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Photoshop Revelado Edidcion y Composicion de Imagen PDF
Photoshop Revelado Edidcion y Composicion de Imagen PDF
Aprender Photoshop es un proceso lento, y se logra estudiando y practicando, siendo constantes. Retocar
es un arte. Hacer un buen retoque a nivel profesional conlleva mucha técnica, experiencia y por supuesto tiempo.
Lo esencial es comprometernos con nuestra formación, exigirnos siempre más, aprender de los que saben, imitar
los mejores ejemplos y con el tiempo y mucho trabajo ir formando nuestro propio estilo. Procurando siempre
partir de una buena foto, de una buena base. Si la foto es mala desde el principio, trabajarás mucho para mejorarla
y el resultado nunca será óptimo. Con este libro, ponemos a tu alcance, de manera sencilla y bien explicada, todos
los secretos de esta herramienta para que lo domines desde cero, hasta alcanzar el nivel de desarrollo que aspiras.
Esta primera entrega (Parte 1) aportará las bases para el aprendizaje sólido y sostenido de esta poderosa
aplicación.
Tabla de Contenido:
Capítulo I
Reflexiones necesarias antes de comenzar a editar.
Características que Debe Tener Nuestro Ordenador Para la Edición Fotográfica.
Aspectos Claves de Un Monitor Para la Edición de Fotografía:
Preparando tu Equipo y La Habitación de Trabajo.
El Rol del Procesado en Fotografía.
Definiciones y Conceptos sobre Revelar, Retocar y Manipular.
Capítulo II
Personaliza y organiza Tu Espacio y Flujo de Trabajo en Photoshop.
Descubriendo la Interfaz de Photoshop.
Define y Organiza Tu Flujo de Trabajo.
Pluging Gratuitos para ampliar Photoshop.
Evita estos Errores en tu Flujo de Trabajo.
Consejos para mejorar tu eficiencia en el Revelado de tus Fotos.
Consejos Básicas de Revelado y Retoque
Recursos de Adobe Exchange Creative Cloud.
Línea de Tiempo para las Versiones de Photoshop.
Capítulo III
Paneles, Menú Principal y Menú de Opciones de cada Herramienta.
El panel (Caja) de Herramienta.
Atajos esenciales que debes conocer en Adobe Photoshop.
Paneles (o Paletas) de Photoshop CC
Barra del Menú Principal de Photoshop.
Barra del Menú de Opciones de Herramienta en Uso.
Capítulo IV
El Revelado Fotográfico.
R A W vs J P G:
Información EXIF, Todos los datos de tus Fotos.
Adobe DNG: El RAW nativo de Adobe.
Adobe Camera RAW de Photoshop.
Un Procesado Básico de las Fotos.
Técnicas de revelado: Separación de Frecuencias para mejorar Nivel de Detalles.
Técnicas de Revelado: Corregir las Dominantes de Color en tus Fotos.
Técnicas de Revelado: Cómo Igualar el Color de dos Fotografías con Photoshop.
Cómo y Cuándo usar Ajuste Consulta de Colores en el Revelado.
Cómo Abrir una Imagen en uno o varios documentos.
Revelado con ajuste de Curva o Curva de Tonos.
Ajustes de Balance de Blancos.
Ajustes de Enfoque para mejorar la Nitidez de nuestras fotografías.
Mejorar el Encuadre y la Perspectiva de una Fotografía con Photoshop.
Herramientas para Recortar y enderezar una Fotografía.
Galería de Herramientas de Photoshop. Detalles y Características.
CapítuloV
Edición o Retoque Fotográfico.
Cómo retocar un Retrato de Forma profesional.
Retocando los Ojos; Quitar ojeras, Cambio de Color y Ojos Rojos.
Retoque y Blanqueamiento de los Dientes.
Retocando la Piel, Quitar imperfecciones, Suavizar y Limpiar.
Retocar el Cabello, Cejas y Pestañas de una Modelo.
Retocar las Piernas de la Modelo.
Retoque para Broncear la Piel.
Retocar con Color, Luces y sombras.
Añadiendo Efectos a tus Fotos.
Añade Volumen a tus Retratos con la Técnica Dodge and Burn.
Elimina Objetos o Personas que distraen la atención en tu fotografía.
Cambiar el Color del Cabello con Photoshop.
Extraer y Cambiar el Fondo de tus Fotografías con Photoshop
CapítuloVI
CONCLUCIONES:
Capítulo I
El ordenador, el nuevo laboratorio de revelado fotográfico de la era digital, forma parte esencial
de nuestro equipo fotográfico, con él podremos obtener la foto final de los archivos RAW que genera
nuestra cámara. Y como tal, debemos prestarle la misma atención y elegirlo con el mismo esmero que
los objetivos y las cámaras que compramos, de manera que se adapte a nuestras necesidades. Vamos a
repasar las características que debería tener un ordenador orientado casi exclusivamente a la edición y
revelado fotográfico. No importa si es Windows o Mac, partiendo de que ambos sistemas sirven
perfectamente para este propósito. Centrémonos en los componentes que conforman el ordenador y
explicar qué papel desempeña cada uno.
¿De Escritorio o Portátil?
La pregunta sería si de verdad necesito llevármelo conmigo a todos lados. Si la respuesta es no,
si mayormente vamos a trabajar con él en nuestra casa, entonces es indiscutiblemente mejor un equipo
de escritorio. A igualdad de precio, nos permite configurar un equipo más potente, que se puede
actualizar fácilmente en un futuro, y que tiene una pantalla mucho mayor en la que trabajar
cómodamente, algo fundamental. Es cierto que a un portátil le puedes conectar en la salida de vídeo
una pantalla grande para trabajar en casa, pero sería otro gasto adicional. Es una buena solución, aunque
sabiendo siempre que ese portátil no podrá ser tan potente como su equivalente (económicamente) en
la versión P.C. o Sobremesa.
Procesador y memoria RAM.
El procesador es el componente más importante del
ordenador, el “cerebro” que va a trabajar toda la información. Hay
dos grandes fabricantes de microprocesadores: Intel y AMD. El
primero es el más demandado y actualmente posee los procesadores
más potentes, aunque AMD tiene algunos modelos con una relación
calidad/precio realmente buena. Asumiendo que optamos por chips
de Intel, este posee tres gamas principales que, se denominan i3, i5 e i7, y que a su vez tienen dentro de
cada uno de ellos varios submodelos que varían sensiblemente en rendimiento y precio. Debemos optar
por modelos i5, y si nuestro presupuesto lo permite, i7. ¡Pero mucho ojo, porque el número de 4 dígitos
que lo acompaña a continuación es muy importante! Éste determina el submodelo dentro de cada gama,
pero también a la generación a la que pertenece. Y es que los procesadores de Intel llevan llamándose
i5 o i7 desde hace más de seis años, y nada tiene que ver el rendimiento de los modelos más antiguos a
los más nuevos. Por ejemplo, los fabricados con fecha de 2016, se identifican por: 6XXX, es decir, que el
primer dígito sea un 6 (6ª generación), de manera que los procesadores pueden ser los 6400, 6500, 6700
.
Sobre la RAM, nos fijaremos en dos aspectos principales: capacidad y tecnología. Para edición en
Photoshop deberíamos montar, al menos, 8GB de memoria RAM. Dado que es un elemento
relativamente barato y fácil de ampliar en equipos de sobremesa, si trabajamos con muchas capas y
vemos que se nos quedan cortos, podremos ampliar a 16GB en
cualquier momento. Y sobre su tecnología, deberíamos buscar en la
medida de lo posible que sea DDR4. Este tipo de memoria es más
rápida y consume menos que su predecesora DDR3, y los
procesadores Intel de 6ª generación ya vienen preparados para
aprovechar todo su potencial.
Disco duro.
La tecnología evoluciona rápidamente y los Discos Duros lo han hecho muy bien, aqui no podrás
hacer mejor inversión que montar un disco SSD. ¿Qué ventajas tiene? Consumen mucho menos, no
hacen ruido, no emiten calor ni vibraciones y, lo más importante, son unas 5-6 veces más rápidos que
un disco convencional. Y eso se agradece muchísimo. Así como invertir 100€ extra en un procesador que
sea más potente puede hacer que hagas algunas tareas un 50% más rápido, invertir 100€ (o menos) en
montar un SSD acelerará tareas tan usuales como arrancar el equipo, abrir archivos grandes o ejecutar
programas un 500%. Por ello es una inversión casi obligada. También tiene dos desventajas. Su precio es
más alto y su capacidad de almacenamiento es 500% más baja que los discos duros clásicos, lo que hace
que tengamos que hacer un combo de ambos tipos: un disco SSD,
típicamente de 120 ó 240GB para el Sistema Operativo y los
programas, y un HDD de varios terabytes de capacidad para
guardar todos los pesados archivos que vamos almacenando, bien
sea interno o externo al ordenador. Es quizás una configuración
extraña para alguien que nunca ha tenido un ordenador así, pero
merece la pena acostumbrarse. Y la segunda desventaja es que, si
un SSD se estropea, es imposible recuperar la información, por lo
que será conveniente tener siempre copias de seguridad en otro disco.
Tarjeta gráfica.
Producto del el espectacular avance de las gráficas integradas en los últimos procesadores de
Intel, que generan hasta imagen 4K y permiten rodar videojuegos a calidades medias, un ordenador cuyo
principal uso va a ser únicamente la edición y revelado fotográfico, con la tarjeta gráfica integrada de
Intel debe ser suficiente, a menos que quieras agregar una tarjeta gráfica dedicada, es opcional. Tanto
Photoshop como Lightroom disponen de la opción de aceleración por procesador gráfico, gracias al cual
pueden relegar ciertas tareas a la tarjeta gráfica para que trabaje paralelamente, realmente la mayor
parte del trabajo son cálculos del procesador. Por ello, si hemos optado por un microprocesador de gama
alta y última generación, que además incluye un chip gráfico solvente, deberíamos poder trabajar de
manera fluida sin problemas. Esta es una recomendación en el caso de que queramos ajustar el
presupuesto al máximo. Si éste no es un problema y queremos un equipo mucho más capaz, como para
jugar videojuegos y trabajar con edición de vídeo (donde sí es fundamental el trabajo de la tarjeta
gráfica), siempre será mejor incorporar una tarjeta gráfica dedicada.
Monitor.
Otro elemento importantísimo pero en el que cuesta hacer la inversión necesaria. Y es que dos
Monitore de igual tamaño, resolución y velocidad de refresco pueden costar 100€ u 800€ simplemente
por una pequeña pero importantísima diferencia: la fidelidad de representación del color. Marcas como
Nec o Eizo son especialistas en esto. Empezando por lo primero, si
tenemos un portátil con pantalla de 15” o menos, deberíamos exigir al
menos una resolución Full HD, 1920x1080 píxeles. Eso nos garantizará
una densidad adecuada para ver nuestros detalles con nitidez. Si
nuestra pantalla es externa, podremos lanzarnos a por tamaños más
grandes y cómodos para trabajar. Para una pantalla de entre 22” y 25”
es aceptable también una resolución Full HD. Teniendo en cuenta que
las pantallas externas se usan a mayor distancia de nuestros ojos, con
lo que la densidad que podemos exigir disminuye.
Las pantallas 4K son el sueño de cualquier fotógrafo por la cantidad de
detalle que ofrecen, aunque tienen un precio altísimo aún. Una buena opción intermedia son las
pantallas 2K ó 1440p, que es el doble de resolución que Full HD, y tienen un precio moderado para la
nitidez que ofrecen en diagonales de 25-28”. Y por último, está la gama de color representado, la
desviación delta y el calibrado. Es un tema muy complejo y técnico, pero recomiendan que, de ser
posible, deberíamos buscar un monitor “calibrado de fábrica”. La gama Ultrasharp de Dell es una opción
interesante.
Tableta gráfica
La tableta digitalizadora nos permite editar con un cómodo lápiz con el que tenemos más
precisión de movimientos y control de presión, aumentando nuestra velocidad de trabajo y comodidad
en la muñeca tras horas de edición. La marca por excelencia es Wacom, que tiene modelos de todas las
gamas y son siempre una garantía. Si quieres empezar prueba con una básica como Wacom Bamboo,
Huion.
6. El Contraste
Este mide la diferencia lumínica entre el blanco y el negro. Cuando se dice que el contraste de un
monitor es 800:1, lo que significa es que la luminancia del blanco es 800 veces superior a la del negro.
Nuevamente, se debe buscar un monitor con el mayor contraste posible, si bien hay que considerar
también la forma de conseguirlo. Es muy habitual en muchos TFTs subir la luminancia del blanco a valores
por encima de las 200 cd/m2, algo que resulta francamente doloroso para nuestros ojos, es
excesivamente brillante. De este modo no necesitan negros demasiado poco luminosos para lograr
grandes contrastes. Ésta es otro dificultad de los TFTs, lo poco profundos que son sus negros. Por tanto,
además del contraste, debes valorar la forma de conseguirlo. Por mucho que algunos fabricantes
anuncien contrastes de 700:1 u 800:1, lo que realmente interesa es saber el contraste que pueden
ofrecerte al calibrar la luminancia del blanco a valores como 100 cd/m2.
7. Homogeneidad de la Pantalla.
Se trata de la garantía de que al mostrar una imagen monocromática en la pantalla la visualización
de este color es constante e idéntica en toda la superficie del monitor. Seguro que lo has visto alguna
vez, sobre todo en monitores antiguos en los que se empieza a apreciar una cierta degradación en alguna
de las esquinas del mismo. No es una propiedad fácil de identificar cuando vas a comprar un monitor,
pero sí conviene leer opiniones de compradores y, sobre todo, observar la posible garantía que pueda
ofrecer el fabricante.
8. El Precio.
El problema que nos encontramos cuando intentas visualizar fotos que apreciabas correctamente
en un monitor y, por el contrario, no se ven igual en otro monitor, suele darse mucho cuando llevas unas
fotos a un servicio de revelado y observas que las copias que han hecho no tienen nada que ver con las
imágenes que tú veías en tu ordenador. En el caso de la impresión, hay que considerar que interviene
otro aspecto esencial, el perfil de color que emplea el servicio de revelado. Este indica a la impresora
cómo traducir los dígitos que componen la fotografía (fichero) a color. El monitor y su calibración son
dos aspectos básicos para garantizar que una misma fotografía se observe del mismo modo en dos
monitores debidamente calibrados. Aunque no debes olvidar que la iluminación y el ambiente de trabajo
también deben ser tenidos en cuenta, pues pueden variar sustancialmente tu percepción de la imagen
mostrada por el monitor. Hasta existe una normativa específica bajo la norma ISO-3664:2000, aunque,
sinceramente, esto ya es para nota.
9. La Calibración: Siempre Es Necesaria.
Si estás contento con tu monitor, ya te has comprado uno adecuado, lo primero que debes hacer
es calibrar tu monitor. La calibración permitirá garantizar que tu monitor se comporte como debe. Que
muestre los colores debidamente, el brillo, el contraste, el nivel de negro, etc. En función del tipo de
monitor de que dispongas, podrás calibrar de un modo u otro. Veamos las opciones de calibración que
existen.
o Tipos De Calibración: Es importante tener en cuenta que existen diferentes opciones, en función
de los accesorios y el tipo de monitor que tenemos.
1. Calibración manual: La primera opción y más sencilla, disponible en todos los monitores, consiste
en el uso de imágenes y el ajuste manual a través de los ajustes del monitor. Aunque, por
supuesto, es la forma menos precisa de calibrar tu monitor.
2. Calibración por software: Si necesitas ajustes más finos y estás dispuesto a adquirir un accesorio
adicional, puedes optar por el uso de colorímetros o espectrofotómetros, que resultan mucho
más precisos y te garantizan un ajuste correcto de tu monitor. Con ellos, y la ayuda del software
que los acompaña, se realizan unas mediciones de los colores que reproduce el monitor y se
ajusta la salida de éstos en la tarjeta gráfica para adecuarla al valor más apropiado. Hay que
conocer las posibilidades y limitaciones de nuestro monitor, antes de realizar una inversión de
este tipo.
3. Calibración por hardware: Además de la
necesaria participación de un colorímetro,
para poder realizar una calibración por
hardware, es preciso que tu monitor lo
permita. En este modo de calibración el
colorímetro no se comunica con la tarjeta
gráfica, sino con el propio monitor, a través
del software específico claro, y le indica los
valores que debe devolver para una salida de
color adecuada. El monitor que dispone de esta funcionalidad (monitores con calibración
automática por hardware), dispone de una tabla LUT (look up tablet, tabla de consulta) interna en
la que registra estos ajustes, de modo que ante la solicitud de presentación de cualquier
información, se hace una traducción a través de esta tabla y de ese modo se logra una altísima
fidelidad de color.
4. Autocalibración por hardware: Se trata de lo último en el mundo de la calibración de
monitores. Monitores auto calibrables por hardware. Estos monitores permiten olvidarse de la
calibración (pues la realizan ellos de forma
automática) dotados, por tanto, de una mayor
productividad y precisión, ya que el calibrador está
específicamente diseñado e integrado en cada
modelo. La calibración puede incluso programarse
para que se realice a una determinada hora, de modo
que el monitor se enciende, hace un
precalentamiento para llegar a la temperatura que
necesita (unos siete minutos), realiza la calibración y
se apaga. Y todo ello sin nuestra intervención.
Conoce Tu Monitor.
Calibrarlo es necesario, pero por muy bien que
calibremos nuestro monitor, incluso usando un
colorímetro, la calidad de nuestro monitor hará el resto, será poco o mucho. Hay que conocer los
límites de nuestro monitor y trabajar en función de lo que tenemos.
Cuando llevas mucho rato procesando una imagen y no terminas de estar convencido con ella
(algo que nos ha pasado a todos), quizás no se trate de que no hayas sabido hacerlo sino de que, por lo
que sea, no te haya salido tal cual lo tenías en mente. El revelar una fotografía puede ayudarte a darle
más luz, a rebajar sombras, resaltar el enfoque e infinidad de características adicionales. Pero nunca
podrás superar errores que nacieron en la toma fotográfica, por lo que en mi opinión, no suele ser una
buena idea hacer una fotografía pensando "bueno, esto lo arreglo yo después en el ordenador",
debemos hacerlo todo bien de entrada. A veces no tendrás más opción, es cierto, pero siempre que
puedas debes intentar hacer la fotografía lo más "perfecta" posible.
Son muchos los caminos que puedes recorrer para llegar a un resultad en concreto.
1. El Revelado.
El revelado digital es el procesado más básico y es completamente necesario para la creación de
la fotografía final. Cuando disparas en formato RAW no obtienes una imagen en sí. El formato RAW
almacena una gran cantidad de datos en el momento del disparo que después tienen que ser
interpretados y procesados para conformar el JPG final (u otro tipo de formato de imagen). Estos ajustes
corresponderían a:
Temperatura de color; Brillo y contraste; Luces y sombras; Intensidad y saturación; Corrección de
deformación de la lente y aberraciones cromáticas; Corrección de color; Nitidez; Reducción de ruido.
Como ves todos estos ajustes no consisten en añadir ni quitar nada de la fotografía. Simplemente es una
optimización de los datos recogidos en el archivo RAW para la creación de la imagen final con los ajustes
más adecuados. El RAW es nuestro original, el equivalente al fotograma de película negativo en la
fotografía analógica. En la creación del JPG por parte de la cámara todos estos ajustes se aplican de
manera automática.
Es cierto que si seleccionamos un perfil de disparo (tanto predefinido como personalizado)
podemos decidir ligeramente cómo queremos que se apliquen algunos de estos ajustes, pero es una
opción muy poco precisa y, al fin y al cabo, nuestra cámara estará aplicándolos por nosotros al crear el
JPG. Así pues, ¿por qué dejar hacer a nuestra cámara de manera automática algo que podemos hacer
nosotros mismos en el revelado del RAW? Aplicando estos ajustes manualmente siempre vamos a ser
mucho más precisos y podremos personalizar la fotografía mucho más.
Esto no es nada nuevo, ya se usaba antiguamente en el revelado analógico. Por ejemplo, se
exponían ciertas zonas de la fotografía a más o a menos luz para darles más o menos exposición, o se
utilizaban ciertos elementos químicos en solo algunas partes de la fotografía para contrastarlas más o
menos. Este proceso es lo mismo, pero renovado al formato digital. Por eso se le conoce como "revelado
digital". De hecho, en el revelado analógico incluso se hacían fotomontajes y se manipulaban las
fotografías. Por ejemplo, se hacían recortes de negativos, múltiples exposiciones en un mismo negativo,
e incluso retoques manuales con pincel, pluma o aerógrafo.
2. El Procesado.
Consiste en interpretar la imagen. Modificar los colores, la luz, y los valores que definen el
aspecto creativo de la fotografía. Con esto conseguiremos, sin modificar la "esencia" de nuestra imagen,
acercarla un poco más a aquello que queríamos conseguir desde un principio. También conocido como
retoque, el cual nos ayudará a "mejorar" el mensaje de nuestras imágenes y a darles ese toque personal.
El procesado o retoque fotográfico podría considerarse el siguiente nivel de procesado. Sería algo así
como un revelado bastante más exhaustivo. Así como el revelado digital tan solo aplica esa serie de
ajustes para la creación de la imagen final, el retoque fotográfico los modifica de manera más agresiva
para conseguir una fotografía más personalizada.
Además, en el retoque fotográfico también podemos quitar o modificar ciertos elementos de la
foto, siempre y cuando sean pequeños detalles. Es decir, estos retoques no alteran excesivamente la
esencia de la fotografía original sino que pretenden simplemente mejorarla. Aquí podrían enumerarse
una gran cantidad de retoques, así que vamos a intentar resumirlos:
Procesado más exhaustivo de la fotografía, es decir un revelado exagerado.
Corrección de color más agresiva o fantástica, efectos o filtros de color.
Ajustes locales para retocar la fotografía por zonas.
Eliminación de pequeños elementos de la fotografía pero que no alteren la esencia de la foto,
como por ejemplo borrar
una mancha en el sensor,
una señal de tráfico o
alguna imperfección en la
cara de tu modelo.
