Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
E D U C AT I VA
E M P R E N D I M I E N TO
E D U C AT I V O :
IDENTIFICANDO
OPORTUNIDADES
Emprendimiento educativo: identificando oportunidades
Según el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo sobre competencias clave para el aprendizaje a
lo largo de la vida, “el sentido de vida y emprendimiento” es una competencia esencial en el individuo
y tiene que ver con su capacidad de convertir ideas en acción, de llevar a la práctica lo que sucede en
su mente como un momento imaginativo, creativo y propositivo.
1
El emprendimiento educativo es visto como un valor transformador desde las aulas, indispensable en
estos tiempos en que la economía, la política y las situaciones sociales se presentan en escenarios
inciertos y cambiantes constantemente. Emprender exitosamente desde, para y a través del ámbito
educativo depende tanto de las metodologías seleccionadas para el mejor desarrollo de ciertas
competencias como de la investigación sobre el emprendimiento y la enseñanza (Fiet, en Paños,
2017).
Los y las estudiantes de hoy y la propia educación no son pasivos. Quienes aprenden, no tienen una
postura receptiva frente a lo que “se les da”, más bien, participan activamente en la construcción de
la enseñanza- aprendizaje. Así, cuando se habla de metodologías de enseñanza- aprendizaje
tradicionales, unidireccionales y pasivas, se hace referencia a un aspecto completamente obsoleto.
En las metodologías actuales, el estudiantado tiene un rol completamente activo, participativo que lo
coloca en el centro del proceso de enseñanza- aprendizaje, “esto es, que sea él el protagonista y el
profesor el guía, asesor y/o facilitador, de lo contrario los alumnos difícilmente podrán desarrollar las
competencias emprendedoras” (Paños, 2017, p. 38). En la búsqueda del aprendizaje activo en el
estudiantado, las herramientas pedagógicas que han arrojado excelentes resultados, en primer
término, porque garantizan el papel activo de los y las estudiantes han sido “el aprendizaje por
proyectos, el estudio de casos, los centros de interés y el aprendizaje basado en problemas” (Paños,
2017, p. 38). Aplicando estos recursos pedagógicos y retomando la cuestión del papel de la
universidad en el modelo de triple hélice, no es coincidencia que las universidades fomenten, cada
vez más, el “espíritu emprendedor” en las y los estudiantes para dar respuesta a los índices de
desempleo, la falta de equilibrio y justicia entre los sueldos, profesiones y horizontes socio
culturales. El emprendimiento en la educación va más allá de lograr “un negocio sustentable en el
tiempo y conectado con el progreso general de su comunidad; incluso, es frecuente que estos
nuevos perfiles de emprendedores de origen académico estén inspirados por un propósito sin fines
de lucro y una visión filantrópica de su propio ejercicio profesional” (Álvarez, Andrade, Bravo,
Rodríguez y Govea, 2016, p. 231).
2
• En 2017, México ganó la final global de la Global Student Entrepreneur Awards (GSEA),
con un alumno del Tecnológico de Monterrey como representante Julián Ríos y su
propuesta innovadora: un brasier para detectar riesgos de cáncer de mama.
• Otra alumna de la misma institución: Giselle Mendoza Rocha ganó el primer lugar del
Premio Estudiante Emprendedor. Su startup se llama “Geco” y su proyecto consiste en
crear bioplástico con cáscara de naranja.
• El tercer lugar del GSEA así como el premio de Impacto Social de ese año fue para
Yoku Shasida con ECGlove que es un guante que indica la salud del corazón. Basta
con colocarlo a la altura del pecho para que haga su trabajo.
Así pues, como en el caso del aprendizaje basado en problemas, los casos, los casos multimedia, los
raw cases y todo aprendizaje que involucre la participación activa de los y las estudiantes son
oportunidades que invitan a repensar la realidad, de modo que lo que es un área a tratar, que requiere
de propuestas, de cierto tratamiento y de respuestas pueda ser abordado desde y a partir del
emprendimiento, desde la innovación.
La educación debe ser una puerta que abra muchas posibilidades para ver los problemas y
situaciones desde muy variadas aristas, de modo que también permita la posibilidad de pensar en
respuestas, soluciones, propuestas variadas. Educar para el emprendimiento significa ofrecer y
facilitar herramientas teórico- prácticas para la adaptación, el cambio y los constantes retos y
estímulos que ofrece el entorno. Esta educación nos invita a ver las cuestiones o situaciones
“problemáticas” como oportunidades para ejercer nuestra creatividad, capacidad colaborativa,
autogestión, motivación y planificación. Vistos así, en sentido amplio, las y los emprendedores son
personas que asumen el pensamiento de “fuera de la caja” como un estilo de vida, como una manera
de pensar desde diversos puntos de vista, apuntalando a varias direcciones y asumiendo que se
puede llevar al mismo punto partiendo y transitando por varios caminos.
Referencias
Álvarez, P., Andrade, M., Bravo, J., Rodríguez, M & Govea, J. L. (2016). La innovación y el
emprendimiento: necesidades en la educación superior. Didasc@lia: Didáctica y Educación. 7(4), 229-
246.
Cavero, J. M. Ruiz, D. (2017). Educación para la innovación y el emprendimiento: una educación para el
futuro. Madrid: Grafilia, S. L.
Kirby, D. A. (2004). Entrepreneurship education: can business schools meet the challenge? Education +
Training, 46(8), 510- 519.
3
Ruiz, F.J. (2015). Competencia emprendedora en L. Villardón- Gallego (coord.) (2015). Competencias
genéricas en educación superior. Metodologías específicas para su desarrollo, pp. 103- 140. Madrid:
Narcea Ediciones.
4
Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier
medio sin previo y expreso consentimiento por escrito del Instituto
Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.