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Técnicamente, un zoológico es un establecimiento donde los animales salvajes son mantenidos para exhibirlos al público, y son diferentes de los

circos y de las
tiendas de animales. Los zoológicos se autodefinen como centros científicos donde se cuida a los animales y se vela por su bienestar y preservación. En Inglaterra
-país que tiene más avanzada cultural y legislativamente la protección y bienestar animal- el proyecto "Born Free" (Nacido Libre) publicó en el año 2001 el
Official Zoo Health Check, minucioso estudio para desmentir a los zoológicos "en su propio terreno".

El estudio tomó como muestra a los que ley inglesa define y clasifica como zoológicos: los núcleos zoológicos de tamaño grande y pequeño, los parques de vida
salvaje (safaris), los parques de atracciones con animales, los santuarios y centros de rescate que tengan animales “exóticos”, los aviarios, las granjas-parque
(granjas abiertas que tengan animales exóticos), los terrarios (especializados en anfibios y reptiles), acuarios e insectarios. Éstos eran 200 colecciones diferentes
en 430 zoológicos en Inglaterra.

Lo que los zoos afirman, Born Free lo desmiente

Los zoológicos conservan las especies en peligro

El 95% de la tasa de animales de los zoológicos (contando especies y subespecies) no están en peligro de extinción.

Los zoológicos forman parte de los programas de nacimiento en cautividad para preservar especies protegidas, y "eventualmente" retornarlas a la naturaleza
libre

Elefante en zoo de BarcelonaEl 97% de los animales de los zoos de Inglaterra no forman parte del Programa Europeo de Nacimientos en Cautividad (EEP's).
Menos del 1% de los animales son especies en peligro de extinción y han sido exitosamente reintroducidos en la naturaleza (fue el caso del caracol Partula, el
grillo inglés de campo, el caballo Przewalski y la rata silvestre Dormouse). Muy por el contrario, tigres, elefantes y chimpancés nunca han logrado reintroducirse
con éxito en la naturaleza.

Los zoológicos financian proyectos de conservación de la naturaleza

El 21% de los zoos de Inglaterra dicen financiar proyectos de conservación in situ en su publicidad. Born Free estimó que sólo un 11% de ellos lo hacía realmente.

Los zoológicos preservan el patrimonio genético de las especies en peligro

Existen tres grupos de trabajo que supervisan y manejan los programas de nacimientos en cautividad para especies en peligro de extinción (el Programa Europeo
de Nacimientos en Cautividad, el Programa Europeo de Especies Protegidas y los Grupos Consultivos de Taxonomía). En Inglaterra, estos grupos de trabajo
estaban presentes sólo en 43 de los 430 zoos (10%) para asegurar la mantención de la diversidad genética adecuada entre la población cautiva.

Los zoológicos protegen a los animales del peligro

Si, los protegen, pero ¿es proveyendo al animal de todas sus necesidades y mantenerlo lejos del peligro bueno para la salud -física y mental- de un animal? Las
personas también somos animales, y ¿es la sobreprotección buena para nosotros?

Los zoológicos educan al público

La mayoría de los zoos ingleses no tenían programas educativos, o planes y lineamientos de estudio y aprendizaje para el público. Es más, la información en la
señalética y los carteles externos a los recintos de los animales estaba a menudo incompleta -cuando no ilegible o inexistente-. Y, pensando en el
comportamiento promedio de la gente ¿leen estas señaléticas? Y mejor dicho aún: ¿cuánta gente lee efectivamente (entiende y retiene) esa información?

Los zoológicos forman parte de la investigación científica

El 85% de los zoos ingleses nunca han hecho una publicación científica en temas zoológicos entre 1977 y 2001. ¿Podrán los estudios hechos en zoos, donde los
animales son mantenidos en condiciones innaturales -cuando no, contra naturales- arrojar resultados científicamente válidos?

