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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
P.N.F. ESTUDIOS JURÍDICO
CATEDRA: LENGUAJE Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

LENGUAJE Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

FACILITADOR: PARTICIPANTE:
ABG. GRANILLO GABRIEL WILMERS MARTINEZ C.I. 6.470.094

JUNIO, 2020
ÍNDICE

Contenidos:
Argumentación jurídica
La lógica del derecho.
El razonamiento jurídico como razonamiento dialectico.
Silogismo jurídico.
Escuela exegética.
Las concepciones teleológica, funcional y sociológica del derecho.
La nueva retórica y los valores como expresiones de la argumentación
jurídica.
Pensamiento jurídico.
Característica del pensamiento jurídico.
Pensamiento problemático.
Pensamiento práctica.
Pensamiento valorativo y axiológico.
Pensamiento dialéctico retórico.
Discurso persuasivo.
Visión trialista del derecho.
Cuarto enfoque del derecho.
Que es un argumento.
La argumentación y el lenguaje.
Argumento para justificar la decisión.
Principales quince argumentos empleados en el campo del derecho.
Las falacias
Falacias formales y no formales.
Supuestos de la interpretación.
Tipos de interpretación.
Interpretación judicial.
Interpretación declarativa.
Interpretación extensiva.
Interpretación restrictiva.
Interpretación abrogante o derogatoria.
Interpretación doctrinaria.
Interpretación autentica.
Interpretar y traducir.
Justificación interna y externa.}
Casos fáciles y difíciles.
La interpretación.
El modelo teórico kelseniano.
El tribunal supremo de justicia.
El pluralismo jurídico.
El derecho alternativo.
El derecho de las desigualdades en torno a la forma no universales del
pluralismo jurídico.
Referencias bibliográfica
La Argumentación Jurídica:

Argumentar es, según el diccionario, sacar en claro, descubrir, probar, o bien


disputar, discutir, impugnar una opinión ajena. La argumentación, por lo tanto,
refiere la acción de ofrecer argumentos para convencer.

El argumento es “el razonamiento que se emplea para probar o demostrar una


proposición, o bien para convencer a otro de aquello que se afirma o se niega.
La argumentación jurídica es muy importante porque es una herramienta
conceptual y lingüística que hará del abogado un buen orador, para que haga una
defensa adecuada y obtenga una sentencia favorable, y para que los que juzgan
emitan sus sentencias de forma adecuada.

La teoría de la argumentación jurídica se refiere a los estudios jurídicos


filosóficos que esgrimen las diversas corrientes de pensamiento respecto al
contenido de las premisas argumentativas, desde la perspectiva de los operadores
del Derecho.

La Lógica del Derecho:

La concepción lógica del Derecho consiste en la tesis de que el .Derecho es


un sistema lógico o deductivo.

Un sistema lógico o deductivo es un conjunto cerrado bajo la relación de


deducción o consecuencia, o sea, un conjunto que incluye al conjunto de todas
sus consecuencias. Decir que el Derecho es un sistema lógico significa, pues, que
todo lo que es consecuencia (o se deduce) del Derecho pertenece al Derecho. Si
suponemos que el Derecho está formado únicamente por normas jurídicas, la
concepción lógica del Derecho consiste en la tesis de que las normas deducibles
de normas jurídicas son también jurídicas.
El razonamiento jurídico como razonamiento dialéctico:

El concepto de razonamiento jurídico refiere al proceso mental que sigue los


principios del derecho para interpretar y/o argumentar algo en función de las leyes.
Para esta clase de razonamiento, la persona debe apelar a la lógica y a la
dialéctica.

Los razonamientos jurídicos, por lo general, son desarrollados


por abogados, jueces y legisladores. Su finalidad es arribar a una conclusión que
esté en sintonía con las normas jurídicas vigentes o que, incluso, pueda
convertirse en una de ellas después de atravesar los pasos necesarios para la
promulgación.

Los razonamientos jurídicos son imprescindibles a la hora de la administración


de justicia. Un tribunal puede absolver o condenar a un individuo de acuerdo al
razonamiento jurídico que avalen sus integrantes y a la manera de juzgar el valor
de los razonamientos jurídicos que manifiestan los abogados de la defensa, los
querellantes, los fiscales, entre otros., en el marco del proceso legal.

Ahora bien, se entiende por dialéctico el razonamiento que parte de opiniones


establecidas respecto de todo problema que se nos proponga, y si somos nosotros
los que sostenemos algo: la dialéctica nos capacita para no decir nada
contradictorio y evitar ser refutado por contradicción. La dialéctica es el arte de
discutir o de hallar razones y palabras apropiadas para combatir una tesis o para
defenderla para argumentar; y se considera como el arte de la disputa.

En el razonamiento dialéctico se parte del factum, del hecho dado a priori, de


la cotidianeidad, la dialéctica va hacia lo que está oculto y por consiguiente el
descubrir lo oculto va a constituir un movimiento, un discurso a través de un
camino.
La facticidad, a la que se refieren en la dialéctica, significa el mundo histórico y
concreto dentro del cual el hombre vive. Y precisamente el objeto del derecho
desde la perspectiva de ciencia prácticamente aplicada es el orden jurídico dado
en una determinada sociedad en un momento histórico determinado; dirigido a
promover la solución de problemas jurídicos concretos mediante la correcta
interpretación de las normas jurídicas y a garantizar, mediante la aplicación de los
resultados logrados, el adecuado tratamiento jurídico de los casos de la vida real
que hay que regular

Se ha dicho que la dialéctica argumenta estableciendo afirmaciones


y contradicciones para de esa forma arribar o descubrir la verdad, y es que
justamente cuando se llega al punto de la imposibilidad del contradictorio de una
afirmación, se supera la ambigüedad y la verdad se muestra descubierta.

En este orden de ideas, el proceso civil se desarrolla entre la contradicción


producida por las respectivas afirmaciones de actor y demandado sobre la
existencia de un deber jurídico debido o no debido, y de esa tensión dialéctica
surgirá si una parte debe en justicia algo a la otra, es decir si hay incumplimiento
de algún deber jurídico y de esta manera aparecerá mostrada una verdad.

Asimismo, se da por entendido en este punto que nos referimos a una verdad
formal precisamente porque lo que identifica a la dialéctica es el carácter formal
que imprime a todos sus procedimientos, en el sentido del resultado de un
razonamiento, a una respuesta racional que tiende a resolver el conflicto.

Por ende, se ha hecho referencia a una verdad, puesto que no es posible en el


ámbito de lo justo concreto, hablar de una única interpretación verdadera o exacta
o racional elegida entre varias otras, de un texto jurídico normativo sino de una
interpretación razonable o irrazonable o justa o injusta, en virtud de que nos
encontramos en el ámbito de la argumentación o sea de los razonamientos
dialécticos o retóricos, lo que suponen que siempre caben que sean de otro modo.
Silogismo Jurídico:

El silogismo es una forma de razonamiento deductivo que consta de dos


proposiciones como premisas y otra como conclusión, siendo la última una
inferencia necesariamente deductiva de las otras dos.

