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Arte Rupestre y Ritual, Un Estudio Arqueológico de Los Petroglifos de El Colegio (Cundi) PDF
Arte Rupestre y Ritual, Un Estudio Arqueológico de Los Petroglifos de El Colegio (Cundi) PDF
xintana@gmail.com
Resumen
Abstract
Based on the construction of some archaeological expectations about the ritual cha-
racter of rock art, this article analyzes a group of petroglyphs of El Colegio (Cundina-
marca) and their relation with other archaeological objects. Beyond the consideration
about the ritual production and using of rock art, the intention is going deeper in the
context in which petroglyphs were used. In contrast with the tendency for looking
rock art as a highly ritualized object —differentiated from the domestic sphere— our
analysis demonstrate the close relation between petroglyphs and domestic contexts
and therefore with events whose scale is not beyond the familiar domain.
Keywords: rock art, Archaeology, ritual, El Colegio (Cundinamarca).
Introducción
B
ien sea de manera implícita o explícita, casi todas las aproxi-
maciones contemporáneas al arte rupestre1 sostienen que dicho
objeto fue producido y/o utilizado en contextos rituales (Clot-
tes y Lewis-Williams 1998; Díaz-Andreu 2003; Lewis-Williams
2002; Ross y Davidson 2006; Whitley 2005). A su vez, lo ritual
generalmente se observa como
1 Existe en la literatura una acalorada discusión
un campo de acción relacionado
sobre la definición de arte rupestre, que gira en
mayor medida en torno al uso de la palabra arte. con el comportamiento religioso,
En este texto nos alejamos de dicha discusión y y por ende como una esfera con
utilizamos la acepción arte rupestre por consi-
derarla estándar —universal— y para evitar la algún grado de diferenciación
introducción de formas de nominar, la mayoría de con respecto a las actividades co
las veces idiosincráticas, tal vez más complejas, tidianas, domésticas, rutinarias
pero a la vez menos útiles. Si bien reconocemos la
importancia de muchas de las discusiones acerca y utilitarias (Bell 1992, 2009;
del carácter artístico de las manifestaciones Fogelin 2007).
humanas que nos ocupan en el presente texto,
consideramos que ellas difieren del objetivo de Dada la ubicuidad del plano
nuestra investigación, razón por la cual no han doméstico y cotidiano, lo ritual
sido abordadas. Adscribimos a la tendencia
general de entender por arte rupestre cualquier se entiende, en contraposición,
imagen intencionalmente elaborada sobre una como parte de un comportamien
roca (Bednarik 2003). Esto significa que: 1) las
imágenes a las que hacemos referencia no son
to especial, consecuencia de un
producto de fenómenos naturales sino que son proceso en el que ciertas activida-
de comprobada manufactura humana; 2) el des son diferenciadas de forma es-
producto de la manufactura —la imagen— fue
intencional y no un producto secundario derivado tratégica (Bell 1992, 7) por medio
de otras actividades; 3) la roca es el soporte de de la formalización, la recurren-
la imagen y ella no ha sido suficientemente alte-
rada como para convertirse en la imagen misma
cia a la tradición, la invariancia,
(como ocurre por ejemplo con la escultura); 4) el el seguimiento y la ejecución de
tamaño y peso de la roca son suficientemente actos reglados, y la apelación a
grandes como para impedir su habitual transporte
(no es portable). lo sagrado, en tiempos y espacios
determinados y prescritos (Bell
2009, 138-169; Rappaport 1999). En consecuencia, cierta lógica
asociada a lo mágico y supernatural se contrapone a aquella do-
méstica guiada por principios tecnoeconómicos (Bradley 2005;
Troncoso 2005).
En arqueología, tanto los objetos como los contextos a que se
refiere el ritual son casi siempre catalogados en términos que
apelan a la diferencia, especificidad, unicidad, singularidad y
particularidad, a tal punto que pareciera existir una máxima
según la cual todo aquello que es incierto, justamente porque no
ha aparecido antes o de forma recurrente, puede ser catalogado
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l postulado según el cual el arte rupestre corresponde a una
esfera ritual, diferenciada de las actividades cotidianas propias
de la esfera doméstica, permite la construcción de un grupo
de indicadores arqueológicos con base en los cuales evaluar el
carácter de los sitios rupestres de El Colegio. Diferentes estu-
dios realizados sobre una plétora de conjuntos rupestres, y en
los que se ha postulado que el arte rupestre corresponde a una
esfera diferenciada de lo doméstico, se convierten en una guía
de lo que se esperaría encontrar si el arte rupestre de El Colegio
respondiera a la misma lógica.
