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Responsabilidad civil

Pedro Pablo Hernández

SERIE AUTOAPRENDIZAJE

Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2018


Orientaciones Unidad II
Ya que dominas los principios generales que rigen la responsabilidad civil, su marco
legal, doctrinal y jurisprudencial, nos avocamos ahora al estudio de los diferentes
regímenes de responsabilidad civil: contractual y extra contractual, la responsabilidad
por el hecho personal y por el hecho ajeno, y la responsabilidad causada por la cosa
inanimada y la ruina de los edificios.

En esta unidad encontrarás las competencias que debes alcanzar en la misma, el


esquema de contenido, el desarrollo de la unidad, un resumen, actividades y ejercicios
de autoevaluación para que evalúe tu propio aprendizaje.

Competencia concreta Unidad II


Al finalizar esa unidad, tendrás la siguiente competencia:
1-Muestra dominio del fundamento teórico (legal, doctrinal y jurisprudencial) de los
regímenes de la responsabilidad civil, y las aplicas en los casos dados en las defensas que
ejerce ante los tribunales en representación de los clientes en el ámbito de tu ejercicio
profesional.
Esquema de contenido de la Unidad II
1.Regímenes de responsabilidad.
1.2. Responsabilidad civil extracontractual subjetiva
1.2.1Responsabilidad civil extracontractual objetiva
2.La Responsabilidad civil contractual.
3.Elementos constitutivos de la responsabilidad contractual.
3.1.Un contrato válido.
3.2.Un contrato entre el causante del daño y la víctima.
3.3.El daño debe ser el resultado del incumplimiento de un contrato.
4.Responsabilidad civil delictual.
5-La responsabilidad civil cuasi delictual.
6-Distinción de la responsabilidad delictual y cuasi delictual.
7-Cúmulo de la responsabilidad civil contractual y extra contractual.
8-La responsabilidad por su hecho personal.
9-Responsabilidad por el hecho de otro.
10.Responsabilidad civil del padre y la madre por el hecho cometido por sus hijos
menores.
10.1La minoridad.
10.2.El menor emancipado.
10.3.La cohabitación.
10.4.El perjuicio.
11.Presunción de falta.
12-Responsabilidad de los maestros e instructores.
12.1.Condiciones de esta responsabilidad.
12.2.Presunción de responsabilidad.
13.Instituciones del sector público.
14.Responsabilidad del comitente por los daños causados por su preposé.
14.1.Fundamento de esta responsabilidad.
14.2.La elección.
14.3. La subordinación.
14.4. Requisitos de la responsabilidad por el hecho ajeno.
14.5. Relación de comitente a preposé.
14.6. Error de perfusión bajo la autoridad de un médico.
14.7. Vínculos entre el hecho del preposé y las funciones asumidas.
14.8. Falta imputable al preposé.
14.9. Derecho de opción de la víctima.
14.10. Acción recursoria del comitente.
14.11. Prueba de la comitencia.
15. La responsabilidad por las cosas inanimadas.
15.1. Requisitos de esta responsabilidad.
15.2. La noción de guardián.
15.3. Utilización de equipos.
15.4.Ámbito de aplicación del artículo 1384 del Código Civil
16. La responsabilidad civil por el hecho de los animales.
16.1Responsabilidad alternativa.
16.2.Propietario-dententador.
16.3.Requisitos de esta responsabilidad.
17. La responsabilidad civil por las ruinas de los edificios.
18. Opción entre la responsabilidad civil contractual o extracontractual.
19. Doctrina res ipsa loquitur “la cosa habla por si mismo.
UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

1- Regímenes de responsabilidad.

Los diferentes regímenes de la responsabilidad son la contractual, la extracontractual y


la penal. La primera tiene por fundamento la existencia de un contrato, la segunda existe
en ausencia de un contrato, y la tercera cuando se comete una infracción sancionada por
las leyes penales.

El contrato
Contractual
Regimenes de
responsabilidad

Extracontractual Cuasidelictual
y delictual

1.2.Responsabilidad civil extracontractual subjetiva

Su fundamento es la culpa, la cual por ser un elemento psicológico es de naturaleza


subjetiva, pues consiste en la intensión de dañar o en el obrar con negligencia o descuido,
por lo tanto para la teoría subjetiva de la responsabilidad la culpa es escencial y sin ella
no hay responsabilidad.

1.2.1-Responsabilidad civil extracontractual objetiva

Es la obligación de reparar el daño pecuniario causado por emplear elementos peligrosos


aún cuando se halla actuando lícitamente y sin culpa, esta responsabilidad no toma en
cuenta la culpa sino únicamente el elemento objetivo consistente en la comisión del
daño al emplear cosas peligrosas.

Los regímenes de Responsabilidad Civil son: la responsabilidad civil contractual, la cual


se fundamenta en un contrato y la extracontractual, ocurre en ausencia de un contrato,
teniendo por fundamento el cuasidelito y el delito civil o penal.

2-La responsabilidad civil contractual.

La responsabilidad civil contractual es aquella que se fundamenta en el incumplimiento


de una obligación nacida de un contrato y se encuentra reglamenta por los artículos
1146 y siguientes del Código Civil.( S. C. J. 13 abril 1988, B. J. 929, p. 530)

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Responsabilidad civil

Esta responsabilidad surge cuando una de las partes no cumple con una cualquiera
de las obligaciones asumidas en el contrato o con una de las obligaciones que la ley
les impone o cuando la ejecución es ineficiente y de ahí se deriva un perjuicio para el
acreedor.

Los daños y perjuicios a que el acreedor tiene derecho, a los términos del artículo 1149
del Código Civil, consisten en cantidades análogas a las pérdidas que haya sufrido y a
las ganancias de que hubiese sido privado, pero debe precisar y aportar las evidencias de
los perjuicios experimentados.

“Considerando, que si bien es verdadero, a los términos del artículo 1149 del Código
Civil, que los daños y perjuicios a que el acreedor tiene derecho, consisten en cantidades
análogas a las pérdidas que haya sufrido y a las ganancias de que hubiese sido privado,
en la especie, el recurrente principal no ha precisado ni ha aportado las evidencias de los
perjuicios experimentados; que a los jueces del fondo también se les reconoce un poder
soberano para evaluar el monto de los daños y perjuicios debidos en virtud del artículo
1149, y les basta con enunciar que la suma acordada por ellos constituye la reparación
de todos los perjuicios, y que la falta retenida encuentra así su reparación, tal como lo
señala la sentencia impugnada al expresar que procede confirmar la sentencia apelada,
“excepto en el monto de la indemnización, la cual esta Corte estima debe rebajarla al
monto de cincuenta mil pesos oro (RD$50,000.00), por considerar esta suma ajustada
a los daños causados al señor Juan Bautista Sánchez Peralta”; que además, como se
consigna en otra parte del presente fallo, la facultad de evaluar los daños fue abandonada
por el recurrente principal al criterio de los jueces de la alzada cuando al concluir al
fondo de su apelación manifestó que se condenara al Banco Nacional de Crédito, S.A.,
al pago de una indemnización de doce millones de pesos, “o la suma que los jueces
estimen justa y suficiente”.

Larroumet (1993), refiere que los redactores del Código Civil decidieron dedicar los
artículos 1146 a 1155 a la responsabilidad contractual. Estos artículos constituyen
el derecho común, aunque es necesario completarlos con algunas disposiciones que
figuran en los artículos 1136 y siguientes que versan sobre el objeto y el contenido de
la obligación. Sin embargo, estos artículos no siempre son claros y la jurisprudencia
ha realizado una labor creadora dándole a la responsabilidad contractual un contenido
que no se deduce de la sola lectura de los artículos del Código. Además, en la parte del
Código Civil consagrada a los contratos especiales, esto es, los arts. 1582 y siguientes
consagrados a la venta, al arrendamiento, al préstamo, al depósito y al mandato
especialmente, hay varias disposiciones referentes a la responsabilidad del deudor en
determinado contrato, sin tener en cuenta las leyes especialmente a los contratos que no
aparecen en el Código Civil.

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UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

De lo anterior se infiere que la materia de la responsabilidad contractual es inconexa. En


una obra sobre las obligaciones en general, no hay razón para estudiar la responsabilidad
del deudor propia de determinado contrato, por ejemplo en calidad de vendedor,
arrendador, prestatario, mandatario, etc. Simplemente conviene precisar cuáles son
los principios generales de la responsabilidad contractual, puesto que el estudio de la
responsabilidad particular del deudor en virtud de ese contrato debe dejarse para una
obra sobre los contratos especiales.

