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EL ENDOSO

El endoso, dice Cervantes Ahumada aparece históricamente como una cláusula accesoria de la letra, de cambio a principios
del siglo XVII, dando amplia circulación a la letra, de tal suerte que Einert le llamó el papel moneda de los comerciantes.

El endoso es según el artículo 26 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito es la forma a través de la cual se
transmiten normalmente los títulos nominativos, y sus elementos personales son el endosante, la persona que transmite el título y
el endosatario, la persona a quien se transmite el título y que a virtud del endoso se convierte en nuevo y autónomo acreedor
cambiario del mismo título, sin perjuicio de que puedan transmitirse por cualquier otro medio legal. Conforme a dicho precepto
debe entenderse que el título de crédito es transmisible por permuta, cesión ordinaria, dación en pago, transacción y cualquier
otro acto jurídico que importe enajenación. El endoso puesto después del vencimiento del título surte los efectos de la cesión
ordinaria (artículo 37 de la LGTOC).

La transmisión del título por cesión ordinaria o por otro medio legal diverso del endoso subroga al adquirente en to dos los
derechos que el título confiera, pero lo sujeta a todas las excepciones personales que el obligado habría podido oponer al autor de
la transmisión antes de ésta (artículo 27 de la LGTOC). Cuando la transmisión se hace por medio del endoso, el obligado
solamente puede oponer al endosatario las excepciones que enuncia el artículo 8°, o como dice el maestro Mantilla Molina:
"Como el texto del documento es la medida de los derechos que confiere, no puede oponerse al nuevo titular las defensas que se
tuvieren contra alguno de los precedentes, y queda superado así uno de los inconvenientes quizá el más grave, de la simple
cesión".

Dada la naturaleza de cosa del título de crédito y bajo el principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo prin cipal, el
artículo 18 de la citada Ley dispone que: "La transmisión del título de crédito implica el traspaso del derecho principal en él
consignado y, a falta de estipulación en contrario, la transmisión del derecho a los intereses y dividendos caídos, así como de las
garantías y demás derechos accesorios", por lo que, la transmisión del título produce el traspaso de las garantías reales de prenda
y de hipoteca, en el evento de que éstas existan.

La teoría moderna considera al endoso en propiedad como un acto unilateral y formal, que presupone la existencia de un
título nominativo, mediante el cual se transmite la propiedad del título, juntamente con la entrega, así como que el endoso es a la
transmisión del documento lo que el acto de emisión es a su creación, y que análogamente los endosos en procuración y garantía
deben estimarse como formas privilegiadas para otorgar un mandato respecto a un título, o constituir una prenda, sobre el
mismo.

El endoso es un acto unilateral, en cuanto expresa la voluntad del acreedor cambiario de transmitir el título; es un acto formal,
en cuanto debe constar en el texto mismo del documento o en hoja adherida a él, o en una copia de la letra, y es un acto
accesorio, porque surte efectos respecto de un derecho ya incorporado en el título.

Vivante define el endoso como: "...un escrito accesorio e inseparable de la letra de cambio, por el cual el acreedor cambiario
pone en su lugar a otro acreedor", y agrega: "Se escribe por lo regular, al dorso de la letra, pero puede escribirse también en el
anverso, siempre que contenga alguna declaración suficiente para distinguirlo de las demás obliga-"iones cambiarias. Cuando es
pleno, lleva la firma del endosante, la fecha y el nombre del endosatario"

Garrigues define el endoso como: "...una cláusula accesoria e inseparable de la letra, por virtud de la cual el acreedor
cambiario pone a otro acreedor en su lugar dentro de la letra de cambio, sea con carácter limitado, sea con ca rácter ilimitado;
agregando: "El endoso implica la transmisión que hace el tenedor de la letra de que es propietario. Más como a la letra va
inseparablemente unido el crédito cambiarlo, no es extraño que la doctrina haya construido el endoso como institución distinta y,
al propio tiempo, paralela de la cesión civil".

