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¿Cómo vivían los iberos?

Los iberos mantuvieron cierta cohesión cultural entre los


siglos VI y II a. C., pero a partir de la conquista romana
perdieron su identidad, costumbres, idioma y escritura
para romanizarse.

El oppidum de Puente Tablas, en Jaén, es un importante


yacimiento ibero. (iberos oppidum Puente Tablas) VER GALERÍA
JUAN ESLAVA GALÁN
04/09/2019 07:00

¿Qué se sabe de los iberos antes de que se diluyesen culturalmente en la


Hispania romana? No nos dejaron ninguna crónica que narrara su historia, de
modo que solo el legado arqueológico resta para extraer conclusiones sobre su
identidad y su modo de vida. Sabemos que los iberos no constituían una
unidad política o cultural coherente. Había al menos una docena de pueblos o
tribus bien caracterizados que podrían denominarse ibéricos para distinguirlos
de los celtíberos (pueblos de la meseta y el interior, de origen indoeuropeo o
céltico) y de los celtas, en el norte. Antiguas teorías especularon sobre sus
raíces asiáticas o africanas, pero hoy se considera que los antepasados de los
iberos eran autóctonos de la península, cuyos aspectos culturales
evolucionaron con el paso del tiempo.

1 Sus poblados

Los poblados ibéricos no se diferencian mucho en su urbanismo de los


pueblos mediterráneos actuales. Calles no muy anchas y más o menos rectas
adaptándose a la configuración del terreno y cruzadas por alguna transversal
menos importante. No hay edificios privados o públicos que destaquen sobre
la medianía general.

La arquitectura ibera es elemental, sin grandes edificios de uso colectivo,


aunque presenta cierto orden jerárquico: las viviendas más estructuradas
ocupan la zona más noble; la parte artesanal (herrerías, carpinterías,
esparterías...) se sitúa en el lugar más conveniente para atenuar las molestias
que acarrea.

2 Sus casas

La vivienda ibera es generalmente de reducidas dimensiones, alrededor de 25


m2. Suele constar de una sola planta. Casi todas las casas cuentan con una
habitación central, alguna secundaria y un patio.
Falcata y otros elementos iberos. (TERCEROS)AMPLIAR
El hogar es el punto donde arde el fuego que sirve para cocinar e iluminar la
estancia. Suele emplazarse en el centro de la habitación
cuadrangular, marcado por una solera de tierra apisonada o de piedra.

3 La forma de vestir

Los iberos vestían con sencillez y comodidad. Usaban una túnica de lino con
mangas hasta medio brazo, la de las mujeres hasta los pies y la de los hombres
hasta las rodillas, decorada con cenefas pintadas y bordados y ceñida por un
cinturón.

Para combatir el frío se envolvían con una capa de lana (los romanos la
llamaron sagum). En ocasiones especiales, las mujeres se ponían una toca o
mantilla que se echaban por la cabeza sobre una especie de peineta, como la
que luce la Dama de Elche.
La Dama de Elche es la pieza más conocida del arte ibero. (TERCEROS)AMPLIAR
4 Los cultivos

En las llanuras fluviales los iberos cultivan cereales y leguminosas; en los


montes apacientan sus rebaños. Solo roturan las llanuras cercanas a los
poblados. El resto del paisaje lo señorea el bosque. A partir del s. V a. C. las
técnicas de cultivo mejoran con la incorporación del arado de reja metálica
tirado por bueyes o mulos.

Solo cuando los animales son viejos e

improductivos, o excedentes de rebaño, los


sacrifican para aprovechar la carne, las pieles y

los cuernos.
Los iberos suelen sembrar alternativamente cereales (cebada, trigo) y
leguminosas (habas, lentejas). De esta manera se permite la recuperación del
campo sin necesidad del barbecho. Suelen combinar el trigo desnudo y la
cebada vestida, pero también conocen cereales como el mijo y la avena.

5 El tipo de ganadería

La ganadería ibera es la propia de un país mediterráneo. Tienen caballos,


mulos, asnos, ovejas, vacas, cerdos y gallinas. Aprecian los animales que
proporcionan productos secundarios (leche, lana, estiércol, fuerza de trabajo),
y solo cuando son viejos e improductivos, o excedentes de rebaño, los
sacrifican para aprovechar la carne, las pieles y los cuernos.

6 La religión

Tenemos escasas noticias de la religión de los iberos, pero se deduce que


adoraron a la Diosa Madre como el resto de los pueblos mediterráneos y que,
llegado el caso, la asociaron fácilmente a sus equivalentes griegas, fenicias,
púnicas y romanas. Los templos más antiguos constaban probablemente de
una sala rectangular con un betilo en un extremo.
Diferentes exvotos iberos. (TERCEROS)AMPLIAR
El betilo es una piedra a veces esférica, otras en forma de columna, acaso
rematada en un capitel. Es posible que desde antes de los iberos se adoraran
piedras sagradas en la península. Los santuarios eran lugares de culto y
peregrinación, como luego lo han sido los cristianos de Roma, Jerusalén
o Santiago.

También eran centros de reunión de tribus, territorio sagrado comunal, bajo el


amparo de los dioses. Es probable que en los santuarios se lograran acuerdos
de índole política. No parece casual que algunos como, por ejemplo, el de La
Encarnación (Caravaca, Murcia) estén emplazados en los límites entre dos
poblados, en lo que podría considerarse tierra de nadie.

7 Su dieta

Hay que suponer que en la base de la alimentación figuraban los cereales


cocidos o molidos como harina. Inicialmente debían de comer gachas de
harina (como casi todos los pueblos de la Antigüedad) y más adelante pan. En
cuanto a la carne, aparte del ganado sacrificado, en casi todos los bosques
proliferaban los ciervos y los jabalíes, además de conejos y perdices.

Durante siglos el garum fue imprescindible en

las mesas más exigentes, pero no sobrevivió a

la caída del Imperio romano.


El garum, por su parte, fue una salsa ibérica, una especie de pasta de anchoas
más o menos líquida, que alcanzó fama en la cocina internacional. Durante
siglos fue imprescindible en las mesas más exigentes, pero no sobrevivió a la
caída del Imperio romano y fue paulatinamente sustituido por la pimienta y
otras especias.

8 ¿Lengua ibera?

Los distintos pueblos ibéricos, desde el sur de Francia hasta el Algarve


portugués, no hablaban un idioma común, sino una serie de dialectos más o
menos emparentados y de difícil interpretación. Los tartesios y los iberos
levantinos hablaban lenguas preindoeuropeas. Para terminar de confundir,
estos idiomas se expresan en distintos sistemas de escritura.

Tumba en la localidad turolense de Azaila. Vía Creative Commons.


(TERCEROS)AMPLIAR
La tartésica se refleja en numerosas lápidas del Algarve, Extremadura y el
bajo Guadalquivir, y se usó desde el siglo VIII a. C. La meridional abarca el
alto Guadalquivir, Andalucía oriental y el sudeste y se usa desde el siglo IV a.
C. Otra escritura levantina se usó de Levante al sur de Francia desde el s. V a.
C. La levantina se escribe de izquierda a derecha y la meridional al contrario.

El historiador granadino Manuel Gómez Moreno, hacia 1920, relacionó el


alfabeto ibérico con el silabario chipriota, una variante del alfabeto fenicio, y
consiguió identificar el sonido de sus letras, aunque seguimos sin conocer el
significado de las palabras. Por desgracia, los cientos de inscripciones ibéricas
descubiertas, casi todas excesivamente cortas, no constituyen un cuerpo
suficiente para establecer un vocabulario y una gramática del ibero.

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