3.Elementos constitutivos de la responsabilidad contractual.

Para que el autor de un daño pueda comprometer su responsabilidad civil contractual


es preciso que se encuentren reunidas las siguientes condiciones: a) Un contrato válido;
b) un contrato entre el causante del daño y la víctima; c) el daño debe ser el resultado
del incumplimiento de un contrato.

Un contrato válido

Requisitos
responsabilidad civil Un contrato entre el autor
contractual del daño y la víctima

El daño debe ser el resultado


de un contrato.

3.1.Un contrato válido.

Para que exista responsabilidad civil es un requisito sine quanon, que exista un contrato
válido. Es importante saber cuándo nace el contrato y cómo se formaliza y cómo
termina, porque cuando el contrato ha terminado la responsabilidad civil del autor
del daño no es contractual sino delictual o cuasi delictual. Incluso ha sido juzgado
que cuando hay una ruptura abusiva del contrato de manera unilateral, por una de las
partes, ya no se puede hablar de responsabilidad civil contractual, sino delictual.( S. C.
J. Septiembre 1981, B. J. 850, p. 2065; sept. 1978, B. J. 814, p. 1820).

Para que el contrato sea válido según el artículo 1108 del Código Civil, se requieren
cuatro condiciones: 1-el consentimiento de las partes que se obligan, 2-su capacidad
para contratar, 3-un objeto cierto que forme la materia de compromiso, y 4-una causa
lícita en la obligación.

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Responsabilidad civil

Ese consentimiento debe estar exento de vicios, tal como lo prevé el artículo 1109 del
Código Civil, según el cual el contrato no es válido si ha sido dado por error, arrancando
por violencia o sorprendido por dolo.
Si el contrato es nulo, por ser contrario a la ley o a la moral, es como si no existiera, por
lo tanto no produce ningún efecto, en virtud de la máxima ‘quod nullum est, nullum
producit effectum”.

En definitiva, el marco de la responsabilidad contractual se determinará dependiendo


de si el autor del daño y la víctima se encuentran unidos por un vínculo de naturaleza
contractual. En caso contrario la responsabilidad es delictual o cuasidelictual, como sería
de un tercero que se asocia con una de las partes contratantes para violar el contrato;
entre los contratantes la responsabilidad sería contractual, mientras que frente al tercero
asociado, la violación del contrato, la responsabilidad sería delictual o cuasidelictual.

3.2. Un contrato entre el causante del daño y la víctima.


Para que el damnificado pueda ser acreedor de daños y perjuicios por incumplimiento
contractual, es indispensable que el contrato haya sido hecho entre el autor del daño y
la víctima, ya que por aplicación de la regla res inter alios acta aliis nec nocet prodest, de
la cual el legislador dominiBenzo ha hecho acopio en el artículo 1165 del Código Civil,
en lo tocante a la relatividad de los contratos, al establecer que los contratos sólo surten
efectos entre las partes contratantes, no perjudican ni aprovechan a terceros, salvo en el
caso de la estipulación por otro prevista en el artículo 1121 del citado Código.

A pesar de que el contrato es ley entre las partes, y no perjudica ni aprovecha a terceros,
la Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de Casación ha juzgado que si bien
es cierto, que en virtud del artículo 1165 del Código Civil, el contrato sólo surte efectos
entre las partes, no es menos cierto que un tercero puede aprovecharse de la existencia
o de la inejecución de un contrato en el que él no ha intervenido, a condición de no
pretender con ello extender a su provecho las obligaciones que los contratantes acordaron
para sí. (S. C. J. B. J. 5 nov. 1957, p. 214, citada por Morel, Juan A. Responsabilidad Civil,
Edition revisada y actualizada, por Lic. Golria María Hernández, Edit. Tiempo, S. A.,
Santo Domingo, D. N. 1989; p. 214).

Tal es el caso de una persona que sufre un daño por los defectos de fábrica de un
aparato, puede demandar al fabricante, invocando el contrato como una simple cuestión
de hecho.

La Corte de Casación francesa ha decidido, que los terceros pueden invocar en su


provecho un contrato, como un hecho jurídico, con tal que la ejecución defectuosa de
ese contrato haya causado un perjuicio. (Cass. 1re. civ. 15 déc. 1998, Bull. civ. I, no. 368),

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UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

citada por Hernández, Pedro Pablo, Responsabilidad Civil y Penal de los Profesionales
de la Salud, op. Cit).

La relatividad de los contratos sufre ciertas excepciones, caso en el cual el autor del
daño está bajo la dependencia de una de las partes contratantes, por aplicación de la
representación la responsabilidad caería dentro del ámbito contractual y no delictual.

Como el artículo 1165 del Código Civil establece que los contratos pueden aprovechar a
terceros o perjudicarles , sólo cuando se ha estipulado para un tercero. Es lógico admitir
que el tercero perjudicado por el promitente u obligado se encuentra dentro de la esfera
de la responsabilidad civil contractual, es decir, que el autor del incumplimiento puede
ser demandado por el tercero en ese ámbito de la responsabilidad. Es precisamente
lo que ocurre con el contrato de seguro cuando el beneficiario de la póliza acepta un
contrato que él no ha firmado. Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia, en funciones
de Corte de Casación ha dicho que el que acepta un contrato que no ha sido suscrito por
el beneficiario de la póliza deja de ser un tercero respecto a ese contrato . (Cass. 1re. civ.
15 déc. 1998, Bull. civ. I, no. 368), citada por Hernández, Pedro Pablo, Responsabilidad
Civil y Penal de los Profesionales de la Salud, op. Cit).

3.3. El daño debe ser el resultado del incumplimiento de un contrato.

Para que esté configurada la responsabilidad civil contractual, es indispensable, que el


daño que se invoca sea el resultado del incumplimiento de un contrato, porque de lo
contrario caería en otra esfera de la responsabilidad civil.

4.Responsabilidad civil delictual.

Como se ha dicho la responsabilidad civil puede nacer de una obligación a la ley penal,
del incumplimiento de una obligación nacida de un contrato, un delito o un cuasidelito
civil. Puede tener por fundamento un delito civil, el cual ocurre cuando el agente causa
un daño con intención de perjudicar, pero que no está sancionado por la ley penal. En
efecto el artículo 1382 del Código Civil, establece que cualquier hecho del hombre que
causa un daño a otro obliga a aquel por cuya culpa sucedió a repararlo.

La responsabilidad civil delictual, surge en ausencia de un contrato. La responsabilidad


civil delictual se encuentra consagrada por los artículos 1382, 1384, 1385, 1386, del
Código Civil.

La responsabilidad civil delictual y cuasidelictual constituye el derecho común de la


responsabilidad, ya que toda responsabilidad que no cae en la esfera contractual, es
delictual y cuasidelictual.

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Responsabilidad civil

Cuando el daño pretendido está vinculado a la ejecución o inejución defectuosa de una


prestación médica, el paciente puede invocar en contra del médico la responsabilidad
civil de los artículos 1382 y 1383 del Código Civil, sea porque ningún contrato ha sido
concluido con el paciente, sea porque la víctima sea un tercero ajeno al contrato, y no
pueda prevalecerse de él, o porque la acción sea de la competencia de los tribunales
represivos.

5.La responsabilidad civil cuasi delictual.

Esta responsabilidad civil cuasidelictual, supone que el agente ha actuado sin intención,
por eso se denomina cuasi delictual, porque es casi un delito pero no lo es, precisamente
porque el elemento intencional está ausente. Sin embargo, se comete un daño sin
intención de perjudicar, tal como prevé el artículo 1383 del Código Civil, “cada cual
es responsable del perjuicio que ha causado, no solamente por un hecho suyo, sino
también por su negligencia o su imprudencia”. O sea que para que la responsabilidad
civil cuasidelictual de una persona se encuentre comprometida basta con que se le
retenga que ha actuado con imprudencia o negligencia.

La demanda en daños y perjuicios fundada en el artículo 1382 del Código Civil está
sometida a reglas de procedimiento que les son inherentes conforme a su propia
naturaleza. No puede ser intentada adicionalmente a una demanda incidental en nulidad
de embargo inmobiliario.

