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Adolescencia y deporte

D R . J . FERNÁNDEZ - MOLINA

«La salud es un estado de completo dose ligeramente en los aspecto psíquicos y so-
bienestar físico, mental y social y no ciales (quizás p o r q u e estos no h a y a n merecido
solamente la ausencia de afecciones tanto la consideración de los autores pues su
o enfermedadesyy. O. M. S. relación con el d e p o r t e no se ve tan objetiva-
mente como es el a u m e n t o de la capacidad fí-
sica —^por ejemplo m u s c u l a t u r a — que éste pro-
Cuando u n médico se enfrenta con u n pro- d u c e ) y las especiales circunstancias que concu-
blema en relación con la Medicina no p u e d e r r e n en la actutción deportiva del adolescente
prescindir de esta definición de la salud que así como de la necesidad que de la m i s m a tiene
hizo la Organización M u d i a l de la Salud. En esta edad.
cualquier actividad h u m a n a el médico intervie-
ne para lograr que el objetivo de la misma se LA ADOLESCENCIA
consiga sin d e t r i m e n t o de la salud. Así, por
ejemplo, en el caso concreto del trabajo, su fina- H a y u n período de la vida h u m a n a , aproxi-
lidad es la producción de bienes y el p a p e l del m a d a m e n t e entre los diez y los dieciocho años,
médico en este caso consiste en evitar que esta que tal vez no haya merecido p o r p a r t e del mé-
actividad p u e d a ocasionar una alteración de la dico y educadores toda la atención que merece.
salud. Juzgúese pues, la i m p o r t a n c i a que t e n d r á Se h a estudiado muchísimo al niño, exhausti-
esta definición cuando se considera u n a activi- vamente, sobre todo al lactante, se h a n llegado
dad h u m a n a que, como el deporte, p r e t e n d e , a conclusiones i m p o r t a n t í s i m a y se lian conse-
entre otras cosas, n a d a menos que m e j o r a r este guido irnos resultados brillantes, magníficos.
estado físico, estimulando al individuo con el Tanto es así que la m o r t a l i d a d infantil h a des-
ejercicio, corrigiendo o tendiendo a atenuar las cendido de u n modo notable. Se le h a creado
alteraciones que en su salud pueda ocasionar su un medio acogedor, tanto en la familia como
género de vida. en la escuela. Se ha hecho tanto p o r el niño
Si la educación física y el d e p o r t e — c o m o que, hoy casi p u e d e decirse que más que se le
parte integrante de la m i s m a — tiene u n a in- cuida, se le m i m a . Contrasta esta general pre-
fluencia decisiva p a r a la salud h u m a n a en esta ocupación p o r la infancia, m a y o r en los p r i m e -
triple concepción del individuo como entidad ros años, con la poca atención que se h a veni-
física, psíquica y social, esta influencia llega a do prestando a la adolescencia. Hoy, que gra-
su punto c u l m i n a n t e al llegar la adolescencia. cias precisamente, a la protección de la infan-
Por todo ello, considerando la trascendencia cia, la m o r t a l i d a d infantil ha descendido t a n t o ,
de esta etapa de la vida h u m a n a h e dedicado el n ú m e r o absoluto y relativo de adolescentes
este tema a estudiar los efectos que el deporte es cada día m a y o r . Con seguridad, p o d r í a afir-
produce en el adolescente, cuáles son los más marse que nunca el n ú m e r o de adolescentes h a
adecuados, las n o r m a s generales que deben se- sido tan elevado en la historia de la h u m a n i -
guirse y las condiciones en que debe realizarse dad, como es a h o r a . De a h í la necesidad de
para que no llegue a ser nocivo, en cuyo caso dedicar en gran p a r t e y centrar los estudios en
perdería su más p a t e n t e u t i l i d a d . el adolescente y hacerlo de u n modo exhaus-
El plan a seguir en este estudio consistirá, a tivo. Dudo de que se h a y a hecho y más quie
grandes rasgos, p r i m e r a m e n t e en el estudio de
la adolescencia, que está t o m a n d o en el momen-
to presente un cariz tan p a r t i c u l a r , extendién- «Ap. Med. Dep.», vol. IX, n." 36, 1972.
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todo, a juzgar por los resultados, estoy seguro nos. Esto explica la facilidad con que se pro-
de que se ha traducido en efectos prácticos po- paga el uso de los alucinógenos entre los ado-
sitivos. Basta echar u n a ojeada a la p r e n s a : los lescentes.
desórdenes esudiantiles, el gamberrismo, los ex- La práctica de los deportes, como luego ire-
cesos y desviaciones sexuales y el consxjmo de mos viendo, tiende a colocar esta a n o r m a l si-
drogas están a la orden del día. Uno piensa que tuación del adolescente en u n plano más primi-
si las desviaciones de la j u v e n t u d se generali- tivo y de lucha.
zasen los resultados serían funestos. Es evidente Veamos después de estas generalidades cuáles
que la h u m a n i d a d futura no p u e d e salir mejo- son aquellas características de la adolescencia
rada y resulta utópico imaginar que de ella pue- p a r a basarnos en ellas al relacionarlas con el
da' salir ese h o m b r e superior que, no sin cierto deporte.
optimismo e ingenuidad, están esperando algu- P e r o antes definamos la adolescencia como
nos evolucionistas. el período que empieza con la aparición de los
Hemos cuidado, ya desde casi antes de nacer caracteres secundarios sexuales y termina cuan-
y a través de su m a d r e , al niño y lo hemos edu- do cesa el crecimiento somático. Se denomina
cado con un cuidado y con una técnica y sobre p u b e r t a d al m o m e n t o de la aparición de la
todo con un amor como no ha h a b i d o p a r en menstruación en la m u j e r y de la p r i m e r a eya-
la historia. ¿ C ó m o pues se están obteniendo culación en el h o m b r e . Fácil de d e t e r m i n a r en
unos resultados tan inesperados? P r o b a b l e m e n - la mujer y difícil en el h o m b r e . P a r a algunos
te el error h a consistido en dedicarse más al autores marca este m o m e n t o en el h o m b r e el
estudio de los p r i m e r o s años que a los que se ensortijamiento del vello p u b i a n o .