Modificación de
pequeños aspectos de la
fotografía, como por
ejemplo las ondas del
cabello o de la ropa de tu
modelo.
De la misma manera, también podríamos incluir en este tipo de procesado las diferentes técnicas
para la creación de la imagen final que no añaden ni quitan nada que no estuviera allí, pero sí fusionan
varias tomas para conseguir la fotografía final, como por ejemplo:
HDR. | Panorámica. | Bracketing u horquillado de enfoque. | Doble exposición (siempre y cuando
ambas fotografías estén hechas en el mismo momento y lugar, sino ya sería considerada una
manipulación fotográfica).
El color es capaz
de transmitir un impacto
emocional en las personas que lo
observan, aunque inconsciente,
logra influir en determinados
estados de ánimo. A lo largo de los
años el significado de los colores ha
ido evolucionando y según el
contexto sociocultural y otros
factores como la edad o el género,
son capaces de evocar unas u otras
sensaciones. Es por ello que
debemos aprender a utilizar los
colores en nuestras fotos para
conseguir que transmitan los efectos deseados. Vamos a repasar qué es la psicología del color y cómo
aplicarla a la disciplina fotográfica.
Analizaremos también, uno a uno, los colores básicos más utilizados (azul, rojo, púrpura, naranja,
amarillo, rosa y verde) para conocer su significado y saber cómo tratarlos en nuestras composiciones
cromáticas.
El Color y la Fotografía:
Desde el surgimiento de la fotografía en color, los fotógrafos encontraron una nueva forma
de atraer la atención y agregar impacto a las imágenes. El ser humano es capaz de distinguir más de un
millón de colores, pero, ¿es capaz nuestra cámara de captarlos todos? En fotografía digital, es el sensor
de la cámara el que se encarga de captar los fotones (las partículas de luz) y de traducirlos en información
digital, es decir, en formas y colores. Por eso, cuando hablamos de megapíxeles en una cámara y de la
calidad del sensor también nos estamos refiriendo (entre otras cosas) a la capacidad de captar y de
traducir mejor o peor esos colores. Aunque el color tampoco debe condicionarnos.
Idealmente, la fórmula de una buena composición cromática en una foto debería ser aquella en
la que haya un color dominante y el resto de colores sean compatibles con ese color principal. Por eso,
a la hora de escoger un encuadre es importante identificar cuál es el color dominante de nuestra
composición, porque el resto de colores deberán combinarse de algún modo y tendremos que ser
conscientes de la sensación que transmitiremos. Habrá colores que evocarán sensaciones positivas y
otros negativas. Además, según la cultura de la que proceda el espectador y otros factores, un color
podrá tener uno u otro significado. Por ejemplo, el color blanco, en la cultura occidental simboliza la
pureza o la inocencia y se usa en eventos alegres como en bodas o bautizos. Aunque en una misma
cultura un color también puede tener diferentes significados. El color rojo, que a la vez que puede
simbolizar el amor y la pasión, también puede representar la ira y la violencia.
El Significado de los Colores y Su Uso en Fotografía
En fotografía también podemos
aprovechar la simbología de los colores
para contar historias dentro de
nuestras composiciones cromáticas. Hasta ahora
quizás te habías dejado llevar más por la elección
entre los tonos cálidos o fríos en tus tomas,
variando un poco la temperatura de
color o el balance de blancos. Los colores cálidos (naranjas, rojos, amarillos) además de ofrecer una
sensación de calor también dan un efecto expansivo. Esto es porque avanzan hacia el espectador y por
eso son activos y llaman más nuestra atención. Los colores fríos (azules, verdes, púrpuras), sin embargo,
nos ofrecen la sensación opuesta, la de la frialdad. Pero además, son colores que absorben la luz y crean
un efecto regresivo, como de alejamiento. Por eso, las habitaciones más pequeñas de una casa suelen
estar pintadas en todos azul o verde claro, para que parezcan habitáculos más espaciosos.
Si queremos dar un paso más y dominar de verdad el poder de cada color por separado y poder
sacarle el máximo provecho a todos, necesitamos saber qué sensaciones trasmite cada uno. Solo así
tendremos claro cuándo nos conviene más utilizar un color determinado.
Azul:
Al observar el color azul nos causa una sensación de tranquilidad, relajación y confianza. En eso
mucho tiene que ver la dispersión de Rayleigh, el fenómeno óptico que hace que el cielo y el mar se vea
azules. Tenemos forjada una asociación psicológica inquebrantable entre el azul y la naturaleza. Es
inevitable que relacionemos la quietud y calma del cielo y del mar con ese color. Por eso puedes usarlo
en tus capturas para transmitir esa sensación. Aunque también hay otras interpretaciones.
¿Qué asociamos con el color Azul? La fría luz de invierno y el tinte azul del hielo trazan una
conexión inevitable entre el azul y el frío. El agua, las lágrimas, la tristeza. El cielo azul de verano. Nos
conecta con recuerdos felices y de nuestra infancia. Medicamentos. Al ser un color que da confianza nos
resulta más fácil tomarlos y creer que harán efecto. Salas médicas. Muchos ambientes (sobretodo
psiquiátricos o psicológicos) eligen este color porque reduce los niveles de estrés y estimula la calma.
El Azul en Fotografía: El azul siempre ha jugado un papel determinante en la representación de
la naturaleza. Muchos pintores famosos usan el azul para indicar el tiempo, el lugar y la atmósfera en
todas sus imágenes. Por otro lado, no podemos dejar de mencionar la hora azul, esencial en fotografía
de paisajes y retratos. Se trata de un período en el que el sol está por debajo del horizonte (justo antes
del amanecer o justo después del atardecer) y la luz solar residual adquiere un tono azul. Además,
los filtros zules (aplicados en la cámara o en edición) se utilizan en fotografías en blanco y negro para
aumentar la apariencia de neblina.
Rojo:
El rojo es un color capaz de causar un gran impacto visual en nuestras emociones, por eso es uno
de los colores que detectamos con mayor rapidez. Nuestros primeros antepasados relacionaban el color
rojo a la sangre por lo que se cultivó un vínculo visual muy fuerte entre el rojo y el peligro, la violencia y
la vida. Los seres humanos fueron evolucionando ese significado hacia la representación de la velocidad,
de la advertencia y de lo prohibido. La aparición del fuego, por ejemplo, también vinculó el color rojo
con el calor y con la luz, pero a la vez, también a la destrucción y al dolor. Si situamos algo de color rojo
en primer plano acentuaremos la sensación de profundidad. Mientras que si fotografiamos un coche de
color rojo en un barrido parecerá que se mueve más rápido que si el coche fuera de otro color.
¿Qué asociamos con el color Rojo? Ofertas, Rebajas, Anuncios. Al llamar mucho nuestra
atención, se usa como texto sobre cualquier fondo. Vibrantes puestas de sol y hojas otoñales. Por lo que
se asocia al sentido del tiempo y de las estaciones. Rosas rojas. Como simbolizan el romance, asociamos
el color al amor, la pasión y el sexo. Fresas, manzanas, cerezas, tomates, pimientos. El rojo también
estimula nuestras papilas gustativas.
El Rojo en Fotografía: La fotografía utiliza el rojo como una subcorriente de un entorno
aparentemente normal.El rojo agrega drama al paisaje urbano, acentúa aún más el mensaje que
queremos transmitir. El uso del rojo tampoco se limita a la fotografía en color. Los filtros rojos (colocados
en la cámara o en postproducción) absorben la luz azul y verde, mejorando el contraste. Fotógrafo de
paisajes utilizan filtros rojos para lograr un efecto dramático, oscureciendo los cielos azules.
Amarillo
Algunos artistas describen este color como: locura, miedo y enfermedad, pero también algo
del sol y de la alegría. El amarillo es uno de los pigmentos más antiguos utilizado por el ser humano y el
espectro de atributos asociados a este color es muy amplio, tanto que ha estado presente en el arte y el
diseño desde siempre. El Sol y el color amarillo han estado intrínsecamente unidos desde el principio de
los tiempos. Como consecuencia, las cualidades del Sol, la energía, el calor y la luminosidad se reflejan
en las percepciones humanas de los tonos amarillos. En muchas culturas también se ha representado el
color amarillo con el poder celestial y se ha asociado al conocimiento y al estatus. El color amarillo,
asociado al color del oro puede estar conectado con la riqueza, pero también con el egoísmo. Además,
debido a sus propiedades reflectantes también puede llegar a provocar fatiga visual.
¿Qué asociamos con el color Amarillo? Flores primaverales. Los narcisos, la retama, los girasoles
florecen en primavera y por eso asociamos el amarillo con el renacimiento, la renovación y la alegría.
Limones, Plátanos, Maíz. Sus colores vibrantes caracterizan al amarillo como un color asociado a la
nutrición. Señal de Advertencia. Muchas plantas, insectos o animales exhiben el amarillo como señal de
peligro y nosotros también hemos adquirido esa connotación. Hojas Otoñales. Asociamos ese tono
amarillento de las hojas con el cambio, el equilibrio y la edad.
El Amarillo en Fotografía: El amarillo y su vitalidad han sido utilizados por artistas durante toda
la historia. Además de representar alegría, renacimiento, cambio o energía, también ha sido asociado
con otras ideas como los celos, la traición o la avaricia. Por lo que podemos decir que además de ser uno
de los colores más vivos del espectro visible, también es muy versátil. El amarillo también se puede
aplicar como herramienta creativa en fotografía. La hora dorada, el período de luz diurna que ocurre
justo después del amanecer y justo antes del atardecer, tiene un tono amarillo distintivo. Durante este
momento, la luz del día es más suave y cálida, creando oportunidades para retratos dinámicos y
fotografías de paisajes. Generalmente, los filtros amarillos se utilizan en fotografías en blanco y negro
para oscurecer ligeramente los cielos y aumentar el contraste del follaje verde. En retratos, los filtros
amarillos también ofrecen tonos de piel más cálidos.
Púrpura:
El color púrpura ha sido uno de los que más ha evolucionado en las artes visuales. Ha llegado a
representar aspectos tan esenciales como la religión o la realeza. ¿Y el violeta?. Aunque compartan
las mismas asociaciones psicológicas, el púrpura ocupa un espacio entre el carmesí y el violeta (se acerca
más al rojo en la rueda cromática). Mientras que el violeta se acerca más al azul que al rojo. Como
intermediario entre el azul y el rojo, el púrpura templa los efectos de ambos extremos (frío y calor). Del
azul toma el efecto calmante y cultiva la introspección, pero del rojo también toma la vibración visual y
la pasión, por lo que estimula la creatividad.
¿Qué asociamos con el color Púrpura? El morado claro se considera alegre, mientras que el
oscuro se suele asociar con la sabiduría y el intelecto. Como era un color costoso de conseguir
antiguamente se consideraba como un lujo y por eso se asociaba a la realeza y a la riqueza en general.
Al ser un color escaso en la naturaleza, se asocia también con el exotismo, el misterio y la magia. En la
tradición cristiana, durante el período de la cuaresma, representa al luto ante la crucifixión de Jesucristo.
El Púrpura en Fotografía: A medida que la tecnología del color evolucionó, el púrpura se
hizo cada vez más disponible para los artistas. En el arte contemporáneo, el púrpura significó
modernidad e historia, reflejando las connotaciones sociales y culturales del color a través del tiempo.
Actualmente, en fotografía, aunque está menos disponible que otros colores en el paisaje urbano y
natural, el morado es el favorito de muchos fotógrafos. Debido a su belleza históricamente rara, el
púrpura a menudo se usa para transmitir lo surrealista, lo moderno y lo artificial. El morado también
puede manifestarse como franjas moradas no deseadas que generalmente son causadas
por la aberración cromática axial. Los métodos para reducir las franjas púrpuras incluyen disparar con
un filtro UV, evitar sobreexponer los reflejos y no disparar con una apertura baja en situaciones de alto
contraste.
Naranja:
Situado entre el rojo y el amarillo en el propio espectro visible, el naranja cuenta con una larga
historia en la cultura visual. La historia del color naranja comienza con el ocre y de su evolución surgirá
tal y como lo conocemos ahora. El peculiar color naranja de muchas frutas, verduras y hortalizas proviene
del caroteno, un pigmento fotosintético. Este simple hecho ha fomentado que asociemos el naranja a
la alimentación, a lo refrescante y a la energía.
El naranja, por tanto, podríamos decir que cultiva el optimismo, el entusiasmo, la alegría
y la cordialidad, audacia y creatividad. Aunque también cuenta con otras asociaciones, como la de la
seguridad.
¿Qué asociamos con el color Naranja? Al manifestarse en el fuego, el naranja puede evocar calor
y destrucción. Cuando es llamativo y vibrante puede ayudarnos a dirigir la mirada y la atención.
Se usa en dispositivos de seguridad marina (chalecos, balsas salvavidas, boyas) porque contrasta
a la perfección frente al azul del mar (su complementario).
El Naranja en Fotografía: La densidad del naranja, aunque natural, amortigua significativamente
la visibilidad, creando una tensión palpable. Si eliges la hora dorada, la luz naranja-amarilla inundará la
atmósfera, creando oportunidades ideales para la fotografía de paisajes y retratos. A menudo también
verás este color en la fotografía nocturna de lana de acero, porque los fotógrafos pueden crear rastros
efervescentes de luz naranja ardiente. Los filtros naranjas también son una herramienta popular de uso
general para la fotografía en blanco y negro. Agregan un grado moderado de contraste a una imagen,
oscureciendo los cielos y enfatizando las nubes. En retratos brindan un tono de piel cálido y suave,
reduciendo la aparición de pecas y manchas.
Verde:
En el espectro visible el verde ocupa el espacio entre el azul y el amarillo y se trata de un color
secundario que se obtiene mezclando estos dos colores. Como es obvio, las asociaciones psicológicas
más fuertes del verde se encuentran en el entorno natural. Según un reciente estudio de la Academia
Nacional de las Ciencias de Estados Unidos, la exposición a espacios verdes desde la infancia puede
proporcionar importantes beneficios para la salud mental en la adolescencia y en la edad adulto.
Otro también sugiere que la creación de espacios verdes en los barrios de una ciudad puede asociarse a
una mayor sensación de bienestar, armonía y salud mental sana. Tanto relacionamos el verde con lo
natural, que se ha convertido en el emblema de los movimientos medioambientales. No hay duda de
que el crecimiento constante de la vida vegetal hace que asociemos al verde con
el renacimiento, el crecimiento y la determinación.
¿Qué asociamos con el color Verde? El texto verde en los primeros sistemas informáticos hace
que lo asociemos con la modernidad y el panorama digital. La película 'Matrix' también reforzó todavía
más esa idea. A partir de 1861 fue cuando los dólares empezaron a imprimirse en color verde. Desde
entonces se asocia a los billetes y al color del dinero. Gracias a su naturaleza reflectante, el verde neón
también se utiliza para equipos de seguridad, ropa y señalización. Debido a su calidad vibratoria también
se ha utilizado mucho en el arte psicodélico.
El Verde en Fotografía: El verde también tiene aplicaciones en la propia cámara. En la fotografía
en blanco y negro, los filtros verdes se utilizan principalmente para fotografiar plantas, separando el
follaje verde de las flores de colores brillantes. En la fotografía de paisajes, los filtros verdes aclaran los
verdes orgánicos, dando a la imagen un aspecto más natural.
Rosa:
El rosa llegó relativamente tarde a la paleta de los artistas. Pero desde el Renacimiento hasta el
arte contemporáneo ha perdurado como un color de versatilidad emocional. Al ser una combinación de
rojo y blanco, el rosa puede llegar a ser muy estridente y picante o muy delicado y sutil. Cuando los rosas
son claros suelen asociarse a la alegría, la juventud, la sensibilidad, la amabilidad y el afecto. Mientras
que si son tonos más oscuros y vibrantes pueden denotar pasión, amor, energía, erotismo y confianza.
A partir de los años 40, se empezará a asociar el color rosa con la feminidad debido a que los
productos y la moda dirigida hacia las mujeres se empezaron a comercializar con este color. Antes de
eso se asociaba, curiosamente, a la masculinidad porque era el color que vestían los niños.
Normalmente, un rosa sutil transmitirá un significado sensual y emotivo. Mientras que si es demasiado
intenso puede incluso a llegar a influir negativamente y provocar un estado de ansiedad o de
claustrofobia.
¿Qué asociamos con el color Rosa? Algodón de azúcar, chicles, helado, piruletas, tartas. Es
inevitable que asociemos el rosa al sabor dulce por razones obvias. El olor de las flores. El aroma de una
rosa siempre se asociará al rosa y nos evocará suavidad, ternura y sensibilidad. La flor del cerezo. Llega
con la primavera, por lo que asociamos el color a la renovación y a la vida. Intimidad, romanticismo. Al
ser un color que denota sensibilidad se asocia inevitablemente al entorno privado.
El Rosa en Fotografía: Incluso antes del inicio de la fotografía en color, el rosa ha tenido mucha
presencia en el paisaje fotográfico. Se hizo popular a mediados y finales del siglo XIX gracias a las
fotografías pintadas a mano. Se usaba para colorear las mejillas y la ropa con la idea de añadir una mayor
sensación de realismo a la fotografía de la época. El rosa ahora es abundante y accesible. Como
resultado, muchos fotógrafos modernos centran su atención en el rosa. Entendiendo ahora lo
importante que es saber escoger los colores dentro de nuestro encuadre o composición, seguro que
pondrás mayor atención y revisarás tus fotos y podrás comprender por qué te gustan más los resultados
de unas fotos más que de otras...
El poder de los colores está en tus manos, solo tienes que saber cómo combinarlos para crear
estupendas paletas de colores para tus proyectos.
Capítulo II
2 Toma
Como Referencia
Espacios De
Trabajo Existentes.
Otro
aspecto básico de la
fotografía,
es "evitar
reinventar
demasiado" y aprovechar la experiencia de otros. Por
eso, a la hora de configurar a tu gusto el espacio de
trabajo, y tras haber elegido el color de lienzo más
apropiado, lo mejor es dejarte aconsejar y partir de los
espacios de trabajo que ofrece Photoshop por defecto.
Y, eso sí, poder hacer cambios en la marcha sobre éstos,
en función de tus necesidades y la práctica acumulada.
Los encontramos en el menú principal, seleccionando la
opción Ventana > Espacios de trabajo. Si le echas un
vistazo, existe un buen conjunto de opciones:
Aspectos esenciales; 3D; Gráfico y Web; Fotografía.
Por supuesto, a partir de éstos, puedes generar nuevos espacios de trabajo, en base a la
configuración establecida en un momento dado, para que puedas guardar aquellos ajustes que desees
y poder tener siempre la posibilidad de volver a ellos.
Al seleccionar este tipo de espacio de trabajo, verás cómo aparecen en la sección derecha,
herramientas y opciones que resultan de gran interés para este cometido, como es el caso
del histograma, o los paneles de capas, canales y trazados.
Sin embargo, es posible que quieras reorganizar los paneles, replegar, o desplegar algunos de
ellos; agrupar paneles como pestañas dentro de una misma sección, etc. Para realizar todos estos
cambios basta con utilizar las opciones de desplazamiento (las rayas verticales situadas sobre cada
panel), o bien los iconos que permiten mostrar, o recoger los paneles (las flechas situadas sobre los
paneles). Si lo que quieres no es mover una sección completa, sino que una determinada pestaña pase
a formar parte de otra sección, bastará con hacer clic sobre el título (si está desplegada), o el icono
asociado a la pestaña (si está replegado el panel) y arrastrarlo hacia la sección en la que quieres que pase
a incorporarse.
4 Cierra los Paneles que No te Interesan para que tu Espacio esté
lo más Limpio Posible.
Si hay paneles asociados a características que no vas a utilizar, lo
mejor es deshacerte de ellos, en lugar de moverlos a otra ubicación
dentro del espacio de trabajo. Existe otro icono asociado a los paneles
que es el que te permitirá eliminarlos del espacio de trabajo y evitar que
molesten. Se trata del icono con líneas horizontales. Eso sí, para poder
visualizarlo, el panel en cuestión deberá estar desplegado.
Haciendo clic sobre ese icono, dispondrás de distintas opciones
para modificar la apariencia del panel, entre ellas, la de cerrarlo. No
tengas miedo a cerrar todos aquellos paneles que no necesites.
Si te equivocas y cierras alguno que luego te das cuenta que
necesitabas, puedes volver a conseguir que se muestre a través de la
opción del menú principal Ventana. Al seleccionarla, dispondrás de un
listado de todos los paneles que existen para poder activar, o desactivar
su visualización. Verás que existe un check a la izquierda de los paneles
activos en cada momento.
Nik Collection.
Esta suite fotográfica que existe como plugin de Photoshop es en realidad un conjunto de
distintos programas que tienen cada uno funciones específicas. Son herramientas muy completas que
además están disponibles de manera totalmente gratuita desde que Google adquirió la empresa hace
unos años. Así, cuando lo instalas, te da a elegir entre 8 apps diferentes con funciones como filtros de
fotografía, edición en blanco y negro, mejora de enfoque, composición de panorámicas… Tan completa
que se convierte en un indispensable para todo aficionado a la Fotografía.
ON1 Effects
Uno de los plugins de edición más completos que hay, con una interfaz muy intuitiva de usar y
docenas de efectos de cámaras antiguas, gradientes, texturas, virados y procesados en blanco y negro
imitando a distintos tipos de film. Permite aplicar una serie de efectos predefinidos con un solo click o
ajustarlos a nuestro antojo añadiendo o quitando capas de estos ajustes con una pestaña, modificarlos
de manera muy fácil y exportarlo todo en formado PSD, TIFF o JPG de vuelta a Photoshop. Y uno de sus
puntos fuertes es la posibilidad de crear máscaras con nada menos que 7 herramientas distintas, lo que
le aporta gran versatilidad para aplicar estos efectos de manera precisa donde queremos.
Es imposible editar bien una fotografía si no estamos utilizando un monitor de cierta calidad.
