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¡CUIADADO CON EL LETARGO (SOMNOLENCIA)ESPIRITUAL!

ROMANOS 13:11-14/EFESIOS 5:14

INTRODUCCIÓN

¿está usted aburrido de las cosas espirituales? ¿no te puedes concentrar en las cosas de Dios? ¿tu
tiempo con él se ha vuelto rutinario y lleno de distracciones? ¿has deseado ir a otro nivel de vida
espiritual y se duerme cuando ora, y su tiempo devocional con Dios se vuelve una rutina? ¿se siente
espiritualmente aburrido, distraído incluso ha perdido el interés? Entonces es posible que tenga
trastornos de déficit de atención espiritual (T.D.A.E)

Este es uno de los mayores ataques que la gente está teniendo. La mayoría lo está sufriendo y no saben
cómo manejarlo. Hablo del espíritu de “Letargo”- Este es un espíritu silencioso, que trabaja día a día.,
se encuentra asociado a la vergüenza, a la duda y como consecuencia, a la tibieza espiritual.

¿Letargo? significa: Estado de somnolencia profunda y prolongada. Algunos lo llaman estado de


“coma” y este es un desafío con la que luchamos hoy. Un estado de coma generalizada que esclaviza la
mente.
Entonces uno lucha con una mente que no ha sido libre del pensamiento esclavo. De esta manera perlas
(palabras) son tiradas constantemente, porque una mente esclava pierde su capacidad de soñar y
automáticamente pierde su capacidad de producir.

Es verdad que en nuestra vida material disponemos de 24 horas para distribuir en tres actividades:
Trabajo, descanso y sueño.  Muchos no guardan las proporciones y dedican su vida mayormente a una
de estas actividades.  El sueño es el tiempo que usa el organismo para su mantenimiento; pues en ese
lapso, el cerebro solo se esfuerza en mantener las funciones vitales, para dedicar todo su esmero en la
limpieza, reparación y restauración del organismo y es por eso que cuando dormimos bien, al siguiente
día estamos llenos de energía y de entusiasmo.  Sin embargo, el sueño espiritual no trae los mismos
beneficios que el sueño físico; sino más bien peligros y el principal es la muerte espiritual.

Ejemplos:

1. La apatía y el letargo (somnolencia) son problemas que a menudo afligen al pueblo de Dios …
1. Muchos cristianos simplemente «siguen los movimientos»
2. Existen muchas iglesias, pero con poco celo o progreso
3. Pasividad: no hacer nada, someterse a la voluntad de otro sin oponer resistencia: estar inactivo
cuando debería estar haciendo algo por sí mismo.
4. Apatía: impasibilidad, dejadez, indolencia, falta de vigor o energía

2. Tales problemas eran comunes en los tiempos del Nuevo Testamento …


1. La iglesia en Éfeso dejó su primer amor – Apocalipsis 2: 4
2. La iglesia en Laodicea se volvió tibia – Rev 3: 15-16
3. Pablo sintió la necesidad de exhortar a los hermanos en Roma a despertar del sueño – Rom 13: 11-14
1. «Para despertar del descuido y la indiferencia» –
2. «Para deshacerse de la pereza, la seguridad y todos los antiguos caminos pecaminosos» – 
3. Despertar de la «fatal indiferencia hacia las cosas eternas» – 

[¿Nos hemos vuelto letárgicos e indiferentes a las cosas eternas? Si es así, «¡Es hora de
despertar!» Con la exhortación de Pablo ante nosotros, consideremos algunas razones …]

La Palabra del Señor nos dice que todos nosotros, los creyentes en Cristo somos ministros de Dios
(2 Cor 5:17-18, Apo 1:5-6, 1 Ped 2:9) para hacer la obra del ministerio (Efe 4:12) de reconciliar todas
las cosas con Dios (2 Cor 5:17-18), tanto las que están en los cielos como en la tierra (Col 1.18-20).
El ministerio es la obra de los santos, es decir de todos los cristianos. El llamado a todos los ministros y
obreros es el de equipar a los santos para la obra del ministerio.

