Está en la página 1de 11

Autonomía y Derechos Humanos de las Mujeres

Módulo 4. Autonomía en la Toma de Decisiones y Derechos Políticos de las Mujeres

Tema 1. Autonomía en la toma de decisiones y derechos políticos de las mujeres

La autonomía de las mujeres en la toma de decisiones se refiere a que las mujeres pueden tomar
decisiones de manera libre e informada para participar en las decisiones de su comunidad y del
país, además de poder ocupar y ejercer cargos de representación pública y de toma de decisiones.
En ese sentido, este tipo de autonomía se vincula estrechamente con los derechos políticos de las
mujeres y es necesaria para que puedan gozar plenamente de todos sus derechos humanos.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), desarrollar la
autonomía de la toma de decisiones, en conjunto con la autonomía física y la económica, es la
base primordial sobre la cual pueden cumplirse y ejercerse efectivamente los derechos humanos
de las mujeres. Al contar con estas tres autonomías, las mujeres tienen acceso a lo siguiente:

Disfrutar de sus Ocupar cargos de Ser escuchadas y


derechos sexuales y poder y toma de representadas y/o
reproductivos decisiones representar a otras
mujeres en sus
comunidades y estados

Ejercer su derecho Acceso y disfrute de


a una vida libre sus derechos políticos,
de violencia y a la Tener seguridad social sin sufrir ningún
seguridad y libertad tipo de violencia o
personal coacción por ello

Contar con un
empleo en igualdad
Acceder a recursos de oportunidades
propios

Ejercicio de la autonomía física, económica y en la toma de decisiones de las mujeres

1
La autonomía en la toma de decisiones consiste en que
las mujeres puedan participar en procesos de toma de
decisiones en sus comunidades, así como en los distintos
niveles de gobierno en igualdad de condiciones y
oportunidades que los hombres.

Respecto a esta autonomía, la CEPAL (2016) hace hincapié en que ésta debe ser sensible
y ser acorde con las diversas situaciones que enfrentan las mujeres. “La autonomía de las
mujeres en la toma de decisiones debe concebirse desde una perspectiva interseccional que
permita comprender las dificultades que enfrentan las mujeres —dentro de su especificidad y
diversidad— para acceder a puestos de decisión y que reconozca su identidad plural” (p. 129).

En este sentido, atender a la interseccionalidad de la autonomía en la


toma de decisiones se refiere a que se debe considerar el mayor número
de intersecciones que atraviesan a una persona y pueden afectarla
de alguna manera para su pleno acceso y ejercicio de sus derechos
humanos: etnia, género, orientación sexual, alguna discapacidad,
lengua, identidad de género, nacionalidad, etcétera. Al identificarlas, se
debe buscar la manera de garantizar que se cumpla esa autonomía a
través de medidas diferenciadas que garanticen que todas las mujeres
accedan a sus derechos políticos y, en general, a sus derechos humanos.

La participación política de las mujeres muestra distintos niveles entre


los países de la región, así como entre distintos grupos de mujeres en
el interior de cada país. Las posibilidades de acceso a los espacios de
toma de decisiones (por elección popular o por designación) están
estrechamente vinculadas a la situación concreta de las personas.
Existen múltiples barreras adicionales que limitan las posibilidades de
acceso a una diversidad de mujeres que sufren discriminación: tienen
menos recursos, menos redes y habitualmente, debido a la carga del

1 La interseccionalidad es una herramienta analítica para estudiar, entender y responder a las maneras en que el género se cruza
con otras identidades y la manera en que estos cruces contribuyen a experiencias únicas de opresión y privilegio; por lo tanto,
el análisis interseccional tiene como objetivo revelar las variadas identidades, exponer los diferentes tipos de discriminación y
desventaja que se dan como consecuencia de la combinación de identidades que pueden afectar la autonomía en la toma de
decisiones.

2
cuidado, menos tiempo disponible. En este contexto, los bajos niveles de
representación de las mujeres afrodescendientes, indígenas o jóvenes,
entre otras, implican también que sus intereses y necesidades quedan
fuera de la agenda política o son abordados de forma marginal y con una
asignación de recursos insuficiente (CEPAL, 2016, p. 131)

(s. a.) (2016). Participación política de las mujeres [ilustración]. Tomada de https://pixabay.com/photo-1294991/

A lo largo de la historia, los derechos humanos de las mujeres han sido parte de una larga lucha
para la reivindicación y reconocimiento de éstas dentro de sus sociedades. En este sentido, los
derechos políticos de las mujeres han sido posibles para el reconocimiento de su ciudadanía y la
exigencia del ejercicio del derecho a votar y ser votadas, así como a su participación en la toma
de decisiones públicas, en un marco de igualdad de derechos y oportunidades.