Afortunadamente, han bajado los precios y es posible conseguir monitores muy decentes por precios
asequibles y, sobre todo, si no está adecuadamente calibrado y utilizamos aplicaciones que no realizan
una gestión del color fiel. El tema de la calibración no es un tema sencillo, pero debes asegurarte de que
tu monitor sea lo más fiel posible en la reproducción de los colores.
2: No Revisar el Encuadre.
A medida que avanzas en la fotografía, cada vez te preocupas más en encuadrar mejor tus
imágenes desde el propio momento de la toma. A ello ayuda mucho el ir adquiriendo nociones
compositivas como la regla de los tercios, el significado de las líneas, etc. Sin embargo, el encuadre de
nuestras fotos suele ser
bastante mejorable. Por
ese motivo, es un error
no revisar y modificar, si
es preciso, el encuadre
de la toma tal y como ha
salido de la cámara. La
fase de edición te ofrece
una oportunidad
fantástica para conseguir
un encuadre
insuperable. Así que no lo desaproveches. Éste debe ser uno de los primeros pasos de tu flujo de trabajo.
Fruto de ello es que las herramientas de edición cada vez ofrecen más ayudas para conseguir un
encuadre perfecto. Photoshop por ejemplo, dispone de utilísimas opciones para encuadrar y enderezar
tu imagen y así dejarla perfecta.
3: El Abuso de Técnicas de Edición.
Cuando te inicias en la fotografía, y empiezas a probar y descubrir nuevas técnicas cuyos
resultados pensabas que sólo estaban al alcance de fotógrafos profesionales, o de gente que había
realizado inversiones en equipamiento fotográfico, o software que tú no podrías permitirte. Técnicas de
edición como el HDR, el desaturado selectivo (cut-out), o el ajuste por zonas, son opciones que
comienzas a incorporar en tus proyectos desde muy pronto pero no debes utilizar continuamente y para
todas las fotografías, y, debes aplicar de forma realista y natural.
En este sentido, todavía hay fotógrafos que se obsesionan con la técnica HDR y quieren aplicarlo
en prácticamente cualquier escena y sin demasiada preparación y equipamiento. Esto es un absurdo
porque, en primer lugar, muchas de esas escenas no requieren de un rango dinámico tan elevado que
justificase el uso de la técnica y, en segundo lugar, porque el modo en que se aplicaba el HDR puede
ofrecer resultados completamente inversos a lo deseado. Ten presente siempre que el procesado no
debe arruinar el mensaje de la fotografía ni alterar su significado.
4: Excesivo uso del Viñeteado. Otro error que suelen
incurrir es el de emplear continuamente el viñeteado en la fase
de post-producción. Es cierto que el viñeteado es una forma muy
sencilla y efectiva de centrar la atención en una fotografía,
especialmente en fotografía de retrato. Sin embargo, abusar de
esta técnica nunca es una buena alternativa y existen otras
formas de centrar la atención que te permitirán lograr mejores
resultados, por ejemplo, el uso de los marcos naturales. Con este
tipo de soluciones, podrás reservar la aplicación de un viñeteado
artificial para ocasiones muy contadas. Si al final no te queda más remedio que recurrir a él, procura ser
sutil para obtener un resultado que pueda parecer creíble y natural. De lo contrario, lo que conseguirás
es acabar llamando la atención sobre el viñeteado y no sobre el sujeto.
5: Excedernos con la Saturación, Nitidez, enfoque, etc..
Cuando empezamos a adquirir cierta pericia con nuestra aplicación de edición podemos pensar
que debemos tocar todos los deslizadores para dejar la fotografía a nuestro gusto, o que el incremento
de ciertos ajustes a valores elevados nos permitirá lograr imágenes aún más bonitas e impactantes. Sin
embargo, esto suele llevarnos a acabar con imágenes sobresaturadas, o imágenes en las que se aprecia
excesivamente la textura por haber incrementado por exceso el nivel de nitidez, o halos al tratar de
incrementar muchísimo el nivel de claridad de la toma o excedernos con el enfoque.
Cuando estés editando tus fotografías, procura ser comedido a la hora de realizar tus ajustes, de
lo contrario, acabarás con una imagen muy colorida, muy nítida y muy... irreal. Ten en cuenta
que normalmente lo que queremos es que la fotografía se asemeje lo más fielmente a nuestra
percepción de la realidad y ésta normalmente suele estar muy equilibrada.
6: Obsesión Por el Blanco y Negro.
Otra técnica que, al igual que hablábamos antes sobre el HDR, suele llevarnos a aplicarla
compulsivamente cuando la descubrimos es la conversión a blanco y negro. La utilizamos en imágenes
mal expuestas (para salvar o arreglar algunas fotografía), la aplicamos en imágenes en las que no hay
presencia de elementos que destaquen en una imagen en blanco y negro (texturas, formas, o contraste
tonal), etc.
En definitiva, hacemos un mal uso de
la técnica por no ser selectivos en las
imágenes a las que aplicarla, por pensar que
es una técnica que funciona en todas las
imágenes, por aplicar una conversión en
blanco y negro a una imagen en que el color
puede ser muy importante para entender y
transmitir la escena y, sobre todo, por no
concebir la imagen, desde el principio, como
imagen que convertiremos en blanco y
negro.
Además, existen distintos procesos de conversión a blanco y negro, y resulta muy importante
conocerlos y saber para qué tipos de fotografías son más apropiados cada uno de ellos antes de empezar
a probar con unos y otros. Aquí lo explicaremos en otro capítulo. Antes de empezar a procesar tus
imágenes en blanco y negro, revisa bien todo lo que debes saber al respecto y luego lánzate a probarlo.
7: No Visualizar el Resultado antes de Iniciar La Edición.
Al igual que cuando iniciamos un viaje necesitamos conocer el destino antes de ponernos en
camino, el proceso de edición de cada fotografía debe tratar de ser un viaje con destino conocido y que
hayamos podido visualizar en nuestra mente antes de iniciarlo. De lo contrario, iremos a la deriva y
como en la mayoría de situaciones, acabar perdido en nuestro proceso de edición. Por tanto, antes de
empezar a editar cada fotografía, intenta aclararte y no des bandazos aplicando ahora este preset,
probando en blanco y negro, luego en color, después a ver si le queda bien este virado, etc. A esto
también te ayudará especialmente el ir adquiriendo un flujo de trabajo concreto y definido en el que, el
primer paso debe ser tratar de imaginar cómo quieres que acabe resultando tu fotografía.
El retoque fotográfico tiene defensores y detractores, pero de seguro siempre será algo
necesario si queremos personalizar nuestra fotografía a nuestro estilo. Antiguamente esto se conseguía
en el cuarto oscuro, mediante el revelado analógico. Hoy en día ese proceso de revelado se sigue
aplicando en la fotografía digital; es lo que conocemos como el revelado RAW que ya mencionamos. A
partir del revelado básico del RAW puedes decidir que tu fotografía ya está terminada con esos ajustes,
o puedes plantearte dar un paso más allá y hacerle algún retoque más exhaustivo. Repasemos los tipos
de revelado, retoque y técnicas diferentes que podemos aplicar a nuestras imágenes, para conseguir
exactamente la fotografía que tenemos en mente, ya sea con un estilo natural o más creativa.
Identifica el Estilo de la Fotografía
El retoque es algo muy personal de cada fotógrafo. Lo primero que deberás identificar es el estilo
que quieres darle a la fotografía, y partir de esa idea para realizar el retoque que más se acerque a lo
que tienes en mente. Por ejemplo, no será lo mismo retocar un retrato que una foto de grupo. En el
retrato intentaríamos suavizar la piel y dejarla lo más "perfecta “posible, mientras que en un foto de
familia o grupal buscaremos mejorar el encuadre, el fondo, su nitidez, etc, pero dejaremos la piel intacta.
Revelado Básico
Una vez hayas identificado el estilo que quieres para tu fotografía, deberás tenerlo en mente para
realizar el revelado básico. Tener el estilo que quieres siempre presente será importante para dirigir el
proceso de revelado y no desviarte de estilo. Siempre obtendremos mejores resultados en el revelado si
procesamos en formato RAW que en JPG. El formato RAW ofrece una compresión sin pérdidas y nos
permite recuperar mucha más información, sobre todo en las altas luces y en las sombras.
1. Revelado del archivo RAW.
Existen muchos programas que van a permitirte hacer el revelado básico para tu archivo RAW. E
incluso si has disparado en JPG, también vas a poder aplicar muchos ajustes que, aunque en menor
medida, también te ayudarán a definir un estilo para tu fotografía. En cualquiera de estos
programas deberás ir cambiando diversos parámetros para darle a tu fotografía el aspecto deseado: más
o menos contrastada, más suave, con las texturas más marcadas, con los colores más o menos saturados,
con un balance más cálido o más frío... Ningún retoque es mejor o peor; el mejor será el que transmita
justamente lo que tenías en mente.
2. Ganando Nitidez
A parte de darle a nuestra
fotografía un estilo propio, algo que
también suele preocuparnos mucho es
ganar la mayor nitidez posible. Pese a que
en el momento del disparo podemos
contribuir a esta causa, por ejemplo
disparando en el punto dulce de nuestro
objetivo, también podemos ganar nitidez
en el procesado.
Retoque Profesional.
Después de revelar tu archivo
RAW, puedes decidir si quieres darle o no
un retoque más exhaustivo. Como decía al
principio, este paso tiene defensores y detractores, pero al fin y al cabo la fotografía es un arte y el
artista, es decir, el fotógrafo, es el que decide si su fotografía requiere o no de cualquiera de estas
técnicas. Si eres de los que prefiere un tipo de fotografía más natural, puedes ir directamente al último
paso de este artículo, donde aplicaremos el toque final de color a nuestro retrato. Si, en cambio, prefieres
retocar tu retrato, a continuación vamos a ver diferentes técnicas que pueden ayudarte a conseguir
exactamente el retrato que tienes en mente.
1. Retoque de piel> Algo que suele preocuparnos mucho cuando disparamos un retrato en el que
queremos realzar la belleza de nuestros modelos, es que su piel quede perfecta. Eliminar granitos e
imperfecciones para dejar una piel suave pero con textura es un reto más difícil de lo que parece. Lo
importante en este caso es conseguir una piel natural; recuerda que la piel tiene poros y textura. Una
piel lisa como un melocotón no será lo mejor para tu retrato.
5. Técnicas especiales> Existen multitud de técnicas y efectos diferentes que puedes aplicar a tu
retrato para retocarlo completamente a tu gusto, o para darle un toque especial u original a tu fotografía.
Corrección de Color
Es posible que ya hayas realizado una corrección de color en el revelado básico de tu archivo
RAW. Sin embargo, cabe destacar que también podemos, al final de todo el retoque, darle un toque de
color a nuestras fotografías para darles un estilo personal o una ambientación determinada. Podemos
aplicar ajustes por tonos, filtros de color, pasarlas a blanco y negro o incluso aplicar algún virado para
simular los virados analógicos. Todos estos ajustes le darán el toque final a tu fotografía.
1. Ajustes de Color> El color dice mucho de nuestras fotografías. Hay toda una ciencia alrededor
del color, lo que se llama la "psicología del color". Gracias al color nuestros retratos van a transmitir unas
sensaciones u otras, y pueden cambiar drásticamente dependiendo de si usamos tonos cálidos o tonos
fríos, de si aplicamos algún tipo de virado, o de si optamos por pasar nuestra fotografía a blanco y negro.
Si quieres saber todo acerca del color en fotografía, y las diferentes técnicas que puedes seguir para
retocarlo a tu gusto, puedes echarle un vistazo a estos artículos:
2. Filtros de Color> Otra opción que está muy en auge en los últimos años es aplicar filtros de
color a nuestras fotografías. Aplicando un filtro de color podemos conseguir que nuestra fotografía tome
un aspecto diferente, más personal, más cinematográfico. También un filtro puede darle a nuestras fotos
un estilo diferente:
un estilo más
vintage, un estilo
dramático. Puedes
probar los
diferentes filtros y
presets que te
ayudarán a darle
ese toque
diferente a tus
fotografías.
Adobe Exchange Creative Cloud: Una Tienda Para Tus Aplicaciones de Adobe. Adobe Exchange
Creative Cloud es un repositorio web que ofrece más de 3.000 extensiones que te permitirán repotenciar
tus aplicaciones de Adobe. Podrás elegir entre extensiones (para aplicaciones de Adobe), o bien
aplicaciones independientes que puedan integrarse con la suite de Adobe. Además, podrás ver en el
desplegable aquellas aplicaciones, o extensiones más populares.
Haciendo scroll hacia abajo en la página, llegarás a la visualización del buscador de extensiones y
podrás filtrarlas en función de distintas opciones: en base a las aplicaciones a las que van asociadas las
extensiones, o si buscas extensiones gratuitas o
de pago. Además, podrás elegir el orden en que
se muestran las extensiones en función de la
popularidad, la valoración, el precio, orden
alfabético, etc.
Es recomendable que al buscar, prestes
atención a aquellas con mejor puntuación, o que
están asociadas a alguna de las aplicaciones de
Adobe que tú tengas y que te interese potenciar.
Al acceder a la extensión, lo primero que puedes ver es la valoración de los usuarios (28
valoraciones con una puntuación media de 4.5/5). Además, puedes comprobar también que se trata de
una extensión gratuita. Si continuas haciendo scroll hacia abajo, puedes comprobar más detalles de la
extensión: la fecha de publicación, la aplicación a la que va asociada (Photoshop), las versiones con las
que es compatible (desde la CC 14.0 a la CC 20.0),
así como las características, e incluso un recurso
web sobre las acciones incluidas en la extensión y
cómo utilizarlas.
Una vez que estamos seguros de que
queremos instalar la extensión, procedemos de la
siguiente manera:
Paso 1. Hacemos clic en el botón superior
derecho en el que aparece "Free", o bien el precio
de la extensión.
Paso 2. Confirmamos la licencia de uso de
la extensión. Si estamos de acuerdo, claro.
Paso 3. Introducimos
nuestras credenciales de Adobe,
si es que no lo habíamos hecho
antes.
Paso 4. Esperamos a que
la extensión se instale a través
de Adobe Cloud Desktop App, la aplicación a través de la que instalas y actualizas las aplicaciones de
Adobe CC.
Si todo ha ido bien, obtendrás un mensaje en que se indica que has descargado la extensión a
través de la aplicación de Adobe. Si ha habido cualquier problema, tienes otra opción de descarga a
través de un fichero con extensión .zxp y usando el gestor de extensiones de Anastasiy. Puedes acceder
a esta opción mediante el enlace "Download/Install another way".
Tras seguir estos pasos, habrás descargado en tu equipo los tres ficheros siguientes:
PFx REFLECTIONS.atn | MAP-1 (water).psd | MAP-2 (water).psd.
A continuación, carga la acción en Photoshop y sigue los consejos de la web del creador de la
extensión para aplicar los reflejos sobre tus fotografías.
Lanzado por primera vez en 1990, Adobe Photoshop ha pasado por muchas revisiones.
Adobe ha definido su transición de un sistema secuencial, basado en el número de versión a una
que incluye Letras y números. Aunque el sistema puede ser confuso, encontrar el número de
versión de Adobe requiere sólo una búsqueda breve en algunos lugares como son:
Mientras que cargas de Adobe:
Ejecute el programa. Casi todas las versiones de Photoshop presentan una pantalla de
presentación que se muestra mientras se carga el programa. Esta pantalla de bienvenida
normalmente te dice el número de versión más amplia, como "CS4." Incluye también letras más
pequeñas con el número de versión específica, como "14.102.1124." Esta pantalla desaparece
después de que el programa termine de cargar.
Dentro del programa:
Si no coges el número de versión en la pantalla de bienvenida, lo encontrarás después de que
Photoshop ha cargado. Abra el menú "Ayuda" y encontrarás una opción denominada "Acerca de
Adobe Photoshop." En un Mac, seleccione "Acerca de Photoshop" en el menú de Photoshop.
Haga clic en ese elemento de menú, y presenta la misma pantalla de información que se muestra
cuando abre por primera vez el software.
VERCIONES DEPHOTOSHOP:
Una guía que te pueden ayudar para identificar qué versión de Photoshop estas usando y qué
tanto necesitas actualizarla.
1.0 febrero de 1990 CS (8.0) octubre de 2003
2.0 junio de 1991 CS2 (9.0) abril de 2005
2.0.1 enero de 1992 CS3 (10.0) abril de 2007
2.5 1992 CS4 (11.0) septiembre de 2009
2.5.1 1993 CS5 (12.0) de abril de 2010
3.0 noviembre de 1994 CS6 (13.0) marzo de 2012
4.0 agosto de 1997 CC (14.0) junio de 2013
5.0 mayo de 1998 CC 2014 (15.0) Junio de 2014
5.0.1 1999 CC 2015 (16.0) junio de 2015
5.5 febrero de 1999 CC 2015.5 (17.0) junio de 2016
6.0 eptiembre de 2000 CC 2017 (18.0) noviembre de 2016
6.1 marzo de 2001 CC 2017 (18.1.0) 11 de abril de 2017
7.0 marzo de 2001 CC 2018 (19.0.0) octubre de 2017
7.0.1 agosto de 2002
Capítulo III
Herramienta Mover: (V) la usamos a la hora de mover, arrastrar, encoger o estirar una
capa flotante. En la barra de Opciones vamos a activar la casilla Seleccionar Capa Automáticamente para
los casos en que tengamos que elegir entre varias capas en el Proyecto, poderla activar directamente
sobre ella con un clic. Podrás desplazar el contenido de una capa o de una selección haciendo clic sobre
la misma y arrastrándola a la ubicación que desees. Además de con el ratón, también podrás desplazar
el contenido de las capas o la selección realizada, mediante el uso de los cursores de tu teclado. Con lo
que tendrás una mayor precisión
Herramienta Lupa (Zoom): (Z) Puede acercar o alejar de áreas determinadas, solo cambiando
los parámetros normales. A través de su barra de propiedades podrás indica si quieres aumentar,
reducir, mostrar a tamaño real, a tamaño de impresión, etc. Es recomendable el uso de esta herramienta
no de forma directa sino a través de estos atajos de teclado: | Ctrl + '+' Ampliar | Ctrl + '-' Reducir| Ctrl
+ 0 Ajustar a ventana | Ctrl + 1 Tamaño real. Aprenderlos te ayudará a agilizar el trabajo.
Editar en Modo Máscara Rápida. Es una funcionalidad básica y siempre estarás usándola
en Photoshop. El fin de la misma es poder definir regiones “aisladas” como si estuvieses pintando sobre
la imagen. Y, a continuación, aplicar efectos sobre esas regiones que has definido. Lo primero es
seleccionar la herramienta, para lo que podrás hacer clic en el icono indicado, o bien hacer clic en la
tecla Q. Una vez que lo has hecho, es momento de elegir, por ejemplo, un pincel y comenzar a pintar
sobre la imagen, de modo que lo que pintes con negro lo estarás eliminando de la selección, mientras
que lo que quede en blanco sí pertenecerá a la selección. Por tanto, deberás manejar negro y blanco y
considerar los distintos valores de opacidad y flujo que selecciones para el pincel o pinceles con los que
pintes. La visualización de lo que vas eliminando de la selección se irá mostrando en rojo (como ves en
la imagen superior) y, una vez que hayas acabado, podrás presionar de nuevo la letra Q para obtener la
selección que has definido. Considerando la selección que acabas de definir, podrás aplicar efectos sobre
dicha selección, dibujar como en la imagen inmediatamente superior, variar la exposición, el brillo, la
tonalidad, o cualquier otro ajuste que desees, etc. Las máscaras de capa también se pueden aplicar
directamente sobre capas (en lugar de sobre la imagen completa) y ofrecen enormes posibilidades.
Cambiar Modo de Pantalla. Puede usar las opciones de modo de pantalla para ver las imágenes
en toda la pantalla. Puede mostrar u ocultar la barra de
menús, la barra de título y las barras de desplazamiento
y que corresponden a los modos de pantalla. Realice una
de las siguientes acciones:
Para seleccionar un modo de pantalla podemos
ir desde el icono de la parte baja del panel herramientas como se muestra en la imagen de abajo o seleccione
Vista > Modo de pantalla > Modo de pantalla estándar.
Para visualizar una ventana en pantalla entera con una barra de menú y un fondo gris del 50%, pero sin
barras de título ni de desplazamiento, seleccione Vista > Modo de pantalla > Modo de pantalla entera con
barra de menús.
Para visualizar una ventana en pantalla entera sólo con un fondo negro (sin barras de título, de menús ni
de desplazamiento), seleccione Vista > Modo de pantalla > Modo de pantalla entera.
Para cambiar el modo de pantalla de forma más fácil podrá pulsar varias veces sobre la tecla F de
su teclado hasta situarse sobre el modo con el que quiera trabajar
Los paneles ayudan a controlar y modificar el trabajo. Los paneles se pueden agrupar, apilar o
acoplar. Nota: Recuerda que si desea observar mejor, acercar la imagen (zoom) presione las teclas CTRL
y + por el contrario si desea disminuir o alejar la imagen utilice CTRL y - . Si desea mover la imagen
aumentada en la pantalla, MANTENGA PRESIONADO CON UNA MANO LA BARRA ESPACIADORA Y
ARRASTRE CON OTRA EL PUNTERO TRANSFORMADO EN UNA MANO, La función MOVER se consigue
también activándola con la tecla H.
Los paneles ayudan a controlar y modificar el trabajo. Los paneles se pueden agrupar, apilar o acoplar.
A la izquierda, de forma alargada está el Panel de herramientas. Las demás, esparcidas en toda
la pantalla son las PALETAS. El menú / VENTANA permite activar (colocar en pantalla) o desactivar (quitar
de la pantalla) las paletas. Cuando vamos a utilizar alguna de las herramientas o aplicar un filtro de
efecto, etc y así producir un cambio sobre la imagen que estemos trabajando, esta acción aparecerá de
una vez en la paleta HISTORIA (están señalados el nombre de algunas paletas con círculo rojo) y el
respectivo estado de la última acción estará ubicado en el puesto inferior y será visible con un sombreado
más oscuro. Si necesitas aplicar cierto color con el pincel, por ejemplo, harías clic sobre la pestaña en la
paleta MUESTRAS y un abanico de colores predeterminados se abrirá. Desde allí puedes seleccionar
cualquiera haciendo clic sobre la muestra.
