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El espacio de Trabajo:
Al acceder al programa se nos permite elegir entre Editar, módulo de trabajo del programa que será el que
normalmente usemos, y Organizar, opción de gestión adicional de grupos de fotografías. Una vez elegida
la primera de estas dos opciones nos encontramos ante una típica ventana de aplicación Windows:
- Parte superior: el típico menú de toda aplicación Windows y sus submenús: Archivo, Edición …
- Parte central: Área de trabajo donde aparecen las imágenes con las que estamos trabajando.
- Parte izquierda: Barra de Herramientas. Puede moverse y configurarse para que las herramientas
aparezcan en un formato de una o en dos columnas.
- Parte derecha: Paneles cuya visualización se puede configurar de modo que decidamos cuales se ven
(Capas, Historia, Histograma, Efectos…) y cuales no. Para ocultar o visualizar cualquiera de ellos
recurrimos a la lista del menú Ventana. También pueden reubicarse y/o redimensionarse.
- Parte inferior: Cesta del proyecto. Se trata de un panel adicional que podemos abrir y muestra unas
miniaturas con los diferentes documentos abiertos en el programa, en este caso dos imágenes:
Consideración preliminar:
Muchas operaciones que no se explican en este manual directamente corresponden a tareas generales
que son idénticas en todas las aplicaciones Windows, por ejemplo: abrir o cerrar un fichero, moverse entre
documentos abiertos, uso del portapapeles (cortar, copiar y pegar), barra de estado, etc.
Del mismo modo, en cuanto a buscar ayuda sobre cualquier operación o herramienta de la aplicación,
siempre podemos recurrir a la tecla F1, que nos llevará a la sección correspondiente en la página web
oficial de Adobe Photoshop con información al respecto.
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 1 - Página 1
Barra de Herramientas:
Para cada una de las tareas más habituales disponemos de una herramienta concreta, que elegimos
haciendo clic sobre ella en la barra de herramientas. En la imagen inferior, por ejemplo, hemos
seleccionado la herramienta Zoom, que nos permite aumentar o reducir la visualización de una fotografía
o un área de ésta.
Cada herramienta dispone de diferentes modos de trabajo y/o parámetros de funcionamiento, los cuales se
facilitan en un panel específico (barra de parámetros) de la parte superior de la ventana, bajo la barra de
menús.
Algunos iconos de herramienta muestran un pequeño triángulo en su parte inferior derecha, lo cual quiere
decir que ese icono concreto corresponde a un grupo de
herramientas al mismo tiempo. Manteniendo pulsado el botón
izquierdo del ratón sobre el icono concreto se despliega el conjunto
de ellas, que en este ejemplo son los dos tipos de selección de
marco.
Herramientas de Selección:
Antes de emprender cualquier otra tarea en Photoshop debemos aprender a seleccionar, recordando que
de modo general cualquier ajuste que realicemos recaerá sobre el elemento o elementos seleccionados. El
grupo de herramientas básicas de selección son las siguientes:
1 3
2 4
1. Marco Rectangular y Elíptico. Seleccionan rectángulos o elipses arrastrando directamente sobre las
áreas en las que se arrastra el ratón. Si mientras arrastramos el ratón mantenemos pulsada la tecla
Mayúsculas conseguimos que la selección sea directamente un cuadrado o un círculo.
2. Varita mágica. Es una herramienta especialmente
útil que selecciona por similitud de color. Su
principal parámetro es la tolerancia, que amplia o
reduce el abanico de tonalidades cercanas
seleccionadas. Para elegir la zona de tonalidad
deseada simplemente tenemos que hacer clic
sobre un punto de ella.
3. Lazos. Existen tres tipos de lazos. El lazo simple selecciona libremente según vamos dibujando un
área arrastrando el ratón. Para cerrar la superficie sólo tenemos que volver hasta el punto inicial y el
área se cierra sólo.
El lazo poligonal selecciona áreas delimitadas por medio de líneas rectas (triángulos,
cuadrados…polígonos en general). Con este lazo sólo tenemos que ir moviendo el ratón haciendo clic
para colocar vértices.
- Para realizar selecciones complejas siempre se puede combinar el uso de todas estas herramientas.
Así, seleccionada un área con una herramienta concreta, luego podemos agregar o eliminar zonas a
esta selección con esa misma u otra herramienta. Para decidir si la selección siguiente es nueva, se
agrega o elimina, la barra de parámetros muestra los siguientes iconos de opciones (o los atajos de
teclado indicados en la página 9, como es el caso de la tecla Mayúsculas (Shift) para realizar
selecciones múltiples):
- Antes de pegar o mover un área seleccionado a una nueva ubicación, es importante tener en cuenta el
parámetro de calado, que permite difuminar los bordes del área en el grado deseado (un calado de 0
hará creará una selección de bordes duro, como hecho con tijera). Cuanto mayor es el calado (se
indica en píxeles), más se suaviza el contorno de la selección. Hay otro parámetro complementario
llamado suavizado, pero su efecto sólo se refiere a la redondez o cuadratura del píxel, no al borde en
general.
- Si por equivocación queremos deseleccionar por completo un área seleccionada, podemos usar la
combinación de teclas Ctrl + D (o menú Selección / Deseleccionar) o el panel de Historia que
comentamos en la página 5.
- Si lo que deseamos es restar sólo algunas zonas a una selección, podemos actuar como hemos
indicado en la primera de estas notas, y probablemente la herramienta ideal para excluir partes a la
selección sea el pincel de selección.
- El menú Selección, que se muestra en la página siguiente, ofrece éstas y otras posibilidades
relacionadas con la selección. Cuando nos encontramos ante selecciones complejas que puedan
suponer mucho trabajo, incluso de varias horas o sesiones, una operación muy interesante que nos da
este menú es la de Guardar selección, que da la posibilidad de guardarlas cualquiera de ellas
asociada a un nombre.
Entre otras opciones del menú Selección es especialmente importante la Perfección del borde, que
suministra opciones útiles para afinar mejor con el tipo de selección, ayudando a afinar en la captación
más precisa de este:
Para trabajar con mayor comodidad, en cada momento se hace necesario aumentar o reducir el tamaño de
la imagen y movernos cómodamente por esta, para lo cual tenemos las herramientas de zoom y mano:
Por medio del zoom aumentamos o reducimos cualquier zona de la imagen haciendo clic sobre ella. En la
barra de parámetros podemos decidir si la herramienta aumenta o reduce (o conmutar entre ambos modos
haciendo Alt Clic), ajustar la ventana automáticamente al tamaño de la ventana, etc.
También podemos aumentar la imagen con la combinación de teclas Ctrl + o reducirla con Ctrl – (o con la
rueda del ratón). También podemos indicar un porcentaje o tamaño de visualización concreto, sin más que
escribirlo en la zona correspondiente de la barra de estado de la imagen (zona inferior izquierda), que nos
informa en todo momento del tamaño de visualización:
Una vez que sabemos seleccionar partes de una imagen, podemos ir aprendiendo el resto de
herramientas del programa. La primera de ellas es la herramienta mover, que sirve para cambiar de lugar
aquello que hayamos seleccionado previamente:
Realmente esta herramienta no sirve sólo para mover, sino también para redimensionar y/o rotar el área
seleccionada. Una vez seleccionada una zona e identificada con el típico camino de hormigas, aparecen
sobre éste diferentes tiradores de los que podemos estirar para cada una de las acciones posibles:
Vértices y puntos
centrales para Zona y punto centrales
redimensionar del área. para mover el área.
Tras hacer la modificación oportuna, surgen en la parte inferior de la selección los dos botones siguientes,
uno para confirmar la acción (V verde o tecla Intro) y otro para cancelarla (Señal roja o tecla Escape):
Si deseamos mover una selección a otra fotografía distinta, por ejemplo para hacer un fotomontaje,
podemos usar los modos típicos de Windows (Copiar y Pegar, en el menú Edición, o sus atajos de
teclado equivalentes), o arrastrarla de una a la otra imagen. Al hacer esto obtenemos una nueva capa,
importante concepto que adelantamos en la página siguiente y veremos en más profundidad más adelante.
El panel de Historia:
Desde el menú Ventana podemos activar la visualización del panel de Historia, una ventana de gran
utilidad, complementaria al típico comando Deshacer, para deshabilitar y/o recuperar acciones anteriores
que hayamos ido realizando durante la sesión de trabajo con cada imagen:
Las capas son un potente recurso que usan los programas de diseño digital. Como su propio nombre
indica, se trata de una serie de superficies o capas superpuestas que se van apilando una sobre otra. Al ir
incorporando elementos sobre una imagen estos se colocan, en forma de capa, sobre los anteriores.
Dependiendo de su tamaño, los superiores ocultarán todo o parte de las inferiores.
Para poder trabajar adecuadamente con capas debemos disponer del panel correspondiente (se activa
desde el menú Ventana). En la imagen inferior vemos las dos capas de un documento de Adobe
Photoshop Elements, estando encima la que presenta una farola y debajo la correspondiente a un edificio:
Icono para
ocultar/visualizar Capa seleccionada.
la capa Haciendo clic con el botón
derecho en esta zona se
abre el menú contextual
de capa.
Es importante ser en todo momento conscientes de en que capa nos encontramos, ya que será la
receptora de los cambios que realicemos.
Un recurso muy útil para trabajar sobre una imagen y poder comprobar los efectos de los cambios que
vamos haciendo sobre ella es duplicar la capa. Para hacerlo nos colocamos sobre la capa de fondo
(única capa que obtenemos al abrir por primera vez una fotografía) y pulsamos el botón derecho del
ratón, obteniendo un menú contextual en el cual podemos elegir la opción correspondiente (o Ctrl.+J):
Ya duplicada la capa, siempre podemos ir haciendo cambios sobre la copia situada encima y ocultarla
cuando deseemos compararla con la imagen original.
Desde el menú Imagen / Cambiar Tamaño / Tamaño de la imagen o mediante el atajo de teclado
correspondiente (Alt+Ctrl+I) entramos al cuadro de diálogo de tamaño de la imagen, en el cual podemos
ver el tamaño real de ésta, es decir, su resolución, sus píxeles originales:
Este apartado lo trataremos profundamente en la Ficha 11, pero lo adelantamos de modo básico en ésta
porque desde un primer momento es importante tener claro cual es realmente el tamaño de una imagen
digital, provenga esta de una cámara fotográfica, de un escáner o de cualquier otro origen:
− La dimensión en píxeles de la parte superior del cuadro de diálogo identifica los píxeles reales y
es el único valor importante del cuadro. Si tenemos la opción remuestrar la imagen activada se
permite cambiar estas dimensiones en la parte superior, pero si indicamos más puntos de los
originales (a esto se le llama interpolar) estaríamos obteniendo píxeles falsos, es decir, que ha
generado (se ha inventado) el programa. En otras palabras, ganamos tamaño perdiendo calidad.
− Observación: Al colocar una imagen o porción de ésta sobre otra, por ejemplo para hacer un
fotomontaje, puede ser que haya una gran diferencia de tamaño entre ambas. Cuando ocurre esto
es porque el tamaño real (número de píxeles) de cada una de ellas es muy distinto.
La barra de estado de la imagen suele mostrar por defecto las dimensiones de ésta, es decir, sus
dimensiones en centímetros y su resolución por pulgada, aunque también nos puede dar su tamaño de
archivo y otras informaciones:
Como toda aplicación Windows, Photoshop Elements, de modo adicional a las opciones de menú o
herramienta correspondiente, dispone de atajos de teclado para ejecutar la mayoría de las operaciones
habituales, entre las cuales están:
Visualización:
Ocultar/Mostrar Caja de Herramientas Ctrl + B
Mostrar Reglas Ctrl + Mayus + R
Ocultar/Mostrar paneles Tabulador
Ampliar Zoom Ctrl +
Reducir Zoom Ctrl -
Ctrl + 0 (cero) o
Encajar en Ventana
Doble Clic en Herramienta Mano
Ctrl + 1 (uno) o
Tamaño en píxeles reales
Doble Clic en Herramienta Zoom
Zoom de un área concreta Zoom + Arrastrar
Selección:
Añadir Elemento a la selección Mayus + Selección
Restar Elemento de la selección Alt + Selección
Intersección de selecciones Mayus +Alt + Selección
Seleccionar Todo (capa actual) Ctrl + A
Deseleccionar Ctrl + D
Invertir la selección Ctrl + Mayus + I
Calar Alt + Ctrl + D
Mover el área de selección Arrastrar el ratón
Mover la selección Ctrl + Arrastrar el ratón
Movimiento:
Pasar a siguiente fotografía abierta Ctrl + Tabulador
Activa la herramienta Mover V
Edición:
Deshacer operación previa Ctrl + Z
Copiar Ctrl + C
Cortar Ctrl + X
Pegar Ctrl + V
Transformación libre Ctrl + T
Niveles Ctrl + L
Ajustar Tono/Saturación Ctrl + U
Relleno:
Rellena la selección con el color frontal Alt + Retroceso
Rellena la selección con el color de fondo Ctrl + Retroceso
Muestra opciones de relleno Mayus + Retroceso
La luminosidad
La primera característica que hace que una foto agrade a la vista es su correcta luminosidad. Aún sin
saber sobre fotografía, sí reconocemos claramente cuando una imagen es demasiado clara o demasiado
oscura, hasta el punto de que realmente desagrada a nuestra visión. Cuando ocurre esto realmente
estamos hablando de imágenes lumínicamente incorrectas cuya iluminación es inadecuada en alguna o en
todas sus zonas.
