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Terra Nueva Etapa

ISSN: 1012-7089
vidal.saezsaez@gmail.com
Universidad Central de Venezuela
Venezuela

Siso Quintero, Gerardo J.


¿Qué es la Geografía?
Terra Nueva Etapa, vol. XXVI, núm. 39, enero-junio, 2010, pp. 147-182
Universidad Central de Venezuela
Caracas, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72115411008

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¿Qué es la geografía? 147

Terra. Vol. XXVI, No. 39, 2010, pp. 147-182.

*
¿Qué es la Geografía?

What is Geography?

Gerardo J. Siso Quintero

RESUMEN
A lo largo de su evolución, en diferentes períodos históricos (Edades
Antigua, Media, Moderna y Contemporánea), la geografía ha sido concebida
alternativamente como un arte, una disciplina educativa, una ciencia y una
profesión. Por otra parte, su temática de estudio ha incluido cuatro tradiciones,
que denominaremos regional, ambiental, espacial y humanista, las cuales han
dado lugar a varias corrientes del pensamiento geográfico asociadas a cada una de
ellas. El presente trabajo analiza estas concepciones y valora sus aportes a la
ciencia geográfica. Finalmente se reflexiona sobre el destino de la geografía.

PALABRAS CLAVE: Cronología, tradiciones geográficas, corrientes


geográficas, paradigmas, disciplinas sistemáticas, disciplinas corológicas.

*******

* Recibido: 21-03-2009
Aceptado: 18-01-2010.
1 El carácter de disciplina alude a una forma de organizar conocimientos sin que necesariamente
se siga una pauta científica, a manera de descripción o arte. La ciencia implica el uso de un
método riguroso con fases bien definidas (observación, conceptualización, sistematización,
hipotetización, medición, clasificación, explicación, teorización, predicción), por lo que se
suele denominar a las disciplinas que cumplen con ello, disciplinas científicas.
148 Gerardo J. Siso Quintero

ABSTRACT
Trough its evolution, at different historic periods (Ancient, Middle,
Modern and Contemporary Ages), geography has being conceived as an art, an
educative discipline, a science and a profession. On the other hand, its thematic
contents of study have included at least four traditions, that shall be called
regional, enviromental, spatial and humanistic, which have given path to several
currents of geographical thought associated with each one of them. This paper
analizes this conceptions and values its contributions to geographical science.
Finaly we make some personal reflexions about the destiny of the discipline.

KEY WORDS: Chronology, geographical traditions, geographical


currents, paradigms, systematic disciplines, chorologic disciplines.

*******

PRESENTACIÓN

Entre las cosas que resultan más difíciles y complejas para un


profesional, está la de tratar de definir en términos absolutos qué es una
disciplina en particular. Y no lo es sólo porque “no puede darse una
respuesta científica a una pregunta filosófica” como lo plantea Harvey
(1973), sino porque cuando una disciplina es producto de una larga
evolución histórica es lógico que haya sufrido transformaciones en su
concepción y, en lo que el mismo autor (Harvey, 1973: 3) denomina sus
“objetivos sustantivos”, que tal vez podríamos reconocer como su
temática de estudio particular, aquella que la individualiza y la diferencia
de otras disciplinas. Tal es el caso de la geografía, la cual como
1
disciplina –que no como ciencia– data al menos de fines del siglo III (a.
C.) (Daly, 1972: 1). Y a partir de entonces ha sido concebida, y es la
presunción de este escrito, como arte, disciplina educativa, ciencia y
profesión. Amén de ello, la sustancia que la domina incluye al menos
cuatro tradiciones o enfoques: ambiental, regional, espacial y humanista.
Se procurará entonces referirse a continuación a los cambios
históricos, en primera instancia, y a la temática de estudio a continuación,
con el fin de lograr el objetivo final de verificar las diferentes
concepciones que se han tenido sobre lo que es la geografía en varios
¿Qué es la geografía? 149

momentos históricos. La metodología empleada es esencialmente una


investigación bibliográfica detallada de carácter histórico y
descriptivo, que se basa en una muestra de opiniones calificadas, que
se asume representativa, si bien se restringe a una mayoría de autores
anglosajones; aún cuando incluye a otros del mundo hispano y
francófono. Sin embargo, la estructura de la presentación implica una
posición personal. Finalmente, se analizarán las divisiones y
subdivisiones que comprenden la geografía en la actualidad y se
culminará con unas reflexiones del destino aparente de la disciplina.

LA EVOLUCIÓN DE LA GEOGRAFÍA

La génesis de la geografía se remonta a la EDAD ANTIGUA (IV a.


C.-siglo V), cuando se conocieron las primeras contribuciones
importantes por parte de calificados pensadores de la Grecia clásica
(figura 1). Ellos habrían de incorporar el vocablo geografía,
etimológicamente proviene de las raíces griegas geo (³µ¹±) y graphos
(³Á±Æµ¹½) que significan tierra y descripción, respectivamente.
Se atribuye a Eratóstenes (276-194, a. C.) haber escrito la primera
obra denominada Geografía (Daly, 1972: 1). Sin embargo, lo que
entonces se consideró geografía distaba mucho de las concepciones
contemporáneas. Eratóstenes era un pensador con sólidos conocimientos
matemáticos y astronómicos, y se dedicó a elaborar mapas descriptivos o
2
corográficos, calculó con alta precisión la circunferencia terrestre , y
estableció la primera cuadrícula de lo que serían a posteriori las
coordenadas geográficas (Capel y Urteaga, 1982: 6-7). No en balde es
considerado como el padre de la geografía.
No obstante, es justo reconocer que otros lo antecedieron en
estudios similares, si bien no utilizaron la palabra geografía. Es el caso de
Heródoto de Halicarnaso (484-425, a. C.), reconocido como padre de

2 Partiendo del axioma de la esfericidad de la Tierra –demostrada por Aristóteles (384-322 a.


C.)– y utilizando procedimientos trigonométricos calculó la circunferencia del planeta en
252.000 estadios egipcios (Clozier, 1967: 23), medida que correspondería a algo más de
38.600 km, cifra bastante cercana a los 40.007 km que tiene la circunferencia polar (E H
Brown y C E Everard, 1982: 15).
150 Gerardo J. Siso Quintero

Figura 1. La evolución de la geografía

la historia, por haber incluido en sus narraciones de la evolución histórica del


mundo antiguo conocido por lo griegos, descripciones de corte geográfico
(Op. cit., 1982: 5). Es reconocido como uno de los primeros geopolíticos, ya
que consideraba al saber geográfico como estratégico.
En la transición hacia la era cristiana, destaca Estrabón (64 a.
C.-20 d. C.), viajero del mundo conocido que desarrolló una geografía
utilitaria para gobernantes y se le atribuye haberse interesado
3
solamente por el mundo habitado o ecumene . Uno de sus aportes
fundamentales fue haber incorporado la técnica de la observación
directa, principio positivista que habría de ser el fundamento de la
geografía regional a partir del siglo XVII (Capel y Urteaga, 1982: 5).
Otro estudioso imprescindible de mencionar es Tolomeo o Claudio
Tolomeo (c. 90 - c. 170), matemático y astrónomo que también escribió
un texto de Geografía. Calculó el tamaño del planeta, expuso por vez
primera el paradigma geocéntrico, que postulaba que la Tierra era el

3 También denominado oecumene o ekumene, corresponde al mundo habitable conocido en la


Grecia antigua; hoy se utiliza para indicar la parte de la superficie terrestre apropiada
climáticamente para establecimiento permanente por parte del ser humano (S TAMP, 1966: 308).
¿Qué es la geografía? 151

centro del universo, y fue el autor de una Guía Geográfica con una tabla
de posiciones para la elaboración de mapas exactos (Op. cit., 1982: 7).
El carácter de la geografía en esta época tenía un fuerte
contenido matemático, y predominaba un interés por elaborar mapas
geográficos y astronómicos, para cuya elaboración se acudía a la
utilización de símbolos representativos vistosos y de gran belleza. De
hecho, se trataba más de arte que de ciencia.
Durante la EDAD MEDIA (siglos VI al XV) hubo un estancamiento
de la disciplina, y mantuvo un carácter descriptivo. Entre los viajeros
de este período destacan los pueblos escandinavos que navegaron a
través del Atlántico norte, colonizando Islandia y Groenlandia, hasta
llegar a las costas de Norteamérica (Clozier, 1967: 32). En el ámbito
continental son dignos de mención los monjes franciscanos Jean de
Plan Carpin (1180-1252) y Guillaume de Rubrouck (1215-1295), que
4
cumplieron importantes misiones en Asia central . Pero las mayores
proezas se darían a conocer en los escritos de Marco Polo (1254-
1324), mercader y explorador veneciano que participó en una célebre
expedición al continente asiático, dando a conocer un extenso mundo
5
hasta entonces ignoto .
Pero los grandes aportes, en materia geográfica, correspondieron
a estudiosos árabes, tales como Al Idrisi (1100-1165), Ibn Batuta
(1304-1369) e Ibn Jaldún (1332-1406). Los árabes interpretaron,
comprobaron y tradujeron los tratados de geografía de los griegos
clásicos y, gracias a ellos, fueron posteriormente traducidos al latín y
6
conservados para la posteridad .
En la EDAD MODERNA (siglos XVI al XVIII), gracias a los avances
cartográficos y a innovaciones tecnológicas en navegación marítima, se
realizaron descubrimientos trascendentales a nivel mundial. Las potencias
europeas patrocinaron viajes estelares, como los de Cristóbal Colón (1451-
1506), Vasco de Gama (1469-1524) y Fernando de Magallanes (1480-1521).
Colón, financiado por la corona española, realizó un primer

4 http://fr.wikipedia.org/wiki/Jean_de_Plan_Carpin y http://fr.wikipedia.org/wiki/
Guillaume_de_Rubrouck (recuperados el 14-07-09).
5 http://es.wikipedia.org/wiki/Marco_Polo (recuperado el 14-07-09).
6 “Geografía,” Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2000. (CD-ROM)
152 Gerardo J. Siso Quintero

viaje (1492-1493) en procura de una conexión marítima, en ruta oeste, del


subcontinente índico; pero arribó a lo que después sería América, un nuevo
continente que colonizarían los europeos en búsqueda de riquezas naturales.
Tres viajes posteriores, liderados por Colón, ampliarían el conocimiento de
7
las nuevas tierras (1493-1496, 1498-1500 y 1502-1504) .
Vasco de Gama, al mando de una flota portuguesa,
circunnavegó entre 1497 y 1499, en ruta al sur el continente africano
8
hasta arribar a la India . Y finalmente, Magallanes, realizaría entre
1519 y 1521, bajo tutela española, la primera expedición que daría la
vuelta al mundo por mar, la cual partiendo de Europa, bordearía el
extremo austral de Suramérica a través del estrecho que hoy lleva su
9 10
nombre y llegaría a las islas Filipinas, en el extremo oriente donde
perdería la vida, por lo que la expedición la concluiría el español Juan
Sebastián Elcano (1486-1526), quien arribó a Sevilla en 1522.
Todos estos descubrimientos, permitieron reelaborar la cartografía
de los continentes y aumentar el conocimiento geográfico del mundo.
Desde el siglo XIV, los navegantes se basaban para sus travesías en las
cartas portuláneas o portulanos (Clozier, 1967: 44), donde mostraban una
cartografía tosca de los litorales de los mares conocidos y de algunas
franjas interiores, con profusión de notas con nombres de puertos, lugares
y accidentes geográficos. Su elaboración resaltaba por añadir un arte
gráfico sofisticado y llamativo con símbolos e imágenes. Innovaciones
tecnológicas (naves más veloces y seguras, el timón, la rosa de los
11
vientos, la brújula, el sextante y el astrolabio) , hicieron posible superar
el cabotaje costero por la navegación de altura (Op. cit., 1967: 45). No
sólo hicieron posibles viajes más largos, sino el reconocimiento de
nuevos territorios y la actualización de la cartografía a escala mundial.

7 http://es.wikipedia.org/wiki/Crist%C3%B3bal_Col%C3%B3n (recuperado el 15-07-09).


8 http://es.wikipedia.org/wiki/Bartolom%C3%A9_D%C3%ADaz; http://es.wikipedia.org/wiki/
Vasco_de_Gama (recuperados el 15-07-09).
9 La expedición de Magallanes sería la primera en pasar del océano Atlántico al Pacífico,
bautizado así por él dada la ausencia de tempestades cuando lo navegó, y hasta entonces
denominado mar del Sur. http://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_de_Magallanes (recuperado
el 15-07-09).
10 http://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_de_Magallanes (recuperado el 15-07-09).
11 Si bien el astrolabio era usado por los griegos clásicos, y en el siglo VII era conocido en el
mundo islámico, no se posicionaría en Europa hasta el siglo XII (http://es.wikipedia.org/
wiki/Astrolabio) (recuperado el 17-07-09).
¿Qué es la geografía? 153

Los mapas de Tolomeo, salvaguardados por los estudiosos árabes,


dominarían la escena hasta el Renacimiento, y solamente a partir del siglo
XVI, surgirían mapas más exactos como el Atlas de Mercator (1595) quien,
por demás, incorporaría el uso de proyecciones cartográficas para solucionar
el dilema trigonométrico de representar una superficie esférica sobre un
documento plano (Capel y Urteaga, 1982: 11).
Probablemente, la EDAD MODERNA constituya el período más
trascendente para el desarrollo de la geografía, ya que es la época en que
habrá de consolidarse como ciencia, dado que hasta entonces, se puede
decir que era un arte; una disciplina descriptiva (literaria y gráficamente)
12
y nemotécnica . La modernidad y el advenimiento de la revolución
científica en este período, serían la causa de avances metodológicos
importantes en la geografía, y la incorporación, además de la observación
y la descripción ya existentes, de otras importantes fases del método
científico: medición, clasificación, hipotetización, explicación, sistema-
tización, axiomatización y teorización (cf. Siso, 1982: 47-50). Se puede
argüir, que la geografía habría de consolidarse como disciplina científica.
Algunos de los cambios más trascendentales son la aceptación de
13
paradigma heliocéntrico propuesto por Nicolás Copérnico (1473-1543),
14
y el desarrollo de la ley de la gravitación universal por Isaac Newton
(1642-1727). Su impacto será estremecedor en el campo de la
astronomía, la física, la geografía y las ciencias naturales en general.
El geógrafo más destacado de este período fue Bernardo Varenio
15
(1622-1650), cuya Geografía General se publicó en 1650. En ella

12 J. Beaujeu-Garnier (1971: 24) ha señalado que el «verdadero geógrafo es a la vez un hombre


de ciencia y un literato», al aclarar que la geografía sigue siendo ciencia y arte a la vez.
13 La teoría de Copérnico se daría a conocer públicamente de manera póstuma en el año de su
fallecimiento, al publicarse en latín su obra maestra titulada Sobre las revoluciones de las esferas
celestes, si bien desde hacia una década era conocida en los predios de la iglesia católica, de cual era
diácono (http://es.wikipedia.org/wiki/Cop%C3%A9rnico) (recuperado el 17-07-09).
14 El principio matemático fue dado a conocer por Newton en 1684 y publicado en latín en forma
ampliada en 1697 en su obra Principios matemáticos de la Filosofía natural. Este
descubrimiento es considerado «el momento culminante de la Revolución científica» por el
matemático e historiador Bernardo Cohen (http://es.wikipedia.org/wiki/
Isaac_Newton#Ley_de_gravitaci.C3.B3n_universal) (recuperado el 17-07-09).
15 La importancia e impacto de la obra magna de Varenio llevó a que Newton la reeditara en
1672 y la incorporara como libro de texto en sus cursos de la Universidad de Cambridge,
Inglaterra (Capel y Urteaga, 1982: 12).
154 Gerardo J. Siso Quintero

introduce la división de la ciencia en geografía general (también llamada,


hoy día, sistemática) y geografía regional (denominada especial por
Varenio), la cual se ha aceptado desde entonces (Hartshorne, 1939: 41-
42; Daus, 1982: 31-36). La geografía general, más que todo física y
astronómica, estudia la Tierra en su conjunto, explicando sus partes
constitutivas y sus características generales; la geografía especial estudia
la situación de cada una de las regiones del planeta, su división y sus
límites, incluyendo los aspectos humanos (Capel y Urteaga, 1982: 12-
13). Esto representará la incorporación de doble dualismo en el estudio
de la geografía (sistemática vs. regional; y física vs. humana), que
provocará una redefinición de su objeto de estudio y una categorización
que dará origen a las división en ramas y subramas que comprende hoy
día esta ciencia, como se verá más adelante.
Los aportes más significativos para ubicar a la geografía en el
sistema de las ciencias se deben al filósofo Immanuel Kant (1724-
1804) y al naturalista Alejandro de Humboldt (1769-1859), como lo
ha reseñado Hartshorne (1939: 134-135). Estos, al analizar las formas
de organización del conocimiento científico, clasificaron a las
16
ciencias en tres categorías : sistemáticas, corológicas y cronológicas,
como serían denominadas posteriormente por Alfred Hettner (1859-
17
1941) (Hartshorne, 1939: 140; Hartshorne, 1959: 174-178) .
El planteamiento anterior ha sido resumido en la siguiente cita
(Siso, 1982: 29):
“…el conocimiento científico del mundo real, único e indivisible,
pero arbitrariamente separado en varias disciplinas para fines de

