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Viviendo Nuevas Experiencias

Si uno se pregunta acerca de una aventura que teníamos cuando éramos niños, seguramente una de las
primeras imágenes que se nos cruzaría sería estar en un safari en África.
Tendríamos muchos lugares en ese enorme continente donde nuestra imaginación nos transportaría.
Todos los que amamos la naturaleza, lo exótico y lo paradisíaco somos cautivados por ese espacio donde
la inmensa gama de atractivos va desde lo deportivo hasta lo cultural, pasando por hermosos paisajes
llenos de cataratas, montañas, extensas estepas y un sin número de variedad de flora y fauna que no
alcanzarían una vida para conocerla a fondo. Si el paraíso en la tierra existe, seguramente se originó en
esa parte del planeta.

Dentro de este arcoíris de lugares y colores, hay uno donde podemos centrar nuestra atención:
Tanzania. Lugar privilegiado como pocos, su distintiva ubicación hace que los safaris tengan una
particularidad especial. Pero no los safaris que nos imaginábamos cuando éramos chicos. Todas las
actividades han ido evolucionando y esta actividad no podía quedar fuera de la dinámica del mundo
actual. Su evolución nos ha traído a que hoy no son las armas de fuego las que llevan los hombres sino
potentes cámaras que captan el instante preciso en el cual la naturaleza en toda su expresión se une a la
tecnología. Una fusión donde la ecología, el amor a los animales, la pasión por el colorido hace que el
tiempo se detenga y nos permita una mirada diferente.

Dentro de los atractivos que nos presenta Tanzania obviamente que resalta el Parque Nacional del
Serengueti. Su nombre proviene del idioma natural de las tribus que habitan que significa “Llanura
Infinita” y en verdad es que su extensión maravillosa permite lo que muchos consideran como uno de
los fenómenos naturales más espectaculares del mundo: La Gran Migración donde millones de Ñus y
Cebras realizan la migración a lo largo del mundo. Y todo esto con la peligrosidad que representan los
felinos más peligrosos del planeta tales como leones, leopardos, guepardos atentos a generar el orden
natural de la vida. Todo esto sin olvidarnos de los elefantes, jirafas, búfalos que en su conjunto forman
una familia de más de 70 mamíferos sin olvidarnos de una variedad de aves que se estiman en más de
500. Aquellos que son especialistas en este tipo de turismo vivencial, recomiendan al menos estar dos
noches observando este espectáculo.

Al norte podemos encontrar tal vez el paisaje más espectacular de todo África, el Cráter del
Nogorongoro. El cual es un cráter inactivo con una boca de casi 300 km cuadrados y una profundidad de
600 metros. En este espacio reducido – en comparación a las grandes estepas africanas – se encuentran
la concentración más grande de fauna en libertad ya que conviven leones, elefantes, búfalos, cocodrilos
y hasta algún esquivo rinoceronte negro que dadas las condiciones son difícil de ver, pero no imposible.
Obviamente, junto a ellos nos encontraremos a los mamíferos herbívoros quienes atentos a los
depredadores deambularán de un lado al otro buscando el espacio que les permita pastar con relativa
tranquilidad. El “Arca de Noé” natural se complementa con una flora que dado el micro clima en él,
pinta de variados colores todo lo que uno es capaz de observar.
En el Nordeste del país nos encontramos con una montaña que está formada por tres volcanes
inactivos: El Shira de más de 3900 metros, el Mawenzi de casi 5200 y el Kio de más de 5800: El
Kilimanjaro se eleva majestuoso y a la vez resplandeciente observando a todos desde su cumbre de
nieves eternas. No solo es la montaña más alta de Africa sino que también la montaña independiente
más alta del mundo con sus 4900 metros de altura desde su base y así constituirse como el cuarto pico
ultraprominente de la tierra. Es también conocido por sus famosos campos de hielo en su cumbre que
lamentablemente se están reduciendo drásticamente desde principios del siglo pasado y se estima que
debido al calentamiento global desaparecerían completamente en las próximas décadas.

Todo esto nos lleva a imaginar la felicidad de lo natural, de lo simple, de lo majestuoso que nos
sentiríamos si hoy podríamos estar en estos lugares que abrirían nuestra mente para aventuras de las
más extrañas, de las espectaculares y por qué no, de las más inolvidables de nuestra vida.

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