Los derechos políticos permiten a las personas participar en la vida


política, constituir una relación entre las personas y el Estado, así
como participar de manera activa en la exigencia por la rendición
de cuentas. Los derechos políticos expresan las facultades que
poseen las personas para participar en la vida pública, así como la
posibilidad de configurar e incidir en el ejercicio del Estado, es decir,
tener acceso a las funciones públicas por medio de la participación
(ONU Mujeres, 2015, p. 9).

3
Cuando no se ejerce la autonomía en la toma de decisiones, se vulneran los siguientes derechos
humanos de las mujeres:

Derecho a la participación en la toma de


decisiones en condiciones de igualdad

Derecho a votar y ser votadas

Derecho a hacer peticiones públicas y la


obligación de los organismos públicos a
responder

Derecho a la toma de decisiones políticas de


sus comunidades o del país

Derecho a participar en los procesos de


formulación y seguimiento de las políticas
públicas

Derechos políticos de las mujeres

4
Un ejemplo de la vulneración en la autonomía de la toma de decisiones de las mujeres se puede
ver cuando a éstas se les amenaza o incluso violenta, ya sea de manera física, sexual o psicológica,
con el fin de hacerlas desistir de un cargo político al que pretendían postularse.

Frente a este escenario, es importante incorporar las necesidades y demandas de las mujeres y
sus contextos para hacer frente a los retos en el camino de la autonomía en la toma de decisiones,
específicamente en lo relacionado con la participación político-electoral. Al respecto, la CEPAL
señala: “El reducido grado de participación femenina en los procesos de adopción de decisiones
en aspectos gubernamentales y de políticas públicas es un déficit que no afecta sólo a las
mujeres activas en partidos políticos, sino que también incide en la calidad de la democracia y en
el vínculo de la ciudadanía con sus representantes, es decir, la gobernabilidad” (p. 138).

Uno de los instrumentos para promover la


autonomía en la toma de decisiones de las mujeres
es la Convención sobre los Derechos Políticos
de la Mujer de la ONU, adoptada en 1953. En esta
convención se reconoce que toda persona tiene
derecho a participar en el Gobierno de su país,
ya sea de manera directa o por representación,
de manera libre y en igualdad de oportunidades
de ingreso, participación y ejercicio en el
servicio público de sus países. Dentro de esta
participación, las mujeres deben tener derecho
al voto en todas las elecciones sobre una base de
igualdad y deberán tener acceso a ocupar cargos
públicos y ser elegibles para todos los organismos
públicos de sus estados y países; además, deberá
quedar prohibida toda forma de discriminación
hacia ellas en el ejercicio de sus derechos políticos.
Ordoñez, A. (2017). Derecho de las mujeres
al voto [ilustración]. Tomada de https://
pixabay.com/photo-2831241/

Otro instrumento para lograr la autonomía de la toma de decisiones de las mujeres y defender su
acceso a los derechos políticos es la Estrategia de Montevideo, la cual fue aprobada en el marco
de la XIII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, realizada a fines de
octubre de 2016 en Uruguay.

Un elemento de suma importancia para destacar en la estrategia es que ésta coloca en el centro el
papel del Estado para diseñar, promover e impulsar el cumplimiento de las políticas de igualdad
e impulsar los derechos humanos y la autonomía de las mujeres como un eje que atraviese las
estrategias nacionales de desarrollo sostenible a mediano y largo plazo.

5
Esto quiere decir que el ejercicio y pleno acceso a los derechos humanos en igualdad de
oportunidades se vuelve uno de los ejes transversales de los gobiernos para poder construir
sociedades cada vez más democráticas y sostenibles.

Asimismo, para su éxito a nivel regional y nacional, la Estrategia de Montevideo requiere lo


siguiente:

[…] la participación activa de la sociedad civil en toda su diversidad,


especialmente de organizaciones y movimientos de mujeres y
feministas, jóvenes, indígenas, afrodescendientes, mujeres rurales,
mujeres migrantes, adultas mayores, mujeres con discapacidad,
personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI), el
ámbito académico, los sindicatos y las y los defensores de los derechos
humanos en el monitoreo y la evaluación de las políticas públicas y en
el seguimiento de los compromisos asumidos. También es precisa la
contribución del sector privado, especialmente el sector empresarial a
través de su actuación de conformidad con los estándares de derechos
humanos de las mujeres y las normas laborales, ambientales, tributarias
y de transparencia, así como la promoción de la igualdad de género y
la autonomía y el empoderamiento de las mujeres (CEPAL, 2016, p. 8).