Sin embargo, el espíritu de letargo, apatía, adormecimiento, entre otras cosas:


● Nos impide crecer en Cristo, estancándonos en un estado que nos ciega a la visión de Dios, nos
pone a "dormir" y nos impide servir al Señor.
● No leemos la Biblia, no oramos, no nos congregamos con regularidad; nos conformamos con ser
creyentes “domingueros”.
● Nos impide ver nuestra vida como creyentes más allá de los límites de las actividades eclesiásticas
y, por lo tanto, nos aparta de participar activamente en la transformación de un mundo en crisis y
medio muerto, en el que el pecado avanza más rápidamente que la obra de Dios.
● Nos impide ver la responsabilidad que tenemos en cuanto a la calidad de vida de nuestras naciones
y a su sanidad en todos los aspectos (2 Cro 7.14).
● Nos ataca a todos, principalmente a aquellos que a pesar de conocer los caminos del Señor por
muchos años, no se han activado en el ministerio.

1. ¿POR QUÉ NECESITAMOS DESPERTAR? (11-12a)


1. CONOCIENDO LA HORA …
1. Conociendo la naturaleza del tiempo
1. El tiempo es corto
2. El tiempo es fugaz – Santiago 4: 14-17
2. Sabiendo que hora es
1. Ahora es el momento de obedecer al Señor
2. Ahora es el día de salvación – 2 Cor 6: 1-2

2. NUESTRA SALVACIÓN ESTÁ MÁS CERCANA …


1. Nuestra salvación está más cerca, ¿de qué manera?
1. El regreso del Señor está más cerca
2. Nuestra propia muerte está más cerca, si morimos antes de que el Señor regrese –
cf. Hebreos 9:27
2. De lo que creímos al principio
1. Cada día nos acerca
2. ¡Piensa en cuánto tiempo ha pasado desde que creímos!
3. LA NOCHE HA PASADO LEJOS …
1. La noche – refiriéndose a la oscuridad moral de este mundo – cf. 1Jn 2: 8
2. Está muy gastado – encendido, «está cortado» Se está volviendo corto; se apresura a su fin –
cf. 1Co 7: 31b
3. Este mundo y el tiempo como lo conocemos no durará mucho

4. EL DÍA ESTÁ A LA MANO …


1. «El día de la eterna bienaventuranza está cerca – está a punto de amanecer sobre nosotros en
nuestra gloriosa resurrección a la vida eterna» – Clarke
2. Hasta que la Palabra de Dios sirve como una luz que brilla en la oscuridad – cf. 2Pe 1:19

5. Cómo combatirlo …
1. ¡Algo que debemos hacer!
1. Si queremos vivir espiritualmente – cf. Romanos 8: 12-13a
2. Si deseamos el amor del Padre – cf. 1 Juan 2: 15-17
2. ¡Algo que podamos hacer!
1. Con la ayuda del Espíritu – cf. Ro 8: 13b ; Efesios 3:16 , 20 ; Gál 5: 16-17

Para combatirlo, necesitamos ser como Nehemías:


● Se puso delante de Dios en oración e intercesión por la necesidad que estaba delante de sus ojos
(Neh 1:4-11) con un corazón dispuesto a ser parte de la solución, cualquiera que fuera.
● Tuvo la visión de reedificar el muro (Prov 29.18): de un mejor futuro para todos (Prov 4.18, Jer
29.11, 3 Jn 2).
● Se afirmó en esa visión (Hab 2.2-4).
● Observó los muros (miembros) (Neh 2:13).
● Que estaban derribados (caídos, desalentados, desanimados). Y sus puertas (obreros) que
estaban consumidas por el fuego.
● Reconoció que por sí mismo no podría hacer la obra, que necesitaba trabajar en equipo.
● Reconoció su estado actual, retándolos (Neh 2.17) a ver el mal en el que estaban (que podían
estar mejor, que no habían llegado a desarrollar todo el potencial que tenían en Cristo); que
Jerusalén (el lugar de la comunión con Dios) estaba desierta (estéril, sin fruto, árida, sin vida) y
sus puertas consumidas por el fuego (indefensos, sin alcanzar la vida plena que Dios tiene para
ellos), por lo que estaban en oprobio (ignominia, afrenta pública), en afrenta (peligro, apuro,
trance, intimidación, vergüenza), en deshonra (falta de respeto, ajeno a su forma de ser o de
vivir), delante del enemigo.
● Los reta a levantarse y edificar, esforzándose para bien (Neh 2:18).