Pallares alude a que los juristas franceses discuten si el endoso es una cesión de crédito, una delegación de deudor o un acto
unilateral y que Thaller ha defendido con empeño la teoría de la delegación, con cierta independencia de la delegación en
derecho común.
DIFERENCIAS ENTRE ENDOSO Y CESIÓN

Endoso Cesión
a) El endoso es un acto unilateral respecto del cual puede haber un La cesión es un contrato que debe ser notficado al
negocio jurídico subyacente. deudor para surtr efectos.
b) El endoso es un acto formal que debe constar en el ttulo o en
hoja adherida a él. La cesión no consta necesariamente en el título.
c) El endoso es un acto jurídico real que se perfecciona con la
entrega del título. La cesión es un acto jurídico consensual.
d) Por el endoso se transfiere el título que ordinariamente incorpora
un derecho de crédito. Además por el endoso puede otorgarse un Por la cesión se transmite el derecho objeto de la
mandato y consttuirse una garantía prendaria. cesión,
e) a transmisión por endoso hace funcionar plenamente la
autonomía, es decir no pueden oponerse al endosatario las En la cesión pueden oponerse al cesionario las
excepciones personales oponibles al endosante. excepciones oponibles al cedente.
f) El endosante responde de la existencia del crédito y de su pago,
es decir, se convierte en deudor cambiario. El cedente responde únicamente de la existencia y
g) El endoso es irrevocable, sólo puede ser testado en casos legitmidad del crédito, pero no del pago.
excepcionales.
h) El endoso es incondicional, es decir, puro y simple y comprende la La cesión puede ser rescindida conforme a las
totalidad del título de crédito ya que el endoso parcial es nulo. normas del derecho común.

La cesión puede ser condicional y parcial.


La Suprema Corte de Justicia de la Nación es la Ejecutoria Manuel Cortina Benavidez, resolvió que: "La cesión ordinaria que
se produce cuando el endoso de un título de crédito es posterior a su vencimiento, si bien permite que se opongan al cesionario,
las excepciones personales que tenga el obligado, contra el cedente, ello no implica que el título le crédito deje de ser ejecutivo,
no que por ende pierda su ejecutividad, puesto que no existe disposición legal que así lo establezca. De consiguiente, debe
entenderse que ese endoso únicamente produce las consecuencias de una cesión ordinaria, aun cuando ésta no satisfaga las
características de la cesión.
La autoridad responsable interpreta correctamente el artículo 37 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, y con
acierto concluye, que la cesión ordinaria a que se refiere no significa que los títulos pierdan su carácter de ejecutivos, pues esta
Suprema Corte de Justicia reiteradamente ha sostenido ese criterio, como puede verse en las ejecutorias que aparecen publicadas
en las páginas 635 y 22, de los Tomos LII y XCI del Semanario Judicial de la Federación, y que es del tenor siguiente: "Títulos
de Crédito Endosados Después de su Vencimiento.
Si bien la cesión ordinaria de un documento mercantil vencido, sujeta al cesionario, a las excepciones personales que el
obligado pueda tener en contra de su acreedor inmediato, no existe disposición alguna ni razón para que ésto deba hacerse en la
vía ordinaria, puesto que no hay prevención legal que haga desaparecer la ejecutividad del documento, por el hecho de haberse
endosado con posterioridad a su vencimiento, y cuando lo que se cede son indudablemente los derechos amparados por él
documento, entre los que se cuenta el de que se haga efectivo en la vía que la ley le asigna, dada su naturaleza, y ésta no es otra
que la vía ejecutiva, ni existe razón tampoco para que por el hecho de haberse vencido y cedido un documento mercantil, pudiera
perder su carácter, pues de aceptarse este criterio, se llegaría al absurdo de que si un documento por vencerse, dejara de ser
mercantil, no habría juicio alguno de esta índole, ya que no puede intentarse el juicio sino cuando el documento está vencido, y
la cesión, en sí misma, no puede cambiar la naturaleza de aquél".
"Así se impone concluir, que la autoridad responsable, al estimar, se repite, que la cesión ordinaria a que se refiere el artículo
37 de la Ley General de Títulos y Operacionesjde Crédito no significa la pérdida de ejecutividad de los títulos, interpretó
correctamente esta disposición".
En igual sentido se pronunció la Corte en el amparo di recto 723/53/1° Sánchez Torres Herminio. Junio 22 de 1953.
Unanimidad de 4 votos. Ponente: Mtro. Rafael Rojital Villegas. 3a. Sala. Quinta Época, Tomo CXVI, pág. 593.

