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el primogénito de una familia de nueve hijos, sus padres se llamaban Tita Arvizu e Isaac

Piña. Diversos integrantes de su familia interpretaron instrumentos musicales. El nombre


de Celso fue elegido por su abuelo.7
Durante su niñez y juventud tuvo diferentes empleos como empleado en una tortillería,
pintor, ayudante en talleres, instalador de alfombras, entre otros. Por entonces escuchó a
grupos como The Beatles y The Rolling Stones y música norteña como la de Los Alegres
de Terán y Antonio Tanguma.8
A mediados de los años 80 en las zonas del Cerro de la Campana y el Cerro de Loma
Larga se vivía un movimiento de cumbia callera, una cultura urbana basada en la reunión
de jóvenes para la escucha de ritmos colombianos como la cumbia y
el vallenato popularizados por la realización de bailes de cintas, es decir, bailes públicos
con música grabada en casetes y discos de vinilo.3 Algunas de estas canciones
comenzaron a ser reproducidas a un tiempo más lento —luego de un accidente en una
fiesta— dando como resultado la variante local llamada cumbia rebajada.9 Tal fusión de
ritmos y la estética de lo chicano y lo cholo originaría años después la subcultura
urbana cholombiana.10
Celso Piña inició sus primeros pasos en la música interpretando música tropical en el
grupo de Ramón "El Gordo" Morales, Los Jarax. Los ritmos y las canciones que
interpretaba este grupo no lo convencieron. En esta agrupación tocó las maracas, aunque
su deseo era tocar el acordeón.
Dada la popularidad que se vivía en La Campana por los ritmos colombianos y la rebajada,
Celso Piña deseaba tocar otro estilo musical. Escuchó por un amigo de la Colonia
Independencia y por los bailes de cintas a Aníbal Velásquez Hurtado y Alfredo
Gutiérrez y Los Corraleros de Majagual.11 En 1980 recibió de su padre su primer acordeón,
remendado por éste, lo que le permitió introducirse de lleno en la interpretación de música
colombiana con largas horas de ensayo y esfuerzo. Celso Piña fue un autodidacta del
acordeón puesto que no asistió a ninguna escuela de música, y solo con base en tocar y
ensayar una y otra vez fue que formó su propio estilo. Para esta zona, donde vivió mucho
tiempo, Celso compondría una cumbia llamada Mi Colonia Independencia. Un segundo
acordeón fue comprado por su padre y modificado por este mismo para que Celso
obtuviera el sonido deseado. Su padre también fabricó de manera artesanal los
instrumentos colombianos c

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