Silogismo jurídico, es lograr una relación coherente entre el aspecto formal y la


norma; es decir adecuar unos hechos a la descripción abstracta que hay en la
norma por lo tanto este tipo de razonamiento servirá efectivamente para garantizar
la solidez en la argumentación que el abogado o cualquier operador del derecho
presente para sustentar su posición, sin perder de vista que lo que se evalúa es la
corrección de la conclusión a partir de la estructura lógica de sus premisas de
base. Los tipos de Silogismo son Aristotélico (Aristóteles) y Silogismo Concretivo
(Miró Quesada).

Escuela Exegética:

La Escuela de la Exégesis fue un movimiento de interpretación del derecho


que se gestó en Francia después de la publicación del Código Civil de Napoleón
de 1804 y tuvo su auge en el siglo XIX, sus postulados consistían en la
interpretación de la norma por la norma misma, exaltando el derecho escrito,
dándole preeminencia al texto de la ley por sobre otros planteamientos y
manteniendo una mentalidad antihistórica en la creación de la norma, el texto leído
es obra del jurista francés Bonnecase, quien estudió los principales representantes
de la Escuela exegética, su doctrina y sus métodos, así como su influencia en el
derecho civil y positivo.

En este sentido, la pretensión de que la letra de la Ley era suficiente para fijar
el derecho y para su conocimiento está ligada a la Ilustración y sus efectos,
especialmente la codificación de las normas que regían el actuar de pueblo.
En cuanto a la interpretación de la ley, se afirmaba que las palabras y
proposiciones no eran sino medios o instrumentos que servían para traducir un
pensamiento o voluntad, el cual no podía ser otro sino el del legislador, es decir, el
de los autores de la ley.

Las Concepciones Teológicas, Funcional y Sociológica del Derecho:

Todos los autores «realistas» son partidarios de que la ciencia del Derecho
tenga un carácter sociológico, pragmático, empírico y funcional. El objeto de
estudio se centra, por una parte, en lo que realmente hace el staff jurídico
encargado de la aplicación y creación del Derecho. Pero, no sólo interesa saber lo
que hacen, sino también qué efectos se derivan de su actuación para la sociedad,
esto es, qué grado de interacción existe entre la actuación judicial y la sociedad.

Por ello, la teoría sociológica del Derecho debe utilizar también el método
funcional, es decir, analizar los fines sociales o las tareas que el Derecho,
mediante la interacción de las «reglas de papel» y las «reglas reales» y el
comportamiento real de los jueces, realiza en la sociedad.

En definitiva, no se trata de buscar la esencia o la naturaleza del Derecho,


cuestión que la ciencia jurídica tradicional ha convertido en tarea obsesiva, sino de
analizar la relación del Derecho con la sociedad, es decir, los efectos sociales de
aquél sobre ésta. La analogía que estableció Pound entre la tarea del Derecho y la
«ingeniería social» aclara perfectamente la relación aludida. El Derecho, al igual
que la «ingeniería», aparece como una tarea o un proceso «continuo», sin fin,
para la consecución de determinados fines sociales o para la satisfacción de
necesidades sociales.

El Derecho es, por tanto, una «obra de ingeniería social» (social engineering).
Pound dentro del contexto intelectual de su época, analiza la triple caracterización
del Derecho como orden, conjunto de directrices y proceso, y su comprensión
global del mismo como agencia de control social.
Según Naranjo María, Las concepciones teológica y funcional del derecho que
se han desarrollado al mismo tiempo que la sociología jurídica, el derecho no se
asemeja, como en la Escuela de la exégesis, a un sistema deductivo, sino que se
lo concibe como un medio para la obtención del fin querido por el legislador. Lo
que excluye que se pueda asimilar a un sistema formal, pues un sistema
puramente formal, al no ser un medio que trate de realizar un fin social, no tiene
que tomar en consideración las condiciones de su eficaz funcionamiento.

En estas concepciones, el derecho solo se comprende en relación con el


medio social en el que es aplicable. El estudio de las prescripciones legales, de su
eficiencia y de su evolución, debía emprenderse mediante el método tradicional de
las ciencias sociales, las encuestas, la investigación estadística, la observación del
derecho comparado y, en lo posible, la experimentación. Esta pretensión de tratar
al derecho como una ciencia, como si la elaboración de sus reglas fuese un
fenómeno natural al cual le fueran extrañas la voluntad y las aspiraciones de los
hombres, produce como consecuencia la reducción del derecho a la sociología.

Los problemas que se presentan en la calificación de los hechos, ligados a la


mayor o menor dificultad para interpretar o aplicar la ley, muestran que en sólo en
casos límite el razonamiento del juez se restringe al silogismo jurídico. Al respecto
refiere Perelman el trabajo del Profesor Tarello, quien ha examinado 13 tipos de
argumentos que permiten interpretar los textos en función de la intención que se
atribuye al legislador.

Dentro de estas concepciones, cuando una sociedad se transforma bajo el


influjo de novedades técnicas o de cambios en las costumbres o en los valores
socialmente admitidos, surge una situación que no hubiera sido prevista por el
legislador, el juez, o invoca el argumento histórico y la presunción de continuidad
que implica, lo que conduce a una concepción estática de la interpretación judicial,
o puede entender el texto de una manera dinámica, considerando que la ley, debe
decidir “de acuerdo con las reglas que él establecería si hubiera tenido que actuar
como legislador”.
Aunque en algunos casos, como en el derecho penal y en derecho fiscal, el
juez es más conservador que en otros. Lo que para Perelman plantea una
cuestión fundamental: ¿en qué medida es tarea más del juez que del legislador
adaptar los textos legales a las necesidades sociales?

La nueva retórica y los valores como expresión de la argumentación jurídica:

La teoría de la argumentación divide en dos grupos distintos los tipos de


argumentación: el lógico y el retórico. En el tipo lógico, el argumento se presenta
como la forma de razonamiento válido, que se estructura mediante dos
enunciados y una conclusión. El razonamiento, en sentido lógico, es un proceso
formal, que puede ser correcto o incorrecto, y se refiere a las operaciones de
inferencia, tales como la abducción, la deducción o la inducción. Aristóteles
reconoció en su tiempo que al lado de los argumentos lógicos se pueden aducir
los argumentos llamados “dialécticos” o de probabilidad, que son razonamientos
que parten de opiniones generalmente aceptadas.

Los argumentos encuentran su sentido en su expresión, y esto se hace


mediante un lenguaje. El lenguaje, como instrumento para la comunicación, es
expresión del pensamiento; esto es de todos los actos del entendimiento, y dado
que el derecho se expresa en un lenguaje natural, los argumentos jurídicos se
integran por términos y proposiciones. El término es expresión de un concepto; la
proposición es expresión de un juicio, y el argumento es expresión del raciocinio.

