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•Introdución
•La importancia de la alimentación en el primer año de vida del bebé
•¿Cuáles son las ventajas de continuar amamantando al bebé?
•Fisiología del destete
•Tipos de destete
•Cambios de la madre durante el destete
•¿En qué momento es mejor iniciar la ablactación?
•La ablactación o destete debe de ser gradual
•¿Cómo puedo facilitar este proceso?
•¿Por dónde empiezo?
•¿Y cómo puedo saber si no lo estoy haciendo demasiado rápido?
•¿Cómo se deja de extraer la leche?
•¿Cómo se puede disminuir el dolor?
•Consejos prácticos para el destete inesperado o repentino:
•¿Cuándo debo llamar al médico?
•Consejos adicionales
Introducción
Cuándo se debe hacer es una decisión totalmente personal ya que puede estar influenciada
por el momento en el que debes regresar a trabajar, tu salud o la de tu bebé, o simplemente
el sentimiento de que ya llegó el momento de hacerlo.
Sea cuando sea que lo hagas, es importante que entiendas que la ablactación es un proceso
gradual en el que se va a necesitar paciencia y comprensión tanto de parte tuya como de la
del bebé. La palabra en sí significa un “pasaje” de una relación a otra y no es, para nada,
una pérdida o separación.
Cuando el bebé deja de tomar leche y se alimenta de otras fuentes diferentes a la leche
materna, se considera que está ablactado. Aunque algunos bebés pueden “ablactarse” de la
alimentación con biberón, este término se usa generalmente para los bebés que son
alimentados con leche materna.
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La importancia de la alimentación en el primer año de vida del bebé
El primer año de vida constituye una de las etapas de crecimiento intenso en la vida del ser
humano, de hecho, se estima que a los cuatro meses de vida un bebé sano duplica su peso
con el que nació y lo triplica al cumplir un año de edad, es decir, un bebé que nace con un
peso de 3 Kg. al cuarto mes pesará 6 kg y al año 9 kg. Esta velocidad de crecimiento, no
será superada en ninguna otra etapa en la vida del menor.
Debido a este crecimiento acelerado, la alimentación durante el primer año de vida juega un
papel muy importante. En general, se sabe que si durante los primeros 4 a 6 meses de vida
el bebé es alimentado con leche materna de forma exclusiva y a libre demanda, las
necesidades de energía, proteínas y de nutrimentos inorgánicos del bebé estarán cubiertos
sin ningún problema. Una vez transcurrido este período, las necesidades del bebé dejan de
satisfacerse por lo cual es necesario que consuma otros alimentos además de la leche
materna.
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El proceso fisiológico del destete es complejo e involucra ajustes tanto biológicos como
bioquímicos, nutricionales y psicológicos tanto para la madre como para el bebé.
Cambios en la composición de la leche materna: Durante el proceso del destete, la
composición de la leche materna se va ajustando para cubrir las necesidades del bebé en
crecimiento de tal manera que, aunque el volumen disminuye, la cantidad de nutrientes
necesarios y la protección inmunológica permanecen.
Los estudios acerca de la composición química de la leche materna muestran que cuando la
demanda cae debajo de los 400 mililitros por día, se incrementa la concentración de sodio y
otras sales inorgánicas. La grasa, el hierro y las proteínas también se incrementan mientras
que los niveles de calcio permanecen iguales y los de zinc se disminuyen.
Tipos de destete
Primero que nada es conveniente recordar que la producción de leche básicamente depende
de la frecuencia con que se vacíe la glándula mamaria, por lo tanto, entre más seguido se
alimente un bebé, más leche se producirá. Cuando vamos a destetar trabajaremos en
sentido inverso, espaciaremos la frecuencia con que se vacía la glándula y así poco a poco
se disminuirá la producción de leche.
Destete planeado o paulatino: En éste la pareja lactante decide que llegó su momento para
destetar y lo lleva a cabo lentamente para permitirle al bebé que vaya asimilando el cambio
poco a poco. De esta forma paulatinamente la madre sustituirá la lactancia por otros
alimentos y otros tipos de atención y cariño (comunicación).