Los zoológicos aseguran el mayor estándar de bienestar a sus animales

Mono en zoo inglésLos hábitats artificiales de los animales en cautividad les generan graves problemas de bienestar: comportamientos anormales
(automutilación, zoocósis, desórdenes alimentarios, movimientos estereotípicos como oscilaciones, marcha reiterativa, volteo reiterativo, torceduras de cuello),
además de desórdenes reproductivos y problemas fisiológicos. Más del 80% de los zoos y parques safaris en Inglaterra exhiben animales con problemas
estereotípicos de comportamiento.

Frente a los concluyentes hallazgos del estudio de Born Free, sólo quiero añadir un pensamiento para la reflexión: Capturar a los animales y encerrarlos de por
vida en un espacio -reducido o no-, exhibirlos al público y atentar contra toda su naturalidad animal ¿es la mejor manera de aprender sobre la vida salvaje?

POCA INVERSIÓN EN EL CUIDADO DE LOS ANIMALES

Los zoológicos varían en tamaño y calidad: hay desde parques hasta recintos con losas de hormigón y barrotes de hierro. Millones de personas visitan
anualmente los parques zoológicos, pero la mayoría de éstos sufren pérdidas económicas, y deben encontrar maneras de reducir los costos ingeniándoselas
para atraer a los visitantes. (2) The Wall Street Journal informó el 2003 que "casi la mitad de los parques zoológicos del país están enfrentando reducciones de
gasto. La asistencia de personas a zoológicos ha bajado un 3% a nivel nacional." Y los fondos que son destinados a proporcionar mejores condiciones para los
animales, son a menudo usados en mejoras estéticas, tales como jardinería, y tiendas de regalos a fin de atraer a los visitantes.

A la larga los animales y, a veces los visitantes, son los únicos que pagan el precio. Tatiana, una tigresa siberiana, escapó el año 2007 de un recinto de baja
calidad ubicado en el zoológico de San Francisco, y la mataron a tiros después de haber matado a una persona y herir a otros. Un año antes, Tatiana había
mutilado a uno de los cuidadores de dicho zoológico.(3)

En Argentina, en 1988, un niño de 7 años fue atacado por un oso del Parque Cuttini Mundo Animal, arrancándole el brazo, antebrazo y mano izquierda.(4)
El 9 de mayo 1999 en Alicante, España, tres tigres del Safari Park de El Verger atacaron a dos ciudadanos alemanes, matándolos en el momento del ataque.
Según informa el periódico El Mundo en la misma edición: “En mayo de 1985 un león hirió de gravedad a Cristóbal Porras y a su hija Mónica en la reserva
Rioleón Safari Park de Albinyana, cerca de El Vendrell (Tarragona). Lucio García, empleado del madrileño zoo de la Casa de Campo, fue atacado en julio de 1990
por el león al que cuidaba, que le causó heridas de consideración. En agosto de 1991 Noelia Martín, una niña de 10 años, perdió un brazo al ser mordida por una
leona en la Reserva de Rioleón Safari Park de Tarragona.”(5)

En 2007, dos tigres del zoológico de Guwahati, al norte de la India, atraparon a un visitante del zoo que intentaba tomarles una foto. La víctima falleció a causa
de la gravedad de las heridas provocadas por los dos tigres.(6) El mismo año, un elefante del zoo de la ciudad de Pereira (Colombia) mató al veterinario
enterrando uno de sus colmillos en tórax y abdomen.(7)

En 2008, un joven de 30 años fue engullido por una serpiente pitón de 3 metros, en el Zoo Francisco de Miranda de Caracas. El occiso, experto en serpientes y
estudiante de biología de la U. de Los Andes llevaba 9 años trabajando en el terrario donde fue atacado por la boa.(8)

ENTRETENIMIENTO, NO EDUCACIÓN

Los zoológicos dicen brindar oportunidades de educación, pero la mayoría de los visitantes pasan sólo unos minutos en cada lugar de cautiverio, más que nada
en busca de entretenimiento que de formación. En el transcurso de cinco veranos, un guía del Zoológico Nacional de EE.UU siguió a más de 700 visitantes del
zoológico y encontró que "no importaba lo que estaba en cautiverio... las personas sólo miraban al animal como si fuese un simple papel mural." Se determinó
que "los funcionarios deben dejar de engañarse a sí mismos sobre el enorme valor educativo que se le da solamente por mostrar a un animal detrás de una
pared de vidrio."(9)