FUNCIÓN DEL ENDOSO

La principal función del endoso dice Cervantes Ahurnada "Es su función legitimadora; el último endosatario se legitima por
medio de la cadena ininterrumpida de endosos. Endoso que no legitima, no es endoso, dice Ferrara"

Según Francisco Ferrara, el endoso produce tres efectos:


a) Documenta el traspaso del titulo;
b) Legitima al adquirente como nuevo y autónomo acreedor cambiarlo, y
c) Documenta la garantía que el endosante presta al endosatario, salvo que el endosante se libere de responsabilidad,
expresándolo así en el endoso.'"
César Vivante coincide en esencia con estas ideas al decir que: "El endoso produce dos efectos: confiere al endosata rio el
derecho de transferir el crédito y de exigirlo, e impone al endosante la obligación de responder solidariamente de la aceptación o
de su pago. Si este segundo efecto puede ser restringido o suprimido por las cláusulas "no a la orden" o "sin garantía", el primero
es un efecto que no puede faltar; un endoso que no trasmitiese el derecho de transferir el crédito y de exigirlo, no sería verdadero
endoso.
REQUISITOS DEL ENDOSO

Los requisitos del endoso son de forma y de fondo. Los requisitos de forma están comprendidos en el artículo 29 de la
LGTOC y son los siguientes:
a) El endoso debe constar en el titulo relativo o en hoja adherida al mismo.
b) La clase de endoso, que a falta de mención, la Ley le reputa como endoso en propiedad, sin que valga prueba $ it contrario
respecto de tercero de buena fe.
c) El nombre del endosatario, que cuando no aparece se considera como endoso en blanco.
d) El lugar y la fecha del endoso, que la ley presume hecho en el domicilio del endosante y el mismo día en que endosante
adquiere el título, salvo prueba en contrario. La fecha del endoso tiene importancia para determinar la capacidad del
endosante y precisar si en la fecha respectiva era menor de edad o se encontraba en estado de interdicción. Además, si el
endoso es posterior al vencimiento del titulo, el endoso no producirá sus efectos limitativos respecto de las defensas y
excepciones que pueden oponerse al endosatario, porque la ley considera que en tal supuesto se producen los efectos de la
cesión ordinaria.
e) La firma del endosante, en cuya ausencia el endoso es nulo (artículo 30 de la LGTOC). En realidad no se trata de un caso
de nulidad sino de inexistencia, porque falta la volutad de quien tiene el derecho de transmitirlo.

Los tres elementos esenciales del acto jurídico son: 1° Una manifestación de voluntad expresa o tácita; 2° Un objeto física y
jurídicamente posible, y 3° El reconocimiento que haga la norma jurídica de los efectos deseados por el autor del acto. Sin estos
elementos no existe el acto jurídico. Así el artículo 2224 del Código Civil del Distrito Federal dispone que: "El acto jurídico
inexistente por la falta de consentimiento y objeto que pueda ser materia de él, no producirá efecto legal alguno". Rojina Villegas
advierte con razón que el artículo transcrito debería decir: "por falta de voluntad", pues el consentimiento sólo se da en los actos
plurilaterales, por lo que precisa el principio de que "...el acto jurídico es inexistente por falta de voluntad o de objeto,
comprendiendo tanto la falta total del mismo, como su im posibilidad física o jurielica".
Ahora bien, en el supuesto de que la voluntad se haya manifestado en forma diversa, a la disposición legal que se ñata que la
firma del endosante debe constar en el título de crédito o en hoja adherida a él, corresponde considerer que los elementos de
validez del acto jurídico, son: 1° Que el acto tenga un fin, motivo, objeto y condición lícitos; 2° Que la voluntad se exteriorice de
acuerdo con las normas legales; 3° Que la voluntad se expresa sin vicio alguno (error, dolo, violencia o lesión) y 4° Que la
voluntad se otorgue pul persona capaz. La ausencia del segundo elemento, es débil, de la formalidad, genera una nulidad relativa
en los actos consensuales y formales; pero cuando se trata de actos solemnes como el endoso, produce la inexistencia y no la nu-
lidad. Tal consecuencia se produce también en otros actos de la vida civil, como el matrimonio, en el que la falta de formalidad
no genera una nulidad relativa, sino la inexistencia misma de la institución.

Mantilla Molina considera que "ha de entenderse por firma el conjunto de signos manuscritos por una persona que sabe leer y
escribir, con los cuales habitualmente caracteriza los escritos, cuyo contenido aprueba". Es probable, sin embargo, que una
persona firme sin que sepa leer o escribir. El propio maestro excluye que tenga valor de firma el signo que emplea, con
pretensiones de tal un analfabeto, porque lo hace sin poder conocer el texto que pretende suscribir y que por aplicación de los
artículos 86, 174 y 186 de la LGTOC, quien no sabe escribir puede girar una letra de cambio o un cheque, mediante la firma de
otra persona que firme a su ruego, lo cual debe ser autenticado por un fedatario.

