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Se acabaron los profesores dictadores, que dictan clase. Hoy los profesores son
acompañantes respetuosos del proceso de formación de los estudiantes. El nuevo
docente sabe con claridad que su función es formar, no informar. Sabe que
Internet conoce más datos que él. Enseña a sus alumnos a pensar, más que a
memorizar. Conoce y respeta a cada uno de sus estudiantes, con sus
características y especificidades. No los trata a todos igual.
Conoce muy bien que su misión principal es "encarretar" a sus alumnos con el
conocimiento. Se considera psicólogo, médico, educador, consejero, sociólogo,
ingeniero de sistemas, pedagogo, nutricionista, abogado, escritor y todo lo demás.
Se preocupa por formar excelentes seres humanos, más que buenos profesionales.
Piensa siempre que su acción desarrolla al estudiante y aporta a la sociedad. Tiene
conciencia de que el mejor y casi único proceso de paz que vale la pena es educar.
Un maestro, si es hombre es también madre y si es mujer es también padre. Un
maestro respeta y enseña y exige respeto. El buen maestro conoce sus
limitaciones e ignorancias. No utiliza la docencia para demostrar poder sobre el
estudiante. Tiene claro que su trabajo tiene sentido mientras existen seres en
formación o estudiantes. No le preocupan las notas, lo mueve que sus estudiantes
aprendan a ser, saber y hacer. Se siente orgulloso de ser docente y decente. Un
maestro verdadero sabe pedir perdón y perdonar. Es un enamorado de las
tecnologías que le permiten ampliar el mundo del conocimiento a él y a los suyos.
Con todas estas características como requisitos, con razón es tan difícil encontrar
buenos maestros.
Los buenos maestros tienen metas altas para todos sus estudiantes. Ellos esperan
que todos los estudiantes puedan y logren ser exitosos en su salón, y no se dan
por vencido con los estudiantes que van atrasados.
Los buenos maestros tienen objetivos claros y bien escritos. Los maestros eficaces
planifican las lecciones que les dan a los estudiantes una idea clara de lo que van a
aprender, cuáles son las tareas y cuáles son las reglas para calificar. Las tareas
están diseñadas con metas de aprendizaje y les dan a los estudiantes amplia
oportunidad de practicar lo que han aprendido. El maestro es consistente en su
forma de calificar y regresa las tareas corregidas a tiempo.
Los buenos maestros están preparados y organizados. Ellos llegan a sus salones
temprano listos para enseñar. Presentan las lecciones en una forma clara y
estructurada. Sus salones están organizados de una forma que limita las
distracciones.