera las 700.000 ha en Chaco, mientras que en las 5 provincias supera
al millón de ha. El algodón es el cultivo más extendido en Chaco hasta la campaña
1999/2000, en la que por primera vez es superado por la soja que desplaza fuertemente
al algodón, cuya superficie cae bruscamente hasta menos de 80.000 ha. En las recientes
campañas se registra un marcado crecimiento; la previsión es de 600.000 ha a nivel
nacional y 400.0000 ha en la provincia del Chaco.
41
quedando la cosecha manual para zonas marginales, lo que provocó gran desocupación
de los cosecheros. Por otra parte, la introducción de la maquinaria impuso nuevos
cambios tecnológicos en la siembra y tratamiento del cultivo (control de malezas y
plagas) que a su vez desplazaron a los peones encargados de la carpida y de los
tratamientos sanitarios (que se realizaban con mochila). Los costos de cosecha bajaron
40 % (15 % de los costos totales del producto). Pero la caída vertical de la recolección
manual y de las tareas manuales agudizó la situación social.
Poroto
Antes de 1969 la agricultura en el Chaco Salteño prácticamente se limitaba a las
áreas de influencia de Metán y Rosario de la Frontera, arroz irrigado en las bandas del
río Juramento y a pequeñas superficie de tabaco Burley en Apolinario Saravia. La
apertura de la frontera agrícola como hecho masivo, se produjo con la introducción del
poroto. Como fue mostrado en la Figura 4, desde las 32.000 ha registradas en 1969/70
se produce un crecimiento constante hasta alcanzar 150.000 ha en 1977/78, tras lo cual
la superficie se estabiliza, oscilando alrededor de dicho valor. A partir de la campaña
1994/95 la superficie vuelve a crecer, para estabilizarse en torno a 200.000 ha hasta la
actualidad. La superficie total cultivada reproduce casi exactamente la evolución del
área porotera hasta1980/81. Con la temprana entrada de la soja ambas curvas comienzan
a diferenciarse, en especial desde la campaña 1991/92, brecha que se acentúa con el
tiempo, básicamente porque la superficie de soja llega a triplicar a la del poroto, a lo que
se agrega la evolución del trigo como cultivo de cobertura, que en 2009/10 alcanza casi
la misma superficie que el poroto.
42
Siembra Poroto 1969 - 2010
400.000
CHACO
350.000 FORMOSA
200.000
150.000
100.000
50.000
0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
Figura 10. Siembra de poroto en Chaco, Formosa, Santiago del Estero, Salta y
Tucumán.
Pasturas
La expansión de las fronteras agropecuarias presentadas en el punto 2.a. está
basada fundamentalmente en el mapeo hecho sobre imágenes satelitales, donde todo
tipo de cambio de uso del suelo queda registrado, tanto si es para cultivos agrícolas,
como si se trata de pasturas. El mapeo diferenciado de cualquier componente, como en
este caso de las pasturas, requiere de la disponibilidad de un control de campo muy
ajustado, actividad que por su complejidad pocos organismos están llevando a cabo.
Los valores totales en parte pueden ser cubiertos por la información provista por
el Censo Nacional Agropecuario, aunque la misma en algunos casos presente fuertes
diferencias con las superficies mapeadas, como el discutido para Santiago del Estero
(ver punto “Comparación entre fuentes de datos”).
La superficie ocupada con pasturas fue irrelevante hasta 1980/81, tras lo cual
oscila entre 30 y 40.000 ha 2000/01. A partir de dicha campaña comienza un
crecimiento sostenido, alcanzando superficies del orden de 100.000 ha. Con la fuerte
valorización del los campos pampeanos como consecuencia en particular de las altas
cotizaciones de la soja, se intensifica la migración de parte de la ganadería hacia la
provincias del Norte. En Salta se registra una fuerte expansión de las áreas forrajeras
que superan las 125.000 ha en 2005. La inminencia de la sanción de la Ley 26.331 (Ver
capítulo 3.b.), genera un fuerte incremento de los desmontes para agricultura o para
pasturas, las que rápidamente alcanzan las 400.000 ha en 2007, y casi 500.000 ha en la
43
actualidad, con lo que se constituyen en el segundo cultivo en extensión, apenas por
debajo de la soja, y con posibilidades ciertas de superarla. Hay que aclarar que, si bien
hemos podido cuantificar este proceso solamente para la provincia de Salta, se ha dado
también, aunque con algunas variaciones, en las zonas semiáridas de Chaco y Santiago,
y de manera incipiente en Formosa.
Figura 11. Áreas cubiertas con pasturas en Salta en el año 2010 (en amarillo).
Fuente: elaboración del Sr. Carlos Segón y del Ing. Agr. Claudio Cabral.
Este fuerte crecimiento de las superficies ocupadas por pasturas, genera una
presión adicional sobre la expansión de la frontera agrícola en la Provincia de Salta. A
la expansión original impulsada por el poroto (en la figura 4 entre 1969 y 1992), le
sigue el impulso adicional de la soja hasta 2005. La soja se estabiliza a partir de
entonces o crece con menor ímpetu, dado que las superficies aptas para su cultivo van
siendo rápidamente utilizadas (franja en el Subhúmedo Occidental); pero la entrada de
las pasturas provoca un fuerte cambio en la tendencia de expansión de la frontera
agrícola, que virtualmente se duplica en 5-6 años (Figura 12).
44
Superficie sembrada - Salta -1969-2010
1.6
ALGODÓN
1.4 GIRASOL
SOJA
MAIZ
1.2 SORGO
TRIGO
POROTO
Millones de hectáreas
PASTURAS
1.0 TOTAL
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
Figura 12. Evolución de las siembras de trigo, maíz, sorgo, algodón, girasol, soja y
poroto en Salta, con inclusión de las pasturas.