La mayoría de los recintos zoológicos son muy pequeños, y en lugar de promover la comprensión o respeto por los animales, ofrecen sólo un poco de
información sobre su alimentación, las distintas especies existentes y su entorno natural. Temas como el comportamiento de los animales es discutido y
analizado muy a lo lejos, ya que las necesidades naturales que posee cada especie raramente se cumplen. Por ejemplo, a los pájaros se les cortan sus alas ya que
no pueden volar dentro de los zoos, los animales acuáticos a menudo carecen de agua suficiente, y muchos animales que viven naturalmente en grandes
manadas o grupos familiares están solos, o como máximo, de dos en dos. La caza natural y los rituales de apareamiento son prácticamente eliminados, por su
alimentación y las técnicas con que regulan la reproducción natural. Los animales están muy limitados, carecen de privacidad, y tienen pocas oportunidades de
estimulación mental o de ejercicio físico. Estas condiciones suelen dar lugar a un comportamiento destructivo y anormal conocido como “zoocósis” o psicosis de
zoológico.

Un estudio comparativo de la Universidad de Oxford, basado en cuatro décadas de observación de animales en cautiverio y en la naturaleza, descubrió que
animales como los osos polares, leones, tigres y guepardos “muestran claros signos de estrés y/o disfunción psicológica en cautiverio” y concluyó que “el
cuidado natural de los carnívoros debería ser ampliamente mejorado y de no ser así deberían ser retirados de ahí.”(10,11) Un estudio realizado en 4.500
elefantes, tanto en el medio silvestre como en cautiverio descubrió que la vida media de un elefante africano en un zoológico es de 16,9 años, mientras que los
elefantes africanos en una reserva natural, muertos por causas naturales llegan a vivir una media de 56 años. Los investigadores concluyeron que "los parques
zoológicos deterioran profundamente su viabilidad".(12)

Una investigación de PETA realizada en numerosos parques zoológicos de todo EE.UU encontró que los osos están neuróticos y presentan comportamiento
estereotipado. Por causa de la frustración pasan mucho tiempo andando de acá para allá, caminando en círculos cerrados, balanceándose o meneando sus
cabezas y demostrando otros signos de angustia psicológica. En algunos recintos habitados por osos, se puede ver que los pasillos están gastados por las mismas
pisadas de los osos debido al paseo constante, y en otros, había huellas de sus patas en el suelo a causa de las repetidas veces que el oso caminó exactamente
por el mismo lugar, debido a la restriccion de movilidad. Este comportamiento es sintomático, y no se da sólo por aburrimiento, sino también por causa de un
profundo desaliento.

PROPAGACIÓN, NO CONSERVACIÓN

Los zoológicos dicen trabajar por la protección de las especies en peligro de extinción, lo que suena como un noble objetivo, pero por lo general sólo favorecen a
los animales más famosos y populares de los zoológicos, porque atraen multitudes y publicidad. El gobierno chino, por ejemplo, "alquila o arrienda " pandas a
zoológicos de todo el mundo por cuotas de más de 1 millón de dólares por año, pero algunos cuestionan si estas ganancias están dirigidas real e integralmente a
la protección de los pandas.(13) La mayoría de los animales cautivos en los parques zoológicos no están en peligro de extinción, y aquellos que si lo están
probablemente nunca serán dejados en libertad.

NACIDOS LIBRES, EXISTENCIA AGOTADA

Los zoológicos persiguen y capturan desde hábitats salvajes a los animales, para someterlos a una vida de exposición pública. En 2003, el San Diego Wild Animal
Park y Lowry Park Zoo capturaron de sus hábitats naturales en Swazilandia a 11 elefantes africanos en peligro de extinción. Expertos, científicos e investigadores
que estudian a los elefantes en la naturaleza, se opusieron totalmente a esta captura, declarando: "Sacar a los elefantes de su hábitat natural no sólo es
traumático para ellos, es también perjudicial para su salud... Creemos que con el tiempo llegaremos a consideralos como seres sensibles, y no como una
cantidad de dinero para capturarlos y exponerlos".
Los zoológicos, además, presionan constantemente para que las leyes de protección de especies amenazadas, y otras legislaciones ad hoc sean más laxas y
menos restrictivas para la captura e importación de animales.