16 Obviamente esta categorización se refiere a las ciencias fácticas o materiales (naturales y


sociales), aquellas que tratan con hechos concretos del mundo real, sucesos y procesos
verificables empíricamente a través de experiencias, y no a las ciencias formales o ideales, las
cuales tratan con signos ideas o pensamientos abstractos (números, símbolos, axiomas) (cf.
Bunge, 1974: 8-16).
17 Aparentemente los tres estudiosos arribaron separadamente a la misma conclusión (Hartshorne, 1939:
140). Los planteamientos de Kant aparecieron en su obra Geografía Física publicada en 1802, pero
que correspondían a manuscritos elaborados por él entre 1775 y 1759 (Hartshorne, 1939: 4), cuando
era catedrático de la Universidad de Königsberg (llamada Kalinigrado, a partir de 1946; Moore,
1971: 378). Humboldt analizó la posición de la geografía entre las ciencias en una publicación de
1793 (Hartshorne, 1939: 135), mientras que la referencia de Hettner corresponde a un escrito
publicado en el año 1905 (Hartshorne, 1939: 140).
¿Qué es la geografía? 155

estudio, podía organizarse de tres formas: 1) sistemáticamente,


según la dimensión sustancial de cada materia o categoría de
fenómenos o tópicos; es decir, según su contenido particular de
materia (ej.: economía, geología, sociología, botánica, etc.); 2)
cronológicamente, según su dimensión temporal, concentrándose
en la variación de los fenómenos y las conexiones entre ellos a
través del tiempo (ej.: historia, arqueología, paleontología, etc.); y
3) corológicamente, según su dimensión espacial, de acuerdo a las
diferencias en formas de asociación y relaciones de los fenómenos
en el espacio (ej.: geografía, astronomía, geofísica, etc.). En otras
palabras, la totalidad del saber humano sobre la realidad conocida
por el hombre puede adscribirse a alguno de los tres tipos de
ciencias: sistemáticas, cronológicas y corológicas.”
En la figura 2, se expresa la forma en que puede presentarse la
organización del conocimiento científico según la clasificación anterior:

Figura 2. Presentación del conocimiento científico

Este esquema fue recogido por geógrafos contemporáneos bajo la


figura del paradigma de la matriz geográfica (Berry, 1964: 26-29; Haggett et
al., 1977: 15), de acuerdo a la cual, en el conocimiento geográfico están
representadas las tres dimensiones y se les corresponde con los tres campos
156 Gerardo J. Siso Quintero

tradicionales de indagación geográfica: geografía regional (dimensión


corológica), geografía sistemática o tópica (dimensión sistemática) y
geografía histórica (dimensión cronológica) (Siso, 1982: 29-30) (figura 3).
Estos aportes excepcionales fortalecieron a la ciencia geográfica en la
EDAD CONTEMPORANEA (siglos XIX al presente). Es obligatorio comenzar este
18
período con dos académicos excepcionales: Alejandro de Humboldt , (1769-
1859) considerado hoy en día “por casi todos los tratadistas de la historia de
la geografía como el padre de la moderna ciencia geográfica” (Capel, 1981:
19
5), y su contemporáneo Karl Ritter (1779-1859) , reconocido como
20
cofundador (Clozier, 1967: 90; Daus, 1982: 37) .

Figura 3. La matriz geográfica

18 La obra de Humboldt es casi inconmensurable, ya que escribió sobre una temática tan amplia que
incluyó etnografía, antropología, física, zoología, ornitología, climatología, oceanografía, astronomía,
geografía, geología, mineralogía, botánica, vulcanología y el humanismo (recuperado el 05-08-09)
(http://es.wikipedia.org/wiki/Friedrich_Heinrich_Alexander_von_Humboldt). Quizás sus aportes
geográficos más trascendentales sean Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente (1807),
escrita conjuntamente entre 1799 y 1804 con Aimé Bonpland, y Cosmos (1845-1862, 5 vol.)
(Hartshorne, 1939: 5), una visión global de la estructura del universo.
19 Ritter escribió una monumental geografía general comparada (Daus, 1982: 37) de 21
volúmenes, conocida como Die Erkunde (1833-1839), y cuyo título completo sería: Las
ciencias de la Tierra en relación a la Naturaleza y a la Historia de la Humanidad (http://
es.wikipedia.org/wiki/Karl_Ritter) (recuperado el 05-08-09).
20 Sin embargo, por el hecho de no haber dejado discípulos directos y dado el escaso eco inmediato que
tuvieron las ideas de estos dos estudiosos, Capel arguye que “serán, en todo caso ‘precedentes’ pero
no ‘fundadores de la geografía contemporánea’” (Capel, 1981: 79), si bien los reconoce como
padres putativos de la geografía (Capel, 1981: Primera parte, Caps. I y II).
¿Qué es la geografía? 157

Humboldt resalta por su formación científico enciclopédica que


cubrió botánica, historia natural, mineralogía, matemáticas, física y
economía política (Capel y Urteaga, 1982: 14), además de incursionar en
geofísica, etnografía, antropología, zoología, ornitología, climatología,
21
oceanografía, astronomía, geografía, geología y vulcanología . Ello ha
provocado una perenne discusión entre quienes lo consideran más un
22
naturalista que geógrafo, propiamente dicho.
Su obra tuvo un carácter empírico, porque se dedicó por largos
años a realizar expediciones científicas para recuperar directamente, y
por experiencia propia, información científica. Su extenso viaje por
Sudamérica y Centroamérica, entre 1799 y 1804, permitió grandes
avances en el conocimiento geográfico del nuevo mundo. Solamente
los textos científicos de su periplo suramericano incluyeron 30
23
volúmenes, escritos en un lapso de tres décadas .
24
Su visión del orbe fue holística , tratando de entender el todo y
las mutuas relaciones entre los seres vivos (incluyendo al ser humano) y
la naturaleza. De manera que sus aportes tuvieron siempre un carácter
integrador de las diferentes disciplinas. No estudió los fenómenos físico-
naturales aisladamente, sino que examinó sus relaciones recíprocas y su
distribución, siguiendo el principio de coordinación, que es la base de la
investigación geográfica (Clozier, 1967: 90-91).
Ritter se dedicó más al estudio y a la enseñanza, culminando su
carrera docente como el primer catedrático de geografía en la
Universidad de Berlín (Capel y Urteaga, 1982: 15). Sus análisis de las
diferentes regiones del mundo se basaron más en testimonios escritos que
en exploraciones propias, siendo el objetivo principal de su obra explicar
las relaciones entre el medio físico natural y la vida del ser humano,
prestando menos atención a los fenómenos físicos, y mostrando

21 http://es.wikipedia.org/wiki/Alexander_von_Humboldt (recuperado el 05-08-09).


22 Nombre con el que se conoce a los científicos que realizaban estudios sobre ciencias naturales
o historia natural, entre los siglos XVII y XIX (http://es.wikipedia.org/wiki/Naturalista)
(recuperado el 06-08-09).
23 http://es.wikipedia.org/wiki/Alexander_von_Humboldt (recuperado el 06-08-09).
24 El holismo, de acuerdo a la Real Academia Española, es una doctrina “que propugna la con-cepción
de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen”.
(http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=holismo) (recuperado el 06-08-09).
158 Gerardo J. Siso Quintero

veleidades deterministas (Op. cit., 1982: 15). A diferencia de Humboldt,


es considerado más propiamente un geógrafo que un naturalista.
El legado de estos maestros no sería, sin embargo, de provecho
inmediato para el desarrollo de la ciencia geográfica. Por una parte no
dejaron discípulos directos, y la obra de Humboldt apasionó más a
físicos, botánicos y naturalistas que a los geógrafos de su época (Op.
cit., 1982: 15). Por otra, los siguió una década de paralización y de
vacío (Capel, 1981: 84), durante la cual surgieron nuevas disciplinas
especializadas, anteriormente abarcadas en los estudios geográficos
(geología, geodesia, cartografía, botánica). Pero no puede dejar de
reconocerse que, gracias a ellos, la geografía dejaría de ser una simple
enumeración de montañas, ríos y ciudades, o un amasijo de nombres y
cifras, pues a la observación y el inventario se le agregarían el
razonamiento científico y la explicación (Clozier, 1967: 86).
Nuevas expediciones y exploraciones marítimas y continentales
revitalizarían a la disciplina, y su patrocinio de parte de las
emergentes Sociedades Geográficas del siglo XIX (París, Berlín, Gran
Bretaña, Frankfurt, Rusia y Finlandia), las cuales fueron el germen de
25
los primeros departamentos universitarios de Geografía , y de la
inclusión de la geografía en los programas de instrucción de los países
26
europeos, no sólo a nivel primario y secundario, sino superior .
La geografía pasaría a convertirse entonces en una disciplina
educativa, materia de estudio, enseñanza y formación ciudadana,
indispensable tanto para la cultura general como para la recopilación de
información geográfica, de gran valor estratégico y comercial, sobretodo
para las potencias europeas que colonizaban otros continentes. Además,
se constituyó –junto con la historia– en una disciplina clave para la
exaltación de los valores patrios de cada estado-nación. Se consolidaría
desde entonces como materia obligatoria en los curricula de educación

25 Fundadas en 1821, 1827, 1830, 1836, 1845 y1888, respectivamente; en América se crearían
las de México (1833), Brasil (1838) y de Estados Unidos (1851), que sería reemplazada desde
1988 por la hoy famosa Nacional Geographic Society (“Sociedades geográficas”,
Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2000. © 1993-1999 Microsoft Corporation) (recuperado
el 12-08-09).
26 En la segunda mitad del siglo XIX, el claustro de una universidad británica tan prestigiosa
como Cambridge discutía sobre la utilidad y carácter científico de la geografía, argumentando
que más que una ciencia era “un arte bastante elemental” (Capel, 1981: 149).
¿Qué es la geografía? 159

primaria y secundaria, y proliferarían las cátedras universitarias de


27
geografía . El surgimiento de la geografía como carrera universitaria
daría lugar al dilema de quienes, dentro de la academia, consideran a
la geografía como ciencia, y quienes al salir al mercado laboral la
conciben como profesión u oficio.
A finales del siglo XIX, el alemán Friedrich Ratzel (1844-
1904), revitalizaría la disciplina geográfica. Catedrático universitario,
produjo dos obras magistrales –Antropogeografía (1891) y Geografía
Política (1897)– que sentarían las bases de un nuevo paradigma
geográfico. Influido por las teorías darwinianas del evolucionismo,
propulsó la tesis de “que los hombres en grupos, comunidades o
naciones, se habían dispersado, florecido o declinado en una manera
similar a las comunidades de animales o plantas” (Daly, 1972: 2),
siguiendo planteamientos organicistas, lo que daría lugar a una de las
doctrinas más polémicas que se han gestado en la disciplina: el
determinismo ambiental o geográfico (Siso, 1982: 3). Esto daría
origen a la tradición ambiental en geografía, según la cual el
propósito esencial de esta ciencia es el estudio de las relaciones entre
ser humano y su medio ambiente natural.
Se basó además en el positivismo, posición filosófica que
considera que las fuentes exclusivas para lograr información
geográfica válida acerca del mundo real son las experiencias
sensoriales humanas (Haggett, 1975; 591). El evolucionismo, por su
parte, aporta a la geografía – procedente de la biología– el concepto
de organismo, propio de las ciencias naturales, que pasa a ser
transferido a las ciencias sociales (Capel y Urteaga, 1982: 19).
Ratzel, además, había sido influido desde temprano por las ideas
de Ernst Haeckel (1834-1919), creador del concepto de ecología en
28
1869 . Ello se unió al establecimiento de una metodología que buscaba

27 Las primeras cátedras de geografía fueron ocupadas por profesionales de otras disciplinas
(historiadores, economistas, zoólogos, geólogos, químicos, biólogos) o exploradores (Capel,
1981: 150).
28 http://es.wikipedia.org/wiki/Haeckel. La ecología es “la ciencia que estudia los seres vivos, su
ambiente, la distribución y abundancia, cómo esas propiedades son afectadas por la
interacción entre los organismos y su ambiente” http://es.wikipedia.org/wiki/ Ecolog
%C3%ADa (recuperado el 15-08-09).
160 Gerardo J. Siso Quintero

encadenar rigurosamente las explicaciones científicas al esquema de


causa a efecto. La causa sería el medio físico y su influencia, y el efecto,
las actividades humanas, supeditadas al primero (Op. cit., 1982: 19).
La doctrina determinista fue considerada inflexible, y produjo
una reacción en el ámbito académico francés, con un nuevo enfoque
que siguió a Lucien Fevre (1878-1956), y sería denominada
29
posibilismo ; si bien se reconoce, que fue un aporte previo del
30
ingeniero y sociólogo Frédérick Le Play (1806-1882) (Fletcher,
1969: 54-55; Daly, 1972: 2), el posibilismo considera a las
características de la vida regional como el resultado del conjunto de
posibilidades locales frente al ambiente y su forma de explotación, y
su gran cultor en la ciencia geográfica fue Paul Vidal de La Blache
(1845-1918), considerado como el padre de la geografía humana.
Este último, organizó toda una escuela del pensamiento geográfico
en Francia, cuya influencia dominó la primera mitad del siglo XX,
enfrentada radicalmente a la concepción determinista. El trasfondo de
31
este cambio vino dado por la introducción del concepto historicista de
la ciencia, el cual reacciona frente al reduccionismo naturalista de la
ciencia positivista –tan propio del determinismo– asociado al modelo de
cientificidad de las disciplinas naturales (Capel y Urteaga, 1982: 20).
El posibilismo implica una renuncia al encadenamiento causal de
los hechos y a la búsqueda de leyes generales y rigurosas (Op. cit., 1982:
20). Su principal contribución, consiste en la introducción del concepto
de geografía regional que difundieran Vidal de La Blache, y sus
discípulos de la mencionada escuela regional francesa, y Alfred Hettner
en Alemania. Esto permitió renacer a la tradición regional, si bien la

29 Lucien Febvre, en 1932, escribió: “No hay necesidades, sino posibilidades donde quiera; y el
hombre, como maestro de las posibilidades, es el juez de su uso” (Johnston, R.J., et al., 2000:
609)
30 Las ideas de Le Play se consideran como el antecedente primordial de la escuela geográfica
francesa inspirada por Vidal de La Blahce, ya que abogó por el positivismo inductivo, la
realización de monografías sociogeográficas y concibió el futuro concepto vidaliano de
género de vida (Capel, 1981: 297-300).
31 El historicismo es una concepción filosófica que considera que en las ciencias humanas es
difícil hallar leyes generales que conduzcan a una explicación del mundo, como pretende el
positivismo, y se conforma con lograr la comprensión de la realidad socio-cultural; su máximo
exponente fue el filósofo Wilhelm Dilthey (Capel y Urteaga, 1982: 20).
¿Qué es la geografía? 161

32
génesis de la misma se puede buscar en los trabajos corográficos de
la geografía en la edad antigua. Como su nombre lo indica, el
concepto central de este nuevo enfoque es la región geográfica, lo
cual justifica la expresión de Vidal de La Blache cuando sentenció:
33
“La geografía es la ciencia de los lugares y no de los hombres”
(citado en Figueira, 1977: 101).
El tema central de esta tradición lo constituyó el denominado
concepto regional (James, 1952: 1), según el cual:
“…la faz de la Tierra puede ser demarcada en áreas de carácter
distintivo; y que los complejos patrones y asociaciones de
fenómenos en lugares particulares poseen un significado
legible como un conjunto, el cual, añadido a los significados
derivados de un estudio de todas las partes y procesos
separadamente, provee una perspectiva y una profundidad
adicionales de comprensión”.
Los estudios geográficos pasaron a ser considerados estudios
regionales per se, y la geografía pasó a ser una ciencia de síntesis. Lo
característico de la ciencia es que estudia las relaciones entre el ser
humano y su medio “en un marco espacial concreto y las combinaciones
particulares de elementos que individualizan las distintas áreas de la
superficie terrestre” (Capel y Urteaga, 1982: 24). Cada región geográfica
es única y la misión del geógrafo es identificarlas y delimitarlas. Esta
propuesta se basa en una concepción ideográfica de la disciplina, según la
cual, lo importante es estudiar las diferencias entre una región y otra, y
dentro de la misma región, asumiendo una posición particularista, lo cual
imposibilita la formulación de leyes generales y universales.
Esto implicó considerar que los geógrafos debían ser empíricos,
comprobar por experiencia propia –vía estudio o trabajo de campo–
los hechos geográficos (tanto físicos como humanos) y sus relaciones.
Y la mejor forma de hacerlo fue a través de las populares
monografías

32 Los corógrafos fueron unos funcionarios de la Roma imperial que tenían por labor llevar un
registro minucioso de lugares, sitios, itinerarios, caminos, localidades y divisiones políticas en
ese vasto territorio; construyeron con ello una geografía utilitaria y descriptiva con fines de
administración pública (Daus, 1982: 27).
33 La cita de Paul Vidal de La Blache corresponde a una conferencia dictada en 1913 en Francia,
en la Escuela Normal Superior.
162 Gerardo J. Siso Quintero

34
geográficas , que individualizaban con estudios de caso cada región o
localidad geográfica. Se trató de la incorporación del método inductivo,
que va de lo particular a lo general, y que sólo concibe generalizaciones
cuando en varios casos se comprueba empíricamente un asunto.
No obstante, uno de los grandes aportes de la tradición
regional, y en particular de Vidal de La Blache, fue su concepción de
la unidad terrestre, de la Tierra concebida como un conjunto, donde
los hechos de la geografía humana se relacionan con el todo y sólo
son explicables a través de él, una totalidad en que “las partes están
coordinadas, donde los fenómenos se encadenan y obedecen a leyes
generales que se derivan de casos particulares” (Vidal de La Blache,
1955: 5). Es una visión holística, totalizante, integradora, y precursora
de lo que sería el análisis de sistemas en geografía.
Estos estudios geográfico-regionales, casuísticos, rigurosos,
descriptivos y taxonómicos, hicieron caer a la disciplina en una
monotonía monográfica, poco creativa y falta de imaginación. Se
criticó a la geografía por no construir teorías científicas, argumento
35
que resumiría el filósofo de la ciencia Mario Bunge en 1967 , al
sentenciar: “no teoría, no ciencia” (Amadeo y Golledge, 1975: 2).
La concepción historicista, a manera de una dialéctica de la ciencia,
habría de ser cuestionada, como lo hizo el posibilismo con el determinismo,
con el surgimiento del neopositivismo. Se vuelve a insistir en la unidad de la
ciencia, en la objetividad y la neutralidad científicas, con lenguaje y métodos
comunes, enfatizando de nuevo la explicación en la búsqueda de leyes
generales que conduzcan al desiderátum de la ciencia: la predicción (Capel y
Urteaga, 1982: 26). Con el aditamento de técnicas estadísticas y matemáticas
36
se llegó a la revolución cuantitativa ,

