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en los negocios
Criterios Operacionales
1. Compatibilidad en los objetivos:
• Los objetivos de los socios de una AE han de ser compatibles, no hace falta que
sean los mismos.
• Hay que intentar descubrir los verdaderos objetivos del socio en la AE y
asegurarse que no existen objetivos ocultos que pueden perjudicar el desarrollo de
la AE.
• Que los objetivos sean compatibles depende de si las acciones que la empresa
ha de realizar para alcanzar sus propios objetivos ayudan o no a la consecución
de los mismos.
Criterios de Cooperación
1. Compatibilidad y confianza entre los equipos directivos:
• Es uno de los criterios fundamentales y que se inicia en los primeros encuentros
con el potencial socio.
• La experiencia indica que es conveniente visitar las instalaciones del socio y
hablar no sólo con los directivos, sino también con los mandos intermedios que
son los que en ocasiones llevarán el día a día de la AE.
2. Culturas compatibles:
• Se ha de analizar tanto la cultura corporativa del socio, como la cultura nacional
en caso de ser un socio extranjero.
• Para que la AE funcione no es necesario que las culturas sean similares, han de
ser compatibles. De hecho si las culturas son diferentes pero compatibles, la
relación entre los socios será más rica.
Emprender en compañía:
cómo encontrar al socio ideal
La sequía crediticia está llevando a los emprendedores a buscar socios que les
ayuden a hacer realidad sus proyectos. Esta motivación financiera no debe
hacernos caer en el error de dejar entrar en nuestra empresa a cualquier persona,
sino que debemos ser selectivos al hacerlo y buscar a alguien que comparta
nuestra visión y presente habilidades directivas o ciertas capacitaciones clave para
formar parte de la dirección-gestión de un negocio.
En no pocas ocasiones, nos dejamos llevar por la cercanía y damos paso a
amigos o familiares, conocidos con los que nos unen ciertos lazos de amistad que
puede que no sean las personas más adecuadas para asociarse. Por ello, hay que
tener en cuenta una serie de factores para no errar en la elección del
compañero de uno de los viajes más importantes de la vida: el mundo de la
creación y consolidación empresarial.
Para ayudar en esta elección, desde Muy Pymes recetamos prestar atención
a cinco factores clave para conseguir encontrar al socio ideal:
1. Compartir visión, pasión y valores. Hay que esforzarse por conocer bien a
aquella persona que queremos que forme parte del proyecto. No se trata de
encontrar a alguien que nos simpatice o nos parezca agradable, sino de saber que
estás en sintonía con ella y que su filosofía empresarial se corresponde con la
tuya. Para ello, primero debes saber cuál es tu visión y tus valores. Analízate a ti
mismo y reflexiona en torno a estas preguntas: ¿Qué te motiva a emprender?
¿Cuál es tu objetivo con este negocio? ¿Unos ingresos extra o un trabajo para
largo plazo? ¿Cuánto tiempo puedes y quieres dedicarle al proyecto? Tu socio
debería responder a esas mismas cuestiones y las respuestas deben ser similares
a las tuyas. De no ser así, hay que seguir buscando…
2. Persona que aporte un bagaje formativo y experiencia en el sector. Además
de la financiación, se suelen buscar socios que aporten conocimientos en una
actividad específica o en un área concreta. Si nos dedicamos a prestar servicios
de asesoramiento financiero, tal vez nuestro compañero no conozca mucho sobre
este campo pero puede que sea el mejor captando socios por su talante comercial
o gestionando las cuentas del negocio por su formación en administración. Hay
que buscar las sinergias personales y que cada pieza del puzzle aporte su valor al
proyecto. Así salen las cosas.
3. Madurez emocional y profesional. Para sacar adelante una empresa es
necesario ser fuerte y tener mucha capacidad de trabajo y de sacrificio, tener
paciencia y saber esperar a que lleguen los buenos resultados. Esto puede
parecer obvio pero son muchas las personas que buscan beneficios aquí y ahora,
tal vez por inmadurez o por necesidades inmediatas. La realidad es que si se
quiere poner en pie un negocio es probable que los primeros años sean duros y
hay que estar preparados para ello. Las vacaciones vendrán después.
4. Credibilidad dentro y fuera de la oficina. Apuesta por profesionales que te
inspiren credibilidad, personas honestas y trabajadoras de las que puedas
conseguir referencias, sobre las que su currículum te diga algo especial. Esta
credibilidad debe corresponderse también con la imagen que proyecta hacia el
exterior, cómo viste, como se desenvuelve, qué lenguaje utiliza y cómo se dirige a
los posibles clientes. Un punto a favor será si cuenta con una cartera de contactos
a los que poder acudir para empezar a captar clientes.
5. Estabilidad financiera. Sobra decir que si lo que queremos es un socio
capitalista ha de ser alguien solvente y con recursos. No nos dejemos engañar por
palabrería fácil y promesas de futura liquidez. Hay que ir a los hechos, por lo que
si alguien se presenta como el Mesías para tu empresa, pregonando que tiene una
cuenta bancaria en plena forma deseando ponerse a tus pies, exígele pruebas de
ello antes de firmar ningún tipo de acuerdo o contrato. En el caso en el que lo que
busquemos sea un socio no inversionista, también deberías contemplar que se
trate de alguien que no está en una situación económica delicada y que es por ello
por lo que quiere entrar a formar parte del proyecto.
Una vez ya tenemos un socio llega el segundo desafío: hacer funcionar la
sociedad con éxito. Para ello, el éxito radicará sobre todo en definir de antemano
los roles y responsabilidades al inicio de la relación. Se aconseja dejar por escrito
y claramente especificadas las tareas de cada socio y los cargos que tendrán
dentro del negocio. Llegados a este punto, todo debe registrarse por escrito. Una
llamada a nuestro abogado, una cita a tres bandas y todo quedará definido
legalmente.