CUANDO LOS BEBÉS CRECEN

Los cachorros de los zoológicos son hermosos y atraen multitudes, pero pertenecen a programas de crianza en cautiverio -bajo la etiqueta de preservación de
especies- que inevitablemente se sobrepobla de ejemplares adultos “menos lindos" que los cachorros. Los zoológicos normalmente venden, comercian, cambian
o hacen trueque con los animales adultos no deseados.

Una chimpancé llamada Edith es un ejemplo de cachorro de zoológico que cayó en las manos equivocadas. Nacida en la década de 1960 en el Zoológico de Saint
Louis, Edith fue sin duda una gran atracción para los visitantes. Pero justo después de su tercer cumpleaños, fue alejada de su familia y estuvo por lo menos en 5
lugares distintos, para finalmente llegar a un zoológico de Texas llamado Amarillo Wildlife Refuge (AWR). Durante una investigación encubierta a AWR, PETA
encontró a Edith en un pozo inmundo de hormigón estéril. Estaba sin pelo y había estado viviendo entre podredumbre y comida para perros.

Twiggs y Jeffrey, dos jirafas nacidas en el zoológico de Cape May County en Nueva Jersey, fueron vendidas por el zoológico a un corredor que posteriormente las
vendió a un circo ambulante.l director de la Cape May County Zoo admitió conocer las lamentables condiciones de los animales en los circos, pero nunca hizo
nada para aliviar su sufrimiento o mejorar la situación.

Hablar del caso de los animales de zoo o circos vendidos para ser trofeos de Caza. Inv. Del Seprona.

ESPERANZA PARA LOS ANIMALES

Después de reconocer que no podían mantener adecuadamente a los elefantes y sus complejas necesidades, varios parques zoológicos han tomado la decisión
de cerrar sus exhibiciones de elefantes, estableciendo un precedente positivo para los parques zoológicos de todo el mundo. El zoológico de Detroit envió a dos
elefantes a un santuario, ya que, y según palabras del director del zoológico, "Así como los osos polares no prosperan en climas cálidos, los elefantes asiáticos no
deben vivir en grupos pequeños y espacios reducidos. Claramente tampoco deberían tener que sufrir los inviernos del norte".(15)

MÁS ALLÁ DE LOS ZOOLÓGICOS

Las especies en peligro de extinción sólo lograrán salvarse si conservamos sus hábitats y luchamos contra los peligros que las amenazan. En lugar de un parque
zoológico condescendiente, tolerante o benevolente es mejor apoyar a grupos tales como International Primate Protection League, la Born Free Foundation,
Earth Island Institute y otros grupos que trabajan para conservar los hábitats naturales de los animales en peligro. Los santuarios sin fines de lucro que están
acreditados por la Asociación de Santuarios, como The Elephant Sanctuary o la Performing Animal Welfare Society también merecen el apoyo del público. Estos
santuarios rescatan y cuidan a los animales exóticos sin venderlos ni reproducirlos.

Con la programación de la televisión informativa, las oportunidades educativas en internet, y la relativa facilidad de los viajes internacionales, aprender y ver
animales en su hábitat natural puede ser tan simple como pulsar un interruptor o escalar una montaña. La idea de mantener a los animales reducidos en jaulas
es cruel y obsoleta.

Recibimos muchas preguntas acerca de los animales en los zoológicos. La mayoría de la gente entiende que confinar a un hermoso animal silvestre en una jaula
que tiene una fracción del tamaño de su hábitat natural está mal. Y muchos estaban furiosos después de ver el documental revelador Blackfish, en el cual se
muestra en detalle el sufrimiento que los animales marinos padecen en cautiverio. Sin embargo, hay muchas ideas equivocadas acerca de los zoológicos que
hacen que la gente se pregunte por qué PETA no los apoya. Estamos aquí para responder a esas preguntas.