dedican a p a r t i r de la p r i m e r a decena. A p a r t i r Si el m o m e n t o en que se inicia y termina la
de los diez años y alrededor de los ((uince se adolescencia considerando el aspecto somático,
produce la casi súbita e n t r a d a en la sociedad. es difícil de precisar, m u c h o más lo es si se
La actuación sobre el niño en los p r i m e r o s años tienen en cuenta las características psíquicas.
tiene repercusión i n d i v i d u a l y s e c u n d a r i a m e n t e E n r e a l i d a d se pasa de u n a e d a d a otra insen-
social. P e r o en el adolescente esta repercusión sible y g r a d u a l m e n t e .
individual p r o d u c e unos efectos sociales impon- P a r a algunos autores la determinación de los
derables. P o r ello el d e p o r t e practicado p o r el 17 cetoesteroides y la delectación de su notable
adolescente tiene u n a trascendencia social. Es incremento es u n a señal de que se va a iniciar
i n d u d a b l e que en la j u v e n t u d actual (me refiero la p u b e r t a d y se va e n t r a r en la fase de adoles-
especialmente a los jóvenes que están en la fase cente. La duración de esta fase es variable y
final de su adolescencia), h a y grandes virtudes, a p r o x i m a d a m e n t e se inicia a l r e d e d o r de los 10
p e r o h a y t a m b i é n grandes defectos que es nece- años en la m u j e r y de los 12 en el h o m b r e y
sario denunciar. termina hacia los 16 y 18 años respectivamente.
La j u v e n t u d tiene hoy características que la La p u b e r t a d suele aparecer en el h o m b r e dos
distinguen de las de otras épocas, p o r su acen- años más t a r d e que en la mujer.
tuación de los defectos que ha tenido anterior- El dato de la edad, sin embargo, no basta
m e n t e . E l joven se encuentra más i n a d a p t a d o p a r a encasillar u n adolescente. A m e n u d o no
que nunca, se h a n p e r d i d o los ideales tradicio- guardan relación su edad cronológica con su
nales, h a y una p é r d i d a de confianza de los va- edad anatómica, fisiológica o psíquica. En unos
lores morales que se consideraban antes como aspectos se suele estar más adelantado que en
inmutables y u n a tendencia excesiva a evitar otros y el conocer su grado de desarrollo es de
todo lo que r e q u i e r a esfuerzo sea psíquico o lo más p r i m o r d i a l al plantearnos la práctica de
físico (esto en lo que al tema concierne es m u y un deporte p o r u n adolescente.
i m p o r t a n t e ) y a la que la creciente mecaniza- Veamos r á p i d a m e n t e los principales rasgos
ción de la vida m o d e r n a contribuye a aumen- que caracterizan este p e r í o d o , en su aspecto so-
tar. La educación recibida y la forma con que inático (sea anatómico o fisiológico), psíquico
se ha hecho ha colaborado no poco a llegar a y social:
esta situación. Se le h a cuidado tanto que se le En el aspecto anatómico veremos en primer
h a satisfecho en sus necesidades antes de que lugar que existe un crecimiento r á p i d o y rela-
r e a l m e n t e llegara a sentirlas. Esto le crea u n a tivamente acelerado. El crecimiento se hace pre-
visión deformada de lo que es la vida y de su d o m i n a n t e m e n t e en longitud, pero también en
proyección. El tópico de que la vida es lucha a n c h u r a . El crecimiento se inicia y acaba antes
no tiene realidad p a r a el niño que se hace ado- en la mujer que en el h o m b r e . Esta anchura
lescente: se le h a dado todo sin exigir esfuerzo está diferentemente r e p a r t i d a según el sexo. Eil
p o r su p a r t e . Ha gozado ya tanto de todo que el varón n o r m a l se Droduce u n aumento abso-
tiene que buscar su satisfacción p o r otros cami- luto de la a n c h u r a en la cintura escapular y
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del volumen de la caja torácica con una dismi- tivo se hace fumador. Deja de jugar y de ex-
nución relativa de la cintura pelviana. En la perimentar los beneficios que le produce. Es el
mujer la pelvis, en cambio, se hace mayor y momento en que hay que orientarlo hacia las
disminuye relativamente la cintura escapular. prácticas deportivas, cosa que en muchos casos
En segundo lugar hay que considerar tam- ya se hace por propia iniciativa, por afán com-
bién el aumento ponderal que suele ser por petitivo, exhibicionista o simplemente para sa-
aumento de la masa muscular y densificación tisfacer el deseo de ejercicio que le demanda
ósea principalmente. En la joven adolescente su masa muscular creciente. La práctica de los
este aumento se verifica también a expensas del deportes acelera la integración en la sociedad
panículo adiposo que se reparte desigualmente formando agrupaciones o equipos con afinida-
y que por los hábitos alimenticios y de reposo des parecidas. Puede reaccionar también aislán-
puede llegar a ser excesivo. Normalmente en dose de la sociedad e introvertiéndose, convir-
la adolescente española suele serlo. De ahí la tiéndose en un solitario que teme u odia a la
necesidad de proceder a la práctica del deporte sociedad. A veces se forman grupos de inadap-
y de los ejercicios complementarios desde los tados que originan bandas de delincuentes ju-
primeros años de la adolescencia. Todo este veniles o reuniones excéntricas tipo «hippy», et-
aumento cuantitativo tiene además un cambio cétera. En general hay en la mayoría de los
en el ritmo. Si antes se hacía de un modo cons- casos una breve fase de inadaptación social y
tante ahora se lleva a cabo repentinamente y de ordinaro a medida que se va recuperando
como a saltos. el equilibrio se produce un retorno a unos in-
Finalmente como variación específica de este tereses más intelectuales y prácticos y dirige su
período hay la aparición de caracteres sexuales actuación a ocupar su puesto en la sociedad de
secundario (vello axilar y pubiano, facial en los mayores. Es el momento que sienta cabeza,
el hombre además, turgencia de las mamas que como se dice en lenguaje familiar. Este momen-
en la mujer adquieren especial desarrollo y ma- to es muy variable. Si tuviéramos que esperar
duración del aparato reproductor, que determi- a ella para situar el fin de la adolescencia, no
na el hecho de la aparición de la menstruación sería raro necontrarnos con casos que persisti-
y de la eyaculación en uno y otro sexo, respec- rían indefinidamente adolescentes.
