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Notas de Weston, Las Claves de La Argumentación, Cap. 1
Notas de Weston, Las Claves de La Argumentación, Cap. 1
«Un perro estaba encerrado en los establos, y, sin embargo, aunque alguien
había estado allí y había sacado un caballo, no había ladrado […] Es obvio
que el visitante era alguien a quien el perro conocía bien».
Ejercicio: distinga premisas y conclusiones y cuál es la premisa implícita.
2. Presentar ideas en «orden natural»
Exponer las premisas y la conclusión en un orden determinado y no, por ejemplo, mezclar
la conclusión entre las premisas.
3. Partir de premisas fiable: preguntarse por la fiabilidad y plausibilidad de las premisas. No
basta la validez. Ejemplo:
Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pasaba un borrico
por casualidad.
Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercose a olerla
el dicho animal;
y dio un resoplido
por casualidad.
En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.
¡Oh! dijo el borrico:
¡Qué bien sé tocar!
¿Y dirán que es mala
la música asnal?
Sin reglas del arte
borriquitos hay,
que una vez aciertan
por casualidad.
"sin reglas del arte borriquitos hay, que una vez
El verso:
aciertan por casualidad" corresponde a la conclusión
del argumento y lo respaldan las premisas de que: bajo
la "casualidad" el borriquito toca la flauta; el
borriquito no sabe si está bien o mal y el simple hecho
de que la toque por casualidad lo hace pensar que la
sabe tocar.
La fábula, según los primeros versos, sufriría los
efectos de la casualidad y el autor, por ende,
desconocería si la fábula está bien o está mal, pues la
fábula tiene la explicación en sí misma de que sin
reglas en el arte (atravesado por la casualidad)
cualquiera puede ser artista.