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CARBON VEGETAL

El carbón vegetal es un material combustible sólido, frágil y poroso con un alto


contenido en carbono (del orden del 98 %). Se produce por calentamiento de madera y
residuos vegetales, hasta temperaturas que oscilan entre 400 y 700 °C, en ausencia
de aire.
El poder calorífico del carbón vegetal oscila entre 29 000 y 35 000 kJ/kg, y es muy
superior al de la madera, que oscila entre 12 000 y 21 000 kJ/kg.
CARBONERAS
Hace un siglo, en todas las zonas rurales era común ver la figura del carbonero, oficio
ahora en vías de extinción, cuyo trabajo consistía en cubrir totalmente enormes pilas
de leña con musgo y ramas tiernas, la carbonera. Luego prendía la leña (parte
inferior), y dejaba que se quemara durante días. Luego, subía hasta la cima de la pila y
pisaba.
Cuando la capa estaba estable y no temblaba, señal de que todo estaba secado y
endurecido, abría la pila y obtenía el apreciado combustible. Pero muchos murieron al
caer la pila, todavía sin endurecer, lo cual convertía la profesión en un oficio
arriesgado.
Su trabajo se dividía en dos tareas: la tala de la madera y su transporte hacia la zona
de carboneo, y el montaje de las pilas y el control del proceso de carbonización. El
sueldo se repartía equitativamente entre estas dos tareas realizadas.
Según su procedencia tenía diversos nombres: carbón de encina, cisco de roble,
picón, ..., cada uno de los cuales tenía una aplicación característica.
ACTUALIDAD
En la actualidad, ya no es muy común la utilización de pilas de leña, ahora se produce
en hornos en el suelo. Son hoyos que se cubren con hojas de hierro para tapar alguna
entrada de aire y sea muy elevada la temperatura para la cocción de leña. Las altas
temperaturas se encargan de secar todo tipo de vegetal y así producir el carbón.
USOS
El carbón vegetal es el primer material de carbón utilizado por el hombre y su uso data
probablemente desde el mismo momento en que se comienza a utilizar el fuego; dado
que los trozos de madera carbonizada que quedarían en algunas hogueras pueden
considerarse un carbón vegetal rudimentario. De hecho, existen pruebas de que en
muchas pinturas rupestres de hace más de 15.000 años el carbón vegetal se utilizaba
para marcar el contorno de las figuras, además de usarse como pigmento de color
negro cuando se mezclaba con grasa, sangre o cola de pescado.
El carbón vegetal se usa mayoritariamente como combustible, no solo de uso
doméstico sino también industrial, especialmente en los países en vías de desarrollo.
La producción de carbón vegetal tiene un importante impacto ambiental que es
necesario disminuir.

Forja del hierro


Otro uso fundamental del carbón vegetal en la historia de la humanidad es su empleo
en la metalurgia. La metalurgia del hierro, comenzada ya unos 1.200 años a.C. y que
se desarrolla en Europa durante la “edad del hierro” (700 a. C. hasta el 68 d. C.), no
hubiese sido posible sin el carbón vegetal ya que las elevadas temperaturas que se
requieren para fundir los minerales no pueden alcanzarse utilizando simplemente
madera o los combustibles de la edad del hierro. Además, el carbono que contiene el
carbón vegetal actúa como reductor de los óxidos del metal que forman los minerales
y con la técnica apropiada parte de este carbono puede alearse con el hierro para dar
lugar al acero, mucho más duro que el hierro, lo cual fue fundamental en el desarrollo
de armas y herramientas más resistentes. Era el combustible utilizado en la llamada
forja catalana, para la producción de acero.
El uso del carbón vegetal en metalurgia ha perdurado hasta nuestros días, aunque
otros combustibles como el coque metalúrgico lo han reemplazado casi por completo,
en la actualidad y especialmente en países con abundantes recursos forestales y
economías en desarrollo existe un resurgimiento del uso del carbón vegetal en
metalurgia, dado que además su uso representa, al menos en principio, un menor
impacto ambiental que el del coque metalúrgico. El carbono se puede encontrar en las
aleaciones hierro-carbono, tanto en estado ligado (Fe3C, cementita), como en estado
libre (C). De una forma genérica, al aumentar el porcentaje en carbono, las aleaciones
Fe-C aumentan su dureza y rigidez y pierden ductilidad. Se considera que una
aleación de hierro es un acero si contiene menos de un 2 % de carbono, si el
porcentaje es mayor recibe el nombre de fundición.
Otras aplicaciones
Otra de las aplicaciones del carbón vegetal es la fabricación de pólvora. La pólvora
negra se compone de un 75 % de salitre (nitrato de potasio), un 12 % de azufre y un
13 % de carbón vegetal. Estos ingredientes al quemarse producen un gas que tiende a
ocupar un volumen 400 veces mayor que la mezcla original, produciendo una fuerte
presión en las paredes del recipiente que los contiene.