tivamente). Como decía al principio, la edad cronológica
En el aspecto somático funcional destaca un no coincide individualmente con cada uno de
aumento del metabolismo con notable incre- estos aspectos de la adolescencia, en muchos
mento de las funciones anabólicas sobre las ca- casos.
tabólicas y una diferenciación endocrina. Todo La edad cronológica tampoco coincide cuan-
ello conlleva un aumento de las necesidades ali- do se examinan sujetos de diferente sexo. En
menticias, sobre todo de las proteínas. El siste- general las hembras llevan una ventaja de dos
ma cardiocirculatorio y respiratorio y por tanto años sobre los varones. Por ello cuando trate-
el renal, tienen que irse adaptando a las nue- mos de la aplicación del deporte no pueden
vas demandas y lo hacen progresivamente. En darse esquemas rígidos y llegado el momento
esta época no pueden exigirse esfuerzos consi- de su práctica deben tenerse en cuenta el sexo
derables ni excesivamente repetidos por la po- y las características de cada individuo para que
sible alteración de su equilibrio ya de suyo por practique el deporte o los deportes más ade-
el aumento de la talla y el peso, bastante ines- cuados en relación con este triple aspecto (so-
table. Parejo a esta variación morfológica y mático, psíquico y social) de su desarrollo y
fisiológica que hemos enumerado se producen complementarlos con los ejercicios físicos más
cambios psíquicos impresionantes. El individuo aptos.
se escapa de la esfera familiar y hay una orien- Considerando la gradual aparición de la ado-
tación notable de sus tendencias y sentimientos lescencia y la complejidad de los cambios efec-
hacia el otro sexo. Hay con este aumento efec- tuados, salta a la vista que no debe esperarse
tivo y de la sensibilidad, una mayor capacidad a la aparición de la pubertad para iniciar la
de jucio y mayor apreciación de los valores mo- orientación deportiva y que no hay que aguar-
rales. Se siente más independiente y quiere serlo dar a ella para enjuiciar los problemas que esta
a veces con rebeldía. nueva situación nos plantea en relación con el
El sentimiento de mayor suficiencia física por deporte.
su desarrollo somático y sexual determina un Tampoco podemos confiar que cada mucha-
cambio profundo de su comportamiento social. cho vea satisfechas sus necesidades en un pro-
Es el momento que deja de jugar y quiere pa- grama rígido de actividades físicas, si negamos
recer en todo un hombre (naturalmente, copia sus diferenciaciones individuales.
más sus defectos que sus virtudes). Por este mo- Ninguna época de la vida pone de manifies-
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to como ésta la necesidad de un estudio pro- choque con la sociedad, si no hay una adecua-
fundo y completo del individuo y que p o n d e r e da canalización de estos impulsos y u n dominio
juiciosamente la verdadera capacidad de cada justificado e intelectivamente aceptado p o r su-
joven. Esta consideración tiene u n valor excep- jección a u n a escala de valores que se consi-
cional en cuanto de la actividad deportiva del deren veraderos.
joven. Los efectos perjudiciales del deporte, que En la joven ocurre de un m o d o análogo y
algunos atribuyen a la índole del mismo, po- la orientación sexual n a t u r a l m e n t e es diferente.
drían evitarse en la mayoría de los casos. En uno y otro caso se despierta u n afán com-
Dada las especiales circunstancias en que se petitivo en todo. Si éste se desvía dirigiéndose
desenvuelve y manifiesta la juventud actual y hacia la sociedad de los adultos surge el desa-
p a r a relacionarlo con ciertos aspectos psíquicos fío con la níisma y de las n o r m a s establecidas.
del d e p o r t e que tal vez no sean estudiados con Entonces el joven no se conforma y t r a t a de im-
suficiente detalle, creo necesario extenderme u n poner sus n o r m a s de conducta a los mayores,
poco en el aspecto psicobiológico social de la lo cual le suele colocar en una situación de
adolescencia. frustración y es inevitable un cierto grado de
Ya liemos visto que en la m a d u r a c i ó n bioló- rebeldía. En los momentos actuales observamos
gica h a y u n incremento específico somático y en la j u v e n t u d un estado de rebelión con mani-
otro específico de tipo sexual. Unos y otro re- festaciones violentas en numerosos países, con-
percuten sobre la psique del adolescente, por secuencia probable de una negligente valoración
sí mismo y p o r la conciencia que de ello tiene de los p r o b l e m a s de esta edad y desde luego
el sujeto, ocasionando por vma p a r t e una m a y o r de no h a b e r actuado consecuentemente con ella.
sensibilidad y orientando ésta hacia u n fin que Con el transcurso del t i e m p o y si la educa-
ya estaba latente pero que en esta edad se ma- ción que recibe (educación en su más completo
nifiesta con m a y o r c l a r i d a d : la sexualidad. s e n t i d o ) resulta eficiente, el joven vuelve a la
H a y p o r consecuencia en la libido u n aumen- sociedad y se coloca en u n a situación de pro-
to afectivo y sentimental y que se traduce en ductividad y adaptación competitiva.
u n incremento del impulso sexual y del agre- El ejercicio del deporte p u e d e con m u c h o fa-
sivo. La capacidad intelectual, que es mayor, vorecer esta integración en la sociedad.
