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CAPITULO 2

TEMA: EL NUEVO NACIMIENTO Y EL NUEVO HOMBRE

“De modo que sí alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas”
2da Corintios 5: 17.

Es importante que tengas presente que desde que aceptaste a Cristo, Dios te dio
una oportunidad para escribir una nueva historia en tu vida. Todas tus faltas, fallas y
errores del pasado, fueron perdonados por Dios y El los echó en el fondo de la mar (1
Juan. 1:9, Miqueas 7:19). Dios ya te perdonó, ahora es tu momento de perdonarte a ti
mismo y decidir vivir bajo la libertad con la que Cristo te hizo libre, una vida en
dependencia de Dios, bajo la guianza y dirección del Espíritu Santo en todas las cosas. El
te guiará siempre y te mostrará el camino por el cual debes andar. Date la oportunidad de
nacer de nuevo (Juan 3:3). Olvida tu pasado y dale paso a los nuevos comienzos. Ser
cristiano no es una religión es un estilo diferente de vida, es procurar hacer el bien y vivir
bajo la voluntad de Dios, de acuerdo a su palabra y a sus principios.
Es necesario que entiendas algunas cosas importantes. Antes de conocer a Cristo,
no teníamos la Presencia de Dios en nuestras vidas, ni el conocimiento de sus caminos.
En consecuencia aprendimos a vivir en forma independiente de Dios (Efesios 2:1). Esta
independencia adquirida es una de las principales características de la carne (Gálatas
5:17). Se puede definir la carne como vivir separado de Dios, una vida dominada por el
pecado o un impulso opuesto a Dios (Gálatas 5:19-21). También podría definirse como
todo deseo, voluntad, razonamientos, pensamientos, emociones dirigidos únicamente por
uno mismo, los cuales no están sometidos a la voluntad de Dios. Cuando conocemos a
Cristo, Dios nos traslada de la potestad de las tinieblas al Reino de su amado Hijo
(Colosenses 1:13), y es quebrantado el dominio del pecado por medio de la carne.
Como creyente ya no estas “en la carne” estas “en Cristo”, tienes una decisión que
hacer. Puedes vivir según la carne (Gálatas 5:19-21) o vivir según el nuevo camino que
Jesús te presenta (Gálatas 5:22-23). Por lo tanto, en éste momento es importante que
tomes un minuto para reconocer que acciones o cosas están en tu vida que no le agradan
a Dios. Pregúntate ¿Qué áreas de mi ser interior deben ser transformadas o
erradicadas? Te invitamos a escribir la respuesta en una hoja de papel y realizando éste
ejercicio, piensa que estas escribiéndole a Dios una carta solicitando que te ayude a
cambiar esas áreas, acciones, actitudes, pensamientos o circunstancias de tu vida que no
te han generado bienestar o paz. Sí haces esto, estas tomando la decisión de entregarle a
Dios tus cargas y dando paso para que el obre en ti y tú puedas descansar en Él. (1Pedro
5:7, Mateo 11:28).
Dios hará de ti un hombre nuevo, con nuevas actitudes, con un nuevo pensar,
hablarás diferente, ahora agradecerás más y te quejarás menos, bendecirás más y
maldecirás menos, pues debes saber que en tu boca tienes el poder de dar vida o muerte.
Así lo dice su palabra:

“La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus
frutos”.
Proverbios 18:21

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne”
Ezequiel 36:26

“En cuanto a la pasada manera de vivir despojaos del viejo hombre, que está
viciado conforme a los deseos engañosos y renovaos en el espíritu de vuestra
mente y vestíos del nuevo hombre creado según Dios en la justicia y santidad de la
verdad”
Efesios 4:22-24

El ejercicio que realizaste anteriormente (carta) te llevó a sincerarte contigo mismo,


a reconocer que no todo en tu vida estaba bien y que no todo lo que hacías era correcto.
Esta acción de reconocer te llevó a un arrepentimiento.

ARREPENTIMIENTO en griego es: METANOIA que significa cambio de rumbo,


dirección, sentido. Demoler todas las estructuras mentales que poseemos.