El artículo 10 de la LGTOC, dispone que el que endose un titulo de crédito, sin poder bastante o sin facultad legal para
hacerlo se obliga personalmente como si hubiera obrado cn nombre propio. El segundo párrafo prevé la posibilidad de que el
endoso efectuado en tales condiciones pueda ser ratificado por quien puede legalmente hacerlo. La ratificación puede ser expresa
o tácita. En este último caso la ratificación puede hacerse en el mismo título o en documento di verso. Entendemos que es
aplicable al caso, el articulo 9° de lo LGTOC.
Los requisitos comprendidos en primero y en último téralinos, es decir, la firma del endosante en el cuerpo del título de
crédito o en hoja adherida a él, son esenciales, y los dell u;s tienen carácter secundario, porque su omisión es suplida por la Ley
( artículo 30 de la LGTOC).

Los elementos personales del endoso son dos: a) El endosante o sea la persona que suscribe el endoso y entrega el ido, y b) El
endosatario, o sea la persona a favor de quien otorga el endoso y se le entrega el titulo, aun cuando en éste aparezca sólo la firma
del endosante, caso en el cual se está frente a un endoso en blanco.

Los requisitos de fondo del endoso, están contemplados en el artículo 31 de la LGTOC y son los siguientes: a) El endoso debe
ser puro y simple; toda condición a la cual se subordine el endoso se tiene por no escrita, y b) El endoso debe ser total. El endoso
parcial es nulo, es decir, debe comprenderse la totalidad de la suerte principal y consecuentemente, todos los derechos accesorios.

CLASES DE ENDOSO
Según el endoso reúna o no los requisitos que señala la Ley, puede ser:
- Incompleto o en blanco y completo.
- Atendiendo a los efectos que produce:
a) Endoso en propiedad; es llamado por la doctrina también endoso pleno y tienen las amplias facultades de
disposición del título que tiene el endosatario en propiedad.

b) Endoso en procuración, y
c) Endoso en garantía. Son llamados por la doctrina también endosos limitados, porque los endosatarios en
procuración y en garantía no tienen las amplias facultades de disposición del título que tiene el endosatario en propiedad.

Garrigues dice que: "La clasificación del endoso puede, hacerse o desde el punto de vista de la forma o desde el punto de
vista de los efectos:
I. Por la forma del endoso puede ser endoso nominal o completo y endoso en blanco.
II. Por los efectos el endoso puede ser pleno (el que transmite la propikdad de la letra) y limitado (el que no transmite la
propiedad de la letra, sino solamente una autorización para cobrarla o una simple rantía). Pero como el endoso
completo y el endoso en blanco son por sus efectos endosos plenos, la clasificación que aqui desenvolvemos es la
número dos, estudiando sucesivamente el endoso pleno y los endosos limitados; endoso de apoderamiento y endoso en
garantía. La doctrina francesa distigue entre endoso regular (que es el endoso que contiene todas las menciones
legales) llamado por nosotros endoso completo y el endoso irregular (que es el endoso al que falta alguna formalidad
legal.
Además pueden considerarse como simples variantes o formas especiales de los anteriores endosos:
a) El endoso sin responsabilidad, que es una modalidad del endoso en propiedad y en el cual el endosante se desliga de sus
responsabilidades en materia cambiarla, incluyendo la cláusula "sin mi responsabilidad" u otra equivalente (artículo 34 de
la LGTOC).
b) El endoso al portador que tiene los efectos de un endoso en blanco, el cual según veremos produce los efectos de un
endoso en propiedad (artículo 32, segundo párrafo de la LGTOC).
c) El endoso en retorno que no es propiamente una forma especial de endoso, sino una situación que se presenta cuando el
título después de circular llega por medio del endoso a manos de un obligado en el mismo título. Por haber confusión se
extinguiría la obligación, sin embargo, el crédito no se extingue, mantiene su eficacia, y el obligado que lo ha recibido
puede válidamente endosarlo y lanzarlo a la circulación (artículo 40 de la LGTOC).