34 Beaujeu-Garnier (1971: 24-25) resalta la importancia que representaron las monografías


geográficas como las piedras fundamentales sobre las que se edificaría la ciencia geográfica,
ya que de la observación, descripción y análisis particulares, se llegaría a la comparación y a la
generalización. La geografía general es el producto dialéctico, añadiríamos nosotros, de las
geografías regionales.
35 De hecho Bunge calificaba a la geografía, junto a la biología sistemática pre-evolucionaria,
como una ciencia pre-teórica, estrictamente descriptiva y taxonómica (citado en Amadeo y
Golledge, 1975: 2).
36 Burton, Ian (1963): The cuantitative revolution and theoretical geography (pp. 151-162). The
Canadian Geographer, N° 7. Toronto.
¿Qué es la geografía? 163

la cual daría paso a lo que se etiquetaría como la geografía teórica (Bunge,


1966: VII) o la nueva geografía (Claval, 1979; 10). La geografía se dejo
abrumar de tal manera, sobretodo en el mundo anglosajón, por esta corriente
que, algunos de sus principales exponentes llegaron a especular que los
historiadores de la geografía en un futuro considerarían los años 60 como la
37
década de la extravagancia matemática (Haggett et al., 1977: 2).
No obstante, ello permitió el desarrollo de una posición que ha
sido denominada probabilismo, la cual permite un compromiso entre
ambientalismo y posibilismo, al considerar patrones alternativos de
conducta en localidades o ambientes particulares (Haggett, 2001:
772). El uso de modelos probabilísticos se asocia a cambios en la
ciencia física, con la introducción de la teoría cuántica de Max Planck
(1858-1947), en 1900, el principio de indeterminación o
incertidumbre de Werner Heisenberg (1901-1976), en 1927, y la
incorporación contemporánea de la probabilidad estadística (Haggett
et al., 1977: 21). A ello habría que añadir la formulación de la teoría
de la relatividad por Albert Einstein (1879-1955), entre 1905 y 1915.
Se volvió a privilegiar el enfoque nomotético, según el cual
existe un orden establecido que genera similitudes en la organización
del espacio geográfico y que se deben buscar verdades universales,
patrones comunes, y no rasgos particulares o regionales. La finalidad
última de la geografía es la construcción de modelos y la formulación
de leyes y teorías espaciales, para poder equipararse al mismo nivel
que las otras ciencias. La geografía deja de ser concebida como una
ciencia regional y pasa a ser considerada como una disciplina
espacial, localizacional, distribucional, dando así lugar al nacimiento
de la tradición espacial. El método deductivo, que va de lo general a
lo particular, se considera el más apropiado.
Por otra parte, no se admite la vieja división entre geografía física
y humana, ya que todos los fenómenos (naturales o culturales) que tienen
presencia en la superficie terrestre, pueden ser estudiados con las mismas
técnicas de análisis localizacional, y las teorías resultantes son aplicables
por igual. Se acogen al principio de unicidad de la ciencia.

37 La paternidad de esta expresión corresponde a Peter Haggett (1965).


164 Gerardo J. Siso Quintero

Nuevamente, la dialéctica académica habría de suscitar reacciones


enfrentadas al enfoque espacial. A partir de los años 70, surge una
posición que ha sido denominada tradición humanista o humanística, que
destaca los aspectos humanos (valores, objetivos, propósitos) y ha sido
considerada como antropocéntrica (Capel, 1981: 442). Se procura una
geografía cualitativa, que sustituya el paradigma cuantitativo y que
además sustituya “el enfoque objetivo, abstracto, mecanicista y
determinista del hombre” (Op. cit., 1981: 442). Esta visión de la
geografía como una ciencia fundamentalmente humana, tiene sus
antecedentes desde mediados del siglo XX, dada la necesidad que
vislumbraron algunos geógrafos de aplicar los conocimientos geográficos
para la resolución de problemas acuciantes de la humanidad.
En efecto, mientras la geografía como ciencia académica, se ha
debatido en disquisiciones epistemológicas sobre su área de estudio
(ambiental, regional, espacial, humanista), algunos geógrafos
europeos, sobretodo después de la II Guerra Mundial (1939-1945), se
preocuparon por su participación social como profesionales de la
geografía. Entonces la geografía, además de arte, ciencia o disciplina
educativa, pasó a ser reputada como profesión. Gran Bretaña, Francia,
la Unión Soviética y Polonia, fueron pioneras de esta concepción.
El surgimiento de técnicas de planificación urbana y regional,
los problemas de uso inadecuado de la tierra, la necesidad de
ordenación del territorio, la utilización óptima de los recursos
naturales, todo ello, condujo a una nueva concepción del papel social
del geógrafo. Surgieron conceptos como el de geografía aplicada o el
de geografía activa (Phlipponneau, 1960).
El primer concepto se refiere a la “aplicación del conocimiento y
habilidades geográficas para la solución o resolución de problemas
dentro de la sociedad” (Johnston et al., 2000: 30). El objeto de la
geografía activa por su parte, “es el de percibir las tendencias y las
perspectivas de evolución a corto plazo, de medir en intensidad y en
proyección espacial las relaciones entre las tendencias de desarrollo y
sus antagonistas, de definir y evaluar la eficacias de los refrenamientos
y los obstáculos” (George et al., 1964: 25). La geografía deja de ser
concebida como una ciencia de síntesis regional, que desemboca al
inmovilismo, para ser vista como una disciplina cambiante, dinámica,
¿Qué es la geografía? 165

activa, aplicada. Mientras que la geografía aplicada se integra a una


política y a decisiones sin posibilidades de crítica, la geografía activa es
un balance de desastres, éxitos y potencialidades (George, 1970: 123).
El británico L. Dudley Stamp (1898-1966), es el principal
propulsor del concepto de geografía aplicada, aclarando que no consistía
en una nueva especialidad, sino en la aplicación de los métodos
geográficos de levantamiento y análisis en aras de entender, interpretar y
solucionar algunos de los grandes problemas mundiales (Stamp, 1963:
10), como la presión demográfica sobre la tierra, la disparidad del
desarrollo entre países, las precarias condiciones de vida en áreas
subdesarrolladas y la falta de planificación urbana y regional. En el
campo de la geomorfología aplicada no podemos dejar de mencionar a
Jean Tricart (1920-2003), fundador en 1956 del Centro de Geografía
38
Aplicada en la Universidad Louis-Pasteur de Estrasburgo .
La geografía aplicada involucra hacer reconocimiento de
campo, recolección sistemática y objetiva de hechos, para su análisis
y posterior estudio cartográfico (Johnston et al., 2000: 30). Concibe a
la geografía como una disciplina empírica y utilitaria.
Ello reforzó puntos de convergencia con otras ciencias sociales,
incrementó el interés por el impacto del espacio sobre el desarrollo
económico y estimuló “una forma de geografía aplicada en la cual el
foco es muy claramente sobre la identificación, análisis y solución de
los problemas de desarrollo en un contexto espacial y temporal”
(Hodder y Lee, 1974; 19).
El geógrafo empezó a ser considerado como un especialista en
planificación regional y en organización territorial, y la geografía devino
para muchos en un oficio o profesión más que una ciencia. El geógrafo
pasó a ser considerado como un consultor profesional con experticia en
áreas tales como: fotointerpretación y sensores remotos, sistemas de
información geográfica (SIG), catastro, problemas ambientales (catás-
trofes, vulnerabilidad y riesgo ambientales). Incluso los departamentos y
escuelas de geografía universitarios empezaron a fungir, en ocasiones,
como centros de investigación y consultoría profesional, con la finalidad

38 http://age.ieg.csic.es/noticias/03-05-16-jeantricart.html (recuperado el 04-09-09).


166 Gerardo J. Siso Quintero

fundamental de obtener financiamiento para sus actividades (Johnston


et al., 2000: 31). La geografía comenzó a ser considerada, en los
países con economías de mercado, como una profesión liberal y como
un negocio lucrativo.

TRADICIONES Y CORRIENTES EN GEOGRAFÍA

Después de la anterior síntesis de la evolución de la geografía,


39
se considera que se pueden distinguir, al menos, cuatro tradiciones
40
con múltiples corrientes geográficas :
1.Tradición regional: Surge en la edad antigua, con los primeros
intentos de indagación geográfica, a partir del momento en que la
curiosidad del ser humano lo llevó a recorrer regiones distintas y
lejanas a su sitio de residencia. Implica la descripción y narración
de las peculiaridades de otras áreas y su delimitación espacial,
dando nacimiento a las regiones geográficas. Se asocia a viajeros
y exploradores, y tiene su fundamento en el trabajo de campo. Es
empírica, requiere de la observación directa, y se basa en el
método inductivo. Inicialmente tuvo un carácter corográfico y
descriptivo. Privilegia el enfoque idiográfico, que resalta el
carácter único y excepcional de cada región. La elaboración de
monografías regionales constituyó su fundamento esencial.
Dentro de esta tradición podemos reconocer tres corrientes:
1.1. Diferenciación regional: Se considera la corriente ortodoxa
de la geografía (Hartshorne, 1939: 130), y postula que el papel
del geógrafo es la delimitación espacial que resalte las

39 Se refiere a tradiciones geográficas siguiendo el esquema propuesto por Pattison (1964), quien
reconoce cuatro categorías: espacial, de estudios regionales, hombre-tierra y ciencias de la
tierra. Ahora bien, se está conciente que otros autores prefieren denominarlos corrientes y
enfoques (Rojas, 2005: 149), o escuelas geográficas (Manduca, 2004: 9-24), estas últimas
referidas a países particulares.
40 Las tradiciones son agrupamientos de definiciones geográficas con elementos comunes que
«resumen las concepciones o líneas de desarrollo de la ciencia geográfica, aceptadas y
cultivadas por grupos de geógrafos», y que pueden reducirse, según Capel (1983), a seis
tradiciones: física, corológica, ecológica, paisajística, espacial y social. Haggett (2001: 764),
por su parte, reconoce tres enfoques integrados: análisis espacial, análisis ecológico y análisis
de complejos regionales.
¿Qué es la geografía? 167

similitudes, diferencias y vínculos intra e interregionales. La


cartografía, que permite diferenciar las regiones determinadas
por el geógrafo, es su base esencial. No se limita a la
descripción de las diferencias regionales, sino a la explicación
que las sustenta mediante el análisis de las combinaciones de
los elementos geográficos que las definen. El estudio de casos
es su método primordial para la elaboración de monografías
regionales. Estudia lo particular, y sólo en caso de que en
numerosos estudios surjan patrones comunes, se arriesga a
proponer principios generales. Concibe a la geografía de
manera integral, que primero analiza los elementos físico-
naturales y humanos para llegar a una síntesis final.
41
1.2. Paisajismo : Constituye una variante de la anterior, que se
particulariza porque asume que la geografía es el estudio de la
sucesión de los paisajes terrestres, de cómo éstos evolucionan
en el tiempo histórico y se producen modificaciones en el
escenario geográfico. Su consideración de la dimensión
temporal es importante. Los paisajes geográficos son las
formas como se perciben visualmente las regiones geográficas
y que evidencian cómo los paisajes naturales (creados sin la
intervención humana) se transforman a través del tiempo en
paisajes culturales (aquellos que son producto de la acción del
42
ser humano) .
1.3. Ordenación territorial: Es una consideración de la geografía
como una ciencia aplicada y como una técnica administrativa, que
procura -conjuntamente con otras disciplinas- la ocupación
racional del territorio, mediante la aplicación de normativas
(planes de ordenación y reglamentos de uso) que permitan o
prohíban unos determinados usos de la tierra, buscando “un

41 El termino toma su nombre del concepto alemán Landschaft, que significa región, pero que fue
traducido arbitrariamente al inglés como landscape (Hartshorne, 1939: 149-158), que equivale
a paisaje, como ha sido adoptado en español.
42 Una corriente asociada a ésta, por su consideración del factor tiempo, es la de la difusión
espacial que se generó en la Universidad de Lund (Suecia) y que considera que la geografía es
el estudio de cómo se difunden en el espacio geográfico, a través del tiempo, las innovaciones
(Hagerstrand, 1952).
168 Gerardo J. Siso Quintero

desarrollo socioeconómico y equilibrado de las regiones,


la mejora de la calidad de vida, la gestión responsable de
los recursos naturales, la protección del medio ambiente, y
43
por último, la utilización racional del territorio” .
2. Tradición ambiental: Define a la geografía como una ciencia
que estudia las relaciones entre el ser humano y su ambiente,
denominada por algunos tradición hombre-tierra. Se desarrolla
en el siglo XIX cuando, dado el predominio de los ambientes
naturales, aún poco intervenidos por la acción de los seres
humanos, se solía apreciar una dependencia ambiental de estos
últimos. Ha compartido con la tradición regional el favoritismo
de la mayoría de los geógrafos de los siglos XIX y principio
del XX. Se pueden reconocer tres corrientes bien definidas:
2. 1. Determinismo ambiental: Asociada a los criterios
mecanicista, en física, y evolucionista, en biología, considera
que la acción y obras del ser humano están inevitablemente
determinados por factores ambientales (relieve, clima, suelos,
hidrografía, fauna y flora, etc.). Acepta una relación de causa a
efecto, según la cual, conocido el tipo de ambiente geográfico
se pueden inferir las características de los grupos sociales. La
conducta, la organización social, los procesos sociales y hasta
el destino histórico se consideran dependientes del ambiente
físico-natural (Pitirim A. Sorokin en 1928, citado en Berry et
al., 1976: 5). Su principal exponente fue Friedrich Ratzel en
Alemania, donde tuvo muchos seguidores, al igual que en el
mundo anglosajón. La idea básica de esta corriente la expresó
en 1906 William Morris Davis, quien afirmó: “Cualquier
expresión tiene calidad geográfica si contiene...alguna
relación entre un elemento de control inorgánico y uno de
respuesta orgánica” (citado en Berry et al., 1976; 5).
Se concibe a la sociedad como un organismo que sobrevive
ajustándose al medio ambiente, por lo que su evolución está
determinada ambientalmente de antemano. La geografía se

43 http://es.wikipedia.org/wiki/territorioordenaci%C3%B3n_del (recuperado el 10-09-09).


¿Qué es la geografía? 169

considera como una ciencia causalista, sujeta a rígidas


leyes de causa a efecto, lo cual genera una conducta de
estímulo-respuesta en el ser humano.
2.2. Posibilismo: Surge en Francia a principios del siglo XX, y se
convertiría en el estandarte de la llamada escuela regional
francesa, fundada por Paul Vidal de La Blache. Emerge como
una reacción a la inflexibilidad de las tesis deterministas, y
considera que -siendo la geografía una ciencia ambiental- la
relación entre el ser humano y su medio ambiente obedece a
una interrelación recíproca, que procura un equilibrio que
dependerá del grado de hostilidad ambiental y del desarrollo
tecnológico, material y cultural de la sociedad. La naturaleza y
el grupo social se amoldan a través del tiempo, en una
amalgama compleja (Wrigley, 1965: 8), que conforma una
región única, con personalidad propia, y que genera en sus
44
habitantes un género de vida particular. En ocasiones se
impone más el ambiente; en otras, la acción humana. En
resumen es una relación que ofrece una variedad de
posibilidades, que además son cambiantes a través del tiempo.
El equilibrio hombre-tierra da lugar a la posibilidad de
delimitar regiones geográficas características, que apoyan la
idea de que la geografía por su carácter ambiental es
definitivamente una ciencia de síntesis regional. Por ello se
asocia y es la base de la tradición regional, rescatada por la
escuela francesa a principios del siglo XX.
2.3. Ecologismo: Es una respuesta a la polémica determinismo-
posibilismo que ocupó a los geógrafos hasta mediados del
siglo XX, y que resultaría a la postre bastante estéril y poco
fructífera. Ve a la geografía como una ciencia ecológica, que
adopta el concepto de ecosistema introducido por A. Transley
en 1935 (Stoddart, 1967: 522), el cual habría de convertirse en
el paradigma geográfico de inspiración biológica de mayor