Una luminosidad correcta es, en consecuencia, la primera característica técnica que debemos exigir a
las fotografías, y, por desgracia, también uno de los problemas más habituales en ellas. Un buen
conocimiento de nuestra cámara y la correcta medición lumínica en el momento de la toma minimizarán
notablemente los problemas lumínicos, que básicamente son los siguientes:
El histograma
La luminosidad de una imagen se interpreta por medio del histograma, un gráfico que representa sus
diferentes tonalidades en el eje X y el número de píxeles de cada una de ellas en el eje Y:
Eje Y: Nro de píxeles de cada tonalidad
Color Negro (Tonalidad más oscura) Color Blanco (Tonalidad más luminosa)
Los valores lumínicos del eje X van desde el 0 de la izquierda (color negro) hasta el 255 de la derecha
(color blanco), pasando por el gris de la zona central y todos los demás. Como vemos en la imagen
superior, cada una de estas tres tonalidades se identifica claramente por medio de un triángulo del color
correspondiente.
La masa negra que aparece en el gráfico (flecha verde) representa cada uno de los píxeles de la imagen.
Como resulta evidente, si hay picos elevados en esta masa es porque uno o varios tonos predominan
especialmente. Si hay una aglomeración de píxeles en la zona derecha del histograma significa que la
imagen es predominantemente clara, y si la hay en la zona izquierda, oscura.
En Photoshop Elements podemos abrir un panel para ver en todo momento el histograma (menú
Ventana), y también podemos abrirlo para realizar cambios en modo de edición, como explicamos en la
página siguiente (menú Mejora / Ajustar iluminación / Niveles o el atajo de teclado Ctrl + L).
Contraste:
En fotografía llamamos contraste a la diferencia entre las iluminaciones (las zonas más claras de la
imagen, es decir, el blanco y las zonas cercanas a él) y las sombras (las zonas más oscuras: el negro y
tonos vecinos). Cuando esta diferencia no es muy amplia, hablamos de imágenes de bajo contraste o
planas, y en el caso contrario hablamos de imágenes de alto contraste.
La pobreza o exceso de contraste es el segundo problema lumínico que suelen tener algunas imágenes y
que también podemos corregir o modificar.
Si a un histograma le faltan píxeles por la zona de sombras (izquierda) estamos ante una imagen con
exceso de luz (posiblemente sobreexpuesta), y si le faltan por la zona de iluminaciones o luces (derecha),
nos encontramos ante una carencia lumínica, es decir, ante una imagen oscura y posiblemente
subexpuesta, como es el caso del histograma siguiente:
Es importante comprender que una fotografía puede tener escasez de contraste o una luminosidad más
pobre o desequilibrada, incluso que le falten píxeles en uno u otro extremo, y ser perfectamente correcta y
visualmente potente. Estaríamos hablando de desequilibrios lumínicos perseguidos por el autor o acordes
a la situación lumínica real (un contraluz, una imagen voluntariamente oscura o clara para transmitir
sentimientos o sensaciones concretas, etc.)
Las opciones necesarias para modificar la luminosidad, el contraste y el color en Photoshop Elements se
encuentran dentro del menú Mejora:
Como vemos en la imagen superior, mediante sus dos tiradores podemos cambiar el brillo (oscurecer o
aclarar la imagen o el área seleccionado) y el contraste (para enriquecer o empobrecer el mismo):
Este cuadro también proporciona un botón llamado Automático, para que sea el propio Photoshop quien
realice la corrección de niveles.
Para corregir esta imagen debemos arrastrar el triángulo blanco hasta el píxel más claro de la imagen (ver
flecha discontinúa) de modo que éste se convierta en blanco y se nos amplíen la luminosidad y el
contraste de la fotografía:
Desde el submenú Ajustar color podemos acceder al cuadro Ajustar curvas de color, herramienta que
también permite modificar la luminosidad y el contraste. Aunque su uso es más complejo y Photoshop
Elements 8 no proporciona el histograma como ayuda visual ni tiene todas las posibilidades de otras
versiones, si posibilita un control más eficaz y un primer acercamiento al trabajo con curvas:
En el cuadro de curvas el eje X representa los valores de entrada y el eje Y los valores de salida, desde
el negro en el vértice inferior izquierdo hasta el blanco en el opuesto, como marca la diagonal.
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 2. Página 12
El uso de las curvas de modo avanzado proporciona un control total sobre la luminosidad, el contraste y el
color, si bien excede del ámbito de este manual. Sí podemos adquirir aquí un conocimiento básico y
sencillo que nos vaya introduciendo en su comprensión y modificando eficazmente nuestras imágenes. Su
principal ventaja es que nos permite ajustar las luces, las sombras o zonas intermedias sin necesidad de
hacer selecciones concretas.
En el ejemplo siguiente hemos subido o bajado el punto central (brillo de los medios tonos) para aclarar u
oscurecer la imagen:
Un típico modelo de curva suficiente para la mayoría de las imágenes es la curva en S, que por medio de
cinco puntos permite editar eficazmente las luces y las sombras (puntos exteriores), el brillo (punto
central), y el contraste de las luces y de las sombras (dos puntos restantes):
Nota importante: En Photoshop Elements 8 no se muestra el histograma y sólo se pueden trabajar con
una versión reducida de las Curvas (únicamente podemos mover los tres puntos centrales, mientras que
en otras versiones de Photoshop se pueden agregar más puntos y mover cualquiera de ellos).
En el submenú Ajustar iluminaciones tenemos esta opción adicional para modificar la luminosidad de las
zonas límites (sombras e iluminaciones) y el contraste intermedio:
Quizás tras un primer uso pueda parecer una gran herramienta y una solución para todo, pero nada más
lejos de la realidad. Como todas las opciones automáticas o semiautomáticas, no podemos realizar un
control preciso de la corrección, que de hecho se hace sin ningún tipo de valoración de su efecto en el
histograma.
En definitiva, esta opción puede ser muy útil para algunas imágenes, sobretodo si se usa con sutileza,
consiguiendo un mapeo tonal o aspecto HDR correctos, pero no como proceso general para corrección
lumínica.
Para modificar la luz de zonas concretas muy puntuales, es decir, fundamentalmente pequeñas, podemos
recurrir a la herramienta Sobreexponer/Subexponer.
Una vez elegidos estos parámetros, simplemente debemos arrastrar el pincel sobre la zona concreta a
modificar e ir ajustando los parámetros según nuestro deseo y el efecto perseguido.
Nota importante: A partir del conocimiento de todo lo anterior, hemos de adelantarnos ligeramente para
advertir que el método idóneo para actuar sobre zonas puntuales (mapeo tonal) a la hora de retocar la
iluminación es trabajar con Capas de ajuste (ver Ficha 4).
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 2. Página 14
Profundización en el uso de Niveles:
Mediante el uso de los tiradores del histograma en el cuadro de diálogo de Niveles podemos corregir la
imagen, como hemos visto en la página 4, o podemos variarla a nuestro gusto, incluso forzando y
tergiversando los tonos. Así, por ejemplo, si movemos el tirador del negro desde un punto 1 a un punto 2,
estaríamos decidiendo que todos los tonos entre estas dos zonas pasan a ser negros, a pesar de sus
diferentes tonalidades anteriores:
Esta misma acción puede realizarse usando los cuentagotas. En este caso, si cogemos el cuentagotas
negro y hacemos clic en la imagen sobre una zona lumínica concreta correspondiente a la tonalidad que
queremos convertir en negro (es decir, convertiríamos en negro está y todas las más oscuras a ella), la
imagen se modificaría en consecuencia.
En el ejemplo posterior, hemos hecho clic con el cuentagotas negro en la zona superior izquierda del cielo,
convirtiéndolo en negro y afectando a las tonalidades y/o colores de toda la imagen, que se desplazan:
Por último, en la parte inferior del cuadro tenemos dos tiradores adicionales, sólo blanco y negro e
identificados como Niveles de salida, que permiten reducir el contraste de la imagen. Esto se puede hacer
de un modo más equilibrado, moviendo ambos tiradores para reducir tanto tonos luminosos como oscuros,
o eligiendo libremente las tonalidades a perder:
Panel de Histograma:
Mediante el menú Ventana podemos activar el panel de Histograma, que muestra la información lumínica y
de color correspondiente a la imagen o el área seleccionado. No debemos confundir este histograma con
el que acabamos de aprender y conocemos como Niveles ya que este panel no sirve para editar la
luminosidad, sólo para comprobarla:
Lo primero que debemos conocer es como se genera el color digitalmente. Para ello hay diferentes modos
de color, uno de los cuales es el denominado RGB, usado como norma por las pantallas de ordenador,
televisores, cámaras fotográficas, etc.
RGB es un método de creación de color aditivo, es decir, que genera cada color por la combinación de
otros, que en este caso son los tres primarios: rojo (R), verde (G) y azul (B). Cada uno de estos colores
básicos se denomina canal y puede tener un valor de intensidad que va desde el 0 hasta el 255. La
combinación del valor total en los 3 canales produce el blanco, y la ausencia de valor en todos ellos, el
negro. El eje horizontal del histograma, que ya hemos visto en la ficha anterior, representa estos valores,
desde el del 0 (ausencia de color) del extremo izquierdo hasta al 255 (luminosidad total) del extremo
derecho.
Los valores exactos en cada canal de un color pueden conocerse perfectamente por medio de la paleta de
colores de Photoshop. A ella podemos acceder desde la herramienta color de primer plano/fondo:
• Cuentagotas. Convierte en color de frente el color del punto donde hacemos clic.
(Alt+Clic configura el color de fondo)
Teniendo ya los conocimientos básicos y habiendo aprendido el concepto de canal debemos tener en
cuenta que cuando trabajamos con el color en Photoshop realmente estamos manejando los canales, de
modo que si, por ejemplo, modificamos el canal rojo estamos actuando sobre todos los colores que tienen
algún valor en este canal. Es decir, fundamentalmente los rojos o similares (los colores cálidos sobre todo),
pero no sólo estos.
Modos de color1
Aunque Photoshop Elements no permite trabajar con todos los modos de color existentes, como sí lo
hacen otras versiones del programa, es interesante conocer la existencia de estos. Los modos de
imagen, o modos de color (menú Imagen / Modo), son diferentes sistemas digitales de creación de los
colores. El modo RGB ya sabemos que genera todas las tonalidades a partir del rojo, del verde y del azul.
¿ Pero qué ocurre si trabajamos con una
fotografía en blanco y negro, por ejemplo ?. Pues
probablemente sea más interesante cambiar su
modo a Escala de grises, ya que precisará
menos espacio en disco y será suficiente para
almacenar adecuadamente los tonos de la
imagen.
De modo complementario a todo lo anterior, existe el concepto de perfil de color, que es una característica
relativa a la generación del color en cada uno de los dispositivos concretos que mostrarán nuestra imagen
y excede a lo que se ve en este curso.
1
https://helpx.adobe.com/es/photoshop/using/color-modes.html
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 3 - Página 19
Corrección y/o modificación del Color
De igual manera que ocurre con la luminosidad, es bastante habitual que nuestras cámaras capten
incorrecciones/problemas de color que debamos corregir. Aunque un ojo no acostumbrado pueda no
detectarlas inicialmente, es bastante habitual que nuestras imágenes tengan dominancias de color
erróneas, como un exceso de magenta o de azul, sobre todo ante ciertas situaciones lumínicas (alta
montaña, luz artificial, mar…). Frecuentemente este problema tiene que ver con una incorrecta detección o
selección del balance de blancos en nuestra cámara.
Tanto para reparar estos errores como para realizar cambios meramente creativos o experimentales
disponemos en PhotoShop Elements de varias opciones y herramientas. El grupo principal de ellas
también se encuentra dentro del Menú Mejora del programa, empezando también por las que de un modo
automático pueden intentar corregir o detectar problemas de color:
Permite corregir de un modo semiautomático un dominante de color incorrecto. Para ello sólo tenemos que
hacer clic sobre un zona que deba ser blanca, negra o gris. En el ejemplo siguiente, por ejemplo, la imagen
de la plaza de la Virgen Blanca de Vitoria tiene un tono magenta incorrecto que podemos reparar.
