Está en la página 1de 2

Artículo sobre Friedman

FOROS

La verdad sobre Friedman

No se puede culpar al mercado por malas decisiones basadas en la intromisión estatal

14 diciembre, 2008

El nombre de Milton Friedman ha estado en boca de muchos en estos meses de crisis financiera. En
especial, han sido los adversarios del liberalismo económico los que anuncian con bombos y platillos la
muerte de las tesis del que fuera premio Nobel de Economía en 1976. Las críticas parten desde lo
ridículo, como las esbozadas por la autora canadiense Naomi Klein en su último libro The Shock Doctrine
, hasta las más sesudas, como las del Nobel de Economía de este año Paul Krugman, y que fueron
reproducidas en estas páginas por el señor Fernando Araya (10/12/08).

Cargo infundado. Es necesario dejar un punto claro desde el inicio: Milton Friedman no era un
intelectual dogmático. Solo basta leer lo escrito por cientos de sus exalumnos para darse cuenta de lo
infundado que resulta dicho cargo. Uno de ellos es el economista costarricense Rodrigo Bolaños, quien,
días después de la muerte de Friedman en noviembre del 2006, recordó en La Nación cómo en sus
clases su antiguo profesor “nunca discutía sus polémicos e influyentes escritos y pensamientos en
defensa de la libertad de elección y los mercados competitivos o las críticas demoledoras a la
intervención estatal injustificada. Más bien, su empeño en clase era enseñarnos el buen uso de... la caja
de herramientas del análisis económico”.

Una muestra del carácter no dogmático de Friedman fue su idea a finales de los ochenta de crear un
índice de libertad económica que midiera científicamente cuán libres eran las economías del planeta.
Alguien que se aferra a dogmas no se molestaría en comprobar empíricamente la certeza de sus ideas,
pero Friedman siempre fue partidario de utilizar indicadores objetivos para probar sus tesis. Es así como
nació el informe Libertad económica en el mundo , publicado anualmente por el Fraser Institute de
Canadá, el cual es hoy en día una publicación de vanguardia que es utilizada por cientos de
investigadores alrededor del mundo. Este estudio demuestra de manera objetiva cómo los habitantes
de los países con mayor libertad económica disfrutan de mejores niveles de vida en el planeta.

Intervencionismo estatal. La mención de Araya a las críticas de Krugman se da, según él, en el contexto
de “la peor crisis conocida del capitalismo especulativo”. Araya salta así a culpar al libre mercado del
socollón financiero actual. Sin embargo, la crisis que afecta a la economía mundial fue causada en
primera instancia por el intervencionismo estatal, no por la ausencia de éste. Desde la garantía estatal
implícita a los gigantes hipotecarios creados por el gobierno Freddie Mac y Fannie Mae, y los mandatos
del Congreso estadounidense que obligaron a los bancos a asumir mayores riesgos a la hora de otorgar
créditos de vivienda (ambas intervenciones que provocaron la crisis subprime ), hasta las tasas de
interés artificialmente bajas de la Reserva Federal durante varios años al inicio de la década que crearon
la burbuja inmobiliaria y las regulaciones sobre el uso de la propiedad que distorsionaron el mercado de
viviendas.

Las manos del intervencionismo estatal están por todas partes, mientras que el bando keynesiano, con
Krugman a la cabeza, no ha podido citar una sola desregulación financiera que fuera la causante de esta
crisis.

El mercado no ha fallado, diría Friedman. Simplemente está reaccionando a décadas de intervenciones


políticas que lo distorsionaron. No se puede culpar al mercado por malas decisiones basadas en
incentivos generados por la intromisión estatal. El mercado simplemente nos está diciendo ahora cuáles
políticas son sostenibles y cuáles no.

Finalmente Araya debería tener cuidado en citar a Krugman como autoridad económica de última
instancia. Ya en el pasado el flamante Nobel ha sido criticado por su poner sus prejuicios ideológicos por
encima del análisis económico ( The Economist , Nov. 13, 2003). En su crítica contra Friedman, Krugman
señala que “es extremadamente difícil encontrar casos en los que Friedman reconociese la posibilidad…
de que la intervención pública podía ser útil”.

Esto es una falacia. Uno de los grandes aportes de Friedman fue su crítica a la incapacidad de la FED de
aumentar la liquidez monetaria durante los primeros meses de la Gran Depresión. Friedman también
apoyó medidas como el impuesto de renta negativo (de carácter redistributivo) y los vouchers escolares,
que implican el financiamiento estatal a la educación.

No es casualidad que en su respuesta a Krugman, Anna Schwartz, una de las principales autoridades
monetarias en Estados Unidos, señaló que su ataque a las tesis de Friedman demuestra que “no habla
con autoridad sobre temas en los que carece de pericia”.

https://www.google.com/amp/s/www.nacion.com/opinion/foros/la-verdad-sobre-
friedman/5A44HURLJRGTLE7POLQXQWY7CA/story/%3foutputType=amp-type

También podría gustarte