Para la perspectiva lógica, la fuerza de un argumento radica en su validez; un


argumento es válido cuando es formal o materialmente correcto; es sólido si
además de válido es verdadero. Un argumento deductivo sólo es formalmente
válido y si es conforme a los criterios de corrección formales suministrados. Las
falacias, también llamados sofismas, son argumentos aparentes, pues no cumplen
con las reglas de inferencia; pueden ser formales o no formales (ya sean de
atinencia o de ambigüedad). En estos casos la refutación es aparente; su función
es confundir o inducir al error.
En el argumento retórico el aspecto más importante no es la validez de las
premisas que integran el razonamiento, sino su capacidad de convicción, que se
realiza a través de la persuasión. Es por ello que se debe tomar en consideración
el auditorio; esto es, las personas a quienes se dirigen los argumentos. Persuadir,
sin embargo, es una forma demostrativamente más débil de convencer. En la
argumentación es preciso distinguir el contexto del descubrimiento
(establecimiento de premisa o conclusión) del contexto de justificación (de las
premisas o conclusiones), sobre todo porque la teoría tradicional de la
argumentación jurídica se ubica en el contexto de la justificación.

El origen de la retórica en su concepción contemporánea como teoría de la


argumentación se encuentra en un rechazo a la lógica formal como instrumento
para el análisis del razonamiento jurídico. Las propuestas más destacadas son
la tópica de Viehweg, la nueva retórica de Perelman y la lógica informal de
Toulmin. Estas teorías se contraponen al modo de pensar sistemático deductivo.
En la tópica de Aristóteles los argumentos dialécticos (retóricos y sofistas) se
refieren a lo verosímil, a lo opinable, parten de premisas aceptables que parecen
verdaderas a todos, y sus conclusiones son formalmente correctas.

La argumentación es una parte especial del razonamiento jurídico, las


respuestas que ofrece un investigador a una cuestión jurídica no son ni
verdaderas ni falsas, solamente pueden ser consideradas como mejores,
correctas o más adecuadas para resolver un problema. El proceso de
argumentación puede ser controvertido por otras razones, lo que se conoce como
contra argumentación. Proponer un significado debe sustentarse en argumentos
válidos que hagan sólida la interpretación. A mayor cantidad de argumentos, más
fuerza se le atribuye a la interpretación.

Pensamiento Jurídico:

El concepto de pensamiento jurídico refiere al proceso mental que sigue los


principios del derecho para interpretar y/o argumentar algo en función de las leyes.
Para esta clase de pensamiento, la persona debe apelar a la lógica y a la
dialéctica. En este sentido, las características del pensamiento jurídico serían las
siguientes:

 Se considera a la coacción el elemento esencial del derecho.


 La ley es la expresión más acabada de lo jurídico, pues constituye la
emanación de la voluntad general.
 La imperatividad es la característica esencial del derecho, que legitima el
uso de la coacción si se vulnera.
 Se considera al derecho como una construcción coherente, sin antinomias
normativas.
 El derecho se entiende como una construcción completa, carente de
lagunas normativas: es lo que se ha dado en llamar "plenitud del
ordenamiento jurídico".
 La aplicación del derecho se basa en un procedimiento lógico-silogístico
mecánico, donde el operador jurídico no es más que la boca de la ley, lo
que supuestamente elimina cualquier atisbo de subjetividad en los procesos
de aplicación e interpretación de las normas.

Pensamiento Problemático:

Para Viehweg, el pensamiento problemático (problemdenken) desenvuelto por


la retórica se distingue de manera inequívoca del pensamiento sistemático
(systemdenken) de base axiomático-deductiva. Esta importante distinción a su vez
se encuadra en el concepto general de ciencia como conjunto de preguntas y
respuestas sobre la base de las cuales se articula el conocimiento. Tal articulación
dual permite desarrollar dos enfoques según el interés sea situado en la pregunta
o en la respuesta, lo que le lleva a postular la existencia de dos ámbitos
diferenciados de investigación: el dogmático y el cetético.

La diferenciación entre ellos estriba en el tratamiento que dan a los tópicos


(topoi). Mientras que las disciplinas cetéticas son necesariamente cuestionables
por su carácter hipotético, problemático y tentativo, en cambio, bajo un sistema
dogmático se preserva un espacio libre de crítica, con lo cual sus premisas y
conceptos básicos conformarán un núcleo inatacable e incontestable.

Así, Viehweg, sin negar la función de la dogmática jurídica, retoma la noción


de cetética, de raigambre aristotélica, con el objeto de poner el interés en las
preguntas, predicándose una técnica de pensamiento que se orienta al problema
como premisa o punto de partida, y en consecuencia, analizando las distintas
alternativas mediante tópicos o lugares comunes con el fin de dar una solución a
un problema en lo concreto.

Sin embargo, como pondrá de relieve Viehweg en toda su obra, en el derecho


existe un problema central que siempre queda intacto, una "aporía fundamental”
que se resume en conocer “qué es lo justo cada vez aquí y ahora”.

Viehweg desgrana esta cuestión del siguiente modo: si toda la estructura


jurídica se explica en razón de la necesidad de resolver problemas, es decir, casos
concretos, entonces, la estructura total de la jurisprudencia sólo puede estar
determinada desde el problema. En atención a lo cual, sus elementos constitutivos
(conceptos y proposiciones) permanecerán ligados a aquel de un modo específico
y sólo a partir de dicho problema podrán ser comprendidos y resueltos. Estos
conceptos y proposiciones deben ser articulados lógicamente en vinculaciones
que permanezcan muy próximas al problema.

Pensamiento Práctico:

La justicia jurídica aplicativa de la Hermenéutica jurídica desencadena un


pensamiento práctico, y un pensamiento para la praxis, en cuanto a que la
realidad intersubjetiva es su destino definitivo.

De este modo podemos caracterizar la justicia de la Hermenéutica jurídica


como elástica, tanto por traer causa de la praxis y posteriormente proyectarse
hacia la praxis desde el juicio judicial, como por no ser portadora de unos
contenidos férreos, fijos, blindados, sino ante todo facilitar la interpretación de
principios ético jurídicos y conducir esta comprensión interpretativa al juicio
decisorio.

La justicia hermenéutica se desplaza onduladamente de la praxis a la práctica


del juicio a lo largo del recorrido del proceso hermenéutico abocado a la equidad, y
finalmente de nuevo hacia la praxis.

No obstante aunque la Hermenéutica jurídica nazca de la praxis, de un


conflicto intersubjetivo, y su última meta sea la praxis, hacer realidad la decisión
justa para solucionar tal conflicto, su carácter de Filosofía práctica se debe al
propósito de su decisión-argumentación.