44 Se entiende por género de vida “un conjunto colectivo de actividades trasmitidas y


consolidadas por la tradición, gracias a las cuales un grupo humano asegura su existencia en
un medio determinado” (Sorre, 1967: XII-XIII).
170 Gerardo J. Siso Quintero

relevancia en la disciplina (Stoddart, 1967: 511-512). Con esta


corriente, los geógrafos incorporan el uso de la teoría general
de sistemas formulada por Ludwig von Bertalanffy en los años
1950, sobretodo con la introducción del concepto de
ecosistemas humanos, categoría referida a la interconexión
recíproca de los sistemas sociales y los ecosistemas (plantas,
animales y ambientes inanimados) (cf. Siso, 1977).
Tal vez se podría referir como antecedente a esta postura, el
surgimiento en la Universidad de Chicago de una escuela
ambiental liderada por el geógrafo H. H. Barrows a principios
del siglo XX, de acuerdo con la cual, la geografía pasó a ser
concebida como el estudio de la ecología humana o de la
morfología social (Dickinson, 1964: XV).
3. Tradición espacial: En parte como una reacción a la filosofía
historicista, que fundamentó a la tradición regional, y en parte
por la incorporación de técnicas estadísticas y matemáticas en
geografía (revolución cuantitativa), emerge la óptica de la
geografía como una ciencia espacial.
3.1. Análisis localizacional: Privilegia como centro del análisis
geográfico el estudio de la localización. Se incorporan métodos y
técnicas de otras disciplinas, lo cual permite un fructífero
intercambio multidisciplinario. Se adopta el método deductivo, se
introduce el uso de hipótesis y se considera a la geografía como
una ciencia que procura la elaboración de leyes y la formulación
de teorías espaciales. Se idealiza un espacio geográfico, donde se
pueden cuantificar distancias, flujos e interacciones, y elaborar
modelos geográfico-espaciales de gran poder explicativo. El
enfoque de estudio es nomotético, de acuerdo al cual existe un
patrón subyacente en la organización espacial de los hechos
geográficos y la tendencia es hacia la búsqueda de similitudes y
verdades universales.
La geografía pasa a ser una ciencia que busca el desarrollo
racional de leyes y teorías que procuran explicar y predecir la
localización y distribución espacial de todos los fenómenos
que ocurren sobre la superficie terrestre, sean éstos de carácter
natural (relieve, clima, suelos, plantas, animales) o cultural
¿Qué es la geografía? 171

(asentamientos humanos, cultivos, industrias, vías de


comunicación, medios de transporte). Se tiende hacia la
unicidad de la ciencia, y a la desaparición de la división
tradicional entre una geografía física y otra humana.
3.2. Organización espacial: Se trata de una derivación utilitaria y
aplicada de la anterior, que pretende la utilización de los métodos
y técnicas localizacionales para la formulación y ejecución de
planes que permitan un uso óptimo de los espacios geográficos.
Se plantea la participación en grupos de trabajos
multidisciplinarios, en los cuales el aporte del geógrafo es el
análisis espacial de los fenómenos ambientales, sociales o
económicos estudiados por otros profesionales. Se trata
indudablemente de una faceta de la disciplina que busca superar
los aportes más bien locales de la geografía regional aplicada.
4.Tradición humanista: En parte como crítica a la corriente
localizacional, a su interés de reducir todo esquemáticamente a
modelos de un mundo idealizado y a teorías con fundamento
45
matemático, surge esta tradición (Siso, 1981: 46). Se le
denomina así dado su carácter antropocéntrico, ya que considera
que la geografía estudia el comportamiento, ambiental y espacial,
del ser humano. Toma en cuenta los ambientes de subjetividad los
seres humanos, y la forma antropocéntrica de organizar su espacio
46
geográfico . Se fundamenta en los conceptos psicológicos de
percepción ambiental y espacial, ya que considera que las
preferencias y actitudes humanas son producto de una carga de
valores (culturales, sociales, económicos, políticos, religiosos)
que genera ideas preconcebidas y prejuicios que varían según la
edad, el grado de instrucción y los gustos individuales y grupales.
47
Igualmente se basa en el método hermenéutico de las

45 Por ser la de más reciente aparición a lo mejor luce aventurado llamarla tradición.
46 Conferencia de Pedro Cunill Grau, dictada el 25-09-91 en la Universidad Central de Venezuela
(Tribuna del Investigador Universitario).
47 Según la Real Academia Española, la hermenéutica, en la filosofía de Hans-Georg Gadamer,
se refiere a la teoría de la verdad y el método que expresa la universalización del fenómeno
interpretativo desde la concreta y personal historicidad (recuperado el 10-9-09) (http://
buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=hermenéutica).
172 Gerardo J. Siso Quintero

ciencias humanas y en la filosofía fenomenológica. Se


distinguen cuatro corrientes, de las cuales las últimas dos son
aún emergentes y están en proceso de difusión:
4.1. Comportamentalismo: Denominada también corriente
behavioralista o conductual, considera posible una geografía
analítica, sin teorías, concentrada en el comportamiento
humano (Sanguin, 1980: 13). Sus fundamentos se sustentan en
una filosofía existencialista, la fenomenología, que considera
que el ser humano actúa sobre la base subjetiva de lo que él
percibe que es (de acuerdo con sus valores) y no de acuerdo
con el sentido positivista, objetivo, de lo qué es (en un sentido
empírico) o lo que debe ser (en un sentido normativo). La
fenomenología es una filosofía existencial que admite como
válidos, para ganar conocimiento geográfico, a los intentos
introspectivos e intuitivos (Haggett, 2001; 772), y se basa en
una concepción subjetiva de la ciencia, en contraposición con
la objetividad omnipresente en los enfoques positivistas. La
base cultural de las sociedades y los individuos que la
conforman se traduce en imágenes mentales formadas a partir
del mundo real, las cuales son afectadas por un complejo
sistema de filtros sensoriales y un cúmulo de factores
culturales, sociales, económicos y psicológicos, que dejan en
la memoria humana una imagen residual, a partir de la cual y
mediante un código específico de comunicaciones, se elabora
un modelo simplificado de la realidad (Wettstein et al.,
Comp., 1965: 6, Fig. 3). De esa manera un elemento ambiental
es el mismo significante con diferente significado (p.e. el
ganado vacuno en la India y en Argentina). Igualmente los
conceptos espaciales (distancia, lejanía, cercanía, forma,
tamaño) dependen de la base cultural de cada grupo social.
En materia de cartografía trabajan con mapas mentales, en
los cuales la distancia puede medirse en tiempo cronológico
(horas, minutos y segundos) o en costos económicos (valor
monetario de cubrir la distancia), en lugar de dimensión
física (kilómetros). Igualmente, estos mapas no recogen
detalla-damente todos los espacios y lugares, sino aquellos
conocidos o recorridos cotidianamente por los individuos..
¿Qué es la geografía? 173

4.2. Radicalismo: Propone que la Geografía se considere como


una ciencia crítica y subjetiva, que debe cumplir un papel de
compromiso social y contribuir con una mayor justicia y
equidad social en el espacio (Siso, 1982: 5). En lugar de
estudiar detalladamente las características sintéticas de una
región o formular leyes y teorías de gran envergadura, con
clasificaciones taxonómicas, axiomas e hipótesis, proponen
que se estudien y busquen soluciones a problemas acuciantes
como la pobreza crítica y la marginalidad, el escaso bienestar
social en amplios grupos sociales, la exclusión territorial, la
especulación en los usos y valores de la tierra, la falta de
participación de los grupos sociales marginados en las
políticas del sector público, etc. Pretende que la geografía sea
una ciencia cualitativa y subjetiva, que enfrente la “ideología
prevaleciente de los grupos e instituciones gobernantes de la
sociedad” (Marsden, 1976: 68), en lugar de darle tanta
preeminencia a lo cuantitativo y objetivo, lo cual pretende que
el geógrafo sea un científico neutro y apolítico.
Esta corriente ha agrupado estudiosos que buscan aplicar, a
veces dogmáticamente, la ideología marxista a los fenómenos
geográfico-espaciales, cuyos trabajos se difunden en revistas
alternativas (Antipode, en Norteamérica, Hérodote, en Francia,
Roter Globus en Alemania y Geo Crítica en España), las
cuales buscan antagonizar con las publicaciones periódicas y
oficiales, de las instituciones geográficas tradicionales (Soler y
Mattson, 1979: 11).
4.3. Estructuralismo: Tomando principios derivados de la
lingüística, algunos autores francófonos consideran a la
geografía como un lenguaje, como una semiología de la
organización del espacio (Rémi y Nicolas, 1991: 537). El
alfabeto de los geógrafos está constituido por los coremas –
término incorporado por el geógrafo francés Roger Brunet a
principios de los años 1980–, los cuales corresponden a
estructuras elementales del espacio que se representan a través
de un modelo gráfico, y permiten representar los diferentes
procesos principales transformadores del espacio, haciendo
174 Gerardo J. Siso Quintero

emerger los nodos, los fenómenos de difusión, los polos de


atracción o de repulsión, las redes, las jerarquías, las
48
disimetrías, la isotropía, etc . La cartografía es la herramienta
fundamental de expresión geográfica y en los mapas y planos
el geógrafo reproduce signos pictóricos y geométricos
(coremas) que representan hechos geográficos (líneas para ríos
carreteras y fronteras; círculos para centros poblados; áreas
para regiones; flechas para flujos; curvas para isolíneas y
gradientes, etc.). Esto además se apoya en una convención de
colores y tramas para cada elemento geográfico.
4.4. Postmodernismo: Surge como un rechazo a la corriente
comportamentalista y al positivismo lógico, asociada a una
doctrina que confronta la existencia misma de una realidad
objetiva común entre los agentes humanos y que sostiene la
creencia de que el mundo tangible es complejo, enigmático
e imposible de modelar (Fik, 2000: 13).
Rechazan con escepticismo todas las teorías previas y todas las
tendencias, considerándolas contingentes y parciales (Haggett, 2000:
772), al igual que al conocimiento científico, al cual consideran pura
ficción, como una mera construcción social que no difiere de otras
formas de conocimiento como los cuentos de hadas y canciones de
cuna (Demeritt, 1996).
Propulsan el pluralismo, incluyendo perspectivas postestructu-
ralistas y postcolonialistas, y el desarrollo de una geografía feminista
(Ley, tomado de Johnston et al., 2000). Esta última explora las
relaciones de género y la opresión de la mujer en la sociedad (Pratt;
tomado de Johnston et al., 2000) y cataloga a la disciplina como
machista, excluyente y discriminatoria.
El siguiente cuadro resume las especificidades de las
tradiciones en materia de objetivos, contenidos y método:

48 http://geoperspectivas.blogspot.com/2008/08/coremas-y-representacin-del-espacio.html
(recuperado el 10-09-09).
¿Qué es la geografía? 175

TRADICIÓN OBJETIVOS CONTENIDOS MÉTODO

Ambiental Sistémicos: la Nomotético: formulación Deductivo: de lo general a


geografía analiza la de modelos ambientales lo particular, enfatizando
interrelación entre los y socio-económicos de como la fase de
sistemas naturales y aplicación general generalización
los sistemas humanos (formulación de leyes y
teorías científicas)

Regional Educativos: la Idiográficos: estudio de Inductivo: de lo particular


geografía contribuye casos únicos, irrepetibles a lo general, enfatizando la
con la cultura general fase descriptiva y poco
del ciudadano propensa a formular leyes

Aplicados: la Nomotético: formulación Hipotético-Deductivo: de


Espacial geografía busca la de modelos ambientales lo general a lo particular,
ordenación territorial y socio-económicos de enfatizando las fases de
(planificación y aplicación general hipotetización y
desarrollo regional) verificación experimental

Políticos: la geografía Problemas críticos: estudio Dialéctico: aún cuando no


Humanista es una ciencia de y solución de situaciones aceptan la imposición de
compromiso que sociales críticas (hambre, un método único, aceptan
procura alcanzar el pobreza, contaminación, la dialéctica como
máximo de justicia y segregación socio- herramienta de análisis
equidad en la sociedad económica, etc.) científico

LAS ESPECIALIDADES GEOGRÁFICAS

La complejidad de la ciencia geográfica se evidencia si


consideramos su multiplicidad de especialidades. No en balde, en una
publicación de 2007, el filósofo interdisciplinario Edgar Morin la califica
como una ciencia multidimensional (citado en Boadas, 2008: 170).
El siguiente esquema, en principio, pretende resumir las más
importantes ramas y subramas de la disciplina en el campo sistemático:
Cada una de estas especialidades puede hacerse más específica. En
el campo de la geomorfología se podría considerar a la geomorfología
fluvial, glacial o litoral, por ejemplo. Y dentro de la geografía económica
se puede hacer especialización en sectores económicos (geografía
agrícola, industrial, del comercio y los servicios, del mercado, del
consumo, de los recursos naturales) o de actividades particulares
(geografía del transporte y las comunicaciones, de la energía, del turismo
y el ocio, de la recreación, de la religión). Igualmente existen
publicaciones sobre productos o servicios específicos: del hierro y el
acero, del petróleo, de los servicios portuarios, etc.
176 Gerardo J. Siso Quintero

ESPECIALIDAD DE LA GEOGRAFÍA CIENCIAS AUXILIARES


GEOGRAFÍA FÍSICA
Geomorfología Geofísica y Geología
Climatología Meteorología
Hidrografía Hidrología
Biogeografía (Fitogeografía y Zoogeografía) Biología (Botánica y Zoología)
Geografía de los suelos Edafología, Pedología
GEOGRAFÍA HUMANA
Geografía cultural Antropología cultural
Geografía de la población Demografía
Geografía económica Economía
Geografía histórica Historia
Geografía política Ciencia política
Geografía social Sociología
Geografía urbana Urbanismo
TÉCNICAS DE PRESENTACIÓN ESPACIAL
Cartografía Geodesia, Fotogrametría
Sistemas de Información Geográfica Computación, Informática

Hay que tomar en cuenta la existencia de geografía por tópicos


específicos, como geografía médica, militar, de la vulnerabilidad y el
riesgo, de la pobreza, del subdesarrollo. O referencias ecológicas o
zonales, como geografía de tierras áridas, de los trópicos, de las
regiones polares.
Además hay que considerar especializaciones que, sin pertenecer
exclusivamente a la disciplina, son practicadas por geógrafos, como la
filosofía y epistemología de la geografía o la historia de la geografía.
Hay también especialidades en la dimensión corológica o regional,
si tiene desde geografías de los continentes (América, Asia, Oceanía,
etc.), de países y regiones político-administrativas (estados, municipios,
distritos), de regiones específicas (cuencas hidrográficas, áreas
metropolitanas), de centros poblados (metrópolis, ciudades, pueblos), de
formas de relieve (cadenas montañosas, llanuras o planicies, valles).
O inclusive hay estudios que combinan una categoría sistemática,
con una regional y otra histórica (geografía agrícola de los llanos de
Venezuela en el siglo XIX, por ejemplo). Algunos autores utilizan
combinaciones como geoeconomía, geodemografía, ecología de los
paisajes, geopolítica, todas asociadas de alguna forma a la geografía.
¿Qué es la geografía? 177

Tal atomización de conocimientos, ha hecho dudar a algunos de la


existencia de una sola disciplina, sino más bien de varias geografías.
Se insiste sin embargo, en la unicidad de la disciplina por razones
epistemológicas y metodológicas.
Y todo ello sin mencionar técnicas asociadas al quehacer
geográfico, como la cartografía, la interpretación de fotografías aéreas
(fotointerpretación), el análisis y digitalización de imágenes
satelitales, el trabajo de campo, la aplicación específica de técnicas
cuantitativas (estadísticas y matemáticas), el uso y aplicación de
sistemas de información geográfica.

QUO VADIS GEOGRAPHIA

La contemporaneidad y la rapidez con que han ocurrido los


cambios en materia científica y tecnológica en las últimas décadas
dificultan hacer predicciones sobre las tendencias futuras en la ciencia
geográfica. Sin embargo, es posible aventurarse a señalar algunos
aspectos que parecen serán relevantes en los tiempos por venir.
En primer término, seguirán las discusiones y el debate en el
campo epistemológico, sobretodo en cuanto a la concepción filosófica
de la disciplina. Continuarán los adherentes al neopositivismo,
defendiendo el uso de un método científico único, aplicable por igual
a las ciencias naturales y sociales. Ello implica una valoración de los
métodos cuantitativos para un análisis científico objetivo y valedero.
Los defensores de la posición humanista seguirán abogando por otras
interpretaciones, dándole preferencia a los postulados
fenomenológicos, favoreciendo una ciencia subjetiva y de
compromiso social, orientada a resolver los problemas más graves de
la humanidad en la actualidad (contaminación ambiental, pobreza e
injusticia social, desarrollo sustentable, destrucción de los recursos
naturales, efecto invernadero, aumentos del nivel de mar, destrucción
de la capa de ozono y globalización, entre otros).
Igualmente se deslindarán las interpretaciones entre quienes
consideran a la geografía como una ciencia –ambiental, regional, espacial
o humanística–, y privilegiarán una consideración académica de la
disciplina, y los que prefieren apreciarla como una profesión. En este
178 Gerardo J. Siso Quintero

último caso, proliferarán los métodos y técnicas de geografía aplicada,


particularmente en el campo de las telecomunicaciones y la
representación cartográfica asociada a los sistemas de información
geográfica. Todo ello sin que deje de ser un arte, como narrativa
literaria y como expresión plástica (cartografía, pictogramas).
La tendencia a la globalización seguirá abriendo inusitados
mecanismos de comunicación ultrarrápida que no sólo seguirán
permitiendo el intercambio económico y el flujo de bienes y capitales
por medios electrónicos, sino que obligarán a la evaluación de los
conceptos geográficos e históricos tradicionales en cuanto a espacio y
tiempo (Siso, 2000: 16) . La transferencia expedita de data en tiempo
real, sin importar el lugar emisor ni el receptor, van generando una
especie de desarraigo territorial en materia de comunicaciones, donde
importan más el identificador de la dirección de un correo electrónico
o el nombre del dominio de la página web (www), que las
coordenadas geográficas, y todo ello independientemente de
distancias, rumbos o localización (Siso, 2000: 18-19).
La incorporación de los sistemas de información geográfica,
que trabajan con data referenciada espacialmente (p.e.: coordenadas
geográficas) y que permiten capturar, almacenar, recuperar, manejar,
analizar, modelar, exhibir, organizar, modificar y actualizar
información, o transformarla a formas gráficas bi o tridimensionales,
seguirá perfeccionándose y revolucionando las formas de
representación cartográfica. A ello habría que añadir la tecnología
49
GPS (Global Positioning System) , sistema de navegación satelital
que permite determinar con gran precisión la ubicación de objetos,
50
personas, vehículos y otros elementos sobre la superficie terrestre .
Finalmente habría que considerar el papel relevante que
corresponderá a la geografía, dado su carácter multidisciplinario o
multidimensional, en la tendencia mundial hacia la incorporación de
la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad como nuevas
categorías de concepción científica, y que le permitirán incorporar el
análisis geográfico a la postmodernidad y al pensamiento.

