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Redacción

16 de octubre 2019

Éste es el riesgo de tomar paracetamol durante el embarazo

El paracetamol es uno de las pocos fármacos considerados "seguros" durante el embarazo. De


hecho, la gran mayoría de los antibióticos están contraindicados, y no es aconsejable tomar
analgésicos antiinflamatorios ni tampoco opioides; incluso el famoso Nolotil o Metamizol se
usa solo en casos determinados si no hay más opciones.

Sin embargo, un nuevo trabajo publicado en la revista Paediatric & Perinatal


Epidemiology sugiere que la toma de paracetamol durante el embarazo podría no ser tan
inocua como se suele pensar. Según los investigadores, existiría una relación entre la toma de
este analgésico por parte de las futuras madres y los problemas conductuales en los futuros
hijos.

Actualmente el paracetamol es considerado el analgésico más popular del mundo, y el único


seguro durante el embarazo. Sin embargo, no son pocos los estudios que han vinculado su
consumo con problemas en el desarrollo de los futuros neonatos, relacionando la toma de
paracetamol por parte de mujeres embarazadas con patologías como el asma, la infertilidad o
el autismo en los futuros hijos.

En este caso, los investigadores de la Universidad de Bristol analizaron datos de 14.000 niños


de entre seis meses y 11 años gracias a la información de un cuestionario y datos del estudio
de Bristol. Se analizaron pruebas de memoria, cociente intelectural, carácter y
comportamiento de los jóvenes. Asimismo, se compararon estos datos con la frecuencia de
toma de paracetamol en las futuras madres entre las 18 y las 32 semanas del embarazo.

Según el estudio, existiría una "correlación" entre la toma de paracetamol y los problemas de


comportamiento de los niños, incluyendo hiperactividad y trastorno de déficit de atención.

Los investigadores afirman que los efectos eran más consistentes cuando los niños cumplían
los tres años de edad, pero disminuían cuando estos finalizaban la escuela primaria. Además,
los niños parecían ser más susceptibles que las niñas a los posibles efectos de este fármaco.

Por ello, este estudio argumenta la necesidad de aumentar las advertencias respecto a la toma
de paracetamol durante el embarazo, usando la dosis más baja posible y durante el menor
tiempo posible. Según Jean Golding, autora principal del estudio, sus hallazgos se sumarían a
otros tantos estudios que advierten sobre los posibles efectos adversos del paracetamol
durante el embarazo, reforzando los consejos de cautela respecto a su toma, solo cuando sea
necesario.

Aunque, por otro lado, otros expertos recuerdan que las infecciones y las inflamaciones
durante el embarazo también provocan efectos negativos en el cerebro fetal. Se trataría de
situaciones donde la toma de paracetamol sí estaría indicada, y podría tratarse de un factor de
confusión: que las inflamaciones o infecciones sean realmente la causa de los problemas de
comportamiento, y no el paracetamol como tal.

Aún así, los investigadores recuerdan que será necesaria más investigación al respecto para
poder asegurar que el paracetamol causa dichas anomalías, pues el estudio no pudo asegurar
una verdadera relación causal entre el paracetamol y estos problemas de comportamiento.
Disponible en : https://www.elespanol.com/ciencia/salud/20190916/riesgo-tomar-
paracetamol-embarazo/429707238_0.amp.html
Redacción
Lunes, 18 de Marzo de 2019
Farmacología
Dos nuevos antibióticos muy prometedores para hacer frente a bacterias
multirresistentes
Uno de los mayores problemas que enfrenta la salud pública a nivel mundial en la
actualidad es la resistencia a los antibióticos. En el entorno europeo, se estima que
mueren al año cerca de 33.000 personas por infecciones resistentes a los antibióticos,
como las originadas por ‘Acinetobacter baumannii’ o ‘Pseudomonas aeruginosa’,
declarados como objetivos prioritarios por la OMS. Desarrollar nuevos antibióticos
capaces de hacer frente a estos peligrosos microorganismos es un asunto crítico que la
comunidad científica está afrontando.

Un equipo interdisciplinar de investigadores del Instituto de Biología y Genética


Molecular (IBGM), centro mixto de la Universidad de Valladolid y el CSIC (España), la
Universidad de Tubinga (Alemania), biotecnólogos eslovenos y el Hospital
Universitario Marqués de Valdecilla de Santander (España), ha comprobado el potencial
de la gentamicina C1a y la apramicina como nuevos antibióticos. El trabajo se ha
publicado en la revista ‘Scientific Reports’.