se libidirixa, p o r así decirlo, en la mayoría de Como hemos dicho antes el a u m e n t o de los
los casos. instintos sexuales le lleva a orientar su conduc-
Todos estos cambios tienden a p e r t u r b a r el ta hacia el otro sexo, lo cual le aleja de sus
equilibrio psíquico del adolescente y amenazan padres y a veces le conduce a u n enfrentamien-
con trastornos en su conducta si no son domi- to con ellos. En estos m o m e n t o s tiene u n a nue-
nados los impulsos. va sensación: el e n a m o r a m i e n t o . Es u n a época
P o r estos rápidos cambios el joven considera también del inicio de grandes amistades entre
a la sociedad bajo otros aspectos y a su vez individuos del mismo sexo, llegándose a for-
ésta, ve al adolescente de un mouo m u y dis- m a r grupos con aficiones comunes (cuando se
tinto. P o r una p a r t e se le tiende a considerar produce con m a y o r frecuencia la inscripción en
como u n niño con evidente desagrado por p a r t e los clubs j u v e n i l e s ) . En ocasiones p o r efectos
del sujeto. P o r otra se p r e t e n d e que tenga u n a del a m b i e n t e social estos grupos llegan a vivir
m a y o r responsabilidad, se le exije tanto como c o m p l e t a m e n t e al margen de la sociedad. Un
si fuera u n adulto, y cuando no responde así, ejemplo de esto lo encontramos en la famosa
con evidente desagrado,, se le juzga desaproba- película «West Side S t o r y s .
d o r a m e n t e . Es cuando el joven empieza a pen- El adolescente suele hacer ídolos de los jóve-
sar que está i n c o m p r e n d i d o y en realidad suele nes que destacan y casi los deifican. Es la época
estarlo, cuando debería ser todo lo c o n t r a r i o . de las «fans» de todos tipos sobresaliente.
Sólo los mayores que ya h a n pasado por su Qué duda cabe que hay una recepción mani-
fase, como es lógico y n a t u r a l , pueden compren- fiesta p a r a el ídolo deportivo. Los fabricantes
derlos perfectamente... si lo i n t e n t a n . Es obvio de raquetas de tenis p u d i e r o n c o m p r o b a r en su
que el adolescente es quien no p u e d e compren- día, con notable beneficio de su economía, la
d e r al adulto. influencia de los triunfos de Santana en las
P o r otro lado el aumento de su energía y competiciones de la Copa Davis.
actividad con el a u m e n t o de la fuerza muscular P o r otro lado su admiración hacia los famo-
—más notable en el v a r ó n — y la aparición de sos del m o m e n t o , que le lleva a i m i t a r su com-
sus caracteres sexuales le hacen sentirse prema- p o r t a m i e n t o , no evita su impulsión a u n cuida-
t u r a m e n t e adulto en su más primitiva acepción, do más exquisito de su persona (que en casos
que es el animal, y se coloca en una posición extremos sería u n narcisismo descarado) y de
de rebeldía ante los demás. De a h í el posible su forma física. Ama el ejercicio y el deporte
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por cuanto cree que le ayuda a alcanzar su éstas como parte integrante de su formaciión.
ideal de belleza física. Una reacción posible ante Finalmente nos encontramos con el joven que
el temor ál fracaso o a la sensación de infe- practica un deporte y al mismo tiempo ejecuta
rioridad, tanto e este aspecto como en los más un trabajo remunerado, necesario para la eco-
diversos, le hace menospreciar su valor y abo- nomía familiar. Casi siempre procede de nive-
mina del deporte. Por motivos semejantes se les sociales más bajos que el anteror, desde un
hace burlón, traduciendo un complejo de infe- punto de vista económico.
rioridad, físico, mental o social. O hace una Existe un tipo especial que por reunir unas
reacción de compensación sobrepasándose: es el condiciones excepcionales ha sido seleccionado
tipo bravucón y fanfarrón. y apartado de toda otra actividad y se dedica
Es importante destacar el característico des- a las modalidades deportivas, casi siempre una
equilibrio psicológico del adolescente. El id, el sola, en relación con una eventual competición
ego y el supraego entran a menudo en conflic- nacional o en su último grado, olímpica. Esto
to. La educación, las influencias del ambiente suele darse en ciertos países en que se da al
social van desarrollando su supraego basándose éxito un marcado matiz de propaganda política.
en una escala de valores que dirigirán su com- Por último reseñaremos también que en esta
portamiento. En la actualidad y como fruto de época de la vida hay una especial patología
las enseñanzas del Cristianismo se intenta que que deberemos tener muy en cuenta en el mo-
sea el amor el móvil fundamental que rija nues- mento y durante la práctica deportiva. Tal es
tra conducta y- así es, por más que los aconte- la incidencia de los casos de tuberculosis y
cimientos bélicos del siglo parezcan contrade- de las enfermedades reumáticas (cardiopatías
cirlo. Como en el adolescente se desarrolla no- mayormente), mucho mayor que en otras eda-
tablemente la capacidad de introspeciónc, que des y el aumento del número de accidentes de
en la infancia era completamente nula en la circulación por el uso de vehículos de toda
práctica, aumenta su capacidad de autovalora- clase, sobre todo motorizados. También es más
ción y el conocimiento de sí mismo. Compren- frecuente la aparición de trastornos psiconeuró-
de mejor sus sentimientos. Siente esa necesidad ticos y no es rara la aparición de verdaderas
de amor universal y de una entrega a un ideal. psicosis.