Rotaciones
La sustentabilidad de los cultivos depende básicamente de las Buenas Prácticas
Agrícolas, uno de cuyos pilares es el de las rotaciones entre cultivos con diferentes
relaciones Carbono/Nitrógeno. Lo ideal es que las especies con amplia relación C/N
como el maíz, sorgo y trigo, participen con 50 % o al menos con un mínimo de 30 %
frente a las especies con ajustada relación C/N como soja, poroto, algodón o girasol.
Debido al importante peso que tienen el algodón en Chaco y el poroto en Salta, este
análisis se centrará en estas provincias.
En las figuras, las superficies de ambos cultivos junto con algodón y girasol
representan a las especies de estrecha relación C/N. Las especies de amplia relación C/N
fueron separadas entre las estivales (maíz y en menor medida sorgo) e invernales (trigo).
Para la provincia de Salta, en los primeros años de la serie puede observarse que
a pesar de las oscilaciones, hay una relación muy buena entre ambos grupos de especies.
A partir de 1986 se produce una marcada asimetría, con un fuerte crecimiento de las
especies de estrecha relación C/N que llegan a 800.000 ha en la actualidad, mientras que
45
las de amplia relación C/N se mantienen estabilizadas. Lo notable es que a partir del año
2000 comienza un sostenido crecimiento en la superficie sembrada con trigo que supera
ampliamente al maíz, mientras que el sorgo virtualmente desaparece (Figura 4). El
resultado es que la relación entre los grupos de especies de amplia y estrecha relación
C/N se aproxima al 25 %, bastante inferior al óptimo ideal de 50 %, pero razonable
(cercano al mínimo deseable de 30 %) en el contexto de falta de incentivos al cultivo de
gramíneas.
1.0
C/N AMPLIO
Millones de hectáreas sembradas
C/N ESTRECHO
0.8
TRIGO
TOTAL
0.6
0.4
0.2
0.0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
Figura 13. Salta. Evolución de las superficies cultivadas con especies de relación
Carbono/Nitrógeno estrecha (algodón, girasol, poroto y soja) y de especies estivales con
relación Carbono/Nitrógeno amplia (maíz y sorgo) o invernales (trigo).
46
Chaco Rotaciones (1969-2010)
1.8
1.6
C/N AMPLIO
1.4
C/N ESTRECHO
Millones de hectáreas sembradas
1.2 TRIGO
TOTAL
1.0
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
1969/1970
1971/1972
1973/1974
1975/1976
1977/1978
1979/1980
1981/1982
1983/1984
1985/1986
1987/1988
1989/1990
1991/1992
1993/1994
1995/1996
1997/1998
1999/2000
2001/2002
2003/2004
2005/2006
2007/2008
2009/2010
Figura 14. Chaco. Evolución de las superficies cultivadas con especies de relación
Carbono/Nitrógeno estrecha (algodón, girasol, poroto y soja) y de especies estivales con
relación Carbono/Nitrógeno amplia (maíz y sorgo) o invernales (trigo).
47
obtener aproximaciones parciales: Para el período 2002 utilizamos la información del
censo nacional agropecuario del INDEC. No tuvimos acceso a esta información de los
censos 1988 ni de 2008, que hubieran sido apropiados. Para la provincia de Salta,
contamos con informantes locales que nos proveyeron información sobre las pasturas
sembradas actualmente en la provincia. Se realizó la comparación para las provincias de
Chaco, Santiago del Estero y Salta (Figura 15), que permitió ver que las mayores
diferencias entre los mapeos y las estimaciones se encuentran en Santiago del Estero,
sobre todo para el año 2010, donde las estimaciones reportan más de 1,5 millones de
hectáreas menos que las identificadas en el mapeo de las imágenes satelitales. A esta
diferencia habría que restarle la superficie sembrada con pasturas, que estimamos que
no alcanzaría a salvarla.
3.5
3.0
2.5
Millones de hectáreas
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0
1992 2002 2010 1992 2002 2010 1992 2002 2010
Salta Chaco Santiago del Estero
Figura 15. Comparación Áreas transformadas vs. Superficies sembradas. Barras sólidas:
relevamiento de áreas transformadas en imágenes satelitales; barras rayadas:
estimaciones agrícolas SAGPyA + datos de pasturas según se explica en el texto.
48
2.c Cambio de uso del suelo y conservación
de la biodiversidad y los servicios
ecosistémicos
Marco general….....50
Bibliografía….….66
49
2.c Cambio de uso del suelo y conservación de la
biodiversidad y los servicios ecosistémicos
Marco general
El cambio de uso del suelo representa una oportunidad para el crecimiento de las
áreas cultivadas, pero también es una amenaza para la conservación de la biodiversidad
a escala global y nacional. Se calculó que ya en el año 2000 el 34% de la superficie del
globo libre de hielos estaba ocupada por cultivos (incluyendo pasturas), y esta
proporción va en aumento en virtud de la creciente demanda de alimentos. Así como
ocurre en la región analizada en este trabajo, a escala global la conversión de ambientes
no está homogéneamente distribuída, siendo los pastizales y los bosques tropicales
deciduos los biomas más afectados (Ramankutty et al. 2008).
50
Figura 1. Tres situaciones con igual pérdida de área y distinto grado de fragmentación
(creciente de abajo hacia arriba).
51
las reservas existentes en la Provincia. En el otro extremo, dentro de un predio agrícola,
o incluso dentro de un lote, los bordes de los caminos o incluso los remanentes de
vegetación natural que quedan debajo de los alambrados, pueden funcionar como
corredores y como reservorios importantes para una parte de la biodiversidad (i.e.
DiGiacomo & Casenave 2011). En algunos ambientes altamente intervenidos, no es
posible plantear corredores con una continuidad estricta. En estos casos, está visto que
isletas o manchones de ambientes naturales pueden funcionar como “escalones de paso”
(stepping stones) para algunos organismos. Inclusive en ambientes con total predominio
de cultivos, los bordes de caminos y de potreros pueden desempeñar un papel modesto
pero efectivo.