La Suprema Corte de Justicia, como Corte de Casación, (Cas. Civ. 14 oct. 1998, B.
J. 1055, págs. 67-72) ha sostenido que Considerando, que asimismo, la Corte a-qua,
al declarar inadmisible el recurso de apelación, confirmó, por vía de consecuencia, la
sentencia de primer grado que contiene una condenación en daños y perjuicios contra
el Banco de Desarrollo Agropecuario, S. A., fundamentada en el artículo 1382 del
Código Civil, sin tomar en cuenta en su fallo que las reglas relativas a los incidentes del
embargo inmobiliario son privativas de este procedimiento, y como tales, sólo pueden
ser aplicadas a los incidentes enumerados en los artículos 719 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, a aquellas demandas que sean de la misma naturaleza y presenten
los mismos caracteres, esto es, que tengan por fin detener, suspender o modificar el curso
del procedimiento de embargo; que la demanda fundada en el artículo 1382 del Código
Civil está sometida a otras reglas de procedimiento que les son inherentes conforme
a su propia naturaleza, dicho pedimento no puede ser intentado adicionalmente a una
demanda incidental en nulidad de embargo inmobiliario, ya que, de este modo, sería
sustanciada conforme a reglas procesales que le son extrañas y que son privativas de los
incidentes del embargo inmobiliario.

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UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

6-Distinción de la responsabilidad delictual y cuasi delictual.

Saber cuándo el autor del daño ha comprometido su responsabilidad civil delictual


o cuasi delictual, tiene mucha importancia desde el punto de vista práctico. Así la
prescripción de la acción en responsabilidad delictual prevista por el artículo 1382 es
un año, según el Art.. 2272 Código Civil, en tanto que la acción en responsabilidad
civil cuasi delictual del artículo 1383 del Código Civil, es de seis meses (art. 2221 C. C.)
menos que dicha acción no provenga de una infracción a la ley penal, en cuyo caso se
regirá por las prescripciones del artículo 45 del Código Procesal Penal.

7-Cúmulo de la responsabilidad civil contractual y extra contractual.

La víctima no puede, por un mismo daño intentar al mismo tiempo una demanda
invocando la responsabilidad contractual y extracontractual para obtener dos
indemnizaciones. Lo que sí le está permitido a la víctima es ejercer el derecho de opción,
o sea que si ha contratado con un médico, y le incumple con las obligaciones del contrato,
si entiende de que fruto de ese incumplimiento se deriva algún perjuicio en la esfera de
la responsabilidad civil delictual, puede escoger cualquiera de las dos vías para obtener
la reparación del perjuicio sufrido.

Incluso si la violación contractual que se invoca constituye una infracción penal, la


víctima puede dirigir su acción ante el tribunal represivo para reclamar la indemnización.

8-La responsabilidad por su hecho personal.

Una persona puede comprometer su responsabilidad civil por su hecho personal,


cuando él mismo ha cometido personalmente un daño con intención de cometerlo,
ya que el artículo 1382 del Código Civil prescribe que “Cualquier hecho del hombre
que causa a otro un daño obliga a aquél por cuya culpa sucedió a repararlo”. Cuando
el daño se ha cometido sin que el autor del mismo tenga intención de causarlo se dice
que ha comprometido su responsabilidad cuasidelictual, y se aplican las disposiciones
del artículo 1383 del Código Civil, el cual establece que “cada cual es responsable
del perjuicio que ha causado, no solamente por un hecho suyo, sino también por su
negligencia o su imprudencia”.

O sea, que para que la responsablilidad civil cuasidelictual de una persona quede
comprometida, basta con que este haya actuado con cierta ligereza o imprudencia.
La responsabilidad civil delictual se fundamenta en la idea de falta, por eso la ausencia
de falta probada contra el autor del daño impide la aplicación de la responsabilidad civil
por el hecho personal.

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Responsabilidad civil

La falta supone la comisión de un hecho ilícito sea con intención o por imprudencia o
negligencia.

9-Responsabilidad por el hecho de otro.

Además de que se puede comprometer la responsabilidad civil por el hecho personal,


también una persona puede ver su responsabilidad comprometida por el hecho
perjudicial cometido por una de las personas que están bajo su responsabilidad.

La responsabilidad civil por el hecho de otro, se encuentra reglamentada por el artículo


1384 del Código Civil, el cual dispone que “no solamente es uno responsable del daño
que causa un hecho suyo, sino también del que se causa por hechos de las personas de
quienes se debe responder…”.

Para que se pueda demandar en responsabilidad civil por el hecho de otro, es necesario que
exista responsabilidad por el hecho personal por quien responda la persona civilmente
responsable. En esta clase de responsabilidad la víctima se beneficia del derecho de
opción, por lo que puede demandar al preposé que causó los daños personalmente en
virtud de los artículos 1382 y 1383 del Código Civil o la persona civilmente responsable,
haciendo uso de las disposiciones del artículo 1384 del Código Civil.

10.Responsabilidad civil del padre y la madre por el hecho cometido por sus
hijos menores.

El artículo 1384 del Código Civil dominicano, expresa: “…El padre, y la madre después
de la muerte del esposo, son responsables de los daños causados por sus hijos menores,
que vivan con ellos…”.

De conformidad con el referido texto legal, esta responsabilidad exige 3 condiciones


fundamentales: 1-la minoridad, 2-la cohabitación y 3- el hecho perjudicial.

10.1.La minoridad.

La mayoría de edad se adquiere en la República Dominicana a los 18 años, según el


artículo 489 del Código Civil. Asimismo el principio II de la Ley No. 136-03, considera
adolescente a toda persona comprendida entre los 13 y los 18 años. Entonces se entiende
que la minoridad cesa a los 18 años y que a partir de ahí los padres no deben responder
por los hechos dañosos cometidos por sus hijos.

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UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

El artículo 69 de la Ley 136-03 (Código para la protección de Niños, Niñas y Adolescentes)


al consagrar la responsabilidad civil del padre y de la madre reproduce casi literalmente
el final del párrafo segundo del artículo 1384 del Código Civil, al disponer que:

“Art. 69.-El padre y la madre, mientras ejerzan la autoridad parental, se presumirán


solidariamente responsables de los daños causados por sus hijos menores que habiten
con ellos. A tal efecto, bastará que el acto dañoso de los hijos constituya la causa directa
del perjuicio sufrido por la víctima, independientemente de toda apreciación moral
sobre el comportamiento de los hijos o de los padres. La presunción de responsabilidad
anteriormente prevista sólo podrá ser desvirtuada mediante la prueba del caso fortuito
o de la fuerza mayor”.

En el párrafo I del citado Código se expresa que cuando la autoridad parental sea
ejercida por uno solo de los padres, sólo él responderá de los daños causados por sus
hijos menores en las condiciones enunciadas.

Por su parte el párrafo II del indicado Código, establece que a responsabilidad prevista
en este artículo se aplicará, asimismo, a los tutores o a las personas físicas que ejerzan la
autoridad parental o la guarda de derecho o de hecho sobre los menores.

Esta responsabilidad civil del padre y la madre, tiene por fundamento la autoridad
parental, y más aún dentro de ésta la guarda, como uno de los aspectos más importantes
de los que la integran. El menor, dadas sus cualidades y desarrollo mental y sicológico
determinados por la edad, no alcanza a comprender la naturaleza y consecuencias de
sus actos, lo que exige que él sea educado, vigilado, orientado y dirigido por los adultos
o mayores de edad, siendo los padres los primeros llamados a ejercer tales facultades, y
por tanto los primeros en responder por los actos de quienes controlan y dirigen, o lo
que es lo mismos, de aquellos sobre quienes tienen y ejercen la guarda.

10.2. El menor emancipado.

En el sistema francés, la jurisprudencia asimila el menor emancipado al mayor de edad


(Crim. marzo 9, 1972. D. 1972. Pág. 342), no importa su causa, por lo que la emancipación
suprime la minoridad como condición para que los padres, o quienes responden en su
lugar, comprometan su responsabilidad civil por el daño causado por su hijo menor,
pues ella es causa de cesación de la guarda.
En nuestro país, la emancipación surte los mismos efectos que en Francia, al disponer
el legislador de la Ley 136-03, en su artículo 72 que: “La autoridad del padre y de la
madre termina por:

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Responsabilidad civil

a) La mayoría de edad del o la adolescente;


b) El fallecimiento del niño, niña o adolescente;
c) La emancipación del o la adolescente por vía judicial o por matrimonio;
d) La suspensión definitiva de la autoridad del padre y/o de la madre por decisión
judicial.

10.3.La cohabitación.

