Está en la página 1de 1

MI COLEGIO, MI HOGAR

Pareciera que fuera ayer cuando todavía correteaba por los pasillos de inicial, jugando y
divirtiéndome. Y es nostálgico, por lo mismo que es nuestro último año aquí, en nuestro
colegio.

María Montessori es prácticamente mi segunda casa. Me ha visto crecer pasando por


diversas facetas. Me ha visto llorar, reír hasta no poder más, me ha visto gritar y enfurecer.

Le debo mucho a este gran colegio, aquí he podido aprender bastante con la mejor
educación que nos brinda. Gracias a tantas clases, estresados temas que poco a poco pude
comprender, siento que estoy muy bien preparada para empezar mi vida universitaria.

Además, no podré estar más agradecida por dame a los mejores amigos y por ende, a la
mejor promoción de todas. He podido establecer lazos con personas que en mi vida me
hubiera imaginado lo tan importantes que iban a ser para mí.

Y cómo olvidar la famosa tradición de pintarse cuando logramos ingresar a la universidad.


Esa es una de las mejores vistas que puede tener el colegio, ver a todos saltando y
abrazándose, gritando “INGRESÉ”, pues sin este colegio, ¿qué sería de nosotros?

Es el último año en el que podre recorrer estas aulas, correr por las canchas de deporte, salir
corriendo para ir al baño, el último año en el que me he podido dar cuenta que es expresión
de: “Ya quiero salir del colegio” no tiene valor. ¡Lo que daría yo por volver a inicial!

He pasado mi vida observando y envidiando a las personas que cursaban quinto de


secundaria porque ya no quería seguir con la misma rutina. Pero ahora he sabido el gran
valor que tiene María Montessori para mí y espero que el resto sientan lo mismo y sepan
agradecer de corazón a este colegio. ¡FELIZ ANIVERSARIO!

Andrea Suárez Avila V “A”

También podría gustarte