52
hídrico de una cuenca), culturales (por ejemplo sitios de esparcimiento o territorios de
poblaciones originarias) y de soporte (hábitat para la biodiversidad).
provision
soporte regulación
culturales
53
Caso de estudio: Pérdida y fragmentación del bosque de tres
quebrachos en el SO de la Provincia de Chaco
54
Figura 4. Imagen satelital del área de estudio (año 2005), con el mapeo de las zonas
boscosas en líneas amarillas.
55
Figura 5. Áreas boscosas (en verde) en la zona de estudio entre los años 1957 y 2010.
56
1957, cayendo de 157 ha a 39 ha (Figura 6c). La densidad de borde (Figura 6d) aumentó
un 77 %, trepando de 46 a 81.7 m/ha entre 1957 y 2010.
30000 350
25000 300
250
20000
200
15000
150
10000 100
5000 50
0 0
1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
Año A ño
180 90
160 80
140 70
120 60
100 50
80 40
60 30
40 20
20 10
0 0
1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
Año Año
Al analizar estos datos hay que tener en cuenta la sanción de la ley 26331 en
diciembre de 2007 y la consecuente moratoria en la habilitación de desmontes a nivel
nacional. Si bien la Provincia del Chaco ya ha sancionado su correspondiente ley de
ordenamiento (ver capítulo 3.b), a la fecha todavía no se ha normalizado el proceso de
solicitudes y aprobaciones de cambios de uso del suelo.
57
(1)
Donde r es la tasa de deforestación, t2 y t1 son los años al final y al principio del período considerado,
respectivamente y A2 y A1 son las superficies de bosque al final y al principio del período considerado,
respectivamente.
Los resultados obtenidos (Figura 7) muestran una vez más que el período más
crítico ha sido entre 1994 y 2002, con valores superiores al -4%. Para tener idea de la
magnitud relativa de estos valores, es útil compararlos con los datos oficiales (UMSEF
2007), según los cuales la tasa de deforestación en la provincia de Chaco entre 1998 y
2002 fue del -0,57% y entre 2002 y 2006 del -0,65%; y en los mismos períodos, para
toda la región chaqueña de -1.01% y -1,35%. Vemos aquí también, como en el capítulo
2.a, que esta es una de las zonas “calientes”, donde la deforestación, motivada por el
avance de la frontera agropecuaria, ha sido mucho más alta que las medias provinciales
y nacionales.
-5
-4.5
Tasa de deforestación (%)
-4
-3.5
-3
-2.5
-2
-1.5
-1
-0.5
0
1957 - 1975 - 1988 - 1994 - 1997 - 2002 - 2005 - 2007 -
1975 1988 1994 1997 2002 2005 2007 2010
58
Recientes estudios realizados por nuestro equipo (GESEAA) en la zona han
valorizado a los fragmentos remanentes de bosque tanto por sus características
estructurales como por la función de provisión de hábitat para las aves. Relevamientos
sistemáticos de vegetación han permitido documentar una serie de características del
bosque muy importantes desde el punto de vista de la conservación (Torrella et al. en
prensa).
40
36
32
28
n° de especies
24
20
16
12
8
4
0
0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 7000 8000 9000 10000
n° de individuos
59
6 AB en pie 14
AB tocones 12
5
Dens. 10
4 tocones
8
ind/ha
m /ha
3
2
2
4
1 2
0 0
<5 5 -10 10 -20 20 -30 30 - 40 >40
DAP (cm)
estructura madura. También es notable la presencia de otras aves del interior del bosque
como la charata (Ortalis canicollis) o el tataupá común (Crypturellus tataupa), que se
verían rápidamente afectadas por la disminución de la cobertura boscosa (Di Giácomo,
Di Giácomo & Kopuchian, com. pers.).
60
de especies sea mucho más drástico. El valor de este umbral sería muy variable
dependiendo del ecosistema y del grupo de especies considerado.
Bajo este escenario surgen en la región las denominadas cortinas forestales. Por
diversas reglamentaciones se establece en las distintas provincias de la región, la
obligación de dejar franjas de bosque nativo (cortinas forestales) que bordeen
superficies bajo cultivo (figura 10), con el fin de prevenir y mitigar la erosión eólica en
los campos agrícolas, y como forma de conservar e interconectar los remanentes de
bosque que van quedando.
Cortinas
forestales
Lotes
agrícolas
Bosque
nativo
61
En este apartado se analiza la eficacia de esta medida en cuanto a su aplicación y
la función de conservación del bosque nativo. Puntualmente, para un área de estudio de
450.000 ha en el sudoeste de la Provincia del Chaco (figura 11), se estudian distintos
índices que permiten evaluar y comparar a las cortinas forestales con los remanentes de
bosque nativo.
Figura 11. Área de estudio en el sudoeste de la Provincia del Chaco, en los alrededores
de la localidad de Charata.
Para el año 2007, la superficie total con bosque nativo ocupa 133.406 ha, lo que
representa poco más del 29% del área de estudio. Sin embargo, al analizar
comparativamente a los bosques y las cortinas, puede verse que ambos se encuentran
distribuidos en un número similar de fragmentos, aunque la superficie de cortinas
forestales representa 10% de la superficie total de bosques (figura 12 y tabla 1).
Asimismo, la relación que presentan las cortinas forestales entre un alto número
de fragmentos para una baja superficie, sumado a la forma intrínseca de su diseño
(forma alargada), hace que exhiban una muy alta densidad de borde, 4 veces superior a
la del bosque (tabla 1).