49 Su nombre correcto es NAVigation System and Ranging - Global Position System, o


NAVSTAR-GPS (http://es.wikipedia.org/wiki/GPS#cite_note-0) (recuperado el 12-09-09).
50 http://es.wikipedia.org/wiki/GPS (recuperado el 12-09-09).
¿Qué es la geografía? 179

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*******

Gerardo J. Siso Quintero. Profesor Jubilado de la Escuela de


Geografía de la Universidad Central de Venezuela (UCV)
(1972-1997). Licenciado en Geografía (UCV, 1969). Postgrado
en Geografía (Universidad de Cambridge, 1970-1971). Curso
Superior de Defensa N° 14 (Instituto de Altos Estudios de la
Defensa Nacional, Ministerio de la Defensa, 1984-1985). V
Programa de Gerencia (Instituto de Estudios Superiores de
Administración, IESA, 1987-1988). Director de la Escuela de
Geografía (UCV, 1987-1990). Coordinador de la Comisión
Clasificadora del Personal Docente y de Investigación (UCV,
1996-1997). Representante de la Facultad de Humanidades y
Educación ante la Comisión de Estudios Interdisciplinarios
(UCV, desde 2005). Correo electrónico: gsiso@cantv.net.
I. LOS FACTORES GEOGRÁFICOS
LA VIDA de los grupos humanos está sujeta a la influencia del clima, el relieve, la
hidrografía, la calidad de los suelos y la naturaleza del subsuelo, que determinan
las características de la vegetación y las condiciones de los recursos minerales;
también depende de las facilidades de circulación, más grandes por la vía acuática
que por la terrestre. Por tanto, se ve afectada profundamente por el medio físico,
que constituye, entre estos grupos humanos, un importante factor de
diferenciación.
A fines del siglo XIX, la iniciativa de Ratzel abrió el camino al estudio de) estas
cuestiones. Retomada muchas veces desde entonces, nunca ha alcanzado la misma
amplitud y la misma riqueza de observación, pero ha aportado complementos
importantes a la obra de aquél. Por esto, la historia de las sociedades humanas,
trátese de sociedades primitivas o de sociedades organizadas en el marco de un
Estado, no puede nunca olvidar el examen de las condiciones geográficas; el
alcance de esta "geohistoria" ha sido puesto a la luz recientemente.? · El estudio de
las relaciones internacionales, aplicado a las relaciones entre los pueblos o entre los
Estados, debe tomar muy en cuenta estas influencias del medio físico, que casi
siempre son apreciables en el comportamiento de los pueblos, en los contactos
comerciales o políticos y en el poderío respectivo de los Estados. Sin embargo,
cuando tratamos de precisar la medida y las modalidades de estas influencias,
pareciera que han estado sometidas constantemente a la acción del hombre, quien
ha procurado acotarlas: los grupos humanos han tratado de escapar a las
limitaciones que imponían las condiciones naturales. ¿En qué medida lo han
logrado? Tal es la cuestión dominante.
1. LAS CUALIDADES Y LOS RECURSOS DEL TERRITORIO
El Estado, en la forma en que lo conocemos, se asocia a un territorio sobre el cual
ejerce un "control". La noción de Estado, dice Ratzel, es inseparable de la de
territorio.
En este marco territorial, ¿cuáles son los elementos geográficos que, según las
observaciones hechas por los geógrafos y los historiadores, pueden incrementar o
disminuir el poderío del Estado?
a) El papel del clima captó muy poco la atención de Ratzel; sin embargo, es muy
importante.
La temperatura ejerce una influencia no sólo sobre la salud sino también sobre los
modos de vida y sobre el temperamento del hombre. En donde son excesivos, el
calor o el frío han obstaculizado el desarrollo de las actividades humanas. Las
zonas árticas siempre han sido "repulsivas", desde el punto de vista biológico. En
la zona ecuatorial, demasiado cálida y húmeda, mengua la disposición del hombre
para el trabajo y, en consecuencia, es difícil que se formen grupos humanos
densos. Fuera de estas zonas extremas, las observaciones realizadas por los
biólogos en los establecimientos industriales han mostrado que la actividad óptima
del obrero se consigue en las regiones donde las temperaturas son "me. dianas"
(Gran Bretaña, Francia, norte de los Estados Unidos) y que es mucho menor en la
región napolitana o en el delta del Nilo. Es en las zonas de clima templado donde
se han desarrollado los grandes Estados modernos.
Siempre ha sido esencial el régimen de lluvias, porque tiene una influencia directa
sobre la vida vegetal; es sobre todo por el intermedio del mundo botánico",
subrayaba Lucien Febvre, como el clima ejerce su acción.
En las zonas áridas, donde la vegetación siempre es pobre y precaria, los
asentamientos humanos no son importantes ni estables: las bases de la vida
económica son frágiles. En las zonas cálidas y muy húmedas pueden verse
obstaculizados por el exceso de la vegetación (la selva ecuatorial) o por las
enfermedades causadas por las condiciones climáticas (paludismo, enfermedad del
sueño).
Incluso en las regiones que escapan a estos excesos, las formas de la vegetación
influyen en las actividades económicas y en la vida de las sociedades humanas. El
Estado cuyo territorio puede proveer a su población los recursos alimentarios
suficientes para satisfacer sus necesidades es menos dependiente de Estados'
extranjeros; le resulta más fácil tratar de aislarse desde el punto de vista económico
y, en consecuencia, desde el punto de vista político.? La abundancia de recursos
forestales ha dado a ciertos Estados una gran ventaja en el dominio marítimo, en la
época en que la madera era el material de las construcciones navales, y en las
zonas limítrofes la densidad de los bosques ha formado un escudo protector que ha
constituido por largo tiempo un elemento de seguridad. Los Estados productores de
algodón crudo asumieron una función importante en la vida económica del mundo
cuando la industria textil cobró auge. Son muchísimos los ejemplos que nos vienen
a la mente.
¿Es estable esta influencia de las condiciones climáticas? Sin duda cabe señalar
que los cambios en el régimen de las lluvias o en la distribución de las zonas
térmicas han influido en el pasado; por ejemplo, es posible que las migraciones
demográficas del Asia central fueran causadas por la desecación. Ahora bien, estas
modificaciones han sido muy lentas; sin embargo, esta relativa estabilidad no debe
hacernos atribuir al clima un papel determinante, pues en una misma zona
climática puede haber diversos modos de organización de la vida y de dispersión o
acumulación de los asentamientos humanos. En efecto, las experiencias del pasado
no ofrecen un elemento de explicación válido para el presente; las relaciones entre
el clima y la vida de las sociedades humanas tuvieron hasta el siglo XVII un
carácter de urgencia, porque estas sociedades, exclusivamente agrícolas, estaban
"dominadas por el problema siempre difícil de la subsistencia”. Este lazo de
dependencia es mucho menor hoy.
Hace ya 40 años Lucien Febvre señaló que la influencia de la temperatura y de las
lluvias sobre la vida de las sociedades humanas no tenía "nada de estricto, nada de
rígido, nada de mecánico" y que no podía estudiarse seriamente mientras no se
adelantaran las observaciones relativas a las formas de clima. Esta observación casi
no ha perdido nada de su valor.
b) La influencia del relieve es importante, claro está, en el dominio de los recursos
alimentarios, ya que la altitud y la orientación de las vertientes modifican las
condiciones climáticas. Dicha influencia también incide en aspectos esenciales de
la vida social y política del Estado: densidad demográfica, mezcla de las
poblaciones, trazo de las fronteras.
¿La densidad demográfica? En Europa, las regiones montañosas han sido por
mucho tiempo, y lo son aún en ciertas partes de Asia o de África, "zonas de
refugio"; las planicies susceptibles de inundarse fueron poco pobladas hasta que se
construyeron diques. A este respecto, el papel del relieve ha variado con el tiempo:
las comunidades montañesas partieron a las planicies en busca de condiciones de
vida más fáciles, cuando los progresos de la organización social instauraron una
seguridad que hacía superflua la "zona de refugio" o cuando los avances de la
técnica atenuaron el peligro de las inundaciones. Los geógrafos han señalado que
en la Europa contemporánea los "países de avanzada" de las regiones montañosas,
donde la producción es abundante y la circulación más factible, se han convertido
en zonas de "acumulación". Por tanto, la significación relativa de la montaña y de
la planicie es, según la observación de Pierre George, "un hecho de civilización
mucho más que un hecho físico".
¿La mezcla de las poblaciones? A menudo ha sido limitada por los obstáculos que
oponía el relieve a la circulación de los hombres y de las mercancías. Las
diferencias culturales y económicas entre los grupos humanos han perdurado
mucho más tiempo en las regiones donde la topografía establecía una división
territorial, mientras que tendieron a desaparecer en las zonas donde la circulación
era fácil. Pero hay que evitar las generalizaciones: si bien el paso de Belfort-la
"puerta de Borgoña"- marcó un límite lingüístico, el paso de Gorizia-Liubliana fue
una zona de contacto entre italianos, alemanes y eslavos, y el del Brennero ha sido
traspuesto en muchas ocasiones desde la Edad Media por pobladores de lengua
alemana que penetraron en el valle alto del Adigio. Por tanto, un "paso" puede ser
una vía de invasión. Más imprudente sería querer establecer una relación entre las
formas del relieve y los tipos de sociedades humanas: la meseta, que, según Élisée
Reclus, habría tenido un papel esencial en la historia de la humanidad, en realidad
no desempeñó ese papel más que en tal latitud y en tal medio;' la montaña
favoreció, aquí y allá - Andorra y Aosta, por ejemplo, la formación de una
sociedad característica, pero sólo cuando el macizo no era cruzado por alguna vía
de paso. ¿Cómo podríamos llegar a concluir un "determinismo" geográfico?
Sin embargo, es exacto decir que a menudo el relieve montañoso preservó la
independencia de un pueblo: la neutralidad de Suiza fue respetada durante las
grandes guerras europeas en el curso del último siglo; Abisinia escapó a la
penetración del islam y hasta 1935 pudo resistir la expansión colonial europea. No
es menos cierto que la división territorial impuesta por el relieve favoreció la
formación y la prolongada supervivencia de Estados separados en los valles, de
una misma zona montañosa, por ejemplo, en Indochina; pero la eficacia de esta
división territorial fue bastante desigual, según las formas del relieve: las cimas
redondeadas de Noruega no tuvieron las mismas incidencias que las escarpaduras
del Carso. Por último, las penínsulas, cuando el relieve establece una barrera entre
ellas y el continente -como es el caso de Italia y de Grecia, han tenido la tendencia
a concretar su unidad política; por lo demás, hay que convenir en que esta vocación
se manifestó con mucha lentitud.
En resumen, todas estas observaciones confluyen en una misma confirmación: las
formas del relieve, en la medida en que han sido un serio obstáculo a la
circulación, han ejercido una influencia en los caracteres de los grupos humanos,
¿La determinación de las fronteras políticas? Aquí, el papel del relieve ha sido
importante. Tal vez el trazo de estas líneas de demarcación territorial depende de la
voluntad de los Estados vecinos, y en consecuencia de sus presiones mutuas. Es la
expresión del equilibrio de fuerzas más que de elementos geográficos. Pero, en la
historia de los conflictos entre los grupos humanos, la montaña o incluso la
presencia de una simple escarpadura (por ejemplo, las "riberas del Mosa")
obstaculizó o retardó la acción ofensiva de los ejércitos hasta la época, muy
reciente, en que la aparición de las fuerzas aéreas transformó los aspectos
estratégicos y tácticos. Cuando la frontera está trazada en una región cuyo acceso
es difícil, resulta más fácil de vigilar o de defender. A este respecto, la altitud
media del macizo no es el factor esencial; lo que importa sobre todo es la altitud de
los pasos: la frontera pirenaica siempre ha sido un obstáculo más serio que los
Alpes. En consecuencia, el Estado que quiere conservar contra su vecino una
posibilidad de acción ofensiva tiene gran interés en-sostener, más allá del paso
donde se halla la frontera "natural”, un bastión sobre la vertiente opuesta para
hacer de él, llegado el caso, una base de operaciones. Ciertamente, esta
consideración inspiró la actitud del Estado mayor austriaco cuando se empeñó,
después de su derrota de 1866, en conservar el Tirol meridional (alto Adigio)
cuando perdió Venecia; en efecto, este bastión le fue de gran ayuda en el otoño de
1917 cuando tuvo lugar la batalla de Caporetto. Por otra parte, ¿no debemos
observar también permanencias significativas en las relaciones entre el relieve y las
líneas limítrofes políticas. El desfiladero del Elba en Spandau marcó la frontera
entre Sajonia y Bohemia, luego entre Alemania y Austria y por último entre
Alemania y Checoslovaquia. Sin embargo, debe quedarnos claro que la noción de
"frontera natural", incluso cuando ejerce una atracción notable en la mentalidad
colectiva, rara vez encuentra una aplicación estricta.
Luego de estas observaciones, que se aplican sobre todo al papel de la montaña,
¿no es conveniente sopesar también el equilibrio general entre los macizos y las
planicies? Las páginas en las que Vidal de La Blache evocó la armonía de los
perfiles del relieve en Francia influyeron en gran medida en las interpretaciones de
los historiadores y geógrafos franceses. Por su parte, los historiadores y los
ensayistas alemanes han insistido a menudo en la parcelación de las zonas de
asentamientos humanos en su territorio nacional y en la ausencia de un "hogar
central" capaz de convertirse en un centro de atracción política. Pero ¿acaso la
parcelación de las planicies litorales obstaculizo la prolongada existencia de un
sistema monárquico en el archipiélago japonés?
c) Por su parte, la influencia de la hidrografía se manifiesta en el dominio
estratégico: las dificultades que enfrenta un ejército para cruzar un río cuyos
puentes han sido destruidos o una región pantanosa han tenido un papel notable en
las operaciones militares de las dos guerras mundiales. Esta influencia puede
manifestarse también en la vida económica o social y, en consecuencia, en la vida
política, pues los grandes ríos son una vía de penetración de las influencias
externas.14 Pero sobre todo el trazado de la red fluvial y el régimen de las vías de
agua son los que han impuesto su influencia en la vida de los Estados
El curso paralelo de los grandes ríos de Alemania del norte ha establecido una
"compartimentación" que probablemente ha retrasado la unidad política, mientras
que en Francia la zona de confluencias en la cuenca parisina ha sido una condición
favorable para el crecimiento de una capital política. Siberia se presta a
observaciones análogas: sin duda consiguió su unidad desde el siglo xvi, pero por
una iniciativa venida del exterior. La existencia de un gran eje fluvial es un
elemento favorable para la formación y la extensión de un Estado: el grupo
humano establecido en el valle bajo quiere dominar también el valle alto, cuyos
ocupantes pueden modificar el régimen de las aguas. El señor del valle alto trata de
asegurarse el "control" del valle bajo, el cual, con la condición de que el río sea
navegable, es la vía de acceso más cómoda hacia el mundo exterior. La ocupación
total de un río por el Estado más fuerte que posee ya una parte es, como decía Jean
Brunhes, "uno de los principios de la geografía política". Sin embargo, ¿qué valor
debemos atribuir a este principio? Desde luego, el río adquiere una importancia
primordial en las relaciones económicas cuando queda bajo el control de un solo
Estado. Pero si ponemos aparte el caso de Egipto, donde la vida del delta depende
en gran medida del régimen de las aguas en el curso superior del Nilo, los ejemplos
mencionados por Jean Brunhes no son todos probatorios. El conflicto de 1928-
1936 entre Bolivia y Paraguay tuvo tal vez como apuesta el "control" de una vía
fluvial, el Picamayo, pero también provino de la rivalidad que despertaron unos
eventuales yacimientos de petróleo. Es evidente que cuando Rumania insistió en
1919 en tener la posesión de las bocas del Danubio, no era capaz de ocupar la
totalidad del rio, Austria-Hungria no trato de establecer su dominio sobre el
Danubio más allá de las Puertas de Hierro. El Imperio alemán de Bismarck en el
momento de su mayor poderío no intento extender su territorio hacia la parte
superior del curso del Rin. Por tanto, hay que revisar las afirmaciones generales.
Además, la función de la vía fluvial puede ser salvaguardada mediante acuerdos
diplomáticos que respeten la repartición entre las soberanías políticas: se respeta el
régimen internacional del Rin, el del Danubio, el del Congo, sin encontrar serias
dificultades.
El régimen de las aguas, cuando la técnica ha sabido aprovechar sus recursos, ha
favorecido muchísimo en ciertas regiones el desarrollo de la producción agrícola e
industrial. En las zonas montañosas, la hulla blanca ha sido un factor esencial de la
vida económica; a fines del siglo XIX, permitió el auge industrial del norte de
Italia, que tanto tiempo había estado atrasado por la pobreza de carbón del
subsuelo. En todas las regiones semiáridas, el río se convirtió, gracias a los trabajos
de irrigación, en el eje esencial de la vida agrícola.
d) La calidad del suelo y los recursos del subsuelo han tenido siempre una
influencia importante en la vida de los grupos humanos. En gran parte, la
naturaleza del suelo determina la suficiencia de un país en cuanto a productos
alimenticios. Baste decir una palabra sobre los casos más característicos que pone
de manifiesto la observación geográfica: por un lado, las tierras ricas -el loes de
China del norte o, en Rusia, el chernozion de Ucrania- por el otro, los suelos
pobres del Decán o de África tropical, deteriorados por la laterita. Es la riqueza en
productos energéticos y minerales del subsuelo la que ha permitido el auge de las
grandes regiones industriales. Entre estas condiciones naturales y la formación de
los Estados es posible observar, en el pasado, ciertas relaciones. A menudo, los
núcleos de vida política organizada han sido, como señala Lucien Febvre, las zonas
de contacto entre regiones naturales donde los recursos de los suelos eran
diferentes y donde se establecía un sistema de intercambios entre economías
complementarias: tierras de trigo, pastizales y bosques; sabanas y selvas tropicales.
La índole del suelo ha influido también en el temperamento y en el carácter de las
poblaciones en las regiones de suelo pobre, donde el hombre tenía que sostener una
lucha más dura contra la naturaleza, los habitantes adquirieron un vigor físico -y
algunos dicen que incluso moral- más grande, que les permitió cobrar un
ascendiente político sobre las poblaciones vecinas. En apoyo de estas
observaciones se cita a Brandenburgo y las Asturias. Sin embargo, el papel de los
"lazos geográficos" no ha sido muy apreciable en la formación de los grandes
Estados modernos, 6 y la mezcla de las poblaciones, a medida que se facilitaba la
circulación, ha atenuado las diferencias entre el temperamento de unas y otras. No
por ello el papel del "ambiente" en la formación de la psicología del grupo (del que
Max Sorre había resaltado el interés siguiendo a Toynbee) perderá sus méritos
como objeto de estudio cuidadoso.
En el mundo de los siglos XIX y XX, ¿en qué medida las condiciones naturales
siguieron siendo un factor del poderío respectivo de los Estados?
La suficiencia de productos alimenticios ha perdido mucha de su importancia, pues
los medios de transporte satisfacen fácilmente el déficit mediante importaciones: el
poderío de Gran Bretaña continuó afirmándose en la época misma en que, después
de 1846, sacrificó deliberadamente su agricultura en aras de la industria; al poderío
del Imperio alemán le convino bastante una situación económica que lo obligaba a
cubrir con importaciones gran parte de sus necesidades de cereales. En tiempos de
paz, el único inconveniente de esta demanda de importaciones era que agravaba el
déficit de la balanza comercial, pero el equilibrio contable se alcanzaba sin
dificultades. Desde luego que en caso de guerra tal estado de dependencia con
respecto a las importaciones podía volverse inquietante; testimonio de ello es el
efecto del bloqueo durante la guerra de 1914-1918.
En cambio, la riqueza del subsuelo ha tenido un papel esencial en el
fortalecimiento del poderío político, sobre todo cuando la asociación entre el
carbón y el mineral de hierro trajo el auge de las industrias metalúrgicas, y en
consecuencia el de la fabricación de armamento. Tal vez esta superioridad tendió a
declinar a medida que aumentaba el comercio internacional. Los países menos
provistos pudieron procurarse de fuera con más facilidad las materias primas y los
productos energéticos: Japón e Italia crearon una industria metalúrgica sin poseer
hierro. Sin embargo, la necesidad de recurrir a las importaciones constituyó una
pesada desventaja para la balanza comercial e imprimió una amenaza sobre la vida
económica de estos países, en el caso de que sus fuentes de aprovisionamiento se
volvieran inaccesibles.
Por tanto, la desigualdad en materias primas (que incluyen el sector energético) se
ha convertido, en las relaciones internacionales, en un factor de primera
importancia. La competencia abierta en torno al acceso a estos recursos ha
provocado conflictos o amenazas de conflictos entre los poseedores de las riquezas
y los que quisieran una parte de ellas. Estas contiendas han sido más ásperas
cuando los pueblos que tenían unas facultades de organización y unas capacidades
técnicas más avanzadas creían que podían invocar un derecho: ¿no era justo que
los recursos del subsuelo beneficiaran a quienes eran capaces de sacarles el mejor
partido? En esta carrera hacia el poderío, el Estado que "controla" las materias
primas esenciales posee una amplia ventaja. De nuevo esta riqueza no carece de
inconvenientes, pues en un mismo Estado se pueden manifestar los contrastes que
se observan en las relaciones internacionales: los habitantes de las regiones donde
se localizan materias primas tienen un nivel de vida superior al de sus
conciudadanos. Los disentimientos que provoca esta desigualdad tienden a
debilitar la cohesión nacional.
2. LA POSICIÓN
La función que desempeñe el Estado en las relaciones internacionales depende en
gran medida del lugar que ocupa en el mapa mundial. Gracias a su situación
geográfica, Estados de pequeña extensión han puesto en la historia una huella que
no han dejado otros de mayor tamaño, dotados de recursos bastante superiores.
“Hay posiciones que tienen un valor político", señalaba Ratzel en 1897. En el
curso de los últimos 50 años esta observación ha conservado gran parte de su