De esta manera, la autonomía en la toma de decisiones de las mujeres requiere esfuerzos


coordinados a nivel nacional e internacional que impacten efectivamente en una mayor
participación de las mujeres y ésta sea libre de violencia y con apego al respeto a los
derechos humanos.

Si bien la autonomía en la toma de decisiones tiene un campo amplio para ser analizada, uno de
los rubros donde se pueden apreciar avances susceptibles de ser comparables entre los países es
la participación político-electoral.

En México, a raíz de la incorporación del principio de paridad en la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos, se ha dado un paso significativo para que un mayor número de
mujeres contiendan y tengan la posibilidad de ocupar cargos de elección popular.

6
De acuerdo con el Glosario de Igualdad de Género de ONU
Mujeres (2018), se define a la paridad como la igualdad
de representación de mujeres y hombres en un ámbito
determinado, por ejemplo, en la participación política.

Esto ha traído consigo grandes retos para tomar las medidas necesarias y garantizar la paridad.
Algunas medidas son las siguientes:

Acciones por parte de los gobiernos que sancionen toda forma de discriminación
contra las mujeres en el ejercicio de sus derechos políticos.

Programas, campañas o disposiciones que promuevan la incorporación de las mujeres


a puestos de elección popular y de toma de decisiones.

Contemplar la violencia política como un tipo de violencia contra las mujeres en algunas de
las legislaciones locales de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.

Trabajar en la transformación de roles y estereotipos basados en la superioridad o


inferioridad de alguno de los sexos.

7
Promover el desarrollo de la autonomía física y económica de las mujeres para que puedan
tomar decisiones libres sobre sus cuerpos, sexualidad, tiempo, recursos y vidas sin ningún
tipo de coacción ni violencia.

Que las mujeres puedan trasladar poco a poco esos ámbitos de autonomía al espacio público
y participen en la toma de decisiones tanto de sus comunidades, como del país.

Medidas para garantizar la paridad

De acuerdo con la CEPAL (2016a), para que las mujeres puedan disfrutar una igualdad sustantiva
en los distintos ámbitos donde se desarrollan, es necesario que se transformen en la sociedad
los roles y estereotipos que asignan a éstas el espacio privado y el trabajo reproductivo, y a los
hombres el espacio público y el trabajo productivo. De esta situación se deriva que “lo público y
el ejercicio del poder y los cargos públicos se han construido simbólicamente como masculinos, y
las consecuencias de este legado histórico aún siguen vigentes” (p. 129).

En este punto, es importante recordar lo que menciona la ONU en su libro Objetivos de Desarrollo
del Milenio: una mirada desde América Latina y El Caribe (2005) respecto a que la autonomía de una
persona está estrechamente vinculada con la autonomía del grupo o comunidad de que forma
parte, de tal manera que mucha de la posibilidad o despliegue de la autonomía individual de las
mujeres se deriva del grado de autonomía que las mujeres de su sociedad o grupo han alcanzado
(p. 114).

Derivado de lo anterior, es posible ver la estrecha relación e interdependencia de estas tres


autonomías con el ejercicio de los derechos humanos, ya que la autonomía en la toma de
decisiones de las mujeres dentro de sus sociedades se vuelve una herramienta que favorece a su
autonomía física y económica y, a su vez, les facilita el proceso de empoderamiento por el cual
participan activamente en sus comunidades y la toma de decisiones de sus países.

8
Autonomía de la toma
de decisiones

Autonomía económica Autonomía física

Relación de las autonomías de las mujeres

No obstante, para que el despliegue de estas tres autonomías sea posible, es necesario el
conocimiento de los derechos humanos y, especialmente para la autonomía de la toma de
decisiones, el conocimiento de los derechos políticos de las mujeres y las herramientas y
mecanismos para lograr que se ejerzan, cumplan y hagan efectivos en igualdad de condiciones y
oportunidades.

Para ello, es necesario garantizar que las mujeres tengan la posibilidad de participar en la toma
de decisiones de sus países en igualdad de condiciones respecto de los hombres; participar y
acceder a las estructuras de toma de decisiones, mediante una representación proporcional que
les permita impactar en el diseño de políticas públicas para la sociedad.

La CNDH reconoce que los derechos políticos de las mujeres son derechos humanos, y el
aporte de éstas en la política es fundamental para el fortalecimiento de la democracia. Por
ello, se hace hincapié en la importancia del trabajo conjunto entre los tres órdenes y niveles
de gobierno y los distintos actores sociales para lograr la plena participación de las mujeres
en la política y toma de decisiones, es decir, que puedan votar y ser votadas, postularse
para ocupar cargos de elección popular, participar en la formulación de políticas públicas
y gubernamentales, dirigir peticiones a instituciones públicas o autoridades, así como
afiliarse y asociarse a partidos políticos.

