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INTRODUCCIÓN
La familia no constituye un elemento compartimentalizado, ya que
evidentemente la naturaleza misma no lo es. La familia corresponde el principal
sistema de la sociedad, ya que además de estar compuesta por una estructura y
funciones, esta posee un componente emocional, el cual, la diferencia de todos
los otros sistemas sociales, dándoles un carácter diferente y significativo a las
relaciones interpersonales de los subsistemas que la confirman.
A partir de lo anterior, es posible inferir que sin duda alguna un evento
catastrófico genera disfuncionalidad al interior de un sistema familiar, dada la
dependencia existente entre los distintos elementos que la componen. Lo
anterior, es posible de evidenciar de forma real al interior de sistemas familiares
que cuenten con alguno de sus integrantes padeciendo de una enfermedad
oncológica diagnosticada de manera oficial por servicios especializados. En
estos casos, el elemento que genera el evento estresor se trata del cáncer, una
enfermedad muchas veces concebida como incurable por parte del imaginario
colectivo o simplemente como un inminente paso hacia la muerte.
El objetivo del presente ensayo es visualizar bajo una lógica reflexiva cómo el
cáncer constituye un elemento estresor que genera dificultades emocionales,
organizacionales, de salud y económicas al interior del sistema familiar. Para lo
anterior, se hará una revisión acotada de la Teoría de Sistemas Socio
Culturales como marco referencial para comprender a la familia, así como
también del Programa Nacional del Cáncer, como política pública que atiende y
contextualiza esta problemática en Chile.
1. La Familia desde la perspectiva de la Teoría General de Sistemas
Se considera que la Teoría de Sistemas tiene un potencial para expandir las
ciencias naturales y sociales estableciendo un marco de referencia conceptual común
para las diversas disciplinas. Sus raíces se relacionan con una tendencia de las
ciencias hacia la especialización y la compartimentalización del conocimiento. A partir
de aquello, la Teoría de Sistemas hace hincapié en la necesidad de trabajar bajo un
enfoque que entienda a los fenómenos desde lo interdisciplinario y global.
Para Bertalanffy, la Teoría General de Sistemas descansa en el supuesto que él
propuso en relación con los sistemas vivientes, esto es, la concepción organísmica. “La
concepción del Sistema como un todo en cuanto opuesta al punto de vista analítico y
sumativo, la concepción dinámica en cuanto opuesta a las concepciones estáticas y
mecanicoteoricas”[CITATION Ber68 \p 99 \l 13322 ].
Luego de su aplicación a los sistemas vivientes, a la mecánica y con
posterioridad al espacio organizacional, la concepción sistémica de la realidad cobra
vida al interior de las ciencias sociales. Son principalmente autores como el sociólogo
alemán Niklas Luhmann y, a partir de los postulados del biólogo chileno Humberto
Maturana, quienes comienzan a desarrollar una Teoría de Sistemas Socioculturales.
Mediante estas nuevas concepciones teóricas, específicamente como señala
Luhmann, [CITATION Luh98 \n \l 13322 ] se abre la posibilidad de entender mejor el
surgimiento y las relaciones entre procesos tales como la autoorganización y muy en
especial, para el caso de los sistemas socioculturales y síquicos; la autorreflexión,
mejor conocida como autopoiesis. Este último fenómeno, muy cercano a los enunciados
tautológicos, permite, por ejemplo, incorporar tales como el amor, creer en la creencia,
comunicar comunicaciones, valorar valores, etc. “En términos meramente formales, un
sistema autopoiético se puede definir como un sistema, cuyos elementos, de los cuales
se compone, a través de las relaciones entre esos elementos, se
autorreproduce”[CITATION Luh82 \p 367 \l 13322 ] . El concepto de autopoiesis fue
desarrollado y prestado por primera vez, en el mundo científico, por Maturana, su raíz
etimológica proviene del griego y se descompone en autos que equivale a sí mismos y
poein, que corresponde a hacer. Sistemas autopoiéticos son, por tanto, sistemas que se
hacen a sí mismos.
A partir de lo anterior, es posible determinar que una manera productiva de
estudiar a la familia y sus procesos es a través del marco referencia que entrega la
Teoría de Sistemas Sociales. Lo que distingue a la familia de otros sistemas sociales
son sus funciones únicas, la calidad de la lealtad entre sus integrantes y el clima de
sentimiento que existe en ella. Como sistema social, la familia es una complejidad
organizada, un “holen” compuesto de subsistemas en mutua interacción. Por lo tanto, la
familia como sistema, se ve afectada directamente por cualquier elemento que lo
constituya. Tan integral es esta relación entre las partes del sistema y el sistema total,
que, si un individuo o subsistema familiar flaquea en su funcionamiento, la totalidad se
verá afectada. A la inversa, si el sistema no se encuentra funcionando correctamente
los síntomas de esta disfunción pueden desplazarse hacia uno de los miembros,
fenómeno descrito como “búsqueda del chivo expiatorio”.
La sobrecarga de roles que asume la persona que cuida y la familia, se relaciona con
actividades de tipo cotidianas, significando un obstáculo para su desarrollo personal, así
como una gran presión sobre la dinámica familiar y la economía doméstica. Es de
gran importancia destacar los datos obtenidos de la organización Panamericana de la
Salud OPS, donde el 80% de los cuidados paliativos de un enfermo con cáncer lo
realizan mujeres, cifra que es posible evidenciar a nivel nacional donde la hija y
principalmente la cónyuge del paciente son quienes cumplen el rol de cuidadoras
oficiales al interior del núcleo familiar.
.
CONCLUSIONES
Pharmacoeconomics. (1992).
Bertalanffy. (1968). Teoriía general de los sistemas: fundamentos, desarrollo,
aplicaciones.
Luhmann. (1982).
Luhmann. (1998).
MINSAL. (2016).