dice, y se pregunta: “¿A dónde va toda esta gente de- conocen algo tan primario como la obra del
a del poeta
sempleada?”. Entonces se responde: “Esas personas
están tratando de hacer lo que mejor pueden hacer, y
el espectador, a veces, pide ver a esos actores. Lo que
no debe olvidarse es que muchos de esos actores, que
supuestamente vienen de la televisión, han nacido,
realmente, en el teatro. Además, todos tenemos un
inicio. Por qué no
dar oportunidades a
los jóvenes”.
Esto también
lo cree un exaltado
Héctor Manrique.
“A veces digo lo
injusta que es la
televisión venezola-
na que ni siquiera
tiene un programa
sobre el teatro, con
todo lo que el teatro
le ha dado, y lo digo
en formación de es-
Basilio Álvarez critores, de directores, de actores, y aún así la televi-
y Héctor
Manrique sión tiene una relación innoble con el teatro”.
en La cena
de los idiotas Javier Vidal intenta salvar este
punto con un criterio personal: “MUCHOS ACTORES
“El actor venezolano no tiene NI SIQUIERA CONOCEN
apellido de televisión o de teatro.
Quienes hacen teatro han hecho
ALGO TAN PRIMARIO
televisión en hasta 95 por ciento COMO LA OBRA
de los casos. Ahora, si me pre- DE EURÍPIDES”
guntas si estoy satisfecho, como —Héctor Manrique
gente de teatro, con lo que está
haciéndose, yo diría, como dicen
popularmente, ‘eso es lo que hay’”.
Manrique, quien complementa su oficio en las ta-
blas con las exigencias del rating televisivo, no sua-
viza su opinión a la hora de analizar el cruce de los
actores cuando acuden a la plataforma del teatro.
“A mí me parece muy bien que los actores acostum-
brados a hacer televisión hayan saltado al teatro como
una forma de conseguir un sustento y de seguir ejer-
ciendo su oficio. Pero me parecería más correcto que
esos mismos actores reflexionaran sobre el hecho es-
cénico. A mí se me hace insoportable que uno no pue-
da conversar con muchos actores porque ni siquiera
? 14 NOVIEMBRE 2010 Estampas
griego Eurípides (autor que abordó la tragedia, propo-
niendo el realismo de los personajes)”.
Lo que explica este nuevo repunte
del teatro es que ante la falta de recursos econó-
micos del Estado, ha aparecido el aporte de la iniciati-
va privada. Y visto así, sostiene Javier Vidal, el teatro
comienza a sustentarse de lo que genera la taquilla.
Sostenerse de las ventas de la boletería para costear
gastos de producción y pagos al talento, ha gestado
un teatro honesto, de acuerdo con Vidal. “Se ha crea-
do una caja de resonancia con su público. Con el tea-
tro subvencionado teníamos la oportunidad de mon-
tar piezas clásicas de Pedro Calderón de la Barca o de
William Shakespeare, con grandes elencos y esceno-
grafías. Con la taquilla de ahora no pueden cubrirse
grandes exigencias de montajes sino hacer propues-
tas para salas de cámara”.
El teatro ahora no sólo se hace desde el gusto del
artista, sino que la expresión de éste tiene que vin-
cularse directamente con las expectativas del públi-
co. “Y eso es lo normal, porque no puede existir un
teatro sin público”.
Es precisamente la falta de
espacios de representación lo
que demanda el teatro actual,
dice Héctor Manrique. Por aho-
ra, las cerca de 15 salas en funcio-
namiento deben responder, ade-
más, a las peticiones de muchos
grupos y monologuistas. Son sa-
las que no disponen de la infraes-
tructura requerida para montar grandes escenografías
ni para mantenerlas por meses, porque deben desar-
marse para darle paso a los montajes diarios. “En una
misma sala a veces hay tres representaciones distin-
tas”, precisa Manrique.
Y Basilio Álvarez agrega: “Los teatros con infraes-
tructura se emplean en la actualidad para el proseli-
tismo político, y uno tiene que inventárselas para
usar otros escenarios y hacer propuestas lo más dig-
nas posibles, como en efecto están haciéndose”. ❋
nllabanero@eluniversal.com
Twitter: @nllabanero