Esta muestra pasara a ser el COLOR FRONTAL) en la parte baja de la caja de herramientas) y se
aplicara cuando use cualquier herramienta de pintura, la flecha amarilla indica donde hacer clic para
invertir el color frontal por el del fondo, la misma acción se consigue presionando la tecla X. Si la imagen
contiene varias capas, todas ellas aparecen en la paleta CAPAS y podrán ser activadas o desactivadas
individualmente para que nuestra acción no se produzca sobre todo el conjunto sino de forma individual
sobre la capa que hemos escogido. No podemos trabajar con todas las paletas abiertas al mismo tiempo,
ocuparían toda la pantalla o área de trabajo. La idea anterior del ALMACÉN de Paletas (señalado en la
imagen con un elipse rojo en la parte superior derecha) es la de ahorrar espacio y tenerlas listas en todo
momento, para eso tenemos la posibilidad de acoplarlas y disminuirlas de tamaño cuando no son
necesarias. En la imagen están marcadas con elipse rojo en la paleta HISTORIA. Este espacio de color gris
oscuro (se observa en todas las paletas) permite traer arrastradas a otras paletas y guardarlas en
conjunto- Paletas o ventanas abiertas y esparcidas dentro del espacio de trabajo son inconvenientes y
estorban.
Para comenzar pueden dejar solamente 2 paletas flotantes: CAPAS e HISTORIA, las más usadas
en el acto. Estas dos también se pueden acoplar en parejas, de modo que haciendo clic sobre la franja
se encogen/despliegan al mismo tiempo y se pueden activar/desactivar por separado haciendo doble
clic sobre la pestaña que lleva su nombre. Las demás se pueden almacenar en el sector destinado de la
barra de opciones y activar solamente cuando hace falta. También se puede arrastrar una paleta hacia
la franja gris oscuro de la otra y soltar, se mantendrán pegadas, son
magnéticas y se activan por separado con un clic. La paleta CAPAS es
la más usada porque nos permite manejar de forma individual o en
grupo las capas presentes en la imagen. La HISTORIA nos muestra paso
a paso las acciones ejecutadas desde que abrimos la imagen en la
pantalla, nos permite deshacernos de aquellas acciones indeseadas, si
nos equivocamos en una acción la podemos deshacer de inmediato
con la combinación Ctrl y Z (solo para la acción última), si queremos
retroceder aún más y deshacer otras acciones, activen la paleta y
vallan retrocediendo haciendo clic sobre el estado de la historia que
les interese, el estado en que se encontraría el documento estará
resaltado con un tono más oscuro. Así eliminan la acción que no les
conviene. El programa lo retrocederá todo hasta donde le han
indicado pero no eliminará la parte que no les gusta. Para borrar esto
de forma permanente haga clic con el botón derecho del ratón sobre
los estados que desea eliminar y quítelos uno por uno o utilice el botón
con el ícono en forma de pipote o papelera y haga lo mismo con el
botón derecho del ratón. Si desean borrar todos los estados indiquen
BORRAR HISTORIA. El único que se preservará será el estado presente.
Opciones de panel: cada panel ofrece su propia selección de opciones.
RAW vs J P G:
Hoy en día todas las cámaras réflex y sin espejo nos dan la opción de disparar en RAW. Incluso
muchas compactas, bridges, cámaras de acción e incluso cámaras incorporadas en drones ya nos ofrecen
esta posibilidad. Y es que sin duda disparar en RAW nos ofrece una gran ventaja, sobre todo a la hora de
revelar y procesar nuestras fotografías. Tanto es así que firmas prestigiosas como Nikon colabora con
Adobe en el desarrollo de este formato para lograr una integración lo más armoniosa posible.
El formato RAW es un archivo de imagen sin pérdidas que contiene todos los datos de la
fotografía tal y como ha sido captada por el sensor de la cámara. Significa que en este archivo se recoge
toda la información de la toma sin que se pierda nada, con lo cual a la hora de revelar la fotografía
siempre vamos a contar con muchísima más flexibilidad y calidad que la que nos ofrece el formato JPG.
Por su parte, el formato JPG sí es un formato de compresión con pérdidas. Esto significa que
cuando nuestra cámara guarda la foto en JPG automáticamente le aplica una serie de ajustes
"destructivos" como contraste, saturación, balance de blancos, nitidez, etc. Con destructivos no es que
sean malos, sino que no se pueden modificar o recuperar. En cambio, en el formato RAW no se aplican
estos ajustes, sino que se almacena la imagen CRUDA tal cual fue capturada con toda su resolución, toda
la información en el archivo y somos nosotros mismos los que, a la hora de revelar la fotografía,
decidimos aplicarlos a nuestro gusto. Por eso siempre será mucho más recomendable disparar en RAW
si pretendes revelar tus fotografías para darles tu toque personal de manera manual.
Es posible que por eso mismo muchas veces hayas pensado que una fotografía en JPG es mucho
más atractiva, bonita y vistosa que una en formato RAW. Pues bien, esto es porque el archivo JPG ya
está finalizado, es decir, ya tiene todos esos ajustes aplicados. En cambio el formato RAW es un archivo
incompleto, le falta ser revelado para aplicar todos esos ajustes de manera manual. Una vez revelado el
archivo RAW, ya debemos guardarlo en formato JPG o en otro formato de imagen como TIFF, PNG, etc.
Será ahí cuando pueda considerarse ya una fotografía terminada.
Tipos de Formato RAW que Existen.
El formato RAW ("crudo") se llama así
porque precisamente nos ofrece la posibilidad de
disponer de nuestras fotografías en crudo, en
bruto, sin procesar. Pero no vamos a encontrar
ningún formato RAW que se llame "RAW"
directamente, sino que cada fabricante de cámaras
tiene su propia nomenclatura: |Canon: .CR2 o .CRW
| Nikon: .NEF o .NRW | Sony: .ARW, .SRF o .SR2
|Panasonic: .RW2 | Pentax: .PEF o .PTX | Olympus: .ORF | Fuji: .RAF |
El único estándar que encontramos de formato RAW es el .DNG (Digital Negative) de Adobe, el
cuál sí encontramos en muchos programas e incluso en algunas cámaras.
Formato RAW: Ventajas e Inconvenientes.
Disparar en formato RAW tiene sus ventajas e inconvenientes sobre el formato JPG.
Ventajas del formato RAW
Mayor calidad y fiabilidad del color, ya que es capaz de almacenar 12 o 14 bits (dependiendo de
la cámara) por canal (RGB), frente a los 8 bits por canal que almacena el JPG. Esto significa que el formato
JPG utiliza un sistema de codificación del color de 24 bits por píxel frente a la codificación de 36 o 42 bits
por píxel (dependiendo de la cámara) del formato RAW. Es capaz de captar un rango dinámico superior
al que puede captar un JPG. Mayor flexibilidad a la hora de revelar la fotografía, sobre todo para corregir
problemas de exposición, grandes contrastes lumínicos o balance de blancos erróneo. Posibilidad de
aplicar de manera manual todos los ajustes que se aplican automáticamente en el formato JPG, para
dejar la fotografía exactamente a tu gusto o estilo.
Inconvenientes del formato RAW.
Los archivos RAW son bastante más pesados que los JPG, con lo cual necesitarás contar
con tarjetas de mayor capacidad para no quedarte sin espacio. Debido también a su mayor peso, el
tiempo de procesamiento y almacenamiento de las fotografías en RAW es mayor, por eso a la hora de
realizar disparos en modo ráfaga podrás disparar una menor cantidad de fotos y a una menor velocidad,
que si dispararas en formato JPG. Requiere un procesado posterior para convertirse en una fotografía
finalizada, por lo que si estás realizando un trabajo que requiere una entrega inmediata podría ser un
inconveniente. Si no se le aplica un buen revelado puede no resultar tan atractivo y nítido como un
archivo JPG.
Al no ser un formato de imagen en sí, muchos visores de imágenes no te van a permitir visualizarlo
sin revelarlo. Aun así, cada vez son más los que son capaces de hacerlo, por lo que te recomendamos
siempre tener actualizados tanto tus programas como tu sistema operativo. Puede no ser compatible
con versiones antiguas de los programas, sobre todo si la cámara es bastante nueva, por lo que conviene
mantener actualizados los programas.
RAW o JPG:
Si el espacio de almacenamiento es un problema, disparar en JPG te permitirá almacenar dos o
tres veces más fotografías que en formato RAW. También puede ser interesante usar el formato JPG si
necesitas compartir las fotos de manera rápida, ya que en RAW nuestro móvil o Tablet no las podrá
reconocer. Por otra parte, si no vas realizar ningún tipo de post procesado, el JPG es lo ideal, ya que
disparar en RAW será solo el primer paso hasta conseguir elaborar la fotografía a nuestro gusto. Todo
RAW necesita un revelado posterior. Esto puede parecerte engorroso, pero si priorizas la calidad de
imagen por encima de todo y deseas aprovechar toda la información que tu cámara sea capaz de recoger,
deberás elegir el formato RAW.
De todas formas procesar RAWs por lotes es muy sencillo usando programas como Lightroom,
por lo que tampoco debe preocuparte en exceso tener que revelar todas las fotografías de una sesión.
Puedes revelarlas en lote de manera sencilla y rápida, y tan solo detenerte a revelar de manera más
exhaustiva las fotografías que te interesen de verdad.
Elegir ambos.
Muchas cámaras poseen la opción de
disparar en RAW+JPG. Esta opción de disparo
te vendrá genial, por ejemplo, si quieres
contar con las fotografías al momento para
poder compartirlas de inmediato, pero
quieres tenerlas también en RAW para
posteriormente poder sacarles el máximo
partido en el revelado, o para mejorar alguna
de ellas en concreto.
Debes tener en cuenta que ésta es
una opción que ocupa bastante espacio, ya
que vas a tener todas las fotos por duplicado,
así que asegúrate de contar con una tarjeta
con suficiente capacidad de
almacenamiento, o con tarjetas de repuesto.
Si tu cámara tiene doble ranura de tarjeta
estás de enhorabuena; podrás configurarla
para que el archivo RAW se guarde en el slot
1 y el archivo JPG se guarde en el slot 2. Esto
es una gran opción para tener una copia de
seguridad instantánea de la sesión, aunque
sea tan solo en formato JPG.
Revelar un Archivo RAW.
Existen multitud de programas para
revelar un archivo RAW
como Lightroom, Adobe Camera RAW, ON1
Photo RAW, Capture
One, Darktable, RawTherapee, etc. Incluso
muchas marcas tienen sus propios programas de revelado, como Digital Photo Professional de
Canon, Capture NX-D de Nikon o Image Data Converter de Sony.
Con cualquiera de ellos vamos a poder modificar una gran cantidad de aspectos de nuestra
fotografía. Pero para finalizar vamos ver algunos ejemplos prácticos de la diferencia que supone
modificar estos ajustes más básicos en la misma fotografía en formato RAW y JPG. Si la fotografía no
requiere un gran procesado no notarás demasiada diferencia entre ambas. Pero cuando sí lo necesita,
sin duda tener la fotografía en formato RAW nos "salvará la foto". Vamos a ver cómo podemos recuperar
fácilmente fotografías en estas situaciones si hemos disparado en RAW, y cómo no va a ser tan fácil
hacerlo si las tenemos en formato JPG.
1. Ajustar el Balance de Blancos.
Vamos a ver un primer ejemplo de corrección de un balance de blancos erróneo. Tenemos esta
fotografía en RAW y en JPG. Como ves, el balance de blancos ha quedado demasiado azulado y mata
bastante el ambiente de atardecer del paisaje.
Podemos variar la temperatura de color sin ningún tipo de problema si hemos disparado en
formato RAW, ya que el balance de blancos no se aplica a la fotografía, sino que se almacena esa
información y se puede variar al gusto. Como ves en el ejemplo, hemos aumentado muchísimo la calidez
de la fotografía y su aspecto es el mismo que si hubiéramos disparado directamente con ese balance.
En cambio, en el archivo JPG el balance de blancos sí se aplica de manera automática justo después de
disparar la fotografía. Por eso, si luego intentamos cambiarlo de la misma manera que lo hemos
cambiado con el archivo RAW, el resultado es mucho peor. Se pierden matices en las altas luces y en los
colores. Incluso aunque procesemos un poco más la foto, añadiendo contraste, intensidad y variando la
exposición, no conseguimos un resultado tan bueno como procesando el RAW.
Sin embargo no
lograríamos los mismos
resultados si lo hacemos con
la fotografía en JPG. Sí
conseguimos aclararla
bastante, pero los colores se
desvirtúan por completo y aparecen unas horribles aberraciones rojas por toda la piel y el pelo. También
generamos mucho más de ruido, se notaría demasiado, arruinaría nuestra foto.
El JPG no solo ha almacenado una menor información de color (como ya te comentaba antes, 8
bits por canal frente a los 12-14 bits por canal del RAW), sino que además, al ser un formato de
compresión con pérdidas, el procesado en la cámara ha desechado mucha información de color al
guardarse, sobre todo en las zonas más oscuras. Con lo cual, cuando intentamos recuperar esas zonas
más oscuras, toda la información de color que se desechó de estas zonas no se puede recuperar, y es
cuando aparecen esas aberraciones de color tan desagradables.
3. Corregir la Sobreexposición
De la misma manera que con la subexposición, con la sobreexposición vamos a encontrarnos con
una situación similar. Si bien es cierto que la sobreexposición es más difícil de recuperar incluso en los
archivos RAW, sí van a darnos un mayor margen de corrección frente al JPG. Vamos a verlo fácilmente
con este ejemplo. Como ves, en esta fotografía la intensidad del flash fue demasiada y la cara de la
modelo ha salido bastante sobreexpuesta, con lo que hemos perdido textura en toda esa zona.
Sin embargo, gracias al formato RAW hemos conseguido recuperar las altas luces de la fotografía
y toda su textura. Y gracias a su mayor información de color, también hemos conservado los colores de
la zona sobreexpuesta, que se han podido recuperar de igual manera. En cambio, si intentamos lo mismo
con la fotografía en
JPG verás que, pese a
que sí hemos podido
recuperar bastante
las altas luces de la
fotografía, hemos
perdido textura y
parte de la
información del
color.
4. Compensar un Gran Contraste entre Luces y Sombras.
Gracias al mayor margen de corrección del formato RAW tanto de las zonas subexpuestas como
de las sobreexpuestas podemos ser capaces de compensar una fotografía con grandes contrastes entre
luces y sombras sin dificultad. Fíjate en esta fotografía, al haber tanto contraste entre el cielo iluminado
y el suelo tan oscuro, era muy difícil conseguir una toma bien expuesta.
El rango dinámico de la cámara no es capaz de sacar detalle tanto en las altas luces como en las
sombras, tenemos que elegir una de las dos o, como en este caso, intentar encontrar una exposición
media para después recuperar ambas zonas en el procesado. Gracias al formato RAW podemos
conseguirlo, porque conserva la máxima información posible en todo el rango tonal de la fotografía.
En cambio, procesando el archivo JPG conseguimos compensar un poco este contraste, pero ni
de lejos podemos conseguir recuperar tantos matices y tonos, ni en las zonas más claras, ni en las más
oscuras.
Después de ver los ejemplos prácticos, espero hayas podido ver la diferencia entre el formato
RAW y el JPG. Como te comentaba antes, si pretendes procesar tus fotografías para sacarles el máximo
partido, sin duda debes dispara en formato RAW. Pero si prefieres no procesar las fotografías, o si
necesitas disponer de
ellas de forma
inmediata, entonces el
formato JPG te
resultará más útil. Y si
tu cámara lo permite,
ya sabes que siempre
puedes disparar en
RAW+JPG.
Ahora puede ver parte de la información sobre la imagen tomada, incluida la cámara que estaba
usando, la resolución, la hora y la fecha de la toma, la velocidad de obturación, el ISO y la apertura, y si
me desplazo hacia abajo, incluso me dirá qué distancia focal Estaba usando (105 mm).
Encontrarás diferentes cámaras y diferentes programas de edición de fotos donde los datos EXIF
mostrados variarán (las cámaras más antiguas almacenaron menos información) pero la mayoría te dará
los ajustes básicos de tu toma.
Los datos EXIF son muy útiles por una variedad de razones, la principal es que le permite al
fotógrafo comparar tomas para descubrir lo que hice bien y mal en ellas.
Por ejemplo, podría mirar la imagen y pensar: "Ojalá hubiera tenido una mayor profundidad de
campo y me quedaría mejor enfocada". Entonces podría mirar la apertura f / 2.0 y ver que la próxima
vez si quiero una mayor profundidad de campo, debería usar una apertura más pequeña (f / 5.6 o
más). Del mismo modo, podría mirar el ISO y pensar que era demasiado granulado y ver que está en 400
y tal vez podría haber retrocedido a 200. Este caso también nos demostraría qué el rango dinámico de
nuestra cámara, si nos arrojó ese grano a 400 iso, tal vez no debíamos subir de allí.
El uso de datos EXIF probablemente no sea algo que harás con cada imagen, pero especialmente
cuando estás comenzando con la fotografía digital, es una característica con la que vale la pena jugar y
tener en cuenta al tratar de mejorar tu fotografía.
Comparación del peso de la imagen original, en formato .NEF, y la imagen convertida a formato
DNG, estamos hablando de 18.7 MB frente a 14MB, lo que es una reducción de algo más de un 25%. No
es que en formatos propietarios no se apliquen también algoritmos de compresión que permitan reducir
el tamaño, pero sí está demostrado que los algoritmos de compresión de DNG ofrecen unos ratios de
compresión sin pérdida más altos que la inmensa mayoría de fabricantes.
4. Permite Almacenar Información De Revelado Y Otros Metadatos Dentro Del Propio Fichero
En aplicaciones de edición no destructivas, no estamos modificando la imagen, sino aplicando
"capas", lo que posibilita que no haya una pérdida de calidad en la imagen original. Para que esto sea
posible, se necesita almacenar esta información en algún sitio. Pues bien, otra de las ventajas de Adobe
DNG es que esa información es posible almacenarla en el propio fichero DNG, mientras que si utilizas
otros formatos RAW, no es posible conservar esta información en el .CR2, ó el .NEF, sino que el programa
se ve obligado a almacenar esta información en otros ficheros.
Otra de la ventaja del formato DNG es que si usas estas dos herramientas y partes de fotografías
en RAW, las dos aplicaciones de Adobe te permitirán conservar el resultado, es decir, la imagen HDR, o
la panorámica, conservando toda la información que puede almacenar un fichero RAW gracias a que son
almacenadas en formato DNG.
La interfaz principal de Camera RAW nos muestra en grande nuestra fotografía, y a mano derecha
los diferentes menús que veremos más adelante. En la barra superior ya encontramos varias
herramientas interesantes, que iremos analizando poco a poco en este punto.
Lupa: La lupa, como la herramienta lupa de Photoshop, nos servirá para acercarnos o
alejarnos de la imagen. Si la tenemos seleccionada y pulsamos el botón derecho del ratón sobre cualquier
zona de la imagen, se nos desplegará un menú donde podremos elegir el porcentaje de ampliación, e
incluso una opción para encajarla exactamente a nuestra pantalla.
Mano: La mano nos permitirá desplazarnos por la fotografía cuando la tengamos ampliada.
Equilibrio de Blancos: Esta herramienta sirve para ajustar el balance de blancos de nuestra
fotografía. Simplemente pulsa con ella sobre una zona de la fotografía que debería tener un tono blanco
o gris neutro, y el programa ajustará toda la foto en base a ello.
Muestra de Color: Si pulsamos cualquier lugar de la foto con esta herramienta, nos dirá
exactamente qué color tiene, mostrándonos sus especificaciones RGB
Ajuste de Destino: Esta herramienta nos permite ajustar diferentes parámetros de nuestra
foto, eligiendo exactamente el tono que queremos alterar. Si mantenemos el icono pulsado se nos
desplegará un pequeño menú donde podremos decidir que la herramienta altere la curva paramétrica,
el tono, la saturación, la luminancia o mezcla de escala de grises de la zona de la fotografía que elijamos.
Después, simplemente deberemos situar el cursor sobre una zona de la fotografía que contenga el tono
que queremos alterar, y arrastrar el ratón arriba-abajo o derecha-izquierda para que la herramienta
actúe sobre él.
Enderezar: Esta herramienta nos permitirá rotar el lienzo de la imagen para enderezarla si
por ejemplo está ligeramente torcida. Simplemente deberás dibujar una línea recta pulsando y
arrastrando el ratón, para que el programa enderece la foto en base a esa línea recta.
Eliminación de Tinta Plana: Esta herramienta nos permite corregir pequeñas manchitas que
queramos eliminar, como por ejemplo manchas de suciedad en el sensor. Simplemente ajusta el pincel
con las opciones que te aparecerán a la derecha, pinta sobre la mancha y el programa la corregirá
automáticamente, indicándote con otro círculo de dónde está sacando la muestra para corregirlo.
Normalmente funciona bien, pero si no ha acertado, puedes arrastrar el círculo de la muestra para que
la coja de la zona que tu elijas, y afinar así la corrección.
Eliminación de Ojos Rojos: Esta herramienta sirve para eliminar el molesto brillo rojizo que
muchas veces nos crea el flash de la cámara en nuestros retratos. Para corregirlos tan solo deberás
pinchar y arrastrar el ratón para meter dentro del cuadrado el ojo rojo, y automáticamente el programa
lo arreglará. Ten en cuenta que sólo deberás meter un ojo dentro del cuadrado si quieres que funcione
correctamente.
Pincel de Ajuste: Esta herramienta nos permite pintar una máscara en una zona concreta
de la fotografía para que los ajustes que apliquemos solamente afecten a dicha zona. A mano derecha
nos aparecerán todos los ajustes de corrección de color que podemos usar con este pincel, y los propios
ajustes del pincel.