La tabla 1 resume el conjunto de expectativas arqueológicas en
términos de las esferas diferenciadas de lo ritual y lo doméstico.
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D
esde el año 1996 un grupo de proyectos de documentación
de arte rupestre y otros de investigación arqueológica se han
llevado a cabo en el municipio de El Colegio (Argüello 2009;
Argüello, Rodríguez y Tovar 2001; Muñoz 2006; Rodríguez 2006;
Rodríguez et al. 2002). Solamente en uno de ellos (Argüello 2009)
ha sido establecida una metodología expresamente diseñada con
miras a la comprensión del arte rupestre como objeto arqueológi-
co. Lo anterior significa que, para poder dar cuenta del tema que
nos ocupa, es necesario tratar de integrar información reunida
desde distintos puntos de vista y con objetivos diferentes.
El arte rupestre de El Colegio forma parte de una tendencia
regional caracterizada por la presencia de petroglifos (figura 1).
Esta característica es común a toda la zona de la vertiente que va
hacia el valle del río Magdalena y definitivamente se diferencia
de la tendencia del altiplano, donde son comunes las pinturas
en rojo (Botiva 2000; Triana 1970). Es importante aclarar que
las razones por las cuales se presenta esta diferenciación no son
conocidas, aunque es un lugar común que los investigadores la
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Escala regional
C
omo se anotó anteriormente, en el área de estudio no se han
llevado a cabo proyectos de arqueología a escala regional y
la documentación completa de arte rupestre no se encuentra
disponible. No obstante, con base en la información que se posee
es posible hacer algunas aseveraciones a la luz de las expec-
tativas arqueológicas mencionadas anteriormente. Con ayuda
de un sistema de información geográfica se analizaron algunas
variables derivadas de las expectativas arqueológicas propuestas
en la tabla 1. Tal vez registros sistemáticos de arte rupestre, al
igual que información arqueológica colectada en diferentes es-
calas, puedan en el futuro o bien corroborar o bien descartar las
conclusiones derivadas de la limitada información disponible
a la fecha y con base en la cual se realizaron los análisis que se
describen a continuación.
Desde las primeras fases de registro de arte rupestre en el
municipio de El Colegio fue evidente la gran cantidad de rocas
que podían ser encontradas en sectores relativamente pequeños,
lo que fue descrito en términos de alta concentración y densidad
(Muñoz 2006, 105). Evidentemente, si se observa la distribución
espacial de las rocas con petroglifos (figura 6), es fácil inferir
que ellas en efecto se encuentran agrupadas. Un análisis de
vecino más cercano (nearest neighbor) realizado con 488 rocas
registradas por Gipri dentro del área del municipio (119,2 km²)
arrojó como resultado un nearest neighbor ratio (R) de 0,256
(p ≥ 0,001), lo cual ratifica el planteamiento según el cual las
rocas se concentran espacialmente. No obstante, es importante
mencionar que las agrupaciones de rocas que se pueden observar
en la figura 6 responden más a la forma en que fue colectada la
información, a partir de determinados focos de trabajo (Muñoz
2006), que al resultado de un registro propiamente sistemático.
Esto de ninguna manera desvirtúa el resultado del análisis de ve-
cino más próximo, pero impide conocer con mayor precisión las
áreas en las que los petroglifos fueron más o menos concentrados.
La segunda variable evaluada fue la relación de sitios de arte
rupestre con áreas de vivienda. Con miras a obtener una visión
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Fuente: Análisis sig realizado por los autores con base en información colectada
por Gipri (2002) y Rodríguez (2006).