Haciendo clic sobre una zona de nieve clara o el cielo, Photoshop devuelve ésta a su blanco original:
Para convertir a blanco y negro una imagen o áreas concretas que antes hayamos seleccionado, podemos
recurrir a tres métodos en el menú Mejora / submenú Ajustar Color:
- Eliminar color: Convierte a ByN directamente, sin ninguna posibilidad de configuración tonal por
nuestra parte, es decir, de la forma más pobre.
- Tono/Saturación: Suministra un tirador para disminuir o aumentar la saturación del color. Podemos
desaturar completamente y obtener una imagen en blanco y negro o controlar el
grado de reducción (ver imagen de la página siguiente).
Como vemos, además de unas situaciones tipo que podemos utilizar como punto de partida o modelo,
unos tiradores nos permiten controlar la conversión a gris para por cada canal (R, G o B) y del contraste.
Este comando permite cambiar un color, o gama de colores, por otros diferentes. Con el cuentagotas
podemos hacer clic en el color a convertir y mediante el tirador de tolerancia ampliar o reducir la gama de
ese color y sus cercanos:
Finalmente elegimos en la muestra de color inferior el nuevo tono (también mediante el cuentagotas o
entrando desde él directamente a la paleta de color).
Este apartado está especializado en la corrección de tonos de piel para retratos u otro tipo de imágenes en
las que este detalle del cuerpo sea importante:
Las curvas permiten cambiar las tonalidades por zonas lumínicas: sombras, medios tonos e iluminaciones.
Esta es una herramienta muy potente y versátil para la corrección de la luminosidad y el color de una
imagen, si bien con grandes limitaciones respecto a versiones profesionales del programa en el caso de
Photoshop Elements, motivo por el cual no la dedicamos más espacio en este manual:
Variaciones de color
Esta opción proporciona muestras gráficas muy sencillas, mediante miniaturas de la propia imagen, para
poder ir aumentando o disminuyendo por tonalidades de color:
Consultando el gráfico de color de la primera página podemos observar que cada color tiene otro enfrente,
que sería su complementario, de tal modo que si reducimos uno de ellos, aumentamos el contrario, y
viceversa. Por ejemplo, si aumentamos el azul, reducimos el amarillo.
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 3 - Página 23
Modificación puntual del color:
Antes de terminar esta ficha, es interesante saber que si deseamos aumentar o disminuir la intensidad de
color de alguna zona muy concreta, también podemos usar la herramienta Esponja, que se encuentra en
la barra de herramientas en el mismo grupo que Sobreexponer/Subexponer:
Una vez elegida tenemos la posibilidad de Saturar o Desaturar el color de la zona deseada, sobre la que
debemos arrastrar el ratón eligiendo antes el tipo y tamaño de pincel que sea preciso, así como la
intensidad o fuerza (flujo) que deseamos generar.
Para este tipo de procesos se recomienda siempre actuar de un modo sutil, comenzando con flujos poco
menos intensos de la herramienta, de modo que vayamos controlando el efecto más fácilmente.
Una vez conocido el histograma, podemos usar sus canales de color para corregir, además de la
luminosidad, el color. El histograma de la fotografía inferior, por ejemplo, nos muestra una imagen
lumínicamente rica, aunque nosotros la vemos algo subexpuesta y con un feo dominante magenta:
Podemos valernos del histograma concreto de cada canal de color para examinar que carencias lumínicas
tiene éste canal en concreto, independientemente de la luminosidad general de la imagen. Así, en este
caso podríamos elegir el histograma del canal rojo y comprobar que tiene carencias en las altas luces que
podemos corregir como ya sabemos:
Sin embargo, si vamos al histograma del canal azul, comprobamos que se encuentra prácticamente bien
equilibrado. Hechas estas correcciones, nuestra imagen perderá el dominante magenta-azulado y la nieve
recupera su tonalidad blanca.
En el ejemplo siguiente vamos a proceder sólo sobre el canal azul (cuyo color complementario es el
amarillo) para cambiar la tonalidad de la imagen hacia uno de estos tonos: el amarillo (más cálido), o el
azul (frío). En ocasiones tenemos que proceder sobre alguno de los canales de este modo para reparar
problemas del uso o el mal funcionamiento del balance de blancos de nuestra cámara:
Un recurso muy útil para trabajar en Photoshop son las capas. Como su propio nombre indica, se trata de
una seria de capas o áreas superpuestas que se van apilando unas sobre otras sucesivamente, como
ocurre cuando vamos colocando elementos sobre una mesa, unos encima de otros. En Photoshop
podemos ir superponiendo unos elementos gráficos (imágenes más o menos grandes, otras de un tamaño
idéntico o diferente, dibujos, textos, efectos, ajustes …) encima de otros.
Como resulta lógico, según vamos colocando capas nuevas, estas van depositándose inmediatamente
sobre las anteriores. Una vez que tenemos un documento de imagen con varias capas, podemos modificar
varios aspectos de éstas: su grado de trasparencia/opacidad y su modo de funcionamiento, su posición
de apilamiento (reubicándolas encima o debajo como nos interese), si se visualizan o no, enlazarlas…
Cuando abrimos una fotografía por primera vez ésta consiste en una sola capa inicial, identificada con el
nombre de capa Fondo:
Para trabajar con capas debemos tener visualizada la ventana de capas (parte derecha de la imagen
superior). Esta se activa desde el menú Ventana (opción Capas) y muestra siempre una miniatura de
cada una de las capas, junto a su nombre. Para trabajar con cada una de las opciones de las capas
disponemos de dos elementos fundamentales:
- El menú Capa: que proporciona todas las opciones que podemos ejecutar con las mismas
- La barra de estado de la parte inferior del panel de Capas, que contiene iconos de acceso
rápido a las funciones de capa más habituales:
El primero de estos botones (Capa Nueva) también sirve para duplicar una capa previa, sin más que
arrastrarla desde su posición del panel de capas a este botón, como se ve en la página siguiente.
- Automáticamente. Por ejemplo al pegar otra imagen sobre una abierta previamente, o al añadir
determinados elementos gráficos adicionales (texto, formas geométricas…) el programa crea
directamente una capa nueva.
- Voluntariamente. Desde la opción Nueva del menú Capa o su botón o atajo de teclado
correspondientes (primer botón de la barra de estado de capas o Ctrl + Mayus + N).
En la imagen inferior tenemos la fotografía de una puerta con la que deseeamos iniciar una composición
de fotomontaje, para la cual iremos añadiendo otros elementos. En este primer momento pegamos sobre
ella la sombra de una persona que previamente hemos elegido con el lazo y copiado en otra fotografía:
Como se observa, al pegar esta nueva imagen se ha creado una capa nueva que inicialmente se coloca
encima y se llamada Capa 1. En nuestro caso vamos a incorporar una tercera y última, que va a ser
exactamente una capa de texto que usaremos como título de nuestro fotomontaje:
Una vez que tenemos varias capas, estas pueden reubicarse en todo momento arrastrándolas con el ratón
hacia arriba o hacia abajo en el panel de capas. Igualmente, podemos eliminarlas (icono Papelera o tecla
Suprimir) o renombrarlas para que den una información más precisa sobre su contenido (para ello basta
hacer clic sobre su nombre y editarlo).
Como en cualquier aplicación Windows, es importante ser consciente de que elemento o elementos están
seleccionados en cada momento, ya que cualquier proceso que realicemos afectará a estos. Por ejemplo,
en nuestra imagen actual tenemos seleccionada la capa denominada Sombra, que aparece resaltada de
un color gris oscuro, casi negro. Esta es la que denominamos capa activa, a la cual afectarán nuestras
operaciones:
Es interesante observar que algunas capas pueden tener partes vacías, como ocurre aquí con la capa
Sombra, que sólo contiene la silueta de una persona. El resto del espacio de esta capa, que está vacío,
aparece identificado en la miniatura de capa con un característico ajedrezado.
Para determinadas acciones en varias capas (mover sus elementos, efectos, etc.) podemos enlazarlas o
seleccionarlas en grupo temporalmente del modo habitual de Windows indicado en el segundo párrafo de
esta página.
Cuando vamos concluyendo el trabajo con nuestro fotomontaje, puede resultar interesante combinar
capas (fusionarlas definitivamente algunas capas) o acoplar la imagen (fusionar todas las capas), de
modo que ya sólo dispongamos de una imagen definitiva de una sola capa. No obstante, si realizamos
este paso hemos de ser conscientes de que una vez guardada la imagen el proceso ya no será reversible.
Por ejemplo, siempre que guardamos una imagen de Photoshop en algún formato común como .JPG se
acopla la imagen (se fusionan las capas). Si deseamos mantener definitivamente las capas de modo que
siempre tengamos todos los ingredientes del proceso, debemos guardarla en el formato propio de
Photoshop: PSD.
Lo aconsejable cuando realizamos un trabajo con capas, es guardar todo el diseño completo, con la
totalidad de capas, independientemente de que posteriormente necesitemos alguna copia en JPG para
compartir con terceros u otro tipo de necesidades.
1. Que contengan un elemento gráfico, por ejemplo una imagen, un relleno de color, un texto, una
figura geométrica, un texto, etc.
2. Capas de ajuste, que realmente no contienen un elemento gráfico, sino un efecto o ajuste
concreto más la capa adecuada para determinar la zona sobre la que el anterior actúa o no (ver
página siguiente).
Las capas de ajuste y de relleno son capas que no poseen contenido gráfico en sí, sino un ajuste o efecto
concreto (cambio de luminosidad, cambio de tonalidad, color, degradado, brillo/contraste..) u otro tipo de
relleno especial (un motivo, por ejemplo). Estos ajustes o efectos pueden aplicarse sobre todo o parte de la
imagen de la capa inferior, como veremos más adelante. Para añadir este tipo de capas podemos recurrir
al menú Capas o abrir el menú equivalente con el icono directo en la parte inferior del panel de capas:
Al añadir este tipo de capas, automáticamente obtenemos una máscara de capa, de modo que
observamos dos miniaturas diferentes para la capa:
En el ejemplo anterior hemos añadido una capa de ajuste de brillo/contraste, que permite ajustar estos
factores por medio de su ventana del ajuste, del mismo modo que lo haríamos desde el menú Mejora. Si
salimos de la ventana del ajuste, podemos volver a abrirla con su miniatura.
La máscara de capa (inicialmente blanca) actúa como una plantilla que determina si el efecto se aplica
sobre toda la imagen o una parte de ella:
• Inicialmente es completamente blanca, color que establece que se aplica el efecto agregado.
Si posteriormente agregamos una capa de ajuste de niveles, vemos que automáticamente la máscara de
capa ya nos muestra de color blanco sólo el cielo, de modo que cuando apliquemos el ajuste de niveles,
este sólo afectará al cielo, y no al área inferior de la imagen, pintado de negro:
Si hemos hecho una selección inicial incorrecta, o si no hemos hecho ninguna, siempre podemos retocar la
máscara de capa pintando de blanco o de negro sobre la imagen, para incluir o excluir zonas. Para hacerlo
es especialmente adecuado el uso del pincel, preferiblemente con un tipo de bordes difuminados, para
actuar más sutilmente hacía los bordes y que su aplicación resulte más sencilla.
Para ello agregamos una capa de ajuste de Tono/saturación y eliminamos la saturación de la imagen,
convirtiéndola, por tanto, en blanco y negro:
Como no hemos hecho ninguna selección previa, la máscara de capa es blanca al completo y el efecto se
aplica sobre toda la imagen, que aparece totalmente convertida a blanco y negro. Pintando de negro sobre
la señal esta queda excluida del efecto, dejándonos ver su color real en la capa inferior:
Los del cuarto grupo (Superponer, Luz suave, Luz fuerte..) actúan tanto
en las zona de sombras como en la de altas luces, sin actuar sobre los
tonos medios, de modo que resultan adecuados para manejar el contraste.
1
https://helpx.adobe.com/es/photoshop/using/blending-modes.html
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 4 - Página 32
Entre algunos de los modos màs utilizados en fotografía están:
En algunas imágenes, podemos usar los modos de fusión para realizar correcciones lumínicas en las
imágenes, sin necesidad de crear capas de ajuste o recurrir al histograma, como veremos en ejemplos
posteriores.
Estilos de Capa:
Finalmente a las capas se les pueden asignar ciertas características de estilo, que son un grupo de efectos
gráficos adicionales a los que se entra desde el menú Capa / Estilos de capa / Ajustes de estilo:
• Una costumbre muy útil antes de empezar a retocar una imagen es duplicar su capa de fondo,
fundamentalmente si no trabajamos con capas de ajuste, de modo que podamos dejar ésta intacta
mientras vamos actuando sobre la capa de copia. De esta manera siempre podremos comparar
fácilmente la imagen retocada con la original.
• También se puede duplicar una capa para realizar utilizando diferentes modos de fusión, para
corregir o realzar zonas lumínicas y/o contraste.