Cervantes Ahumada explica que: "Aplicando el principio de derecho común, podemos concluir que si retorna el título a un
obligado, el crédito deberá quedar extinguido por confusión. Y con mayor razón aún, en el caso de que el endoso en retorno fuere
en favor del aceptante de una letra de cambio, principal obligado en ella. En el caso del endoso en retorno, muy a pesar de que se
reúnan en una misma persona las cualidades de deudor y acreedor, el crédito no se extingue; el título sigue teniendo su eficacia y
el obligado a yo poder ha venido a parar el documento, puede endosarlo nuevamente y lanzarlo a la circulación válidamente".
El artículo 41 de la Ley dispone al respecto lo siguiente: “Los endosos y las anotaciones de recibo de un título de crédito que
se testen o cancelen legítimamente, no tienen valor alguno. El propietario de un título de crédito puede testar los endosos y
recibos posteriores a la adquisición, pero nunca los anteriores a ella", porque se rompería la cadena de endosos.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, en ejecutoria Domínguez del Río Alfredo, de 8 de febrero de 1949, re solvió lo
siguiente: "Si el beneficiario de una letra de cambio la endosó a un tercero, y éste a su vez la endosó a otra persona, para que
dicho beneficiario volviese a ser propietario de la letra, era necesario que la misma se le endosara nuevamente a su favor, y no
bastaba que testara los endosos posteriores a su adquisición pues para ello no estaba facultado, si la letra fue protestada y por tal
motivo surtieron todos sus efectos esos endosos, ya que en tales condiciones, no tiene aplicación el artículo 41 de la Ley de
Títulos y Operaciones de Crédito".
Sostiene el quejoso en el único concepto de violación que contiene su demanda, que la responsable dice que será pro pietario
de un título nominativo en que hubiere endosos, el que justifique su derecho mediante una serie no interrumpida de aquéllos, y
que en el caso, el beneficiario de la letra la endosó a Juan Cafarel y éste a su vez a un banco; que para que el beneficiario
volviese a ser propietario de la letra, era necesario que el banco, último propietario legítimo de la letra, la que se le endosó en
cuenta y no al cobro, la endosara nuevamente al beneficiario, que el juez de primera instancia expresó que los endosos fueron
legítimamente tachados, lo que no es verdad, porque en la Vía de regreso los títulos de crédito deben transmitirse por endoso
(que en el caso no existe), o por recibo de su valor, extendido en el mismo documento, lo que tampoco aparece; que, los endosas
a Cafarel y al banco surtieron sus efectos y una vez protestada la letra no tenían derecho a tacharlas. Dice el quejoso que la Sala
del Tribunal Superior al estimar procedentes los agravios de la apelante, omite aplicar el artículo 41 de la Ley, que autoriza al
propietario de un título de crédito a testar los endosos y recibos posteriores a su adquisición y razona como si el quejoso fuera un
extraño y no el beneficiario de la letra, o sea el propietario original. Se dice en el mismo considerando que el anterior concepto es
infundado, porque es- tima la Sala responsable que no tiene aplicación al caso el artículo 41 de la Ley de Títulos y Operaciones
de Crédito, porque desde el momento en que la letra fue protestada, habían producido todos sus efectos los anteriores endosas
que el primitivo propietario de la letra testó para lo que no debía considerársele autorizado, y en consecuencia, para volver a ser
propietario, no basta la presunción a que se refiere el quejoso, sino que era menester que existiera una serie o un endoso que sin
interrupción lo constituyera en propietario. Concluyendo la Corte que siendo ajustada a derecho esta sentencia, no existe la
violación de garantías que se invoca en la demanda, por lo que negó la protección federal solicitada. La autoridad responsable
expresó que no era aplicable el artículo 41 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, ya que protestada la letra
habían producido sus efectos los endosos de Domínguez del Río a Juan Cafarel, y de éste a un Banco; y que para que volviera a
ser propietario Domínguez del Río era menester que existiera una serie de endosas, que sin interrupción, lo constituyera como
tal.
Merece comentario lo dicho por la autoridad responsable en el sentido de que: ". . en la vía de regreso los títulos de crédito
deben transmitirse por endoso. .. o por recibo de su valor extendido en el mismo documento". Sobre este par ticular parece que la
responsable se refiere a la forma cambiaría para transmitir un título de crédito, ya que cuando un obligado en vía de regreso paga,
la manera de legitimarlo para dejarlo en posibilidad de ejercitar la acción cambiada en contra de los obligados con él, es
transmitiéndole el título por recibo de su valor extendido en el mismo documento (artículo 40 de la LGTOC), y si el titulo de
crédito no hubiera vencido, por medio de un endoso. Además, debe mencionarse que la vía de regreso es una forma de ejercicio
de la acción cambiaría en contra del girador y de los endosantes anteriores al tenedor legítimo del título.

