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Los beneficios de una posible moneda

única mundial
El autor se pregunta si una única moneda mundial sería un incentivo para
aumentar la riqueza mundial a más velocidad y si evitaría conflictos económicos a
nivel mundial o los reduciría.

Jesús Millán Muñoz

¿Necesita el mundo y la humanidad una única moneda mundial? ¿No es posible que
existan más de ciento cincuenta monedas nacionales o estatales? ¿Una única
moneda mundial sería un incentivo para aumentar la riqueza mundial a más
velocidad? ¿Evitaría conflictos económicos a nivel mundial o los reduciría? El mundo
ya es globalizado en muchos aspectos y por tanto, también tendría que serlo en esto.
Bajo el patrocinio de la ONU y el consentimiento de la inmensa mayoría de Estados
del mundo es una necesidad para satisfacer multitud de derechos humanos, para
evitar conflictos económicos que pueden terminar en conflictos políticos y militares,
para crear un orden económico mundial en consenso y en paz; para crear nuevas
sinergias positivas entre recursos naturales, recursos humanos y recursos financieros
del mundo. ¿Con la tecnociencia actual y el poder que el ser humano ha alcanzado
sería una garantía para que la humanidad pueda sobrevivir?

Una única moneda mundial reduciría las crisis económicas o al menos, podría ser un
nuevo instrumento de control y adecuación de la realidad y de los sistemas
económicos y financieros. No podemos obviar que la crisis económica mundial que
estamos sufriendo y otras que puedan venir en el futuro, en cierto modo se podrían
ralentizar, disminuir las consecuencias y las causas. No hay que olvidar que en esas
crisis económicas mundiales docenas de millones de seres humanos, cuándo no
cientos, durante meses o años tienen que pasar por situaciones económicas,
personales, políticas, familiares muy graves. Pueden incluso generaciones verse
mermadas en sus posibilidades económicas, sociales, sentimentales y con
consecuencias durante lustros. Por lo cual si una moneda única mundial redujese
dichos sufrimientos no deberíamos intentar caminar hacia ese objetivo, con el
beneplácito de la ONU y los grandes organismos internacionales para el bien de toda
la humanidad.

Se podrían reducir los conflictos comerciales y económicos y aumentaría la


cooperación y las sinergias entre Estados y continentes. Por lo cual se podrían crear
muchas más posibilidades de riqueza, riquezas económicas y en todos los sentidos.
Se reducirían lo que se denominan guerras comerciales, o al menos disminuiría la
posibilidad de caer en un conflicto mundial a nivel económico, con todas las
consecuencias nefastas que esto puede acarrear, millones de desempleados,
destrucción en poco tiempo de sectores enteros de la producción económica en
países, países en desarrollo que no son capaces de llegar a un mínimo económico,
etc.
Parece ser que ya Keynes en 1944 planteó la necesidad de una única moneda
mundial o una moneda supranacional. De alguna manera se indica que las tres
grandes monedas son diríamos la guía esencial en el comercio mundial: dólar, euro,
yen. Y las monedas nacionales la mayoría están en relación al cambio con esas
monedas, especialmente al dólar. Por lo cual queramos o no, de alguna manera se
están dando en la práctica pasos hacia la “unión empírica de una moneda.

Una única moneda mundial podría reducir mucho los costes, lo que podría elevar la
producción mundial y el consumo mundial, y posiblemente disminuir el desempleo y la
pobreza, según los que abogan por dicha solución económica mundial.

Se necesita un nuevo Bretton Woods, para crear una moneda mundial o una única
moneda mundial, para crear un nuevo orden económico mundial que a su vez sea un
instrumento para el aumento de riqueza mundial y de disminución de la pobreza
mundial. O dicho de otro modo que el dólar como moneda papel mundial sea
sustituido por otra moneda que sea el producto y el acuerdo del consenso mundial, de
las grandes potencias mundiales y que favorezca a todas las sociedades, Estados.

Una única moneda mundial reduciría las necesidades de mantener tanta cantidad de
reservas nacionales, por lo cual haría el comercio más eficiente y por tanto, ese dinero
de la reserva como un incentivo para crear más riqueza, y creando más riqueza
disminuiría la pobreza y el desempleo en el mundo. Y al aumentar la riqueza mundial
disminuirían los factores o variables que pueden producir conflictos o crisis sean
económicas o sociales o culturales-ideológicas o políticas o de cualquier otro orden.