62
N
3
2
3
2
4
2
5
2
6
2
7
2
M
k
n
q
o
g
v
g
t
u
W E
N
3
2
3
2
4
2
5
2
6
2
7
2
M
k
n
q
o
g
v
g
t
u
W E
63
ha de desmonte que se habilitan, deben dejarse 37,5 ha de bosque nativo en forma de
cortinas forestales (37,5 %);
A este bajo cumplimiento hay que sumarle otros aspectos tales como la
“desaparición” de las cortinas forestales (figura 13), su afectación por la aplicación
aérea repetida de agroquímicos o por la quema intencional –total o parcial–, y la
invasión de especies exóticas en su interior (principalmente pasturas –Gatton panic–),
que desvirtúan su estructura en cuanto a la representatividad del bosque nativo.
2005 2007
Figura 13. En las imágenes satelitales puede observarse como, en el término de 2 años,
han sido eliminadas la totalidad de las cortinas forestales establecidas en sentido SO-NE
y varias de las cortinas en sentido NO-SE (límite norte del establecimiento).
64
productiva de una franja de aproximadamente unos 20 m de ancho, que por descarte,
suele usarse como caminos internos. Si bien pudiera parecer insignificante, no lo es,
pudiendo afectar el 12 % del área agrícola de un establecimiento.
En conclusión:
El bosque de tres quebrachos no está incluido en ningún área protegida del país
y las posibilidades de implementación de nuevas áreas protegidas en la región son
escasas ya que no hay tierras fiscales y la densidad de ocupación y presión sobre el
bosque son más altas que en otras zonas de la región más despobladas, como el Chaco
Semiárido.
En este caso, los propietarios que mantienen bosque en pie, lo hacen con un
costo de oportunidad muy alto. Pierden la oportunidad de obtener mayores ingresos
dedicando esa superficie de su predio a la producción agropecuaria. Se da de hecho una
asimetría entonces, entre aquellos que desmontaron sus bosques, incluso infringiendo
las normas; y aquellos que los mantuvieron en pie. En términos económicos, estos
últimos se ven perjudicados.
65
Es interesante considerar la situación de estos ambientes con alta presión de
cambio de uso del suelo y compararla con las regiones donde la actividad agrícola está
establecida desde hace siglos. En estas últimas, la agricultura terminó ocupando
prácticamente la totalidad de la superficie disponible, sin tener en cuenta la preservación
de los ambientes naturales. Es así como los pastizales naturales de la pampa húmeda,
por ejemplo, quedaron reducidos a pequeños relictos a los márgenes de los caminos o de
vías de ferrocarril. O como en Europa prácticamente no quedan bosques en llanuras. En
la situación actual sabemos que no podemos repetir esas experiencias, y que debemos
considerar la conservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos en las
zonas de expansión agrícola. Entonces, la sociedad entera debería asumir los “costos de
oportunidad” de los productores que, en estas zonas, decidan mantener ambientes
naturales teniendo la posibilidad de transformarlos en lotes agrícolas.
Bibliografía
Adámoli, J.; Torrella, S. y Ginzburg, R. 2008. La expansión de la frontera agrícola en la
Región Chaqueña: perspectivas y riesgos ambientales. 33Pp En: O. Solbrig y J.
Adámoli (Coordinadores), Agro y Ambiente: una agenda compartida para el desarrollo
sustentable. Foro de la cadena agroindustrial argentina.
DiGiacomo, A.S. & Casenave, J. 2010. Use and importance of crop and field-margin
habitats for birds in a Neotropical agricultural ecosystem. Condor 112 (2): 283-293.
Ewers, R.M. y Didham, R.K. 2006. Confounding factors in the detection of species
responses to habitat fragmentation. Biological reviews, 81: 117-142.
Foley, J.A., DeFries, R., Asner, G.P., Barford, C., Bonan, G., et al. 2005. Global
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Fitogeográfica, 18. INTA, Buenos Aires. 42pp.
66
Morello, J. y Adámoli, J. 1974. Las Grandes Unidades de Vegetación y Ambiente del
Chaco Argentino. Segunda parte: Vegetación y ambiente de la Provincia del Chaco.
Serie Fitogeográfica, 13. INTA, Buenos Aires. 130 pp.
Puyravaud, J.P. 2003. Standarizing the the calculation of the annual rate of
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Ramankutty, N., A. T. Evan, C. Monfreda, & J. A. Foley. 2008. Farming the planet: 1.
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Sala, O., Chapin III, S., Armesto, J., Berlow, E., Bloomfield, J., et al. 2000. Global
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Turner IM & RT Corlett. 1996. The conservation value of small, isolated fragments of
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UMSEF (Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal) 2007. Monitoreo del
bosque nativo. Dirección de Bosques, Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable,
Ministerio de Salud y Ambiente. Buenos Aires, Argentina. 11 Pp.
UMSEF (Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal) 2004. Informe sobre
deforestación en Argentina. Dirección de Bosques, Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable, Ministerio de Salud y Ambiente. Buenos Aires, Argentina. 8 Pp.
67
3. Ordenamiento Territorial
68
3.a Elementos conceptuales sobre
Ordenamiento Territorial
Introducción…......70
Marco internacional……..71
Marco nacional……..72
Bibliografía……..77
69
3.a Elementos conceptuales sobre Ordenamiento Territorial1
Introducción
Es importante definir al OT como un instrumento de gestión de gobierno, tendiente
a proyectar espacialmente diversas políticas públicas, que debe contar con fuerte apoyo
técnico y amplia participación de la sociedad. El hecho de ser una función indelegable de
gobierno, no implica aplicar criterios de planificación autoritarios. Por el contrario, estos
criterios deben surgir como consecuencia de la consulta con todos los sectores interesados
(cuyos intereses muchas veces son encontrados). Esta participación le da mayor legitimidad
social a las políticas adoptadas. Por otra parte, la información científica y técnica es
absolutamente indispensable, pero no debe confundirse al OT con un simple mapa de
aptitud potencial de las tierras.