9
Al respecto, es importante reconocer que México ha conseguido importantes avances en la
materia mediante la implementación de acciones afirmativas; no obstante, la paridad aún no ha
sido lograda por completo y aún es menester que todas y todos trabajemos para alcanzar una
igualdad sustantiva en nuestras sociedades.

Para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres es necesario considerar


los instrumentos que protegen y promueven los derechos humanos de las mujeres, como
la CEDAW, Belém do Pará o los Objetivos para el Desarrollo Sostenible, así como continuar
trabajando para que el pleno goce y ejercicio de los derechos humanos sea una realidad para
todas las mujeres y niñas.

Fuentes de consulta
Bibliografía

Medina, A. (2010). La participación política de las mujeres. De las cuotas de género a la paridad.
México: CEAMEG.

Talamás, M. y Lascurain, S. (Eds.). (2016). Protocolo para Atender la Violencia Política Contra las
Mujeres. México: Segob/TEPJF/INE/Fepade/CEAV/Inmujeres.

Documentos electrónicos

Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. Ley Federal para Prevenir y eliminar la
Discriminación [Versión electrónica]. Última reforma publicada en el DOF el 21/06/2018.
Consultado el 4 de julio de 2018 de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/262_210618.
pdf

Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. Ley General de Acceso de las Mujeres a
una Vida Libre de violencia [Versión electrónica]. Última reforma publicada en el DOF el
13/04/2018. Consultado el 4 de julio de 2018 de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/
LGAMVLV_130418.pdf

Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. Ley General para la Igualdad entre Mujeres y
Hombres [Versión electrónica]. Última reforma publicada en el DOF el 14/06/2018. Consultado el
4 de junio de 2018 de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGIMH_140618.pdf

CNDH (2017). Diagnóstico de la Participación Equilibrada de Mujeres y Hombres en los Cargos de


Elección Popular en México: Principales Resultados de los procedimientos electorales 2015 y 2016 para
la elección de presidencias municipales [Versión electrónica]. México: Autor. Consultado el 4 de
julio de 2018 de http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/OtrosDocumentos/Doc_2017_050.pdf

CEPAL (2016a). Autonomía de las mujeres e igualdad en la agenda de desarrollo sostenible [Versión
electrónica]. Santiago de Chile: Autor. Consultado el 4 de julio de 2018 de https://repositorio.
cepal.org/bitstream/handle/11362/40633/4/S1601248_es.pdf

10
CEPAL (2016b). Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de
Género en el Marco del Desarrollo Sostenible Hacia 2030 [Versión electrónica]. Montevideo:
Autor, p. 8. Consultado el 15 de marzo de 2018 de https://repositorio.cepal.org/bitstream/
handle/11362/40715/S1601132_es.pdf

CEPAL (2017, 10 de enero). La autonomía de las mujeres es un requisito para alcanzar la igualdad
de género en la región [Comunicado de prensa]. Consultado el 4 de julio de 2018 de https://
www.cepal.org/es/comunicados/cepal-la-autonomia-mujeres-es-un-requisito-imprescindible-
alcanzar-la-igualdad-genero-la

López, M. P. (Coord.). (2013). Participación política de las mujeres en México. A 60 años del
reconocimiento del derecho al voto femenino [Versión electrónica]. México: ONU Mujeres/PNUD/
IDEA. Consultado el 4 de julio de 2018 de http://www2.unwomen.org/-/media/field%20office%20
mexico/documentos/publicaciones/2013/60%20a%C3%B1os%20voto.pdf?la=es&vs=1918

Los derechos políticos de las mujeres y cómo defenderlos. Cuaderno de trabajo [Versión electrónica].
(2015). México: ONU Mujeres/Gobierno de la República/ Instituto Nacional de las Mujeres/
Iniciativa Suma. Consultado el 4 de julio de 2018 de http://www2.unwomen.org/-/media/field%20
office%20mexico/documentos/publicaciones/2015/01/derechos%20poli%C3%ACticos%20
de%20las%20mujeres.pdf?la=es&vs=4038

Sitios electrónicos

ONU. (2015). Sección: Objetivos de Desarrollo Sostenible. Consultado el 4 de julio de 2018 de


https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/gender-equality/

ONU Mujeres. (2018). Sección: Glosario de Igualdad de Género. Consultado el 5


de marzo de 2018 de https://trainingcentre.unwomen.org/mod/glossary/view.
php?id=150&mode=letter&hook=T&sortkey=&sortorder=asc

11

También podría gustarte