Pero está aplicación en cuanto desvelamiento del sentido de justicia es su


centro hermenéutico (práctico). El juez decide porque la realidad lo reclama
éticamente (para evitar decisiones que precisen de violencia, venganza privada), y
el juez decide para remover (coacitivamente) la realidad de la praxis. Pero el
centro hermenéutico es la decisión (práctica) argumentativa donde la
comprensión-interpretación alcanza sentido de justicia mediante el ingenio y el
juicio. Alcanzar el juicio del juez ese sentido de justicia que se proyectará en la
realidad es el carácter eminentemente práctico de este pensamiento.

Pensamiento Valorativo Axiológico:

La Axiología Jurídica, conocida también como Teoría del Derecho Justo, es


una parte de la Filosofía Jurídica que procura descubrir los valores en los cuales
se debe inspirar el Orden Jurídico Positivo, dilucidando un modelo que primará,
una lisa Teoría de la Justicia.

En este sentido, la Axiología es la ciencia que trata de los valores. La Filosofía


del Derecho, como fundamento de su existencia, tiene una doble finalidad: indagar
sobre los orígenes del derecho en búsqueda del concepto más adecuado, como
también en lo relativo a sus valores, esto último comprende la Axiología Jurídica,
dedicada a tratar los fines valorativos del derecho, encontrarlos, analizarlos,
calificarlos y hasta jerarquizarlos.
En la Axiología Jurídica, se ve al Derecho como un Valor mediante el cual es
posible una Existencia Social, impregnada de Bienestar; y así mismo ese Orden
Jurídico Positivo debe aspirar la materialización de los valores que son objeto de
estudio de la Axiología.

El valor del derecho en las sociedades humanas está a la medida que permita
y fomente: la justicia, el bien común y la seguridad jurídica. Para algunos autores
el fin ideal del derecho es la justicia, para otros es el que es consciente de los
hechos reales. Carlos Cossio explica que su tesis estaba referida al sujeto
actuante, por lo que en lugar de llamar su tesis como Teoría Subjetiva del Derecho
o Teoría Personalista del Derecho, recurrió al vocablo egológico, derivado de
“ego”, que comprende la idea subjetiva.

Para Cossio, la Filosofía del Derecho debe plantearse cuatro problemas:


Ontológico-jurídico, Lógico-jurídico, Lógico-jurídico trascendental y axiológico,
surgiendo así cuatro disciplinas.

1) Ontológica-jurídica que estudia el ser del derecho.

2) Lógica-jurídica que se ocupa del sistema conceptual del derecho.

3) Lógica-jurídica trascendental que se encarga de estudiar la ubicación y


condiciones del jurista para encontrar la verdad.

4) Axiología Jurídica que se encarga de estudiar los valores existentes en el


derecho.

Pensamiento dialéctico retórico:

El pensamiento dialéctico tiene como premisa pasar de una comprensión


estática de la realidad, en que todo está aislado, a la construcción dialéctica de la
misma, en que todo se relaciona con todo. El mapa de la realidad de cada
pensante depende de los conceptos o situaciones que decida combinar

Se conoce como dialéctica a la técnica que intenta descubrir la verdad


mediante la confrontación de argumentos contrarios entre sí. ... En un discurso,
la dialéctica consiste en presentar una idea principal o concepto, denominado
tesis, al cual se le contraponen diferentes argumentos e ideas, conocidas como
antítesis.

Se dice que la retórica es «el arte del bien decir» o también «la habilidad
técnica para expresarse de la forma adecuada» ya que cuenta con un
sistema de recursos que sirve para la construcción discursiva y el enriquecimiento
del mensaje.

La retórica jurídica es una técnica de argumentación y un modo de construir la


verdad. ... Proponemos que el discurso del lenguaje legal es una construcción en
permanente desarrollo, oponiéndonos a la idea del lenguaje como algo dado.

Discurso Persuasivo:

Los discursos persuasivos se utilizan para convencer al público de adoptar


un punto de vista en particular. Este tipo de discurso incluye hechos para
respaldar una opinión. La información vertida en los discursos persuasivos debe
ser investigada y los mismos deben incluir referencias.

El discurso persuasivo obedece a una dinámica en la que, tras la oportuna


preparación, centrada en la planificación de los puntos centrales del discurso, el
orden de exposición y el conocimiento de la concurrencia en el que se pretende
influir, tiene lugar una breve presentación del tema con la que se aspira a
despertar el interés del oyente.

Se trata de invitarle a entrar en la argumentación que se objeto de


desarrollo en la siguiente fase. Tras ello, será el turno del discurso en sentido
estricto, esto es, de la exposición de los argumentos que coadyuven al propósito
persuasivo.

El discurso persuasivo finaliza con unas conclusiones en las que se adoptan


un enfoque más subjetivo y, en el terreno propio de las emociones, trata de
reforzar la posición mantenida a los largo de todo el discurso y desde la cual se
ha pretendido persuadir.

Visión Trialista del derecho:

Trialismo, también conocida como la teoría trialista del mundo jurídico o


tridimensionalismo jurídico, es una teoría jurídica elaborada por el jurista alemán
Werner Goldschmidt. Werner Goldschmidt sostiene que el fenómeno jurídico es
una totalidad compleja que denomina "Mundo Jurídico".

Se propone así el estudio del Mundo Jurídico mediante el análisis de los tres
grandes elementos que lo integran (hechos, normas y valores)[ se debe tener en
consideración que es un proceso, esto quiere decir, una secuencia]. La teoría
trialista del mundo jurídico sostiene que ese mundo resulta identificable, en
definitiva, por las posibilidades de realizar la justicia en la realidad social y en las
normas.

Las conductas son comportamientos humanos, las normas son descripciones


y captaciones lógicas de las conductas, y el valor justicia se realiza en el mundo
jurídico a través de los hombres permitiéndonos valorar las conductas y las
normas.

Estas tres dimensiones no funcionan solas, se implican entre sí y no es


posible su separación desde el plano metodológico, ni desde el político debido a
su peligrosidad, según Pérez Luño. Riofrío incluso añade que existe una unión
metafísica de las tres dimensiones. Así mismo, éstas se encuentran presentes en
cualquier experiencia jurídica.

Esta teoría ha dado lugar a una corriente jurídica trialista, con base en la
Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, en Argentina. Su
principal exponente en la actualidad es el Dr. Miguel Ángel Ciuro Caldani. En
España, autores como Antonio Enrique Pérez Luño de la Universidad de Sevilla
abogan por esta teoría, pero distinguen una cuarta dimensión, la "historia", como
criterio temporalizador de las otras tres dimensiones, dotando de un contexto
histórico a esta visión para llegar a comprender a la realidad social jurídica de
forma diacrónica mediante el tetradimensionalismo jurídico.1 Finalmente, el
fundador del trialismo metafísico, Juan Carlos Riofrío Martínez-Villalba, señala que
los elementos metafísicos de la realidad (que incluye su devenir fáctico e
histórico), de las concepciones jurídicas y de la actuación jurídica (donde están las
leyes, los contratos, las costumbres, etc.) se vinculan metafísicamente mediante el
concepto de espacio jurídico.