validez.
El acceso al mar
Evidentemente, el acceso al mar es una de estas posiciones favorables. El territorio
que cuenta con un litoral posee ventajas desde el punto de vista comercial: el mar
ofrece facilidades de circulación de bajo costo, mientras que la construcción de las
vías de comunicación terrestre es onerosa. A pesar de los riesgos, la navegación
ofrece una seguridad mayor en las relaciones con el exterior, porque es más fácil
escapar por mar que por tierra a un enemigo que quisiera impedir el paso. Ya muy
notables en el siglo xvii, estas ventajas se volvieron cada vez más importantes en el
siglo XIX cuando los intercambios adquirieron una gran magnitud. El Estado que
carece de acceso al mar (Serbia antes de 1914; Bolivia después de la anexión, en
1884, de la zona costera de Antofagasta por parte de Chile) puede temer una
parálisis de sus intercambios con el exterior: está muy expuesto a sufrir "presiones
económicas" en caso de tensiones políticas,
Por tanto, la búsqueda de un acceso al mar ha sido un móvil de la más alta
importancia en la orientación de la política exterior de los Estados. Sin evocar los
recuerdos del siglo XVII (la política rusa de acceso al Báltico y luego al Mar
Negro; la conquista de la Pomerania sueca por parte de Brandenburgo), basta con
recordar los ejemplos más recientes: la lucha de Bulgaria en 1912-1913 por abrirse
el acceso al mar Egeo, que perdió en 1920; la reivindicación de Serbia de una
"ventana" sobre el Adriático durante la primera Guerra Mundial; la cuestión del
"corredor polaco" en 1919; la guerra del Chaco, de la cual una de las causas es el
deseo de Bolivia de conseguir un acceso al Océano Atlántico, ya que había perdido
el acceso al Pacífico. ¿Debemos concluir con Ratzel que los pueblos más fuertes
siempre y en todas partes han tratado de ocupar las zonas litorales, relegando hacia
el interior a las poblaciones más débiles? Ello sería una exageración. Tal vez los
indios de América del Norte, las poblaciones autóctonas de Australia y los
hotentotes de África del Sur abandonaron las regiones costeras a la llegada de los
europeos; pero ¿cómo podría haber sido de otro modo cuando los recién llegados
venían por mar y debían comenzar necesariamente su empresa por la ocupación del
litoral? Cuando las poblaciones conquistadoras han llegado por vía terrestre-tal es
el caso de la penetración musulmana en África occidental, se limitaron a ocupar el
interior y empujaron hacia la costa a las poblaciones ya establecidas.
Por otro lado, a menudo la magnitud del desarrollo costero ha sido un factor de
poderío para los Estados, con la condición de que la población tenga una "vocación
marítima". ¿Pero el acceso al mar confiere siempre esta vocación? En el caso de las
poblaciones inglesas, holandesas y escandinavas, la respuesta es afirmativa; en
otros casos no es así: más o menos hasta 1880, los pueblos alemanes casi no se
mostraron atraídos por la navegación; los de la India meridional y de Albania han
sido muy indiferentes al mar, en el Mediterráneo, donde las costas recortadas y las
numerosas islas ofrecen condiciones favorables, Grecia y Siria-Fenicia han sido
para los marinos la patria elegida, a diferencia de Córcega y Cerdeña, y la Roma
antigua poseyó un poderlo marítimo del que estuvo desprovisto Cartago. Estas
diferencias en el comportamiento de los hombres a veces dependen de situaciones
geográficas: a causa de la escasez y de la angostura de las plataformas litorales la
pesca es pobre en el Mediterráneo; por tanto, en su vida cotidiana el hombre se ve
menos llamado por el mar. Pero también dependen del carácter de las poblaciones:
Noruega, gran semillero de marinos, no tiene más plataformas litorales que
Córcega; en el Báltico, las poblaciones bálticas o los alemanes de Pomerania tienen
menos vacación marítima que los suecos o los finlandeses, aunque las
características del relieve submarino sean análogas. Por tanto, la posición costera
no siempre tiene una influencia directa en el temperamento de los hombres y en su
modo de vida.
Por último, cuando un Estado poderoso era dueño de una porción de litoral en un
mar de dimensiones relativamente limitadas, a menudo tuvo el propósito de
extender su control a la mayor parte o incluso a la totalidad de las costas. ¿No es
esta política de mare nostrum la de Suecia en el Báltico en 1658, y no explica la
acción de Japón en Corea en 1894 y luego en la región de Vladivostok en 1918-
1919? ¿No invocó la Italia de Mussolini este principio en cuanto al Mediterráneo?
Cuando la Rusia zarista trató de establecer, según ciertos observadores, su
influencia en Bulgaria entre 1879 y 1887, ¿no pretendió realizar el mismo objetivo
en el Mar Negro? Pero estas observaciones están lejos de ser convincentes, pues en
ninguno de estos casos era manifiesta la incitación geográfica. La política sueca no
trataba tanto dominar el Báltico como de establecer una "cabeza de puente" que le
permitiera intervenir en los asuntos alemanes. El gobierno japonés quería evitar
que Corea cayera bajo la dominación rusa porque temía convertirse en el vecino de
una gran potencia europea. La Rusia zarista, al intervenir en Bulgaria, quería una
expansión en los Balcanes más que el dominio en el Mar Negro. La fórmula
lanzada por Mussolini, y por lo demás aplicada con tantos titubeos (salvo en el
Adriático), no era sino la manifestación de un afán de poderío o de prestigio.
Comprobar el atractivo que puede ejercer un mapa en la imaginación de los
hombres no es lo mismo que estudiar una influencia geográfica.
El "control" de las rutas de tránsito
El "control" que permite ejercer una posición geográfica sobre las grandes rutas de
tránsito -terrestres o marítimas- es otro aspecto destacado de estos problemas.
La importancia que presentan ciertas zonas de circulación terrestre es uno de los
temas preferidos de los estudios de geografía política. - El Estado cuyo territorio
cruza una ruta natural de tránsito adquiere, cuando es lo bastante fuerte para
impedir su uso, un papel singular en las relaciones internacionales: todos los
extranjeros que la atraviesan requieren su complacencia, muy interesada porque el
tránsito da lugar a la percepción de impuestos; por tanto, la circulación de hombres
o de mercancías es una oportunidad de beneficios para los habitantes de la región.
Así, la ruta natural de tránsito puede convertirse en un punto de atracción, un
centro de captación que consolida al Estado. Pero esta vía de circulación comercial
puede ser también una ruta de invasión: si el Estado es débil y tiene vecinos
poderosos, correrá el riesgo de convertirse en víctima de su situación geográfica
favorable; tal fue el caso de Bélgica y de Irán durante las dos guerras mundiales.
Sin embargo, este riesgo desaparece cuando se equilibran las fuerzas de los
Estados vecinos: en 1828, Brasil y Argentina, después de haber rivalizado por el
delta de La Plata, al no poder imponer sus voluntades, tomaron el partido de
permitir la existencia de Uruguay,
El papel de las "regiones ístmicas”, que son las encrucijadas de las rutas de
circulación terrestre entre dos mares, tiene cierto parecido con el caso precedente:
se ha vuelto clásico el análisis con el que Vidal de La Blache trazó las
características del "istmo" que, a través del suroeste de Francia, une al
Mediterráneo con el Atlántico, aunque sus líneas esenciales hayan perdido hoy una
parte de su interés. La importancia de las rutas de tránsito entre el Golfo Pérsico y
el Mediterráneo, a través de Mesopotamia y Siria, disminuyó cuando la
construcción del canal de Suez abrió a los europeos una ruta de acceso marítimo
hacia el Asia meridional, pero se vio reafirmada después de 1919, cuando la
explotación de los yacimientos de petróleo hizo necesario el establecimiento de los
oleoductos.
Por último, en los grandes macizos montañosos con frecuencia los pasos han sido
lugares privilegiados para la formación de pequeños Estados que llegaron a
desempeñar en las relaciones internacionales una función desproporcionada con la
extensión de su territorio; pero estas situaciones rara vez perduran: en Europa,
estos pequeños Estados, en virtud de que sus vecinos eran grandes Estados
modernos que deseaban tomar bajo su control el paso, perdieron su independencia;
en Asia, los principados del Alto Mekong desaparecieron a fines del siglo XIX
cuando las colonizaciones francesa e inglesa penetraron en Indochina. En nuestros
días, los pequeños Estados independientes del Himalaya (Nepal, Bután, Sikkim)
son los últimos supervivientes.
Sin embargo, en este dominio, como en muchos otros, no hay que exagerar el papel
de las influencias geográficas. Son frecuentes las relaciones entre las corrientes de
circulación y las rutas naturales, pero no son necesarias: en Africa, Asia y América
se han abandonado varios grandes caminos terrestres, tras siglos de utilización y
sin que las condiciones del medio físico hayan cambiado.
Desde hace mucho, la posesión de un territorio que permita vigilar y, dado el caso,
impedir el tránsito por una gran ruta de circulación marítima ha constituido una
ventaja de primer orden, desde el punto de vista tanto político como económico. El
papel de los Dardanelos y del Bósforo, así como el de los estrechos de Sicilia, de
Mesina y de los estrechos daneses, ha dejado huella en todas las etapas de la
historia de las relaciones internacionales en Europa, sobre todo a partir del gran
desarrollo de la navegación en el siglo xv. En Asia, el estrecho de Bab-el-Mandeb
y el de Malaca hicieron que la posesión de Aden y de Singapur adquirieran una
importancia mundial. No está de más recordar que la política de Gran Bretaña trató
por largo tiempo de establecer su dominio directo o su influencia en los territorios
que controlaban las grandes rutas marítimas. La posesión de las "puertas” del
Mediterráneo, de la puerta del Mar Rojo y, desde 1825, de la mejor base naval
sobre la ruta marítima que une el Océano Índico con el Pacífico se ha asociado al
auge del poderío británico en el mundo.
No obstante, en esto también el alcance de las condiciones geográficas ha variado
dependiendo de la evolución de las técnicas. En virtud de los grandes progresos de
la navegación a vapor en la segunda mitad del siglo XIX, ciertos puertos se
convirtieron en importantes puntos de avituallamiento de combustibles, aunque su
ubicación hubiera sido inadecuada como escalas de la navegación a vela. La
construcción de los grandes canales interoceánicos permitió tender entre los
continentes nuevas rutas de comunicación, cuya existencia ha incrementado y
restringido a la vez el valor de ciertas posiciones situadas en las rutas marítimas
naturales: la apertura del canal de Kiel disminuyó, si bien en proporciones
modestas, el tráfico marítimo en el Sund; la excavación del istmo de Suez aumentó
el tráfico en el Mediterráneo y en el Mar Rojo, y en consecuencia acrecentó la
importancia de Malta y de Aden a expensas de las escalas situadas en la ruta
marítima que rodea a África; el proyecto del canal de Panamá llevó, medio siglo
antes de su realización, a la firma del tratado diplomático Clayton-Bulwer, que dio
un valor estratégico a las islas del mar de las Antillas, que podían "cubrir" los
accesos del futuro canal, además de que atrajo la atención del mundo sobre las islas
Galápagos, al mismo tiempo que modificó las corrientes de circulación entre los
archipiélagos de Oceanía.
La posición insular
En lo que toca al poderlo político, la posición insular tiene inconvenientes y
ventajas.
Mucho se ha hablado ya sobre las ventajas.
Cuando están aisladas en un océano, las islas tienen un valor particular como
puntos de apoyo: valor económico, porque son escalas en las rutas marítimas y
aéreas; valor estratégico, porque pueden convertirse en bases para la marina de
guerra y para la aviación. Islandia fue una base naval importante en las batallas del
Atlántico de 1941; los archipiélagos del Pacífico fueron el objeto de numerosos
debates diplomáticos de 1840 (Tahití) a 1919 (Yap); en 1922, constituyeron el
centro de interés del "Pacto de los Cinco" -uno de los tratados de Washington- y
fueron los hitos de la ofensiva estadunidense contra Japón a partir de febrero de
1942.
Cuando están cerca del litoral continental, las islas pueden convertirse en las
avanzadas de una penetración económica o política dirigida contra el Estado que
domina ese litoral: en 1842, los ingleses pusieron sus miras en Hong-Kong como
base de sus acciones en China; la presencia de los españoles en Cuba inquietó a los
Estados Unidos desde que Florida se adhirió a la Unión; en 1942, los japoneses
ocuparon las grandes islas de Insulindia no sólo para garantizar su abastecimiento
de materias primas, sino también para establecer las bases navales y aéreas que les
permitirían, dado el caso, llevar a cabo una ofensiva contra la India.
¿Hay que añadir otras ventajas? Parece que el Estado insular posee "una mayor
libertad" en la elección de las relaciones en las que funda su política.28 Pero,
¿podemos creer que la situación insular confiere a un pueblo, a condición de que
sea suficientemente numeroso, un "genio particular", un espíritu de iniciativa que
lo llevará a emprender un esfuerzo de expansión? Parece que no, si consideramos
los casos de Islandia o de Terranova, el archipiélago hawaiano, Formosa o
Indonesia, Córcega o Creta. En cambio, es cierto que Gran Bretaña y Japón
erigieron imperios, sin embargo, sería muy imprudente establecer un lazo directo
entre la vida insular y los afanes imperiales: entre 1637 y 1854 los japoneses
renunciaron a entablar relaciones con el extranjero, porque su gobierno
consideraba que esta política de "clausura" era sabia; no manifestaron ningún
deseo de abandonar esta postura hasta el momento en que una coacción exterior los
obligó a abandonarla. Los ingleses no experimentaron una "vocación marítima"
antes del siglo XVI fueron las condiciones económicas, independientes del medio
geográfico, las que modificaron su mentalidad y ampliaron su horizonte.
Por otra parte, la posición insular tiene inconvenientes. Las islas, a menos que sean
de grandes dimensiones, carecen de recursos alimenticios y se ven obligadas a
dirigirse al extranjero para conseguir sus abastos: este estado de dependencia
económica, muy notable-señala Fernand Braudel- en las islas mediterráneas no es
nada favorable para la salvaguarda de la independencia política. Asimismo, suelen
vivir demasiado replegadas sobre sí mismas y aún albergan civilizaciones arcaicas:
tal es el caso de las islas del Pacífico, sobre todo de las que están situadas lejos de
las rutas marítimas habituales; tal fue también, hasta una época reciente, el caso de
Cerdeña, que, sin embargo, no estaba lejos del continente y se extendía a lo largo
de la ruta marítima Marsella-Túnez. Por último, los Estados insulares, cuando se
hallan cerca del continente, están conscientes de los peligros que implica su
posición: como pueden servir de puestos avanzados contra un territorio continental,
¿hay que pensar que el amo de este territorio tiene interés en eliminar el riesgo?
Muchas veces, para garantizar su seguridad, el gobierno del Estado insular ha
tomado la delantera: revelan esta preocupación la política de los dux de Venecia
con respecto de la terra ferma; la acción de los daneses en Slesvig a principios del
siglo XVII; la penetración en Malasia de los ingleses establecidos en Singapur; el
plan de anexión de Corea, que desde 1873 consideraba "moderno" al gobierno del
Japón; la conquista de una porción del litoral de África oriental por parte del sultán
de Zanzíbar, etcétera.
Así, dependiendo de que la isla sea grande o pequeña, de que esté situada en un
mar cerrado o en un océano, de que esté alejada o no del litoral continental, de que
colinde o no con una ruta marítima, las consecuencias de la situación insular son
muy diferentes.
Considerado en sus diversos aspectos, el estudio de la "posición" lleva también a
conclusiones prudentes. En efecto, es posible hacer comparaciones, destacar
analogías, observar relaciones de causa y efecto en torno a ciertos casos, pero en
otros, aun siendo bastante análogos a primera vista, no existen las mismas
relaciones. Las "afinidades" entre la geografía y la política exterior de un Estado
son indiscutibles, pero "a menudo inestables, casi siempre matizadas" De hecho, el
"valor" político de la posición depende de los Estados vecinos: la historia de un
Estado, decía Ratzel, siempre es al mismo tiempo "una parte de la historia de los
Estados vecinos". Pero esta contigüidad no es un factor cuyas consecuencias sean
constantes: puede establecer algunas veces una solidaridad en la medida en que
estos Estados experimentan las mismas inquietudes ante el mundo exterior (tal es
el caso de Escandinavia en la Europa contemporánea). Con mayor frecuencia, esta
contigüidad despierta celos entre dichos vecinos. "La cohabitación -dice J.
Gottmannno es un cemento político muy eficaz ni muy sólido."
3. El "ESPACIO"
Entre estos factores geográficos, ¿qué lugar hay que conceder a la extensión del
territorio que ocupa el Estado? Tal vez no siempre haya una correlación entre la
extensión y los recursos: la producción del suelo depende del clima, del régimen de
las aguas y de la calidad de las tierras más que de las dimensiones del territorio, y
la riqueza del subsuelo no tiene nada que ver con la situación espacial. Todo lo que
se puede destacar es que entre los Estados situados en una misma zona climática el
que ocupa un territorio más grande que sus vecinos dispone con mayor frecuencia
de recursos agrícolas superiores. Sin embargo, aparte de esta observación de una
trivialidad evidente, se ha planteado la cuestión de saber si esta dimensión del
Estado tenía un "valor" en sí misma. Es Ratzel quien ha puesto el acento en esta
idea.
Todo Estado-dice Ratzel- es “necesariamente" una lucha con el mundo exterior
para defender el espacio que posee, y todo Estado organizado sólidamente trata de
acrecentar el suyo, sea porque le procura recursos más abundantes y más variados,
sea porque le confiere una seguridad más grande. La extensión del territorio es un
elemento esencial en la concepción que cada pueblo se forma de su destino: esta
"conciencia del espacio" es el centro de la tesis ratzeliana. Los ciudadanos de un
Estado de gran extensión tienen amplias perspectivas, porque disponen de medios
de existencia variados y de una gran libertad de movimiento, mientras que los
pueblos que ocupan un "espacio pequeño" suelen tener una disposición de espíritu
más tímida o más modesta. Por tanto, el espacio es una "fuerza política". En el
mundo actual, el Estado pequeño ya no puede esperar agrandarse y mantiene con
esfuerzos su plena independencia, mientras que el pueblo del Estado grande está
casi siempre "ávido de expansión". No por ello Ratzel desea la desaparición de
estos Estados pequeños: los Países Bajos y Bélgica, aun cuando ocupan las
desembocaduras del Rin y del Escalda, tienen derecho a la vida. Pero toda su
"geografía política", sin pretender establecer una doctrina, congrega argumentos
propios para justificar una extensión territorial del Imperio alemán. Por eso, no es
sorprendente que en 1913-1914 el canciller Bethmann-Hollweg y el secretario de
Estado para Asuntos Extranjeros, Jagow, hayan retomado textualmente en sus
declaraciones las fórmulas de Ratzel: el Estado es un "ser vivo que crece", "los
Estados pequeños no tienen porvenir".
Esta teoría del "espacio" ha sido objeto de una atenta crítica: la de Camille
Vallaux. El espacio-señala este carece de un valor permanente, no tiene sentido
sino por la distancia, que en una misma época varía dependiendo de los medios de
transporte. En cuanto a la "conciencia del espacio", a la cual se había vinculado el
análisis del geógrafo alemán, se trata - decía Vallaux-de una "nebulosa": el
comerciante de Amsterdam, que tiene relaciones en el mundo entero, posee un
"sentido del espacio" bastante superior al del campesino francés. Por tanto, en la
formación de la psicología colectiva la extensión del territorio no es un factor
determinante. La evolución de ninguna sociedad política está "rigurosamente
determinada por el suelo en que vive ni por el marco en que se mueve".
A este respecto, las teorías de Ratzel han perdido mucha de su resonancia: en el
mundo actual, la forma de ambición que constituye para un Estado la expansión de
su territorio parece declinar.
¿Podemos esbozar una interpretación general a partir de los señalamientos
anteriores? Como es evidente, la vida de las sociedades políticas sufre la influencia
del marco natural en que se desarrolla; pero, ¿está determinada por este marco? ¿El
estudio de las situaciones geográficas permite derivar unos principios que orienten
la política exterior de un Estado cualquiera?
En torno a estos problemas, a menudo se ha acudido al pensamiento político, de
Jean Bodin a Vauban y a Turgot, de Montesquieu a Michelet.
Dicho pensamiento político ha admitido a veces un "determinismo geográfico",
que encontró una expresión perentoria en Victor Cousin:
Dadme el mapa de un país, su configuración, su clima, sus aguas, sus vientos y
toda su geografía física; dadme sus producciones naturales, su flora, su zoología,
etc., y por mi cuenta corre deciros a priori cómo será el hombre de ese país y qué
papel tendrá ese país en la historia, no de modo accidental sino de modo necesario,
no en tal época sino en todas."
Sin embargo, no fue sino hasta los últimos años del siglo XIX cuando el valor de
las influencias geográficas dio lugar a interpretaciones que trataron de presentar un
aspecto científico.
A este respecto, el pensamiento dominante fue una vez más el de Friedrich Ratzel,
quien se proponía examinar la influencia de las condiciones geográficas en los
caracteres y el comportamiento de los grupos humanos, con la convicción de que
este estudio debería servir para re. novar los fundamentos de la ciencia política.
Las relaciones "entre el hombre y el territorio", es decir, entre las actividades
humanas y el marco natural, ocuparon el primer lugar entre sus preocupaciones.
Los puntos de vista de Ratzel fueron retomados, con algunas enmiendas, en los
Estados Unidos en 1911 por la señorita Semple, y en Suecia por Kjellen en 1917.
Pero esta corriente fue simplificada y deformada en Inglaterra por Halford
MacKinder, entonces profesor de geografía en Oxford. En una conferencia de 1904
en la Royal Geographic Society, MacKinder presentó lo esencial de su doctrina, de
la cual ofreció en 1919 una versión más amplia. El "equilibrio de las fuerzas
políticas" -dice- no depende únicamente de las condiciones geográficas, pues la
"virilidad” y la capacidad de organización de los grupos humanos tienen también
su papel; pero son los elementos geográficos los que ejercen una influencia
coercitiva porque son "más mensurables y más constantes". Por tanto, las
correlaciones entre la geografía y la historia deben ser el tema esencial de