El menor de edad debe convivir son sus padres, pues es de esta manera como estos
pueden educarle. Sobre los padres pesa una presunción de falta, por lo tanto, cuando
los hijos no están con ellos, los padres deben responder por sus hechos dañosos, dado
que se presume que se trata en la especie de una falta de vigilancia de sus padres que
tienen su guarda y cuidado.

Hernández (2003), refiere que la doctrina y la jurisprudencia están conteste en que se


debe exonerar a los padres de responsabilidad civil por el hecho perjudicial de sus hijos
menores que habitan con ellos, cuando le han sido confiados a personas a los que los
padres le tienen confianza, especialmente cuando salen de vacaciones, o cuando están
en clase, esto es porque los padres están impedidos de ejercer el control y cuidado sobre
ellos. La ausencia del padre, aún legítima, no descarta por sí sola la responsabilidad del
artículo 1384 del Código Civil, segunda parte, pone a su cargo, según lo decidido por la
S. C. J. como Corte de Casación, mediante sentencia del 27 de noviembre de 1935 (B.
J. p. 454).

De otro lado en el caso de un delito de sustracción de menor, la Corte de Apelación


había descargado al padre, como persona civilmente responsable, dado su ausencia en
el momento, no pudo evitar que el hecho delictuoso se realizara. La decisión fue casada,
y según el fallo de la S. C. J., el padre en la especie, “podía tomar las medidas necesarias
para evitar el hecho de su hijo menor”. En otra sentencia la S. C. J., declaró que: “la
presunción legal de falta, no cede ante la sola prueba de que los hijos no habitaban
materialmente con sus padres, sea porque se le permita residir fuera del domicilio
paterno o ya, porque abandonen voluntariamente este”.

La responsabilidad de los padres puede ser exonerada demostrando ante el Juez que:
1-Le ha sido material y moralmente imposible evitar el hecho que ha dado origen a la
responsabilidad.

2-El poder de dirección y vigilancia, que deben ejercer sobre sus hijos que estén bajo
su guarda y cuidado, han sido confiado a cualquiera de las personas enumeradas en el
artículo 1384 del Código Civil: maestros, artesanos y comitentes.

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UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

10.4.El perjuicio.

Esta es la tercera condición. Se requiere que el menor de edad haya cometido una falta,
y que esa falta haya causado un daño o perjuicio, poco importa si el menor padece de
alguna enfermedad mental o no. El fundamento de esta responsabilidad reposa no en la
falta del menor, sino en la falta de los padres que no han brindado una buena educación
a sus hijos o se han descuidado en el control y vigilancia de estos, o lo han entregado
a otra persona que no tiene el más mínimo cuidado sobre ese menor de edad.

11.Presunción de falta.

La víctima no tiene que probar la falta de los padres, está siempre se va a presumir, solo
tienen que probar el daño cometido por el menor de edad que está bajo la guarda y
cuidado de los padres.

12. Responsabilidad de los maestros e instructores.

El artículo 1384 del Código Civil, consagra una responsabilidad civil a los maestros
e instructores semejantes a la de los padres frente a sus hijos, al establecer que los
maestros y artesanos son responsables del daño causado por sus discípulos y aprendices
durante el tiempo que estén bajo su vigilancia.

La ley no distingue el tipo de maestro. Es necesario que se cumplan dos condiciones


para ser maestro: dar una enseñanza y tener vigilancia del discípulo. Se requiere dar una
enseñanza cualquiera, relativa a una ciencia, arte u oficio, también hay que añadir las
instrucciones deportivas.

Hay que distinguir la enseñanza de la educación, pues hay quienes son educadores y
no son maestros. Los padres son educadores respecto de sus hijos, pero no tienen la
obligación de enseñanza, porque no son sus maestros, al menos que no enseñen a su
vez alguna ciencia, arte o deporte a sus hijos. La ley no distingue si la enseñanza de los
maestros es gratuita o no, ni tampoco si la enseñanza tiene un carácter temporal.

12.1Condiciones de esta responsabilidad.

1-El daño debe haber sido causado por el discípulo.

Pero es evidente que esta condición no es suficiente. Es preciso que se den otras
condiciones que veremos en seguida.

2.Es necesario que el discípulo sea menor de edad.

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El artículo 1384 no distingue entre que el discípulo sea menor o mayor de edad. Al
respecto no hay criterio unánime en doctrina. Una sentencia de la Corte de Paris del 29
de octubre de 2016, estableció que aun siendo el discípulo mayor de edad, los maestros
deben responder por sus discípulos. Esta decisión parece un poco extraña porque en
verdad la vigilancia que debe tener sobre un discípulo que sea mayor de edad es mínima.

3-El daño debe haber sido causado por el discípulo a otro.

Esta condición se impone, ya que cuando el daño es causado por el maestro al discípulo
se aplica el derecho común ha habido una responsabilidad por el hecho personal. Es
preciso que se le cause un daño a un tercero o a uno de sus compañeros.

4- El daño debe haber sido causado por el discípulo mientras estuvo bajo la vigilancia
del profesor.

Es un requisito sine quanon que el alumno se encuentre bajo la vigilancia del profesor.
Es la exigencia del artículo 1384 del Código Civil, si esta ha cesado, entonces el profesor
no debe responder por los daños cometidos por este en perjuicio de otras personas.
He aquí una lista de situaciones en las cuáles se considera que el discípulo está bajo la
vigilancia del profesor o maestro:

1-Cuando le ha sido permitido penetrar al local destinado a la enseñanza.

2-Cuando está en clase.

3-Cuando sale de la escuela en los casos en que la institución se encargue de llevar los
estudiantes a su domicilio.

4-En los momentos de recreo, paseos y horas de descanso del discípulo.

Es bueno resaltar que aunque el maestro esté ausente no deja de ser responsable, salvo
que demuestre que su ausencia está fundamentada en una causa lícita, y que no ha
habido ninguna negligencia de su parte.

12.2. Presunción de responsabilidad.

Sobre los maestros pesa una presunción de responsabilidad por el daño cometido por
sus discípulos que están bajo su dirección. Estos solo podrán liberarse demostrando
que ellos no han cometido una falta, es decir, que no habido falta de vigilancia en sus
funciones.

60
UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

13-Instituciones del sector público.

Los mismos requisitos previamente indicados se aplican a los profesores del sector
público, por los daños causados por sus alumnos. Solo que el tribunal competente
sería la Jurisdicción contenciosa administrativa, por tratarse de docentes vinculados a la
administración pública.

14-Responsabilidad del comitente por los daños causados por su preposé.

De conformidad con el párrafo tercero del artículo 1384 del Código Civil, los amos
y comitentes son responsables del daño causado por sus criados y apoderados en
las funciones en que están empleados. El término amo ha sido sustituido por el de
comitente, aunque en realidad los amos son especie de comitente.

Cuando se habla de la responsabilidad del comitente por el hecho de su preposé, se


supone que el primero debe reparar un daño que personalmente él no ha cometido, sino
una persona por quien él debe responder por estar bajo su responsabilidad.

14.1.Fundamento de esta responsabilidad.

Por principio general cada quien es responsable de sus hechos, por lo menos es así en
el ámbito de la responsabilidad penal, pero en lo que respecta a la responsabilidad civil,
el asunto es diferente. Para fundamentar la responsabilidad civil del comitente por el
hecho de su preposé, se han tomado en cuenta los siguientes elementos: la elección y la
subordinación.

14.2-La elección.

Se sostiene que el comitente debe responder por la falta del preposé porque ha incurrido
en una falta al hacer mala elección del preposé. Es decir, la falta que se le imputa al
médico comitente es el hecho de haber escogido mal a su empleado o apoderado. Ha
sido juzgado por la Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de Casación
que para la aplicación del artículo 1384 del Código Civil, es preciso que el empleado
o apoderado sea elegido por el comitente, y sobre todo que esté bajo las órdenes o
vigilancia del comitente.(S. C. J. 8 de marzo 1937, B. J. 320, p. 112).

14.3.La subordinación.

Se presume que el comitente ha escogido libremente al preposé, lo cual podría limitar la


responsabilidad civil del comitente, pero a éste le basta demostrar que él no seleccionó a

61
Responsabilidad civil

la persona que ha cometido el daño, por lo tanto no tiene que responder por los hechos
que éste cometa. Sin embargo, éste no ha sido el criterio de la jurisprudencia dominicana,
al decidir que es indiferente para la aplicación del artículo 1384 párrafo tercero, que el
comitente haya escogido o no a su preposé, basta con que esté subordinado a él. ( S.
C. J. 8 de marzo 1937, B. J. 320, p. 122. citada por Subero Isa, Jorge A. Op. Cit. p. 136).
Lo que la jurisprudencia ha tomado en consideración para decidir que basta el lazo de
subordinación, para que el comitente responda por los daños causados por su preposé,
es que aunque el comitente no lo haya seleccionado, de algún modo ha ratificado su
nombramiento. (S. C. J. 22 de febrero 1961, B. J. 607, p. 336).

