Está en la página 1de 3

Siglo XX

Susana Quintanilla
Investigadora del DIE-CINVESTAV

Presentación

Pese a su confinamiento en los archivos, las revistas especializadas y los corrillos de la academia, los
historiadores no han renunciado a la pretensión de participar en los debates acerca del momento y del futuro de
la educación. Atisban el pasado desde el presente y anhelan proporcionar a sus contemporáneos espejos en los
cuales mirarse. Sin embargo, las oportunidades que ello suceda son escasas: analistas políticos, sociólogos,
funcionarios públicos, maestros e historiadores transitan caminos distintos. En las escasas ocasiones en las que
se topan unos con otros, intercambian saludos y prosiguen sus respectivos viajes.

El tema de las reformas educativas es idóneo para favorecer el diálogo entre quienes se ocupan de la educación
del presente y aquellos que incursionan por su ayer. Los primeros tienen como preocupación central cómo
innovar el sistema educativo. Considerar procesos de transformación acontecidos tiempo atrás podría serles de
utilidad para resolver los retos que se les presentan. El conocimiento de la trayectoria histórica de la educación
es medio insustituible para idear y poner en práctica propuestas de cambio. Entre otras cosas, obliga a
reconocer que la solución de los problemas educativos actuales exige sensibilidad hacia el pasado de las
instituciones e ideas y de los sujetos que en ellas intervinieron.

La reforma que conmovió a México en la medianía de los años treinta resulta impar para reflexionar acerca de la
naturaleza, los alcances y los límites de las iniciativas de cambio en los sistemas educativos de América Latina.
Según sé, ésta fue la primera vez que el término educación socialista fue incluido en la constitución de un país
latinoamericano. El que ello se produjera en la etapa conclusiva de la revolución mexicana lo vuelve aún más
particular. . Las acciones realizadas por el general Lázaro Cárdenas en favor del país y de sus “clases
desposeídas” apresuraron el ritmo del tiempo mexicano, alteraron el cambiante pulso de la experiencia de los
hombres y removieron expectativas de progreso, justicia, libertad e independencia surgidas desde décadas
atrás. Dichas alteraciones se produjeron en un contexto internacional signado por el ascenso del fascismo y la
germinación de la segunda guerra mundial.

Este artículo presenta un panorama, necesariamente limitado, de lo que fue la educación socialista y lo que
significó su aplicación. Dada la cuantía y la diversidad de espacios, tiempos y problemas estudiados con respecto
al tema, decidí centrarme en el periodo presidencial de Lázaro Cárdenas, de 1934 a 1940, y dentro de él en tres
pares de aspectos: a) cuál fue la política educativa del gobierno federal y qué conflictos hubo de enfrentar; b)
qué estrategias se instrumentaron para aplicar las disposiciones normativas y cómo alteraron la estructura del
sistema educativo de la época; c) cuáles fueron los principales proyectos escolares para el campo y para las
ciudades y qué respuestas suscitaron en la población. Hay tantas cosas por decir acerca de estos asuntos y tan
poco espacio para hacerlo, que intenté circunscribirme a los hechos más esenciales, sin negar por ello su
complejidad ni contentarme con su simple enumeración. En todo caso, quien después de leer estas páginas
tenga curiosidad por alguno de los sucesos en ellas descritos puede acudir a las fuentes citadas. De manera
deliberada armé este texto como una especie de brújula para orientar al lector en su posible excursión por los
documentos centrales de la educación socialista, los estudios referentes a ella y las reflexiones que éstos han
permitido desarrollar.

También podría gustarte