El destete abrupto es difícil para ambos, ella y su bebé, esto se debe a varias razones; La
incomodidad física y las potenciales complicaciones para la salud de la madre, ya que a
pesar de que la madre deja de dar el pecho, su cuerpo sigue produciendo la leche y al no
ser extraída sus pechos se congestionarán y esto puede desembocar en una mastitis
(inflamación de la glándula mamaria) o en un absceso.
Para evitar este tipo de situaciones debemos extraer solamente un poco de leche, de forma
que no se sientan los pechos adoloridos, pero teniendo cuidado de no vaciar
completamente la glándula mamaria, ya que esto hará que se produzca más leche. Poco a
poco se espaciará la extracción de leche hasta que, en un par de semanas, ya no se tenga
que hacer más.
Debido a que la lactancia materna no solo es un método de alimentación, sino una fuente de
intimidad y consuelo, cuando es eliminado de repente, el bebé puede sentir que su madre le
ha quitado su amor y cariño, aparte de haberle quitado el pecho. En consecuencia, éste no
es un buen momento para separarse del bebé, ya que él necesita saber que su madre aún le
ama.
En este tipo de casos NO es recomendable vendarse los pechos, debido a que cualquier
presión constante en los pechos puede obstruir un conducto y generar una infección en la
glándula. Para aliviar un poco la molestia por la congestión de los pechos, se pueden
colocar de compresas frías.
Cuando el destete se hace rápidamente, los pechos pueden estar demasiado llenos ya que
el cuerpo de la mujer responde lentamente a las señales que se le envían al cerebro de que
quieres que se reduzca la producción. Es muy común que continúes produciendo leche 45
días después de haber terminado totalmente con el proceso. Algunas mujeres siguen
experimentando secreción de leche durante varios meses o más. Se cree que el estímulo
psicológico es el que contribuye a que suceda esto ya que las madres continúan teniendo
contacto cercano con sus bebés después del destete.
El cambio súbito hormonal puede causar a la madre una depresión, especialmente cuando
ella no estaba muy convencida de iniciar el destete o si ella tiene tendencia a la depresión.
Destete natural: Por último en el destete natural será el bebé quien determine el momento en
que ha superado su necesidad de ser amamantado. Es importante recalcar que cada
pequeño lo logrará en diferentes tiempos, así como a cada pequeño le saldrán los dientes
en diferentes meses.
Lo mejor es que el destete se dé en forma lenta y gradual, para que tanto la madre como el
bebé aprendan otra forma de alimentación y de comunicación, ya que el amamantamiento
no solamente significa alimento sino un lugar donde sentirse seguro y confiado para
continuar con su desarrollo.
Cuando se amamanta a un bebé que tiene más de un año, es común sentirse presionada por
amigos y familiares a destetar, ya que nuestra sociedad no está acostumbrada a las
lactancias prolongadas (amamantar más allá del tiempo que la mayoría de las madres en
nuestra sociedad lo hacen ) , por lo tanto es muy recomendable buscar un grupo de apoyo
para compartir experiencias con otras madres que se encuentran en circunstancias
similares.
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Ajuste de la dieta: La mayoría de las mujeres encuentran que tienen que ajustar sus
dietas y eliminar las calorías extras que necesitaban para producir leche porque si
continúan comiendo igual, subirán de peso.
Cambio en el tamaño de los pechos: Sus pechos estarán un poco blandos al
principio pero generalmente regresan al la talla que tenían antes del embarazo unos
meses después de haber terminado con la lactancia.
Presencia de la menstruación: Si la madre no tenía menstruación (amenorrea) por la
lactancia, la suspensión generalmente estimulará el regreso de la fertilidad y de la
menstruación. El sistema hormonal de la madre regresa a sus niveles de antes del
embarazo.
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Es muy común que escuches comentarios diciendo que a cierta edad la leche materna ya
no nutre a tu bebé y esto es totalmente falso, la leche materna sigue conteniendo vitaminas,
minerales, proteínas, etc., mientras se siga produciendo. Y lo más importante, le seguirá
proveyendo de anticuerpos para mantenerlo sano y, en caso de que se enferme, la
enfermedad sea más benigna.