Filtro Graduado: De la misma manera que el pincel, el filtro graduado nos permite dibujar
una máscara para aplicar diversos ajustes de corrección de color solamente a la zona que elijamos.
Simplemente deberás pinchar y arrastrar el ratón sobre la zona que quieras ajustar, y se aplicará una
máscara degradada, para que no se note el corte entre la zona corregida y la zona que no.
Filtro Radial: Este ajuste funciona de la misma manera que el filtro graduado, pero en lugar
de crear un degradado lineal, nos creará un círculo degradado para aplicar los ajustes de corrección de
color en la zona que elijamos. Además, nos permitirá elegir si queremos que la zona afectada sea la
interior o la exterior del círculo que dibujemos.
Preferencias: Esta herramienta nos abrirá una ventana donde podremos ajustar todas las
preferencias de importación y exportación de las fotografías.
Rotar: Estas dos herramientas nos permiten rotar 90º hacia la derecha o la izquierda,
para colocar la fotografía en la posición que deseemos.
6. Correcciones de Lente
En esta pestaña podremos corregir todas les deformaciones y
problemas que nos puede provocar la lente de la cámara. Vamos a encontrar dos menús (Perfil y Manual)
si hemos abierto un archivo RAW, o solamente
el menú Manual si nuestra fotografía está en
otro formato.
Perfil: Este menú solamente aparecerá
si nuestro archivo es RAW, ya que contendrá la
información necesaria de marca, modelo y
lente de nuestra cámara, para poder corregir
automáticamente la distorsión y el viñeteo que
se producen. Si marcas Activar Correcciones de
Perfil, el programa accederá a estos datos y
normalmente te corregirá de manera
automática estos parámetros. En otras
ocasiones, sin embargo, si tu cámara o lente no
están en la base de datos de Camera Raw,
deberás seleccionar la más aproximada entre
las opciones, o directamente pasar al menú
Manual. Tanto si te reconoce el perfil
automáticamente como si lo tienes que buscar entre las opciones, luego podrás tocar los deslizadores
de Distorsión y Viñetas para terminar de ajustar la fotografía a tu gusto. Por otra parte, si marcas la
opción de Quitar Aberración Cromática, te corregirá automáticamente los halos magenta y verde que
suelen producirse en ocasiones en los bordes de la fotografía.
Manual: En este menú podremos hacer lo mismo que nos estaba haciendo Camera RAW en el
menú anterior, pero de manera manual. En primer lugar, nos avisa de que en versiones anteriores aquí
podremos encontrar la herramienta Upright, para transformar la perspectiva de la foto, pero en esta
versión ya ha sido trasladada a la herramienta Transformar, que hemos explicando antes. A continuación
encontramos un deslizador de Distorsión para corregir la deformación que hace la lente tanto en el
centro de la fotografía como en los bordes. Después encontramos los deslizadores de Eliminar halos,
para quitar las aberraciones cromáticas que hayan podido aparecer en nuestra fotografía. Normalmente
tocando los deslizadores de Cantidad de verde y Cantidad de púrpura hasta que las veamos desaparecer
será suficiente. Si, por más que subas estos deslizadores los halos no desaparecen, entonces deberás
tocar los deslizadores de Tono, para ajustar exactamente el tono de la aberración que quieres eliminar.
Ten cuidado con no subir en exceso los deslizadores de cantidad, ya que si te pasas es posible que los
propios colores de la foto se vean alterados en los bordes.
Finalmente encontramos los deslizadores de Viñetas, para corregir el viñeteo de las fotos. El
deslizador de Cantidad nos permitirá aclarar u oscurecer los bordes de la foto, y el de Punto medio hará
que esos bordes sean más o menos grandes. Pese a que esta herramienta está diseñada para eliminar el
viñeteo producido por la lente, en ocasiones quizás nos apetezca crearlo, no eliminarlo, ya que puede
quedar muy estético y bonito. En ese caso, con esta herramienta también lo vamos a poder conseguir,
tanto en negro como en blanco. Sin embargo, en la siguiente pestaña encontraremos una herramienta
específica para crearlas, mucho más personalizable que esta opción.
7. Efectos
En esta pestaña vamos a poder encontrar 3 efectos diferentes:
Borrar neblina: Si movemos el deslizador de cantidad hacia la
derecha (en positivo), vamos a conseguir eliminar la neblina en las
fotografías. Nos va a venir genial para atenuar la niebla, la neblina y
el humo. Si, en cambio, movemos el deslizador hacia la izquierda (en
negativo), lo que haremos es crearla, o intensificar la que ya haya en
la fotografía. Esta herramienta es relativamente nueva, por lo que si
tu versión de Photoshop es un poco antigua es posible que no la
encuentres.
Veteado: Esta herramienta nos servirá para añadir ruido a
nuestra foto. Pese a que mucha gente se vuelve loca para poder
eliminarlo, también hay mucha otra que busca este aspecto vintage
que le da el ruido a nuestras fotos. Contamos con 3 deslizadores para
añadir este ruido: el de cantidad nos servirá para añadir más o menos
ruido, el de tamaño para decidir si el grano será más o menos grueso,
y el de rugosidad para cambiar su aspecto, haciendo que el grano no
sea tan uniforme.
Viñetas posteriores al recorte: Finalmente, encontramos esta
herramienta para crear viñeteados, que es la que os comentaba en el punto anterior. Encontramos
diversos deslizadores:
Cantidad: Nos permite hacer viñetas más grandes o más pequeñas, en blanco si deslizamos hacia
la derecha, o en negro si deslizamos hacia la izquierda.
Punto medio: Hace que la viñeta ocupe más espacio o se limite más al borde, agrandando o
estrechando el círculo central libre de viñeta.
Redondez: Hace que el punto central libre del viñeteo sea más
redondo o más ovalado, llegando a ser casi cuadrado en el límite.
Suavizar: Hace que el borde de la viñeta sea más difuso o más
duro.
Iluminaciones: Esta opción solamente se nos activará si la
viñeta es negra. Nos servirá para decidir si queremos que ese negro
sea más opaco o más transparente, para que deje ver más o menos el
fondo.
8. Calibración de Cámara
En esta pestaña encontrarás diferentes opciones para elegir
el perfil de color de tu fotografía. Puedes elegir entre diversos perfiles
de cámara, que te aplicarán unos ajustes preestablecidos. Además,
con el resto de deslizadores podrás variar los tonos RGB de tu
fotografía, y también la saturación de cada uno.
9. Ajustes Preestablecidos
En la siguiente pestaña encontrarás los ajustes
preestablecidos. Si nunca has guardado o cargado ninguno,
simplemente encontrarás esta pestaña vacía. Puedes hacerlo de dos
maneras diferentes:
Guardar tus propios ajustes: Después de haber revelado una
fotografía, puedes guardar los ajustes que has realizado pulsando el botón que he rodeado en la imagen
en color rojo. Ahí se te desplegará un menú y deberás pulsar Guardar
ajustes... Se te abrirá una ventana donde podrás seleccionar
exactamente qué ajustes quieres guardar, por si alguno en concreto no
quieres que se guarde (como un recorte de encuadre o alguna corrección
específica de esa foto). Después deberás darle un nombre, y ya lo tendrás
guardado en esta lista.
Descargarte ajustes de internet: También puedes descargarte
ajustes a través de internet, simplemente buscando en google
"Descargar ajustes preestablecidos camera raw", o algo similar. Puedes
cargarlos en tu lista simplemente desplegando el mismo menú que
hemos usado para guardar el tuyo propio, pero dándole a la opción de
Cargar ajustes...
10. Instantánteas
Este menú solamente nos va a aparecer si el archivo que estamos revelando tiene formato RAW.
Lo que vamos a conseguir es guardar diferentes versiones de revelado de la misma fotografía, a las que
podremos acceder con tan solo un click. Además, éstas se guardarán en los metadatos del archivo RAW,
por lo que se guardarán en él sin necesidad de ocupar espacio en tu disco duro como archivos guardados
posteriomente en otro formato comprimido.
Para guardar una instantánea de tu fotografía con el revelado actual, tan sólo tendrás que hacer
click en el icono que he rodeado en rojo en la imagen, y darle el nombre que prefieras. Puedes guardar
tantas instantáneas como quieras, y las podrás abrir tan solo haciendo click en su nombre. Después
podrás volverlas a revelar, guardarlas, abrirlas en Photoshop, o lo que te apetezca.
Adobe Camera RAW nos brinda un abanico enorme de posibilidades para revelar nuestras
fotografías a nuestro gusto. Conseguirás potenciarlas muchísimo y sacarles el máximo partido, si
aprendes a utilizar correctamente esta herramienta. En próximos capítulos estaremos realizando
ejercicios prácticos con esta herramienta.
Procesar el color saturando temporalmente la imagen nos ayudará en el momento de decidir cuál
será el tono exacto que buscamos.
Reduce La Opacidad.
El procesado de imágenes debe ser elegante y natural. Una imagen procesada, por mucho tiempo
que empleemos en
su acabado digital
debe ser una
fotografía natural,
sin ningún tipo de
excesos. En algunas
ocasiones es difícil
saber hasta dónde llegar, lo habitual al respecto no es otro que bajar la opacidad de las capas hasta un
porcentaje aproximado del 60 - 70% cuando un determinado ajuste no nos llega a convencer, como
mecanismo de seguridad.
Reducir la opacidad de determinadas capas cuando no tenemos claro hasta dónde llegar con la
cantidad de ajuste es buena opción para asegurarnos procesados naturales. Moviendo el cursor de
menos a más apreciamos la cantidad de ajuste que aplicamos y decidiremos hasta donde debemos
dejarlo para conseguir el nivel adecuado. La opacidad está presente en casi todas las herramientas para
permitirnos un balance apropiado de cada efecto que apliquemos.
Mejorando el Enfoque.
FILTRO / ENFOCAR / MÁSCARA DE ENFOQUE, el que más se utiliza dentro de la aplicación. Para
aplicarlo hay que configurar con mucho cuidado las cantidades y el radio de los pixeles que se involucran
en el enfoque. Si se exceden, todo parecerá siluetado, marcado con un contorno (halo) luminoso y en
consecuencia no servirá para nada. Si se trata de enfocar una imagen poco nítida, confusa, o baja de
resolución, el resultado será desastroso. Este ejemplo nos dio buen resultado aplicando este tipo de
enfoque a esta fotografía para conseguir más nitidez y el resultado es natural. Ayuda mucho que la
imagen a retocar tenga buena resolución, en el caso que sea un archivo JPG, Para terminar de procesar
este ajuste de enfoque o nitidez, retocamos un poco los exesos con el pincel Desenfocar suave de 19
pixel, presión 50% haciendo trazos en círculos a lo largo de las zonas donde no queremos resaltar el
enfoque, como las mejillas, y nariz.
Este filtro es perfectamente compatible con cualquier forma de enfocar, se trata de aplicarlo
sobre un tamaño de imagen ligeramente superior al final (si vamos a exportar la imagen final a 800 pixels,
habría que hacerlo sobre una de 1000 pixels por ejemplo) de tal forma que la máscara de enfoque quede
ligeramente “pasada”. Como al reducir la imagen posteriormente a 800 pixels perderá enfoque,
conseguiremos dejarla “en el punto exacto” consiguiendo un estilo de enfoque muy natural, ¡de eso se
trata! No hay nada peor en este aspecto que una imagen repleta de halos o con un enfoque “estridente”.
Revisar una y otra vez la imagen.
Cuántas veces habrás abierto una imagen procesada el día anterior y se habrán preguntado ¿en
qué estaba pensando? Cuando nos encontramos inmersos en el procesado de nuestras fotografías, los
cambios son tan pequeños y paulatinos que vemos evolucionar la imagen sin apenas percatarnos y,
plenamente convencidos de lo que hemos hecho damos por finalizada nuestra obra. Tal y como
apuntamos, después de despejarnos, al volver a abrir nuestra imagen es el momento de decidir si nuestra
fotografía podemos considerarla como obra finalizada o necesita algún reajuste más. Parece una tontería
pero ¡mi experiencia me dice que resulta un buen recurso!
El uso de photoshop, al igual que el entrenamiento del ojo fotográfico, ¡Necesita de un proceso
de evolución y formación! Saber valorar los ajustes adecuados y precisos para nuestras fotografías ¡no
es tarea fácil!
Técnicas de Revelado:
Corregir las Dominantes de Color en tus Fotos.
Es muy común que en muchas de las fotografías que dispares tengas una dominante de color, el
balance de blancos en nuestras tomas es algo que no siempre nuestra cámara lo sabe ajustar de manera
fiel, sobre todo en condiciones adversas de iluminación.
Incluso aunque a veces no la veas, puede que esté ahí. Nuestro cerebro es capaz de asumir que un color
es blanco aunque no lo sea del todo, y hasta que no corrijamos esa dominante de color a veces no nos
daremos cuenta de que existe.
Por eso encontramos algunas herramientas en Photoshop para identificar y corregir las dominantes de
color. ¿Qué es una Dominante de Color?
Una dominante de color es una contaminación en la fotografía de un color concreto. Puede estar causada
por múltiples factores:
Una pared o elemento de un color muy intenso, que afecte al resto de elementos
Un balance de blancos en nuestra cámara erróneo.
Una fuente de iluminación que no sea blanca pura.
Una dominante de color no tiene por qué ser algo malo, muchas veces ayudan a darle a nuestra
fotografía un estilo o un ambiente, e incluso a menudo se busca añadirlas en el procesado
mediante filtros de color, presets o virados. Sin embargo no siempre nos va a venir bien que nuestra
fotografía tenga alguna dominante de color. Por ejemplo:
Cuando hacemos fotografía de producto, donde los colores originales del producto es
imprescindible que queden neutros, lo más fiel posible.
Cuando queremos destacar algún elemento de nuestra fotografía especialmente blanco, como la
nieve o un vestido de novia.
Cuando queremos agregar un filtro de color concreto, pues lo ideal es tener la fotografía
completamente neutra para no desvirtuarlo.
No nos damos cuenta de que la fotografía tiene una dominante rojiza hasta que lo corregimos.
A continuación veremos dos métodos, uno automático y otro manual, para conseguir eliminar cualquier
dominante de color de tu fotografía:
1. Método Automático: Ajuste de Niveles.
El primer método es muy sencillo, porque es un proceso totalmente automático. Simplemente deberás
usar un atajo de teclado.
Eso sí, te recomiendo que antes dupliques la capa, para siempre tener la fotografía original debajo del
todo y ver los cambios al final. Para duplicar la capa ve al menú Capa/Duplicar capa o pulsa el atajo de
teclado Control + J (o Comando + J en Mac).
Ahora sí, usa el atajo de teclado: Control + Shift + L (o Comando + Shift + L en Mac). Lo que hace este
atajo es modificar los Niveles de tu fotografía de manera totalmente automática.
Muchas veces basta este sencillo gesto para conseguir corregir una dominante de color. Pero al ser un
ajuste automático, como cualquier automatismo, no siempre funcionará bien. Por eso te he dicho que
duplicaras la capa al principio. A veces bajándole la opacidad a la capa corregida y mezclándola con la
foto original conseguiremos terminar de ayudar al automatismo a quedar bien. Igual nos funciona para
tener comparaciones o referencia del análisis del color, si no nos ofrece un resultado satisfactorio al
menos nos muestra el camino por donde debemos buscar la corrección definitiva.
Si aun así no consigues corregir la dominante de color, a continuación encontrarás un método
totalmente manual para conseguirlo.
Después nos iremos a Sombras y moveremos el deslizador del medio hacia la derecha, para añadir tono
verde y compensar la dominante magenta. Después ajustaremos el resto de deslizadores hasta que la
fotografía nos muestre una variedad tonal mayor. Toma como referencia siempre una zona que debiera
quedar neutra, así te será más fácil.
Finalmente, elimina o desactiva la capa de ajuste de Tono/Saturación para volver a tener tu fotografía
con una saturación normal. Ahora podrás activar y desactivar (con el icono en forma de ojo) la capa de
ajuste de Equilibrio de color para ver los cambios que has conseguido con esta técnica.
Si ves que todavía hay algún color que está contaminando tu fotografía, un último truco para eliminarlo
es usar el ajuste Corrección Selectiva, que encontrarás en el menú Imagen/Ajustes, o también podrás
encontrarlo en forma de capa de ajuste desde el menú Capa/Nueva capa de ajuste, o desde el botón
rápido de la ventana de capas. Con la corrección selectiva podrás alterar cada tono por separado,
por lo que ahora que ya has identificado qué dominante de color está afectando a tu fotografía, puedes
alterar simplemente ese tono para eliminarla.
Ya tenemos al fin nuestra fotografía corregida. Hemos conseguido dejar la pliel completamente natural,
tanto en sus iluminaciones como en sus sombras, y también hemos eliminado esa ligera dominante rojiza
que "ensuciaba" toda la fotografía.
Cuando ves la fotografía sin la dominante de color notas claramente cuanto le afectaba, ¿verdad? Hasta
que no la eliminas muchas veces no te das cuenta de que estaba ahí. Poco a poco irás entrenando tu ojo
para identificarlas más fácilmente.
Técnicas de Revelado:
Cómo Igualar el Color de dos Fotografías con Photoshop.
Photoshop es un programa que permite hacer muchas cosas de varias formas distintas. Unas
son más sencillas y otras más complejas. En muchas ocasiones el método complejo permite unos
resultados más profesionales pero otras veces las diferencias son mínimas. Vamos a ver la técnica más
sencilla para igualar el color
de dos fotografías con Adobe
Photoshop. Hay muchos
motivos para hacerlo, desde
conseguir que dos fotografías
de una misma serie tengan
los mismos valores de color
hasta para realizar montajes
realistas formados por varias
fotografías. Por poner un
ejemplo clásico, recorto la
fotografía del modelo en el
estudio y lo pego en una fotografía de paisaje, ambos deben coincidir. O ves una imagen con unos colores
pastel y lo único que quieres es conseguirlos para tu diseño.
El método profesional incluye capas de ajuste, modos de fusión y demás. Pero nos vamos a centrar
en un pequeño comando al que poca gente hace caso, ahí perdido dentro del menú Imagen del
programa. Me refiero a Igualar color, que podemos encontrar en Imagen>Ajustes>Igualar
color... Como siempre la explicación de Adobe:
El comando Igualar color hace coincidir los colores de una imagen (imagen de origen) con los de otra
imagen (imagen de destino). El comando Igualar color resulta útil al intentar conseguir colores
coherentes en distintas fotografías o cuando ciertos colores (como los tonos de piel) de una imagen
deben coincidir con los colores de otra imagen.
Es la forma más sencilla de conseguirlo. Sin mayores complicaciones y de una forma rápida y limpia.
Es verdad que en muchos casos, con colores extremadamente saturados, no funciona
correctamente. Pero como es un proceso muy sencillo, podemos hacer la prueba y si no conseguimos
lo que queremos, nos iremos a métodos más complicados.
Igualar el color con Adobe Photoshop.
Es importante tener al menos dos fotografías abiertas para poder
trabajar con Igualar color. Una será la imagen de referencia. Otra la
que queremos cambiar. No hace falta siquiera que estén en el
mismo archivo. Si no hacemos esto no podremos trabajar. Y es
importante que no sean objetos inteligentes. Vamos a ver los pasos
que hay que dar:
Con las dos fotografías abiertas vamos a la ruta que he
indicado antes: Imagen>Ajustes>Igualar color... Tendremos
marcada la fotografía que queremos cambiar
En la ventana Igualar color... encontramos tres
partes: Imagen de destino, en la que vemos la imagen que va a
recibir el cambio; Opciones de imagen, en la que podemos ajustar
el cambio final; y Estadística de la imagen, en el que elegimos el
archivo de referencia en Origen.
Así que solo tenemos que buscar en Origen la fotografía de referencia (de ahí que necesitamos
que esté abierta) y el cambio es instantáneo.
Antes de dar a Ok podemos ajustar la Luminancia (más o menos brillante), la Intensidad del
color (si queremos más o menos saturación) y Transición para decidir la opacidad del efecto. Si
situamos el deslizador a la izquierda se verá totalmente. A la derecha será como si no hubiéramos
hecho nada.
Y si marcamos Neutralizar haremos además un buen equilibrio de blancos.
Como ves, en la ventana existe la posibilidad de trabajar con selecciones en la propia imagen. Por
ejemplo podemos seleccionar una zona sin dominantes para que toda la fotografía quede igual. Es
una de tantas posibilidades.
Es muy sencillo y en alguna ocasión puede resultar interesante hacerlo.
Photoshop también posee sus propios filtros de color en el Ajuste Consulta de Colores, aunque
pasan bastante desapercibidos; mucha gente no los conoce. En este apartado veremos dónde
encontrarlos, cómo usarlos y también dónde podrás descargar más para tener un catálogo de filtros bien
completo. El color en fotografía es un tema muy importante. No solo porque el color nos va a ayudar a
transmitir sensaciones y sentimientos diferentes, sino también porque gracias a él podemos darle un
estilo propio a nuestras fotos. Muchas veces la única diferencia entre una foto que te parece "más
profesional" y otra que te parece "menos" es simplemente una buena corrección de color. Esa corrección
de color le da carácter, le da estilo y le pone tu sello a esa fotografía. Y además, le da un aspecto
"cinematográfico".
Usar filtros de color también puede ser muy útil, para darle un aspecto cohesionado a toda una
serie de fotografías. Consiguiendo un acabado similar en todas ellas harás que toda la sesión sea más
homogénea y tenga más sentido al mostrarse junta. Lo ideal es personalizar un poco los filtros de color
que uses, si quieres realmente que tus fotografías tengan un estilo propio y se diferencien del resto.
Los filtros de color pueden cambiar drásticamente el aspecto de tu fotografía y lo que transmite
Cómo Aplicar el Ajuste Consulta de Colores.