1
Texto basado en el trabajo: “Ordenamiento Territorial en el medio rural” Adámoli, J.; Ginzburg, R. y
Torrella, S. 24 Pp. En: Agro y Ambiente: una agenda compartida para el desarrollo sustentable. O. Solbrig y
J. Adámoli (Coordinadores), Foro de la cadena agroindustrial argentina.
70
particularmente de las posiciones que adopte el sector agroindustrial, surgirá la posibilidad
de dar respuestas adecuadas a estos cambios y tensiones. La participación del sector
agroindustrial en una Política de Estado sobre Ordenamiento Territorial permitirá organizar
y articular el territorio rural en función de sus potencialidades, limitantes y características
biofísicas, socioeconómicas, culturales y político-institucionales, base de la seguridad
jurídica. Promover un desarrollo más equilibrado y equitativo implica elaborar políticas que
perduren más allá de los períodos de los gobiernos de turno, (proceso de mediano y largo
plazo).
Marco Internacional
La "Carta Europea de Ordenación del Territorio" de 1993, define al Ordenamiento
Territorial como "la expresión espacial de las políticas económica, social, cultural y
ecológica de cualquier sociedad. Disciplina científica, técnica administrativa y acción
política, concebida como práctica interdisciplinaria y global para lograr el desarrollo
equilibrado de las regiones y la organización física del espacio". Cada país adapta estos
conceptos a sus particulares políticas nacionales. Por el contrario en Latinoamérica, el OT
es una experiencia reciente, y son muy pocos los países en donde estos procesos están
consolidados.
71
Revisando la experiencia internacional puede hacerse una interpretación que ayuda
a comprender las diferencias entre las exitosas experiencias europeas y los dudosos
resultados obtenidos en Latino América, más allá de las intenciones expresadas. Los países
europeos tienen alta densidad de población, un campo con alta urbanización, además de
municipios muy pequeños y con mucha población, rasgos que facilitan su administración y
manejo. Suiza, tiene municipios con alta densidad de población y superficies del orden de
1.400 ha. El grado de participación social en la formulación de los planes alcanza aquí su
mayor expresión. Holanda tiene apenas 41.500 km2 y la más alta densidad de población de
Europa. Ha utilizado con gran intensidad las políticas de OT por las amenazas naturales
(agresiones del Mar del Norte) y por ser la tierra un bien escaso. Es destacable el gran peso
político que tiene el OT en el conjunto de las políticas públicas. A esto se le suma un alto
nivel cultural, abundante información de base, tradición de alta participación de la
población en la gestión y fuerte grado de pertenencia.
Prácticamente todas estas situaciones son opuestas o mucho más limitadas en Latino
América y en particular en la Argentina, lo que representa un conjunto de dificultades para
la implementación de los procesos de ordenamiento territorial. Además, lo normal es que
las leyes surjan por la necesidad de regular procesos ya existentes, pero en el caso del OT
en la Argentina han sido las normas (en particular la sanción de la Ley de Bosques Nativos)
las que han desencadenado los procesos. Así, la falta de experiencia real abarca a los
protagonistas, tanto funcionarios, como técnicos, políticos, empresarios y ONG´s.
Marco Nacional
Como se mencionó en la Introducción, la adopción de criterios de planificación por
parte del Estado, implica restricciones al derecho de propiedad en función del bien común.
Antes de la formación de las sociedades actuales, los bienes de la naturaleza en teoría
podían ser apropiados libremente por un hombre primitivo o por un ejemplar de la fauna
silvestre a través del pastoreo, de la recolección de frutos, de la caza o de la pesca. Esta
total disponibilidad siempre fue relativa, porque mucho antes de que se establecieran los
derechos de propiedad, existieron restricciones al libre acceso a los bienes de la naturaleza,
a través de la delimitación de territorios, que algunas especies hacen marcando sus límites
con la orina, otras con el canto y otras con cercos. Invadir esos territorios lleva con
frecuencia a feroces combates individuales o colectivos, protagonizados desde los más
grandes mamíferos, hasta las aves en apariencia más frágiles. Y por supuesto también por
los humanos, primitivos o modernos.
72
Cabe consignar que en provincias forestales, de Formosa a Tierra del Fuego, la
propiedad de un predio no es de carácter absoluto, ya que se considera que los propietarios
lo son únicamente del suelo, pero no del vuelo (de los bosques) y por ello para acceder a la
explotación deben solicitar las autorizaciones correspondientes.
Cabe destacar que si bien existen diversas regulaciones sectoriales como los códigos
rurales, o las normas de uso y protección de los recursos naturales, éstas no constituyen per-
se casos de ordenamiento territorial. Varias de estas regulaciones pueden tener una enorme
trascendencia como es el caso de la política nacional en relación con la fiebre aftosa, que
incluye figuras tan fuertes como la del rifle sanitario. Sin embargo, las mismas carecen de
una integración con un marco más general que contemple el uso del suelo en su conjunto.
Al respecto en un documento de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la
Nación (2007), se dice que dichas normas “sólo estipulan regulaciones específicas y
puntuales para materias tales como la irrigación, amojonamiento y cercos, facultades
municipales, policía rural, marcas y señales, apertura de caminos, tránsito de ganado,
sanidad vegetal y animal, etc.
73
La Reforma Constitucional de 1994 y la Ley General del Ambiente
Si bien desde la sanción de la ley surgió una importante toma de conciencia sobre la
importancia de este instrumento, un análisis realizado por Walsh (2005) indica que “Más
allá de que la existencia formal de estas regulaciones en materia de ordenamiento territorial
sea “lo deseable” desde una perspectiva teórica o conceptual, su aplicación y vigencia
efectiva ha sido casi siempre laxa. En parte por las debilidades estructurales de los
organismos encargados de velar por su cumplimiento, y en parte por la escasa importancia
que la sociedad le ha otorgado hasta ahora al tema como eje central para la elaboración de
políticas públicas”.