La Academia de Pediatría Americana recomienda que se alimente al bebé solamente con
leche maternal hasta los seis meses y después de eso se le puede acompañar con una
variedad de alimentos sólidos hasta que cumpla un año de edad. En ese momento hay
menos problema de inflamación del pecho al suspender la lactancia porque al disminuir la
demanda, automáticamente disminuye la producción. Es importante que recuerdes que la
leche materna es el alimento más importante para tu bebé en el primer año de su vida.
Esta es solo una recomendación y cada pareja lactante deberá decidir cuándo es el
momento adecuado para que ellos lleven a cabo el destete. Puede ser antes o después de lo
indicado, lo importante es que la lactancia se viva feliz y contenta, y que tomemos
decisiones hasta después de habernos informado.
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La ablactación no es un evento, es un proceso y como tal, debe ser gradual tanto para que
los senos tengan tiempo de ajustarse como para facilitarles, a ti y al bebé, el paso al nuevo
tipo de alimentación. Como ya lo mencionamos anteriormente, dejar de amamantar o de
extraerse la leche de manera repentina y sin preparación, puede tener repercusiones para
ambos, y además puede causar una obstrucción en los conductos lácteos o una infección
en la glándula mamaria (mastitis).
Por otro lado, se ha asociado a la ablactación temprana, es decir, antes de los 4 meses de
edad con el desarrollo de sobrepeso y obesidad, así como con alergias alimentarias en
etapas posteriores.
Aunque algunos bebés están muy contentos alimentándose de leche materna
indefinidamente y esperarán a que su mamá sea la que tome la decisión de terminar con
esto, otros empezarán a dar señales sutiles –y no tan sutiles- de que ya están listos para
nutrirse de otra manera. Pueden expresar enojo o irritabilidad cuando los acercas al pecho o
pueden disminuir notoriamente los periodos de alimentación.
Estos son otros signos de que el bebé ya está listo y puedes iniciar el destete:
1. ¿Ya desapareció el reflejo de rechazo de la lengua? Este reflejo hace que el bebé
instintivamente empuje hacia afuera de su boca cualquier objeto. Si aún está
presente y tu bebé quiere vomitar cada vez que le das sólidos, entonces quizás no
está listo para dejar el pecho.
2. Si ya se puede sentar solo, entonces ya puedes tenerlo en esa posición para darle
de comer.
3. ¿Tu bebé mira con interés la comida o trata de agarrarla cuando la ve? Si tu bebé
muestra interés en tu comida, puede ser que ya esté listo para que lo introduzcas a
los sólidos.
4. ¿Tu bebé está muy distraído cada vez que lo pones al pecho y tarda cada vez más
para terminar? Esto quiere decir que quizás tu bebé ya está listo para la
ablactación.
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Muchas madres toman la decisión de ablactar con sentimientos encontrados. Por un lado,
saben que esto les dará libertad y flexibilidad para poder moverse y además se dan cuenta
con orgullo de que su bebé ya ha terminado una etapa importante de su vida.
Pero por otro lado, amamantar es una actividad íntima que establece un lazo importante
entre la madre y el bebé –y a algunas madres se les dificulta terminar con esto. Para muchas
mamás, la ablactación es el momento en el que realizan que su bebé ya nunca más
dependerá tanto de ellas como en estos primeros meses de su vida.
Si, es muy probable que vayas a tener una serie de sentimientos y es importante que
entiendas que tu bebé puede estar en la misma situación. Siempre recuerda que existen
muchas otras formas de mantener y nutrir el lazo que los une en la vida por venir.
La ablactación puede facilitarse si el bebé ha tomado alguna otra leche que no sea la
maternal en algunas ocasiones. Así que puede ser una buena idea que, a partir de los 4 a 7
meses de edad, de vez en cuando le des un biberón de fórmula de leche comercial
(recomendada por tu pediatra).
Esto te permitirá mayor flexibilidad al permitir que otros miembros de tu familia te ayuden a
alimentar al bebé cuando tú estés ocupada o te encuentres ausente a la hora de la comida.
Si el bebé está cerca del año de edad, sería mejor ponerle la leche en vaso en vez de
biberón.