Si es cierto que el Institute of International Finance, una entidad que reúne o


representa a más de 400 bancos con más recursos financieros ha aconsejado que se
cree una única moneda mundial, que fuera uno de los instrumentos para un Nuevo
Orden Económico Mundial y un Único Estado Mundial, ¿dicha moneda podría ser
propiciada por los grandes organismos internacionales: FMI, Banco Mundial, la ONU?

Porque los tres instrumentos: una Única Moneda Mundial, un Nuevo Orden
Económico Mundial y un Único Estado Mundial sería la única garantía seria y
profunda para que el ser humano no cayesen en un conflicto mundial, que podría
llevar a la humanidad al borde de la extinción. Porque no podemos olvidar que desde
el seis de agosto de 1945 el ser humano ha alcanzado el poder, por primera vez, en la
historia que a sí mismo se puede auto extinguir como especie. Y este es el verdadero
reto que hay que intentar superar para que no suceda.
La ONU Propone Una Nueva Moneda Mundial Para
Sustituir al Dólar
Como anunciamos hace más de un año, el dólar va a desaparecer, no va a valer ni el papel en
que esta impreso. La nueva moneda mundial (para el gobierno mundial) viene en camino.
Quienes aún posean dólares, véndanlos al mejor postor.
Llega la hora de la verdad. La ONU acaba de hacer público lo que se venía negociando a
escondidas en los pasillos del poder. El organismo propone reformar el sistema monetario
internacional, un nuevo Bretton Woods para sustituir a la hegemonía del dólar.
Manuel Llamas
Desde el estallido de la crisis crediticia a mediados de 2007 la tensión en torno al papel que
juega el dólar en la arquitectura monetaria ha sido cuestionada por algunas de las principales
potencias del mundo, sobre todo, China y Rusia.
Este trascendental debate para la economía mundial se estaba negociando en privado por
parte de los gobiernos y principales bancos centrales. Se trata de la reforma del actual
sistema monetario internacional, vigente desde la supresión de los acuerdos de Bretton
Woods por parte del Gobierno de EEUU a principios de los años 70. Desde entonces, el dólar
se ha mantenido como la moneda de reserva por excelencia, sin ningún tipo de soporte real
tras romper sus últimos lazos con el patrón oro.
La ONU propone ahora reformar el sistema monetario vigente, cuya hegemonía ostenta el
dólar. Así, en un informe presentado durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el organismo multilateral por excelencia reconoce que el
sistema monetario no funciona correctamente y, de hecho, ha sido el gran “responsable” de la
actual crisis financiera.
Por ello, la ONU afirma que el papel del dólar como moneda de reserva mundial debe ser
reconsiderado, tal y como vienen exigiendo Rusia, China y las principales economías
emergentes del planeta. De este modo, la institución aboga por la creación de un nuevo
Bretton Woods, que deberá ser negociado entre los principales gobiernos, para establecer un
nuevo sistema monetario que sustituya al actual.
“Sustituir el dólar por una moneda artificial podría resolver algunos de los problemas
relacionados con los grandes déficit por cuenta corriente [esto es, falta de ahorro] que
presentan algunos países y ayudaría a la estabilidad”, según señala Detlef Kotte, uno de los
autores del informe. Sin embargo, “también se precisa un nuevo sistema de tipo de cambios.
Los países deben mantener unos tipos de cambio [monetario] reales [ajustados a la inflación]
estables”.
El papel del FMI
Por ello, según Kotte, debe mantenerse la intervención monetaria que aplican los bancos
centrales, aunque también deja la puerta abierta a que sea una institución multilateral la
encargada de mantener la estabilidad de los tipos de cambio, en referencia al Fondo
Monetario Internacional (FMI). De este modo, el organismo no sólo aboga por sustituir a dólar
como moneda de reserva mundial, sino por crear una especia de banco central a nivel
mundial que, en este caso, sería el FMI.
En la nota de prensa remitida el lunes, la UNCTAD (perteneciente a la ONU) señala que una
regulación y supervisión más efectiva del mercado financiero es “indispensable” para “prevenir
la repetición de una crisis financiera y económica mundial como la actual”.
Sin embargo, no sólo es necesario revisar la supervisión financiera internacional, sino que
“igualmente es importante una reforma del sistema monetario para reducir el margen de