“No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su
manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la
voluntad de Dios, lo que es grato, lo que es perfecto”
Romanos 12:2 DHH
Necesitas experimentar un cambio verdadero en tu interior, cambio de mente y de
conducta, necesitas establecer una relación personal con Dios. El Espíritu Santo produce
el convencimiento de la condición generada por el pecado (Juan 16:8). Jesús al iniciar su
ministerio hizo un llamado a todos los hombres al arrepentimiento y enseñaba:

“El tiempo se ha cumplido, y el Reino de los Cielos se ha acercado; arrepentíos y


creed en el evangelio”
Marcos 1:15
La ignorancia y la ceguera espiritual, hace al hombre inconsciente de su estado de
muerte espiritual, creen vivir una vida “santa” y moralmente aceptable, se resisten al
llamado del arrepentimiento, piensan que Dios se agrada de ellos por sus obras de
justicia, sin saber que según la palabra, no hay justo ni siquiera uno (Romanos 3:10).
Ignoran que nuestro Señor no vino a llamar justos al arrepentimiento sino a pecadores
(Mateo 9:13), este es el convencimiento que produce el Espíritu Santo en el hombre.

EL ARREPENTIMIENTO ES UN MANDAMIENTO DE DIOS:

“Pero Dios habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda
a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan”
Hechos 17:30
El arrepentimiento se acompaña de un cambio de mente, carácter y conducta, por
eso donde hubo soberbia aparece la humildad. Donde antes hubo incredulidad ahora por
el arrepentimiento reina la fe en Jesucristo y su palabra.

“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y


buscaren mi rostro y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde
los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra”
II Crónicas 7:14

“Y como nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y


por las casas testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con
Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo”
Hechos 20:21
ARREPENTIMIENTO VS. REMORDIMIENTO:

El verdadero arrepentimiento produce una tristeza, que según la voluntad de Dios


es para salvación, para preservación de la vida, que provoca volverse a Dios y conduce a
la conversión (Corintios 7:9-10).
El remordimiento es una tristeza que produce muerte, no genera cambio de vida
sino que las conductas incorrectas continúan. Estando en Cristo, ya en tu vida no debes
aceptar el remordimiento, culpa o condenación por situaciones pasadas, pues debes
recordar que ahora eres una nueva criatura en Cristo, todo lo viejo pasó y ahora tienes la
oportunidad de comenzar de nuevo. El único que trae culpa o condenación es el enemigo,
ya que su función es acusar para traer aflicción, depresión y muerte a tu vida. Por lo tanto,
debes rechazar todo sentimiento de culpa o condenación, porque ahora eres un hijo de
Dios (Romanos 8:1).

LA CONVERSIÓN
Conversión en griego es: EPISTRÉFO significa dar la vuelta y dejar atrás la vida
pasada para vivir la vida de Dios.
La conversión es un proceso que continúa al arrepentimiento y dura toda nuestra
vida, consiste en someter nuestra voluntad a la voluntad de Dios, y depende de cuan
obediente seamos a su palabra y de cuanto estemos dispuestos a ser convertidos a la
verdad de Dios, por eso:

“No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de


vuestro entendimiento”
Romanos 12: 2

LA CONVERSION EN NOSOTROS PRODUCE LO SIGUIENTE:


-Se abren los ojos del entendimiento: para comprender lo que heredamos, lo que
poseemos, quienes somos y el propósito de Cristo en nuestras vidas (Efesios 1:16-23)
-Nos hace madurar: pasamos de ser niños que fluctúan a ser maduros, en oración,
confesión, vida de fe, dadivosidad (Efesios 4:14, Gálatas 4:1).
-Crecer en las circunstancias: Ahora con la ayuda de Dios podremos estar firmes en
medio de cualquier circunstancia, pues tenemos la fe y confianza en el Hacedor y Creador
de los Cielos y la tierra, el único y sabio Dios (2Corintios 4:17, Romanos 8:28).

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