Podemos encontrar el ajuste Consulta de Colores en dos lugares diferentes, como la mayoría de
ajustes de color:
1. En el menú Imagen/Ajustes/Consulta de Colores.
2. En el menú Capa/Nueva Capa de Ajuste/Consulta de Colores,
También se puede acceder rápidamente desde el icono que aparece debajo de la ventana de capas.
Como con todos los ajustes que hacemos sobre nuestra imagen en el revelado, te aconsejo usar siempre
la segunda opción. ¿Cuál es la diferencia? En la primera
opción nos aparecerá la ventana de Consulta de
Colores que veremos a continuación, pero una vez
agreguemos el ajuste se aplicará de manera destructiva
sobre nuestra fotografía, es decir, perderemos la
imagen original y, si seguimos trabajando sobre ella, no
podremos modificar ni eliminar ese filtro de color más
adelante.
En cambio, con una capa de ajuste conseguimos que este filtro de color se convierta en una capa
nueva, que además nos dará algunas ventajas: podremos cambiar su opacidad, su modo de fusión,
podremos aplicarle una máscara de capa (que ya llevará integrada de serie), podremos activarla y
desactivarla a nuestro antojo, cambiar sus ajustes cuando queramos, e incluso eliminarla sin problemas,
sin alterar nunca nuestra imagen original. Por eso siempre es recomendable aplicar cualquier ajuste de
color usando las capas de ajuste, no aplicándolo directamente sobre nuestra imagen.
Cómo Usar el Ajuste Consulta de Colores.
El Ajuste Consulta de colores es muy fácil de usar. Nada más
aplicarlo verás que aparecen 3 desplegables distintos: 3D Lut,
Abstracto y Vínculo entre dispositivos. Aunque los tres contienen
filtros de color, los del primer desplegable son seguramente los
que más vas a usar, ya que los otros son muy agresivos, quizás para
usarlos en situaciones muy concretas. Lo único que tendrás que
hacer es pulsar el primer desplegable y elegir el filtro que quieras.
Si eliges uno puedes subir y bajar fácilmente con las flechas del
teclado para verlos todos de manera rápida y sencilla.
Es posible que muchos de ellos te parezcan demasiado
exagerados. Sin embargo, como te comentaba antes, la ventaja
que nos dan las capas de ajuste es que podemos reducir su
opacidad para que resulten menos agresivas. Bajando la opacidad
de la capa de ajuste de Consulta de Colores conseguirás que el filtro
actúe de una manera más suave e incluso, si lo prefieres, puedes
mezclar varios para darle un estilo más personal a tu fotografía.
Todo es cuestión de ir probando sin miedo hasta que
encuentres el estilo que estabas buscando. Podrás cambiar, modificar o eliminar cualquiera de los filtros
que hayas añadido sin problema, siempre y cuando lo hagas con capas de ajuste. Si usas los filtros de
color con moderación, puedes conseguir estilos muy atractivos para tus fotografías.
Cómo Añadir más Filtros a Consulta de Colores.
Como ocurre con casi todos los presets de Photoshop,
también podemos descargar y agregar más LUTs a nuestro Ajuste
Consulta de Colores.
Photoshop soporta diferentes formatos de ajustes de color.
Normalmente los encontrarás en formato 3DL o CUBE. Puedes
descargar ajustes con estos formatos fácilmente en internet, tanto
de pago como de manera gratuita. Una vez hayas descargado los
archivos deberás ir a la carpeta de Adobe Photoshop que contiene los ajustes por defecto. Encontrarás
la carpeta de los ajustes de Consulta de Colores en: Archivos de programa/Adobe/Adobe Photoshop CC
(o la versión que tengas)/Presets/3DLUTs. Simplemente tendrás que copiar los nuevos ajustes que has
descargado dentro de esta carpeta, da igual si los añades sueltos o dentro de una nueva carpeta. Una
vez reinicies Adobe Photoshop ya te aparecerán en el primer desplegable. Photoshop ordena los ajustes
por orden alfabético. Si no quieres que se te mezclen con los originales puedes renombrar los archivos
que has copiado a la carpeta para organizarlos a tu gusto.
Es fácil de usar el ajuste Consulta de Colores de Photoshop. Puede resultarte muy útil para crear
estilos diferentes en tus fotografías, y conseguir que transmitan exactamente lo que tenías en mente. Y
lo mejor de todo es que es igual de sencillo agregar filtros nuevos, para poder experimentar con una
gran variedad.
Como hemos mencionado desde el principio, Photoshop tiene muchos caminos para conseguir
un mismo resultado, es cierto que unos resultan más profesionales que otros, pero nos resultará muy
conveniente conocerlos todos o casi todos y tratar de probar primero los métodos más sencillos y no
nos convencen, continuar con los siguientes. Sobre simplicidad y ajustes de colores Photoshop nos
brinda un método sencillo y muy práctico para conseguir darle un ajuste de color a nuestra imagen de
una manera muy rápida. Lo conseguimos mediante el Menú Imagen / Ajustes / Filtro de Fotografía.
Podremos escoger de la lista el que mejor se ajuste a nuestras necesidades o aplicar varios de ellos hasta
conseguir el color apropiado. Pruébalo y de seguro conseguirás buenos resultados en la mayoría de los
casos.
En Photoshop podemos editar imágenes de manera profesional, dándoles toques artísticos, o incluso
modificar alguna parte especifica en una fotografía. Para abrir una imagen, es muy sencillo, pero si
quieres abrir varias imágenes diferentes a la vez para crear un póster, por ejemplo, te enseñaremos
como realizarlo.
Hay varias formas en la que puedes abrir más de una imagen en un solo documento, por el cual podrás
crear una especie de collage, con múltiples imágenes que selecciones.
Con un documento ya abierto en Photoshop.
En el caso que ya tengas un documento abierto,
debes seguir unos pasos simples. Ve a Menú
/Archivo/ Colocar incrustado.
Luego utiliza el explorador de archivos para
buscar la imagen que quieras agregar al documento.
Haz clic en Colocar y la imagen se añadirá al
documento. En el momento que colocas una
imagen, la herramienta de transformación se activa
automáticamente. Haz clic y arrastra la imagen para
volverla a colocar. Para ajustar el tamaño, utiliza las pestañas de transformación en
Menú/Edición/Transformación Libre. Una vez que la imagen este en la posición que desees, pulsa Intro
y ahora es sólo otra capa.
Con el ajuste Curvas, puede ajustar los puntos de la gama tonal de una imagen. Inicialmente, la tonalidad
de la imagen se representa como una línea recta en diagonal sobre un gráfico. Al ajustar una imagen
RGB, la zona superior derecha del gráfico representa las iluminaciones; mientras que el área inferior
izquierda representa las sombras. El eje horizontal del gráfico representa los niveles de entrada (valores
originales de la imagen) y el eje vertical representa los niveles de salida (nuevos valores ajustados). Al
añadir puntos de control a la línea y moverlos, la forma de la curva cambia, de forma que refleja los
ajustes de la imagen. Las secciones más elevadas de la curva representan áreas de mayor contraste,
mientras que las más planas representan áreas de menor contraste.
Opciones de curvas en el panel Propiedades
A. Herramienta de ajuste en imagen B. Muestrear la imagen
para definir el punto negro. C. Muestrear la imagen para definir
el punto gris. D. Muestrear la imagen para definir el punto
blanco. E. Editar puntos para modificar la curva. F. Dibujar para
modificar la curva. G. Menú de ajustes preestablecidos de
curvas H. Definir punto negro. I. Definir punto gris. J. Definir
punto blanco. K. Mostrar recorte.
Ajuste del color y el tono de una imagen mediante
Curvas
Si mueve un punto de la parte superior de la curva, ajusta
las iluminaciones; si mueve un punto de la parte central de la
curva, ajusta los medios tonos; y si mueve un punto de la parte
inferior de la curva, ajusta las sombras. Para oscurecer las iluminaciones, mueva hacia abajo un punto
cercano a la parte superior de la curva. Si mueve un punto hacia abajo o hacia la derecha se asignará el
valor de entrada a un valor de salida más bajo, y la imagen se oscurecerá. Para aclarar las sombras,
mueva hacia arriba un punto cercano a la parte inferior de la curva. Si mueve un punto hacia arriba o
hacia la izquierda asignará un valor de entrada más bajo a un valor de salida más alto, y la imagen se
aclarará. Para aplicar un ajuste de curvas, siga uno de estos procedimientos:
Con esta herramienta vamos a poder interactuar sobre cada tono de manera que el contraste de
la fotografía varíe. Podemos alterar el contraste de una fotografía de múltiples maneras, pero con la
Curva de tonos tenemos mayor control sobre cada tono. Por defecto, la Curva de tonos es una línea
recta, lo que significa que no estamos aplicando ningún efecto a la fotografía. Es cuando empezamos a
darle forma, de curva, cuando comienza a ver un resultado distinto.
Lo primero que vimos es que tenemos una línea que va de la esquina superior derecha, que
corresponde con el tono blanco, a la esquina inferior izquierda, donde tenemos el tono negro. En el
medio tendríamos el tono gris. Debajo nos aparecen unos controles que están relacionados con los
tonos y las zonas a las que afectan, por ejemplo, Altas luces corresponde a la zona superior de la curva,
precisamente donde está el tono blanco y los más claros. Los Claros vendrían después, y por debajo los
Oscuros. Para terminar nos encontramos las Sombras, que pertenecen a los tonos más oscuros de la
fotografía. Con estos controles podemos alterar la luminosidad de cada rango de tonos.
Al situarnos sobre cada control vemos sombreada la zona a la que afecta.
Si queremos obtener más
luminosidad en las zonas oscuras de
la foto, debemos aumentar el valor
del control Oscuros. Esto afecta
únicamente a ese rango de tonos,
dejando el resto como estaban. Si por
el contrario queremos oscurecer una
zona tenemos que reducir su valor.
Vemos que si aumentamos el
valor del control de Oscuros las
sombras se iluminan. Una curva de contraste tiene forma de S. Cuánto
más pronunciada sea mayor contraste tendremos. Esto es porque
estamos haciendo que los tonos claros sean aún más claros y los oscuros
más oscuros.
A la derecha aparece un recuadro que podemos pinchar para obtener un mayor control sobre los puntos
de la
curva.
Automáticamente desaparecen los controles por zonas y en el gráfico vemos dos puntos, uno en la
esquina superior derecha y otro en la inferior izquierda. Si ya tenemos una curva hecha, como en el
ejemplo de la foto, nos aparecen puntos directamente en cada zona de la curva.
A partir de este momento podemos pinchar con el ratón sobre la gráfica y aparecerá un punto. Si
pinchamos y desplazamos el ratón hacia arriba, aclararemos esos tonos. Si pinchamos y arrastramos
hacia abajo los oscureceremos.
Conforme vamos pinchando vamos añadiendo puntos. Esto nos va a permitir controlar mejor los
tonos que nosotros queramos. Cuantos más puntos añadamos más difícil va a ser mantener una
coherencia entre los tonos adyacentes.
Si no sabemos a qué altura de la gráfica está el tono que queremos modificar podemos pinchar
sobre el ícono que hay arriba a la izquierda de la gráfica . Esto nos permite, una vez está activado,
mover el ratón sobre la fotografía para situarnos sobre el tono que queremos alterar y seleccionarlo.
Conforme nos movemos, en la gráfica de la curva aparecerá un punto que representa ese tono en la
curva. Para conseguir más luminosidad en dicho tono debemos pinchar y arrastrar hacia arriba.
Siempre que queramos más luminosidad deberemos arrastrar el punto hacia arriba, hacia los tonos
claros. Y si queremos oscurecer arrastraremos hacia abajo.
En el ejemplo de la fotografía, vemos que el cielo corresponde a los tonos más claros de la foto, de
manera que si queremos darle un tono más azulado podemos irnos al canal Azul, crear dos puntos y
modificar el situado en la zona de tonos claros. Si arrastramos hacia arriba aumenta la tonalidad azul. Si
arrastramos hacia abajo la zona se tiñe del color complementario, en este caso el amarillo.
Por último, podemos alterar el punto negro y el punto blanco de la fotografía. Cuando seleccionamos la
curva por puntos nos aparecen dos puntos en las esquinas. Cada uno de ellos corresponde precisamente
a estos puntos. ¿Qué significa esto?. Que si cogemos el punto negro que está abajo y lo desplazamos
hacia arriba, el tono negro de nuestra foto dejará de ser negro puro para convertirse en un gris oscuro.
Cuánto más lo subamos más se aclararan esos píxeles. Lo mismo sucede si modificamos el punto blanco.
Dejaremos de tener un tono de color blanco puro y pasaremos a tener grises claros.
Los usos son más artísticos que otra cosa. Hay fotografías que tienen los negros demasiado
empastados y modificar el punto negro puede favorecer el resultado. Si alteramos un tono, el resto de
tonos cercanos también se altera para que no haya ningún salto entre un tono y el siguiente, y de esta
manera conseguir una fotografía lo más natural posible. Saber manejar la Curva de tonos te puede
ayudar a procesar tus fotografías, pero recordar siempre lo importante de procesar imágenes de buena
calidad y resolución, preferiblemente formatos RAW, para que los ajustes se puedan aplicar sin
deformaciones e la imagen, una imagen pobre e información (poca resolución) no nos permitirá un
tratamiento adecuado en el revelado.
Mediante la Herramienta Enfoque . Se aplica de forma manual sobre las áreas que queremos
resaltar como pueden ser los ojos, el pelo, texturas, etc.
Antes de comenzar a variar la perspectiva, trazaremos unas líneas que nos sirvan de guía visual que nos
permita comprobar si estamos haciendo bien nuestro trabajo. Para ello debemos habilitar, si no lo
tenemos ya, la vista de Reglas (Vista -> Reglas, o Ctrl+R). Con las reglas, la definición de estas líneas guía
se realiza pinchando con el ratón sobre la regla, y arrastrando hacia la imagen. Podemos trazar tantas
líneas como necesitemos.
No te preocupes por estas líneas, no aparecerán en tu foto cuando la guardes, son solo una ayuda visual
a modo de referencia que nos proporciona Photoshop.
Con las líneas de guía ya trazadas, vamos a realizar la corrección. Duplica la capa para poder trabajar con
ella mediante el menú Edición/Transformar. Este comando debe trabajar sobre una capa y o sobre el
fondo. En este ejemplo hemos usado las opciones Sesgar y Distorsionar. Vamos moviendo los puntos del
borde de la foto hasta tener la perspectiva deseada.
En ese momento, pulsamos la tecla Intro para confirmar el ajuste. Photoshop aplica la corrección. Es
probable que, al igual que ha ocurrido en este caso, al corregir la perspectiva de tu fotografía te queden
"huecos". Puedes re encuadrar la foto si tienes margen para ello, mediante la herramienta de recorte
(C), pero en muchas ocasiones si haces esto es posible que debas cortar algo que no quieras. En este
caso, nuestra foto tiene margen para recortar (quitar) esos “huecos” sin cortar los bordes del edificio.
Photoshop cuenta con la opción Rellenar Según Contenido que nos salvará la vida de una manera muy
sencilla y automática en caso de que no dispongamos de encuadre extra.
Selecciona los huecos
que se te han quedado
en la foto y ve al
menú Edición /
Rellenar... o pulsa el
atajo de
teclado Shift+F5. En el
desplegable de
Contenido elige la
opción "Rellenar según
contenido" y acepta.
Photoshop automáticamente rellenará esos huecos tomando como referencia el resto de la fotografía.
Esta herramienta suele funcionar muy bien, pero como cualquier proceso automático puede ser que
cometa algún fallo. Es ahora cuando, a mano, podemos apurar este retoque con el tampón de clonar
1. Encajar en pantalla. 2 Píxeles Reales. (equivale al 100%) 3 Tamaño de impresión. (físico real)
La herramienta Varita
mágica selecciona áreas
de colores similares.
La herramienta
La herramienta La herramienta La herramienta
Dedo difumina
Borrador mágico borra Desenfocar suaviza los Enfocar enfoca los
partes de una
áreas con colores bordes duros de la bordes suaves de una imagen.
uniformes y las deja imagen. imagen.
transparentes con tan
solo hacer clic.
La herramienta La herramienta
La herramienta Esponja cambia la
Sobreexponer aclara Subexponer oscurece
áreas de una imagen. saturación de color de
áreas de una imagen. un área.
G: Herramientas de Navegación:
Si quieres realizar un retoque de retratos al más alto nivel, Photoshop te brinda todas las
herramientas necesarias para conseguir exactamente el retoque que tienes en mente. Con el siguiente
ejemplo práctico veremos paso a paso qué proceso puedes seguir para retocar tus retratos y alcanzar
acabados profesionales.
Hay retratos de todo tipo, y puede que cada uno necesite un retoque diferente. Vamos a
comenzar por realzar la belleza de nuestro modelo. Con Photoshop realzaremos la belleza de la persona
retratada, siempre intentando que el retoque quede lo más natural posible y no altere en exceso su
aspecto original. Vamos a ver un retoque exhaustivo paso a paso. Photoshop nos da un enorme abanico
de posibilidades de retoque, así que puede haber diferentes formas de llegar al mismo resultado.
Revela el RAW
Lo primero que deberemos hacer, igual que con cualquier fotografía, es revelar el archivo RAW.
En este primer paso vamos a dejar la fotografía con un aspecto totalmente neutro, con los negros poco
contrastados y los colores poco saturados. Ajustar el aspecto final de la fotografía va a ser el último paso
del retoque. Al principio lo que nos interesa es dejar el retrato algo plano para tener más margen de
retoque después. En Adobe Camera RAW tocaremos lo mínimo:
Ajustamos el balance de blancos para dejar la fotografía con un color neutro y sin
ninguna dominante. Cambiamos el perfil por el perfil más plano que tengo (Cámara Plana) en el
submenú de Coincidencia de Cámara. Ten en cuenta que aquí cada modelo e cámara tiene sus propios
perfiles, e incluso pueden variar entre modelos de una misma marca. Simplemente elige el perfil que
menos contrastada deje la imagen. Corregimos desde la pestaña de Correcciones de lente una pequeña
aberración cromática verde que aparecía en el cabello de la modelo. Finalmente tocamos ligeramente
los deslizadores de Exposición, Sombras y Altas luces para ajustar correctamente la exposición de todas
las zonas de la fotografía.
Elimina
Imperfecciones en el
rostro.
El siguiente
paso es eliminar las
imperfecciones más
gruesas que tenga la
piel. En el próximo
paso vamos a retocarla
exhaustivamente, así
que no te preocupes
por los pequeños poros
o arruguitas; céntrate
en imperfecciones
grandes como granos, manchas o cicatrices. Vamos primero a duplicar la capa, para no sobreescribir la
fotografía original y poder ir viendo así los cambios que vamos realizando.
Para eliminar fácilmente este tipo de imperfecciones usaremos el Pincel corrector . Esta
herramienta es muy fácil de usar. Pulsa Alt+Clic izquierdo para tomar una muestra de alguna zona de la
piel que esté bien, y después pinta sobre la imperfección para eliminarla.
Ahora la capa Textura se te habrá quedado de color gris, con las líneas de textura marcadas. Pon
esta capa en modo de fusión Luz lineal, para volver a tener tu fotografía como antes.
Selecciona ambas capas, Color y Textura, y crea un grupo con ellas arrastrándolas al botón rápido
en forma de carpeta que encontrarás debajo de la ventana de capas. Así podrás manejarlas a la vez,
tanto para activarlas y desactivarlas para ver qué cambios vamos realizando, como para bajarle la
opacidad al efecto al final del retoque.
Ahora que ya tenemos el color y la textura de la fotografía en dos capas diferentes, vamos a
retocarlas por separado:
En la capa Color igualaremos los tonos de la piel usando el Pincel corrector . Pulsa Alt+click
izquierdo para seleccionar una parte de la piel que tenga el color deseado, y pinta sobre las zonas que
quieras corregir, como rojeces, sombras, ojeras, etc. Si alguna zona no queda bien del todo puedes
corregirla con el Tampón de clonar , pero bájale la opacidad para que se integre mejor.
En la capa Textura, con el Pincel corrector también, pulsa
Alt+click izquierdo en las partes de la piel que tengan la textura
deseada y corrige texturas indeseadas como poros abiertos, arrugas
o granitos.
Ten en cuenta que hay elementos que tienen información
tanto de color, como de textura, como por ejemplo los pelos o las
espinillas. Estos elementos tendrás que corregirlos en ambas capas.
Finalmente, si crees que ahora la piel de tu modelo es demasiado perfecta, puedes bajarle la
opacidad al grupo de capas al gusto, para corregir pero no eliminar completamente.
Después, puedes darle más fuerza a la mirada iluminando ligeramente los ojos, con la
herramienta Sobreexponer . Elige en el menú superior Rango: Medios tonos y baja bastante la
Exposición para tener más control de
la herramienta, así el retoque será
más moderado. Pinta un poco sobre
el iris para aclararlo, y por el globo
ocular si también está demasiado
oscuro. Elije un tipo de pincel difuso
para tener mejores resultados.
Aléjate para ver qué tal queda
el retoque de lejos. Si crees que ha
quedado demasiado exagerado,
puedes bajarle la opacidad a la capa.
En primer lugar creamos con la Herramienta Pluma un trazado alrededor de los labios, y lo
convertimos en selección con 1 px de desvanecimiento para que el borde no quede tan duro, sino más
difuso y natural. El
propósito es crear
una selección para
modificar esta área
específica, pude
hacerlo tambien
con la herramienta
de Selección Rápida
y obtendrá
iguales resultados.
Después, le he añadido una capa de ajuste de Tono/Saturación para pintarle los labios de rojo,
marcando la casilla Colorear.
Mejora el Cabello.
Algo que muchas veces descuidamos en
nuestros retratos es el cabello, y es una parte muy
importante. Si el cabello de tu modelo está despeinado
o descuidado podría quitarle atractivo a tu retrato. En
este caso concreto, he querido resaltar la parte teñida
del cabello más uniforme. Para ello, he seleccionado
Finamente, también suelo darle un toque de enfoque al final del retoque, para ganar algo de
nitidez. Desde el menú Filtro/Enfocar/Enfoque suavizado podemos ganar un punto de nitidez para darle
más fuerza al retrato.