74
Provincias prevista en el art. 41. Sin embargo este panorama, por demás alentador, no se ve
acompañado por políticas públicas adecuadas para el cumplimiento y aplicación de las
mencionadas normas. Las autoridades de aplicación adolecen de una acentuada debilidad”,
mientras que un ex Subsecretario de Recursos Naturales de la Nación (Bibiloni, 2006)
manifiesta que “Los presupuestos mínimos aportados por la Constitución Nacional de 1994
no se consolidaron como herramienta reguladora, por la disímil percepción provincial sobre
su legitimidad, su utilidad o la potestad nacional de su reglamentación, con lo cual no ha
tenido el empuje ordenatorio esperado, así como también por la falta de criterios de
progresividad que alienten su mayor alcance y eficacia regulatoria. Se debe salir de la
retórica y pasar a los hechos, con menos discursos y más proyectos”. La ley 26331 “de
bosques nativos” marca, también en este sentido, un hito importante entonces en la
legislación ambiental argentina.
75
Los documentos constitutivos del Plan Urbano Ambiental de la Ciudad de Buenos
Aires lo definen como un instrumento técnico político de gobierno, un marco de referencia
tanto para la gestión pública como para la sociedad. Inicialmente, el Plan fue definido desde
sus dimensiones urbanas y ambientales. Lo “urbano” se refiere al territorio de Buenos Aires
en su dimensión regional, como objeto de estudio y acción. Lo “ambiental” es considerado
como una dimensión transversal a la totalidad del proceso de planeamiento, desde los
estudios-diagnóstico a la puesta en marcha de las acciones. La función de un Plan Urbano
Ambiental es la de orientar las intervenciones del Estado y de los diversos actores de la
sociedad civil y del mercado. En este contexto los análisis diagnósticos -sobre los que
habrán de basarse las propuestas de instrumentos de control y de intervención- se sustenta
en el análisis de variables o relaciones específicas o conjuntos de ellas, y la formulación de
hipótesis explicativas y causales y valores.
76
Una de las funciones básicas del Estado es la de adoptar acciones reguladoras y de
planificación de la economía, lo que se vincula con su función de integración entre diversos
sectores. Dos nuevas circunstancias surgidas después de la grave crisis del 2001 generan
condiciones particularmente favorables para impulsar las políticas vinculadas con el OT en
la Argentina: 1) la recuperación del papel protagónico por parte del Estado, y 2) el gran
salto cuali-cuantitativo del campo, potenciado por un tipo de cambio favorable y por una
demanda externa que por primera vez es fuerte y consistente para todos los sectores
agrícolas y ganaderos. El reciente conflicto entre el campo y el gobierno nacional por el
contrario, ha generado incertidumbre y un clima que dificulta la necesaria construcción de
confianza, indispensable para impulsar estos procesos. Estos nuevos escenarios requieren
redoblar los esfuerzos para alcanzar una capacidad estratégica competente para enfrentar de
un modo eficaz, flexible y coherente las opciones de cambio.
Bibliografía
Bibiloni, H. 2006. Algunas consideraciones para un salto cualitativo a la cuestión ambiental
en la Argentina. En La Situación Ambiental Argentina 2005. Fundación Vida Silvestre
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studies. 632 pág.
77
3.b Ley de Bosques Nativos: Análisis de
casos
Financiamiento y costo de
oportunidad…….82
Conclusiones.…….83
78
3.b. Ley de Bosques Nativos: Análisis de casos
El enorme mérito de esta ley es que sin dudas marca un punto de inflexión en
materia de Ordenamiento Territorial y conservación de bosques nativos en Argentina,
principalmente por haber instalado ambos temas en las agendas nacionales y
provinciales. Sin embargo, encontramos en ella algunos problemas conceptuales y de
aplicación, que se reflejan en los resultados que empiezan a observarse en los
ordenamientos de las provincias cuyos bosques tienen una fuerte presión de cambio de
uso por asentar sobre suelos con potencial agrícola.
79
III Verde. “Bajo valor de conservación”. Permite la explotación forestal y los
desmontes, previa evaluación de impacto ambiental.
Superficie
Superficie cultivos
Provincia cultivos 1977 Expansión neta
2010 (ha)
(ha)
Santiago del
Estero 444.000 3.415.000 2.971.000
Chaco 965.000 2.063.000 1.098.000
Salta 133.000 1.701.000 1.568.000
Tabla 1. Superficies cultivadas en 1977 y en 2010 en Santiago del Estero, Chaco y
Salta.
Categoría roja
Las restricciones que la ley establece para esta categoría hicieron que
prácticamente se hayan incluido en ella solamente a áreas protegidas preexistentes,
como son los Parques Nacionales o Reservas Naturales, así como los márgenes de los
cursos de agua. En Santiago del Estero, a las áreas protegidas preexistentes como el
Parque Nacional Copo se les suman áreas cuya inclusión en la categoría de bosque es
por lo menos cuestionable. Se incluyen por ejemplo las márgenes fuertemente salinas de
los ríos Dulce y Salado; la cañada de las víboras, en los bajos submeridionales; los
esteros salobres al norte de la capital provincial (Figura 1). Por otro lado, todas estas
zonas tienen un potencial agrícola nulo, y por ende nula presión de cambio de uso del
suelo.
80
En Salta quedaron clasificadas en rojo las áreas de Parques Nacionales, así como
todas las áreas montanas de las sierras de Maíz Gordo y Centinela. En la llanura
chaqueña, solamente fueron incluidos en esta categoría los terrenos salobres de los
Bañados del Quirquincho y de los derrames del Itiyuro, así como la planicie de
inundación del río Teuco-Bermejo y los peladares del Pilcomayo (Figura 2), es decir,
todos terrenos sin potencial agrícola.