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No hay una regla general, pero si tú eres la que tomaste la decisión de suspender la leche
materna y pasar a fórmula, es importante recordar que el proceso debe ser gradual para que
tanto tú como tu bebé se vayan ajustando emocionalmente al cambio.
1. Puedes empezar con suspender una toma a la semana hasta que el bebé en ese
momento ya esté comiendo o sólidos o fórmula. La comida del medio día sería la
más conveniente para iniciar porque es la más pequeña y la que te causa más
inconvenientes en cuanto al horario, sobre todo para las madres que trabajan.
2. Todos los días, a la hora de esa comida, ofrécele un biberón o leche en vaso en vez
del pecho. Continúa amamantando en los horarios acostumbrados el resto del día.
3. A la semana, sustituye otra sesión de amamantamiento por el biberón o el vaso.
4. Una por una, dejando siempre pasar suficiente tiempo para que tanto tú como el
bebé se acostumbren al cambio, sustituye todas las sesiones de amamantamiento
por el biberón o el vaso.
5. Si tienes los pechos llenos debido al nuevo horario de lactancia, extrae solamente
la cantidad de leche que sea necesaria para aliviar la presión y las molestias que
sientas.
Terminarías en mes y medio más o menos o podrías extenderte más tiempo, fíjate en el
bebé, NO en el calendario. Muchas madres dejan la toma de la noche hasta el último porque
permanece como un momento especial de acercamiento mutuo y es quizás el momento en
el que tu bebé te necesita más.
Este método tiene la ventaja de que permite a tu bebé ajustarse a los cambios y también
permitirá que la producción de leche se vaya disminuyendo poco a poco evitando la
inflamación y la infección de las glándulas mamarias (mastitis) que es tan dolorosa.
Otro enfoque es dejar la decisión a tu bebé de terminar totalmente con ese tipo de
alimentación. Una vez que ya está comiendo tres comidas de sólidos al día, permite que se
acerque al pecho únicamente cuando lo pida. En este caso te encontrarás con que dejas de
producir leche porque ya no hay demanda y es probable que necesites sacarte la leche con
un tira leche para mantener la producción hasta que el bebé ya no quiera.
Para facilitar el proceso te sugerimos:
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Los siguientes síntomas indican que estás destetando al bebé con demasiada rapidez:
Por parte del bebé:
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Emplea los mismos principios del destete para ajustarte gradualmente al cambio; por
ejemplo, si sueles extraerte la leche 6 veces en un lapso de 24 horas, reduce este número a
5 por un par de días, luego a 4, etc., hasta que ya no tengas que hacerlo más.
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Debido a la presión en los pechos por la producción de leche que ya no va a mamar el bebé,
te sentirás incómoda durante unos días. Si los sientes llenos y sensibles al tacto, extrae, ya
sea con la bomba o con las manos, sólo la cantidad de leche que sea necesaria para aliviar
las molestias. Así se reduce la probabilidad de que se obstruyan los conductos lácteos o se
congestionen los pechos.
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Para reducir la hinchazón y las molestias en los pechos mientras disminuye la producción
de leche, puedes aplicarte una bolsa de hielo por períodos de 15 a 20 minutos, al menos 4
veces al día, o según sea necesario. Coloca un paño entre el hielo y la piel, nunca lo
apliques directamente y evita aplicarlo en los pezones.
Otra alternativa consiste en utilizar hojas de col verde cruda, frías y lavadas, como
“compresas” dentro del sujetador (aplasta las venas de las hojas para ablandarlas).
Cámbialas aproximadamente cada 2 horas o cuando se marchiten. Utilízalas hasta que
disminuya la producción de leche, Muchas mujeres sienten alivio en apenas 2 horas.
Pídele a tu médico que te recete algún medicamento para el dolor como ibuprofeno o
acetaminofeno. Los medicamentos que se usaban anteriormente para interrumpir la
producción de leche están en desuso debido a que producen graves efectos secundarios.
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¿Cuándo debo llamar al médico?
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Consejos adicionales
Los bebés que tienen alrededor de un año y ya comen una variedad de alimentos, por lo
general pueden pasar directamente a tomar leche en vaso, mientras que los bebés más
pequeños generalmente necesitan tomar biberón. Consulta a tu médico acerca del tipo de
nutrición que debe recibir el bebé después de destetarlo.