El mejor retoque es el que no se nota. Si te excedes con el retoque y éste se nota no has hecho
bien el trabajo. Debes mantener la premisa de ser discreto en el Retoque, embellecer y resaltar los
detalles que nos gustaría resaltar de nuestra fotografía, sin que resulte extremadamente obvio que ha
sido manipulada. Lo que veremos ahora son herramientas sencillas para hacer retoques rápidos y que
nos darán resultados aceptables. Lo que repasaremos a continuación te permitirá cambiar tu foto para
sacarle mayor partido en tiempo récord. Muchas de estas técnicas las podrás hacer de otra forma ya que
Photoshop es un programa muy amplio y se puede hacer lo mismo por diferentes caminos...
(J) es
una
herramienta muy rápida de usar. La encontrarás en la barra de herramientas lateral. Es posible que no
la veas a simple vista porque está situada dentro del mismo menú donde puedes encontrar las
herramientas de pincel corrector o parche. Simplemente deberás mantener pulsado sobre esta
herramienta el botón
izquierdo del ratón y te
aparecerá el menú
desplegable donde ya podrás
elegir la herramienta que
desees.
Tu cursor se convertirá en un
ojo con una cruz. Si pulsas y
arrastras, verás que dibujarás un cuadrado. Lo que tienes que hacer es dibujar este cuadrado alrededor
del ojo rojo que quieras arreglar. No metas ambos ojos dentro del mismo cuadrado, sino no te
funcionará; deberás hacer un cuadrado por cada ojo.
Nada más soltar ya verás que la pupila roja se volverá gris oscura o negra. Si ves que la pupila te queda
demasiado grande o pequeña, o demasiado clara u oscura, en la parte superior te aparecerá una
pequeña barra con la configuración de Tamaño de pupila y Cantidad de oscurecimiento, para ajustar el
efecto a tu gusto.
Sin embargo no podrás verlo en tiempo real, sino que deberás configurarlo antes de crear el cuadrado
alrededor del ojo rojo. Si no te gusta, podrás deshacer la acción desde el menú Edición/Deshacer o desde
el atajo de teclado Ctrl (o Cmd en Mac) + Z, configurarlo de nuevo y volver a hacer el cuadrado alrededor
del ojo.
2. Mediante el Filtro de Adobe Camera Raw:
La otra opción es hacerlo
desde Camera Raw. La
herramienta es muy similar,
pero nos dejará más margen
de acción para actuar
porque aquí sí podremos ver
los cambios de tamaño y
oscurecimiento de la pupila
en tiempo real.
En primer lugar tendremos
que abrir el Filtro Camera RAW desde el Menú Filtro/Filtro de Camera Raw. En la barra de herramientas
superior encontraremos el icono de Eliminación de ojos rojos , que es igual que el pincel que hemos
visto antes.
De igual manera, deberemos dibujar un cuadrado alrededor del ojo para que la herramienta cree
automáticamente una pupila negra. En la barra de la derecha encontrarás dos deslizadores que te
permitirán modificar en tiempo real el tamaño y la oscuridad de esta pupila negra, para ajustarla
exactamente al ojo y a los tonos de la fotografía.
Finalmente, cuando ya hayamos ajustado ambas pupilas le daremos a aceptar y ya tendremos nuestra
fotografía con los ojos arreglados.
Además, esta herramienta también nos permite eliminar los ojos rojos (o verdes) de nuestras mascotas.
En animales este fenómeno de los ojos rojos ocurre muy a menudo, y esta es una manera rápida de
poder solucionarlo. Si te fijas, en el menú de la derecha donde configurábamos el tamaño y la oscuridad
de la pupila, hay un pequeño desplegable que pone Ojos rojos. Si lo pulsas verás que también
aparece Ojos de mascotas.
Al igual que con los ojos humanos, deberemos crear un cuadrado alrededor de cada ojo con esta
herramienta, y desde el deslizador de Tamaño de la pupila ir jugando hasta encontrar el tamaño que
encaje perfectamente en el ojo de nuestra mascota. Además, para que el ojo no se quede apagado, abajo
encontrarás la opción Añadir brillo de ojos, que incluirá un pequeño brillo dentro de la pupila para darle
vida al ojo.
Cómo Quitar Las Ojeras:
A continuación vamos a ver 4 métodos para hacer desaparecer las ojeras en tus retratos. Aunque
lo ideal no va a ser eliminar la ojera por completo, ya que eso quedará completamente irreal, sino
disimularlas para que nos quede un efecto natural y realista.
Método 1: Utilizando el Pincel Corrector:
Con este primer método que voy a explicarte lograremos eliminar las ojeras gracias a la
herramienta de pincel corrector.
Para empezar lo que haremos será duplicar la capa original (bien con el botón derecho del ratón
sobre la capa y la opción Duplicar capa, o con el atajo de teclado Control+J/Comando+J).
También ampliaremos la imagen lo suficiente para trabajar cómodamente y ser más precisos (con la
herramienta de Lupa).
Método 3: El Parche:
Este método
es uno de mis favoritos y el
que más suelo utilizar, sobre
todo por su rapidez y
efectividad. La herramienta
que utilizamos en este caso
es el parche, y al igual que
en los casos anteriores,
recuerda duplicar la capa
original para realizar los
cambios sobre esta capa.
Se trata de que, una
vez seleccionada la herramienta Parche, rodees la zona de la ojera. A continuación, pincha con el ratón
la zona y sin soltar desplaza esa selección hacia una zona más clara de la piel.
Con un click notarás enseguida los cambios. Luego es cuestión de ajustar la opacidad de la capa en
la que hemos hecho los ajustes para que no se note nada irreal.
Método 4: Capa de Ajustes de Curvas.
Este método puede resultar el más "fiel" a la realidad. Tanto con el pincel corrector, como con el
tampón de clonar y el parche, además de sustituir el tono de la piel de la zona de la ojera, también nos
estamos cargando la textura original de la misma, haciendo que en algunas ocasiones el retrato quede
muy poco natural e irreal. Con este método que vamos a ver ahora, lo que haremos es reemplazar los
tonos que generan esa ojera, pero manteniendo la textura original de la piel, y eso hará que el retrato
sea totalmente creíble.
En esta ocasión no hará falta duplicar la capa original del retrato, porque vamos a crear una capa
de ajuste de curvas (Capa/Nueva capa de ajustes/Curvas). Una vez creada, nos iremos a dicha capa y
seleccionaremos no la máscara de la capa que es lo que vendrá seleccionado por defecto, sino las
propiedades de las curvas, como aparece en la imagen que añado a continuación.
Una vez seleccionada, se nos abrirá un nuevo panel en el que tendremos que elegir el primero de
los cuentagotas que aparece. Le daremos doble click y con él escogeremos el tono que queremos que
remplace al tono
de la ojera.
Tomamos
la muestra y
seguidamente, sin
deseleccionar el
cuentagotas, le
indicamos con éste
cuál es el tono que
tiene que
reemplazar (es
decir, el tono de la
ojera).
Verás que
tu imagen se ha quedado teñida por ese tono que hemos cogido. Ahora es el momento de que vuelvas
a seleccionar la
máscara de esa
capa, y la
invirtamos, o bien a
través de la opción
de Invertir que
vemos en el panel
de las propiedades
de la capa, o con el
atajo de teclado Control+I/Comando+I.
Nos vamos ahora por un pincel, que ajustaremos con una
opacidad de entre el 10% y 20%, y empezaremos a pintar de blanco
la zona de la máscara en la que queramos reemplazar el tono de la
ojera. Si te pasas con el efecto no te preocupes porque siempre
puedes reajustar la opacidad de la capa como en los casos
anteriores.
Se recomienda que realices este proceso doble, uno para
cada una de las ojeras, ya que la luz y por la tanto el tono, puede
variar de una a otra. Puede que sea un método algo más lento que
los casos anteriores, pero muy efectivo y más realista. Además no
solo te valdrá para corregir ojeras, sino que también puede servirte
para igualar el tono del maquillaje de un rostro con el de su cuello y hombros por ejemplo.
Como has visto quitar o disimular las ojeras en fotografía no es demasiado complicado. Cuando
hayas practicado estos métodos unas cuantas veces enseguida pasarán a ser uno de tus rutinas en tu
flujo de trabajo de retoque, y además seguro que a base de usarlos y con el tiempo, serás capaz de
identificar qué método es el más idóneo para usar en una fotografía u otra.
Recuerda siempre jugar con la intensidad de la corrección gracias a la opacidad de las capas en
las que realizaremos los ajustes, y piensa que si te pasas demasiado, además de irreal, tu retrato puede
gustar menos que con la ojera original.
retrato sean de un color blanco puro y excesivamente brillante, vamos a conseguir un efecto contrario a
lo que estábamos buscando: arruinaremos nuestro retrato.
Para conseguir una sonrisa perfecta deberemos ser sutiles, aclarando los dientes sin hacerlos
brillar en exceso, y blanqueándolos ligeramente sin llegar a perder ese tono marfil natural de los dientes.
Existen múltiples maneras de blanquear los dientes con Photoshop, por lo que aquí vamos a ver algunas
pero esto no significa que sean las únicas vías para conseguirlo. Photoshop es un programa muy amplio
que nos ofrece muchas herramientas para conseguir un mismo efecto.
Siguiendo estos sencillos pasos podrás conseguir una sonrisa perfecta de manera fácil y rápida.
1. Seleccionar los dientes
En primer lugar, vamos a tener que conseguir seleccionar los dientes, para aplicar el efecto
solamente a ellos y no alterar el resto de la fotografía. Existen muchos tipos de selección en Photoshop,
aunque seguramente con la varita mágica o la selección rápida podrás conseguir seleccionarlos
correctamente.
Para ello, selecciona la varita mágica o la selección rápida en la barra de herramientas a
la izquierda de la aplicación, vienen juntas en un mismo cajón (W).
Con la varita mágica, haz click sobre los dientes para seleccionarlos. Puedes ajustar
desde tolerancia el rango de tonos que quieres que coja, para apurar la selección. Con shift+click podrás
ir sumando zonas que se hayan quedado fuera, y conalt+click podrás restar trozos que se hayan
seleccionado por error. Estos dos atajos de sumar y restar sirven para cualquier selección en Photoshop.
Con la selección rápida, haz click y arrastra como si pintaras una línea sobre los dientes, para ir
seleccionándolos. Puedes ajustar el tamaño del pincel desde el menú superior. De la misma manera que
con la varita mágica, con shift+click y arrastrar podrás sumar a la selección las zonas que elijas, y
con alt+click y arrastrar, restarlas.
Puedes combinar ambas selecciones o incluso usar otras como el lazo o el lazo
poligonal para terminar de ajustar la selección perfectamente.
La técnica
que vamos a
emplear sirve para
disimular
imperfecciones de
la piel. Un retrato
es la situación más
típica, pero
también puedes
elegir otros
motivos como:
manos, pies, etc.
En general,
un buen consejo
siempre que realices retoques de imágenes es ser sutil: que el efecto que introduces no suponga un
cambio muy abrupto, puesto que, en tal caso, raramente queda natural. Se trata de disimular un poquito
pequeñas imperfecciones.
Básicamente, lo que vamos a hacer es crear una piel más tersa y con menos imperfecciones, para
posteriormente hacer una aplicación selectiva de esta piel a las zonas de la foto original que nos
interesen. No es un proceso complicado. Basta con aplicar una serie de filtros, y luego tener un poquito
de paciencia al "pintar" la nueva piel sobre las partes de la foto original que decidamos. ¿Entendido?
Pues vamos a ello.
1: Eliminar imperfecciones con el Pincel Corrector.
En primer lugar vamos a eliminar los accidentes más importantes (pliegues, arrugas, granitos,
etc) con la Herramienta Pincel Corrector (y sólo los más importantes). Se trata de una utilidad que
utiliza zonas de muestra para replicarlas en otra zona que queramos ocultar. Así que, con Alt presionado,
selecciona una parte de la piel que apenas tenga imperfecciones, y luego suelta Alt y pinta sobre la zona
que pretendes arreglar. Su función es sencilla: tú le dices qué zona de piel está limpia y no tiene granos,
se la aplicas al mismísimo grano, y Photoshop hará el resto. Y
si tiene la cara llena de granos, pues te llevará un poco más de
trabajo pero no es excesivo.
Esta herramienta hay que utilizarla bastante para
acostumbrarte a su forma de trabajo. Puede que si escoges mal el sitio donde sacar la "piel correcta" no
quede muy bien el retoque, o puede que se note por otros motivos. Así que la mejor manera de aprender
a utilizarla es prueba y error. En retoque profesional es uno de los primeros pasos a realizar. "Limpiar"
el cutis. Utilizamos el pincel corrector en una nueva capa para trabajar de forma no destructiva.
Recuerda, en las opciones del pincel corrector debes utilizar la opción capa actual e inferior
2: Filtro Polvo y Rascaduras.
Duplica la capa (Capa > Duplicar Capa). Selecciona la capa que
acabas de crear y sobre ella aplicas el Filtro de Polvo y Rascaduras (Menú
Filtro > Ruido > Polvo y Rascaduras). Los valores de radio y umbral
variarán en función del tamaño de la imagen. El objetivo es que la
apariencia de la imagen tras aplicar el filtro sea más o menos natural,
prueba con el radio en 4 y umbral en 0 en una imagen de 4200px de lado.
3: Filtro Desenfoque Gaussiano.
Sobre la misma capa,
aplicamos un filtro de Desenfoque
Gaussiano (Menú Filtro > Desenfocar
> Desenfoque Gaussiano). No abuses
con el radio. Yo, en este caso, elegí
un radio 2.
5: Máscara de Capa.
Ya tenemos la nueva piel lista. Ahora la tenemos que aplicarla sólo en determinadas zonas,
preservando el detalle original en otras. Para ello, Añadimos una Máscara de Capa (segundo mini
botón por la izquierda en la ventana de Capas). Seleccionamos la máscara (es el rectángulo blanco que
ha aparecido en la Ventana de Capas) y pulsaremos Contro + I
para invertir su color y que se quede completamente en negro.
Como sabes, en las máscaras de capa la zona negra es
transparente y solo la zona blanca es la que se muestra. Por eso,
en el siguiente paso pintaremos en blanco solamente las zonas
que nos interese mostrar.
6: "Pintar" la Nueva Piel.
La máscara de capa nos permitirá decidir qué partes
de la capa en la que tenemos la nueva piel se aplican y cuáles
no. Para ello, teniendo seleccionada la máscara de capa
debemos elegir la Herramienta Pincel con una opacidad del
50% y tamaño mediano, seleccionamos el color blanco.
Aquellas partes que pintemos de blanco tendrán la nueva piel. Las que no, mantendrán la antigua. Evita
poner la piel nueva en detalles como pliegues naturales de la piel, cejas, contorno de la nariz, pelo, etc.
Cabello: Técnicas para el pelo hay muchas. Pero lo básico sería quitar simplemente algún "pelo"
que se nos ha colado en la cara. Para ello tendrás que ir con cuidado y con un pincel muy pequeño
corrigiendo el pelo con la misma herramienta que los granos: el Pincel corrector . No intentes corregir
un pelo largo de una sola vez, lo mejor es ir poco a poco y en segmentos pequeños, ya que así puedes ir
corrigiendo si el resultado no te termina de agradar.
Pestañas:
Métodos para crear pestañas hay innumerables. Desde "pegar" pestañas que ya vienen creadas
y que simplemente hay que ajustarlas al ojo que tengamos en pantalla, utilizar pinceles con forma de
pestañas, utilizar la pluma para esta tarea... Pero os voy a decir el método que yo utilizo y que me va
muy bien. En época de la fotografía "química". Cuando terminaban un retrato y lo encuadraban, cogía el
lápiz y le daba los últimos "toques". Retocaba labios, ojos y pestañas... ¡con lapices! Le llamaban
“Iluminación”, seguro que si lo haces bien y le tienes un poco de arte, no es nada complicado.
Este método requiere una tableta digitalizadora, ya que has de utilizar el lápiz como tal (el ratón
crea siempre el mismo trazo, mientras que la tableta es sensible y permite que comiences con un trazo
grueso y termines con un trazo más fino, igual que un lápiz). Lo primero es crear una capa nueva encima
de nuestra foto y sobre esa capa "dibujar" las pestañas. Lo mejor que puedes hacer es coger el mismo
color que el de una pestaña "existente" ya que no es negro al 100%. Y a partir de ahí... dibujar. ¿Te ha
quedado mal? Pues la borras y vuelves a empezar.
Como sugerencia: siempre hazlo en una capa nueva así trabajas de forma “no destructiva”, o sea,
sin modificar la capa original (la capa Fondo).
Para que un retrato sea perfecto debemos cuidar todos los detalles, ya hablamos de la sonrisa,
la piel, el fondo o locación y muy importante también es el cabello. Un pelo despeinado o poco cuidado
podría estropear un bonito retrato. En Photoshop contamos con muchos trucos que nos pueden ayudar
a arreglar y mejorar el pelo de nuestros modelos.
o Moldear el Cabello con el filtro Licuar.
Pese a que la herramienta Licuar es conocida por su uso para moldear la figura, lo cierto es que
también puede ser usada para muchas otras cosas. Y una de ellas es moldear el cabello a nuestro
gusto. Con la herramienta Licuar vamos a poder darle mayor volumen, generar ondas más atractivas o,
al contrario, suavizar algunas ondas que nos disgusten.
Para moldear el pelo de esta fotografía se ha usado el filtro Licuar. Después se han eliminado los
pelos sueltos con el método que explicamos.
Encontrarás esta herramienta en el menú Filtro/Licuar. Cuando lo pulses, se te abrirá una ventana
con la interfaz de la herramienta. Licuar nos permitirá ir empujando el cabello para modelarlo a nuestro
gusto, con la herramienta Deformar hacia adelante que encontrarás en el menú lateral izquierdo.
Podrás configurarla en el panel derecho. Procura usar un tamaño bastante grande para mover toda la
onda del pelo de una sola vez, para que la línea exterior quede uniforme y no haga "baches". También
será importante que uses una Presión y una Frecuencia bajas, entre 15-20, para que los "empujones"
sean más suaves y no deformen excesivamente la imagen.
Finalmente, también cabe destacar que será interesante usar la herramienta Congelar
máscara para evitar deformar zonas que no queremos alterar, como por ejemplo el fondo
contiguo al cabello y la cara. Todo lo que pintemos de rojo con esta herramienta se quedará bloqueado
para que no se mueva aunque toquemos esa zona. Podrás borrar esta máscara con la
Lo que hicimos
fue aplicar unas
simples ondas al
cabello, puedes
trabajarlo a tu gusto
con esta herramienta,
con paciencia y mucho
esmero.
Retocar las Piernas de la Modelo.
Este retoque aplica para retratos de chicas cuerpo entero, la intención es hacer que las piernas
se vean algo más largas, como modelos de revistas, sin llegar a exagerar, solo lo necesario para aportar
un toque extra de glamour. Tomas una selección de la foto a partir de la cintura de la chica hasta abajo
del todo de la foto y creas una nueva capa con ella. A esa capa la estiras un poco hacia abajo y listo.
Requiere de algunas condiciones (como que cuando estires el resto de la foto siga quedando bien,
tienes que prestar atención no solamente a las piernas sino a todo lo que hay alrededor, que no se
deforme) pero funciona muchas veces y lo haces en menos de un minuto. Si el fondo se deforma
significativamente, entonces debes sustituirlo por otro o simplemente corregirlo, más adelante lo
explicaremos. Duplica la capa fondo y trabaja sobre esta, en el ejemplo tenía un sobrante en el piso y sobre la
cabeza para estirar la modelo, si no lo tienes debes reencuadrar para que al estirar la capa (las piernas) se vean
tocando el piso como la original.
Digamos que tu modelo quiere verse más bronceada de lo realmente es. Para ello hay varias
técnicas pero vayamos a lo más sencillo: un bronceado no es más que agregar un cierto tono más oscuro
a la piel. El método más fácil es hacer una buena selección que abarque toda la piel de la persona que
quieres broncear (y solo la piel, ni ojos ni ropa ni nada más) y utilizarla como máscara de una capa de
color uniforme. Esa capa la pones en "luz suave" y luego juegas un poco con la opacidad hasta que quede
a gusto.
1. Selecciona la Piel
Lo primero que deberemos hacer es seleccionar
la piel, después desvaneceremos un poco sus bordes.
Siempre podrás mejorar las zonas que no hayan
quedado bien editando la máscara que se creará junto
con la capa de ajuste; después veremos cómo. Para
seleccionar fácilmente la piel puedes usar la Selección
rápida o la Varita mágica . Yo en este caso he
usado la Selección rápida. Recuerda que si pulsas Alt
mientras seleccionas podrás restar partes de esa
selección, para conseguir dejarla lo mejor posible.
2. Cambia al Modo Color Lab
Para oscurecer la piel y simular un bonito
bronceado vamos a usar una capa de ajuste de Niveles.
Como sabes, puedes aplicarla desde el menú
Capa/Nueva capa de ajuste o desde el botón
rápido que encontrarás debajo de la ventana de
capas. En cuanto agregues capa de ajuste con la
selección activa, la máscara de capa que lleva asociada
adoptará esta selección, dejando en blanco la parte
seleccionada y en negro todo lo demás, para que la capa
de ajuste tan solo afecte a esta zona seleccionada (en este caso, a la piel).
Sin embargo, en cuanto empieces a tocar el ajuste de niveles te darás cuenta de un problema: no
solo va a
afectar a
la
luminosidad sino que los colores van a empezar a saturarse y a quedar muy irreales.
Para evitar este problema debemos cambiar el modo de color en el que estamos trabajando. Por
defecto editamos todas nuestras fotos en modo de color RGB. Pero si queremos olvidarnos de retocar
el color y queremos centrarnos únicamente en la luminosidad (como es el caso), será mucho mejor
trabajar en modo Color Lab.
Puedes cambiarlo desde
el menú Imagen/Modo/Color
Lab.