• Las capas constituyen el modo más potente y versátil de trabajar en Photoshop Elements:
mantienen intacta la capa de imagen, siempre podremos eliminar o variar su efecto, y este puede
aplicarse en cualquier grado, siendo sus resultados siempre reversibles. Además de esto pueden
convivir e interactuar con cualquier otra.
• Es mejor usar varias capas de ajuste sutiles y/o locales que una de efecto más general e intenso:
cuantas más usemos y más específicas sean, más preciso y delicado será nuestro trabajo.
• Usando el comando Pegar dentro de la selección se pueden de pegar elementos en una imagen
sin conseguir una capa nueva, sino ubicándolos en el área que nos interese y hayamos
seleccionado previamente.
• Como norma toda capa colocada encima de un grupo de éstas tiene efecto sobre todas las
inferiores (por ejemplo la capa de ajuste superior de la imagen siguiente). No obstante, si hacemos
Alt + Clic sobre la línea de separación entre dos capas, conseguimos que esta sólo afecte a la
inmediatamente inferior, y no al resto de capas, y un icono nos indica esta anexión.
Es muy habitual que en las imágenes digitales, además de mejoras de iluminación y/o color, haya que
limpiar alguna mancha de suciedad (sobre todo si se trata de imágenes escaneadas) o corregir algún
defecto que empeore notablemente una imagen: eliminar granos o manchas de la piel en las personas,
papeles o basura en el suelo, cableados en los cielos, etc.
Otras veces, sin embargo, deseamos eliminar o colocar elementos más complejos y elaborados, porque
restan o empobrecen la atención del tema de la imagen hasta porque deseamos crear una imagen
totalmente nueva y más o menos “artificial”.
Para todo ello disponemos en Photoshop de diferentes herramientas especialmente útiles, sin olvidarnos
nunca de utilizarlas en combinación con las selecciones previas (de área, capa, etc.) con la herramienta
pertinente en cada caso. Este grupo inicial de herramientas son las siguientes:
1 2
3 4
5 6
Como su propio nombre indica, esta herramienta elimina el color rojo creado por el uso del flash de la
cámara en los ojos cuando estos no se han dilatado previamente. Para ello simplemente tenemos que
seleccionar la herramienta y hacer clic sobre el ojo, en el área roja a corregir. En ese momento el
programa soluciona el problema eliminando automáticamente esa incorrecta tonalidad.
El pincel corrector consta de dos herramientas diferenciadas. La primera de ella es el Pincel Corrector
Puntual, que sirve para corregir de modo sencillo pequeños daños en las imágenes (arañazos, suciedad,
etc.). En el ejemplo inferior podemos ver una fotografía con bastantes motas de suciedad en la zona del
cielo, en torno a la chica que aparece en la imagen:
Para corregir estas manchas puntuales del cielo podríamos utilizar perfectamente esta herramienta, elegir
un grosor de pincel adecuado y hacer clic sobre cada una de las manchas, de modo que Photoshop las
elimina integrando ese punto concreto con la zona a su alrededor.
El segundo tipo de Pincel Corrector, y que se identifica con exactamente con este nombre, copia
contenidos de una zona a otra, pero de modo que el contenido a copiar se adecua e integra a las
características cromático-lumínicas del punto de destino.
1. Pulsar la tecla Alt (el punto de ratón se convierte en un símbolo especial) y hacer clic sobre la
zona de origen a copiar.
2. Ubicarse en la zona de de destino y hacer clic para copiar la zona de origen. Al hacer esto
aparece un símbolo + para mostrarnos cual es la zona de origen que hemos seleccionado en
el punto anterior y estamos copiando. Si continuamos arrastrando el ratón se van copiando
también las zonas cercanas al origen en el área nueva.
Evidentemente, para uso en zonas más complejas, debemos ir repitiendo la operación y renovando la
selección de la zona de origen con la tecla Alt.
En el ejemplo siguiente hemos utilizado el tampón de clonar para eliminar un perro pintado en una
pared, pero respetando en el proceso las tonalidades originales de cada zona de la misma, para que
nuestro retoque pase desapercibido:
Para ello hemos empezado pulsando At + Clic en esta zona, para después ir arrastrando el ratón
sobre la zona del perro y que vaya sustituyendo la zona anterior. Después hay que repetir la pulsación
de Alt para cada diferente textura de pared que exista y poder llegar al resultado siguiente:
Además de los motivos disponibles a priori, un menú accesible a la derecha nos permite elegir otros
grupos de motivos, e incluso cargar otros creados por nosotros mismos o que no vengan con el
programa y hayamos adquirido posteriormente o dibujado nosotros mismos. Para esto último sólo
tenemos que seleccionar el elemento y asignarlo un nombre: menú Edición / Guardar Motivo.
Como su propio nombre indica, sirve para eliminar cualquier contenido sobre el que arrastremos el ratón,
como haría una clásica goma de borrar. Su funcionamiento es el típico de pincel, es decir que elimina el
contenido en el grosor, forma (tipo de pincel) y modo elegidos, dejando ver tras ello el fondo de la imagen
o la capa inferior, según el caso.
La herramienta Pincel permite pintar libremente, como si tuviésemos un pincel o un lápiz, según vamos
arrastrando el ratón por el área deseada. Realmente disponemos de cuatro subherramientas relativas al
pincel:
La utilización de la herramienta Pincel hace aconsejable el uso de dos pasos previos antes de ponernos a
pintar sobre la imagen arrastrando el ratón:
1. Seleccionar el color con el que queremos pintar (color de primer plano). En este caso se trata del
verde, pero haciendo doble clic sobre él podemos abrir el panel de Color y cambiarlo por otro:
En este sentido las posibilidades de elegir tipo de pincel son enormes, desde con que dureza, con que
opacidad, con que modo de transición (igual que las capas), si imitando el dibujo de aerógrafo, con que
forma de pincel, etc. En fotografía, muy frecuentemente usamos un pincel de bordes difuminados, para
que al usarlo su efecto sea más sutil en los bordes y pase desapercibida nuestra manipulación:
Al igual que ocurre con los motivos vistos en la herramienta Tampón de motivo, Photoshop nos
proporciona una serie de pinceles o formas de dibujo por defecto. Entre estos se encuentran los más
comunes, como vemos en la imagen de la página anterior, siendo uno de los más versátiles y utilizados en
fotografía el circular de bordes difuminados ( ). No obstante, podemos elegir otros grupos de pinceles
disponibles seleccionándolos en el menú desplegable correspondiente:
Igualmente podemos usar pinceles adicionales que nos interesen y el programa no posea. Para ello nos
los debemos descargar (ficheros .ABR) previamente de alguna página web adecuada y posteriormente
cargarlos en nuestro Photoshop:
En este caso, tras ir al menú Cargar pinceles hemos indicado al programa la carpeta y fichero .ABR
concreto que contenía los pinceles de humo que vemos a continuación y habíamos descargado
anteriormente de la página http://myphotoshopbrushes.com/brushes:
En cuanto al uso de los pinceles en general, y en unión con los valores de opacidad, dureza, etc, que
hayamos configurado, no debemos olvidar que siempre que vamos pintando sucesivamente sobre una
misma zona, vamos oscureciendo esta más y más, como ocurriría al hacer lo mismo sobre una superficie
real.
En algunas ocasiones buscamos el mismo tipo de imagen que en el ejemplo anterior pero no
partimos de una fotografía en color, sino que en su lugar tenemos una en blanco y negro.
Cuando el color no existe, evidentemente éste debemos incorporarlo nosotros, es decir
“inventárnoslo”, pintarlo, como se Otro método para pintar de color puede ser seleccionar un área
específica y usar la herramienta bote de pintura, al hacer con clic con la cual se rellena el área con el
color del primer plano:
Cuando pintamos una imagen también resulta útil la herramienta de cuentagotas, ya que
permite hacer clic sobre cualquier punto de una imagen para convertir el color de éste en el color
de primer plano actual de Photoshop.
Así, por ejemplo, si tenemos un retrato en blanco y negro y queremos pintar el color de la piel en la
persona, podríamos coger éste color desde cualquier otra imagen en la que tuviésemos un cuerpo.
La herramienta de Pincel inteligente contiene dos pequeñas variantes de una misma utilidad que consiste
en la posibilidad de utilizar para nuestras imágenes configuraciones cromáticas preestablecidas: de blanco
y negro, de iluminación, de imitación de filtros de fotografía….:
Partiendo de una imagen en color podemos convertirla a blanco y negro dejando sólo en color ciertas
áreas que deseemos resaltar. Esto se puede hacer de varios modos, siendo el mejor de ellos por medio
de capas de ajuste. Los pasos para realizar este proceso son:
1. En este caso partimos de la fotografía siguiente, de la que deseamos obtener una imagen en blanco
y negro que sólo mantenga el color rosa de la flor:
Con esto, como observamos en la imagen superior, ya tendríamos la imagen deseada. Si no hemos
hecho la selección de la flor inicialmente o tenemos que retocar alguna zona, simplemente tendríamos
que pintar en blanco o en negro en la máscara de capa, como ya hemos indicado en la ficha 4, para
incluir zonas (blanco) o excluirlas (negro) del efecto incorporado.
Con la misma técnica de la práctica anterior, pero usando otro tipo de capa de ajuste/relleno, podríamos
cambiar el color de una zona concreta, por ejemplo unos ojos, o unos labios, como haremos en esta
ocasión:
2. Manteniendo la selección anterior creamos una nueva Capa de relleno de Color Sólido y elegir el
color adecuado (que siempre se puede cambiar a posteriori):
3. Una vez confirmado el color, obtenemos la nueva capa con la zona seleccionada de blanco en la
máscara de capa:
4. Finalmente sólo habría que cambiar el modo de fusión de la nueva capa a Color (el modo por
defecto es Normal), para que la fusión del color sea más sutil y realista, independientemente de que
podamos complementarla con la opacidad para que haya una mayor transparencia.
Como es evidente, si deseamos pintar de diferentes colores zonas diferentes, tendríamos que incorporar
capas de relleno de color adicionales.
En algunas ocasiones buscamos el mismo tipo de imagen que en el ejemplo anterior pero no partimos
de una fotografía en color, sino que en su lugar tenemos una en blanco y negro. Cuando el color no
existe, evidentemente éste debemos incorporarlo nosotros, es decir “inventárnoslo”, pintarlo, como se
hacía antiguamente, antes de que existiese el color.
Antes de poder pintar en color sobre una imagen en blanco y negro es importante cerciorarse de que la
imagen es de modo de color RGB (aunque inicialmente no tenga color), información que aparece junto
al nombre de la fotografía en su barra de título. En la imagen de la cabaña inferior podemos observar
que su modo inicial es de Escala de grises:
A partir de aquí ya podemos pintar sobre ella mediante capas de relleno de color y la máscara
correspondiente, como hemos visto en la práctica anterior, dando en cada zona el color adecuado:
Esta operación también puede hacerse mediante una Capa de Ajuste de Tono/Saturación, activando
la opción Colorear y eligiendo el Tono deseado:
Virado a sepia
Virado a azul
Por supuesto, al estar hablando de capas de ajuste/relleno, siempre disponemos de la máscara de capa
para hacer que el efecto se aplique a toda la imagen o a una parte de esta, como ya sabemos.
No obstante, también hay otros modos y/o herramientas adicionales de imágenes en Photoshop:
Los fotomontajes son imágenes elaboradas mediante la combinación de elementos de otras. Antes de
afrontar un fotomontaje es muy importante conocer bien el funcionamiento de las capas. En este sentido
hay algunos factores importantes que observar y/o recordar:
Un fotomontaje posible sería el siguiente, en el cual a partir de una foto de un árbol y un banco en un
parque (izquierda) y otra totalmente distinta de una niña junto a un estanque (derecha):
1
Independientemente de que algunos tipos de selección permitan el calado desde su configuración inicial, siempre tenemos
disponible de la opción de calar cualquier selección existente (menú Selección/Calar)
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 6 - Página 46
Obtenemos una imagen diferente común:
2. Copiarla desde allí (Ctrl+C) y llevarla a la foto del árbol (Ctrl+V o Edición/Pegar).
3. Seleccionar la capa recién pegada, que se genera automáticamente y voltearla (menú Imagen /
Rotar / Voltear capa horizontal).
Un tipo de fotomontaje muy habitual suele ser variar una zona puntual pero amplia de una imagen, como
puede ser el cielo de la fotografía inferior, que deseamos cambiar por otro más nublado:
En este caso tenemos una segunda imagen con nubes que vamos a utilizar, realizando los pasos que
se indican en la página siguiente:
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 6 - Página 47
1. Abrimos esta segunda fotografía y seleccionamos en ella el área de cielo que nos interesa:
2. La copiamos (Ctrl+C), nos cambiamos a la imagen primera, que muestra una plaza, y la pegamos
(Ctrl+V). A partir de este momento nuestra imagen inicial tiene encima esta nueva capa:
3. En este momento puede ser interesante tener esta nueva capa debajo de la principal. Podemos
conseguirlo, por ejemplo, duplicando la capa de fondo, de modo que tengamos una copia encima:
4. Finalmente seleccionamos en ésta el cielo a cambiar (en este caso sería lo más sencillo hacerlo con
la varita mágica y la tolerancia
adecuada).