Las últimas sesiones que se eliminan en el proceso del destete generalmente son a primera
hora de la mañana, a la hora de la siesta y al acostarse. No te apures con el proceso, sobre
todo si te gusta acurrucarte con el bebé antes de dormir, tanto como a él. Ten en cuenta que
puede ser necesario reducir el ritmo del destete si el bebé se pone irritable, si se vuelve más
dependiente, si se enferma o si le están saliendo los dientes.
Para las madres que se entristecen cuando llega el momento de destetar al bebé, sobre todo
si deben hacerlo de forma repentina, es importante tener quien la apoye y anime durante
este período, pues aunque se sienta preparada, podría experimentar una sensación de
pérdida. La falta de la cercanía física que tenía con el bebé mientras lo amamantaba se
puede compensar con cariño y contacto físico adicional.
2Ablactacion
1. No se deben introducir a la dieta dos alimentos nuevos a la vez. Esto permite conocer la
tolerancia del niño a cada alimento.
2. No iniciar la ablactación antes de los cuatro meses, es mejor retrasarla hasta los seis
(especialmente, en niños que reciben lactancia materna).
3. No aportar alimentos con gluten antes de los 7 meses, dad la inmadurez intestinal.
7. Con frecuencia, los alimentos son rechazados cuando se dan por primera vez. Es necesario
adoptar una actitud paciente cada día, hasta lograr que el niño se acostumbre a la consistencia
y el sabor del alimento que se le ofrece.
8. Hay que considerar que la cantidad de alimentos que consume el bebé suele variar de un
día para otro o de una semana a otra.
11. Si se siguen ofreciendo alimentos colados después del sexto mes de vida, se dificultará la
introducción posterior en la dieta de alimentos con mayor consistencia.
12. Nunca se deben mezclar cereales, huevo o algún otro alimento con la leche.
14. Es importante recordar que el profesional de salud y la madre son responsables de cuidar
la calidad de la dieta, pero deben dejar que el niño determine la cantidad de alimentos que
consumirá.
15. A medida que se introducen los alimentos sólidos y semisólidos en la dieta, el bebé
reduce en forma progresiva el volumen de leche que ingiere.
16. Se debe incrementar poco a poco la cantidad de cada alimento que se ofrece al niño así, a
partir de una cucharada cafetera se llegará a darle de 2 a 4 cucharadas soperas.
17. El horario de alimentación del niño se debe ajustar al horario de la familia y, sobre todo, al
de la madre; por ello se recomienda incrementar, hasta llegar a tres, el número de comidas
con alimentos sólidos que se ofrecen al niño.
Son diversos en especial papillas de cereales y los homogeneizados. Las primeras se elaboran
teniendo en cuenta los alimentos con los que se empieza la alimentación complementaria y a
partir de ahí se dan los componentes mayoritarios de la alimentación habitual.
Fórmulas para prematuros: La leche ideal es la de la madre, pero suplementada con proteínas,
vitaminas y minerales. No obstante, cuando no se puede acudir a la leche materna se utilizan
fórmulas con las siguientes características:
• El contenido energético será de 130 kcal/kg/día por lo que la densidad energética de la
fórmula está entre 65 y 85 kcal/100mL.
Son fórmulas que intentan evitar alergenicidad. Cuando se quiere evitar riesgo de alergia en un
lactante, la solución es la lactancia prolongada, con restricción de alimentos alergénicos en la
alimentación de la madre. Así como se puede acudir a las citadas fórmulas con hidrolizados
parciales de proteínas lácticas.
Son leches donde se sustituye la lactosa total o parcialmente por dextrinomaltosa ya sea
porque existe intolerancia, fallos en la actividad lactásica, daño intestinal, fallo en el transporte
activo de monosacáridos o galactosemia.
Son fórmulas de inicio y continuación con proteína de soya, ya que no contiene lactosa para
evitar contaminaciones de ésta con proteínas de suero, galactosa, contenido con hidrato de
carbono hidrolizados de almidón de maíz.
La utilización de estos preparados en el tratamiento de reacciones adversas a la leche de vaca
(alegia/intolerancia).