La elección
Fundamentos de la
responsabilidad
por el hecho ajeno La subordinación

14.4-Requisitos de la responsabilidad por el hecho ajeno.

Para que una persona comprometa su responsabilidad civil por el hecho ajeno prevista
en el párrafo tercero del artículo 1384, es indispensable que se encuentren reunidos los
siguientes requisitos: (S. C. J. 27 de mayo de 1931, B. J. 250, p. 68; ver B. J. 539, 21 de
julio de 1955, p. 1143)

1) La relación de comitente a preposé


2) Vínculo entre el hecho del preposé y las funciones asumidas
3) Una falta imputable al preposé
Relación comitente - preposé
Requisitos
Responsabilidad
Vinculo preposé y las funciones
por el hecho ajeno
asumidas

Una falta imputable en el preposé

14.5. Relación de comitente a preposé.

La relación de comitente a preposé se caracteriza por el vínculo de subordinación a que


está sometido el preposé en relación al comitente. Siendo así, es necesario determinar

62
UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

cuándo se produce esa relación. Tan pronto una persona tiene el poder para darle
órdenes a otra, posibilidad de instrucciones y vigilar la ejecución de los trabajos se
produce una relación de comitencia preposé. (S. C. J., mayo 1954, B. J. 526, p. 955; 26 de
octubre 1998; B. J. 935, p. 1415)El preposé es un subordinado. No se puede confundir
la subordinación con que el cargo que ocupe una persona en una institución sea de
mayor o menor jerarquía que otro, o que las partes tengan grados académicos diferentes,
porque es posible que en esos casos no estén dadas la relación comitente preposé.

La Suprema Corte de Justicia ha decidido que el dependiente o apoderado es aquél


sobre el cual el comitente goza del poder de dar órdenes respecto de la manera de
cumplir sus funciones dependiente. (S. C. J. 25 de julio 1952, B. J. 504, p. 1342)

El derecho que tiene el comitente de dar órdenes e instrucciones al subordinado o


preposé puede tener un carácter permanente u ocasional, y no necesariamente tienen
que estar ligados por un contrato, ni tiene que haber salario, ya que el vínculo de
subordinación es una cuestión de hecho (S. C. J. 10 de agosto 1966, B. J. 669, p. 1340;
sept. 1968, B. J. 694, p. 804) que escapa a la censura de la casación. ( S. C. J. 25 de
noviembre de 1959, B. J. 592, p. 2359)

Es posible que una enfermera sea preposé de un cirujano que la escoge ocasionalmente
para practicar una intervención quirúrgica, aunque ésta no sea su empleada. La relación
de comitencia se retiene en ese caso porque en ese momento él tiene el poder de
dirección sobre dicha auxiliar de la salud.

14.6. Error de perfusión bajo la autoridad de un médico.

El error de perfusión de un producto particularmente tóxico durante un lazo de tiempo


que engloba toda la mañana ha sido cometido directamente por una enfermera.

El médico bajo la autoridad del cual el tratamiento fue aplicado, y que había considerado
respecto de su paciente una obligación de medios , como una falta de vigilancia cerca de
las condiciones de perfusión, tomando en cuenta de una parte la toxicidad del producto
inyectado y de otra parte la duración de la operación. (CA Lyon, 20 nov. 1989, D. 1991,
somm. P. 182).

Una vigilancia debe normalmente permitir descubrir el error en un tiempo útil y


los cuidados apropiados antes de que el producto haya producido las devastaciones
ulteriormente constatadas a saber: un estado septicémico, una necrosia del ante brazo
asociada a un cedeme (edema) de los dedos de la mano.

63
Responsabilidad civil

La responsabilidad del daño es conjunta entre el médico que ha faltado a su obligación


de medios por su falta de vigilancia y su duración en la clínica en la que la enfermera
había sido asalariada y que debe responder del error o la falta de la enfermera, quien en
ese caso fue su preposé.

14.7. Vínculos entre el hecho del preposé y las funciones asumidas.

Para que el comitente pueda responder por los daños ocasionados por su preposé es
un requisito sine quanon, que el preposé cometa el hecho dañoso en el ejercicio de sus
funciones. De no ser así, el preposé debe responder él directamente por el daño, y su
responsabilidad ya no estaría regida por el artículo 1384 del Código Civil, sino por los
artículos 1382 y 1383 del mismo Código que consagran la responsabilidad civil delictual
y cuasidelictual por el hecho personal.

Si en el ejercicio de sus funciones el preposé cumple por error una orden, y fruto de
esa acción causa un daño capaz de comprometer su responsabilidad civil, el comitente
debe responder por ese hecho. Ha sido resuelto por la Suprema Corte de Justicia, de que
el comitente es responsable de los daños causados por su empleado no tan sólo en el
ejercicio de sus funciones, sino en ocasión de su ejercicio. ( S. C. J. 13 de febrero 1931,
B. J. 247, p. 15).

De acuerdo a ese criterio el comitente debe responder por los daños de su preposé
aunque éste haya abusado de sus funciones. (S. C. J. 22 de agosto de 1956, B. J. 533, p.
1690; nov. 1964, B. J. 652, p. 1610).

De modo que cuando un médico le indica a una enfermera las instrucciones que debe
seguir en relación al paciente y ésta se extralimita, ese médico debe responder en calidad
de comitente por el hecho de su preposé, que en este caso es la enfermera. Desde luego
que el médico tiene una acción recursoria contra su preposé para que le resarza los
gastos en que incurrió en la reparación del daño.

El principio consagrado por el artículo 1384 del Código Civil, de que el comitente debe
responder por los daños causados por su preposé, no es absoluto, ya que el comitente
estará exento de responsabilidad en los siguientes casos:

A) El comitente no responde por los hechos puramente personales (S. C. J. 29 de


octubre de 1931, B. J. 247, p. 15) del preposé, que no guardan ninguna vinculación con
la misión que le ha sido encomendada.

B) El comitente no responde por los daños de su preposé cuando la víctima (acreedora

64
UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

de los daños y perjuicios) conoce que el preposé actuaba fuera de sus funciones y sin la
autorización del comitente.

A veces el preposé aparenta actuar dentro de sus funciones y con la autorización del
comitente, lo cual puede manifestarse negativamente para la víctima y de manera positiva
para el comitente. Aquí se aplica la teoría de la apariencia, la cual ha sido comentada por
el Licenciado Hipólito Herrera Billini, ex Presidente de la Suprema Corte de Justicia,
en ocasión del día del Poder Judicial, en su discurso del día 9 de enero de 1954, quien
afirmó que la Suprema Corte de Justicia decidió que el comitente queda liberado cuando
por circunstancias aparentes la víctima conocía que el empleado (preposé), actuaba por
su cuenta propia y no con autorización del comitente.( S. C. J. ENERO 1954, B. J. 522,
p. VI, citada por Subero Isa, Jorge, A.).

Se dice que la teoría de la apariencia se manifiesta positivamente para el comitente, cuando


la víctima conocía perfectamente que el preposé actuaba a título personal, no como
empleado o subordinado de nadie, por lo que en tales circunstancias la responsabilidad
civil del comitente no ha sido comprometida. Diferente sería si el damnificado creyere,
que el preposé actuaba por cuenta de su comitente, para que la responsabilidad civil
del comitente se encuentre comprometida es necesario que la víctima haya creído que
efectivamente que el preposé ha actuado con el consentimiento de su comitente. S. C. J.
2 de nov. 1953, B. J. 520, p. 2046.

14.8. Falta imputable al preposé.

Para que el comitente pueda responder por los hechos de su preposé es necesario que
éste haya cometido una falta personal capaz de comprometer su responsabilidad civil.
La Suprema Corte de Justicia, ha decidido que para que al comitente se le pueda aplicar
el párrafo tercero del artículo 1384 del Código Civil, es imprescindible que el preposé
haya cometido una falta personal, porque de no ser así el comitente no podría responder
por esos hechos. (S. C. J. 8 de junio 1949, B. J. 467, p. 461).