CONCLUSIÓN

1. Hermanos, ¿estamos durmiendo …?


1. ¿Indiferente a los asuntos del espíritu, descuidado de las cosas eternas?
2. ¿Letargo en nuestro servicio al Señor, apático acerca de nuestro bienestar espiritual?
2. Si es así, entonces «¡Es hora de despertar!» …
1. ¡El tiempo de cambiar y crecer pronto se acabará!
2. ¡Llegará el día de la eternidad y no estaremos listos!
3. Seamos hijos del día, no de la noche …
1. Vestíos del Señor Jesús
2. Ponte la armadura de la luz
3. Caminar correctamente
4. No hagas provisión para que la carne satisfaga sus deseos carnales

… ¡y podemos esperar obtener la salvación a través de Jesucristo! – cf. 1 Tesalonicenses 5: 1-11

Compromisos
A nivel individual y familiar.

Señor Dios Todopoderoso, hoy venimos delante de ti, clamando por nosotros y nuestras familias y
atando de sobre nosotros al espíritu inmundo de apatía, letargo, estupor y adormecimiento, en el
Nombre de Jesús, que es Nombre sobre todo nombre, y le ordenamos que salga de nuestras vidas y
nuestras familias, confesando que lo que atamos en la tierra queda atado en el cielo. También venimos
derribando, arruinando, destruyendo y arrancando todas sus obras en nuestras vidas y en nuestra
familia, principalmente la indiferencia respecto a lo que pasa a nuestro alrededor, en nuestros hogares,
en nuestros trabajos, en nuestro vecindario, en nuestra iglesia y en nuestro país.

Igualmente venimos desatando sobre nosotros y nuestras familias, un espíritu de diligencia,


compromiso y responsabilidad con la transformación de nuestras vidas. nuestras familias y nuestro
entorno, de tal manera que sobre ellas sea establecido el Reino de Dios y su justicia y sean
transformadas de acuerdo al propósito de Dios y vayan en aumento como la luz de la aurora.

A nivel de la Iglesia y el Cuerpo de Cristo.

Oh, Señor, hoy clamamos por nosotros como miembros que somos del Cuerpo de Cristo en Puente de
la Unidad. Padre, atando al espíritu inmundo de apatía, letargo, estupor y adormecimiento, en el
Nombre de Jesús, sobre nuestra Iglesia y sobre todo el Cuerpo de Cristo, rompiendo con la indiferencia
y el escapismo acerca de las situaciones que ocurren a nuestro alrededor, y sobre las cuales la iglesia
debería ejercer su autoridad y acción transformadora derivada de la autoridad que Cristo nos delegó en
la Gran Comisión en el cielo y en la tierra.

Padre, por tu Espíritu Santo, toca las vidas de los cristianos para que despierten y asuman su lugar de
autoridad. aquí en la tierra.

Señor, ¡cuánto debe dolerte ver la actitud que hemos asumido como Cuerpo! Perdónanos, Padre,
porque nos hemos acomodado y nos hemos dejado arrullar por la tibieza del sistema del mundo en
lugar de ser osados y valientes y llamar a las cosas por su nombre. ¡Toca tu trompeta! ¡Convoca a Tu
pueblo! ¡Clamamos que nos ayudes a salir de este estado en el que nos encontramos!
A nivel de la nación.

Señor Dios Todopoderoso, hoy venimos delante de tí, clamando por todo México, y atando sobre
nosotros el espíritu de apatía, letargo, estupor y adormecimiento, en el Nombre de Jesús, que nos ha
hecho permanecer indiferentes ante nuestras circunstancias, y vivir en el conformismo, la indiferencia,
la mediocridad y la falta de planes y esperanza. También venimos derribando, arruinando, destruyendo
y arrancando todas sus obras y consecuencias en la vida de la nación que se han traducido en pecado,
pobreza, enfermedad, opresión, violencia, abuso, paternalismo, etc.,

Igualmente venimos desatando sobre todos los mexicanos, un espíritu de diligencia, compromiso y
responsabilidad con la transformación de sus vidas, familias y la nación entera, de tal manera que sobre
ella sea establecida la justicia y la verdad, y sea convertida en una nación ejemplar, democrática y
desarrollada de acuerdo al propósito de Dios.

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