Entonces o asimila los valores morales que ha Por consiguiente al iniciar el deporte y du-
recibido o los rechaza, creándose una escala rante su práctica en el curso de la adolescen-
propia con valores invertidos o negativos. Se cia deberemos tener en cuenta todos estos fac-
constituye su propio supraego. En virtud de tores que hemos ido considerando.
esto no es infrecuente una conducta anómala, a
veces como reacción ante lo que cree una in-
justicia. Porque existe, en general, un elevado * *
sentido de lo que es la justicia. Aprovechando
Datos que ha de tener en cuenta y considerar
ésta y su acusado idealismo, mayor que en nin-
en relación con la práctica deportiva del ado-
guna otra edad, se explica la facilidad de su
lescente.
captación política de cualquier matiz o religio-
sa... o su dedicación al deporte por un club de- El hecho de que la edad cronológica del ado-
terminado. lescente no siempre coincida con su edad ana-
tómica o fisiológica o de su personalidad psico-
La captación para el deporte puede hacerse social nos obliga siempre a un estudio del in-
fácilmente aprovechando estas circunstancias y dividuo y para que este estudio sea hecho de
a su vez con la actividad física contribuir a su un modo completo y profundo deberá tener el
equilibrio psíquico y al desarrollo de su per- médico deportivo una formación básica muy
sonalidad. completa. A pesar de ello en muchas ocasiones
Desde un punto de vista social hemos de en- tendrá que solicitar el concurso de otros mé-
contrarnos con diferentes tipos de adolescentes dicos que estudien al sujeto en relaicón con su
que practican el deporte. Su proporción es di- especialidad.
versa. Existe el adolescente que practica el de- Esta desigualdad entre la edad real y crono-
porte por su exclusivo placer, como un lujo lógica comporta por consiguiente una capacidad
más que le permite su elevada situación econó- deportiva global y una especial en relación con
mica, sin simultanearla con ninguna otra acti- su habilidad, muy distinta para cada adoles-
vidad. Son casi siempre los menos y los depor- cente.
tes que practican suelen ser motorizados, moto- La situación social del joven deportista es
ciclismo, canoas, etc. otro dato que no debe olvidarse. Pues ello nos
Otro es el adolescente que simultanea sus ac- llevará a conclusiones sobre sus necesidades ali-
tividades deportivas con sus estudios o ejecuta menticias, de reposo, a la posibilidad de conflic-
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tos familiares que modifiquen su estado psíqui- sueño, que será de unas ocho horas de dura-
co, etc., etc. ción.
Recordemos aquí la necesidad de imglantar Y finalmente destacaremos la fácil fatigabili-
un régimen alimenticio adecuado con la inten- dad del adolescente en relación con cualquier
sidad del esfuerzo a realizar en el deporte. Y no clase de actividad, por lo que deberemos inter-
olvidemos que la ingestión de proteínas y vita- calar en sus ejercicios, que no se prolongarán
minas en el adolescente es mucho mayor que excesivamente, frecuentes pausas de reposo.
en el adulto, las unas como material plástico Conocidos estos datos pasaremos a estudiar
que aumenta el volumen y peso del edificio or- el deporte y los efectos saludables que su ejer-
gánico y las otras como componentes de los sis- cicio produce en los adolescentes.
temas enzimáticos que regulan su activo meta-
bolismo juvenil. EL DEPORTE. — Fundamentos psico-biológi-
Las necesidades proteicas del adolescente os- eos y efectos que produce en el adolescente.
cilan entre 90 y 120 gramos diarios y estas can-
tidades son las que aproximadamente se contie- El deporte forma parte integrante de la edu-
nen en un plato de carne abundante, como es cación física del adolescente. La educación físi-
el de la comida principal, un litro de leche, ca por su capacidad de modificar la constitu-
un huevo, dos lonjas medianas de jamón y una ción genotípica actúa en esta edad como agente
porción de queso (NELSON). Si se tiene en con- regulador y consolidador del desarrollo que ade-
sideración el precio elevado de este tipo de ali- más produce un perfeccionamiento morfológico
mentos se comprenderá lo fácilmente que pue- y funcional y por ende psíquico y social. Juz-
de ser el que un adolescente se encuentre en gúese la importancia que puede llegar a tener
situación deficitaria proteica más o menos la- en una época que como la adolescencia todo
tente. está en formación y ha iniciado un proceso que
culminará con las definitivas características del
Decimos un litro de leche diario porque ello estado adulto. Sus posibilidades parecen inmen-
aporta suficiente cantidad de calcio, tan necesa- sas. Y de todos los medios con que cuenta la
rio para la correcta osificación y tan importan- educación física es el deporte el más idóneo y
te en los fenómenos de la contracción muscu- también el que más agradablemente es acepta-
lar. A este tenor debe incluirse en la dieta una do por el joven. Un deporte llevado, natural-
cantidad de vitamina D no inferior a las 400 u. mente, con prudencia y ajustado a las posibili-
y con un máximo de unas 1.000 u. diarias. Ade- dades de cada individuo y con arreglo a las nor-
cuadas cantidades de vitaminas del complejo B mas expuestas.
son necesarias incluir en la dieta. En las ado- El deporte es aceptado favorablemente por
lescentes hay mayores requerimientos de Fe. y los adolescentes porque como el juego es una
ello deberá conocerse al plantear un tipo de actividad placentera. Esta actividad placentera
dieta. del ser vivo es la última adquisición filogénica.
Como el adolescente tiende a un mayor con- El juego como tal sólo se observa en los mamí-
sumo de hidratos de carbono y grasas habrá que feros y en mayor grado cuando es su elevación
sumo de hidratos de carbono y grasas habrá que en la escala zoológica. El hombre no sólo juega
procurar relacionar la ingestión de estos con su sino que crea juego. De ello el deporte es una
actividad deportiva y género de trabajo a fin manifiesta demostración.
de no incrementar su panículo adiposo y fo- Esta característica de actividad placentera
mentar la obesidad, tan corriente en la mujer que tiene el deporte y que constituye su prin-
española. cipal atractivo para los jóvenes no debe malo-
En la adolescencia hay necesidad de descan- grarse Con su imposición como si fuese una
so nocturno y por tanto de sueño mayor que asignatura más. Al contrario, debe fomentarse
en el adulto y si este no es suficiente la recu- con una enseñanza adecuada para hacer cono-
peración de la fatiga causada por el ejercicio cer los beneficios que su práctica comporta
diurno no se produce. Por otro lado el joven para el organismo en todos sus aspectos.
no resiste la prolongado de períodos de inacti- El afán competititivo del joven y también la
vidad y no puede permanecer en actitud seden- satisfacción que tiene al mostrar su forma o
taria o de reposo durante mucho rato. Al dis- su capacidad física son también acicates para
tribuir el horario de trabajo o estudios, depor- su práctica.
te Y entrenamieto y reposo hay que tener en Pero esta práctica deportiva ha de hacerse
cuenta estas circunstancias. Se requiere pues de un modo racional y sin caer en el abuso.
una sabia coordinación de los períodos diarios Un deporte practicado en una edad para el
dedicados a sus actividades con el reposo y el cual no se es apto, un entrenamiento que no
18?