*No se recomienda su uso en caso de tolerancia a la lactosa, debiendo ocurrir en estos casos a
las correspondientes fórmulas sin lactosa.
Preparados antirregurgitación
Son fórmulas de inicio y continuación a las que se les añaden sustancias espesantes (harina de
semilla de algarrobo o almidones de arroz o maíz). Pueden variar la proporción de
caseína/lactoalbúmina para aumentar la consistencia e incrementar el contenido de grasa para
favorecer el vaciamiento gástrico.
Preparados elementales
Productos elaborados de forma sintética en que cada componente puede ser absorbido con
una mínima digestión previa y sin dejar residuos.
El aporte proteico se lleva a cabo por medio de L-aminoácidos, ácidos grasos de cadena larga;
así como es usado en patologías como alergias, esofagitis, diarrea intratable, paciente
tumorales otras operaciones quirúrgicas gastrointestinales.
Leches de crecimiento
Denominadas junior o leche 3, están indicadas para niños de uno a tres años. La justificación
de la existencia de éste alimento es que la leche muchas veces limita el aporte de hierro,
inhibe la absorción del mismo y puede causar pérdidas sanguíneas entéricas. Así pues, se
suplementan con hierro, modifican el perfil lipídico con disminución de ácidos grasos
saturados y aumento de los esenciales, así como vitaminas y minerales.
Lactancia artificial
Cuando por diversas razones, la lactancia materna no se puede administrar, surgen nuevos
métodos denominados fórmulas de inicio o de continuación, que tratan de asemejar lo más
posible la leche humana para poder cubrir los requerimientos necesarios.
Se conocen como fórmula de inicio o adaptadas a las fórmulas lácteas que pueden mantener
por sí solas la nutrición del bebé durante los 4-6 meses; sin embargo, es un error que las
denominen leche maternizada o humanizada ya que estas fórmulas no representan la leche
materna, sino que tratan de mimetizar la composición de la leche humana o en ciertos casos,
los efectos funcionales de ésta. Estas fórmulas deben cubrir la mayoría de los componentes
macro y micro nutrimentales de la leche materna para procurar la salud del lactante. Entre los
aspectos más destacados de este tipo de fórmulas están:
• La proteína debe tener una calidad medida por un índice químico de por lo menos 80 % de
la leche humana o un valor biológico no menor del 80 % de la caseína pero sin caer en el
exceso de algunos aminoácidos (fenilalanina, tirosina,etc) porque pueden causar problemas
metabólicos ni tampoco una carga renal de solutos excesiva. Así mismo, la relación
proteína/caseína debe ser de 40/60.
• La grasa constituirá de un 40 a un 55% del valor energético total, con las proporciones
correctas de cada tipo de ácidos previamente explicados.
• Los niveles de los minerales sodio, potasio y cloruro no deben sobrepasar un nivel tal que
conduzca a una carga renal de soluto excesiva, junto a la producida por la urea desembocando
en trastornos del equilibrio hídrico por deshidratación. Con el sodio, se intentan evitar cuadros
hipertensivos.
• La cantidad de calcio debe lograr que se absorba una cantidad parecida a la de la leche
materna, adecuando los aportes.
Son las fórmulas lácteas mejor consideradas para el 2do semestre de vida del niño ya que
están suplementadas con hierro, mineral básico para el desarrollo en esta etapa del individuo.
Además, si se utilizaran fórmulas lácteas de iniciación durante todo el primer año de vida, se
deberá suplementar con hierro. Esta necesidad del mineral se debe a las pérdidas intestinales
de sangre, y por tanto, el peligro de anemia ferropénica.
El que se utilice otra fórmula cuya composición es mas flexible, se debe a que la homeostasis
del lactante (4 meses), la función digestiva, metabólica, renal y la del sistema nervioso alcanza
niveles de maduración que permiten el uso de ésta.
Estas fórmulas de continuación deben administrase junto con otro tipo de alimentos
(preparados alimenticios) para que la nutrición sea exitosa.
• Sea cual sea la dieta, la ingesta diaria de la fórmula de continuación no debe ser inferior a
500 con el fin de suministrar calcio suficiente para el desarrollo del esqueleto.