Un elemento decorativo adicional que habitualmente deseamos para resaltar nuestras imágenes es la
colocación de un marco exterior a las mismas, para lo cual disponemos de múltiples posibilidades, entre
otras:
Las herramientas de Marco Rectangular y Marco Elíptico, que ya hemos usado anteriormente para
hacer selecciones, también nos ayudan a crear este tipo de marcos. Para crearlos con esta herramienta
debemos realizar los tres pasos siguientes:
2. Elegir la opción Invertir del menú Selección (o Mayus + ctrl. + I) para conmutar la selección y
que quede elegido el área exterior de la imagen.
3. Pulsar la tecla Suprimir para eliminar éste área y que se cree un marco que nos dejará ver el
color de fondo (seleccionar el deseado previamente).
Al igual que hemos comentado en las prácticas anteriores, una variante más potente y versátil de hacer
lo anterior sería mediante capa de relleno de Color Sólido, como en el ejemplo siguiente, que hemos
generado una especie de viñeteado verdoso:
Estas dos herramientas proporcionan dibujos con formas o marcos predeterminadas (Motivos) que
podemos usar para dibujar o recortar, en combinación con el uso de otras capas si es necesario.
Marcos libres:
Complementando a las formar anteriores y con las mismas técnicas, podríamos hacer que el fondo del
marco fuese:
• Una capa en blanco sobre la que dibujar libremente y con el pincel deseado
• Etc.
Como ya sabemos cualquier imagen se puede redimensionar, reubicar, rotar, e incluso voltear, usando
la herramienta Mover y el tirador de la esquina y en la dirección adecuada:
De este modo, en el ejemplo anterior estamos rotando manual y libremente una imagen.
No obstante, otras veces queremos hacer una transformación más compleja de las imágenes, de modo
que podamos cambiar o corregir su perspectiva, distorsionarla, cortarla, voltearla vertical u
horizontalmente, transformarla libremente, etc. Todas estas opciones se encuentran dentro del menú
Imagen:
De este modo podemos adecuar nuestra imagen anterior a un espacio determinado, por ejemplo, como
vemos en la página siguiente, donde hemos colocado la fotografía en la pared, encima del cartel:
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 7 - Página 52
Para ello no hemos rotado la imagen campestre, sino que la hemos deformado con la herramienta
Distorsionar.
En otro momento determinado podemos necesitar la herramienta Perspectiva, por ejemplo para
corregir, como en el caso inferior, la deformación de líneas producida por el uso de un objetivo angular,
que en este caso es más que visible y afea el edificio central:
Herramientas Recortar/Recomponer
Si queremos que al mover los marcadores de una imagen esta se recorte en lugar de redimensionarse,
podemos usar la herramienta Recortar, que se encuentra tanto en menú como en la barra de
herramientas:
La otra herramienta que comparte menú con ella en la barra de herramientas (Recomponer) realiza un
tipo de recorte distinto, permitiéndonos elegir que áreas concretas del interior de una imagen deseamos
conservar o perder al redimensionar esta.
1. Pintar en rojo las zonas que deseamos eliminar y en verde las que deseamos conservar a toda
costa (el programa intenta en principio borrar sólo las rojas, pero a veces tiene que eliminar
también algún área contigua y podríamos proteger estás pintándolas en verde si fuesen
importantes). Para ello la barra de parámetros nos da los pinceles correspondientes:
2. Arrastrar uno de los selectores laterales para que vaya desapareciendo definitivamente lo
marcado en rojo al redimensionar la imagen.
Como vemos en el ejemplo anterior, al final la imagen de la chica desaparece y Photoshop intenta
respetar todo lo que la rodea, aunque en este caso, evidentemente, la pintada del fondo sí sufre
variación. En este caso la imagen no necesitaría más retoques, pero habitualmente los fondos o zonas
aledañas no son tan simples o fáciles y requieren un mayor control y una inevitable corrección posterior.
Esta herramienta es un instrumento muy adecuado para casos en los que, por ejemplo, hay que eliminar
a una persona de un grupo, o situaciones similares.
Frecuentemente generamos fotografías que tienen una inclinación que no hemos percibido en el
momento de hacerlas: horizontes inclinados, edificios que se caen, etc. No cabe duda de que a estas
alturas ya sabríamos enderezar cualquier imagen sin más que rotarla. Incluso podríamos ser más
preciosos a la hora de hacerlo y ayudarnos de las guías y la regla.
No obstante, Photoshop también nos suministra para facilitarnos este fin la herramienta Enderezar (en
la barra de herramientas o en el menú Archivo/Rotar/Enderezar):
Para ello sólo tenemos que elegir la herramienta y arrastrar dibujando la línea que debe ser la horizontal
real. En este ejemplo lo podemos hacer marcando la línea de la calle (si deseamos enderezar la imagen
por medio de una línea vertical, habría que hacer clic en el punto inicial, pulsar la tecla Ctrl
manteniéndola, y arrastrar hasta el punto final). Al soltar el ratón la imagen se corrige en consecuencia:
Enfoque/Desenfoque de imágenes:
Habitualmente nuestras imágenes digitales suelen precisar una mejora del enfoque, o simplemente
deseamos mejorar la nitidez de unas zonas en detrimentos de otras. Indudablemente, este tipo de
procesos es mejor acometerlos desde la cámara, en el momento de la toma, por medio del uso del
diafragma (profundidad de campo), de una óptica adecuada, del control de la velocidad de la toma
evitando el movimiento de la cámara, etc.
2. Las formas de desenfoque más versátiles y ricas se ejecutan por medio de filltros, es decir, a
1
través del menú Filtro/Desenfocar :
De este modo, y siguiendo con la fotografía de la página anterior, una vez seleccionado el área en torno
a la chica, podríamos utilizar, por ejemplo, el Desenfoque Gaussiano, que nos permite ajustar el grado
de desenfoque por medio del radio:
1
http://help.adobe.com/es_ES/photoshopelements/using/WS287f927bd30d4b1f-6b2dcc6012e28ab5bbe-
7fde.html#WS287f927bd30d4b1f-6b2dcc6012e28ab5bbe-7fd8
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 7 - Página 56
Otros tipos de desenfoque de los que disponemos por medio de filtros, simulan Movimiento, por
ejemplo, pudiendo configurar la dirección e intensidad de éste:
Máscara de Enfoque
Como es fácil de entender, el desenfoque es un proceso mucho más sencillo que su opuesto, el
enfoque, ya que la falta de nitidez siempre puede generarse con facilidad. Conseguir mejorar la nitidez
de una imagen, por el contrario, no es un proceso sencillo, sobre todo si se trata de zonas críticas y
delicadas, como pueden ser los ojos en un retrato. El mejor método ante estos casos es el uso de la
2
Máscara de Enfoque (menú Mejora) que nos permite ajustar diferentes parámetros :
Cantidad.
Ajusta el contraste
entre los píxeles de los
bordes.
Radio.
Establece la cantidad
de píxeles alrededor
de los anteriores que
también varían de
contraste.
Umbral.
Controla la distancia
mínima entre unos
píxeles y otros para
ser considerados
bordes.
Los valores de radio y umbral es aconsejable que sean pequeños.
2
http://helpx.adobe.com/es/photoshop-elements/using/sharpening.html
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 7 - Página 57
Para el adecuado uso de este recurso, es aconsejable trabajar con correcciones muy sutiles y
progresivas, controlando minuciosamente que las líneas de borde que se acentúan son las que nos
interesan, y no otras.
Como es evidente, la recuperación del enfoque de una imagen de escasa nitidez, no será posible, de no
ser a costa de conseguir unas líneas artificiales enormemente marcadas.
Ajustar Enfoque
Esta es otra opción de ajuste del enfoque, como su propio nombre indica, y del desenfoque, en la que
además podemos decidir el ángulo del desenfoque y establecer que nuestra intervención sea más
refinada, es decir, que el programa la haga de un modo más lento que nos permita ir observando y
seleccionando más detalladamente el proceso:
El Tamaño de la imagen:
Es especialmente importante saber que el tamaño real de una imagen digital es su resolución, su
número de píxeles. Dependiendo de su uso posterior, podemos distribuir estos píxeles de una u otra
manera, usando una resolución de ppp (píxeles/puntos por pulgada) concreta. Relacionado con las copias
en papel, estamos acostumbrados a pensar en centímetros para nuestras fotografías, por la tradición de
usarlas en papel, y esta puede seguir siendo una buena costumbre en determinados casos, pero
asumiendo y recordando lo anterior: el tamaño real o resolución general de la imagen.
En este sentido, es importante aprenderse las dos resoluciones en ppp que la mayoría de usuarios
habitualmente utilizaremos, y que son las adecuadas para aportar la calidad conveniente en cada entorno:
Cuando usamos el comando Nuevo / Archivo en blanco (menú Archivo) para crear un archivo de
imagen desde cero es importante tener esto en cuenta. Así, para realizar un trabajo que se verá en internet
dejaremos su resolución de 72 ppp e intentaremos asignar una dimensión en píxeles totales suficiente
para una visión de calidad en las pantallas actuales, que puede ser, por ejemplo, de hasta 1280 X 800 ppp:
Por el contrario, si queremos crear una imagen que posteriormente imprimiremos podemos hacerlo ya con
el que será su tamaño en centímetros (en este caso 24 X 18), pero asignando una resolución de 300 ppp
para no perder calidad:
Cuando vayamos a escanear una imagen que tenemos en papel, negativo o diapositiva, también hay que
tener en cuenta lo anterior. Muchas veces se escanean imágenes sin variar sus parámetros, aceptando los
que propone el software del escáner, y sólo conseguimos fotografías a una resolución insuficiente.
Para escanear una imagen en Photoshop tenemos que abrir el comando Importar del menú Archivo. Ahí
aparecen dos formas de hacerlo: una estándar (Twain), y otra relacionada con nuestro escáner concreto.
Sea cual sea el método de estos dos que elijamos, es muy importante elegir en él la opción de resolución y
ajustarla a la que nos interese a nosotros según el caso. Ejemplos:
- Si escaneamos una fotografía de 8 X 12 cm. y posteriormente deseamos imprimirla para hacer nuevas
copias, tendremos que indicar la resolución ya indicada de 300 ppp. Esto será perfecto si las copias
que sacaremos a papel posteriormente van a ser del mismo tamaño, pero tendremos que escanearla al
doble de resolución (600 ppp.) si deseamos una impresión con calidad del doble de su tamaño (16 X
24 cm), y así sucesivamente.
- En el caso de un negativo o una diapositiva de tamaño universal (2,4 X 3,6 mm.), si deseamos hacer
posteriormente una impresión con calidad a papel y a un tamaño de 10 X 15 cm. (es decir,
aproximadamente cuatro veces más grande que el negativo o diapo) tendremos que usar una
resolución cuatro veces mayor a la de 300 ppp., es decir: 1.200 ppp.
Cuando abrimos una imagen ya creada siempre podemos cambiar su tamaño y/o resolución desde el
menú Imagen / Cambiar Tamaño / Tamaño de la imagen (Alt+Ctrl+I), cuyo cuadro de diálogo vemos
en el ejemplo posterior. En este caso tenemos una fotografía realizada con una cámara digital de unos
10 megapíxeles (2735 X 3647). El recuadro Dimensiones en píxeles de la parte superior identifica la
información más importante, que es éste número de píxeles originales.
Por el contrario, el recuadro siguiente, Tamaño del documento, sólo especifica como distribuir estos
píxeles. Podemos editar esa información indicando libremente el tamaño en centímetros y la resolución,
pero es muy importante hacerlo teniendo en cuenta lo siguiente:
→ Con la opción Remuestrear la imagen activada, al cambiar estos datos también modificamos los
píxeles reales del recuadro superior (Dimensiones en píxeles). Si esto se realiza obteniendo más
píxeles de los que había, es lo que se denomina interpolar, es decir, “inventarse píxeles nuevos”.
→ Como puede deducirse, unos píxeles creados por el programa quizás permitan aumentar el tamaño de
una fotografía, pero esto se hará perdiendo definición y calidad de imagen.
Con la casilla Restringir proporciones activada cuando cambiamos uno de los valores del tamaño
(anchura o altura), el otro se modifica automáticamente la proporción correspondiente. Al mismo tiempo
aparece un símbolo de cadena (fecha verde) junto a las dimensiones para indicarlo.
Una utilidad importante que da este cuadro es poder descubrir el tamaño máximo de impresión sin pérdida
de calidad de cualquier imagen que hayamos abierto. Para ello tenemos que desactivar la casilla
Remuestrar la imagen, para asegurarnos de que los píxeles reales se bloquean y no creamos nuevos
(interpolar) e indicar la resolución para impresión (300 ppp).