Conforme al artículo 41 de la LGTOC, los endosos y las anotaciones de recibo en un título de crédito, posteriores a su
adquisición, que se testen o cancelen por el tenedor del título, legitimado en los términos del artículo 38 de la mis ma Ley, no
tienen valor alguno.
La parte final del artículo en comentario, permite dos interpretaciones: la primera, que la persona a favor de quien se expidió
el título o resulte legitimada por una cadena ininterrumpida de endosos, endose el titulo de crédito en propiedad a otra persona;
pero si no satisface el requisito de entrega que prevé el artículo 26 de la Ley de la materia, el titulo de crédito no ha circulado en
forma real, ni se ha verificado jurídicamente su transmisión, y por lo tanto, se está en posibilidad de testar el endoso en los
términos previstos por el articulo 41, ya que tal endoso es posterior a su adquisición.

En una segunda interpretación, se está en el supuesto de que el título de crédito se endosa por su legítimo propietario a un
tercero (Juan Cafarel) a quien formal y realmente le fue entregado el titulo. Esta persona endosa el titulo a un ulterior tenedor (un
Banco) quien se ostenta como propietario. Para que esta última persona pueda transmitirlo al primer tomador, es necesario que lo
legitime por medio de un endoso o por recibo de su valor extendido en el mismo documento o en hoja adherida a él. En este caso
el beneficiario en retorno podría testar los endosos posteriores a su primera adquisición y anteriores a la segunda, porque no se
rompería en su caso, la( cadena ininterrumpida que lo legitimó originariamente se afecta su carácter de tenedor originario, pero
no hay que perder de vista que se rompería la cadena ininterrumpida de endosos que lo legitima por segunda vez, y que es la que
importa, porque la primera calidad de propietario la perdió al endosar el título (a Juan Cafarel). En el caso de la Ejecutoria
Domínguez del Río Alfredo, hubo transmisión formal y real del título de crédito a Juan Cafarel y de éste a un Banco, quien
ejerció actos como propietario del título y por lo tanto, no se está en el supuesto previsto por el artículo 41 de la LGTOC. En
conclusión, la resolución de fondo de la Suprema Corte de justicia de la Nación, de no aplicabilidad de dicho artículo, nos parece
correcta, no así la argumentación que la sustenta.

El maestro Tena trata el problema que nos ocupa en los siguientes términos:
"El artículo 41 ha dado margen a diversas interpretaciones, pero a nuestro juicio inmotivadas, porque su significado y alcance
nos parecen fácilmente comprensibles. ¿Puede el endosatario de un título testar o cancelar los endosos y anotaciones de recibo
que figuran en él? Si, contesta dicho artículo, si se trata de endosos o recibos posteriores a su adquisición; no, si se trata de los
anteriores a ella.
Supone este precepto que el propietario (nosotros diríamos —tenedor—) escribe en él la fórmula del endoso a favor de Juan, y
después, pero antes de entregarle el título cambia su propósito y tacha el endoso para substituir el nombre de Juan por el de Pedro
o para no substituirlo por ninguno.
Esa operación es perfectamente licita, por la sencilla razón de que Juan no ha adquirido ningún derecho por la sola inscripción
del endoso, siendo indispensable para que obtenga la propiedad del título y la titularidad del derecho que obtenga también su
tradición según el artículo 26. Esos son los endosos posteriores a La adquisición de que habla el artículo que examinarnos,
legítimamente cancelables, como acabamos de verlo.

d) El endoso para abono en cuenta que ha sido consagrado por los usos bancarios y que tiene los efectos de un endoso en
procuración para un fin específico que es el abono del importe del título en la cuenta del endosante.

El artículo 39 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, reformado por decreto de 29 de diciembre de 1951,
prevé la posibilidad de que las instituciones de crédito cobren los títulos de crédito aun cuando no estén endosados en su favor,
siempre que les sean entregados por los beneficiarios para abono en cuenta, mediante relación suscrita por el beneficiario o su
representante, en la que se Indiquen las características que identifiquen el título. Si bien en esa práctica no hay endoso, dado el
carácter formal de éste, tal práctica tiene los efectos de un endoso en procuración para abono en cuenta. La institución cobradora
se legitima declarando en el título por escrito que actúa en los términos de dicho precepto, lo cual hace también la que lo paga.