¿Por qué dice PETA que los animales no pertenecen en los zoológicos?

Los zoológicos por lo general consideran que los animales que mantienen son simples mercancías. Ellos son con frecuencia comprados, vendidos, prestados y
negociados con muy poca consideración por las relaciones que han establecido entre ellos. Piensa en esto: ¡Un miembro de una amorosa manada familiar puede
ser enviado a otro zoológico! El retirar animales de grupos sociales establecidos y el obligarlos a adaptarse repetidamente a nuevas rutinas, diferentes
guardianes y compañeros de jaula desconocidos es perjudicial y traumático para ellos.

Una de las principales razones por las cuales los zoológicos escogen criar animales es porque a la gente le ENCANTA ver bebés. Un nuevo bebé puede atraer
visitantes al zoológico y aumentar los ingresos. Sin embargo, la suerte de los animales a menudo empeora una vez que ya no son “lindos”. Los zoológicos a
menudo están abarrotados y animales más viejos pueden ser mantenidos en bodegas detrás de escena o enviados aleatoriamente a zoológicos de carretera en
mal estado, a comerciantes de animales o a subastas.

Incluso los zoológicos grandes, bien conocidos y populares participan en prácticas no éticas, tales como deshacerse de los animales que ya no quieren o
adquirirlos en la naturaleza silvestre. El zoológico de San Diego y el zoológico de Tampa Lowry Park importaron en conjunto a 11 elefantes africanos desde
Swaziland. Y zoológicos acreditados en Denver, Houston, Litchfield Park en Arizona, San Antonio, San Diego y Tampa en Florida, ¡importaron en conjunto a 33
monos que habían sido traficados ilegalmente por cazadores furtivos en África!
¿No existen leyes para proteger a los animales en los zoológicos?

Algunos países no tienen ninguna ley para proteger a los animales en cautiverio. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en
inglés) otorga licencias a expositores de animales en los EE.UU. La agencia se supone que debe hacer cumplir la Ley de Bienestar Animal (AWA por sus siglas en
inglés), pero las licencias se otorgan a casi CUALQUIERA que complete una aplicación y envíe un pago.

Adicionalmente, el AWA solo se ocupa de temas básicos. Establece que los animales deben ser alimentados y proporcionados con agua y abrigo. Sin embargo, se
permite que las jaulas tengan pisos de concreto y NO hay un requisito específico respecto al césped, el follaje u otra vegetación natural. Las regulaciones sobre
el espacio en las jaulas se interpretan libremente y solo requieren que los animales tengan el espacio suficiente para pararse, acostarse, girarse y moverse un
poco. Básicamente, esto significa que si TÚ estuvieras protegido solamente por el AWA, podrías legalmente ser encerrado en un closet de concreto.

Algunos animales, incluyendo reptiles, peces y otros animales de sangre fría, están específicamente EXCLUIDOS del AWA. Es indignante que, aunque el Congreso
modificó la ley en 2002 para incluir a las aves utilizadas en exhibiciones y considerarlas como animales regulados (protegidos), el USDA todavía no ha citado a
NADIE por descuidarlas —aún cuando muchas aves están evidentemente sufriendo y algunas han muerto como resultado de aparentes violaciones al AWA.

Aunque las autoridades locales normalmente sí tienen el poder legal para hacer cumplir las leyes locales y estatales en contra de la crueldad hacia los animales
que sufren en los zoológicos, la gran mayoría simplemente se niega a actuar, a menudo pasando la responsabilidad al USDA. Aun cuando la Ley de Especies en
Peligro de Extinción (ESA por sus siglas en inglés) PROHÍBE el hacer daño o acosar a las especies protegidas que son mantenidas en cautiverio, el Servicio de
Pesca y Vida Silvestre (la agencia encargada de hacer cumplir la ESA) TAMBIÉN normalmente se remite a la inadecuada implementación del AWA por parte del
USDA.