En este muestra, por ejemplo, estaríamos descubriendo que una imagen de 3090 X 4002 píxeles, a
300 ppp, da un tamaño máximo de impresión con calidad de 26 X 33 cm.:
En el menú Cambiar Tamaño tenemos una segunda opción relativa al tamaño de la imagen: Tamaño del
lienzo. Ésta permite cambiar el tamaño agregando un borde adicional a la fotografía:
En el ejemplo siguiente partimos de una fotografía de 40 X 30 cm, como podemos comprobar tanto en el
cuadro de Tamaño del lienzo como en las reglas de la ventana de la imagen:
Una fotografía digital es la conversión a información numérica de valores lumínicos captados por los
píxeles de un sensor. Es muy importante saber que cuando esta imagen digital pasa del sensor a un
dispositivo de almacenamiento puede hacerlo conservando toda la información que se ha captado o
perdiendo parte de ésta, es decir, prescindiendo de parte de esta información y, por lo tanto, disminuyendo
su calidad.
Habitualmente las cámaras digitales vienen configuradas para almacenar sus imágenes en JPG, que es un
formato destructivo, pero que aporta importantes ventajas:
1. Es un verdadero estándar que cualquier ordenador o sistemo operativo puede leer, editar y
compartir cómodamente, sin necesidad de un software especial.
2. El peso (tamaño) de las imágenes JPG es ligero: caben muchas en cualquier tarjeta de
almacenamiento y su descarga o envío por correo electrónico es, por tanto, rápido.)
Estas dos virtudes, no obstante, también son su mayor defecto, ya que si un JPG ocupa poco y resulta
cómodo es porque comprime su información y pierde una cantidad significativa de ella, como acabamos de
indicar. En relación con esto, cuando vamos a grabar una fotografía en este modo se nos pregunta por la
calidad, que podemos indicar en una escala de 1 a 12 (12 es la mejor calidad). Ya que el método siempre
pierde y hoy en día no hay problemas de espacio para este tipo de archivos (de no ser para copias que
enviaremos por correo electrónico) como norma dejaremos siempre la mejor calidad posible.
El formato RAW
En el lado opuesto al anterior nos encontramos con el formato RAW (que en inglés tiene un significado
muy gráfico: crudo, es decir, bruto, sin tratar). Éste almacena toda la información captada por el sensor,
sin desechar nada y permitiéndonos recuperar valores y/o detalles que se habrían perdido en el caso de
los JPG. Por esto mismo también se le denomina negativo digital, en equivalencia a lo que sería su
equivalente analógico.
Sabido lo anterior, podemos suponer que si no usamos como norma el formato RAW es porque supone
ciertas incomodidades:
1. La imagen ocupa más espacio y es más incómoda para trabajar (necesita ser tratadas antes).
2. No existe un formato RAW estándar - cada marca utiliza el suyo propio - y como norma general no
pueden verse o editarse con cualquier programa. De hecho, cada marca usa un tipo de fichero y
1
extensión diferente para sus archivos RAW : Canon (CR2 y CRW ), Nikon (NEF), Sony (ARW y
SR2), Pentax y Samsung (PEF). Olympus (ORF), Fujifilm (RAF), etc.
Para mitigar este problema las cámaras actuales proporcionan la opción mixta de guardar las fotografías al
mismo tiempo en formato RAW y JPG, de modo que mantengamos la versión de calidad y otra para un
tratamiento inicial rápido y cómodo.
Por ejemplo, en la imagen siguiente vemos la información de formatos de archivo de la cámara Nikon D90,
que permite usar este modo mixto de archivado en la tarjeta:
Es evidente que para un usuario medio y ante gran parte de las situaciones el formato JPG puede ser más
que suficiente. Otra cosa es si nos encontramos ante situaciones o trabajos que exigirán verdadera calidad
y posibilidades de retoque, muy especialmente si somos aficionados avanzados o profesionales. En estos
casos, sin duda, debemos tomar muy en cuenta trabajar en formato RAW.
También hay opciones intermedias, como el formato TIF, que es un formato universal y cómodo de trabajar
(como el JPG), pero de mucha mayor calidad. Hablamos de él unas páginas más adelante.
1
https://es.wikipedia.org/wiki/RAW_(formato)
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 8 - Página 63
Abriendo archivos RAW
Como hemos adelantado, las imágenes RAW no están tratadas ni configuradas, de modo que nada más
abrirlas tenemos que proceder sobre ellas con unos ajustes básicos, fundamentalmente de luminosidad,
color y foco. Esto hace que a veces al comparar las versiones JPG y RAW de un archivo pueda
parecernos que está mejor el primero de ellos, pero esto sólo se debe a que ya está “precocinado”.
Como también hemos indicado, cada marca de cámara digital utiliza sus propios RAW, lo que supone que
en principio necesitamos un programa especial para abrirlos y modificarlos. Esto no debe suponer ningún
problema en nuestro propio ordenador, ya que cuando compramos una cámara obtenemos un CD con un
programa de tratamiento digital que podemos y es aconsejable instalar y que siempre permitirá tratar
digitalmente las imágenes, tanto las JPG como las hechas en el formato RAW de nuestra cámara.
No obstante, probablemente sí encontremos problemas al intentar ver o abrir esos archivos RAW en otro
ordenador, o RAWs de otras cámaras en el nuestro. Dependiendo del programa que utilizemos y si lo
tenemos actualizado o no, esto puede ser un problema serio, de modo que se hace imprescindible tener
una solución para todos los casos, como puede ser el formato .DNG.
El formato DNG
El formato DNG es un tipo de formato RAW creado por la empresa Adobe con carácter libre, de modo que
pueda actuar como un estándar RAW y sea reconocido por cualquier programa. Las siglas de su
extensión son bastantes gráficas al respecto, ya que proceden de negativo digital (digital negative).
Aunque cada marca sigue utilizando sus propios RAW, Adobe proporciona Adobe DNG Converter, un
programa sencillo y gratuito que podemos descargar desde la zona de descargas del propio Adobe:
https://www.adobe.com/support/downloads/product.jsp?product=106&platform=Windows
Este programa se instala fácilmente y ocupa muy poco espacio, ya que su única función es convertir RAW
propietarios (PEF, NEF, CR2, ORF...) a DNG. Una vez convertidos sólo hay que abrirlos con Photoshop o
cualquier otro programa que
usemos habitualmente para
el retoque fotográfico.
2
https://es.wikipedia.org/wiki/DNG
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 8 - Página 64
Tratamiento de los archivos RAW
Para el tratamiento de los archivos RAW en general hay multitud de programas, aparte de los de nuestra
propia marca de cámara, entre ellos algunos de software libre, como UFRaw o Rawtherapee, los cuales se
pueden descargar de los enlaces siguientes y leen perfectamente archivos en formato DNG:
http://ufraw.sourceforge.net/
http://www.rawtherapee.com/
Sea como sea, finalmente las imágenes RAW siempre deben “cocinarse” (configurarse). En la imagen
inferior podemos ver como al detectarse una imagen RAW en Photoshop, éste programa la abre
directamente con Camera Raw, un módulo específico para tal efecto que posee este programa:
Como vemos en la zona de la derecha de la imagen superior debajo del histograma tenemos los tiradores
necesarios para ajustar los diferentes aspectos: temperatura de color, exposición, saturación, etc. En la
imagen inferior vemos como es la pantalla equivalente en el programa de software libre UFRaw:
Ya hemos hablado sobre el formato JPG y hecho referencia a sus grandes problemas:
Otro problema relacionado con este formato en Photoshop, como ya hemos mencionado en la ficha 4 de
este manual, es que no guarda las capas (se combinan). Si deseamos tenerlas siempre disponibles y
editables esto nos obliga a usar otro tipo de formato, como puede ser PSD, que es el propio de Photoshop
y por supuesto guarda toda su información, o TIF, que es un formato universal que puede comprimir con
mucha menos pérdida. Estos archivos ocupan más espacio, evidentemente, pero los dos son
perfectamente válidos y soluciones muy aconsejables para archivar nuestras imágenes con calidad y
compatibilidad. El formato PSD, a pesar de ser un formato propietario de Adobe Photoshop, es legible por
la práctica totalidad de programas de tratamiento (por ejemplo Gimp).
3
https://helpx.adobe.com/es/photoshop/using/saving-files-graphics-formats.html
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 8 - Página 66
La opción más importante es la compresión, que podemos indicar que no la haga. De utilizarla, el mejor
método en cuanto a calidad es el LZW.
El formato PNG
Este formato es de gran utilidad en relación con el uso de imágenes en aplicaciones web,
fundamentalmente en relación con su bajo tamaño y la posibilidad de guardar imágenes con zonas
transparentes, algo que no podemos hacer en JPG. Tiene el problema de que se reduce el espacio de
color, pero eso no es gran problema para multitud de imágenes en internet o para trabajos de diseño
gráfico.
Finalmente, si guardamos el
archivo en formato PNG la
transparencia se conserva, como
podemos ver el ejemplo de los
iconos del escritorio siguiente,
uno en PNG y otro en JPG:
GIF y PNG son dos formatos de fichero que permiten crear una animación sencilla desde una aplicación
de retoque fotográfico como Photoshop. Para ello necesitamos un grupo de imágenes estáticas con las
que podamos crear una secuencia animada. En este ejemplo disponemos de tres imágenes en formato
JPG de un cochecito situado en tres posiciones distintas:
3. Accedemos a menú Archivo / Guardar para Web, con lo cual obtenemos el cuadro de diálogo
final de configuración del fichero:
4. En este cuadro es importante acordarse de elegir de nuevo el tipo de archivo (en este caso GIF),
activar la casilla Animar e indicar el tiempo de retardo del recuadro, es decir, el tiempo que cada
una de las imágenes permanece en la animación antes de ser sustituida por la siguiente. También
suele activarse la casilla Repetir para que la animación se genere en bucle (repitiéndose una y
otra vez indefinidamente o hasta que salgamos con la tecla Escape). También es aconsejable
reducir el tamaño del archivo (tamaño nuevo) para que no pese demasiado la animación:
5. Confirmado lo anterior y guardado del archivo, posteriormente podemos hacer doble clic sobre el
fichero GIF desde cualquier lugar, por ejemplo desde el explorador de archivos de Windows, para
ejecutar la animación. No es necesario tener abierto Photoshop ni ningún otro programa de
retoque fotográfico o aplicación de vídeo.
Usando a fondo Photoshop, con la paciencia y las herramientas adecuadas, es posible transformar
completamente cualquier imagen. Prácticamente sólo necesitamos tener una idea y buscar la forma de dar
todos los pasos necesarios para transformar una imagen hasta el efecto buscado. Por supuesto, para ello
debemos conocer correctamente el uso de cada herramienta y muchas veces, como en este caso, echar
mano del uso de algún filtro de Photoshop. Los filtros son efectos predeterminados que tiene el programa y
que se pueden enriquecer añadiendo otros nuevos, al igual que hacíamos con los pinceles y los motivos,
por ejemplo.
En este ejemplo vamos a convertir una imagen diurna del Taj Mahal en una versión nocturna de la misma,
con un toque adicional final. Disponemos de la imagen siguiente:
De este modo obtenemos la imagen siguiente, compuesta de las tres capas indicadas:
Sin duda esta luminosidad de contraste que sale desde el edificio fortalece la sensación. En relación con
esto, también hemos tenido que realizar esa misma acción sobre el reflejo correspondiente en el agua,
aunque para ello en este caso sólo lo hemos aplicado sobre la capa superior, de modo que también
parezca más real, es decir, más suave.
Finalmente, vamos a colocar un detalle adicional por medio de un filtro de Photoshop (menú Filtro). Antes
de poder ejecutar este necesitamos tener sólo una capa, para lo cual usamos el comando Acoplar
imagen (menú Capa), o seleccionamos las tres capas y usamos Combinar Capas:
Ahora podemos usar el filtro Interpretar/Destello, arrastrar el destello al punto adecuado y modificar los
parámetros (en este caso la intensidad del brillo) de modo que consigamos una luna lejana y difusa:
Un recurso bastante útil, especialmente en fotografía de moda, suele ser retocar las dimensiones de
alguna parte del cuerpo de una persona, o todo éste en general, de modo que podemos por ejemplo:
eliminar una barriga, corregir una nariz, adelgazar o engordar unos brazos, estilizar o alargar a una
persona, etc.
