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ERICKA PICOY SOLIS

¿Qué tan importante es el vínculo afectivo en la relación con los


hijos?
En este artículo, compartiré sobre el vínculo afectivo en la relació n con los hijos, sus tipos
que existen, algunas teorías y la gran influencia e importancia que tiene en el desarrollo
humano. Asimismo, se mencionará algunas estrategias má s importantes para construir los
vínculos afectivos dentro de la familia en los hijos.

El vínculo afectivo se define como aquel lazo afectivo que aparece entre dos personas y
que genera un marco de confianza en el otro y en la vida, en un contexto de comunicació n
y de desarrollo. También, se podría definir el vínculo afectivo como el apego, el cual se
forma con alguien especial, que persiste en el tiempo, la cual hace que se tienda a buscar la
cercanía con esa persona, de este modo viene a ser el nú cleo principal en nuestra vida
adulta, el có mo nos relacionamos con los demá s.

Tenemos que saber que los vínculos afectivos se desarrollan en los primeros añ os de vida
con las figuras parentales, por ello juegan un papel esencial en la construcció n de la
identidad de la persona y en su desarrollo afectivo.

Una de las teorías que definen el concepto del vínculo la propone el psicoanalista Bowlby
quien a través de estudios realizados comprobó la gran relevancia que tiene el desarrollo
afectivo, definido como aquella formació n de una relació n cá lida entre niñ o y madre que es
crucial para la supervivencia y desarrollo saludable del menor, tanto como lo es la
provisió n de comida, cuidado infantil, la estimulació n y la disciplina. Así, el amor materno
en la infancia es tan crucial para la salud mental como lo son las vitaminas y las proteínas
en la salud física.

Tipos de vínculo afectivo

Asimismo, existen ciertos tipos de vínculo afectivo:


1. Vínculo seguro: Es aquella relació n afectiva, la cual se caracteriza por dar seguridad
a los dos miembros de la díada para desarrollarse plenamente, generar autonomía.
La responsividad diaria de sus figuras parentales da tanta confianza en ellos como
protecció n, por lo que su simple presencia anima a los niñ os y niñ as a la
explotació n y la autonomía.
Los infantes seguros evidencian un evidente placer por el contacto físico, ausencia
de ansiedad ante separaciones breves y un uso instantá neo de la madre como una
“base segura” en la exploració n y el juego.

2. Vínculo inseguro o ansioso: Es aquella donde no se proporciona esa seguridad


bá sica a sus miembros, haciendo depender su desarrollo de la bú squeda de esa
seguridad. Los vínculos inseguros se dividen a su vez en:

● Vínculo evitativo: Se caracteriza en que los niñ os y niñ as desarrollan una falsa
independencia de sus figuras parentales. Ellos permanecen enojados y exhiben
malestar frente a las separaciones má s breves. Por el contrario, en la Situación
Extraña aparece un marcado comportamiento defensivo. Los bebés evitativos
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raramente lloran en los episodios de separació n y, en los episodios de reunió n
evitan a la madre.

● Vínculo ambivalente: Se caracteriza en que los niñ os y niñ as desarrollan una


dependencia de sus figuras parentales. En estas díadas, las figuras parentales
han sido inconsistentes, a veces han sido responsivos a sus necesidades y a
veces no, generando inseguridad en el niñ o. De ese modo, los niñ os y niñ as
muestran una mezcla de rechazo y dependencia respecto a sus figuras
parentales. Son aquellos que suelen presentar conductas de llamada de
atenció n, mucha necesidad de contacto físico y cercanía. En casa el bebé se
observa activamente ansioso, pero también a menudo sorprendentemente
pasivo.

● Vínculo desorganizado: Se caracteriza cuando los niñ os y niñ as presentan una


conducta caó tica y mezcla de conductas evitativas y resistentes. É ste tipo se
asocia en mayor frecuencia a la presencia de maltrato en la relació n, y con el
desarrollo de alguna psicopatología. Asimismo, es muy poco frecuente esta
tipología, pero es má s fácil de identificar que las dos anteriores.

Estrategias necesarias para construir un vínculo afectivo


➢ Hacer el afecto expreso: No se trata solamente de querer, dando ese cariñ o
por sobreentendido, sino de expresarlo, hacer que llegue a la otra persona.
Estas demostraciones afectivas explícitas pueden ser: palabras como “te
quiero”, “te amo”, “eres importante para mí”, asimismo halagos, acciones
con detalles, llamadas y físicamente en abrazos, caricias, besos.

➢ Generar un sentimiento de pertenencia: Significa llevar a cabo esa


incondicionalidad con la persona, haciéndola sentir querida y aceptada por
quien lo ama, llegando a sentirse como un ser ú nico, elegido, insustituible y
especial.

➢ El conocimiento mutuo y el tiempo compartido: Esto es imprescindible, no


só lo se trata en cantidad, sino un tiempo de calidad, en el que haya
comunicació n, conocimiento mutuo y actividades compartidas. Aquí se
dará n dos cosas claves para generar el vínculo: el conocer al otro y darse a
conocer a través de compartir la intimidad, el diá logo y la escucha,
asimismo llegará n los conflictos, los cuales son inevitables y son parte
natural en donde cada individuo llega a adaptarse para así construir má s
adelante relaciones humanas profundas.

➢ El compromiso y el cuidado del otro: É sta conlleva dos esferas. Primero, se


encuentra la protecció n y acompañ amiento en las dificultades y malos
momentos, aquí se escucha, se acompañ a, se da consejo o sencillamente
“estar ahí”. Segundo, está el compromiso pú blico, frente a la comunidad, la
familia, los amigos, aquellas personas relevantes para la persona con la que
establece el vínculo.

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