Cuarto enfoque del Derecho:

Frente a las concepciones del Derecho como norma, como hecho o como
valor (que caracterizan, respectivamente, al norrnativismo, al realismo jurídico y al
iusnaturalismo), se propone aquí un cuarto enfoque que consiste en ver el
Derecho como argumentación (y que cobra especial relevancia en las sociedades
democráticas). Sin embargo, no hay una única forma de entender la
argumentación jurídica. Aunque conectadas entre sí, en el trabajo se distinguen
tres concepciones: la formal, la material y la pragmática o dialéctica; muchas
cuestiones que se plantean en el ámbito de la teoría de la argumentación jurídica
pueden resolverse o aclararse teniendo en cuenta esa triple perspectiva.

Qué es un argumento:

El argumento es la expresión, ya sea oral o escrita, de un raciocinio.


Permite justificar algo como una acción razonable con dos finalidades
posibles: persuadir a otro sujeto (para promover una determinada acción)
o transmitir un contenido con sentido de verdad (fomentando el entendimiento). Un
argumento debe ser coherente y consistente, sin exhibir contradicciones. Sólo de
este modo logrará cumplir con sus objetivos, de lo contrario será rebatido o
rechazado por el receptor.

Argumentación Jurídica:

Se refiere al conjunto de razonamientos de índole jurídico que sirven para


demostrar, justificar, persuadir o refutar algunas proposiciones que van
encaminadas a la obtención de un resultado favorable a favor del litigante y su
cliente o para la resolución de un caso controvertido por parte del juzgador o
tribunal de determinada causa.

Argumentación y el Lenguaje:

En el derecho como un sistema de normas, se debe ser consciente que


las normas jurídicas se expresan a través del lenguaje. En este sentido, se puede
también afirmar que entre derecho y lenguaje existe una relación inescindible, de
tal suerte que desde la creación de las normas jurídicas hasta su aplicación e
interpretación (ambas tareas prácticas del jurista), se encontrarán distintas formas
argumentativas en donde estará presente el uso del lenguaje.

El uso directivo del lenguaje es aquel propio de las normas jurídicas; no


obstante ello, el lenguaje de las Ciencias del Derecho es fundamentalmente
descriptivo en los términos que ha sido explicado, aunque también puede la
ciencia sugerir cambios a lo que la realidad normativa actual ofrece.

Finalmente, el uso operativo del lenguaje es aquel donde se utilizan


ciertas palabras o términos que tienen una específica significación con relación a
un sistema de reglas vigentes. Es decir, se requiere de una serie de condiciones y
circunstancias establecidas como reglas preexistentes fuera de las cuales el
lenguaje no tendría razón de ser o simplemente no sufriría los efectos deseados.

Argumentación para explicar la decisión:

Anderson Bell Y Oscar Cardozo (2016) proponen a través de su planteamiento


una idea alternativa de un escrito de tipo argumentativo deductivo, dando mayor
solidez, esto en las siguientes palabras: "La argumentación como método utilizado
para la toma de decisiones en los problemas, y la determinación de la verdad, es
la única forma de romper los paradigmas dañinos en el derecho. Pues sólo ella
tiene la capacidad de cimentarse en la humanidad y en la ciencia y levantarse en
una estructura lingüística compleja para producir cambios en el pensamiento y
las normas. Identificando una premisa mayor: Sólo la argumentación tiene la
capacidad de cimentarse en la humanidad y en la ciencia y levantarse en una
estructura lingüística compleja para producir cambios en el pensamiento y las
normas.

Y también la Conclusión: La argumentación como método utilizado para la


toma de decisiones en los problemas, y la determinación de la verdad, es la única
forma que existe para romper los paradigmas dañinos en el derecho.", siendo de
esta forma, se le atribuye una nueva propiedad a la argumentación, en este nuevo
caso propuesto encontramos que a la vez nos ayuda a llegar a la verdad, y que
sólo en ella se encuentra la capacitad para cimentarse en la humanidad y en la
ciencia, dos atributos muy comprometedores y que se respetan ante la idea de
propuesta.

Argumentación para justificar la decisión:

La justificación de una decisión exige el desarrollo de un razonamiento


práctico. Esta exigencia conduce a complejos problemas respecto de la naturaleza
de las normas y las relaciones de ésta con las razones para la acción. Una
conocida clasificación de las razones en una inferencia práctica es la siguiente:

 Razones Completas: son el conjunto de premisas no superfluas de un


razonamiento práctico válido;
 Razones Operativas: son las premisas prácticas, normas, constitutivas de
unas razones completas;
 Razones Auxiliares: son los juicios de hechos que indican medios para
satisfacer razones operativas.

Generalmente, se admite que si la conclusión de una inferencia práctica es una


norma, entonces, las razones operativas son necesariamente normas. Pero, las
normas jurídicas pueden ser razones operativas de una inferencia válida.
Son necesarios los discursos jurídicos para trata la justificación o
fundamentación de un caso especial de proposiciones normativas, las decisiones
jurídicas, distinguiendo entre la justificación interna y la justificación externa.

La justificación interna de la decisión hace referencia a si esta decisión se sigue


lógicamente de las premisas que se aducen como fundamentación (lo que suele
denominarse el "silogismo jurídico), y formas de justificación interna (la estructura
formal de la fundamentación jurídica), entre las que destaca el principio de
universalidad (el cual indica que sirve de base al principio de justicia formal, y que
exige observar una regla que formula la obligación de tratar de la misma manera a
todos los seres de una misma categoría.

Para la argumentación de una decisión jurídica debe aducirse por lo menos


una norma universal y que la decisión jurídica debe seguirse lógicamente al
menos de una norma universal, junto con otras proposiciones. Esta norma
universal debe estar fundamentada por una norma del derecho positivo.

La justificación externa hace referencia a la corrección de las premisas. Su


objeto es la argumentación de las premisas usadas en la justificación interna y
distingue tres tipos de premisas: Reglas de derecho positivo, Enunciados
empíricos, y Premisas que no son ni enunciados empíricos ni reglas de derecho
positivo, señalando que cada tipo de premisas tiene distintos métodos de
fundamentación. Es decir que dicha justificación hace referencia a la corrección de
las premisas. Su objeto es la fundamentación de las premisas usadas en la
justificación interna.

