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mientras que la capa F presenta un desdoblamiento durante el día, y durante la noche mantiene valores
de ionización apreciables.
La propagación por refracción ionosférica está muy condicionada por las características
ionosféricas. Un enlace de este tipo está sujeto a fluctuaciones profundas por la propia dinámica de la
ionosfera, las interferencias son frecuentes y las señales se distorsionan debido a la dispersión. Sin
embargo, hasta finales de los años 60 era el único medio de establecer radiocomunicaciones a grandes
distancias con equipos de dimensiones reducidas. Con el establecimiento generalizado de las
comunicaciones por satélite, la propagación ionosférica ha caído en desuso para servicios que
requieran calidad y fiabilidad elevada; sin embargo, continúa siendo una alternativa simple y
económica para comunicaciones a grandes distancias, utilizada de forma habitual por los
radioaficionados.
2.5.1 Introducción
Los modelos de propagación de las secciones anteriores son útiles para evaluar las pérdidas de
propagación asociadas a los distintos efectos que se han descrito: reflexión en tierra, difracción por
obstáculos, etc. Cuando el efecto dominante en las pérdidas de propagación es únicamente uno de ellos
las permiten estimar adecuadamente. En entornos de propagación complejos en los que existe una
superposición de varios efectos, el cálculo de las pérdidas de propagación debe abordarse de forma
70 diferente. Considérese la situación de la figura 2.28 en la que se representa un escenario habitual en
los servicios de comunicaciones móviles en entornos urbanos. En la mayoría de las ocasiones no existe
visibilidad directa entre los dos extremos del enlace: la estación base y el terminal móvil. La intensidad
de campo eléctrico y por tanto la densidad de potencia incidente en la antena receptora es el resultado
de la contribución de ondas reflejadas y difractadas en los edificios y obstáculos del entorno. En
función de la fase de cada una de las contribuciones la suma de todas ellas puede ser constructiva o
destructiva. En el caso de ser destructiva se producirá un fuerte desvanecimiento en la señal recibida.
Sin embargo, con sólo desplazar el móvil una distancia del orden de media longitud de onda (17 cm a
900 MHz), la contribución puede ser constructiva, y por tanto se pueden observar fuertes variaciones
Fig. 2.28 Las condiciones de propagación en los actuales servicios de comunicaciones móviles son el resultado
de la superposición de múltiples reflexiones y difracción en edificios y obstáculos
en la potencia de señal recibida. Estas variaciones pueden ser del orden de 30 a 40 dB con pequeños
desplazamientos.
En este contexto, la modelización de la propagación debe abordarse a partir de modelos
empíricos que permiten determinar el valor medio o esperado de las pérdidas de propagación. Sobre
este valor medio se superpone una variable aleatoria que modela las fluctuaciones en la atenuación. El
resultado es la caracterización estocástica de las pérdidas de propagación, cuyo objetivo no es predecir
el valor exacto de las pérdidas, sino asociar a una atenuación una probabilidad de ocurrir. De forma
que desde el punto de vista de la planificación de un servicio, el objetivo es garantizar que una cierta
pérdida de propagación no se supere el 90, el 95 o el 99 % del tiempo en función de la fiabilidad que
se le quiera conferir al servicio.
Los modelos empíricos se basan en el ajuste de leyes de decaimiento de la potencia recibida en función
de la distancia, altura de antenas, frecuencia y tipología del entorno a datos medidos. Evidentemente,
mientras que ciertos parámetros como la frecuencia o la altura de las antenas son conocidos de forma
unívoca otros, como la tipología del entorno son más difíciles de objetivar. Generalmente los modelos
empíricos distinguen entre zonas urbanas muy densas, zonas urbanas de baja densidad y zonas rurales.
A lo largo del tiempo se han desarrollado distintos modelos empíricos. Uno de los más empleados es
el denominado Okumura-Hata, que se desarrolló a partir de medidas realizadas en Tokio. De acuerdo
con este modelo las pérdidas de propagación L definidas como 71
PL
L GT GR (dB ) (2.53)
PT
El modelo es válido con las siguientes restricciones: 150 MHz f 1.500 MHz, 30 m
hb 200 m, y 1m ht 10 m.
El modelo Okumura-Hata predice una disminución del valor medio de la potencia recibida en
función de la distancia de la forma
1
L 4, 5 0 , 66 log hb
(2.55)
R
que para una altura de antena de la estación base de 200 m implica una variación de la forma 1/R2,98 y
para una altura de 30 m la variación en función de la distancia es de la forma 1/R3,52. Por tanto, el valor
que se obtiene es intermedio entre la variación del tipo 1/R2 correspondiente a la propagación en
espacio libre y el caso de reflexión en tierra plana lisa con incidencia rasante proporcional a 1/R4
(ecuación 2.18). Cuanto más alta se encuentra la antena de la estación base menor es el exponente que
afecta a la distancia.