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Escala de sitio
L
as excavaciones arqueológicas llevadas a cabo entre 2007 y 2009
han permitido recolectar información del contexto en el que apa-
rece el arte rupestre. Cuatro sitios donde hay rocas con petroglifos
han sido prospectados y excavados en la zona alta y media del
municipio (figura 11). Al igual que con la información regional, la
información a escala de sitio se analiza a continuación de acuerdo
con las expectativas arqueológicas esbozadas en la tabla 1.
Para empezar, es importante mencionar que ninguno de los
trabajos, bien sean arqueológicos o de registro de arte rupestre,
ha documentado a la fecha la presencia de construcciones o mo-
dificaciones del terreno que se puedan considerar monumentales
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Conclusión
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uando se piensa en el carácter ritual del arte rupestre, gene-
ralmente se evocan particularidades de algunos sitios cuya
ubicación espacial per se parecería impregnarles un halo
sagrado. Las dificultades de acceso a algunas pinturas dentro
de cuevas paleolíticas (Ucko y Rosenfeld 1967), a los aleros del
área Guane en Santander (Navas y Angulo 2010) o a los tepuyes
de Chiribiquete en Guaviare (Castaño y Van der Hammen 2006)
son suficientes para asegurar cuán importante y especial debió
ser el acto de elaboración y cuán difícil y restringido su acceso.
Claramente el arte rupestre de El Colegio no sigue esta lógica.
Por el contrario, en esta área es posible encontrar una gran can-
tidad de petroglifos, probablemente agrupados pero sin mayores
dificultades de acceso. En general, ellos se ubican cerca de las
zonas donde la gente habitó en la época prehispánica. En suma,
el análisis a escala regional, con la limitada información dispo-
nible, sería suficiente para reevaluar la imagen del arte rupestre
como un asunto sagrado y diferenciado de la esfera cotidiana. No
obstante, un grupo de hallazgos, procedentes de análisis hechos
a una escala diferente, podrían relativizar dicha afirmación y
apoyarían la noción según la cual cierto tipo de rituales tuvieron
lugar cerca de por lo menos algunas rocas con petroglifos.
¿Cómo dar curso a esta aparente contradicción? A nuestro
juicio, una definición rígida de lo que se debe entender por ritual
simplemente impide formular un marco para la comprensión de
los hallazgos de El Colegio. Por el contrario, si se piensa no solo
en la amplia diversidad de los actos rituales sino también en
una suerte de continuo, en los términos propuestos por Bradley
(2005), con diferentes grados de formalidad, inclusión-exclusión,
es posible abrir un espacio para comprenderlos. Como corolario,
y con base en la comparación de diferentes contextos en los que
aparece el arte rupestre alrededor del mundo, la primera con-
clusión que salta a la vista es la “modestia” —por denominarla
de alguna manera— asociada a los rituales en que se vieron
involucrados los petroglifos.
Dicha “modestia” es definida y se relaciona con al menos tres
características. En primer lugar, en un buen número de casos no
se trató de rituales que implicaran un fuerte proceso de sacra-
lización del espacio, traducido en la diferenciación de la esfera
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Arte rupestre y ritual. Un estudio arqueológico de los petroglifos de El Colegio (Cundinamarca)
Agradecimientos
J
ulio Rodríguez facilitó los mapas producidos como parte de su
trabajo de grado. La Alcaldía Cívica de El Colegio proveyó la
información colectada por Gipri y financió parte de las excava-
ciones arqueológicas realizadas durante los años 2007-2009. Estu-
diantes del programa de Antropología de la Universidad de Caldas
participaron activamente en diferentes temporadas de campo y
colaboraron en los análisis de laboratorio. Parte del dinero del
premio de la Secretaría Ejecutiva del Convenio Andrés Bello
(Secab), Somos Patrimonio 2008, otorgado a la Alcaldía Cívica
de El Colegio y la Fundación Inama, se utilizó para financiar la
última parte de las excavaciones arqueológicas y el análisis de
fitolitos realizado por el arqueólogo William Posada, quien a su
vez participó como codirector de las excavaciones arqueológicas
del 2009 en la vereda Arcadia. La Fundación de Investigaciones
Arqueológicas Nacionales financió muestras de radiocarbono.
Gracias a los editores de la rca por las correcciones y sugerencias
que permitieron mejorar este artículo.
Referencias