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Se nos solicitó realizar la observación y análisis crítico de la película “La misión” estrenada en el

año 1986, protagonizada por Jeremy Irons, Robert de Niro, la misma recrea un hecho histórico
acaecido en 1750 denominado la rebelión guaranítica[1]; fue la reacción a un acuerdo entre la
corona española y la portuguesa por la cesión de tierras y así salvar una disputa entre esos reinos.
Otra versión sobre este tema señala que habría sido para forzar la salida de los jesuitas quienes
tenían un fuerte ascendente sobre estas personas, lo cual no era bien visto por quienes tenían
intereses en el territorio y en manejos de la captura y venta de esos pueblos originarios como
esclavos. Además se menciona en crónicas de la historia que los hombres de la iglesia jesuita eran
buenos docentes, además, hablaban el idioma de los guaraníes, lo que les daba realmente una
ventaja con respecto a quienes sólo manejaban el castellano. Como dato tengamos en cuenta que
en el año 1700, los jesuitas presentaron su primer trabajo “Martirologio romano, una obra de Juan
Bautista Neumen” imprimieron este libro, producto de la imprenta instalada en las misiones
guaraníticas, en el año 1630, en los pueblos de Loreto, San Javier y Santa María. Tengamos en
cuenta que esta fue la primera imprenta instalada en el Río de la Plata[2]. En una acotada síntesis
de dos horas deben resumir un conflicto que se extendió entre 1750 y 1758 y costó la vida de los
habitantes del lugar quienes resistieron ante la decisión de abandonar las misiones jesuíticas.

Del citado film debemos realizar una mirada antropológico, ya que muestra algunos
aspectos de cómo era la vida de esos pueblos originarios, la influencia de la iglesia, algunos usos y
costumbres. El manejo del idioma de ese pueblo originario, tareas de su quehacer cotidiano. Las
decisiones del poder a través de su enviado que pone en evidencia cuál era la función de la iglesia.
Podremos apreciar en este relato que los conceptos de moralidad, niñez, desnudez,
discriminación, etnias, no representan lo mismo para cada uno de los grupos sociales.

El mito del hombre salvaje es un ingrediente original y fundamental de la cultura europea.

El salvaje permanece en la imaginación colectiva europea para que el hombre occidental pueda
vivir sabiendo que hubiera sido mejor no nacido o, más bien, para poner en duda a cada paso el
sentido de su vida. En esta forma, paradójicamente, el salvaje es una de las claves de la cultura
occidental. (Bartra 2000:88)

La producción fílmica nos permite, desde sus inicios, hacer una puesta en tensión de la diversidad
de lecturas teóricas y, el diálogo, que entre ellas debe establecerse. Dejar de lado los estereotipos,
que están claramente marcados para que el espectador toma partido por uno u otro, es decir,
acompañar la decisión de la ley –la iglesia- o el sentido de humanidad y pertenencia de los
aborígenes a ese enclave civilizatorio, con el sentido de una razón de hogar, familia y creencias
impuestas.

Sabemos que debemos efectuar una mirada etnológica, es lo que define Lévi-Strauss
(2011:22) diciendo que tiene por objeto de estudio al hombre y en principio sólo se distingue de
las demás ciencias humanas por lo acusadamente alejado, en espacio y tiempo, de las formas de
vida, pensamiento y actividad humana que trata de describir y analizar.

En la primera secuencia de la película vemos a un hombre que ha sido crucificado y cae por la
pendiente de la catarata; es decir, tenemos la puesta en escena de una acción salvaje contra un
hombre de dios. Nos impacta e interpela la imagen ¿Qué ha sucedido que reaccionó así esta tribu?
Pensemos en los recortes históricos en la filmación. Creemos que hubo algo por parte de ese cura
que hizo que fuera atacado. Darwin aún no había pasado por esas tierras ni tampoco había hecho
la publicación de su teoría.

Pero ese hecho, la muerte del cura, es el que genera el acercamiento de otro jesuita que sellará el
destino de esa misión.

Esteban Krotz (1994:16) afirma en el origen de las preguntas antropológicas son acerca del ser
humano o sobre lo humano, la narrativa fílmica nos replantea los conceptos sobre lo enunciado.
Retomando a este autor mexicano nos dice que durante miles de generaciones los así llamados
cazadores-recolectores obtenían lo necesario para la vida –o sea, no sólo alimento sino también
medicamentos, vestimenta y casa, y hasta para los adornos y los artefactos utilizados en el juego y
ceremonias religiosas– a través de la caza, la pesca y actividades de recolección. Pero de ninguna
manera se trataba aquí de hordas que todo el tiempo estaban buscando alimento y apenas
vegetaban en los márgenes de la sobrevivencia física (…)

El personaje que interpreta a su santidad describe a los aborígenes como aficionados a la


música y expresa que los violines que se usan en Roma son elaborados por sus manos. Describe
además que en lo alto de esa meseta viven en estado natural.

Es potente la lucha del hombre contra la naturaleza representada por el cura trepando hacia
la parte alta de la catarata y luego, una vez arriba, saca su instrumento para ejecutar música y nos
hace evocar la frase “la música amansa las fieras” que refiere al mito de Orfeo[3], el dios de la
música. Pero el hecho que estos aborígenes estén con sus partes íntimas cubiertas, demuestra que
la llegada del hombre marcó el fin de la desnudez.

En este recorrido académico no dejemos de interpelarnos, ¿qué es la etnicidad y a qué se


refiere? La misma aborda las prácticas culturales y perspectivas que distinguen a una determinada
comunidad de personas. Los miembros de los grupos étnicos se ven a sí mismos como
culturalmente diferentes de otros grupos sociales, y son percibidos por los demás de igual manera.
Hay diversas características que pueden servir para distinguir a unos grupos étnicos de otros, pero
las más habituales son la lengua, la historia o la ascendencia (real o imaginada), la religión y las
formas de vestirse o adornarse. Giddens (2000:1).

Los recursos humanos

En el denominado “Nuevo Mundo” ya habían pasado doscientos cincuenta y ocho años, desde que
un navegante visionario y tozudo arribara a este continente; dirá Alcira Argumedo (2011:15) su
decisión forjó el espíritu de la época, sería hijo y protagonista del primer proceso civilizatorio de
alcance mundial. Bastaron poco más de trescientos años para que europa, a través de España y
Portugal, modificaran para siempre la composición social, la cultura y destruyera los imperios
reconocidos de mayas, aztecas e incas; redujeran a servidumbres a los pueblos originarios, sin que
estos hayan podido recuperar esas tierras. Asesinarlos y diezmarlos, violar a las mujeres, matar los
niños y tomar todo lo que pudieran dejando tierra arrasada; con la convicción por parte de esos
centros de poder, que eran la civilización y tenían derecho sobre esos territorios, que aunque
estaban habitados fueron reclamados para sí.
El antropólogo Claude Lévi-Strauss (2004:24) plantea que entre el Siglo XVI al XVIII, la mayor
simplicidad de las llamadas sociedades salvajes o primitivas suministraba un punto de partida
concreto para una teoría acerca del progreso indefinido de la humanidad, ya que si había partido
de un lugar tan bajo como habrían de seguir mejorando.

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