Los investigadores estudiaron una amplia muestra de antibióticos aminoglucósidos


(AGs), unos agentes antibacterianos muy eficaces pero con importantes efectos
secundarios, ya que producen serios daños sobre todo a nivel de riñón y oído. “Aunque
un posible fallo renal es una preocupación muy seria para los médicos, la nefrotoxicidad
es a menudo reversible. Por el contrario, la ototoxicidad es irreversible: las células
ciliadas del oído interno, dañadas por estos antibióticos, no se recuperan ni son
reemplazadas por nuevas, con la consiguiente pérdida de audición, posibles problemas
de vértigo, pérdida de equilibrio, etc.”, explica a DiCYT una de las responsables del
equipo, la investigadora del IBGM María Beatriz Durán.

Por este motivo, en los años 70 los antibióticos aminoglucósidos fueron sustituidos por
otros más seguros, las fluoroquinolonas. Sin embargo, con el aumento en el número de
infecciones bacterianas resistentes a las fluoroquinolonas y la escasez de nuevos
antibióticos, los AGs “forman parte de la última defensa contra este tipo de infecciones
muy peligrosas, causantes de neumonía, peritonitis o sepsis”.
“Estos antibióticos presentan unas propiedades farmacocinéticas muy favorables para su
uso y administración, por ejemplo, su solubilidad en agua, y son eficaces contra un
amplio espectro de patógenos. Su producción es de bajo coste, de ahí que se utilicen tan
frecuentemente en países en vías de desarrollo, que consecuentemente presentan altos
índices de problemas de audición”, precisa Durán.

Así, el equipo de investigadores, especializado en el estudio del oído interno, se puso a


trabajar en la búsqueda de antibióticos aminoglicósidos capaces de eliminar estos
patógenos pero con toxicidad reducida.

Como detalla Durán, seleccionaron aquellos más eficaces para matar bacterias
multiresistentes a concentraciones lo más bajas posibles y, en paralelo, analizaron
cuáles no eran tóxicos para dos líneas de células de ratón que representan tipos celulares
similares a las células ciliadas del oído, que son las dañadas tras la aplicación de
antibióticos aminoglucósidos y cuya pérdida conduce a problemas de audición.

Los que resultaron no tóxicos o poco tóxicos se probaron en tejido obtenido de la cóclea
-el órgano del oído interno donde reside el sentido de la audición- de ratones.
Finalmente, seleccionaron algunos antibióticos que demostraron ser eficaces contra el
panel de patógenos y de baja toxicidad sobre las células ciliadas, para probarlos ‘in
vivo’ en cobayas.

El equipo observó que, a concentraciones de AGs en las que los parámetros que se
estudian normalmente al evaluar la capacidad auditiva estaban bien, había otro tipo de
daño. “Las células ciliadas estaban allí, pero lo que estaba dañado era la comunicación
de las células ciliadas internas, con las neuronas auditivas, que son las que llevan la
señal auditiva desde la cóclea hacia el cerebro”, apunta la científica. Este hecho,
subraya, debe tenerse en cuenta a la hora de evaluar la posible ototoxicidad de
substancias que se administran a pacientes en los hospitales, como los antibióticos
aminoglucósidos.

De la muestra de antibióticos estudiados, identificaron la gentamicina C1a y la


apramicina como los dos más prometedores para llevar a la clínica. No obstante, la
intención del grupo es realizar estudios futuros de nefrotoxicidad con estos antibióticos.

Este trabajo forma parte de un amplio estudio internacional de antibióticos


aminoglucósidos. “Se ha establecido una gran colaboración entre laboratorios de
distinta ‘expertise’ a nivel internacional. El trabajo es fruto del interés de estos grupos
de aunar sus líneas de trabajo, en un esfuerzo por llevar sus estudios de un plano de
investigación básica hacia una aplicación terapéutica, llegar a un punto en el que el
paciente se beneficie directamente de la investigación. Por supuesto, este no es un
objetivo a corto plazo, pero es muy importante que existan colaboraciones de este tipo,
multidisciplinares, donde los distintos grupos trabajen en una misma dirección e
interactúan favoreciendo el trabajo de sus colaboradores”, concluye la investigadora. 

Disponible en: https://noticiasdelaciencia.com/art/31939/dos-nuevos-antibioticos-muy-


prometedores-para-hacer-frente-a-bacterias-multirresistentes

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