Si entras dentro de la
pestaña de Canales (al lado
de la ventana de Capas) verás
la diferencia entre los dos
modos. Así como en el modo RGB encontramos los 3 canales de color por separado, en el modo Color
Lab lo que encontramos es un canal de Luminosidad (que es sobre el que vamos a trabajar) y dos canales
más (a y b) que son los que contienen la información del color de la imagen.
3. Oscurece la Piel con una Capa de Ajuste de Niveles
En modo Color Lab, volvemos a agregar la capa de ajuste de niveles, verás que todos los cambios
que vayas agregando ya no alteran el color de la imagen. Esto es porque, si te fijas, en el desplegable
que antes ponía RGB, ahora lo que pone es Luminosidad. Así pues, no estamos trabajando sobre un canal
que contenga información de color y, por lo tanto, tan solo alteramos la luminosidad de la imagen. Lo
que hemos hecho para oscurecer la piel de nuestra pareja playera es mover el triángulo de los negros (el
izquierdo) y el de los medios tonos (el central) hacia la derecha para oscurecer estos tonos, y mover el
triángulo de las altas luces (el derecho) un pelín hacia la izquierda para ganar algo de contraste. Después,
por otra parte, hemos movido hacia la izquierda el triángulo del nivel de salida de los blancos para
oscurecer un poco también las altas luces de la piel. Como ves, ha adquirido un tono algo más moreno
que en la fotografía original, y lo más importante, los colores de su piel no se han saturado ni
distorsionado.
Si le das doble click a la máscara asociada a la capa de ajuste se desplegarán las Propiedades de
la máscara. Vamos a darle unos 3 píxeles de desvanecimiento para que el corte de la selección no sea
tan duro y quede más natural.
6. Mejora el Color
Ahora podemos terminar de darle los ajustes finales a la fotografía en general. Sin embargo, como
estamos en Color Lab no vamos a poder usar prácticamente ningún ajuste que afecte al color de la toma,
ni el Filtro de Camera Raw. Así que lo más sencillo va a ser acoplar la imagen desde el menú Capa/Acoplar
imagen y volver a cambiar el modo a Color RGB desde el menú Imagen/Modo. Ahora sí vamos a poder
mejorar el color de la fotografía de la manera habitual. Para continuar ve al menú Filtro/Filtro de Camera
Raw. Aquí podrás cambiar el tono, la saturación y la luminancia de cada color por separado, lo que te da
una gran libertad para ajustar todos los tonos de la toma al gusto. En este caso he modificado los tonos
y la saturación de los colores rojo, naranja y amarillo para darle a la piel un tono más natural. Además,
también he saturado un poco los azules y aguamarinas para darles al mar y al cielo un poco más de
presencia. También he tocado un poco los deslizadores de la primera pestaña llamada Básico, para
mejorar el balance de blancos, el contraste, los niveles de sombras y altas luces y la intensidad de los
colores la foto.
Por último damos al botón Aceptar para aplicar todos estos ajustes y volver a la interfaz de
Photoshop.
Finalizando, veremos otra capa de ajuste que puede servirte para mejorar los tonos de tu
fotografía, sobre todo si los colores del bronceado no te han quedado tan naturales como te gustaría. Se
trata de la capa de ajuste de Corrección selectiva. Puedes agregarla desde el menú Capa/Nueva capa de
ajuste o desde el botón rápido que encontrarás debajo de la ventana de capas. Aquí puedes elegir
cada uno de los colores básicos y modificar la cantidad de cian, magenta y amarillo que contienen, para
variar su tono ligeramente. También puedes variar la cantidad de negro que contienen para aclararlos u
oscurecerlos. Se trata de un
ajuste sutil pero que te
ayudará a conseguir
exactamente el tono de piel
que más te guste, modificando
los tonos rojos, amarillos y, en
ocasiones, también magentas.
Retocar es un arte. Hacer un buen retoque a nivel profesional conlleva mucha técnica,
experiencia y por supuesto tiempo. Lo esencial es
comprometernos con nuestra formación, exigirnos siempre
más, aprender de los que saben, imitar los mejores ejemplos y
con el tiempo y mucho trabajo ir formando nuestro propio
estilo. Teniendo en cuenta siempre que no se note que la foto
está retocada, que llame la atención y que resalte, sin perder
naturalidad, que nos quede lo más real posible. Esa es la clave.
Añadiendo Efectos a tus Fotos.
Procura siempre partir de una buena foto, de una buena base. Si la foto es mala desde el principio,
trabajarás mucho para mejorarla y el resultado nunca será óptimo. Esmérate en el momento de hacer
la foto de que todo esté correcto: encuadre, exposición, etc. Te ahorrarás mucho trabajo luego y como
repetimos siempre, tratar de dispar en RAW, eso nos dará una base estupenda.
o Un efecto vintage
Las capas de ajustes de curvas son para el retoque fotográfico una herramienta fundamental de
Photoshop. Con ellas podemos hacer de todo. Entre muchas otras cosas, nos sirven también para hacer
el efecto "mate" que consiste en bajar el contraste a una foto de forma que quede vintage, un poco
"lavada". Esto lo harás en un tiempo récord. Simplemente creas una nueva curva y mueves los puntos
extremos. El izquierdo (que está abajo) hacia arriba y el derecho (que está arriba) hacia abajo.
Moviendo hacia arriba y abajo los deslizadores obtenemos este resultado, muy utilizado hoy en
instagram.
o Agregar una textura
Hay infinidad de programas y aplicaciones móviles que lo que hacen es agregar una "textura" a
la foto original. Una textura no es ni más ni menos, que otra foto superpuesta. Esa otra foto debe tener
unas determinadas características para que el resultado sea bonito. Debes hacerte de un stock de
texturas, "Photoshop textures" en Google podrás encontrar miles de ejemplos de esto. Cómo utilizarlas:
sigue estos pasos; busca algo grunge, conviertelo a blanco y negro ( o dejala a color, como lo veas mejor)
y luego coloca la foto encima de la original. Utiliza el modo de superposición de la capa probando
opciones (casi siempre resulta con luz suave) y baja la opacidad de
la capa donde se encuentra la textura hasta conseguir un bonito resultado.
Si lo prefieres crea una máscara de capa para que el efecto no se aprecie en toda la imagen sino
solo en ciertas partes de la misma. A la hora de hacer esto es bueno tener en cuenta que la resolución
de la imagen que coloques arriba ha de ser igual o superior a la de tu foto. Baja la opacidad de la capa y
con una máscara de capa limpia un poco el área de la cara en
la que no me interesa que haya tanta textura.
encontrarás esta ventana de diálogo. Si escojo Luz Suave como modo de fusión me permite marcar la
casilla de Rellenar al 50% de gris. Prosigue añadiendo ruido, en Menú Filtros / Añadir Ruido. Agrega el
nivel de ruido que quiera. Aquí está muy exagerado para que se vea en el ejemplo.
Editar o Retocar una foto a nivel profesional no es algo de 5 minutos. Se tarda horas en dejar una
foto perfecta para una editorial. Siempre se parte de una buena base, de una fotografía original de la
más alta calidad). A partir de ahí hay técnicas que deberías conocer, que aunque no son ni sencillas ni
rápidas, nos permitirán una elaboración mucho más acabada y refinada. Esas técnicas son el Dodge &
Burn y la separación de frecuencias. Si quieres aprender a utilizarlas tenemos esta breve guía a modo de
referencia, ensayo y práctica.
El Dodge & Burn es una técnica de Photoshop para realzar los volúmenes en una fotografía y
crear volúmenes nuevos, tan solo jugando con la aplicación de luces y sombras. Pese a que se puede
usar sobre cualquier fotografía, se aplica sobre todo a los retratos, ya que puede cambiar de manera
radical una cara o un cuerpo, estilizándolo y modificando los volúmenes a nuestro antojo. Recuerda que
fotografía es luz y sombras, pero no siempre conseguimos en nuestra instantánea registrar ambas
características y nos quedan fotos muy planas, falta de volumen, de profundidad.
En esta guía aprenderemos las bases para saber aplicar correctamente el Dodge & Burn, y
descubrir paso a paso cómo realizar esta increíble técnica en Photoshop.
Pinta sin miedo, varias veces sobre el mismo trazo para acentuarlo, e incluso cambiando el
tamaño del pincel para hacer degradados. Recuerda, además, que si alguna sombra o luz no te gusta
siempre puedes borrarla sin problemas usando el Borrador. Será importante que lo configures igual que
el pincel, difuso y a dureza 0%, para que no cree líneas duras que quedarán extrañas. No te preocupes si
ves el efecto demasiado marcado, porque después lo ajustaremos mediante la opacidad de la capa.
Ahora es preferible
marcarlo de más para
ver exactamente lo que
estamos haciendo, y así
luego también
tendremos más margen
de acción para ajustar el
efecto a nuestro gusto.
2. Trabajando
las Luces
Ahora que ya
tenemos todas las
sombras pintadas,
cambiaremos a la capa de Luces y, con el mismo pincel que antes, pintaremos esta vez de color blanco.
Si cuando estés pintando luces observas que sería conveniente
añadir alguna sombra más, no hay problema. Simplemente cambia
a la capa de Sombras y pinta en color negro donde quieras.
Recuerda luego volver a la capa de Luces y a cambiar el color del
pincel a blanco, cuando vuelvas a pintar iluminaciones. Puedes
alternar entre los colores principal y secundario pulsando la tecla
X, así el cambio será mucho más rápido y trabajarás de manera más
fluida. Nos pondremos ahora a trabajar las luces del rostro.
Iluminaremos la zona T de la cara (frente y tabique nasal), la punta
de la nariz y de la barbilla, los pómulos, la zona de las ojeras y del
lagrimal, y por debajo de las cejas. Puedes darle un puntito de luz
a los ojos, a los labios o a los pendientes. También puedes marcar los brillos del pelo, o incluso crear
brillos nuevos.
Ahora que ya tenemos luces y
sombras pintadas, bajaremos la opacidad de
cada capa por separado, hasta conseguir que
el efecto quede a nuestro gusto. También
puedes, finalmente, añadir las dos capas a un
grupo para subir o bajar directamente la
opacidad de ambas capas a la vez, y ajustar el
efecto completamente. Para ello, selecciona
las dos capas (haciendo click sobre una y
luego Shift+Click sobre la otra) y arrástralas al
icono con forma de carpeta que hay abajo.
Así es como me ha quedado finalmente,
después de haberle bajado la opacidad de la capa
de Sombras al 70%, la de Luces al 30%, y después
la del grupo con ambas capas al 90%. Prueba
hacerlo más marcado, y otra más sutil, evalua el
resultado y decide por cual optar. También dependerá de si quieres conseguir un efecto más natural o más tipo
caricatura, dependiendo del fin de nuestra fotografía, si la vas a enmarcar como un retrato o solo quieres
publicarla en la red de forma divertida. El fin o propósito de la foto te dará las pautas para el efecto que deberás
aplicar.
Es normal que a la hora de realizar una fotografía, aparezcan elementos que no desearíamos
que estuvieran presentes en
nuestra composición. No
siempre podemos
desplazarnos para variar el
encuadre, ni esperar otro
momento donde no estén
pasando gentes frente a la
escena, para realizar nuestra
toma, hay elementos que
están ahí y no podemos
moverlos, en ocasiones son
personas que se mezclan en la
escena y estropean nuestra
composición. Afortunadamente, muchos de estos casos pueden arreglarse en la fase de edición.
.Con la Herramienta Pincel Corrector (J) o con la Herramienta Tapón de Clonar (S)
Lo que buscamos es eliminar de nuestra escena los objetos indeseados que afean o distraen la
atención de nuestra foto, como es el caso de los cables eléctricos de esta imagen:
Para empezar, como en otros ejercicios, lo que haremos será duplicar la capa original (bien con
el botón derecho del ratón sobre la capa y la opción Duplicar capa, o con el atajo de
teclado Control+J/Comando+J). Debemos ampliar la imagen lo suficiente como para trabajar
cómodamente y ser lo más precisos (con la herramienta de Lupa o Ctrl y +). Seleccionaremos la
herramienta, en este caso he usado el Pincel Corrector, seleccionamos la nueva capa y manteniendo
pulsada la tecla “Alt”, haremos click sobre una zona cercana a los cables de tención que nos sirva de
referencia para corregir la zona que queremos eliminar. A continuación, deberás pintar dicha zona.
Recuerda ir escogiendo diferentes puntos de referencia para que quede lo más realista. Ya hemos vistos
otros ejercicios con esta herramienta, con la misma técnica quitamos las arrugas, los granos en la cara,
las ojeras, etc. Aquí funciona igual, solo hemos querido resaltar con este ejercicio la importancia del ojo
fotográfico, entrenar nuestro ojo para ver los detalles en todo el conjunto de nuestra fotografía y los que
estorben, retirarlos en el proceso de edición. Debemos ser muy observadores, revisar una y otra vez
nuestra foto hasta que quedemos conforme y estar seguros de que ya no hay nada más que hacerle.
Otro método.
Lo ideal sería
actuar en el momento
de la toma fotográfica,
si cambiar el ángulo no
basta, debemos tomar
varias fotos de la
misma escena en
diferentes ángulos
(agachándonos o
empinándonos bien)
con la intención de que
el objeto indeseado
varíe la posición exacta
en nuestra
composición. Con
estas tomas extras nos facilitará la tarea de edición posterior en Photoshop. Para ello, seguiremos los
siguientes pasos:
1. Abrimos las dos fotografías como capas de una misma imagen.
2. A continuación, alineamos las imágenes. Para ello, seleccionamos las dos capas (Seleccionar > Todas
las capas) y hacemos clic en Edición > Alinear capas automáticamente..., eligiendo Proyección
automática.
3. Reduciendo la opacidad de la capa superior a 50% podremos ver cómo el cable está situado en
ambas capas en distinta posición. Esto es lo que utilizaremos para poder eliminarlo.
4. Creamos una máscara de capa sobre la primera capa y vamos
pintando en negro sobre la máscara en las zonas en que se
encuentra el cable. De este modo, hacemos que lo que se
visualice sea la capa inferior, en la que no está el cable en esa posición. Utiliza un pincel pequeño para
pintar sobre la máscara para ser precisos.
5. De ser necesario realizamos pequeños ajustes con el pincel corrector (en ocasiones, en ciertos puntos
la posición del cable puede coincidir en ambas capas), devolvemos la opacidad de la primera capa al
100% y recortamos la imagen manualmente con esta herramienta.
Como conclusión, siempre que percibas algún elemento indeseable en nuestra composición,
debes tratar por todos los medios de resolverlo en la propia toma fotográfica, no seas cómodo y relegues
esta labor para después en el ordenador, nunca quedará 100% bien, si no te queda otra opción, llévate
varias tomas de la escena en diferentes ángulos para posterior procesado. Igual nos puede ocurrir si
tenemos personas caminando frente a nuestra escena; toma varias instantáneas, pero en este caso,
procurando mantener la posición y encuadre (un trípode nos vendrá bien) y permitiendo que entre toma
y toma los elementos en movimiento hayan variado su posición. Luego en el proceso de edición
realizaremos el mismo procedimiento que explicamos en el caso anterior.
Photoshop tiene infinidad de opciones para retocar nuestras fotografías, para experimentar y
jugar con ellas de mil maneras diferentes. Algo muy sencillo y vistoso que podemos conseguir es cambiar
el color del cabello, desde simplemente mejorar el tinte de nuestro modelo hasta cambiarle el color por
completo.
Lo Primero es Seleccionar Bien el Cabello
Este primer paso es el más importante, ya que si no lo realizamos bien, todos los cambios de color
que hagamos después no se aplicarán correctamente. Deberemos seleccionar el pelo completamente y
evitar que esta selección afecte a la cara, al cuello o al cuerpo del modelo; sino acabaremos tiñendo
partes que no nos interesa teñir y el efecto no quedará realista.
Puede parecer muy difícil seleccionar correctamente el pelo, y es que normalmente va a ser
imposible hacerlo bien con las herramientas de selección habituales. Por eso Photoshop cuenta con una
herramienta para mejorar selecciones, que veremos después.
Lo primero que deberemos hacer es seleccionar el cabello “a grosso modo”, sin preocuparte
demasiado. Lo recomendable es hacerlo con la
herramienta Selección rápida , aunque puedes usar la que
prefieras. Si alguna parte se resiste, directamente la seleccionas
con el Lazo a mano alzada , ya que la selección no tiene por
qué quedar muy precisa. Ahora que ya tenemos una selección
activa, nos iremos al menú Selección/Seleccionar y Aplicar
Máscara, o desde el botón “Seleccionar y Aplicar Máscara” que
encontrarás en la barra superior de cualquier selección.
Nota: Si tu versión de Photoshop es anterior a la
actualización de junio de 2016, esta herramienta se llamará
“Perfeccionar Bordes”. Con la herramienta Pincel para
Si acercamos bien la imagen verás que la selección no está del todo depurada en las zonas
sombreadas de la cara y el cuello. Como las sombras son de un tono similar al pelo, Photoshop ha
confundido estas y las ha considerado pelo también.
Para corregir esto vamos a usar la herramienta Pincel y vamos a pintar sobre la máscara de
capa de la capa de ajuste. Recuerda que todo lo que pintemos en negro sobre la máscara se ocultará, y
lo que pintemos en blanco se mostrará. Configuramos el pincel con un tamaño grande y un borde
difuso para pintar en negro todas esas sombras a las que les está afectando el cambio de color. Gracias
a esta configuración de pincel
no quedará un corte
demasiado brusco, sino que el
efecto se fundirá suavemente
para que quede más natural.
Ahora que ya tenemos
la máscara bien hecha ya
podemos ir jugando con el
ajuste para ir cambiando el
color del cabello al tono que
más nos guste. También
puedes jugar con
los deslizadores de Saturación y
Luminosidad para aclararlo u
oscurecerlo, y para que el color
sea más o menos intenso.
La casilla “Colorear” de este ajuste también suele quedar muy bien a la hora de cambiar el color de
cualquier elemento de la fotografía. Si la activas podrás aplicar directamente un tono uniforme sobre
toda la selección. Sobre todo te vendrá bien cuando el cabello no tenga un color homogéneo y al mover
el deslizador de Tono salgan colores algo dispares.
Aclarar el Cabello
Si notas que los colores que aplicamos están quedando algo oscuros, debemos compensar con
luminosidad, debemos ceñirnos un poco a la claridad u oscuridad del cabello original si queremos que el
efecto quede realista. De todas formas vamos a intentar aclararlo un poco para que veas cómo se hace.
Mientras seas sutil quedará bien.
Si hacemos Control+Click sobre la
máscara de capa de la capa de
ajuste volveremos a activar la selección. Ahora
podemos aplicar una nueva capa de ajuste y
que tenga exactamente la misma selección de
cabello que la de Tono/Saturación.
Aplicamos dos capas de ajuste
nuevas: Brillo/Contraste y Niveles. Ocultamos la
capa de Tono/Saturación para aclarar primero
el cabello y cambiarle el color después. Como
ves, podemos aclarar el pelo bastante con estos
ajustes, pero va a costar que quede 100%
natural. A continuación mueve (arrastrando) la capa de Tono/Saturación arriba del todo y dale un tono más rubio
al cabello. Como ves, se puede aclarar el pelo pero va a ser difícil que quede bien del todo si el pelo original era
muy oscuro, como en este caso. Quedará mucho más natural buscar tonos acorde al color original. Así,
aunque aclaremos el cabello sí va a resultar más realista el efecto.
Extraer y Cambiar el Fondo de tus Fotografías con Photoshop
Muestrear todas las capas: Esta opción te permitirá seleccionar una zona que no esté en una
capa concreta, sino que esté compuesta por diversas capas formando una misma composición.
Mejorar automáticamente: Esta opción es similar a la opción Suavizar de la varita. Es conveniente
tenerla activada para que nos mejore los bordes de la selección.
Para seleccionar usando esta herramienta pincha y arrastra el ratón por la zona a seleccionar. Ve
haciendo trazos cortos para que la selección se vaya creando poco a poco, sino es posible que no se
seleccione lo que quieres correctamente. También puedes jugar con el tamaño del pincel para apurar
más la selección en zonas más delicadas.
3. Herramienta Lazo
La Herramienta Lazo no nos va a servir en sí para recortar a la persona del fondo, ya que es
muy poco precisa, tanto si la usas a mano alzada como si usas su variante de Lazo Poligonal , que te
permite ir haciendo puntos. Sin embargo, nos va a venir bien para eliminar o añadir ciertos elementos
que se nos hayan quedado dentro o fuera de la selección, si con las otras herramientas no podemos
apurarlo lo suficiente. Ya te he explicado antes cómo añadir y restar partes de la selección, y esto es lo
bueno de las herramientas de selección de Photoshop, que puedes combinar unas con otras para añadir
o restar lo que quieras. Por otra parte, cabe destacar que esta herramienta sí que nos puede venir bien
para recortar ciertos elementos si, por ejemplo, el objeto que queremos recortar del fondo tiene forma
poligonal, como puede ser un edificio o una caja.
4. Herramienta Pluma
La Herramienta Pluma es la selección más precisa de todas, aunque también la más tediosa.
A diferencia de la varita o la selección rápida, que trabajan de forma semi-automática, con la herramienta
pluma nosotros mismos vamos a tener que currarnos toda la selección. La pluma no nos va a dibujar una
selección en sí, sino un trazado. Cuando lo completemos será cuando ya le digamos a Photoshop que
queremos convertir ese trazado en una selección.
8. Procedemos de igual manera con los siguientes elementos que vamos a incorporar a nuestra
composición, moviéndolos sobre nuestro lienzo con herramienta “Mover” (V) activada. Por último
ordenamos las capas (en el panel de capas las podemos arrastrar y ubicar a nuestra conveniencia.
La imagen muestra los elementos que utilizamos en la composición.
CONCLUCIONES:
Estos son algunos de los temas que nos quedó pendiente para una próxima entrega (parte 2)
Espero que le haya sido de provecho. Tenga siempre el mejor de los éxitos.
Ernesto Martínez.
2019.