beneficios en la especulación monetaria y evitar, así, los desequilibrios comerciales de gran
tamaño”. Con esta declaración, el organismo se refiere al exceso de ahorro por parte de las
economías asiáticas (sobre todo, China) en los últimos años y el abultado endeudamiento
(necesidad de financiación exterior) de otras potencias, como es el caso de EEUU. Es decir, a
los desequilibrios comerciales a nivel mundial (abultados déficits por cuenta corriente) que ha
propiciado el actual sistema monetario, según sostienen algunos destacados economistas.
Los derechos especiales de giro
El actual sistema “depende de la política monetaria que aplica el banco central que emite la
moneda de reserva mundial” por excelencia (el dólar), en referencia a la Reserva Federal de
EEUU, (FED). Unas decisiones que, según el informe, se toman de acuerdo a las necesidades
políticas y económicas de EEUU, en clave nacional, “sin tener en cuenta las necesidades del
sistema de pagos internacional y de la economía mundial” en su conjunto.
Sin embargo, según el estudio, ni un correcto manejo de los flujos de capital entre países ni la
imposición de una nueva moneda de reserva mundial (en sustitución del dólar) va a resolver
los problemas que afectan a las economías emergentes: “el problema del tipo de cambio”,
añade el estudio. Y es que, “no es posible que un país pueda absorber los shocks externos de
manera eficiente mediante la adopción, ya sea totalmente flexible o rígida, de los tipos de
cambio”, según los economistas de la UNCTAD.
Por ello, el organismo sugiere que se debería establecer un sistema de tipos de cambio en
base a un “patrón estable”, que sería gestionado y determinado de forma multilateral.
La UNCTAD sostiene que un nuevo sistema monetario basado en principios y normas
multilateralmente convenidos es necesario para la estabilidad de la economía mundial y unas
“condiciones equitativas para el comercio internacional”. En esencia, el organismo apunta a la
necesidad de sustituir el dólar por un nuevo patrón monetario, basado en una cesta de divisas
que gestionaría el FMI (los denominados derechos especiales de giro).
De este modo, “se reduciría la necesidad de mantener reservas internacionales” para
defender los tipos de cambio (el valor de una moneda nacional), y “podría combinarse con un
papel más fuerte de los derechos especiales de giro [cesta de divisas] si las asignaciones se
hacen en función de las necesidades de liquidez que presenta un determinado país”, con el fin
de “estabilizar su tasa de cambio real a un nivel acordado multilateralmente”.
La posición de China y Rusia
El gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, propuso el pasado mes de
marzo crear una divisa de reserva multinacional como parte de la reforma en el sistema
monetario internacional, sumándose así a la petición de Rusia.
Xiaochuan apuestó por “crear una divisa de reserva internacional que no está relacionada con
naciones individuales y puede permanecer estable a largo plazo”. Además, dijo que los
Derechos Especiales de Giro (SDR, sus siglas en inglés) del Fondo Monetario Internacional
(FMI) tienen el potencial para actuar como una divisa de reserva supranacional. Es decir, el
objetivo sería crear una nueva súper divisa en sustitución del dólar, cuyo valor determina el
resto de monedas.
El pasado julio dicha propuesta se convirtió en oficial. China advirtió en la reunión entre el G8
y el G5 que tuvo lugar entonces la necesidad de reformar el sistema monetario internacional
para una “mayor diversificación de la moneda de referencia”, el dólar estadounidense. El
gigante asiático nunca había sido tan explícito. Ahora, la ONU recoge el guante lanzado por
China, Rusia y las potencias emergentes.
Curiosamente, el presidente ruso, Dmitry Medvedev, mostrado la “nueva moneda mundial” en
su solapa durante la citada reunión de grandes potencias. EEUU no se ha postulado
oficialmente en este debate hasta el momento.
Sin embargo, el secretario del Tesoro de EEUU, Tim Geithner, admitió el pasado marzo que
EEUU estaba “muy abierto” a estudiar la propuesta monetaria elaborada por China y Rusia, y
crear así una nueva divisa de referencia internacional. Aunque luego rectificó, ante el pánico
que generó esta declaración en el mercado de divisas (el dólar se desplomó).
Fuente : LibertadDigital

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