EL ENDOSO EN BLANCO
El endoso en blanco facilita la circulación de los títulos de crédito, puesto que permite a la persona que tiene el titulo, cuyo
nombre queda en blanco, transmitir el documento sin asumir ninguna responsabilidad para su pago.
Esta forma de endoso dice César Vivante, tan habitual, no sólo permite al portador que transmite el título la posibilidad de
permanecer fuera de la operación cambiaria, sino que le ofrece muchas otras ventajas tales como darlo en prenda y recobrarlo
antes del vencimiento sin que de ello quede ninguna huella; presentar el título o enviarlo como remesa en cuenta corriente
cuando todavía no se sabe si será admitido; que el tenedor legítimo libere a alguno de los endosantes bo rrando o testando su
firma sin perder la legitimidad en su adquisición, puesto que él podrá figurar como endosatario en el último endoso en blanco no
testado. Pero si tiene esas ventajas también da oportunidad a los endosas ilícitos de letras de cambio extraviadas, robadas o
recibidas en depósito, con daño irreparable del verdadero dueño; dificulta la acción de regreso porque no indica el domicilio del
o de los endosantes y por la carencia de fecha puede dar lugar a que se discuta si el endosante tenia capacidad en la fecha en que
puso el endoso.

El endoso en blanco está expresamente permitido por el 94 legislador en su artículo 32 de la LGTOC, en el que faculta al
tenedor para llenar con su nombre o el de un tercero el endoso en blanco o transmitir el título sin llenar el endoso.
El endoso en blanco produce los siguientes efectos:
1° Debe considerarse como endoso en propiedad por efecto de la presunción establecida en el .articulo 30, fracción III, es
decir que cuando no se dice la clase de endoso, se presume que el título fue transmitido en propiedad;
2° Faculta al endosatario para llenar el endoso con su propio nombre o el de un tercero, y
3° Puede transmitir el titulo sin completar los requisitos que faltan al endoso en blanco (artículo 32 de la LGTOC).

Mantilla Molina opina fundadamente: "Al vencimiento del título, la posibilidad de llenar el endoso en blanco, se convierte en
una necesidad jurídica, pues el que paga debe verificar la identidad de la persona que presente el titulo como último tenedor
(artículo 39), y para identificar a una persona, el tenedor, precisa que esté determinado, su nombre". El mismo autor señala que
en el mismo sentido se pronuncia Cervantes Ahumada y Esteva Ruiz, y en sentido diverso Tena.
Conforme al artículo trigésimo segundo de la Ley que establece, adiciona y deroga diversas disposiciones fiscales y que
reforma otras leyes federales de 20 de diciembre de 1990, publicada en el Diario Oficial de la Federación del 26 del mismo mes
y año, se reformó el último párrafo del artículo 32 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, para quedar como
sigue:
"Tratándose de acciones, bonos de fundador, obligaciones, certificados de depósito, certificados de participación y cheques, el
endoso siempre será a favor de persona determinada; el endoso en blanco o al portador no producirá electo alguno. Lo previsto
en este párrafo no será aplicable a los cheques expedidos por cantidades hasta de cinco millones de pesos".
El artículo 179 que también fue reformado dispuso que la expresada cantidad, se actualizaría el lo. de enero de .1( la año en
los términos del artículo 17-A del Código Fiscal de la Federación, por el período transcurrido desde el mes de diciembre del
penúltimo año hasta el mes de diciembre del último año inmediato anterior a aquél en que se actualiza.

EL ENDOSO EN PROPIEDAD

El endoso en propiedad y la tradición del título transmiten en forma absoluta todos los derechos incorporados en el título,
incluso los derechos accesorios. El artículo 34 de la LGTOC establece que el endoso en propiedad no obligará solidariamente al
endosante, sino en los casos en que la ley establezca la solidaridad. Este artículo no contiene una regla porque el endosante queda
obligado en la letra, el pagaré, el cheque y el bono de prenda y deja de ser obligado en las obligaciones de las sociedades
anónimas y el certificado de depósito. El endosante puede liberarse de la obligación cambiarla insertando en el endoso la
cláusula "sin mi responsabilidad" u otra equivalente. Por ello dice el Dr. Cervantes Ahumada que la obligación cambiaría del
endosante es de la naturaleza de éste, pero no de esencia.