reflexión. A este respecto, nada es más notorio que el considerable sitio que tiene
Rusia en la Europa moderna: el Estado ruso, primero constituido en una zona
fronteriza, se extendió hacia las estepas que habían sido la ruta de tránsito de las
grandes invasiones; logró organizar "el espacio eurasiático". Ahora bien, este
espacio es, en el mundo, la "región pivote" (Heartland). La potencia continental
-continúa MacKinder- es siempre la más fuerte, sobre todo cuando ocupa una
"posición estratégica central" que le permite actuar en todas las direcciones. El día
en que Rusia se extienda hacia las regiones "marginales" de Asia China e India- y
disponga de una flota tendrá el dominio del mundo. A decir verdad, MacKinder se
limita a hacer afirma. ciones generales sin tratar de establecer una demostración.
Después de 1919, la escuela alemana de la Geopolitik busca su inspiración en
MacKinder y, al mismo tiempo, en Ratzel y Kjellen. Cuando el defensor de esta
escuela, el general Karl Haushofer, funda en 1924 la Zeitschrift für Geopolitik,
reproduce el mapa donde MacKinder dibujo los "centros naturales del poderío" y
declara que la conferencia del geógrafo inglés es la "más grande de todas las
imágenes geográficas”. Pero sobre todo se preocupa, a la manera de Ratzel, de dar
a la ciencia política una base geográfica,
La "geopolítica" --dice Haushofer- es el estudio de los lazos entre la tierra y la
política; debe mostrar cómo está "determinada" la política por las condiciones
geográficas. Por tanto, se ocupará de examinar en la vida de las sociedades la
influencia del clima, del relieve, de las formas de vegetación, de la demografía
también y, por último, de la "posición". Este análisis, que establecerá "hechos
palpables" y "leyes demostradas”, otorgará a los estadistas las bases necesarias
"para idear una política práctica” y les indicará al mismo tiempo los límites de lo
posible: no será durable todo lo que un gobierno realice más allá del marco trazado
por la "geopolítica". ...Haushofer quiere fundar una "ciencia" y ofrecer una "guía"
para la vida política: éstos son incluso los términos de su profesión de fe. Pero su
preocupación no es científica; ante todo, piensa en la educación de la opinión
pública. La finalidad es establecer la vocación de Alemania de recuperar su
poderío.
La "geopolítica”, además de retener las ideas de Ratzel sobre el "espacio" y el
"sentido del espacio", incorpora temas nuevos: la "maleabilidad de las fronteras, el
derecho de los pueblos a poseer la desembocadura de los ríos que cruzan su
territorio (mientras que Ratzel había reconocido el derecho de los Países Bajos a
llevar una vida independiente) y, por último, la noción del "espacio vital" al que
ciertos pueblos tienen derecho. A partir de 1931, cuando cobra auge el movimiento
nacionalsocialista, el grupo de la "geopolítica" acentúa su postura; pero adapta su
doctrina a las circunstancias: las leyes" que pretendía establecer para el uso de los
estadistas no podrían - dice aplicarse a todas las situaciones, pues se da el caso de
que una personalidad poderosa cambie el curso de los acontecimientos. El
oportunismo y el espíritu de propaganda se afirman abiertamente.
Las tesis de Ratzel, de MacKinder y de los "geopolíticos" han sido objeto de
ataques que proceden de horizontes muy diversos:
La primera corriente de oposición rebatió los puntos de vista de MacKinder y de
Haushofer sobre los "centros naturales del poderío". Para ello, se inspiró en la obra
de Alfred Mahan." Mientras que los geopolíticos ponían el acento en el poderío
terrestre, en el que veían la fuente misma de la dominación política, los discípulos
de Mahan quisieron demostrar que el poderío "marítimo" había tenido un "papel
preponderante en la historia. "Los pueblos, como los individuos -dice Mahan-,
declinan, cualquiera que sea su fuerza, cuando se les priva de la actividad y de los
recursos exteriores que excitan y alimentan el vigor interior." Ahora bien, "la ruta
más segura para comunicarse con los otros pueblos y para renovar su propia fuerza
es el mar". Pero el desarrollo de estos lazos marítimos es precario si este pueblo no
posee una supremacía naval. Por tanto, el Estado, cuya posición geográfica es
favorable gracias a la configuración de su litoral, está interesado en reforzar su
flota más que en buscar una expansión "terrestre" que exige notables esfuerzos
militares: en el siglo xvii y durante la mayor parte del XVIII, Francia se equivocó
al practicar una política continental y España entró en decadencia porque, a falta de
poderío marítimo, no pudo mantener la seguridad de sus comunicaciones con
América del Sur. ¿No tendían estos hechos a mostrar que la política naval fue el
resultado de una elección? Sin embargo, Mahan no titubeó en afirmar que la
historia de los pueblos marítimos estuvo dominada por las condiciones geográficas
más que por la clarividencia de los gobiernos. Por tanto, se apegó por completo al
determinismo.
La otra corriente de oposición a la "geopolítica" se dirigió contra este
determinismo geográfico. En Francia, los defensores de esta corriente van de Vidal
de La Blache a Demangeon y de Jean Brunhes o Camille Vallaux a Jean Gottmann.
Efectivamente, en la mente de estos geógrafos franceses, no se trata de discutir la
influencia evidente de las condiciones naturales sobre la desigualdad de los
recursos y sobre la diversidad de los géneros de vida, o la importancia de la
posición respectiva de los grupos de población. Pero todos insisten en el papel de
las iniciativas humanas, que han debilitado la influencia del medio geográfico;
todos se niegan a admitir también que la política este determinada por la geografía.
Los historiadores más convencidos de la convergencia entre la geografía y la
historia han tomado una actitud análoga. Los marcos naturales -dice Lucien
Febvre- dan "posibilidades" a las sociedades humanas, pero el hombre es el "amo
de las posibilidades". El medio geográfico - dice también Fernand Braudel - no es
más que un "factor parcial de interpretación", pues "no restringe sin remedio a los
hombres". Por tanto, el estudio del medio no puede dar indicaciones válidas para
todos los siglos y todos los estados de civilización. Y Jacques Ancel, quien critica
la noción ratzeliana de "espacio", pone asimismo el acento sobre el papel del
hombre, de su género de vida y de su mentalidad, aunque a decir verdad otorga
gran importancia en sus análisis a las condiciones del medio físico. Por último, en
toda la obra que Arnold Toynbee dedica al nacimiento, el desarrollo y la
decadencia de las civilizaciones, el centro de sus explicaciones se encuentra en las
actividades de organización social del hombre, en la función de las nuevas
concepciones religiosas. * Muy poco deja en pie el examen crítico de las
interpretaciones de MacKinder y de Haushofer. ¿Quiere esto decir que ocurre lo
mismo en el caso de Ratzel? La respuesta es no: incluso aquellos que han atacado
con la mayor virulencia su determinismo excesivo se han guardado bien de
confundirlo con los geopolíticos, que llevaban a cabo una propaganda ajena a todo
espíritu científico. Vidal de La Blache rendía homenaje a la originalidad del
esfuerzo realizado por Ratzel y al "tesoro de observaciones" que había reunido.
Únicamente le reprochaba haber conferido a sus ideas "una forma dogmática poco
relacionada con la relatividad de los fenómenos”.
Todos estos señalamientos convergen en una misma comprobación: el papel de los
factores geográficos en las relaciones internacionales no tiene el carácter de
permanencia que a primera vista se quisiera atribuirle. Sobre todo, en el último
siglo, la actividad del hombre ha logrado restringir la influencia del medio físico,
gracias a los procedimientos que ha inventado y a las regulaciones que ha
establecido. Son los progresos técnicos los grandes artesanos de este éxito. ".. En el
dominio agrícola, las condiciones naturales han sido modificadas, ya sea por el
desmonte o la reforestación, que han tenido efectos no sólo sobre la vegetación,
sino también sobre la erosión de los suelos, ya sea por los trabajos de irrigación o
de drenaje, que extienden las superficies cultivables. Cada vez que el hombre
interrumpe sus esfuerzos reaparecen las condiciones anteriores: en nuestros días, la
selva tropical cubre la región de América Central donde la arqueología
(re)encuentra los vestigios de la civilización maya, y el desierto ha reconquistado,
en el norte de Arabia, los sitios donde las ruinas de Palmira atestiguan la existencia
de una gran ciudad. Por otro lado, los métodos de acondicionamiento de los suelos
y los sistemas de cultivo han aumentado en gran medida la producción agrícola,
incluso en regiones donde la calidad de las tierras era mediocre.
El progreso de las técnicas industriales ha estado ligado, sobre todo desde la
primera parte del siglo xix, a la utilización de las fuentes de energía y, en
consecuencia, a los recursos del subsuelo. En la vida económica y política del
mundo, la era del carbón ha dado una importancia preponderante a los Estados que
poseían grandes yacimientos carboníferos. La era de la "hulla blanca" llevó la vida
de la gran industria a zonas montañosas que antes estaban fuera de las actividades
económicas. En los primeros años del siglo xx, la explotación de los ya. cimientos
de petróleo puso de manifiesto en las relaciones económicas o políticas el papel de
regiones o de Estados en los que hasta entonces nadie había depositado más que un
interés mediano. Después de 1945, los recursos de uranio del Congo, explotados en
gran medida por motivos militares, confirieron a este país un destacado lugar, al
menos por un tiempo. .
Por último, las nuevas técnicas han transformado las condiciones de la circulación
y de los transportes. La construcción de vías férreas, sobre todo la de las
transcontinentales, acabó con el aislamiento que padecían ciertas regiones del
mundo y garantizó la salida de su producción: el ferrocarril permitió el
poblamiento y el aprovechamiento de las planicies centrales de los Estados Unidos,
de la Pradera canadiense, de la Pampa argentina y de Siberia. La aviación, desde
que adquirió entre 1919 y 1939 un sitio entre los transportes comerciales, abolió en
gran parte el obstáculo de las distancias y el del relieve; en sus aplicaciones
militares, redujo o anuló la importancia de las "barreras” naturales ---montañas,
ríos, desiertos-, que pasaban por ser las fronteras más seguras, y disminuyó en gran
medida las ventajas de la posición insular de ciertos Estados, al mismo tiempo que
confirió una función destacada a algunas islas que podrían convertirse en puntos de
escala
: Sin embargo, no ha sido insignificante la influencia de las regulaciones impuestas
por los Estados, que es mucho menos notable que la de los progresos técnicos. Por
su acción legislativa, es el Estado el que ha modificado las condiciones de la
explotación del suelo o del subsuelo; es el Estado el que, sobre todo a partir del
siglo XVIII, ha establecido una delimitación rígida de la frontera y el que, por las
medidas aplicadas a los confines de su territorio -las misiones asignadas al
aduanero o al policía-, ha estorbado la circulación de los hombres y los
intercambios de mercancías en las vías terrestres; es el Estado el que, por sí solo o
en connivencia con otros Estados, ha regulado el tráfico en las rutas marítimas. En
ciertas regiones del mundo, los tratados internacionales impusieron una
parcelación política que rara vez tomaba en cuenta las características del medio
físico. En todas estas ocasiones se han manifestado las preocupaciones estatales de
poderío, de seguridad o de prestigio, así como las fuerzas sentimentales, por
encima de las condiciones geográficas. En todas partes, las limitaciones que
levanta el medio físico han disminuido como resultado de las iniciativas
emprendidas por el hombre.
INTRODUCCIÓN
La historia de las luchas por el poder, y de las condiciones reales
de su ejercicio y de su sostenimiento, sigue estando casi totalmente
oculta. El saber no entra en ello: eso no debe saberse.
MICHEL FOUCAULT, Microfísica del poder
La búsqueda del poder, definido como la capacidad de imponer de modo absoluto
la voluntad propia sobre los demás, es una aspiración clásica e inmortal de las
personas y los Estados. Si pensáramos que detrás de bonitas y cautivadoras
palabras dirigidas a una teórica repartición del poder hay una voluntad real de
ponerla en práctica, nos equivocaríamos completamente. El poder es demasiado
atractivo y atrayente como para escapar a su influjo. Y si alguien dice que renuncia
a él, miente o está aplicando la fábula de la zorra y las uvas, donde el astuto animal
argumentaba que no le apetecían los frutos porque no estaban maduros, cuando
únicamente estaba ocultando su incapacidad para alcanzar los deliciosos racimos.
Sin duda, los Estados intentan por todos los medios disponer de una cuota de
poder. Dependiendo de sus características procuran que sea mundial —como en el
caso de Estados Unidos, China o Rusia, las superpotencias— o, cuando menos,
regional. En paralelo, buscan apartarse de la influencia de los poderosos, aunque la
mayoría de los países no lo logran y se ven abocados a integrarse, de una forma u
otra, en uno de los grandes bandos rivales, incluso en detrimento de sus intereses
nacionales.
En este sentido, el poder, la fortaleza y la capacidad de actuación de un país, tanto
actual como potencial, vienen determinados por una serie de elementos diferentes
y diferenciadores, entre los que se encuentran:
Fuerza militar: además de los medios materiales (carros de combate, aviones,
buques, misiles, armas nucleares…) y del número de soldados en filas y
movilizables, hay que añadir tanto la moral de las tropas, que afectará a la eficacia,
como la belicosidad del pueblo y los dirigentes, ya que la combatividad estará
directamente relacionada con la predisposición a su empleo.
Poderío económico: incluye aspectos como el fondo soberano disponible, las
reservas de metales preciosos, el valor de la moneda, la acumulación de otras
divisas, la influencia en los mercados financieros y bursátiles, las empresas
multinacionales y otros elementos destacables. Comprende también la percepción
de seguridad y estabilidad que se transmita, pues afectará a las inversiones
extranjeras.
Diplomacia: contar con un buen servicio diplomático es una ventaja cualitativa.
Para darle mayor relevancia debe estar respaldado por una fuerza militar sólida y
creíble.
Servicios de inteligencia: disponer de información ha sido siempre un factor clave,
por la capacidad para sobredimensionar la fuerza, y su relevancia hoy es quizá
mayor que nunca.
Disponibilidad de recursos naturales: tener reservas de minerales, energía, madera,
agua, tierras cultivables, alimentos…
Territorio: abarca desde su extensión hasta la posición geográfica que ocupa,
pasando por la orografía y las posibilidades que ofrece para su defensa. Dentro de
este apartado se puede incluir la climatología.
Población: aunque el número de habitantes no es por sí mismo un factor
determinante de fortaleza —se debe poner en relación con el territorio, los
recursos, la educación y la tendencia al trabajo y el esfuerzo—, no cabe duda de
que una población numerosa permite contar con amplias posibilidades si se sabe
gestionar adecuadamente tanto en el plano militar como en el económico.
Potencialidades intangibles: en estas se incluyen la cultura, la historia, la religión,
la ideología y la lengua de cada nación, así como la confianza y la lealtad que se
transmiten a terceros, entre otros factores. Se pueden añadir las alianzas
internacionales.
Conocimiento y tecnología: incluye desde la educación básica hasta la formación
más avanzada, y destacan especialmente tres conceptos cada vez más relevantes:
innovación, ciencia y tecnología, que en muchos casos son determinantes a la hora
de valorar el poder de un país. Asimismo, abarca todo lo relacionado con el
ciberespacio y el espacio.
Comunicación estratégica: se refiere a cómo un país se vende a sí mismo y
convence a los demás sobre sus aspectos positivos. Actualmente, los países más
poderosos tienen una capacidad de influencia planetaria y actúan mediante amplias
operaciones de propaganda y guerra psicológica. Dado el gigantesco poder que
tiene la imagen, y lo importante que son las percepciones de las poblaciones, este
elemento está íntimamente relacionado con la manipulación de los medios de
comunicación.
Estos elementos confieren un poder que se convierte en un indudable ascendiente,
que se mide como la capacidad de influencia que un Estado tiene sobre los demás.
Facultan para orientar las grandes decisiones mundiales y para arrastrar, cual
flautista de Hamelín, a otras naciones a aventuras que satisfagan los intereses de
los poderosos. Permiten obtener también la sumisión de otros países y conseguir
incluso la pasividad ante actuaciones propias que son manifiestamente desmedidas.
En definitiva, dichos componentes del poder posibilitan a los dominantes
imponerse sobre los demás integrantes del panorama internacional y ejercer un
amplio control, que puede abarcar todo el planeta.
Obviamente, el país que disponga en abundancia de estos elementos y sepa
utilizarlos adecuadamente se convierte en una superpotencia, con capacidad de
predominio mundial, pues, como decía el cardenal Richelieu, «en cuestiones de
Estado, el que tiene el poder tiene generalmente la razón, y el que es débil, a duras
penas pueden evitar estar equivocado, según la opinión de la mayoría». Por ello, es
fundamental analizar los factores que determinan el verdadero poder de un Estado,
tanto los propios como los del entorno, pues solo esta estimación comparativa
permitirá saber al lado de quién conviene estar y con quién no hay que enfrentarse,
lo que redunda en la seguridad de la nación.
Relieve Costero
Península: La península esta formada por una porción de tierra que esta casi
completamente rodeada por agua. A excepción de una parte de tierra que cruza el
agua como una especie de puente natural. A esta ultima se la llama ‘istmo’
Cabo: Es una región terrestre que comienza en la costa y llega hasta la zona interna
del mar. Puede tratarse de una península de tamaño pequeño.
Golfo: Gran entrada del mar en la tierra.
Bahía es una entrada al mar o de un lago que está rodeada casi por completo de
tierra; la entrada al mar es más pequeña que el golfo.
Estrecho: Es un canal que tiene la capacidad de relacionar dos fuentes de agua,
estas pueden ser mares, océanos o lagos. Los términos: estrecho, canal y paso
pueden verse como sinónimos.( Canal de panamá, estrecho de Turquía, estrechos
de daneses, canal de Suez, estrecho de Ormuz, estrecho de macala.
Albufera: Se trata de fuentes de agua salada pequeñas que están unidas al mar por
solo un punto, mientras que el resto está separada por un terreno de arena.
Istmo: Estrecho puente de tierra que une porciones de tierras vecinas.
Rías.: son desembocaduras profundas de los ríos que hacen que el mar penetre
hacia el interior.
Tómbolo: accidente geográfico de origen sedimentario (por ejemplo, una barra)
que forma una estrecha unión de tierra entre una isla o una gran roca alejada de la
tierra continental, o entre dos islas o rocas grandes
Estuario: se refiere a la desembocadura de un río ancho y profundo en el mar,
intercambiando corrientes. Está formado por uno o varios brazos con playa a los
lados.
Delta: Un delta es un accidente geográfico formado en la desembocadura de un río
por los sedimentos fluviales que ahí se depositan. Se trata de una región formada
por varias islas que mantiene forma de triángulo. Esta se forma en la
desembocadura de un rio.
Marismas: Se trata de regiones húmedas, principalmente zonas de pantano, que se
sitúan por debajo del nivel del mar.
Cayo: Isla pequeña, llana y arenosa, muy común en el mar de las Antillas y en el
Golfo de México. En los cayos, generalmente no viven humanos por su reducido
tamaño y la falta de fuentes naturales de agua potable.
Las Antillas : Se nombra Las Antillas o islas de las Antillas al archipiélago que se
extiende en forma de arco desde el sureste de la península de Florida (Estados
Unidos) hasta las costas de Venezuela, abarcando una superficie sobre el pertenece
Cuba) y las Antillas Menores.
ISLA: es una masa de tierra completamente rodeada por agua y de menor tamaño
que un continente. Cuando varias islas están situadas de forma muy cercana, el
conjunto recibe el nombre de archipiélago.
ISLAS OCEÁNICAS: Son islas alejadas de los continentes y que tienen un origen
distinto de estos. Pueden aparecer cuando una montaña o dorsal submarina se eleva
sobre la superficie del mar. Por este motivo, suelen tener un relieve abrupto. Otras
veces son el resultado de grandes plegamientos o porciones del supe continente
original (pangea) que no se fusionaron con los actuales.( Madagascar y Nueva
Zelanda)
ISLAS CONTINENTALES: Son islas que se encuentran en las proximidades de
un continente, separadas por un estrecho
poco profundo que en algunas época geológicas pudo estar emergido. Estas islas
son una prolongación del continente,
como lo demuestran los fósiles y tipos de rocas que contienen. Las Islas Británicas
son un archipiélago que forma parte
de la plataforma continental europea.
ISLAS VOLCÁNICAS: Este tipo de islas es el resultado de la actividad volcánica
que tiene lugar en las dorsales oceánicas o
en otros centros de este tipo dispersos por los océanos. A menudo aparecen en
grupo. Estas islas se siguen formando o
desapareciendo en la actualidad, como la isla de Surtsey, en Islandia, nacida en una
erupción en 1963. El Pacífico
contiene un gran número de islas volcánicas.
ISLAS CORALINAS: Son formaciones de origen biológico, debidas a la intensa
actividad de los corales que, al morir, dejan
sus esqueletos calcáreos formando una estructura que sirve de base para el
desarrollo de nuevos corales. Así se pueden
llegar a formar grandes estructuras, cuyas partes más profundas se hunden,
permitiendo el crecimiento por la zona
superior, donde hay más luz. La Gran Barrera de Arrecifes, frente a las costas de
Australia, ej de de islas coralinas.
LAS ISLAS ARTIFICIALES: no son continentales ni oceánicas porque el hombre
las ha creado para propósitos específicos.
Existen varias maneras de crearlas: uniendo islotes naturales a una isla mayor,
depositando grandes volúmenes de arena
o material hasta la zona que fungirá como isla, construyendo en arrecifes naturales,
etcétera. Famosas islas artificiales
son las Palm Islands, en Dubái.
RELIEVE OCEANICO
Plataforma Continental: Zona más cercana a la costa. Alcanza los 200 m de
profundidad.
Talud Continental: Pendiente o inclinación de la plataforma continental. Alcanza
los 300 m de profundidad.
Dorsal Oceánica: Cordillera submarina
Fondo Abisal: Llanura submarina que alcanza los 5500 m de profundidad
Fondo Oceánico: Zona alargada y especialmente profunda. Puede llegar a los 12000 m de profundidad.

