La educación es un instrumento crucial para el crecimiento económico y la
reducción de la pobreza. Los rápidos cambios en la tecnología, la globalización y las reformas económicas han generado drásticas transformaciones en la estructura de las economías y de los mercados laborales del mundo. Los retos futuros deben confrontar las limitaciones tradicionales y el rápido entorno cambiante. Estas transformaciones ya se han dado en economías avanzadas y se están dando en forma ascendente en América Latina. El reto para Colombia es cómo llegar a ser un miembro activo de esta sociedad globalizada de información y conocimiento. Estas transformaciones implican un cambio en el papel desempeñado por la educación terciaria. Si bien la función tradicional de esta última ha sido formar a los estudiantes para el empleo mediante la transmisión del conocimiento y de herramientas básicas de investigación, ahora a estas tareas se debe añadir la capacitación de trabajadores adaptables a las condiciones necesarias y el apoyo a la expansión permanente del conocimiento. La educación terciaria, como un subsector sólido, capaz de responder a las necesidades crecientes de la sociedad por un capital humano de alta calidad, debe no sólo contar con una capacidad dinámica de monitorear y evaluar, sino también para difundir a todos los interesados la información referente a la educación terciaria, sus oportunidades y costos incluyendo perspectivas del mercado laboral; de otro lado, debe atraer a los estudiantes de todos los grupos sociales, promoviendo mayor equidad en el acceso a la universidad así como a la educación terciaria técnica y a los procesos de entrenamiento que conlleva, y, por último, debe diversificar y ofrecer mecanismos flexibles de transferencia de créditos académicos entre diferentes modalidades e instituciones de enseñanza superior. En este contexto, el país debe verse a sí mismo dentro de un marco de referencia inmerso en la globalización para estimular la internacionalización del sector. Un sistema integral y diversificado deberá incluir programas técnicos y de ciclo corto de alta calidad, al igual que de posgrado de alto nivel y, la adquisición de niveles altos de una segunda lengua, particularmente del inglés. Colombia encara desafíos que se basan en enfrentar las limitaciones, en medio de un rápido entorno cambiante. Esta transformación ya se ha presentado en economías avanzadas y ocurre con mayor frecuencia en América Latina. El reto más grande para Colombia consiste en encontrar la forma de convertirse en un miembro activo de esta nueva sociedad global –la sociedad de información y conocimiento– que integra redes tecnológicas y profesionales, programas que integren más ampliamente el inglés y mercados de trabajo que requieren profesionales bilingües. Actualmente se pueden identificar dos problemas principales que afectan el crecimiento y el desarrollo de la educación terciaria: i) una cobertura reducida y una demanda creciente por acceso equitativo, debido a un mayor número de estudiantes que se gradúan de la enseñanza secundaria, y ii) los actuales egresados de las instituciones de educación terciaria no alcanzan a cumplir con las exigencias del mercado laboral respecto a una fuerza de trabajo altamente capacitada y flexible, debido a la baja calidad de los programas y al insuficiente número de egresados de pregrado y posgrado en campos de gran importancia para el desarrollo nacional. El impacto de la guerra civil de más de medio siglo en Colombia no puede dejar de considerarse como un factor crítico que ha moldeado a la sociedad y que ha incidido en la decisión, tanto individual como familiar, de invertir en la educación terciaria. Algunas estrategias y recomendaciones que harían avanzar al sector de la educación terciaria, brindándole la flexibilidad necesaria para responder de mejor manera a las demandas de la sociedad, de los estudiantes y del mercado laboral, podrían ser Crear arreglos institucionales efectivos, entre los organismos actuales, para el diseño y puesta en marcha de políticas de educación terciaria. Establecer un nuevo marco de acreditación que dependa menos de los criterios basados en insumos. Mantener el sistema de acreditación de calidad, pero aclarándolo y revisándolo. Ampliar la matrícula en programas técnicos y tecnológicos. Aumentar la disponibilidad y calidad de la formación en posgrado, en especial doctorados, que permitan la capacitación y perfeccionamiento del personal docente, así como la formación de talentos de alto nivel en áreas de prioridad nacional, tales como los programas en Inglés Reformar el actual esquema de ayuda financiera estudiantil. Diseñar un sistema de becas para las personas de más escasos recursos. Poner en marcha un sistema de financiación de instituciones públicas basado en el desempeño, que premie a las de altos niveles de rendimiento y calidad. En las instituciones de educación superior deben proporcionarse los recursos y el apoyo necesario para avanzar en la enseñanza del inglés, y mejorar las oportunidades de los jóvenes para la vida laboral y el acceso a la internacionalización.
Actualmente tenemos un déficit de usuarios del inglés en los lugares de trabajo,
razón por la cual las empresas deben invertir en la formación del inglés para sus trabajadores y dar mayor valor a los procesos de selección, a la competencia del inglés. También se deberá facilitar a los emprendedores la obtención del financiamiento para estudiar inglés. Lograr estas transformaciones implica: Apoyar la formación en ejercicio de maestros de inglés. Contratar nuevos docentes de inglés para el sector oficial. Trabajar con las actuales licenciaturas de idiomas para que formen en excelencia a los maestros del futuro. Distribuir libros gratuitos junto con material pedagógico audiovisual de calidad. Asegurar la infraestructura tecnológica necesaria para vivir la lengua en el aula y desarrollar aplicaciones móviles para exponer a los estudiantes al inglés fuera de la escuela. Sensibilizar a todos los colombianos y proporcionarles una experiencia más cotidiana del inglés con la ayuda de los medios de comunicación. CONCLUSIONES
Ante los actuales desafíos en educación superior y en materia de aprendizaje de
inglés, que se enfrentan tanto a nivel nacional como internacional, es clara la necesidad de promover el fortalecimiento y la reivindicación de la profesión del docente, partiendo desde la escuela como eje central y de desarrollo de la nación. Cuando se desarrollen las actuales políticas, los colombianos podrán entender en inglés los asuntos de la vida cotidiana que tienen lugar en el trabajo y la escuela. Comprenderán muchos programas de radio o televisión que tratan temas actuales y asuntos de interés personal o profesional. Comprenderán textos de uso habitual y relacionados con el trabajo redactados en inglés. Podrán desenvolverse en casi todas las situaciones que se presentan cuando viajan y serán capaces de escribir textos sencillos en inglés que les permitan hacer parte de un mundo más amplio. Hay que preguntarse por qué aprender inglés en Colombia. El inglés es una puerta al conocimiento, el trabajo, la cultura, la innovación y la creatividad. Nos permite conectarnos con todo un mundo de oportunidades disponibles para los colombianos. El inglés nos permite enriquecer nuestra vida cotidiana, expresar al mundo lo que somos, y mostrar de qué somos capaces como país. Cuando el aprendizaje del inglés deja de ser un privilegio y se convierte en una oportunidad para todos, es posible cerrar brechas y avanzar en equidad. Hay que asegurar que el inglés se aprenda desde la escuela y que los estudiantes y emprendedores lo puedan convertir en parte de su vida. Es necesario promover el Programa Nacional de Inglés, con el cual los estudiantes saldrán del colegio con el inglés necesario para comunicarse y los profesionales que se gradúan de las instituciones de educación superior podrán interactuar plenamente con el mundo en el idioma inglés. Las directivas de las universidades, especialmente públicas, deben ser conscientes de las dificultades con las que llegan los jóvenes a tales instituciones. Es necesario que se tomen medidas remediales para lograr avances importantes en el bilingüismo de los alumnos.