Principales 15 argumentos empleados en el campo del derecho:

Es interesante entender y conocer los argumentamos jurídico, empleados en el


campo del derecho, con la finalidad de seguir ciertos patrones de razonamiento
que son aceptables y suficientemente fuertes en el contexto de la discusión. Esos
patrones, abstraídos de todo contenido específico, son llamados esquemas
argumentativos, los cuales a continuación específico:
 Argumentación a Contrario (Se basa como muchos otros en la presunta
voluntad del legislador pretendiendo dedicar la voluntad del legislador a
partir de sus palabras).
 Argumentación a simili (Se argumenta que existe entre dos casos una
similitud y su producto o consecuencia debe ser parecida).
 Argumentación a Fortiori (es representar el “tanto más cuanto que” con que
se expresa gramaticalmente el hecho de que una parte de lo que se aduce
como prueba viene a agregarse a la otra, sobreabundando en lo afirmativo).
 Argumento de la coherencia de la Psicología o genético (Es aquél por el
que se atribuye a una regla el significado que se corresponda con la
voluntad del emisor o autor de la misma, es decir, del concreto legislador
que históricamente la redactó).
 Argumento Histórico (sirve para atribuir un significado a un enunciado
jurídico que sea acorde con la forma en que los distintos legisladores a lo
largo de la historia han regulado la institución jurídica que el enunciado
actual preserva).
 Argumento Sistemático (Es la razón que se funda en que el precepto legal
aplicado al caso a estudio pertenece a un sistema de normas que unidas o
correlacionadas dan la justificación de su aplicación).
 Argumento basado en la Naturaleza de las Cosas (Apela a la naturaleza de
las cosas, la naturaleza de los hechos pueden modificar la manera en que
se interpreta a ley).
 Argumento de equidad (Es el que se desarrolla con la intención de dar a la
resolución el enfoque de que se actúa con justicia).
 Argumento Semántico
 Argumento Lógico (La voluntad del legislador que formuló la norma).
 Argumento a partir de principio general o analogía (Con este argumento se
colman lagunas normativas, es decir, cuando existe un hecho que no esté
contemplado en una norma jurídica).
 Argumento de la plenitud de la regulación jurídica
 Argumento de autoridad que puede ser derivado de la dogmática o del
precedente.
 Argumento por el absurdo (Este argumento permite justificar el rechazo el
significado de un enunciado jurídico por las consecuencias absurdas a las
que conduce).
 Argumento teleológico (Este argumento señala que los enunciados jurídicos
deben ser interpretados conforme a la finalidad por la cual fue creada).

Las Falacias:

Una falacia es un razonamiento no válido o incorrecto pero con apariencia de


razonamiento correcto. Es un razonamiento engañoso o erróneo (falaz), pero que
pretende ser convincente o persuasivo. Todas las falacias son razonamiento que
vulneran alguna regla lógica.

Falacias Formales:

Son razonamientos no válidos pero que a menudo se aceptan por su


semejanza con formas válidas de razonamiento o inferencia. Se da un error que
pasa inadvertido. Que un argumento sea falacia no implica que sus premisas o su
conclusión sean falsas ni que sean verdaderas. Un argumento puede tener
premisas y conclusión verdaderas y aun así ser falacia.

Las falacias son de interés no solo para la lógica, sino también para la política,
la retórica, el derecho, la ciencia, entre otras. Es decir son aquellas cuyo error
reside en la forma o estructura de los argumentos.

Falacias no formales:

Son razonamientos en los cuales lo que aportan las premisas no es adecuado


para justificar la conclusión a la que se quiere llegar. Se quiere convencer no
aportando buenas razones sino apelando a elementos no pertinentes o, incluso,
irracionales. Es decir que todas aquellas cuya falta está en algo distinto a la forma
o estructura de los argumentos. Esto resulta más claro con algunos ejemplos:

Falacia ad hominem: se llama falacia ad hominem a todo argumento que, en


vez de atacar la posición y las afirmaciones del interlocutor, ataca al interlocutor
mismo. La estrategia consiste en descalificar la posición del interlocutor, al
descalificar a su defensor. Por ejemplo, si alguien argumenta: Usted dice que
robar está mal, pero usted también lo hace, está cometiendo una falacia ad
hominem (en particular, una falacia tu quoque, es decir “Tú también”), pues
pretende refutar la proposición «robar está mal» mediante un ataque al
proponente.

Supuestos de la Interpretación Jurídica:

Definición de interpretación:
Interpretación en sentido amplio se emplea para referirse a cualquier atribución
de significado a una formulación normativa, independientemente de dudas o
controversias

Tipos de Interpretación:

La Interpretación Judicial:

Es desentrañar el sentido de una norma, el desnudarla para verificar por qué y


para qué fue creada, el verificar su esencia, lo cual nos servirá para saber si es
aplicable al caso concreto. Así concluye este criterio en el que interpretar es dotar
de significado a un determinado enunciado y argumentar es dar una o varias
razones a fin de sostener una tesis u opinión.
Es la practicada por los jueces y tribunales para emitir sus decisiones
(sentencias y demás resoluciones motivadas jurídicamente) en las cuales esta
interpretación queda plasmada. En la medida que provenga de instancias más
elevadas la interpretación judicial, sentada en los precedentes, tenderá a
influenciar con mayor autoridad y frecuencia.

La Interpretación Declarativa:

Es una técnica del tipo literal y dice que los enunciados interpretativos tienen
un significado esencial propio de las palabras. La interpretación literal deja atrás el
uso común de las palabras y se basa en los contextos o campos de aplicación de
la norma, por lo que suele ser confuso.

Este tipo de interpretación apoya la acción interpretativa en el ámbito jurídico


para hacer un análisis minucioso de las palabras y oraciones de la norma.

Esta clase de interpretación es también conocida como Interpretación estricta,


y se presenta cuando al interpretar el operador jurídico se ciñe a lo que dice la
norma, limitándose a aplicarla a los supuestos estrictamente comprendidos en
ella.

Interpretación Extensiva:

Es aquella que puede hacer el legislador, extendiendo el significado de la ley a


casos o situaciones de hecho para los que no estaba prevista la aplicación de la
consecuencia jurídica prevista por la ley.
:
La Interpretación Restrictiva:

Al contrario de lo que sucede en la interpretación extensiva, en la Interpretación


Restrictiva se restringe el alcance de la norma apartando de ella determinados
supuestos que se encontrarían incluidos de acuerdo con la redacción de su texto,
pero que se entiende que no fue voluntad del legislador comprenderlos dentro de
éste. Por tal motivo cito a Alberto Trabucchi, el cual explica la interpretación
restrictiva de la siguiente manera: “Es aquella que se dará cuando la interpretación
lógica restrinja el significado propio de la expresión usada por la ley.

Interpretación Abrogante o Derogatoria:

La terminología jurídica y técnica distingue una diferencia básica entre abrogar


y derogar. Derogar es la revocación de alguno de los preceptos de la ley, código o
reglamento, mientras que la abrogación implica la anulación de la eficacia jurídica
de un mandato legal en su conjunto.

Se conoce como abrogar a la abolición, o revocación de una ley, código,


reglamento o cualquier otra disposición legal. El término es de origen latín
“abrogāre”, que significa “abolir una ley.

Abrogación: Es la derogación total de una ley por una disposición de igual o


mayor jerarquía que la sustituida, es por eso que una Constitución sólo puede ser
abrogada por otra Constitución. Tradicionalmente se distinguía la abrogación de la
derogación; la primera anulaba o abolía totalmente la ley, y la segunda sólo
parcialmente. Es decir que el desuso, la costumbre, la ignorancia o práctica en
contrario de una ley, no puede ocasionar su abrogación.