¿Los zoológicos no son fundamentales para los esfuerzos de conservación?

Lo primero que la gente debe saber es que la mayoría de los animales mantenidos en los zoológicos NO están en peligro de extinción. Aquellos que sí están en
peligro pueden tener una peor situación dado el enfoque de los zoológicos en atraer a las masas.

Lo segundo que debes saber es que los animales mantenidos en los zoológicos casi NUNCA están siendo preparados para ser liberados de nuevo en sus hábitats
naturales. Es casi imposible liberar en la naturaleza de manera segura a los animales criados en cautiverio. Piensa en esto: ¿Cómo vamos a ayudar a salvar a los
animales de la extinción si los estamos exhibiendo en jaulas diminutas y no los liberamos nunca para reponer la especie? Los animales que son criados en
zoológicos viven en ambientes anti naturales y no pueden aprender habilidades de supervivencia — y, a menudo, tienen muy poco o ningún hábitat natural al
cual regresar debido a la usurpación humana.

Muchos zoológicos están manteniendo especies en peligro de extinción principalmente como espectáculos para turistas. Básicamente, la mayoría de los
animales en peligro de extinción que están en cautiverio están siendo explotados para el lucro de los zoológicos.

¿Los niños no van a ser desfavorecidos si no pueden ver animales en los zoológicos?

Sociólogos en el Reino Unido obtuvieron datos de niños entre los 7 y los 15 años, antes y después de que visitaron el zoológico de Londres. Los investigadores
encontraron que el 59 por ciento de los niños que tomaron un tour del zoológico guiado por educadores no tuvieron resultados educativos positivos. Ese
número aumenta a 66 por ciento cuando los niños realizaron una visita no guiada. En muchos casos, la visita al zoológico incluso tuvo un impacto negativo en el
entendimiento de los niños de los animales y sus hábitats.

Además, llevar a los niños al zoológico ¡puede incluso PERJUDICAR los esfuerzos de conservación! De hecho, numerosos estudios han mostrado que exhibir
animales en ambientes no naturales puede perjudicar la conservación al hacer creer a los visitantes que la especie no debe estar en peligro. Este es
especialmente el caso para las exhibiciones en las que se permite a los humanos a tener contacto directo con los animales.

¿Qué PODEMOS hacer para salvar a los animales en peligro de extinción?

En últimas, solo podremos salvar a las especies amenazadas si salvamos sus hábitats y detenemos la caza y la matanza de animales —no al criarlos en cautiverio.
Los zoológicos regularmente derrochan millones de dólares erigiendo estatuas y atracciones de entretenimiento, así como construyendo tiendas de obsequios y
concesionando puestos de venta. Este dinero haría mucho más para ayudar a los animales si fuera gastado en proyectos de preservación de hábitats.

En lugar de apoyar a los zoológicos, debemos apoyar a grupos como la International Primate Protection League, la Born Free Foundation, y otras organizaciones
que trabajan para preservar los hábitats, no los hábitos. Mantener a los animales en bodegas toda la vida no es la forma de salvarlos de la extinción. Su salvación
reside en proteger sus hogares, no en crear prisiones para animales. En lugar de visitar zoológicos, puedes ayudar a los animales al apoyar a organizaciones que
trabajan para protegerlos de la explotación y preservar sus hábitats.

También debemos ayudar a los santuarios sin ánimo de lucro, tales como The Elephant Sanctuary y la Performing Animal Welfare Society, que rescatan y cuidan
animales exóticos que no pueden ser liberados de vuelta en la naturaleza y que no los venden ni reproducen.

Si amas a los animales, es natural que quieras estar cerca de ellos, ¡pero los animales no deberían tener que vivir miserablemente para satisfacer nuestra
curiosidad! Ellos no nos pertenecen y NO SON NUESTROS para confinarlos en zoológicos. Comprométete a nunca apoyar a los zoológicos, y exhorta a tus amigos
y a tu familia para que no lo hagan tampoco.

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