2. Una vez realizado lo anterior obtenemos la ventana Licuar, que proporciona diferentes
herramientas de pincel en su parte izquierda para realiar los cambios deseados sobre la imagen:
1
https://helpx.adobe.com/es/photoshop/using/liquify-filter.html
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 9 - Página 72
La primera de las herramienta se denomina Deformar y con la técnica del pincel (recordemos la
importancia de trabajar con él sutilmente y con el tamaño adecuado) puede arrastrarse para
reducir las dimensiones de la zona sobre la que pintemos. Esta es la típica herramienta utilizada
para la reducción del tamaño de bordes (contornos en general: barrigas, brazos, piernas…)
Otras herramientas, como Molinete o Reflejar, realizan otro tipo de deformaciones más libres y
que pueden observarse claramente al experimentar con ellas.
Por último podríamos usar la herramienta Inflar para hacer clic sobre la zona del estómago del Flaco
(Stan Laurel) de modo que aumente de volumen y parezca más gordo:
En el ejemplo siguiente vamos a variar la fotografía de una amapola solitaria en un campo de modo que
creemos la simulación de que está sobre la orilla de un río o un lago:
3. Como esta nueva capa la vamos a usar como reflejo, vamos al menú Imagen y elegimos la opción
Rotar / Voltear Capa Vertical, tras lo cual sólo tenemos que empujarla a la posición adecuada,
que en este caso es abajo del todo, en la zona en la que originalmente tenemos el suelo:
La herramienta formas decorativas permite elegir entre multitud de formas predefinidas para recortar las
imágenes con ellas. Para ello basta elegir la forma deseada (en la imagen inferior una flor) y arrastrar el
ratón en el tamaño y proporciones deseadas, tras lo cual la imagen original sólo se conserva en el área
definido por la forma:
También es posible usar un texto para hacer un recorte de parte de una imagen, para lo cual realizamos
los pasos siguientes:
1. Elegimos la herramienta de texto ( ) y hacemos clic sobre el área donde deseamos escribir.
2. Asignamos los parámetros de texto deseados (tipo y tamaño de letra, justificación del texto, color,
etc.) y escribimos definitivamente el texto, tras lo cual Photoshop crea una capa nueva, claramente
identificada con una T en su miniatura, como vemos en las capas de la imagen siguiente:
3. Posteriormente debemos colocar la imagen a recortar encima de la capa de texto, para lo cual, si
es la capa de fondo, como en nuestro caso, debemops previamente convertirla en una capa
normal (menú contextual de la miniatura de capa y elegimos capa a partir de fondo).
Automáticamente observamos que ya se ha hecho el recorte y sólo vemos la parte de la imagen que
pasa a través del texto.
Una necesidad muy habitual para un fotógrafo es tener que retocar un retrato, tanto para corregir
pequeños defectos que puedan mejorarse fácilmente (manchas de la piel, granos, cicatrices…), como para
ir un paso más allá y suministrar una piel “perfecta”, imitando lo que podría hacer el maquillaje para
suavizar la piel y ocultar sus imperfecciones.
Hay diferentes métodos para realizar esta tárea, y dependiendo de las características de la imagen y del
tamaño del retrato tendríamos que utilizar técnicas más profesionales, pero hay un método sencillo de
conseguir esto para un gran porcentaje de imágenes, como puede ser el expuesto a continuación:
1. Antes de proceder a crear la típicamente llamada piel de porcelana o melocotón tenemos que
hacer un primer retoque manual de la imagen, corrigiendo con las herramientas de tirita y/o
tampón de clonar los elementos más voluminosos.
2. Una vez hecha esa primera limpieza duplicamos la capa y seleccionamos con el lazo magnético el
área de la piel que queremos suavizar, en este caso la frente y la zona de los ojos, que podemos
ver que presenta unas poco favorecedoras manchas:
3. Nos aseguramos de estar en la capa superior de la imagen y si no es así nos movemos a ella.
5. Tras confirmar la operación observamos que toda la zona seleccionado aparece desenfocada,
también los ojos y las cejas, por ejemplo. En definitiva hemos reparado la piel, pero hay que
eliminar el desenfoque para estás otras áreas, dejándolas de su forma original.
6. Podemos desactivar la selección previa y nos asegurarnos nuevamente de estar sobre la capa
superior.
Nota: A la hora de realizar esta operación es muy importante que seleccionemos el borrador con
un tipo de pincel de bordes difuminados y lo vayamos cambiando de grosor según el ancho
correspondiente, como hemos ido trabajando habitualmente.
Hoy en día la mayoría de las cámaras digitales dispone de alguna función para realizar fotografías
panorámicas, incluso ayudando con líneas de referencia para ir disparando adecuadamente imagen tras
imagen y poder unirlas posteriormente con más facilidad, o uniéndolas la misma cámara. Photoshop
también proporciona una herramienta propia para unir fotografías que hayamos realizado
independientemente en una zona circundante y deseemos combinar. Se trata del módulo Panorama
PhotoMerge, que se encuentra dentro del menú Archivo/Nuevo.
Bastará que estemos en un punto cuyo ángulo exceda al de nuestro objetivo para que tomemos varias
fotos, una desde cada uno de los ángulos, incluso hasta los 360º, sabiendo que Photoshop nos las unirá a
posteriori. Como es evidente, para que el programa pueda realizar esto tiene que encontrar elementos
comunes entre cada par de fotos para poder ir juntándolas. En este caso hemos hecho tres fotografías en
la plaza de Centro Cívico Ibaiondo de Vitoria que deseamos fusionar en una sola:
Como observamos en la imagen final, Photoshop realiza habitualmente esta labor con gran corrección,
aunque dependiendo de la imagen tendremos que hacer algún que otro retoque más elaborado. Sí que
suele ser necesario recortar zonas sobrantes que han resultado, como en la foto del ejemplo anterior (o
pintar en las vacías clonando cielos, suelos...). En situaciones de más contraste (por ejemplo en días
soleado con zonas al sol y sombras) quizás haya que o igualar luminosidades, tonalidades o tonalidades,
aunque en principio son labores que el programa también realiza por sí mismo con gran acierto
Es interesante saber que la fotografía panorámica sirve para mucho más que crear tomas que captan un
ancho espacio horizontal (o vertical, como en el ejemplo que usamos a continuación). Por ejemplo,
también aportan estas dos funcionalidades adicionales:
1. Permiten conseguir imágenes de mucha mayor resolución sin tener que disponer de una
cámara con una resolución mayor. Por ejemplo, podemos generar una imagen de 40 MP uniendo
varias imágenes hechas con nuestra cámara de 10 MP.
2. Permiten adquirir grandes ángulos de toma sin tener un objetivo gran angular y evitando de un
modo sencillo sus principales deformaciones de perspectiva.
En este caso, sin más que utilizar la herramienta Recortar podemos eliminar de la panorámica las zonas
de cielo sobrantes y comparar las imágenes:
La fotografía resultante no sólo incluye una zona más amplia (tanto horizontal como verticalmente), sino
que además ha corregido por si misma el problema de perspectiva, mucho más evidente en la imagen de
una sola toma y aunque en los dos casos se fotografió exactamente desde el mismo punto.
1. Fusionamos las imágenes con Photomerge para crear una fotografía panorámica normal, como
ya hemos aprendido. En este caso hemos seleccionado para el proceso las imágenes siguientes,
realizadas sobre un puente en la ciudad de Miranda de Ebro:
2. Realizamos sobre ella las correcciones necesarias (en este caso el clonado del cielo, el suelo y el
río) para que también tengamos cierta amplitud en las zonas superior e inferior:
Para que esta operación sea mucho más sencilla es aconsejable realizar las tomas en formato
vertical. Así adquirimos mayor información en los cielos y en los suelos que no tendremos que
clonar y nos vendrá muy bien para crear la fotografía circular.
En este punto es importante elegir una resolución adecuada pero reducida, ya que la imagen
resultante de la fusión, dependiendo del número de fotografías utilizadas, probablemente tenga un
tamaño y unas dimensiones excesivos.
5. Rotamos la imagen 180º. (menú Edición / Rotar). Debemos ejecutar este paso si deseamos una
panorámica esférica típica, con el cielo en la zona exterior del círculo, pero también podemos crear
la versión contraria, en la que el cielo este en el interior y el suelo en el exterior de la imagen.
Práctica 3: Panografías1
Una técnica adicional, que proviene del collage y no se realiza con el módulo Panorama PhotoMerge,
sino artesanalmente, es la creación de panografías, es decir, fotografías creadas a partir de la fusión de
un grupo de imágenes menores aproximadamente como lo haríamos si las tuviésemos impresas en papel
sobre una mesa y las fuésemos juntando unas con otras.
Esta técnica ya la usó habitualmente el fotógrafo David Hockney en los años 80 con la fotografía sobre
papel impreso, aunque se bautizó como panografía ya en el mundo digital. El resultado final es una unión
deforme, algo irreal, pero por eso mismo chocante y, sin duda, creativa. De hecho a la hora de unir las
imágenes de modo definitivo hay varias posibilidades, lo que incrementa las posibilidades creativas.
1
https://es.wikipedia.org/wiki/Panograf%C3%ADa
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 10 - Página 83
Antes de dar ninguna receta panográfica, que a estas alturas de curso ya podemos más o menos deducir
por nosotros mismos, sí podemos ver un ejemplo de la fotógrafa alemana Mareen Fischinger:
Vemos que la autora ha usado decenas y decenas de imágenes, con lo que la complejidad para casarlas
es grande y supone un trabajo minucioso. Lo importante es observar que las imágenes básicamente sólo
se mueven y rotan para crear este tipo de puzzle, en ningún momento se deforman. Debido a esto
mismo la imagen es imperfecta, seccionada, pero dejando al mismo tiempo reconocer perfectamente el
elemento retratado y dándole un aire creativo y una estética especial. Por otro lado, esta técnica también
permite captar zonas de gran amplitud sin disponer de objetivos angulares ni usar modos panorámicos.
El ejemplo siguiente muestra una imagen mía hecha en la plaza España de la ciudad de Vitoria. Este caso
es mucho más sencillo, ya que sólo se han usado siete tomas. las suficientes para incluir más de 180º en
una sola fotografía y hacerlo con una estética y un efecto por lo menos chocantes:
- En la cámara: Realizar las diferentes tomas con nuestra cámara. Momento en el que
decidiremos el área que queremos captar, la focal a utilizar y el punto donde nos ubicaremos.
- En Photoshop o el programa de retoque fotográfico que deseemos: Si hemos usado una
focal larga para fotografiar, como en la imagen de Mareen Fischinger de la página anterior,
tendremos que realizar muchas más tomas para captar todo el área y la fotografía final será mas
fraccionada. Tendremos más trabajo de montaje, pero también el efecto será distinto y puede
ser más interesante.
En la panografía inferior, por ejemplo, se ha optado por una focal normal (50 mm) y un área de unos 180 º
desde un mismo punto, para lo cual se han usado una decena de imágenes y se ha buscado este aspecto
vivo y geométrico que casa con la arquitectura contemporánea:
En técnica, en definitiva, es tan plenamente artesanal y posibilita tal diversidad de resultados que invita a
experimentar y crear con libertad. Teniendo esto en cuenta, podríamos empezar a hacer nuestros pinitos
en este campo con un guión como el siguiente:
1. Creamos la imagen base (menú Archivo / Archivo Nuevo), normalmente con un fondo blanco,
del tamaño y proporciones adecuados a lo que exija la toma o a nuestros intereses (rectangular,
cuadrada o panorámica). Por suerte podremos crear una imagen de cualquier dimensión deseada
con calidad suficiente (ver Ficha 8. Tamaño y Formato de imagen), e incluso sobrante, ya que
partimos de un grupo de imágenes, es decir, de una gran cantidad de píxeles de resolución.
En este caso hemos decidido que la reducción se haga sobre el mismo fichero original (flechas
verdes), algo sólo aconsejable si hemos guardado copias previas, por supuesto, y que las
imágenes resultantes sólo tengan 500 píxeles de ancho (el programa calculará el alto
correspondiente) y 150 ppp (flechas rojas).
3. Colocamos las fotografías sobre la imagen de fondo creada en el punto 1 (arrastrándolas o con los
comandos Copiar / Pegar). En el ejemplo siguiente usamos las tomas hechas a un grupo de
personas en un patio captando un área de unos 180º, que tras ser distribuidas en el fondo pueden
quedar tal como las vemos a continuación:
5. Finalmente ya sólo queda colocar cada capa en su posición moviéndola y rotándola (sin cambiar la
perspectiva ni deformarlas). Para ello lo mejor es empezar por el punto más significativo, o por el
centro, según el caso. Usar la panografía con personas puede dar problemas si estas se mueven,
como en este caso, pero evidentemente no hemos usado esta técnica buscando perfección en las
formas o los rostros, sino un retrato vigoroso de las personas y el entorno:
Para finalizar incluimos otro ejemplo más. En el hemos usado una decena de imágenes para captar sólo
un campo de 90º grados, pero que consigue una vista novedosa e interesante de este espacio (los arcos
interiores de la plaza España de Vitoria):
El Organizador:
Como su propio nombre indica, el Organizador es un módulo del programa que facilita diferentes tareas
de organización general de las imágenes, de modo similar a como funciona bridge en algunas versiones
profesionales de Photoshop. Las labores que podemos desarrollar con él van desde la descarga y
archivado de imágenes de nuestra cámara y el control de su impresión o publicación web, hasta otras más
fotográficas pero centradas en grupos de imágenes, como crear presentaciones y sencillos vídeos, retocar
problemas generales a grupos de imágenes, etc.
