Está en la página 1de 2

BUENOS DÍAS, ALEGRÍA

Seguramente alguna vez nos hemos preguntado ¿por qué lloramos?, o ¿por qué
sentimos ira y tristeza?.
Su respuesta es muy sencilla, evidentemente estamos ¡vivos!. A lo largo de
nuestra vida nos han enseñado que llorar es sinónimo de debilidad, sentir ira o
tristeza es malo, evidentemente no. Sentir estas emociones son indispensables
para el ser humano y su cotidianidad, estas nos empujan a seguir adelante,
superar crisis, actuar y mirar el mundo desde otra perspectiva.
¿Por qué la ira? cuando aparece esta emoción nos lleva actuar de una manera
irracional, dejándonos llevar por un mal momento como lo indica su palabra, pero
no es del todo así, esta emoción nos prepara para luchar o huir ante una situación
compleja, ejemplo, ante un robo o situaciones de peligro.
¿Por qué la ansiedad? es una emoción que nos prepara, el cerebro nos está
estimulando a prepararnos para una situación que debemos afrontar al día o
semanas siguientes, esta nos da energía para ser fuertes ante lo emergente.
La tristeza por su parte es incontrolable, lo cual el cuerpo pide guardar energía, un
claro ejemplo es cuando perdemos un ser querido o tras una ruptura con alguien,
en estos momentos la tristeza se apodera de nosotros y nuestro agotamiento se
ve reflejado un cien por ciento, podemos estar cierto tiempo sentados mirando la
TV, o estar en cama varias horas del día, esta emoción nos induce a dejar de
realizar cualquier actividad.
De esta manera las emociones cumplen funciones determinadas, así que no hay
motivo alguno porque llamarlas malas, o en su defecto negativas. Con estas y más
emociones hay tres sistemas importantes en nuestra vida, por su lado está el
sistema cognitivo que nos inclinamos más por las emociones y no por lo racional y
es debido por la emoción que estamos llevando en el momento, el sistema
fisiológico, nos basamos en los cambios corporales que se producen ante una
emoción, es decir, sudoración, tensión, etcétera, y por último el sistema
conductual, y nos referimos actuar de manera inmediata ante una situación, es
nuestra conducta.
Una vez visualizada estas emociones, es hora de ¡actuar!, liberarnos siempre y
cuando sepamos llevarlas de una manera racional, de lo contrario, si permitimos
que estas emociones nos dominen más adelante serán destructivas.

Autor (Jesus Matos)

También podría gustarte