No es suficiente que el preposé cometa una falta en el ejercicio de las funciones


encomendadas por su comitente. Se exige además que el daño sea cometido contra un
tercero, ya que si éste es cometido contra el comitente, podría demandar a su preposé
en virtud de los artículos 1382 y 1383 y del Código Civil.

Siempre que subsista una falta a cargo del empleado capaz de comprometer su
responsabilidad penal, la responsabilidad civil del comitente queda comprometida. (S.
C. J. B. J. 520, p. 2063).

65
Responsabilidad civil

14.9. Derecho de opción de la víctima.

La víctima de un daño ocasionado por un preposé se beneficia del derecho de opción,


ya que puede optar por demandar directamente al médico o paramédico preposé en
virtud de los artículos 1382 y 1383 del Código Civil, pero en este caso la falta no se va a
presumir hay que probarla. S. C. J. 23 de julio de 1971, B. J. 728, p. 2204; B. J. 888, p. 3060
El damnificado puede demandar sólo al comitente y obviar al preposé, en cuyo caso
sólo tendría que probar la falta del preposé y probada ésta, la falta del preposé se va a
presumir, y no admite prueba en contrario. (S. C. J. 22 de agosto 1956, B. J. 553, p. 1689).
La parte perjudicada acreedora de los daños y perjuicios, puede demandar conjunta y
solidariamente al preposé y al comitente, ya que la responsabilidad personal y por el
hecho ajeno caracteriza la solidaridad de pleno derecho de los artículos 1200 y 1202
del Código Civil. (S. C. J. 15 de sept. 1978, B. J. 814, p. 1722; 26 nov. 1984, B. J. 888,
p. 3060).El principio de la solidaridad deja de tener aplicación cuando la demanda se
lanza contra los comitentes de los coautores de la infracción penal, por aplicación del
principio de la personalidad de las penas.

14.10. Acción recursoria del comitente.

Cuando el comitente ha reparado el daño causado por su preposé, él dispone de una


acción recursoria o acción en repetición contra el preposé, para que éste le rezarsa
los gastos en que incurrió en la reparación del daño. El comitente se beneficia de la
subrogación legal establecida por el artículo 1251 del Código Civil.

Cuando el comitente ha contratado una póliza de responsabilidad civil, para cubrir los
casos en que ésta se encuentre comprometida, el asegurador del comitente tiene derecho
a ejercer esa acción en repetición contra el preposé, si ha pagado por su asegurado
(comitente) por el hecho de su preposé, en esa tesitura la Suprema Corte de Justicia,
ha dicho que el asegurador que paga a su asegurado o por cuenta de su asegurado, se
beneficia de una acción en subrogación contra el tercero responsable. (S. C. J. febrero
1983, B. J. 867, p. 335; 27 de nov. 1985; B. J. 900, p. 2984, citada por Subero Isa, Jorge
A.;p 160).

14.11. Prueba de la comitencia.

De conformidad con las previsiones del artículo 1315 del Código Civil la prueba de
la comitencia-preposé corresponde hacerla al demandante, es decir debe demostrar
que el autor del daño cumplía órdenes o instrucciones y se encontraba subordinado al
comitente. (S. C. J. 28 de mayo 1954, B. J. 526, p. 968).

Es importante destacar que cuando el tribunal represivo establece de manera irrevocable

66
UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

la relación de comitencia- preposé, eso hace prueba ante la jurisdicción civil y beneficia
a los damnificados que hayan escogido la vía civil para perseguir la reparación del daño
sufrido. (S. C. J. 21 de junio de 1991, citada por Subero Isa, Jorge A.; p. 141).

15. La responsabilidad por las cosas inanimadas.

El artículo 1384 del Código Civil, consagra la responsabilidad civil del guardián por la
cosa inanimada. Se trata de la obligación que tienen las personas de reparar los daños
ocasionados por las cosas que están bajo su cuidado, sin que ellas personalmente hayan
cometido una falta. Contra el guardián de la cosa inanimada pesa una presunción de
falta, y sólo podría liberarse demostrando el caso fortuito o fuerza mayor, la falta de
la víctima o el hecho de un tercero. El guardián de la cosa sigue siendo responsable
aunque esa cosa se encuentre en manos de un empleado de él.

15.1. Requisitos de esta responsabilidad.

Para que el guardián de la cosa inanimada comprometa su responsabilidad civil, es


preciso que la cosa haya tenido una participación activa en la producción del daño. (S.
C. J. 24 de mayo 1961, B. J. 610, p. 1072; 11 junio 1986, B. J. 907, p. 724).

15.2. La noción de guardián.

Es la persona que tiene el uso, control y dirección de la cosa al momento de la producción


del daño.

Utilizando materiales o productos el médico debe asegurarse, que estos no constituyan


un riesgo por su mal estado susceptible de crear un perjuicio para el paciente.
La decisión de la Corte de Apelación de Paris del 12 de enero de 1989, ha sostenido que
si el médico oftalmólogo, no ha tenido más que una obligación de medios en el ejercicio
de su arte médico, él está obligado respecto de su paciente a una obligación contractual de
seguridad relativa al material de protección que el utiliza en una intervención quirúrgica.
(CA Paris, 12 janv. 1989, Somm. 317, obs. J. PENNEAU).

15.3. Utilización de equipos.

El médico que utiliza un aparato moderno es garante contractualmente del vicio de esos
aparatos en virtud de una obligación de seguridad análoga que pesa sobre un vendedor
o arrendador y que lo hace responder de un accidente causado por los vicios propios de
la cosa alquilada o vendida. El médico contrae la obligación de resultado de no servir
con instrumentos viciados creando así un daño para su contratante. (Cass. 1re civ., D.
1968, p. 654 note René Savatier, cité, par Castelletta, Angelo, Op. cit. , p. 108).

67
Responsabilidad civil

15.4. Ámbito de aplicación del artículo 1384 del Código Civil

Subero (200), hace un análisis del artículo 1384 párrafo 1ero del Código Civil, y señala
que:

1. Que el Art. 1384, Párr. 1ro. del Código Civil establece una presunción que sólo puede
destruirse probando el caso fortuito o de fuerza mayor, la falta de la víctima o el hecho
de un tercero.

2. Que se aplica tanto a las cosas muebles como a las cosas inmuebles, con la excepción
prevista en el artículo 1386 del Código Civil.

3. Que la presunción de responsabilidad no se destruye aunque el guardián de la cosa


pruebe que no ha cometido ninguna falta.

4. Que el guardián de la cosa es responsable ya sea cuando la cosa esté directamente


bajo su guarda o cuando esté en manos de un empleado de él.

5. Que la presunción de responsabilidad encuentra su fundamento legal en la última


parte del artículo 1384, que no les permite ni a los amos y comitentes, ni al guardián
liberarse de la presunción que pesa sobre ellos probando que no han cometido falta.

6. Que la acción civil derivada del hecho de las cosas inanimadas puede ser ejercida
accesoriamente a la acción pública conforme al artículo 50 del Código de Procesal Penal
(Ver Sentencia del 9 de Dic. De 1970, B. J. 721, P. 2921 y S.

7. En un accidente causado por el preposé del vehículo, la parte perjudicada no está


obligada a elegir la vía civil. La acción civil puede ejercitarse accesoriamente a la acción
pública aún cuando el accidente no produjo más que daños a la propiedad. Este principio
no ha sido modificado por la ley de tránsito (B. J. 803. 1976; 807. 391; B. J. 810. 1089;
821. 595).

8. Que el artículo 1384, párr. 1ro. del Código se aplica tanto a los accidentes causados
por o con los vehículos de motor.

9. Que el propietario de la cosa inanimada se presume guardián hasta prueba en contrario.

10. Que la presunción de responsabilidad se aplica contra el guardián de una


cosa incendiada, sea ésta mobiliaria o inmobiliaria.
68
UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

11. Que el guardián de la cosa inanimada es la persona que tiene el uso,


control y dirección de esa cosa al momento del daño.

12. Que el ladrón se presume guardián de la cosa robada.

13. Que para la aplicación del artículo 1384, Párr. 1ro. del Código Civil no basta una
intervención cualquiera de la cosa, sino que es preciso que esa intervención sea activa.

14. Que la acción civil contra el guardián de la cosa inanimada cuando tiene su nacimiento
en una infracción a la ley penal, prescribe conforme a lo establecido en el Código de
Procedimiento Criminal (ahora Código Procesal Penal) y no conforme a lo que dispone
el Código Civil.