tenga en cuenta la labilidad del m a t e r i a l con están los a r r a n c a m i e n t o s epifisarios, las epifisi-
que se trabaja puede p r o d u c i r daños anatómi- tis vertebrales, los arrancamientos de espinas
cos o funcionales y de rebote u n impacto psí- ilíaca anterior y superior o inferior, etc.
quico de consecuencias i r r e p a r a b l e s . Como el P a r a contrarrestar estos efectos del d e p o r t e ,
adolescente tiende m u c h a s veces a la exagera- tiene el joven adolescente u n a capacidad de
ción, deberá velarse p a r a que no caiga en u n adaptacicón como no tiene parangón en ningu-
abuso que luego le sea c o n t r a p r o d u c e n t e . Un na otra edad, consecuencia de la reciente crea-
deporte practicado p r e m a t u r a m e n t e , como la ción de su masa orgánica y de la fina sensibi-
halterofilia, conducen a una hipertrofia muscu- lidad de sus mecanismos nerviosos reguladores.
lar excesiva que ocasiona una osificación pre- En la vida corriente la frecuencia de acciden-
coz y p o r tanto u n a detención del crecimiento tes en los jóvenes deportistas es s i e m p r e me-
y acortamiento de la talla. El mismo efecto nor. Parece como si h u b i e r a una compensación
pueden p r o d u c i r la repetición excesiva de los por p a r t e de la naturaleza. En realidad lo que
ejercicios de e n t r e n a m i e n t o o su duración pro- ocurre es que el d e p o r t e facilita la creación de
longada. P o r otro lado la fragilidad de su apa- automatismos y de mecanismos de defensa p a r a
rato ligamentoso y óseo hace que la facilidad evitar posibles lesiones. R a r a m e n t e u n patina-
a las luxaciones y subluxaciones sea m a y o r y dor o un j u g a d o r de hockey sobre ruedas en la
que deba tener cuidadosa vigilancia de su apa- vida corriente al resbalar por una escalera dará
rato locomotor. de nuca con los escalones. Sabrá ladearse a
No es infrecuente la producción de lesiones tiempo y disminuirá a u t o m á t i c a m e n t e los efec-
por osteomalacia de los huesos del tarso p o r tos de la caída. P o r el contrario, es u n hecho
los m i c r o t r a u m a s repetidos. La osteopatía diná- común en la práctica médica la observación de
mica de los metatarsianos descrita por CABOT fracturas gravísimas en caídas leves, p r o d u c i d a s
son más frecuentes en la edad adulta, pero ha por torpeza de la persona en su reacción de-
de tenerse presente, así como la observación de fensiva. Cuando esto ocurre en u n adolescente
posibles defectos de la estática y dinámica del es casi seguro que no practica el deporte en
pie, como son el pie plano o el pie varo o valgo. ninguna de sus facetas.
La i m p o r t a n c i a de estas lesiones por sí mis- F r e n t e a los posibles perjuicios que p u e d a
mas no es m u y grande, pero sí la apreciación ocasionar el deporte, fruto más de su incorrec-
que el sujeto hace de la? mismas o su familia, ta aplicación que del mismo deporte, los bene-
que no siempre ve con gusto la práctica de los ficios son tan grandes que no debería existir,
deportes por los jóvenes y espera cualquier con- como de hecho no debiera existir p u e b l o sin
tratiempo p a r a hacerles desistir de esta activi- escuela, jioblación alguna donde no se contase
dad. con comjilejos deportivos destinados a la ado-
Hay que evitar por motivos parecidos el reali- lescencia, con personal a p r o p i a d o . Aquí la co-
zar esfuerzos excesivos que produzcan fatiga. laboración entre médicos, pedagogos y entrena-
La reiteración de esta desagradable sensación, dores es esencial.
puede ser causa de que el joven abandone su El deporte en la adolescencia debe ser to-
práctica. mado como p a r t e integrante de su educación
Por el mismo concepto conviene que en de- total y no debe ser causa del a b a n d o n o de sus
terminados deportes, como el ciclismo, por estudios o de su trabajo, como es el caso de
ejemplo, no se realicen con afán competitivo. algún p a d r e , famoso deportista en su j u v e n t u d ,
El afán competitivo puede hacer que el ado- que no h a y a querido que sus hijos p r a c t i q u e n
lescente supervalore sus reales posibilidades físi- el deporte, por reconocer que sus actuaciones
cas y se produzca un sobreesfuerzo perjudicial deportivas fueran causa de una formación téc-
para su sistema cardiovascular, que como ya nica deficitaria posterior.
vimos antes ya tiene suficiente ocupación con El deporte tiene un influjo somático n o t a b l e ,
las nuevas d e m a n d a s que la adolescencia le como hemos ido viendo, pero también propor-
comporta. Es común la observación de adoles- ciona u n aumento de las facultades mentales y
centes que tras una carrera de 500 metros pre- morales. Se ha dicho que dobla la cultura y el
sentan u n a taquicardia de 200 pulsaciones por autodominio de joven. Ese «self-gouverment»
minuto. de los ingleses que les h a dado su especial con-
Otra consideración merecen la producción de ducta y que fue causa de su vasto i m p e r i o co-
accidentes en el curso del mismo, m u c h a s veces lonial.
