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Ensayo y Taller de Ética
Ensayo y Taller de Ética
LA EMOCIÓN DE LA FELICIDAD
“La naturaleza ha hecho al hombre feliz y bueno, pero la sociedad lo deprava y lo
hace miserable”
- Jean Jacques Rousseau
A comparación de todos los seres vivos en este planeta, los seres humanos
somos los únicos a comparación del resto, que cuenta con la facultad de razonar,
por ende, somos curiosos por naturaleza y a todo fenómeno por muy extraño o
insignificante que sea le tratamos de buscar una explicación razonable y
coherente; desde hace mucho tiempo el ser humano se vio en la necesidad de
explicar el significado de ciertas palabras o términos como lo es la felicidad; esta
palabra remonta su origen del latín felix, felicis ‘fértil’, ‘fecundo’.
Esta palabra tiene su origen en el mundo agrícola. Los poetas romanos hablaban
de “arbor felix” para referirse a un árbol que daba muchos frutos. Plinio decía que
los árboles que no daban frutos se llamaban “infelices”. La felicidad es un
sentimiento que nos acerca a estados de bienestar. Es un conjunto de emociones
que, mantenidas en el tiempo, producen cambios en el cuerpo y en la mente y se
asocia con vivir plenamente y en buen estado de salud. Pero si profundizamos
más, la felicidad no es solo una palabra, nada nuevo, pero lo que cada uno se
imagina o siente cuando dice o escucha esa palabra es la verdadera felicidad. Con
esto quiero decir que la felicidad es un concepto abstracto, que si les preguntamos
a 20 personas la definición de felicidad, obtendremos 20 definiciones diferentes.
Más allá de saber qué es la felicidad, tenemos que tomar consciencia de esto,
porque nos ayudará a comprender por qué algunas personas son felices con
menos que otras, por qué algunas personas son felices haciendo daño y otras
haciendo caridad.
Según la filósofa María Carolina Guzmán Gonzales, ella dice en su artículo “El arte
de la felicidad” que el tema de la felicidad, ha estado siempre presente en los
discursos a lo largo de la historia de la humanidad, ya sea como una preocupación
ética o existencial, o simplemente como un tema de conversación para romper el
hielo, ahora bien, nuestro cuerpo habla y las enfermedades nos recuerdan, como
una alarma ante una forma de vida, que necesitamos atención, los niños lloran
porque no entienden, los adultos nos enfermamos como otra forma de pedir
ayuda. Cuando se está enfermo se puede recordar lo vulnerable que somos,
inmediatamente reaccionamos buscando alivio en pastillas y quejas, sin embargo
nos olvidamos de lo que nos ha llevado a estar enfermos. Nos preocupamos por
una solución y en ocasiones es el único detonante que nos hace reflexionar y
cambiar nuestro comportamiento y forma de vida, viendo todo de otra forma.
Como sociedad, hemos venido creciendo movidos por los intereses capitalistas y
nos ha transformado en máquinas. Con el paso del tiempo, hemos tenido la
errónea idea materialista, donde el rico es el más feliz, y el pobre el más
desgraciado, cuando realmente las cosas no son así, entonces, ¿cómo podemos
cambiar esta idea errónea materialista y priorizar los sentimientos ante todo lujo
material?, yo pienso que primero que todo, debemos alejarnos de persona tóxicas,
con tóxicas me refiero a esas “amistades” que solo te buscan a ratos por alguna
necesidad, segundo, aislarse de todo y ser uno mismo, dejar de aparentar al
momento de relacionarse con las demás personas (familia, amigos, compañeros,
etc). Tercero, no relacionar el bienestar con el dinero, no creer en la posibilidad de
comprar la felicidad y no esperar que el amor se gane a golpe de talonario. Todos
podemos cambiar esta nueva jerarquía emocional y convertirnos en personas,
desarrollar nuestra empatía y la originalidad y empezar a creer en un mundo más
sensible y emocionante.
Cito nuevamente a la filósofa María Carolina Guzmán Gonzales, que nos dice en
su artículo, “la sociedad de las emociones”, un párrafo que me llamó mucho la
atención, el cuál dice: nuestras emociones cuentan, nos mueven, así como a los
gobernantes y futbolistas y no vienen de la nada ni son asuntos irracionales como
alguna vez se pensó, no, las emociones en la sociedad contemporánea
determinan el rumbo moral, legal y económico de diferentes países, por eso es
importante promover aquellas emociones que nos impulsan hacia aspiraciones
loables y develar o censurar las que son perjudiciales para las relaciones sociales,
estoy muy de acuerdo con ese párrafo, ya que si vamos poco a poco promoviendo
esto y dando pequeños aportes significativos a alguien en específico, y esta se lo
dice a alguien más, podremos construir la sociedad tan anhelada que siempre
soñamos aunque sea algo utópico debido al capitalismo. Ya para finalizar, cito la
siguiente frase “Haz lo que tú creas que te haga feliz, mientras no dañes, física y
verbalmente a los demás”, la felicidad está compuesta de esos pequeños
momentos irrepetibles y únicos en familia, amigos, compañeros, o hasta estando
uno solo, en mi caso, un juego de vóley, resolver un largo problema que lleve
cálculos y que tu respuesta sea igual a la del solucionario, sentarte a charlar horas
con alguien en algún andén de la calle, en fin, un montón de estos pequeños
momentos nos llenan y nos hacen sentir bien con uno mismo.
Presentado por: Hugo Jesús Barroso Pérez
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