15. Que el propietario de un vehículo de motor se presume guardián del mismo para los
fines de la Ley No. 4117 de 1955 (ahora 146-02 sobre Seguros y Fianzas de la R. D. ) ,
sobre Seguro Obligatorio de Vehículos de Motor, y que sólo se destruye esa presunción
probando que el vehículo fue robado o perdido; o que el vehículo había sido dado en
alquiler a un tercero; o la existencia de otro tipo de contrato.

16 Que el propietario de la cosa sigue siendo guardián aun cuando la víctima sea el
manejador o el conductor de la cosa.

16. La responsabilidad civil por el hecho de los animales.

De conformidad con el artículo 1385 del Código Civil, el dueño de un animal, o el que
se sirve de él, por el tiempo de su uso, es responsable del daño que ha causado aquél,
bien sea que estuviese bajo su custodia, o que se le hubiera extraviado o escapado.
16.1.Responsabilidad alternativa.

El guardián tiene una acción contra el propietario del animal, si este le ha entregado el
animal con algún vicio. En este caso la víctima puede accionar contra el propietario pero
en virtud del artículo 1382 del Código Civil y no en virtud del artículo 1385 del referido
Código. El guardián es la persona que tiene de hecho un poder de mandato. No es el
propietario ni exactamente el que se sirve de él. El termino servirse del animal conlleva
hacerle cumplir el uso para el cual está destinado.

16.2. Propietario-dententador.

En este caso el propietario es el único responsable, sobre él pesa una presunción de


falta. Si son varios los propietarios, la víctima puede demandar a ambos para que de
manera solidaria responsan sobre el daño causado por el animal.

69
Responsabilidad civil

Si el animal se ha perdido o le ha sido sustraído al propietario, quien debe responder


es la persona que lo ha sustraído o que sin sustraerlo lo tiene en sus manos. Él es el
preposé infiel y tiene la guarda del animal, por lo tanto debe responder en consecuencia
por los daños ocasionados por este animal, ya que el propietario perdió la guarda y el
control del animal.

16.3.Requisitos de esta responsabilidad.

1-Que el daño sea causado por un animal


2-Que el daño no sea sufrido por el animal mismo.
3-Que no se esté en el dominio contractual.

Que el daño sea causado por un


Requisitos animal
Re s p o n s a b i l i d a d
Civil por el hecho Que el daño no sea sufrido por
de los animales el animal mismo
Que no se esté en el dominio
contractual.

17. La responsabilidad civil por las ruinas de los edificios.

De conformidad con el artículo 1386 del Código Civil, el dueño de un edificio es


responsable del daño que cause su ruina, cuando ha tenido lugar como consecuencia de
culpa suya o por vicio en su construcción.

Tanto la doctrina como la jurisprudencia están contestes que cuando el daño es


producido por la cosa inanimada, se aplican las disposiciones del artículo 1384 del
Código Civil, pues este es un principio general aplicable a cualquier cosa inanimada que
haya producido un daño, salvo que se trate del daño causado por la ruina de los edificios.

El propietario del edifico es el que debe responder por los daños causados por las
ruinas, aun cuando él no tenga la guarda. Si son varios los propietarios todos deben
responder de manera solidaria.
18. Opción entre la responsabilidad civil contractual o extracontractual.

Cuando el autor del hecho dañoso ha comprometido tanto la responsabilidad civil


contractual como la extracontractual, la víctima puede elegir entre una y otra, según la
conveniencia. Aunque la responsabilidad civil contractual puede ser limita o exonerada
totalmente por el mismo contrato, subyace la responsabilidad civil delictual, porque

70
UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

ésta no puede ser descartada por ninguna cláusula penal. La víctima puede retener una
falta ligera contra el deudor de una obligación contractual, y colocarse en el plano de la
responsabilidad delictual y cuasidelictual de los artículos 1382 y 1383 del Código Civil.
Ha sido resuelto que cuando la inejecución contractual constituye una infracción
penal, la víctima no puede ser privada del derecho de constituirse en parte civil ante
los tribunales represivos y reclamar su acción accesoriamente a la acción pública por
tratarse de un delito penal. (S. C. J. 25 de febrero 1959, B. J. 583, p. 369).

También la Suprema Corte de Justicia, ha decidido que cuando la demanda no tiene


por causa el incumplimiento de una obligación especifica dentro de la ejecución de un
contrato y una de las partes se limita a cancelar de manera total y unilateral el contrato,
la responsabilidad que surge no es la contractual sino la delictual o cuasidelictual. (S. C.
J. sept. 1978, B. J. 814, p. 1820).

La responsabilidad civil extracontractual de los artículos 1382,1383 y 1384 del Código


Civil, constituye el derecho común de la responsabilidad civil, por lo que tendrá
preeminencia sobre la responsabilidad civil contractual. Pero ese carácter de orden
público que tiene esta responsabilidad, no puede trastornar en todos los casos la
libertad que tienen las partes para limitar o eximirse de responsabilidades en caso de
incumplimiento contractual. De ser así, se desnaturalizaría el espíritu del artículo 1134
del Código Civil, a los términos del cual las partes son libres y soberanas para contratar,
siempre que la convención no sea contraria al orden público y las buenas costumbres.

El artículo 1382 consagra un principio general: Cualquier hecho del hombre que causa
un daño a otro obliga a aquél por cuya culpa sucedió a repararlo. Ese principio es
aplicable a todos los órdenes de responsabilidad, (S. C. J. 24 d enero de 1968, B. J.
686, p. 152, citada por Subero Isa, Jorge A., op. cit., p. 224) y es de orden público,
(S. C. J. sept. 1954, B. J. 530, p. 1843; junio 1970, B. J. 715, p. 1105) por lo que siendo
así dicha responsabilidad puede alcanzar a las partes contratantes. El daño causado
intencionalmente por un contratante en detrimento del otro no puede ser objeto de
convenio, porque eso no se puede prever. En tal caso, la víctima puede elegir entre la
responsabilidad contractual, delictual o cuasidelictual, según le convenga, pero ambas
acciones están sometidas a diferentes regímenes, los cuales sería conveniente explicar
desde varios puntos de vistas.

1) La prescripción: en lo referente a la prescripción, ambas acciones tienen plazos


distintos, ya que a los términos del artículo 2273 del Código Civil, la responsabilidad
civil contractual prescribe a los 2 años, mientras que la acción en responsabilidad civil
delictual prescribe en un año, y la cuasidelictual en seis meses, según el artículo 2271 del
Código Civil. pero cuando la acción en responsabilidad civil delictual o cuasidelictual,
nace de una infracción a la ley penal, se aplicarán las previsiones de los artículos 45 y 50
del Nuevo Código Procesal Penal.
71
Responsabilidad civil

2) La competencia: el tribunal que conocerá de la demanda varía según que se trate de


una responsabilidad u otra. Tratándose de responsabilidad civil contractual, en principio
el tribunal competente sería el del domicilio del demandado, en tanto que cuando se
trata de acción delictual o cuasidelictual, el tribunal competente podría resultar distinto
al del domicilio del demandado. Si la acción se deriva de una infracción penal, la acción
en responsabilidad civil se puede llevar accesoriamente a la acción penal.

3) Intereses moratorios: existe una diferencia marcada en lo que respecta a los intereses
moratorios, ya que cuando se trata de delitos y cuasildelitos los jueces sólo pueden
acordar intereses moratorios a partir de la sentencia. Pero pueden otorgar intereses
compensatorios a partir del hecho dañoso o a partir de la fecha de la demanda, mientras
que en materia contractual se pueden acordar intereses moratorios a partir de la fecha
de la puesta en mora al deudor de la obligación. (S. C. J. nov. 1952, B. J. 508, p. 2141; dic.
1960, B. J. 505, p. 2419; mayo 1962, B. J. 622, p. 723, citada por Subero Isa Jorge A., op.
cit. p. 216.

4) Los daños: En lo que respecta a los daños, también existe diferencia entre ambas
responsabilidades. En materia contractual los daños y perjuicios a que tiene derecho
el acreedor consisten en cantidades análogas a las pérdidas que haya sufrido y a las
ganancias de que haya sido privado, (S. C. J. 25 de agosto 1933, B. J. 277, p. 18) y cuando
en el mismo se ha incluido una cláusula penal la suma convenida entre las partes no
puede ser modificada por el juez. (S. C. J. 25 de agosto 1933, B. J. 277, p. 18).