EL ENDOSO EN PROCURACIÓN

El endoso que contenga las cláusulas "en procuración", "al cobro" u otra equivalente, no transfiere la propiedad al endosatario
pero sí lo faculta para presentar el documento a la aceptación, cobrarlo judicial o extrajudicialmente, endosarlo en procuración,
protestarlo y en general efectuar todos los actos que pueda realizar un mandatario especial para el cobro.
Para esos fines el endasatario tiene todas las obligaciones inherentes a un mandatario. De esta manera los obligados podrán
oponer al endosatario, las excepciones que tengan en contra del endosante pero no las que personalmente tuvieren en contra del
endosatario.
Tena expresa sobre la procuración lo siguiente: "No es raro que esta representación se confiera bajo la forma simulada de un
endoso en propiedad (endoso fiduciario): unas veces con el fin perfectamente lícito de poner a cubierto alendosatario de todo
riesgo derivado de los anticipos que hiciere en el desempeño de su cometido, pero otras con el fin reprobable de privar al deudor
de las excepciones oponibles al verdadero propietario del documento. En este último casa, si el deudor sabe y puede probar que
el endosatario, confabulándose con el endosante, ha consentido en el endoso con el único fin de despojarlo de sus medios de
defensa, podrá rehusar el pago, oponiéndole la excepción personal de dolo".
El mandato involucrado en el endoso es un "mandato cambiario", no termina con la muerte o incapacidad del en dosante y su
revocación no surte efectos sino desde que se cancela el endoso (artículo 35 de la LGTOC). Todo ésto en función de la
literalidad.
La cancelación puede sustituirse por otros medios jurídicos. Cervantes Ahumada dice: "Puede notificarse al deudor la
revocación del mandato conferido en el endoso en procuración y tal revocación surtirá efectos, a pesar de la letra del artículo 35
que, como hemos anotado, tiene eficacia en función de la buena fe".
EL ENDOSO DE GARANTÍA
El endoso con las cláusulas "en garantía", "en prenda" u otra equivalente atribuye al endosatario todos los derechos y
obligaciones de un acreedor prendario respecto del título endosado y los derechos a él inherentes, comprendiendo las facultades
del endoso en procuración (artículo 36 de la LGTOC).
"Pero si es cierto que la propiedad no se transmite, también lo es que tampoco se transfiere la mera detentación del
documento, como ocurre con el endoso en procuración. El endosatario que ha recibido el título en garantía, lo posee iure proprio,
en virtud de un derecho real que ha entrado en su patrimonio y caído bajo su dominio. Por eso no está ex puesto a sufrir la acción
reivindicatoria del titulo, ejercitable contra el endosante. Por eso no podría éste reivindicar el título de la quiebra del endosatario,
ni la quiebra del endosante podría hacer volver el título a su masa"

La legalización de firma a que se refiere el artículo 28 de la LGTOC, tiene el fin de que no exista duda sobre la autenticidad
del endoso judicial y el título pueda circular eficazmente. Sobre el tema, el distinguido procesalista Eduardo Pallares dice, que
aunque el artículo 28 no lo diga en dichas diligencias debe ser oída la persona que efectuó la enajenación del título para el efecto
de que alegue lo que a su derecho convenga y pueda oponerse, en su caso, a las pretenciones del promovente.

TRANSMISIÓN POR RECIBO.

El artículo 40 de la Ley dispone que: "Los títulos de crédito pueden transmitirse por recibo de su valor, extendido en el mismo
documento, o en hoja adherida a él a favor de algún responsable del mismo cuyo nombre debe hacerse constar en el recibo. La
transmisión por recibo produce los efectos de un endoso sin responsabilidad". Esta forma privilegiada de efectuar la transmisión,
dice Pallares, sólo es válida cuando el pago lo hace alguno de los signatarios del documento, pero no cuando lo efectúa un
extraño a la relación cambiaria. En efecto, si un título de crédito retorna a un obligado en el mismo y lo paga, lo que ocurre
realmente es que el acreedor cobra el título de dicho obligado y pone en aptitud a éste de ejercer la acción cambiaria de regreso
en contra de los demás firmantes del título, que lo haya suscrito con anterioridad a él. Cervantes Ahumada dice al respecto que la
transmisión por recibo "Surte efectos de endoso sin mi responsabilidad” porque el suscriptor del recibo lo que le hace es conbrar
como acreedor, un olñbiogado en el titulo. La transmisión por recibo, por su naturaleza, solo puede hacerse después de vencido
el titulo.

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