Vale la pena incluir en este análisis los casos de otras provincias, pues son
claramente indicativos de las diversas formas en que las provincias eludieron el cepo de
la clasificación exigida por la Ley 26.331. Tucumán clasificó en rojo o amarillo a todas
las áreas montanas, así como a la periferia inundable y salobre del embalse de Río
Hondo, dejando en verde a todas las áreas planas, con potencial agrícola. Provincias
áridas como Mendoza y San Juan pintaron de rojo y amarillo grandes superficies (1,9 y
1,5 millones de ha, respectivamente), que no sólo no tienen potencial para cultivos de
secano, sino que difícilmente puedan ser clasificadas como bosques.
Las provincias patagónicas y Tierra del Fuego pusieron como rojas a todas las
áreas montanas, donde las pendientes, el suelo rocoso, las nevadas y las heladas, hacen
que sea imposible pensar en actividades agrícolas.
Categoría amarilla
81
incendios que se dan en el sistema. No es nuestra intención cuestionar la efectividad
productiva del sistema silvopastoril, pero es evidente que a los fines de la conservación
del bosque nativo, no es más que un desmonte encubierto, levemente diferido en el
tiempo.
Categoría verde
82
quedar en pie en sus predios. Para esto la ley votada por el congreso nacional previó una
partida que nunca debe ser menor a los $ 1.000 millones de pesos anuales (0,3% del
presupuesto nacional y un porcentaje de las retenciones) de los cuales 70 % (unos $ 700
millones) deberían ser destinados a los productores. Sin embargo, hasta el momento este
fondo nunca llegó a integrarse más que en forma parcial (el primer año los recursos
previstos fueron desviados para el “Fútbol para todos”), quedando finalmente
constituido por $250 millones. El presupuesto estimado para el segundo año vuelve a
estar lejos de los $1000 millones establecidos en la ley.
Al no haber priorizado a las áreas en las que el cambio de uso del suelo
(sustitución de bosques nativos por cultivos) eran más críticas, específicamente a los
bosques de la región chaqueña, los recursos asignados se diluyeron. Desde el punto de
vista de la importancia para la biodiversidad o de los servicios ambientales, los valores
de un bosque montano en Tierra del Fuego son equivalentes –o de valores relativos
similares– a los de un bosque en el centro de la zona agrícola del Chaco. Pero en
términos de costo-oportunidad, son totalmente diferentes, porque el primero no puede
ser sustituido por cultivos, mientras que el segundo sí, y en esto reside la raíz del
problema, y la causa por la que se elaboró esta Ley. En este punto se comete otro serio
error conceptual, porque en los cálculos para la distribución de las partidas para
compensación, bosques que asientan sobre suelos sin ninguna posibilidad de ser
utilizados en agricultura (ej. Tierra del Fuego), pesan lo mismo o mas que los
quebrachales de las mejores áreas potencialmente agrícolas del Chaco. Así, en vez de
generar recursos para que un productor pueda optar por mantener el bosque en pie en
vez de voltearlo para hacer cultivos, se llega a una cifra irrisoria.
Conclusiones
Se pone de manifiesto que, pese a que la ley nacional define a las categorías en
función del “valor de conservación” de los bosques, es difícil ver plasmado ese criterio
en los mapas. Lo que más bien se observa es una zonificación de aptitud agrícola: en
rojo áreas protegidas o no aptas por factores edáficos o climáticos, en verde zonas con
potencial agrícola y en amarillo zonas aptas para pasturas cultivadas.
83
Figura 1. Mapa de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de la Provincia de
Santiago del Estero.
84
Figura 2. Mapa de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de la Provincia de
Salta.
85
Figura 3. Mapa de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de la Provincia de
Chaco.
86
3.c Ordenamiento Territorial con enfoque
integral: el caso de la Provincia de Formosa
Introducción….....88
Zonificación…….90
87
3.c Ordenamiento Territorial con enfoque integral:
el caso de la Provincia de Formosa
Introducción
La Provincia de Formosa elaboró un programa de Ordenamiento Territorial de
carácter integral, dándole pleno cumplimiento de lo dispuesto en la Ley 26.331 de
bosques nativos y aplicando el concepto de presupuestos mínimos, contempla además al
resto de sus fisonomías naturales (humedales, pastizales, etc.). Los autores de este
capitulo participaron como asesores del gobierno provincial en la elaboración de este
programa, que fue convertido en Ley (1.552) por la Legislatura Provincial en mayo del
2010. El Programa de Ordenamiento Territorial de la Provincia de Formosa (POT-For)
se propone alcanzar en forma simultánea objetivos ambientales, sociales y productivos:
Tabla 1. Superficies con cambio de uso del suelo (CUS) de cada uno de los grupos
fisonómicos, para las dos zonas del POT-For y para el total provincial en escenarios de
duplicación (a) y de triplicación (b) de la superficie cultivada en la Provincia.
88
La articulación entre ambos objetivos queda evidenciada en la tabla 1 donde
puede verse que:
En caso de Duplicarse la actual superficie con cultivos, se conservará 94,5 % de los
Bosques Altos.
En caso de Triplicarse la actual superficie con cultivos, se conservará 89,2 % de los
Bosques Altos.
Se destaca en este punto una diferencia conceptual con respecto a los casos de
aplicación de la ley 26.331 analizados en el capítulo 3.b: Mientras varias provincias
adoptaron el criterio de permitir cambos de uso del suelo parciales sobre la categoría II
(amarillo), forzando la interpretación de la letra de la ley; en Formosa se optó por
aplicar el concepto de presupuesto mínimos y limitar las posibilidades de cambios de
uso del suelo en la categoría III. Esto explica porque Formosa presenta una mayor
proporción de sus bosques en esta categoría aún teniendo mayores limitaciones a los
desmontes que las provincias vecinas.