La abrogación puede ser expresa, si una ley declara terminantemente la


abolición de otra anterior; o tácita, cuando la nueva ley, sin derogar expresamente
la anterior, contiene disposiciones contrarias a ésta.

Se denomina derogación, en derecho, al procedimiento a través del cual se


deja sin efecto a una disposición normativa, ya sea de rango de ley inferior. La
derogación es, por tanto, la acción contraria a la promulgación.
La interpretación Doctrinal:

Es aquella interpretación practicada por los doctrinarios, por los teóricos, por
los juristas o jurisconsultos, por los tratadistas, por los estudiosos del derecho, y
en general por quienes se dedican a la ciencia del derecho; de ahí que también se
le conozca a esta Interpretación como científica.

Es notorio indicar que la Interpretación doctrinal, si bien se caracteriza por no


ser obligatoria, sin embargo, por su carácter científico y por la autoridad de
quienes la practican, es la que termina siendo predilecta.

La interpretación Auténtica:

Es la realizada por el propio autor de la norma; se dice también que es la


efectuada por el legislador o, mejor dicho, por el poder legislativo, en el
entendimiento de que éste es el autor de la norma y de allí que a esta
interpretación se le denomine también “interpretación legislativa.

Pero lo importante para saber que estamos ante una interpretación


auténtica es comprender que tal interpretación ha sido hecha por el propio autor
de la norma, tanto así que incluso se ha denominado Interpretación auténtica a la
interpretación realizada por el propio juez o tribunal con el propósito de dar luces
sobre el significado verdadero de sus propias sentencias o resoluciones;
igualmente se ha considerado interpretación auténtica a la que realizan las partes
contratantes respecto del contrato que celebraron, a la efectuada por el
funcionario público respecto del acto administrativo o norma que emitió, etc..

Interpretación auténtica o legislativa de las normas. Implica la definición de la


norma en la propia norma y la lleva a cabo el legislador, la cual puede ser de dos
clases: contextual, cuando se lleva a cabo en la misma norma o en la ley, y no
contextual, cuando se hace en la ley posterior.
Interpretar y Traducir:

En los estudios de la traducción e interpretación, un intérprete jurídico es un


intérprete que funciona como enlace de comunicación entre los trabajadores de la
Justicia y los usuarios que no tienen los suficientes conocimientos lingüísticos de
la lengua empleada por estos.

Justificación Interna y Externa:

El contexto de justificación nos conduce a un escenario particular de la


argumentación: el necesario aporte de razones que a su vez determinen, racional
y razonablemente, por qué el juez falló en la forma que lo hizo.

Justificación Interna:

Se ha expresado entonces, que la justificación interna hace alusión a un


procedimiento de tipo deductivo, en el cual se parte de una premisa mayor, una
premisa menor y se obtiene una conclusión, lo cual implica que la premisa mayor
viene a coincidir con una norma jurídica, la premisa menor con los hechos, y la .

El punto de partida de la justificación interna son las premisas, las cuales en la


decisión judicial vienen a ser la premisa normativa y la premisa fáctica. La premisa
normativa debe tener un supuesto normativo, una consecuencia jurídica y ser
válida conforme al ordenamiento jurídico. La premisa fáctica es una afirmación
acerca de aquello que aconteció en el plano de los hechos.

La justificación Externa:

Es aquella que se encuentra orientada a fundamentar las diversas premisas


que conforman la justificación interna, esto es a la premisa mayor y a la premisa
menor. De este modo, la justificación externa implica argumentar acerca de la
validez jurídica de la premisa normativa, su interpretación, y la existencia o no de
los hechos.

En la teoría de la justificación externa se identifica con ciertas herramientas que


sirven para producir argumentos jurídicos materiales, como la interpretación, la
jurisprudencia, la dogmática jurídica, la argumentación de razón práctica, la
argumentación empírica y las formas especiales de argumentación jurídica.

Casos Fáciles y Difíciles:

Para desarrollar el presente punto y una vez realizada varias investigaciones


documentales sobre el presente tema, puedo significar que la interpretación
jurídica, en la actualidad, tiene un papel relevante en la teoría del derecho así
como en la filosofía del derecho.

Las lagunas del derecho (textuales y normativas) dificultan precisar el sentido


de la norma con claridad, lo que da lugar a la indeterminación del derecho, los cual
conduce a que los casos fáciles no requieren de una interpretación sistemática,
mientras que los casos difíciles plantean la necesidad de nuevas concepciones del
derecho, entre la que destaca la concepción de la integridad del derecho, basada
en los principios jurídicos, la moralidad política y la axiología. La noción de caso,
es de gran importancia para la teoría jurídica, ya que sirve para modelar a otros
conceptos jurídicos relevantes.

Se afirma que en casos difíciles los jueces deciden discrecionalmente, que las
normas correlacionan casos con soluciones, que una laguna en el derecho
presupone que hay un caso sin regulación jurídica, etc.

Para establecer una definición más clara sobre los presentes casos, puedo
indicar los casos difíciles, son todos aquellos en los que la solución no se
encuentra en el propio sistema normativo, concebido a éste como un sistema
conformando sólo por normas jurídicas, y no admitiendo ninguna otra forma de
regla, sea de origen moral o social, y que por ubicarse fuera de la zona de
certidumbre no son solucionables desde el propio sistema normativo, por lo que se
hace necesario que el Juez recurra al uso de la discrecionalidad en el caso del
positivismo dominante, o a la teoría de la argumentación.

Para la resolución de un caso difícil se debe tomar en cuenta la postura


filosófica que se pretenda defender.

La Interpretación:

Interpretación judicial de las normas:

La interpretación es el hecho de que un contenido material, ya dado e


independiente del intérprete, sea comprendido o traducido, a una nueva forma de
expresión.

Dicho concepto está muy relacionado con la hermenéutica. Cognitivamente la


operación de interpretación es el opuesto a la operación de representación.

Cuando hacemos referencia en el derecho; la interpretación significa determinar


el sentido y alcance de una norma jurídica, fijar con precisión sus cuatro ámbitos
de vigencia. Esta interpretación no se hace en abstracto, sino en relación al caso
particular y concreto al cual la norma se va a aplicar.

Es una interpretación práctica y no teórica. Es decir que es una actividad


que consiste en establecer el significado o alcance de las normas jurídicas y de los
demás estándares que es posible encontrar en todo ordenamiento jurídico y que
no son normas, como por ejemplo, los principios. Dentro del mismo orden de idea
puedo indicar que la Interpretación es una actividad humana, ésta proviene de la
persona, el sujeto o autor que la realiza; es decir, el intérprete.

El Modelo Teórico Kelseniano:

Hank Kelsen estableció dentro de sus teorías varios modelos y en especial en


la teoría pura del derecho, fundamento un control de constitucionalidad de las
leyes, donde considera que debe ser conferido a un órgano institucional y
constitucionalmente independiente, como lo es, precisamente, y debe ser, según
la doctrina, del Estado de Derecho, un tribunal.