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Afganistán afgano, -na Kabul
Albania albanés, -sa Tirana
Alemania alemán, -na Berlín
Andorra andorrano, -na Andorra la Vella
Angola angoleño, -ña Luanda
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antiguano, -na Saint John
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Arabia Saudita saudí, saudita Riad
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Marruecos marroquí. Rabat
Mauricio mauriciano, -na. Port-Louis
Mauritania mauritano, -na. Nuakchot
México mexicano, -na. México DF
Micronesia micronesio, -sia. Palikir
Moldavia moldavo, -va. Chisinau
Mónaco monegasco, -ca. Mónaco
Mongolia mongol, -la. Ulán Bator
Montenegro montenegrino, -na. Podgorica
Mozambique mozambiqueño, -ña. Maputo
Namibia namibio, -bia. Windhoek
Nauru nauruano, -na. Yaren
Nepal nepalés, sa. / nepalí. Katmandú
Nicaragua nicaragüense. Managua
País Gentilicio Capital
Níger nigerino. Niamey
Nigeria nigeriano, -na. Abuya
Noruega noruego, -ga. Oslo
Nueva Zelanda neozelandés, -sa. Wellington
Omán Omaní. Mascate
Países Bajos neerlandés, -sa. Ámsterdam
Pakistán pakistaní. Islamabad
Palaos palauano, -sa. Koror
Panamá panameño, -ña. Panamá
Papúa Nueva
papú. Port Moresby
Guinea
Paraguay paraguayo, -ya. Asunción
Perú peruano, -na. Lima
Polonia polaco, -ca. Varsovia
Portugal portugués, -sa. Lisboa
Reino Unido británico, -ca. Londres
República
centroafricano, -na. Bangui
Centroafricana
República
checo, -ca. Praga
Checa
República de
macedonio, -nia. Skopie
Macedonia
República del
congoleño, -ña. Brazzaville
Congo
República
Democrática congoleño, -ña. Kinshasa
del Congo
República
dominicano, -na. Santo Domingo
Dominicana
República
sudafricano, -na. Pretoria
Sudafricana
País Gentilicio Capital
Ruanda ruandés, -sa. Kigali
Rumanía rumano, -na. Bucarest
Rusia ruso, -sa. Moscú
Samoa samoano, -na. Apia
San Cristóbal
cristobaleño, -ña. Basseterre
y Nieves
San Marino sanmarinense. San Marino
San Vicente y
sanvicentino, -na. Kingstown
las Granadinas
Santa Lucía santalucense. Castries
Santo Tomé y
santotomense. Santo Tomé
Príncipe
Senegal senegalés, -sa. Dakar
Serbia serbio, -a. Belgrado
Seychelles seychellense. Victoria
Sierra Leona sierraleonés, -sa. Freetown
Singapur singapurense. Singapur
Siria sirio, -a. Damasco
Somalia somalí. Mogadiscio
ceilanés, -sa /
Sri Lanka ceilandés / Colombo
esrilanqués, -sa.
Suazilandia suazi. Mbabane (administrativa) Lobamba (legislativa)
Sudán del Sur sursudanés, -sa. Yuba
Sudán sudanés, -sa. Jartum
Suecia sueco, -ca. Estocolmo
Suiza suizo, -za. Berna
Surinam surinamés, -sa. Paramaribo
Tailandia tailandés, -sa. Bangkok
Tanzania tanzano, na. Dodoma
País Gentilicio Capital
Tayikistán tayiko, -ka. Dusambé
Timor
timorense. Dili
Oriental
Togo togolés, sa. Lomé
Tonga tongano, -na. Nuku’alofa
Trinidad y
trinitense. Puerto España
Tobago
Túnez tunecino, -na. Túnez
turcomano, -na /
Turkmenistán Asjabad
turkmeno, -na.
Turquía turco, -ca. Ankara
Tuvalu tuvaluano, -na. Fongafale
Ucrania ucraniano, -na. Kiev
Uganda ugandés, sa. Kampala
Uruguay uruguayo, -ya. Montevideo
Uzbekistán uzbeko, -ka. Taskent
Vanuatu vanuatuense. Port Vila
Venezuela venezolano, -na. Caracas
Vietnam vietnamita. Hanói
Yemen yemení. Saná
Yibuti yibutiano, -na. Yibuti
Zambia zambiano, -na. Lusaka
Zimbabue zimbabuense. Harare

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