89
localidades del interior provincial y una audiencia pública en la ciudad de Formosa. La
segunda revisión se realizará a los 2 años y a partir de allí cada 4 años.
Zonificación
Conforme lo establecido en los Arts. 11, 17 y 18 de la Ley 1.552, la herramienta
fundamental del POT-For es la Zonificación. Con una visión de planificación regional
se divide a la Provincia en dos Zonas de Ordenamiento Territorial (Figura 1):
Zona Ha % Ha %
Corredores 3.799.880 50,16 49.600 1,30 %
Estos valores, tomados a nivel de dos predios de 100 y de 1.000 ha, indican:
90
Figura 1. Zonas de Ordenamiento Territorial establecidas por la ley provincial 1.552.
a. Bosque Alto
b. Bosque Bajo
c. Otros Ambientes
91
10 % de los bosques altos (en el ejemplo, hasta 40 ha)
60 % de los bosques bajos (hasta 180 ha)
60 % de otros ambientes (hasta 180 ha)
En sus Arts. 13, 14, 15 y 16, la Ley Provincial 1.552 el POT-For clasifica a las
formaciones boscosas de la Provincia en las siguientes categorías, en concordancia con
lo establecido en la Ley Nacional 26.331 (Figura 2):
92
establecidas en la Ley 26.331, planteando asimismo los mecanismos de protección y
gestión de dichas áreas.
93
predio deberá presentar un Estudio de Impacto Ambiental previo, que será evaluado por
la Autoridad de Aplicación.
94
4. Conclusiones sobre los escenarios
productivos y ambientales del Chaco
Argentino: 1977-2010
Posibilidades de expansión de
la agricultura…....96
Posibilidades de expansión de
las pasturas..…..98
Estadísticas agropecuarias……100
95
4. Conclusiones sobre los escenarios productivos y
ambientales del Chaco Argentino: 1975-2010
Al analizar cada uno de los núcleos en los que se concentra el grueso de los
cultivos, surge una primera conclusión: las posibilidades de expansión de la agricultura
de secano con las variedades disponibles, queda restringida a algunos núcleos (ver
comentarios abajo) y bastante limitada para el conjunto de la región. En términos
espaciales, esto significa “completar” los espacios cultivables en los núcleos de mayor
superficie cultivada.
96
los cuales 270.000 serían agrícolas), se conservarían alrededor del 90 % de los
bosques altos.
- En las partes altas de tierras húmedas de Formosa, Chaco y Norte de Santa Fe. En
estas provincias la expansión sobre ambientes forestales, en particular sobre los
bosques de albardones, debe ser virtualmente descartada, no sólo por las
disposiciones legales, sino también por el grado de amenaza que existe sobre dichos
ecosistemas. Diversas empresas están avanzando en el desarrollo de cultivos
agrícolas y más aún forrajeros, en las porciones altas del gradiente topográfico de
tierras sometidas a encharcamiento e inclusive inundación. Al respecto, la única
provincia que establece regulaciones en cuanto a estas áreas es Formosa.
- Posibilidades del cultivo de arroz en Norte de Santa Fe, Chaco y Formosa. Estas tres
provincias cuentan con tierras potencialmente aptas para el arroz, y con la
proximidad de las aguas de los ríos Paraná y Paraguay. Esto permitiría impulsar
sinergias entre el Estado y los privados o directamente inversiones privadas, para
formar importantes cuencas arroceras.
La historia de la región muestra que con respecto a las especies que impulsaron
la expansión de las fronteras agrícolas, la situación es muy dinámica: primero el
algodón especialmente en Chaco, luego el poroto en Salta, más recientemente en todas
las provincias la soja y actualmente las pasturas.
97
expansión de las fronteras agrícolas, se le suman las variedades de algodón con genes
apilados BT-RR, la previsible aparición en corto plazo de variedades de maíz y soja
tolerantes a sequía y la fuerte expansión del cultivo de pasturas.
Con respecto a las diversas especies forrajeras adaptadas a zonas con saturación
hídrica o potencialmente inundables, si bien ocupan superficies relativamente escasas en
la actualidad, es previsible que se conviertan en otro frente de expansión de las fronteras
de cultivos, particularmente en el Este de Chaco y Formosa y en el Norte de Santa Fe.
98
limitantes, por eso en el punto anterior se prevén escenarios de fuerte crecimiento de las
pasturas en el semiárido, y en menor medida (y con otras especies) en ambientes
parcialmente anegables.
99
En los comentarios sobre la Ley de Bosques (26.331) presentados en el capítulo
3.b se destacan sus méritos, en particular el de introducir el tema del Ordenamiento
Territorial en la agenda pública, el de resaltar la importancia de la conservación de los
bosques nativos y por extensión de la conservación de la biodiversidad.
Por otro lado, hay que destacar que la expansión agropecuaria está
comprometiendo seriamente la conservación a largo plazo de ciertos ecosistemas
forestales. Lamentablemente, la aplicación de la Ley de Bosques no tendría un impacto
positivo en la protección de los tipos de bosques más amenazados por la expansión
agropecuaria, como son por ejemplo los bosques de la transición chaco-yungas en el
subhúmedo occidental y los bosques de tres quebrachos en el subhúmedo central.
Estadísticas agropecuarias
Más allá de los graves problemas con el manejo de las estadísticas por parte del
INDEC, que ha sido tratado por especialistas, es desconcertante que un país con una
base agropecuaria poderosa, cuente con un sistema de estadísticas rurales tan precario.
100
Se destaca entonces la falta de una fuente oficial de información, consolidada y
confiable sobre superficies sembradas, sobre todo teniendo en cuenta la importancia
estratégica que tiene la actividad agropecuaria en el país.
101