evitables. Las fracturas y luxaciones son posi- Si el deporte es una salvaguarda p a r a las ten-
bles en toda práctica dei)ortiva y más en u n a taciones de toda índole (en m a y o r grado a los
edad que no es la prudencia su más precisa adolescentes de las clases pudientes, más des-
característica. Como lesión típica de esta época o c u p a d o s ) . En el joven deportista las transgre-
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siones sexuales, y las toxicomanías, de las que caciones de los aparatos circulatorio y respira-
el abuso del alcohol y el tabaco no son nada torio. No exigen una intensidad nerviosa gran-
al lado de los efectos de los modernos alucinó- de pues e realizan por fenómenos de automatis-
genos, son muchísimo menos frecuentes. Incluso mo. Por tanto son aptos para todas las edades
en pro de la mejor práctica y efectividad del y por ello, para los adolescentes. Su peligro está
deporte nos encorttramos con jóvenes que ver- en el abuso. Un exceso de ejercicio, caminatas
daderamente podríamos decir que son unos ver- demasiado largas, que ocasiona una ausencia del
daderos ascetas, de los que sólo se diferencian período de recuperación, lo cual lleva a una
en razón de su distinta finalidad. fatiga excesiva e incluso al agotamiento. Este
Kl deporte no crea únicamente buenos anima- hecho se da en adolescentes que trabajan toda
les en el sentido de EMERSON o forma una na- la semana y pasan el sábado y el domingo vir-
ción de buenos animales, en el concepto de tualmente caminando. No es raro que se encuen-
HERBERT y SPENCER. El deporte crea ver- tren agotados el lunes y explica su absentismo
daderos hombres. Desde este punto de vista su en este día. En algunos casos sería también
papel moralizador es inmenso. causa de los accidentes laborales que se pre-
sentan con mayor frecuencia después de los días
Hablo siempre del deporte practicado por la festivos.
adolescencia sin fines exclusivamente competiti-
vos o con carácter profesional. No del «deporte- Entre los deportes en que predominan los
teatro». Tomado en su faceta psicológica vemos ejercicios de velocidad están principalmente la
que el deporte proporciona al adolescente una carrera, el salto, el patinaje y en general todos
cantidad de frustración y le ofrece al mismo los juegos deportivos como el hockey sobre rue-
tiempo oportunidades para crear tensión y dar das o hielo, el fútbol, baoncesto, balón mano,
lugar al desarrollo de energía y liberación del tenis, ping-pong, etc., si bien en estos no puede
impulso agresivo. Exactamente como después le decirse que se empleen exclusivamente este tipo
va a ocurrir en su desenvolvimiento en la so- de ejercicio sino que son una mezcla de ejerci-
ciedad, en su fase adulta. Le proporciona un cios de velocidad, resistencia, destreza y habili-
balance óptimo entre sus necesidades y las tra- dad. Fisiológicamente ponen en acción, estimu-
bas para que desarrolle sus facultades latentes. lan, las funciones cardiorrespiratorias de un
Difícilmente se podría encontrar una práctica modo enérgico, ya que exigen un elevado apor-
que ofreciera al joven unas posibilidades de me- te de oxígeno al músculo, lo cual requiere una
joramiento psicológico tan eficientes. intensa estimulación del corazón a fin de poner
Por último considerado en su aspecto social en circulación y llegue a la fibra muscular el
la actividad deportiva despierta conciencia de oxígeno absorbido en los pulmones. El esfuerzo
equipo, allana desniveles sociales, religiosos o muscular no es intenso y hay un gran derroche
políticos y contribuye en alto grado a la inte- de energía nerviosa por requerir una gran finu-
gración del individuo en la sociedad por el co- ra las alternativas sucesivas de la contracción
nocimiento que da de su dependencia con los muscular. Son notablemente ventajosos para
demás. todos los adolescentes siempre que se regulen
las condiciones en que se efectúen, en intensi-
dad, en duración y tamaño de los útiles em-
pleados, de acuerdo con la edad real de los ado-
DEPORTES QUE PUEDE PRACTICAR lescentes, como ocurre por ejemplo con el mi-
EL ADOLESCENTE nibasquet.

Vistos y examinados a grandes rasgos los efec- Los deportes en los que predominan los ejer-
tos de los deportes en general, veamos ahora cicios de fuerza, especialmente el levantamien-
cuáles son los más apropiados y los que se pue- to de peso, están contraindicados. En ellos se
den practicar sin perjuicio de los adolescentes. pone en juego todo el aparato muscular y los
En líneas generales los clasificaremos, como órganos de fijación, produciendo una contrac-
es sabido, de acuerdo con el tipo de ejercicio ción breve pero intensa. A causa de la deficien-
que predomine (resistencia, velocidad, fuerza o te maduración ósea del joven puede produ-
destreza). cir desprendimientos epifisarios principalmente.
Mas no es éste, con ser importante, su princi-
Los deportes en los que predomina los ejer- pal inconveniente, sino la hipertrofia muscular
cicios de resistencia son fundamentalmente la que producen y que como hemos visto puede
marcha, el excursionismo, el ciclismo sin com- ser causa de menor talla.
petición. En ellos la energía y la frecuencia de
las contracciones es pequeña y se realizan dé Los deportes que predominan los ejercicios
un modo sostenido. No causan grandes modifi- de destreza, como el tiro en todas sus modali-
189
dades (pistola, escopeta, arco, etc.), necesitan CONCLUSIONES F I N A L E S
de un gran e n t r e n a m i e n t o neuromuscular. Hay
una gran participación del sistema nervioso con La actividad deportiva como p a r t e p r i n c i p a l
gran gasto de energía y poca exigencia de fuer- que es de una educación completa, se manifies-
za y de resistencia. Son aptos p a r a todas las ta como un factor decisivo en la formación del
edades. P u e d e n ser empleados p o r los adoles- adolescente, considerado en su triple aspecto so-
centes. Su m a y o r peligro está en los accidentes mático, psíquico y social. P e r o además no sólo
que suelen ocasionarse p o r la i m p r u d e n c i a de lo forma, sino que también lo pone a prueba.
