Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Esta actividad está inspirada en el primer hábito del libro de Stephen Covey (2003), Los
7 hábitos de la gente altamente efectiva. El objetivo general es desarrollar una actitud
proactiva en la búsqueda de soluciones a las preocupaciones que los chicos y chicas
puedan tener durante este periodo que están viviendo.
Objetivos específicos:
- Identificar todas las cosas que nos preocupan en el día a día.
- Desarrollar la capacidad de identificar de cada preocupación, aquello que puedo
cambiar y que dependen de uno o una misma.
- Plantearse objetivos claros y realizables con cada una de las decisiones que se
toman.
- Evaluar y aprender de la consecución o no de los objetivos.
Materiales:
- Papel.
- Bolígrafo.
- Círculo de influencia y círculo de preocupación de los anexos.
Metodología:
Se requiere un espacio de tranquilidad e intimidad. Es importante recomendar esta
actividad como una oportunidad para encontrar soluciones a todas las cosas que
preocupan al alumnado actualmente. Se puede plantear que compartan aquellas
situaciones para la que no encuentran una solución para que sean los tutores o tutoras
o referentes adultos de sus familias lo que puedan ayudarles a identificarlas.
Realización de la actividad:
1. Se hace una lista con todas las cosas que, en el momento de realizar el ejercicio,
preocupan al alumno o alumna. De las más nimias como puede ser estar
aburrido, no tener hambre, no tener ganas de ducharse, tener que recoger la
habitación… hasta las más complejas como la situación de confinamiento, querer
ver a los compañeros y compañeras, salir a pasear, salir al cine… Es importante
que se escriban absolutamente todas las que le preocupan, aunque crean que
no tienen importancia, y puede estar relacionada con cualquier cosa: imagen
personal, convivencia, emociones…
1
Actividad adaptada del libro de Stephen Covey (2003) Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva.
Edit. Paidós. Buenos Aires-Barcelona-México
2. Cuando terminen la lista, van a apuntar al lado de cada cosa que hayan escrito,
una palabra que represente esa frase. Por ejemplo: “me preocupa que tengo
muchas ganas de salir para ver a mis amigos” → salir. “Me preocupa que
enferme alguien de mi familia”→ enfermedad. Y así con todas.
3. Cuando se acabe de seleccionar cada palabra, se escriben dentro del “Circulo de
preocupación”. Ese círculo representa todas aquellas cosas que nos preocupan y
que se convierten en pensamientos que no sabemos cómo resolver y me
generan inquietud emocional (ansiedad, tristeza, apatía, angustia…). Es
importante poner la atención en que de cada una de las cosas que ponemos, hay
una parte que depende de mí y otra parte que no. Algunas dependerán
exclusivamente de mí: recoger mi cuarto, ducharme… y otras no, por ejemplo:
que alguien de mi familia enferme, prácticamente no depende de mí; que en mi
casa no se discuta, no depende al 100% de mí, hay una parte que depende de
otras personas: que mi padre no desarrolle ninguna enfermedad, que mis padres
no discutan…
4. Ahora, con la lista por delante y habiendo escrito una palabra que represente
cada preocupación dentro del círculo de preocupación, vamos a ir reflexionando
sobre qué cosas puedo hacer, de cada una de ellas que sí dependan
exclusivamente de mí. Por ejemplo: que mi padre enferme depende en exclusiva
de mí, lo que sí depende de mí para que eso no ocurra es que yo no salga a la
calle y tenga contacto con otras personas, cuidarlo para que se encuentre a
gusto, preguntarle cómo se encuentra, tomar medidas extra de higiene… Que en
mi casa no se discuta no depende en exclusiva de mí, pero ¿qué puedo hacer que
sí depende de mí? Pues cuando haya una discusión pedir que todo el mundo se
calme, intentar mediar, quitarme de en medio cuando vea que voy a perder el
control, pedir ayuda para que me relajen… Otras coas sí dependen
exclusivamente de nosotros: estudiar, ducharnos, ordenar la habitación…
Evaluación:
Como se ha insistido anteriormente, esta actividad es una forma de pasar de la queda a
la responsabilidad. Sirve para conocer las preocupaciones del alumnado y tomarles el
pulso. Es muy importante que se revisen los compromisos que se han marcado para ver
por qué no lo han llevado a cabo y en el caso de que sí lo hayan hecho, cómo se han
sentido. Esa es, quizás, una de las partes más importantes después de aprender a
identificar las cosas que dependen de uno y las cosas que no.