Kelsen fue el primero que planteó la concepción del derecho como un sistema.
En su teoría el derecho puede estudiarse desde dos puntos de vista.

 El Estático: Estudia el derecho en sí mismo, como una norma aislada.

 El Dinámico: Como el sistema normativo que establece los procedimientos


de su propia creación .El resultado fue la teoría de la pirámide jurídica.

En este modelo se integra por tres tipos de normas: la norma fundamental, las
normas generales y las normas particulares.

La norma fundamental o Constitución, conllevan directamente a los casos de


las normas generales o indirectamente para el acceso de las normas particulares,
los procedimientos para la creación de las normas restantes del sistema y
determina su contenido.

Las normas generales son: leyes federales o locales y tratados, establecen los
procedimientos, mediante leyes adjetivas para la creación de las normas y
determina su contenido que son leyes sustantivas.
Las normas particulares son: sentencias y contratos, los cuales solo tendrán
validez jurídica de obligatoriedad, establecidas mediante los procedimientos y con
los contenidos determinados por las leyes o normas generales y por la
Constitución o norma fundamental.

Muy importante es señalar que Kelsen lleva a cabo una segunda interiorización
semántica, al considerar como parte de las normas que integran un orden jurídico
aquellos contenidos que establecen las facultades de los órganos, entendiendo
este concepto de la facultad como aquel contenido normativo que determina los
procesos de creación de otras normas y, además, sus contenidos.

Debido a que su modelo fue jerarquizar las leyes, donde le concede una
estructura organizativa y establecida por jerarquía, Constitución, Código
Orgánicos, Códigos, Leyes Orgánicas, Leyes especiales, Leyes normales,
Resoluciones, y otras normas de menor poder, que no colinde con otra ley y se
encuentre dentro de la estructura normativa de la constitución.

El tribunal Supremo de Justicia:

(TSJ) es el máximo órgano del sistema judicial de Venezuela. Como tal, el


Tribunal Supremo es la cabeza del Poder Judicial en Venezuela, sustituyendo en
1999 a la Corte Suprema de Justicia.

El Pluralismo Jurídico:

Pluralismo Jurídico:

Es la coexistencia dentro un Estado de diversos conjuntos de normas jurídicas


positivas en un plano de igualdad, respeto y coordinación. Es la coexistencia de
dos o más órdenes jurídicos en un mismo ámbito de tiempo y de espacio.
El Pluralismo Jurídico hace referencia a la existencia de múltiples sistemas
jurídicos en una misma área geográfica. Esta definición implica tres cosas:
reconocer que el derecho oficial, el derecho del estado, no es el único existente;
las distintas prácticas jurídicas y las distintas formas de derecho.

Dentro del Pluralismo Jurídico, la Teoría de la Institución afirma que el Estado


no es el único centro productor de normas jurídicas sino también el producido por
los grupos sociales diferentes al Estado, siempre y cuando: determinen sus fines
propios, establezcan los medios para llegar a esos fines, distribuyan funciones
específicas de los individuos que componen el grupo para que cada uno colabore,
a través de los medios previstos, para el logro del fin y que tengan diferente
cultura.

El Derecho Alternativo:

El uso alternativo del derecho emerge como una corriente teórica y práctica de
la juridicidad en contra de los mitos de la cultura jurídica moderna capitalista,
contestando o negando que las tareas de interpretación y aplicación del derecho
sean estrictamente científicas, sosteniendo en contrapartida, “la función política
del derecho.

Es un acto, un modelo de construcción del derecho que tiene su fundamento en


el desarrollo desde cierto punto de vista, que implique los valores asociados a la
reafirmación de la libertad humana frente a los abusos del Estado, del derecho a la
vida, de la lucha por la repartición del producto.
El Derecho de las Desigualdades en torno a la Forma no Universales del
Pluralismo Jurídico.

La desigualdad no solamente supone una amenaza para los derechos


económicos y sociales; amenaza la efectividad de todo tipo de derechos en todos
los ámbitos.

Es cierto que el documento fundacional de los derechos humanos anunció la


igualdad de condición: de acuerdo con su primer artículo, todos los seres humanos
nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Por tal motivo la desigualdad
jurídica es discriminación legal, es decir, en un tribunal sobre algún individuo.

Esto ya sea por motivos económicos ya que las personas que gocen con
mayor poder monetario las leyes sean más flexibles o tengan más oportunidad de
salir absuelto. Aunado a lo ya indicado es importante indicar que el pluralismo
puede tener como meta, prácticas normativas autónomas y auténticas generadas
por diferentes fuerzas sociales o manifestaciones legales plurales y
complementarias reconocidas, incorporadas o controladas por el Estado.

El derecho a la desigualdad, no es aceptable desde el punto de vista


normativo, ya que está prohibido la discriminaciones en todos sus aspectos, por tal
motivo las practicas establecidas en torno a la forma no universal del pluralismo
jurídico, conlleva a fortalecer un conjunto de las necesidades humanas, que se
encuentre en desigualdad, que varían de una sociedad para otra, el cual propicia
un amplio proceso de socialización discriminatorio, que es sancionado por las
normativas jurídica a nivel mundial, ya que el pluralismo favorece a mantener un
abanico de derechos de igualdad en todos los aspectos y sobre los modos de vida
y los valores, además como la libertad, la vida, la justicia, entre otras. Que debe
favorecer a todo a través de la igualdad y la equidad dentro del fundamento
jurídico.
Referencias Bibliográficas:

 Argumentación Jurídica Willy Ramírez Chavarry y Jorge Herrero Pons

 Cárdenas, Gracia, Jaime, “La argumentación como Derecho” serie


Doctrina Jurídica, núm. 210, México, UNAM, IIJ, Segunda reimpresión,
2007.

 Gunther, Jakobs (2001). ¿Ciencia del Derecho: Técnica o Humanística?


Bogotá. Colombia: Universidad de Externado. Colombia.

 Iturralde Sesma, Victoria, “Aplicación del Derecho y Justificación de la


Decisión Judicial” Valencia, 2004.

 Kelsen, Hans. (2012). Teoría Pura del Derecho: Introducción a la Ciencia


del Derecho. México DF: Ed. Coyoacán.

 Lógica Jurídica. Jorge Herrero Pons y Fernando Carbonell Lazo.

 Lógica Jurídica. Florencio Mixan Mass.

 Nieto, Alejandro, “El arbitrio Judicial”, Madrid, Ariel, Derecho, 2000.

 Perelman, Ch, “La lógica Jurídica y la Nueva retórica”, traducción de


Luis Diez Picazo, Madrid, Editorial Civitas, 1988.

 Radbruch, Gustav (1997). Introducción a la Filosofía del Derecho.


Santafé de Bogotá. Colombia: Ed. Fondo de Cultura Económica.

 http://tareas-de-derecho.blogspot.com/2008/10/conceptos-de-interpretacin-
jurdica.html

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