los jóvenes. Al p l a n t e a r la conveniencia de una práctica
Esta clasificación no deja de ser un poco ar- deportiva nos debemos b a s a r :
tificial, pues en cada uno de ellos p a r t i c i p a n (Hay que tener en cuenta que estos datos
todas las clases de ejercicios, diferenciándose en tienen más valor cuanto más t e m p r a n a es la
el grado de intensidad de su aplicación, prin- edad del adolescente).
cipalmente. La edad real del adolescente que no siempre
Esto es lo que ocurre con la natación, de- coincide con la cronológica.
porte en el que se combinan y dosifican todos
ha diferenciación sexual, incipiente al prin-
estos ejercicios y que por desarrollarse en u n
cipio y luego completa al final de la adolescen-
medio de las características del agua le da u n a
cia con la m a d u r a c i ó n de los órganos sexuales.
gran suavidad a los movimientos y p o r la po-
La constante variación del adolescente, sobre
sición horizontal una m a y o r facilidad. Todo
todo en su psiquismo, que hace que se vaya
esto unido a la m a y o r flotabilidad, p o r la me-
diferenciando de sí mismo de día en día.
nor densidad del adolescente, hacen que este
deporte sea uno de los más aptos, sino el que Las necesidades alimenticias que, a p a r t e del
más, p a r a la práctica de la adolescencia. consumo de alimentos que el d e p o r t e requiera
No debería existir institución docente que no en cada caso, necesita u n m a y o r a p o r t e de prO'
tuviera aneja una piscina o p a r t i c i p a r a de su teínas, calcio y vitaminas y, en la joven, de
uso en común con otros centros docentes o la- hierro.
borales. La personalidad del adolescente, estudiando
El hockey sobre ruedas o sobre hielo, donde en p a r t i c u l a r :
sea posible, es otro de los deportes por los que Su capacidad física real, en desarrollo cons-
los jóvenes sienten gran predilección y resultan tante y favorablemente influida p o r u n a sana
convenientes, como t a m b i é n el baloncesto y el educación física, en este caso una adecuada ac-
balonmano. tividad deportiva.
Pero todos estos deportes y en general toda Su inestabilidad psíquica, sobre todo emocio-
la actividad deportiva j a m á s en el adolescente nal, que le hace reaccionar e x a g e r a d a m e n t e , tan-
han de hacerse con finalidad profesional o ab- to en el trabajo como en el reposo.
solutamente competitiva. Si en alguna edad h a Su especial habilidad p a r a la práctica de los
de practicarse el d e p o r t e p o r el deporte, es en deportes, a la que u n e una gran facilidad de
la adolescencia. aprendizaje, de la técnica y táctica deportivas.
A este respecto debemos considerar en la ado- Conociendo estos datos p o d r e m o s seleccionar
lescencia dos períodos (con la salvedad antes los deportes más aptos p a r a los jóvenes.
mencionada de lo difícil que es precisar la edad La aceptación del deporte por p a r t e del ado-
real en relación con la cronológica). Un perío- lescente es otro factor de iinportancia, para
do comprendido entre los 10 ó 12 años hasta ello hay que p r o c u r a r su aceptación voluntaria
los 14 ó 16 y otros desde estas edades hasta y su cordial colaboración. A esto podemos con-
el fin de la adolescencia. En el p r i m e r período tribuir :
es donde más se h a de e x t r e m a r la vigilancia No tratando de imponerlo p o r medios coer-
por parte del médico y es donde sistemática- citivos, si lo considera como u n trabajo o u n a
mente debe evitarse todo afán competitivo que asignatura, dejará de practicarlo en cuanto ten-
pueda pasar las fronteras locales. En el segun- ga ocasión de ello.
do período es tolerable se añada para dar una
Aprovechar el que su práctica sea una acti-
estimulación mayor, u n cierto grado de espíritu
vidad placentera p a r a alternarlo inteligentemen-
competitivo.
te con los estudios o trabajos, dándoles p o r
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un lado descanso y orientando por olro, sus así es posible amenizar sus prácticas con la
ratos de ocio. audición de los discos preferidos.
Hacérselo desear intelectivamente, instruyén- Aumentar prudentemente la intensidad del
dole en materia de deportes sobre las ventajas esfuerzo y su duración, teniendo en cuenta que
que comporta para su persona, así como de la su capacidad aumenta no sólo por la actividad
conveniencia de practicar ejercicios complemen- física, sino por su desarrollo espontáneo en vir-
tarios que perfeccionen su eficiencia deportiva, tud del paso del tiempo.
desarrollen facultades o corrijan posibles efec- Pero el deportista adolescente requiere más
tos secundarios nocivos. que ningún otro un reconocimiento previo mi'
nudoso y una vigilancia constante mediante fre-
Evitar el sobreesfuerzo que causa innecesaria
cuentes controles, que detecten cualqpiier alte-
fatiga, intercalando íiábilmente las necesarias
ración patológica, si es posible antes de que ten-
pausas, que en este caso son fundamentales para
gan una traducción clínica manifiesta. La talla
una buena recuperación. No hay que olvidar
y el peso son datos que cobran en esta edad su
que cuando un adolescente practica un deporte
principal valor, además de las pruebas que se
se entrega a ello como en ninguna edad y pone
hacen a cualquier tipo de deportista.
toda su voluntad, ocasionándole un gran derro-
che de energía. Practicado el deporte teniendo en cuenta estas
uormas, será posible esa mejora global de la
Procurar que se realice en condiciones am- juventud de nuestro país, que todos deseamos
bientales adecuadas, sobre todo, cuando de lo- y que en su día nos permita tener una «élite»
cales se refiera, tengan las condiciones higiénico- de deportistas con categoría internaional.
sanitarias precisas. «Sin una correcta práctica deportiva en la
Crear un ambiente agradable y favorable. En adolescencia difícilmente conseguiremos depor-
los entrenamientos esto es muy importante y tistas adultos de primera clase».
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