Los modelos empíricos sólo proporcionan el valor medio o esperado de las pérdidas de propagación
para un entorno genérico en función de la distancia entre la estación base y el terminal. Sin embargo,
es evidente que aún manteniendo la distancia a la estación base constante se observarán fluctuaciones
en los niveles de señal en distintas ubicaciones del terminal móvil. Éstas se deben a las diferentes
alturas de los edificios, orientación y características de las calles, etc. Por tanto, al describir una
circunferencia en torno a una estación base se medirán variaciones en las pérdidas de propagación.
72 Variaciones relativamente lentas en función de la distancia recorrida y que físicamente cabe asociarlas
a la variación en el entorno. Dado que estas variaciones dependen de múltiples factores independientes,
la resultante es una variación aleatoria de distribución gaussiana. De forma que las pérdidas de
propagación se caracterizan como:
L = L50 + Ls (2.56)
donde L50 es la atenuación mediana no excedida el 50 % del tiempo obtenida mediante un modelo
empírico. Nótese que para una variable aleatoria gaussiana el valor medio o esperado y la mediana
coinciden. En cuanto a Ls es una variable aleatoria gaussiana de media cero y caracterizada por su
desviación estándar . Una vez más el valor de depende de la frecuencia y de la tipología del entorno
y se determina mediante leyes derivadas de datos empíricos. Un modelo empírico es:
Ejemplo 2.7 Una estación base de telefonía móvil GSM con frecuencia de 915 MHz, en un entorno
urbano denso está situada en la azotea de un edificio a 30 m de altura sobre el nivel
medio del suelo. La potencia radiada es de 20 W y la ganancia de la antena es de 17 dB.
Si se considera que el terminal móvil se encuentra a 2 km de distancia a una altura de
1,5 m del suelo se puede emplear el modelo de Okumura-Hata para estimar la pérdida
media de propagación. En este caso:
Para un entorno urbano denso podemos estimar la variación estandar de las fluctuaciones
de las pérdidas debidas a la variabilidad del entorno como
PL (90%) = 13 dBW + 17dB - (144,6 + 1,25*6,85)dB + 0dB = -123,2 dBW = -93,2 dBm
Si se desea el valor superado el 99% del tiempo, tenemos que la atenuación no superada
el 99% del tiempo viene dada por L50 + 2,37* y PL (99%) = -101 dBm
Fig. 2.30 Atenuación en función de la distancia entre emisor y transmisor a la receptor en diversidad. Tal como
frecuencia de 1900 MHz en una calle de la ciudad de Barcelona. Se observan se muestra en la figura 2.31 un
las fuertes fluctuaciones de la atenuación y el aumento de la atenuación con la sistema en diversidad en espacio
distancia. Las medidas han sido realizadas por el Grupo de Comunicaciones
Radio de la UPC
está formado por varias ramas que
consisten cada una de ellas en un
receptor conectado a una antena separada una distancia d de las demás, a la salida de cada receptor
se realiza una estimación de la relación señal a ruido y a continuación se realiza un proceso de
selección o combinación. Una posibiliad es seleccionar en cada momento la salida de la rama que
presente una mejor relación señal a ruido. Un elemento crítico para el adecuado funcionamiento de
un sistema en diversidad es que a la salida de cada rama receptora se obtenga una señal
74 estadísticamente independiente de las demás. De esta forma se garantiza que no se produzcan
desvanecimientos profundos simultáneamente en todas las ramas, y por tanto el empleo de la
diversidad mejorará las características globales del receptor. En un sistema de diversidad en espacio
significa que la distancia d entre antenas receptoras debe ser tal que exista independencia estadística
entre el campo incidente en cada
una de las antenas. La indepen-
dencia estadística se caracteriza
por la correlación. En la figura
2.32 se muestra la correlación
entre la potencia recibida por dos
receptores en función de su
separación para el entorno de
propagación de interiores a la
frecuencia de 5 GHz. Se observa
como efectivamente la correlación
disminuye rápidamente en función
de la distancia. En el caso ideal, si
cada una de las ramas fuera
independiente, es decir con corre-
Separación entre receptores (longitudes de onda) lación igual a cero, y p es la
probabilidad de tener un cierto
Fig. 2.32 Correlación entre la potencia recibida por dos antenas en función de
desvanecimiento, con la selección
su separación a la frecuencia de 5 GHz en un entorno de interiores. En la figu-
ra se muestran los casos de separación entre antenas en horizontal y vertical. La entre N canales independientes
figura muestra el valor medio de la correlación para un conjunto de medidas y esta probabilidad queda reducida a
el valor correspondiente a un percentil del 90% pN. En la figura 2.33 se muestra la