• El valor biológico de la proteina no debe ser inferior al 85 % de la caseína. No es obligatorio
la modificación en la relación de la caseína/proteína pero cuando se realiza se cambia a 80/20
como en la leche de vaca, ya que la actividad enzimática proteásica esta totalmente
desarrollada.
• El valor máximo de 8.6 g /100 ml de HC indica que no debe representar más del 50 %. La
lactosa sigue siendo el HC predilecto, aunque se puede suplementar con maltodextrinas y
polisacáridos. Un punto a destacar es el evitar el sabor dulce en las fórmulas mediante una
cantidad máxima de fructosa, miel o sacarosa del 20 % del total de los HC de la fórmula.
• Como las fórmulas de continuación se combinan con otros alimentos generalmente con
bajo aporte graso, se establece que la fórmula láctea tenga un nivel mínimo de 2.7 g/100 ml, lo
que representa un 35 % aproximadamente del total de la energía de la leche. De acuerdo a los
tipos de lípidos, la ESPGHAN establece: Ácidos láurico y mirístico: contenido total de ácidos
grasos menor al 15 %. El ácido linoleico debe estar en una proporción no menor del 2.7 % del
total de calorías
• Con el fin de facilitar la absorción del hierro, estas preparaciones deberán contener ácido
ascórbico; además de que la relación hierro/zinc no exceda del 2.5.
Destete
Se llama destete a la sustitución gradual y progresiva de la leche materna por otros alimentos
hasta que el bebé adopte la alimentación corriente de la familia y la lactancia materna
desaparezca completamente.
Es una etapa de fuertes cambios y de adaptación para el bebé, y su manejo adecuado tiene
una gran influencia en el bienestar del pequeño.
Las consecuencias de hacerlo muy precozmente o demasiado tarde suelen acarrear problemas
al bebé.
Cuando el niño recibe alimentos diferentes a la leche materna antes de que su organismo esté
preparado para asimilarlos, puede provocarle trastornos digestivos, alergias, intolerancia a los
alimentos y también diarrea infecciosa.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomiendaSubir hoy en día que los bebés reciban
exclusivamente leche materna durante los primeros 6 meses de su vida y que los nuevos
alimentos se introduzcan poco a poco a partir de esa edad, sin necesidad de suprimir el pecho.
No hay una edad en que tomar leche materna sea perjudicial para el niño ni para su madre.
Nuestros abuelos solían mamar hasta los 2 años. En la actualidad se considera que deben ser la
madre y el bebé quienes decidan la duración de la lactancia materna.
La leche materna es un producto único y especial para alimentar bebés. No pierde calidad al
pasar el tiempo. Aunque el bebé tenga 2 años, la leche de su madre sigue proporcionándole
alimento y defensas.
Hay casos en que es el propio bebé quien inicia el destete. Va perdiendo interés por el pecho,
prefiere otros alimentos, se distrae jugando. Puede ocurrir a cualquier edad.
Otras veces es la madre quien considera que no desea seguir amamantado, tiene otro bebé o
se le presenta cualquier tipo de dificultad.
Lo deseable es que el destete sea paulatino. Durante ese periodo el bebé necesitará mucha
atención y cariño para facilitarle el cambio.
Es importante conoces las razones por las que es conveniente realizar el destete.
u aparato digestivo ya ha madurado. Al principio, el bebé solo puede alimentarse con leche.
Otros alimentos pueden perjudicarle produciéndole, por ejemplo, alergias, intolerancias,
diarreas... A partir de esta edad, el bebé digiere mejor, sus glándulas digestivas funcionan
mejor. El intestino es capaz de impedir que pasen sustancias irritantes...
* Aprender a abrir la boca y dejar entrar a la cuchara (el bebé más pequeño tiene un reflejo
llamado de "protusión de la lengua", o sea, que tiene una marcada tendencia a sacar la lengua,
con lo que empuja fuera a la cuchara).
* Ya abre la boca cuando tiene apetito y la cierra, girando la cabeza cuando está saciado.
Además, necesita algunos nutrientes más para desarrollarse bien: más calorías y proteínas
totales. Y también más hierro.[pic][pic][pic]