Para trabajar con grupos de imágenes existen conceptos adicionales al de carpeta, pudiendo crear
catálogos o pilas, por ejemplo, como grupos de imágenes que se usaran con algún cometido específico,
independientemente de cual sea el lugar de almacenamiento real de cada archivo que forme parte de
estos.
Estando en el editor puede ser interesante usar la cesta de proyecto para seleccionar un grupo de
archivos abiertos con alguna finalidad común y seleccionarlos previamente antes de pasar a gestionarlos
como un grupo en el organizador:
Entre las tareas concretas más habituales para las que podemos usar el organizador están:
• Etiquetar imágenes: desde por cualquier tipo de campo más habitual (lugar, fecha, nombre de
persona, etc.) hasta la posibilidad de hacerlo a través del reconocimiento de caras o de
objetos, de similitudes de color o forma, etc.
• Escanear imágenes.
• Grabar CDs.
La zona central del espacio de trabajo muestra las miniaturas de las imágenes del catálogo actual.
Podemos eliminar imágenes haciendo clic sobre ellas y pulsando la tecla Suprimir o empujádolas desde el
propio explorador de Windows. También podemos agregarlas desde el menú Archivo (Obtener
fotografías y vídeos).
También desde este menú podemos elegir la opción Catálogo y crear uno totalmente nuevo, para lo cual
antes de nada se nos pedirá que le asignemos un nombre.
Organizar Corregir
Como vemos en la imagen, el grupo de opciones Organizar permite el etiquetado de imágenes en toda su
extensión, pudiendo crearse nuevas categorías de etiquetado además de las existentes (gente, lugares..) y
generarse albúmes. El grupo Corregir, como resulta evidente e ilustran los botones que vemos en la
imagen superior permite realizar tareas de retoque/corrección sobre el grupo de imágenes deseado.
Los otros dos grupos, y como sus propios nombres indican, sirven para Crear salidas especiales (vídeos,
libros…) o Compartir las imágenes (crear CDs, subirlas a internet…):
Crear Compartir
Posteriormente esta herramienta se complementa con un cuadro final en el que podemos afinar del todo la
proyección añadiendo adornos, individualizando las transiciones y tiempos entre imágenes, añadiendo
música, guardándola como vídeo, etc.:
La sección de color azul (Organizar), permite crear categorías de imágenes. Para ello ya tenemos unas
categorías generales prediseñadas (gente, lugares..) dentro de las cuales podemos hacer clic con el botón
derecho y añadir subcategorías. Así, por ejemplo podemos añadir len gente nuestros amigos y familiares,
en lugares esos que hemos visitado, etc.
Una vez creada una subcategoría, arrastramos desde ella a la imagen o imágenes correspondientes de
nuestro catálogo y vemos que aparece junto a ella un icono identificativo. A partir de ahí podemos activar
la casilla de la categoría correspondiente para ver sólo esas imágenes. Por ejmeplo, si añadimos Zaragoza
en Lugares, podemos seleccionar sólo todas las fotos hechas en esta ciudad sólo con hacer clic en la lista
en la palabra Zaragoza.
Tratamiento HDR:
Las imágenes HDR (“alto rango dinámico” en inglés) son una forma especial de enriquecer todo lo
posible la gama tonal de una imagen, de modo que en ella podamos ver al mismo tiempo las altas luces y
las sombras de una fotografía, algo que el ojo humano no ve con esa naturalidad, y mucho menos un
sensor digital o una película fotográfica, por mayor que sea la latitud de ésta.
Una imagen de alto contraste (por ejemplo bajo pleno sol de verano a mediodía) es esa que presenta
una distancia mayor entre las luces (sus zonas más claras) y las sombras (sus zonas más oscuras), es
decir, que tiene una mayor gama tonal, o rango dinámico:
Esta gran riqueza de tonalidades supone un gran problema para nuestra cámara, que lo tiene mucho más
complicado para captar todo este rico abanico luminoso. Es decir: más precisos deberemos ser a la hora
de utilizar los recursos de la cámara (selección acertada del punto de enfoque y/o medición, sistema de
medición de la luz, etc.) y/o más corrección posterior deberemos realizar.
Como es evidente, ante situaciones lumínicas de bajo contraste, como una imagen de tarde de un día
nublado, la cámara tendrá pocos problemas para captar todo el rango luminoso existente, ya que este se
reduce enormemente. La imagen siguiente - captada un día muy gris de invierno en Vitoria - tiene tan bajo
contraste que incluso parece ser en blanco y negro, aunque no es así:
1. El uso del bracketing u horquillado, que consiste en realizar tres tomas idénticas de una imagen,
pero con tres exposiciones diferentes: la “correcta” según la medición, una subexpuesta y otra
sobreexpuesta. De este modo tendríamos correctamente en una de las tomas los tonos medios, en
otra las altas luces y en otra las sombras. Sin nuestra cámara no dispone de este modo, también
podemos hacerlo manualmente, es decir, realizando nosotros las correcciones para las tres
exposiciones diferentes.
2. Las cámaras réflex de última generación, e incluso algunas más modestas y los teléfonos móviles
actuales, disponen de una opción automática que realiza fotografías HDR, es decir, que capta tres
tomas y las fusiona directamente. No obstante, como todos los procesos automáticos, sus
resultados sólo son óptimos en algunas ocasiones.
3. Realizar la toma en formato RAW y procesar las versiones necesarias de la imagen (normalmente
tres, pero depende de la imagen o las necesidades) con Camera Raw. Si no disponemos de un
fichero RAW también podemos usar un fichero en otro formato (por ejemplo JPG) pero obviamente
los resultados no serán los mismos.
Una vez que tenemos las diferentes imágenes, programas especiales (Photomatix, DynamichPhoto…) o el
propio Photoshop aportan los métodos para unirlas adecuadamente. En el ejemplo siguiente disponemos
de dos exposiciones diferentes de una misma toma, una clara (izquierda) y una oscura (derecha):
Se observa claramente que en la foto de la derecha no hay detalle de las sombras. Sin embargo, a la
izquierda podemos distinguir que sí hay información en esa zona del muro (unas pintadas) y que la pared
no es negra, sino verdosa. Al mismo tiempo, la zona del cielo y los edificios, así como los amarillos y
rojizos de las escaleras, aparecen quemados en la toma izquierda pero llamativos y vivaces en la versión
oscura. Mediante una combinación HDR podemos mezclar ambas y obtener todas estas luminosidades
diferentes: el azul del cielo, los tonos cálidos, el detalle de las sombras.
Dentro del modo automático que aparece por defecto, el parámetro Resaltar
detalles permite decidir la luminosidad exacta de las zonas más luminosas,
y el parámetro Sombras la de las áreas más oscuras. Al mismo tiempo
podemos definir el grado de Saturación general.
Además de esta herramienta del programa, hay métodos artesanales de generación de combinaciones
HDR que podemos usar en Photoshop y proporcionan un efecto más excesivo, tipo cómic (similar a
nuestra variante superior derecha) y, en cierto modo, de moda durante una época. Abusar de este tipo de
método sólo puede incrementar su artificialidad y no es mucho de mi gusto, pero para ciertas imágenes
concretas o trabajos puede ser interesante.
En los puntos siguientes damos la información necesario para hacer esta tare por el método de capas de
motivo.
Uso de motivos:
Como hemos visto durante este curso, a la hora de trabajar en Photoshop hay recursos de diseño
especialmente interesantes, como los pinceles o las formas. Además podemos incrementar el número de
pinceles o formas cargándolas en nuestro Photoshop tras comprarlas y/o descargarlas gratuitamente de
Internet. Incluso podemos crear pinceles y formas nuevas.
Igualmente ocurre con los motivos, que son un tipo de dibujo predefinido que podemos utilizar, por
ejemplo, para clonar, de modo similar a como aprendimos a clonar con el tampón desde un punto de
origen:
Con este modo de clonar elegimos el dibujo, pincel y tamaño deseado, e iríamos pintando con ese diseño.
Nosotros podemos incrementar los motivos existentes creando uno propio, de modo que se pueda usar
posteriormente para pintar y otros cometidos. Para ello seleccionamos la imagen o zona deseada y
abrimos el comando Definir motivo de la selección (menú Edición), que nos muestra el motivo
propuesto y nos pide asignarlo un nombre.
Uno de los tipos de capa de relleno, junto con el de color sólido y el de degradado, nos permite crear una
capa de motivo con su correspondiente máscara de capa. Con este posibilidad podríamos usar el método
HDR manual siguiente, que nos permite controlar completamente los grados de saturación y transición
luminosa entre luces y sombras:
1. Usar el Camera RAW o cualquiera de los otros métodos indicados en la página 6 para tener dos
versiones lumínicas de la imagen: una que nos proporcione todo el detalle posible en las sombras
y otra en las luces.
2. Crear un motivo (ver punto anterior de esta ficha) con la versión oscura de la imagen.
4. Añadir una capa de relleno de motivo (menú Capa / Nueva Capa de relleno) sobre la capa de
fondo de la anterior eligiendo como motivo el recién creado con la versión oscura de la imagen:
6. Hacer Alt+Clic en la máscara de capa de la capa superior (de repente sólo se ve la máscara de
capa, es decir, una imagen blanca).
7. Pegar en la máscara la imagen de fondo (Ctrl+C). Vemos que la máscara de capa es una copia en
blanco y negro de la capa inferior:
Para realizar este proceso correctamente es evidente que tenemos que disponer de una imagen
adecuada, es decir, que tenga contraste y contenga detalle en sombras y luces que merezcan la pena,
además de hacer por nuestra parte un trabajo previo para la preparación de las dos imágenes raíz.
Información de archivo1:
Hoy en día todavía hay quien tiene la costumbre de imprimir la fecha en sus imágenes. Cada uno es libre
de usar cómo desee su cámara, y en ocasiones puede ser interesante hacerlo al imprimirla, pero
actualmente esto es algo totalmente innecesario como norma, por lo menos si sólo deseamos conocer la
fecha exacta de la toma. Esta información, y mucha más, se almacena siempre incrustada en el archivo
informático de la imagen, sin que tengamos que hacer nada al respecto y aunque inicialmente no podamos
verla. En el fondo todos sabemos esto porque cuando reproducimos las fotografías en nuestra cámara,
junto a la imagen en sí aparece siempre cierta información adicional:
En este caso tenemos la vista de una fotografía en un modelo de cámara concreto y podemos comprobar
que la fecha y la hora de la toma se han archivado correctamente, junto a otros datos técnicamente más
importantes (diafragma y velocidad utilizados, estado de la pila, ISO utilizada, etc.). En este caso además
vemos algo tan importante como el histograma. En la mayoría de modelos de cámara se puede configurar
la información que se visualiza y/o conmutar para que sea más o menos.
Lo importante es saber que toda la información de la toma, como la fecha, la hora, incluso las coordenadas
del punto exacto donde se ha realizado si nuestra cámara dispone de funciones wifi, siempre está
disponible cuando la necesitamos. Dentro de esta información, fotográficamente lo más importante son los
parámetros técnicos: velocidad, diafragma, distancia focal elegida, sensibilidad ISO, balance de blancos
utilizado, etc.
1
https://helpx.adobe.com/es/photoshop-elements/using/file-information.html
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 12 - Página 98
Todo este conjunto de parámetros informativos se conocen como datos EXIF o metadatos y pueden
comprobarse también fuera de la cámara. Ni siquiera necesitamos para ello un programa especial, y
podemos hacerlo desde cualquier sistema operativo.
Por ejemplo, en Windows basta con situarse sobre
cualquier fichero o icono de imagen y pulsar el botón
derecho del ratón. Esto abrirá un menú contextual
cuya última opción se llama Propiedades y da acceso
al cuadro de diálogo correspondiente, que vemos en
la imagen de la derecha.
En este caso el cuadro de información es mucho más completo y los datos de la toma se encuentran en la
pestaña Datos de cámara, como comprobamos en la imagen anterior y en la siguiente.
Uno de los campos que vemos en esta pestaña se llama Palabras clave, que permite incluir categorías o
etiquetas a la imagen que posteriormente podemos utilizar para ordenarlas, agruparlas con otras o
buscarlas con rapidez y eficacia.
Toño Antón (www.rder.es) – Ficha 12 - Página 100
La pestaña Origen permite enriquecer la información descriptiva de la fotografía en cuanto a su
información geográfica y datos de uso o fuente:
Al mismo también tenemos un apartado específico para imágenes relacionadas con análisis o resultados
médicos (pestaña DICOM):