5) Las convenciones: En lo relativo a la responsabilidad delictual las convenciones


eximentes de responsabilidad o limitación de responsabilidad son inaplicables por ser esa
responsabilidad de orden público. La jurisprudencia sólo las acepta cuando intervienen
después de la ocurrencia de casos concretos, en tanto que en la responsabilidad civil
contractual las partes pueden convenir cláusulas eximentes de responsabilidad. (Cedeño,
2002)

19. Doctrina res ipsa loquitur “la cosa habla por si mismo.

Esta doctrina se fundamenta básicamente en la teoría de que el demandado que tiene a


su cargo el instrumento que causa el daño o conoce la causa del accidente o está en la
mejor posición para conocerla, en tanto que el demandante no tiene ese conocimiento,
y por lo tanto se ve forzado a alegar negligencia en términos generales y a depender de
la prueba de la ocurrencia en sí del accidente para establecer negligencia. La presunción
permitida por la doctrina se fundamenta en el hecho de que la prueba de la verdadera
causa, sea que el demandado sea culpable o inocente, es en la práctica una cuestión
accesible para el demando, pero inaccesible para el demandante o damnificado.

72
UNIDAD II.: LOS REGIMENES DE RESPONSABILIDAD CIVIL

La doctrina res ipsa loquitur, se ha aplicado en un caso en que la máquina de rayos X,


le cayó encima al paciente que se encontraba sentado en el sillón odontológico; (Bence
v. Dembo (Ind.). 183 N. E. 326) en un caso en que partículas se alojaron en los pasajes
respiratorio de un paciente mientras el dentista extraía un diente. Whetstine v. Moravec
(Iowa), 291 N. W. 425, citada por Hernández Ramos, 2014)

73
Resumen de la unidad II
La responsabilidad civil de una persona puede nacer de un acto jurídico o de un hecho
jurídico, en el primer caso existe un vínculo obligacional, porque las partes así lo han
querido, es decir ha habido una manifestación de voluntad con el ánimo de producir
efectos jurídicos. Fuera de esa manifestación jurídica existe el hecho jurídico, conforme
al cual se crean obligaciones al margen de la voluntad

Los diferentes regímenes de la responsabilidad son la contractual, la extracontractual y


la penal. La primera tiene por fundamento la existencia de un contrato, la segunda existe
en ausencia de un contrato, y la tercera cuando se comete una infracción sancionada por
las leyes penales.

La responsabilidad civil contractual es aquella que se fundamenta en el incumplimiento


de una obligación nacida de un contrato y se encuentra reglamenta por los artículos
1146 y siguientes del Código Civil. Como se ha dicho la responsabilidad civil puede
nacer de una obligación a la ley penal, del incumplimiento de una obligación nacida de
un contrato, un delito o un cuasidelito civil.

La responsabilidad civil delictual, puede tener por fundamento un delito civil o penal,
el cual ocurre cuando el agente causa un daño con intención de perjudicar, pero que no
está sancionado por la ley penal.
RESUMEN

La responsabilidad civil cuasidelictual, supone que el agente ha actuado sin intención,


por eso se denomina cuasi delictual, porque es casi un delito pero no lo es, precisamente
porque el elemento intencional está ausente, sin embargo se comete un daño sin
intención de perjudicar.

Una persona puede comprometer su responsabilidad civil por su hecho personal,


cuando él mismo ha cometido personalmente un daño con intención de cometerlo, ya
que el artículo 1382 del Código Civil prescribe que “Cualquier hecho del hombre que
causa a otro un daño obliga a aquél por cuya culpa sucedió a repararlo”. Cuando el
daño se ha cometido sin que el autor del mismo tenga intención de causarlo se dice que
ha comprometido su responsabilidad causidelictual, y se aplican las disposiciones del
artículo 1383 del Código Civil.

Además de que se puede comprometer la responsabilidad civil por el hecho personal,


también una persona puede ver su responsabilidad comprometida por el hecho
perjudicial cometido por una de las personas que están bajo su responsabilidad. La
responsabilidad civil por el hecho de otro, se encuentra reglamentada por el artículo
1384 del Código Civil.

Para que una persona comprometa su responsabilidad civil por el hecho ajeno prevista
en el párrafo tercero del artículo 1384, es indispensable que se encuentren reunidos
los siguientes requisitos: 1) La relación de comitente a preposé, 2) Un vínculo entre el
hecho del preposé y las funciones asumidas, 3) una falta imputable al preposé.
Actividades de la Unidad II
Responde correctamente, invocando textos legales, doctrina y jurisprudencia.

1-Asiste a un tribunal penal y observa una audiencia donde exista querellante con
constitución en actor civil, y resalta los elementos tomados en cuenta por el querellante
y actor civil para probar los daños, y el tipo de responsabilidad que invoca. Compara sus
conclusiones con la sentencia dada por el juez.

2-Busca una sentencia ante una Cámara Civil, en la que se haya decidido un caso
de responsabilidad civil, e identifica el tipo de responsabilidad civil invocada por el
demandante, y lo planteado por el demandado y lo decidido por el Juez.

3-Busca en la página web, una jurisprudencia relacionada con el hecho ajeno, y resalta
lo invocado por cada una de las partes y lo decidido por el tribunal.

Caso No. 2.
En fecha 15 de febrero de 2007, el señor Jhon, vendió un punto comercial, incluyendo
sus mercancías, al señor Kai. En dicho contrato se acordó que el vendedor no podía
instalar un negocio de la misma naturaleza, en un plazo de un año dentro de la ciudad
de San Francisco de Macorís. El señor Kai, al ver que el vendedor una semana después
instaló un negocio a tres esquinas del suyo, decidió demandar en resolución del contrato y
daños y perjuicios. El demandado se defiende aduciendo que cuando firmó ese contrato
fue bajo los efectos de la violencia, pero no la demostró.

Responde.

1) ¿Qué tipo de obligaciones asumieron las partes, en ese contrato?.


2) ¿Hubo en el caso de la especie violación contractual?.
3) ¿Se puede invocar la responsabilidad civil contractual o delictual en el presente caso.
4) Si el juez declara el contrato nulo, ¿se puede invocar la responsabilidad civil contractual?.
5) En el caso de la especie, ¿procede la nulidad del contrato o la resolución?.

Nota: En cada pregunta justifica tu respuesta invocando textos legales, doctrina y


jurisprudencia.
Ejercicios de autoevaluación de la unidad II
Escoge V o F según que el enunciado sea verdadero o falso.

1) V. F. La responsabilidad civil contractual está fundamentada en un contrato, aunque


sea inválido.

2) V. F. La responsabilidad civil delictual puede fundamentarse en un delito civil o penal.

3) V. F. La responsabilidad civil y penal persiguen los mismos objetivos.


4) V. F. La responsabilidad civil sólo tiene su fuente en la ley.
5) V. F. Los comitentes son responsables de los daños causados por las personas que
están bajo su dependencia o dirección.
6) V. F. Los padres deben responder por los daños causados por sus hijos menores de
18 años, aunque la guarda le haya sido confiado a otro.

Completa los espacios en blanco.

1) La responsabilidad civil ____________, supone que el agente ha actuado con


imprudencia o negligencia.

2) La responsabilidad _________________, exige que exista un vínculo entre el


comitente y el preposé.

3)_______________________, se le denomina a la persona que tiene el control y


dirección de la cosa al momento de la producción del daño.

4) Si el contrato no es válido, la responsabilidad civil que puede invocar el damnificado


será ____________________.

5) La responsabilidad civil __________________________, surge en ausencia de un


contrato.
Bibliografía Básica de la Unidad II
Cedeño, Víctor Livio, 2000. La responsabilidad extracontractual en derecho francés y derecho
dominicano, Editora Centenario, Santo Domingo, D. N.

Constitución de la República Dominicana, Reforma 2015.

Hernández, Gloria María,2006. Derecho de la Responsabilidad, 2da., ed.


Ediciones LaFilantrópica, Santo Domingo, D. N.

Morel, Juan A. 2000. Responsabilidad Civil, Ediciones Capeldón, Santo


Domingo, D. N.,

Soto Castillo, Nelson L-, 2010, Código Civil dominicano y compendio de


legislación complementaria, edit. Isla, Santo Domingo, D.N.

Subero Isa, Jorge A., 2000. Tratado Práctico de Responsabilidad Civil Dominicana, 4ta
ed.,Editora Dalis, Moca,, RD.

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