Modificación de las Clausulas Naturales de las Obligaciones
Una definición básica de obligación es el deber que existe por cumplir
algún motivo. En el ámbito jurídico se describe como una relación entre dos o más personas por la cual una de las partes, en este caso el acreedor, puede forzar a la otra, es decir, el deudor, a llevar a cabo una prestación. Existen obligaciones que pueden ser llevadas a cabo con más de un acreedor, deudor o ambos. Bajo este concepto no podemos hablar de una obligación que en función a un régimen jurídico común, sino uno especializado. Del mismo modo, la ley concede a los particulares el poder de crear normas de derecho y de restringir, auto-limitar con ella su libertad personal, por tal razón, estas obligaciones consensuadas, tienen validez solo para las personas que celebran dicho contrato. Esto, se expresa bien dentro del Código Civil de la Ciudad de México, en el artículo 1839, “Los contratantes pueden poner las cláusulas que crean convenientes; pero las que se refieran a requisitos esenciales del contrato, o sean consecuencia de su naturaleza ordinaria, se tendrán por puestas aunque no se expresen, a no ser que las segundas sean renunciadas en los casos y términos permitidos por la ley”. Debido a esto específicamente, que es posible el cumplimiento de dicho contrato, puesto que la ley proporciona fuerza obligatoria al contrato y además establece sus principios generales. Por esto, es fundamental la precisar la interpretación de cualquiera de las partes, dejando en claro su alcance y efectos. Es necesario que las cláusulas estén relacionadas con las normas legales por las cuales se rigen los contratos en general, en esa relación se debe tener presente que; existen clausulas fundamentales impuestas en el contrato celebrado; las mismas son fijadas por la ley, y además ninguna de las partes las pueden eliminar, aunque pueda ser conveniente. Aquí, hablamos de cláusulas esenciales. A su vez, existen otras cosas que se pueden eliminar mediante clausula expresa. Estas son llamadas clausulas naturales y cláusulas que las contrapartes crean por consenso, estas últimas son llamadas clausulas accidentales. Dentro del cumplimiento del mismo es importante mencionar que los contratantes están en la obligación de respetar las reglas planteadas, es decir, la practica particular que los contratantes han observado en sus procedentes relaciones jurídicas. Es la práctica con que han cumplido los contratos celebrados entre sí. Es por esto, que los contratantes son amparados, teniendo el derecho de exigir que se respete el uso seguido. En caso de alguna irregularidad durante el cumplimiento del contrato, ambas partes podrán hacer uso para su beneficio de los artículos 1844 al 1849 del Código Penal de la Ciudad de México, los cuales hablan claramente de las modificaciones dentro de las obligaciones del acreedor y el deudor. El artículo 1795 del Código Penal reafirma el principio consentimiento y obligación que existe entre las partes al señalar que “Los contratos se perfeccionan por el mero consentimiento, excepto aquellos que deben revestir una forma establecida por la ley. Desde que se perfeccionan obligan a los contratantes, no sólo al cumplimiento de lo expresamente pactado, sino también a las consecuencias que, según su naturaleza, son conforme a la buena fe, al uso o a la ley”; de esta forma, y mediante lo expuesto anteriormente, la ley establece el derecho de las partes a la modificación de las obligaciones dentro del contrato que celebran, con la observación de que estas mismas modificaciones obligaran a las partes a su cumplimiento, previendo lo planteado y sus efectos. BIBLIOGRAFÍA Justicia México, disponible en: https://mexico.justia.com/federales/codigos/codigo-civil-federal/libro- cuarto/primera-parte/titulo-primero/capitulo-i/#articulo-1839 Bejarano Sánchez, Obligaciones Civiles. (2010) Pp. 169-171.