Dado que el carbón vegetal es un material poroso, otra de sus aplicaciones es su uso
como absorbente (capacidad de atrapar moléculas o iones). Así, se sabe que la
madera carbonizada se usaba como absorbente médico en el antiguo Egipto y que en
el año 400 a. C. Hipócrates recomendaba filtrar con carbón el agua para beber. El
carbón vegetal no posee una textura porosa tan desarrollada como la de los carbones
activados. No obstante, resulta más simple y barato de producir, por lo que a pesar de
ser un absorbente relativamente mediocre, si se compara con los carbones activados,
se utiliza en determinadas aplicaciones que no requieren de una gran capacidad de
absorción. También se usa para adsorber moléculas de un tamaño relativamente
grande (como los colorantes), dado que la mayoría de la porosidad de los carbones
vegetales está dentro del campo de los macroporos (anchura del poro > 50 nm). Una
aplicación relativamente importante es la clarificación de bebidas alcohólicas como el
vino, cerveza, whisky, etc.

En Chile se le denomina "Carbón de madera" y se elabora comúnmente de leña de


Espino, Pino Radiatta, Eucaliptus, así como residuos de otros árboles y arbustos. Su
uso tiene una larga tradición y hasta nuestros días es el combustible doméstico de
elección para uso en parrillas y asados campestres. Su producción y venta es
particularmente activa en la zona central del país, encontrándose tanto en grandes
tiendas de abarrotes como en la venta directa a través de pequeños productores. En
su elaboración se utiliza el método tradicional denominado "hornilla", que comúnmente
consiste en un socavón o pequeña excavación en la ladera de un cerro, al cual se deja
una pequeña entrada y una ventilación minúscula en su parte superior. Esta se llena
de madera y residuos vegetales, encendiéndola y luego taponeando completamente la
entrada con ramas verdes, ladrillos y barro. Se deja arder por varios días hasta que la
ventilación superior deja de emanar humo, momento en que el carbonero abrirá la
entrada para extraer el producto.

La fabricación del carbón vegetal, como se ha explicado antes, se puede hacer de


varias formas, pero es importante detallar algunas de ellas:
1. Fabricación en Hornillas: son hoyos que se realizan en el suelo, o cuevas de
dimensiones variables (r=1 m x 2m), a las cuales se le hace troneras (por
donde se escapa el humo y vapor de agua) y una puerta de entrada por donde
se introduce la madera. Esta forma se ocupa en zonas montañosas (con
pendientes) donde existe suelos arcillosos, generalmente se obtiene carbón de
espino, Hualo, Roble.El fuego inicial se aplica por la puerta, ubicada en un
costado. 3. En Hornos construidos de barro arcillo, ladrillos o adobes y otros
metálicos de 1-2 m de diámetro x 2m de alto, con puerta lateral de metal, por
donde se ingresa leña de diferentes especies vegetales (espino, robles, etc),
previamente cortada. También en los costados se le hacen las troneras 2.
"Castillos" ó "Monos", son construcciones en forma de un cono o "campana" de
2 m de diámetro x 2 m de alto. se construyen de la siguiente forma: - Se cortan
los árboles, se dejan secarse hasta que la las hojas estén pardas,
posteriormente se troza en las medidas adecuadas (1-2m), se parten en astillas
si los trozos son muy gruesos. - Se trasladan en carretas tiradas por bueyes a
la carbonera (superficie de forma redonda de 4 m de diámetro) donde se
deposita toda la madera o astillas (forma de circulo). - El "castillo" se construye
comenzando en el centro de la carbonera, se coloca primero un poste de 2 m,
al cual se le van agregando los demás trozos o astillas, según diámetro y en
forma vertical al suelo. Los más gruesos van la centro, los más delgado en la
perisferia , hasta formar el cono. - Al cono , en la parte basal se le hace un
collarín con ramas y estaquillas para evitar que escurra la paja o tierra,
posteriormente se agrega una capa 20 cm de hojas del bosque o paja de
trigo.Posteriormente se agrega una capa de tierra de 20 cm, aproximadamente.
- En la parte superior del "castillo", se abre un hoyo por donde se prende el
fuego, el cual se tapa una vez que el fuego haya formado brasas. - En la parte
basal, se tapa bajo el, anillo de ramas, dejando orificios llamados "vagos" o
troneras por donde sale el vapor de agua y humo. - El proceso de cocción o
formación del carbón dura entre 10 a 15 días, dependiendo del tamaño del
castillo.Durante este periodo hay que cuidarlo día y noche de manera de evitar
que se rompa. Los primeros días se abre en la parte superior y se realiza la
actividad de "Retape" (agregar astillas cortas de 50 cm, con él, objeto de
formar carbón y evitar que se apague el fuego). Se agrega tierra y se va
apretando con una pala, constantemente - Una vez que el fuego llega al piso
del cono, deja de salir humo o vapor se tapa completamente. Después de dos
días (que se ha enfriado) se procede a la extracción de carbón, sacando
primero las capas de tierras y hoja; para posteriormente obtener el carbón, el
cual se hecha en diversos envases (sacos de 30 kg, o bolsas de 2- 5 kg) - Un
castillo puede producir de 80 a 150 sacos de 30 kg cada uno y la calidad del
carbón depende del proceso de cocción y del tipo de leña utilizada. Los
mejores carbones son producidos de especies con madera de alta densidad
(Roble ó hualle, Espino).

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