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Seminario de Actualización I
Clínica del niño y adolescente
Habilidades del terapeuta infantil
• Conocimiento extenso y preciso de su disciplina, así como del curso evolutivo humano y,
concretamente, del desarrollo del niño. Ha de prestar atención a las normas culturales, ya que pueden
ayudar a discriminar la gravedad de los problemas.
• Habilidad para desempeñar su trabajo no sólo con niños, sino también con adultos, puesto que a
menudo forman parte integral de la intervención. Además, conocer el estado psicológico de los adultos
con los que convive el niño ofrece mucha información sobre el origen y mantenimiento del problema.
• Capacidad para implicar al niño en la terapia mediante las estrategias adecuadas (juegos apropiados
según la edad, contratos, ambiente agradable…).
• La mejor forma de interactuar con un niño es a través del juego. Para cualquier
tipo de actividad estimuladora o mejora de una dificultad es necesario jugar con el
niño. Un terapeutainfantil debe saber jugar con su paciente
Seleccionar el material
• Los materiales o instrumentos para interactuar con los niños son numerosos,
diversos y a veces sorprendentes.
• Aunque hay multitud de materiales adaptados a cada edad, no todos los niños
tienen el mismo interés y habitualmente el éxito de una primera interacción con un
niño depende de su motivación hacia determinados juegos u objetos.
Especialmente para los niños pequeños el material es el que, en parte, guía la
interacción.
Lenguaje
• El lenguaje del terapeuta es una habilidad fundamental en el trato con niños. La
rapidez con que se desarrolla el lenguaje en el niño y en un corto período de
tiempo exige conocer
• detalladamente los cambios que se producen para comprender las expresiones y a
la vez usar aquellas que sean entendidas por el niño.
• Los niños son muy sensibles en la forma de hablar y entonación de su interlocutor,
así como al nivel de complejidad lingüística que muestre. A través de su expresión
el niño identifica la actitud, adaptación y conocimiento del adulto y de la posición
que establece con respecto a él.
• El lenguaje del terapeuta se debe adaptar al nivel de comprensión y expresión y
estar acorde con su edad (Hughes y Barker, 1990; Boogs, Griffin y Goss, 2003).
Tipos de actividades y estructura
• La forma en que se organiza la sesión en la evaluación o intervención influye en la
actitud del niño, su motivación y tipo de conductas que pueda suscitar. Así, el tipo
de estructuración de la actividad, es decir, el grado de flexibilidad que se
establezca, provocará conductas diferentes en el niño.
• Una sesión de juego libre, de mínima estructura, facilita que el niño participe
especialmente si selecciona él mismo el material. Por el contrario, una situación
altamente estructurada, como un contexto de pregunta-respuesta o la que requiere
una prueba estandarizada, disminuye generalmente la participación cuanto menor
es el pequeño.
• La selección de las distintas formas de desarrollar la sesión suele tener
consecuencias diferentes en la actitud, atención, motivación, conducta, etc., del
niño.
Observación de la conducta
Es importante que el psicólogo evite un lenguaje complejo, jerga profesional, y se adapte a su nivel
de comprensión así como a su deseo de recibir información más concreta que puedan manejar.
En cualquier caso, se les comunicará de forma rigurosa y objetiva, intercalando puntos fuertes con
dificultades y haciendo comentarios positivos sobre la conducta, actitudes o expresiones del niño
durante la evaluación.
En el caso de información negativa, debe generarse esperanza, reducir la ansiedad del paciente y
proporcionar seguridad emocional. El terapeuta eficiente apoya al paciente y acepta las respuestas
emocionales y la expresión de sentimientos de manera empática
Hacer pausas para dar oportunidad a que el adulto asimile la información, que suele ser cuantiosa
generalmente. No abrumar al paciente con exceso de datos o de nombres de pruebas y protocolos.
Por tanto, hay que estar atentos a señales de los efectos que pueda producir la información que se
da y controlar la comprensión de la explicación. Al igual que en la entrevista inicial, la escucha
activa, haciendo autorrevelaciones y parafraseando, indica la actitud de apoyo del terapeuta.